Capítulo 8: Draco y Ginny, castigo.
Harry y Ginny sospechaban que algo estaba sucediendo adentro, era solo un presentimiento, ya que Ron y Hermione no acostumbraban estar tanto tiempo en una habitación solos, sin empezar a discutir.
-Harry-dijo Ginny-Me alegra que mi hermano hiciera eso, fue muy valiente de su parte, decirle a Hermione que la quería de otra manera, ya sabes-dijo Ginny mientras los dos se dirigían hacia la sala circular de la Sala Común. Pero algo detuvo a Ginny, había recordado que se había peleado con Harry, así que cruzó los brazos y siguió caminando sin mencionar una sola palabra. Harry por su parte no se había olvidado, ya que recordaba con perfección las cosas que le había dicho Ginny, y la mirada de Malfoy. Pero no dijo nada, ya que le hubiera gustado seguir con esa linda manera de tratarse que tenía con la pelirroja en ese momento, aunque le molestaba la manera tan pegajosa de ser de ella cuando ellos fueron novios, aunque hubiera sido por una sola hora...
-Bien.-dijo Harry y se sentó en un sillón frente a la chimenea.
-¿Bien?-lanzó Ginny sin prestarle la mínima atención a Harry. Mirando las llamas de la estufa, que atinaban peligrosamente en apagarse.
Harry no respondió, no tenía ganas de pelearse con Ginny, era simplemente... agotador.
Ginny notó que Harry se había echo el sordo, así que no insistió. Aunque ella si tenía ganas de hablar, tenía un gran potencial, y no lo iba a dejar pasar, simplemente por la cara de aburrido de Harry, aunque no fuera con el, iba a seguir hablando, así que decidió decir todo lo que pensaba en vos alta. Como si Harry no estuviera ahí...
-Mmmmmm, podría darme un lindo baño...mmm... pero no...no tengo ganas... que lindo es Michael, podría arreglarme con el otra ves (Harry la miró)...mmm... pero no... es cierto que sigue con la china mal formada de la estúpida de Chang, (Harry la volvió a mirar) china que le gustó a todo el mundo hace un tiempo...mmmm...(Ginny no le prestaba atención en absoluto, tenía un dedo en el cachete, en una actitud pensadora) pobre Michael, gustarle esa china loca...que mala suerte tiene en caer en sus garras...
Harry la miraba con los ojos como platos. Ginny estaba quedando loca, sus peores temores se habían echo realidad... Se hundió en el sillón, temiendo por la salud metal de su "amiga"... y se relajó.
Ginny se cayó de repente, asustando aún más a Harry, aunque supuso que era mejor así, en silencio.
Unos minutos después...
Ginny suspiró sonoramente, exageradamente, y Harry saltó del sofá, totalmente asustado.( Ginny volvió la cabeza hacia él, y no dijo nada, totalmente seria, como si hubiera escuchado un pequeño ruido sin importancia. Y se volvió otra vez) Se había olvidado de la presencia de su amiga, ya que habían pasado mucho tiempo en silencio. Y dio vuelta la cara lentamente hacia Ginny, con los ojos muy abiertos.
Ginny se paró y se dirigió hacia el cuarto de las chicas. Sin prestarle la mínima atención a Harry. Ni decirle "adiós", todo como si el fuera parte de la pared.
Los días pasaron, el comportamiento entre Harry y Ginny alarmaba a Ron y Hermione, que estaban muy acarameladitos en la biblioteca, mientras Hermione le explica cariñosamente a Ron, que las plantas carnívoras no comían humanos, solo insectos.
-Pero, Hermione... no entiendo. ¿Por qué el nombre "plantas carnívoras"? no tiene sentido...-decía Ron, mirando una foto de una de esas "Venus come moscas".
-¡Que raro que no entiendas! ¡Que raro que no le encuentres el sentido a las cosas, Ron!-dijo sarcásticamente Ginny mirando con una ceja levantada la expresión de poco entendimiento de su hermano, cerró un libro fuertemente y se dispuso a anotar algunas cosas en su copiador- Realmente es raro... Podríamos cambiar de lugares, Ron..
Ron la miró sin entender en absoluto a lo que se refería su hermana, que últimamente estaba más desquiciada que de lo normal.
Ginny vio la cara de su hermano y añadió:
-Ron, a lo que me refiero-dijo cansinamente-Es que tu podrías ocupar mi lugar en sexto y yo el tuyo en séptimo. Claro, es por que... últimamente, y a lo que me refiero con "últimamente" es últimamente durantes los últimos siete años que han pasado, no te haz... desempeñado bien en clases, sin la ayuda de Hermione, la chica más "inteligente" de todo tu curso (Hermione sonrió). Por que del mío, sabemos quien es-dijo apuntándose a ella misma.
-Pero eso no se puede, Ginny. No puedo ocupar tu lugar. Me reconocerían-dijo Ron totalmente alarmado. Mirando con los ojos muy abiertos a su hermana.
-RON!-gritó Ginny, y todos los demás alumnos hicieron: "shhh", mientras que Madame Pince les decía algunas cosas no muy tiernas a Ginny-Lo siento-dijo Ginny dirigiendo indiferente hacia los demás alumnos y a la esquizofrénica de Pince. Ginny rodó los ojos, tomó sus cosas, las metió en su mochila con las iniciales: G.W., inscriptas en la tela, y se paró-Nos vemos, chicos. Tengo algunas cosas que hacer.-dicho eso, se marchó, dejando a un confundido Ron, a una ya acostumbrada Hermione y a un decepcionado Harry. Que a pesar de todo, le gustaría volver con Ginny, pero no le gustaría resistir su "tierno y dulce" encanto para tratarlo.
-Adiós-dijo Hermione.
-No entiendo a mi hermana últimamente, y no me refiero a todos estos últimos siete años, ella a estado algo rara. ¿no creen?-preguntó Ron. Nadie dijo nada, todos sabían que Ginny estaba rara, y que trataba de malas maneras a todo. Una segunda "Draco Malfoy" según Ron.
Las cosas estaban algo frías en Hogwarts, desde el plano del clima hasta el plano de los alumnos en su totalidad, ya "casi" (literalmente) no se diferenciaban los alumnos de Slytherin con los de las demás casa.
Los profesores recientemente habían tenido que castigar a la mayoría de los alumnos de primero de Slythering y Griffindor. Que últimamente estaban algo... rebeldes. Algunos alumnos de sexto y séptimo también estaban entreverados en los castigos, pero nada fuera de lo normal. Ginny por su parte era una, sin mencionar a Malfoy, Blaise Zabinni, Pansy Parkinson, los idiotas de los matones estúpidos de Malfoy: Crabbe y Goyle, y algunos otros de Hufflepuff y Ravenclaw.
-¿Cómo te castigaron?-preguntó Hermione, quien estaba junto a Ginny en la mesa de Griffindor, mientras que Harry y Ron escuchaban atentamente, justo enfrente de las chicas, atacando a su plato de patatas.-¿Quién?
-Bueno, ¿quién? McGonagall. ¿Cómo? Es una historia larga.-contestó Ginny-Una absurda confusión.
-No me importa- dijo Hermione, y miró su reloj.-Todavía tengo diez minutos para que comience mi clase.
-Eh, bueno, yo estaba en los pasillos del colegio, yéndome directo hacia la Sala Común, de mal humor, cuando vi a Malfoy, el se me acercó, hablamos... discutimos mejor dicho...
FLASHBACK
-Pero, si es la chica Weasley, ¿qué haces, Weasley?-preguntó una vos detrás de Ginny.-¿Qué haces merodeando por aquí?
-¿Qué haces tú merodeando por aquí?-contestó ella bruscamente y siguió caminado como si nada hubiera pasado.
-No te importa, Weasley.-contestó el fríamente, mientras seguía a la chica.
-Concuerdo contigo, entonces, la parte que no entiendo es ¿por qué a ti te tiene que importar hacia donde yo me dirija?¿y qué haces siguiéndome?-dijo ella alzando una ceja.
-No me importa. Solo preguntaba, mocosa. No te sigo, solo... camino-dijo sarcásticamente.
Draco estaba cambiado. Lucía cambiado. Estaba mas alto, su rostro lucía más delgado y tenía lindas facciones definidas. Su cuerpo era grande, espalda grande, piernas largas, brazos bien formados, completamente lo que una chica busca en chico. Sus ojos eran los únicos que no habían cambiado, seguían tan grises, profundos y fríos como antes, sin mencionar su cabello que lucía rubio como siempre.
Ginny por su parte, estaba mas delgada (en opinión de Draco), tenía lindo cuerpo, al menos lo que se le formaba por el uniforme, era medianamente alta, su cabello estaba cada ves más rojo, y sus ojos, siempre iguales.
-No me llames así-gruñó ella.
-Te llamo como quiera, pelirroja.-dijo el bruscamente.-No eres nadie para impedírmelo.
-Siento decepcionarte, "rubio oxigenado". Pero tu nunca vas a tener el privilegio de llamarme como quieras. Y no seré nadie, pero créeme cuando te digo, que tu tampoco lo eres...aunque claro, te creas...
-No me compares contigo, serás sangre pura y todo lo demás, pero eres una traidora a la sangre al igual que toda tu familia de pobretones, y eso sin mencionar que se llevan con muggles, y tu padre ama las porquerías que ellos construyen. Así que, es como si fueras sangre sucia. Y lo peor de todo, eres una Griffindor."Créeme cuando te digo" que tu no eres nadie, ni tu familia lo es.
Fue suficiente para Ginny, sacó del bolsillo de su túnica, la varita, y afrontó a Malfoy. El izo lo mismo, conocía que Ginny era buena maldiciendo, así que supuso que no estaría demás estar preparado para decir algún contrahechizo o simplemente atacar.
-Bien, Weasley, no te tires de defensora de la patria como Potter, y tranquilízate, por que lo que vas a lograr va a ser un buen maleficio de mi parte. No queremos darles una decepción a tus padres.-dijo Draco con algo parecido a una sonrisa en su rostro.
-Mira, imbécil. Si crees que te tengo miedo, déjame decirte que lo que menos que tengo en este momento es miedo hacia ti. Y eso es por que nunca te eh tenido miedo. Nunca.
-Valiente. Pero, ¿lo suficiente?-dijo Draco acercándose con la varita en alto.
-No des un solo paso más, Malfoy. Por que me vas a conocer.-amenazó Ginny, sosteniendo con fuerza la varita, por si a Malfoy se le ocurría desprotejerla. Sabía como era él, y sabía que con el, nada era color rosa.-No queremos que tu padre vea como vencen a su querido y adorado hijo Draco Malfoy. El nene de la familia.
-¡Cállate! ¡Tu no sabes si eso es verdad! ¡Tu no me conoces en lo más mínimo, Weasley!-gritó él, con rabia-y lamento decepcionarte si te digo que no vas a vencer a nadie.
-¿Si? Uh, que miedo. Por que si fue como aquella vez en el despacho de Umbridge, me muero de miedo.-se burló Ginny, seriamente.
-Eso no fue más que un pleno dejo de alta guardia, Weasley. ¿Piensas que yo realmente me dejaría hechizar por una mocosa como tu? Que equivocada que estas...
-Claro, claro. Veamos que tan bueno sos en esto, Malfoy-Ginny comenzó la lucha- ¡EXPELLIARMUS!
-¡PROTEGO!-gritó Draco.
-Rápido...-dijo Ginny, haciéndose la sorprendida ante los reflejos de Malfoy.
-Ya lo ves. No es fácil.-dijo Draco, sonriendo sensualmente.-¡PETRIFICUS TOTALLUS!-gritó Malfoy, pero Ginny esquivó el hechizo.
-Audaz-le dijo Draco, ella sonrió.
-Ya verás cuanto.-dijo ella volviendo a poner su cara seria-¡TARANTALLEGRA!
Draco esquivó el hechizo de Ginny, pero en ese instante sintieron pasos que venían hacia ellos.
-¿Qué diablos esta sucediendo aquí?-gritó la profesora McGonagall.-Weasley, Malfoy.
-No sucede nada-se atrevió a decir Draco, quien se tocó instintivamente el cabello.
-¿Ah, si? ¿Y se puede saber que eran esos gritos, y qué hacen con las varitas en sus manos? También me gustaría saber, ¿cómo se pudo romper el jarrón que esta junto a usted, señorita Weasley?-McGonagall apuntó a un jarrón de porcelana que en esos momentos se encontraba hecho añicos en el suelo.
Ginny vio el jarrón, no se había dado cuenta de que lo habían roto. De seguro había sido cuando Malfoy le tiró el último hechizo. Draco izo lo mismo, y pensó absolutamente lo mismo que Ginny, aunque el no supiera, claro.
-Fue Malfoy-delató Ginny apuntando descaradamente a Draco, con poca importancia.-Fue él.
-Ya me di cuenta, Weasley. Se nota por las posiciones en las que se encuentra cada uno, es imposible que usted lo hayas roto, si estas de su lado. Malfoy, quiero que mañana por la noche tenga un castigo conmigo, mañana le diré a la hora y en donde. También lo que se le asignará como tal.-Ginny sonrió-Y usted también, Weasley. No se crea que el señor Malfoy, va a pagar todo el precio solo. Usted también esta castiga, los dos harán exactamente lo mismo, en el mismo lugar y a la hora que yo les asigne, mañana por la mañana. No quiero excusas. Sino se presentan mañana, tendrán su recompensa-dicho eso, los dejó solos.-Malfoy, yo me encargo de decirle a Severus.
-Si, maldición-susurró Draco,-Maldita Weasley-le dijo Draco a Ginny mientras ella se alejaba caminando.
-Igualmente, idiota.-dijo ella.
-Y así sucedió todo. Ahora, Malfoy y yo tenemos un castigo, y lo peor de todo no es el castigo, sino la equitativa compañía que tendré que soportar.
Mientras tanto en la mesa de Slytherin...
-Así ocurrió todo. Es una maldita esa Weasley. Por su culpa, ahora tengo que atenerme al castigo de McGonagall. ¡Maldita!-dijo el rabioso. Mientras Pansy le hacia leves carisias en su espalda.
-Tranquilo, Draquito.-le decía.-Ambos sabemos que ella es una insolente, traidora a la sangre al igual que su familia de pobretones.
-Lo sé, pero deja de llamarme "Draquito", es Draco, solo Draco, ahórrate el "quito", es más corto y todo, no me llamo "Draquito", me llamo Draco, ¿cómo quieres que te lo explique?-dijo el bruscamente.
-Si, Draquito, ya entendí. No es necesario que lo repitas mil veces, no soy tonta-dijo ella.
Draco revoleó los ojos, tenerla a ella de compañía era peor que tener a la chica Weasley. Al menos, con la pelirroja se divertía maldiciéndola o insultándola.
-No parece-contestó.
Bueno, este capítulo no me pareció muy bueno, pero es por que no estoy muy concentrada, me parece. Espero que no les resulte muy mal. Espero que el próximo este mejor... lo siento.
chau
