Era fresco el recuerdo de la muerte de Sirius, y mas aun la caída de su gran director Dumbledore, Harry ya no tenía nadie en el mundo que le diera fuerzas. El odio que sentía Harry en su corazón ahora era mas amplio aun, y en su mente solo deseaba acabar con Snape, Bellatrix, Voldemort y todos los malditos mortifagos.
La guerra se había vuelto cruda en el mundo mágico, los mortifagos más fríos que nunca, asesinaban a Muggles y magos, el ministerio ya no daba abasto, muchas criaturas habían vuelto a aparecer tras la vuelta definitiva del señor oscuro.
Harry, vamos levántate de una vez - le dice Hermione acompañada por Ron, el cual agrega - si, vamos amigo, juguemos una partida de ajedrez mágico, te juro que esta vez no te dejo ganar.
Ron y Hermione habían intentado hacer algo durante las ultimas semanas para ayudar a Harry, pero todos sus esfuerzos habían sido en vano, este ya no era el mismo de antes, además de la madurez ganada con duras pruebas durante años, en las cuales vio opacarse a profesores, caer a amigos, pero por sobre todo ver renacer al ser que ha causado todas sus penas, este se volvió un ser solitario, ni siquiera el mismo se podría reconocer. Su lucha interior era quizás más fuerte que la misma guerra que se desarrollaba, y mientras, Harry solo se lamentaba mirando el cielo de su habitación y despierto soñaba que todo lo que le sucedía no era más que una mala pasada de su imaginación.
No muchachos, gracias, solo quiero estar aquí, pensando en como voy a acabar con el maldito de Voldemort - Harry sabia que para lograr su cometido debía encontrar y destruir los Horcruxes, pero de ellos realmente no sabia mucho, solo un poco de información que su querido director Dumbledore le entregó antes de morir.
Harry, no te quedes aquí, luchando contigo mismo, descansa, come, pues no sabemos en que momento nosotros tendremos que entrar en acción - le replica Hermione con un gesto de tristeza en el rostro, tal vez adivinando lo que pasaba por la mente de su amigo - además, ya falta muy poco para que comiencen las clases en Hogwarts, y la profesora McGonagall se hará cargo de la dirección, Lupin será nuestro jefe de casa - pero bien todos sabían que realmente el colegio no debería tener clases ese año, y sin duda, seria un campo de entrenamiento para los magos jóvenes, mas el deseo de Dumbledore era mantener el colegio incluso en momentos difíciles, después de todo seguía siendo muy seguro.
Harry solo quería salir en la búsqueda de los Horcruxes, pero muchas veces ya había sido detenido en el intento por Lupin, el cual junto con la familia de Hermione y Ron se había trasladado a Grimauld Place al terminar el año anterior, y muchas otras frenado por la implacable señora Weasley.
Bill ya estaba casi totalmente recuperado de la mordedura de Greyback, mordedura que lo condeno a vivir como un licántropo durante la luna llena, pero ayudado por Remus comenzaba a entender su nueva condición.
Mientras tanto un hombre misterioso se paseaba por Hogsmade, haciendo preguntas a Madame Rosmerta, a los jóvenes Weasley, que tenían también una tienda ahí, después del éxito de la tienda en Callejón Diagon, y prácticamente habían hecho quebrar a su maestro Zonko, el hombre vestía una capucha negra, media algo mas de 1.80 metros, era muy delgado, y tenia manos huesudas, pero con una piel muy tersa, lo que significaba que hace mucho no disfrutaba de una comida saludable, y una voz áspera, que a muchos les parecía sumamente familiar pero no lograban reconocerla, tal vez algo mágico no les permitía hacerlo.
El hombre en si ya parecía muy extraño, pero era más raro aun que cargara una jaula cubierta a todos lados, quizás una criatura aun mas extraña que el hombre que se escondía tras la capucha negra.
Disculpe señor, creo que nos conocemos - le dijo un hombre robusto y mas alto de lo común, con una gran barba que le cubría gran parte de la cara y las partes visibles estaban claramente enrojecidas por el licor color miel que bebía - diría incluso que hace mucho tiempo que lo conozco.
Creo que me esta confundiendo con alguien mas, después de todo mis características física son muy comunes entre los vagabundos - le responde el hombre oculto tras la capa.
Creo que tiene mucha razón, lo siento es que hace poco un amigo, un guía, casi mi padre - al terminar esa frase el barbudo simplemente se largo a llorar como un bebe mojando todo su vello facial y llamando la atención de toda la gente que en el lugar se encontraba, y finalmente siguió con su charla - lo siento, es que aun no me acostumbro a que el profesor Dumbledore ya no este con nosotros.
No se preocupe amigo, se lo que se siente perder a un ser querido, y mas cuando ocurre injustamente - después de esas palabras el hombre se fue a conversar con el hombre que estaba en la barra y Hagrid siguió bebiendo de su jarro ahogando la pena en hidromiel y hablando solo en una esquina de la Cabeza de Cerdo.
Hola, hace mucho que no nos veíamos - le dijo el cantinero a el misterioso encapuchado - me he enterado de muchas cosas últimamente. Ah, tu cuarto ya esta preparado, adelante.
Muchas gracias, no sabes todo lo que me ayudas con esto - respondió cortésmente el misterioso hombre haciendo una pequeña inclinación con su cabeza.
Casi me olvido, la persona que tu ya sabes te esta esperando dentro, no olvides cerrar bien la puerta - agregó finalmente el hombre tras el mostrador mientras la figura alta se perdía en el pasillo seguido de una sombra aun mas larga.
Un hombre aun más misterioso se levantó al momento dejando un par de galeones sobre el mostrador del bar y caminando en las sombras de las oscuras calles de Hogsmade, el cual era vigilado sigilosamente por un par de magos de la Orden, que decidieron seguir al segundo hombre.
En Grimauld Place ya estaba próximo a ser el cumpleaños de Harry, y todos trataban de buscar un regalo para él. Mientras Harry trataba de aprender nuevos hechizos de libros que había encontrado dentro de la casa, la mayoría de estos eran de Artes Oscuras, lo que de una u otra manera fue lo que mas llamó la atención del joven, así que escondió aquellos libros y solo los leía cuando estaba seguro que nadie estaba cerca. Mientras Ron y Hermione le preparaban una sorpresa que mágicamente les haría recuperar algo del Harry que antes conocían.
