Capítulo
4
Mi infancia
Notita antes de comenzar
Si hay
algo que vaya entre asteriscos () es que es algo que piensa el
personaje y no lo dice en voz alta.
Ya es domingo por la noche, Sasha está bien, no parece que haya enfermado y yo...bueno, quizás me resfrié un poco, porque hoy no he parado de estornudar, aunque claro, no es raro porque estuve bastante tiempo con la ropa mojada.
Hoy no sé por qué, pero no he podido dejar de pensar en Ryu, la verdad es que le estoy muy agradecida, quizás debería hacer algo para agradecérselo, no sé...sí, eso es, mañana le invitaré a tomar algo por la tarde. Ayer se portó tan bien conmigo, me sentía tan bien entre sus brazos bajo la lluvia, antes sólo me había sentido tan bien en los brazos de Kae...pero, Ryu me hizo sentir algo especial, ¿qué es este sentimiento? ¿es amor? No sé por qué me puse colorada cuando me besó en la mejilla ¿me está comenzando a gustar Ryu y no me había dado cuenta? La verdad es que no sé la respuesta a todas estas preguntas, le conozco desde hace muy poco, pero me encantaría conocerlo más, sí, estoy segura de que quiero conocerle más, quizás así sepa que significan los sentimientos que estoy comenzando a sentir y quizás descubra cuales son los suyos. Mientras estaba pensando en Ryu y en que sentía por él, fui quedándome profundamente dormida.
Lunes por la mañana...tengo que levantarme ya o llegaré tarde, Kae me ha despertado, está preparando el desayuno y el almuerzo para llevar. Me levanto de la cama, me arreglo para ir al insti y bajo a desayunar.
Akane- ¡¡Aaachis! -creo
que sigo resfriada- Buenos días hermanito.
Kae- Parece que
aún estás resfriada -se acerca a mí y pone sus
labios en mi frente- pero no parece que tengas fiebre. Anda que tú
también...¿¡a quién se le ocurre salir sin
paraguas?
Akane- Es que me puse tan nerviosa al no encontrar a
Sasha que salí corriendo sin pensar -le saqué la
lengua-
Kae- Tómate esta leche caliente con miel, te vendrá
bien. -me sonrió dulcemente- y vamos, que sino llegaremos
tarde.
Cuando terminamos de desayunar nos fuimos al instituto, a la entrada nos estaban esperando Nayu, Satoru y Ryu como de costumbre y luego tendríamos que esperar a Hibiki, que solía llegar un poco más tarde que nosotros, siempre llegaba con el tiempo muy justo. Cuando llegó subimos a clase.
Y después de una clase aburrida de historia, otra y filosofía, pero una muy divertida de arte, que era mi favorita y la impartía Ako, por fin llego el recreo, y ahora...¿qué le digo yo a Ryu?
Akane-
Ryu...me gustaría...hablar un momento contigo -sé que
cada vez estaba más roja, no podía evitarlo-
Kae-
Akane, Ryu, vamos o nos quitarán nuestro sitio bajo el cerezo.
-Siempre comíamos todos juntos bajo un cerezo-
Akane- Ya
vamos -me di la vuelta y comencé a andar hacia Kae-
Ryu- ¿A
dónde vas? -me cogió de la mano- me acabas de decir que
tenías que hablar conmigo.
Akane- Yo...verás -creo
que no había un rojo más intenso que el de mi
cara-
Ryu- Dime -me giró hacia él- por favor, mírame
cuando me hablas, eres muy guapa.
Akane- Yo... -vale, rectifico,
si había un rojo más intenso, el que tenía ahora
mi cara- verás Ryu -le miré directa a los ojos, tenía
que ser valiente- es que me gustaría invitarte esta tarde a
tomar algo por ayudarme ayer a buscar a Sasha ya está, ya se
lo he preguntado, uff...que alivio
Ryu- Yo...-parecía muy
sorprendido- pues claro que acepto, me encantaría tomar algo
contigo -sonrió felizmente, parecía que sí le
había gustado la idea- No me imaginé que me fuese a
invitar, que suerte, con las ganas que yo tenía de quedar con
ella una tarde para tomar algo.
Akane- ¡Qué bien!
-no podía creerme que me hubiese dicho que sí- Entonces
quedamos a las 18:30 pm en el parque Nikato, junto a la fuente ¿de
acuerdo? -sonreí muy feliz-
Ryu- Por supuesto, allí
estaré esperándote ansioso. -se sonrojó un poco-
El resto de las clases se me pasaron más rápido que nunca. Cuando llegué a mi casa comí muy rápido para poder ducharme y arreglarme, no sé si esto se puede considerar un cita, pero de todos modos quiero arreglarme. Cogí las cosas y me duché. Cuando terminé me sequé el pelo y comencé a vestirme, bueno, y ahora...¿qué me pongo, ya está. Cogí una faldita corta blanca, unas medias por encima de las rodillas (dejando ver un poco de mi pierna entre las medias y la falda) de color celeste clarito, una camiseta del mismo color de las medias con una manga larga acampanada y la otra sin manga, enseñando un hombro, y me puse unos zapatos blancos con tacón de cuña (todo entero). El pelo suelto y liso y me puse un poco de colorete, sombra de ojos y brillo en los labios.
Ya son las 18:05, quiero llegar antes para no hacerle esperar, así que será mejor que me vaya ya. Cogí un bolso blanco y salí de mi habitación tranquila, ya que aún quedaba casi media hora, cuando Kae me vio me sonrió y le conté a donde iba. Fui caminando tranquila hasta el parque Nikato, era un parque muy bonito donde siempre había muchas parejitas sentadas en los bancos, niños jugando en los columpios y en la fuente, parejas ancianas paseando y gente que sacaba a sus perros a pasear. Cuando llegué era aún muy temprano, pero para mi sorpresa, Ryu ya estaba junto a la fuente.
Akane- Buenas tardes -sonreí y
me sonrojé levemente- has llegado muy temprano.
Ryu- Buenas
tardes -me sonrió dulcemente- Vaya... está
realmente...preciosa ¿a dónde quieres que
vayamos?
Akane- No sé, había pensado que quizás
a tomar un helado, si te gustan...¡¡Achiss!
Ryu-
Claro que me gustan, pero...creo que a ti no te sentaría bien
con tu resfriado. -Se quedó pensando un momento- ¿Qué
te parece si vamos a tomar chocolate caliente y algún
pastel?
Akane- ¡¡Genial! que feliz me siento con él,
quizás sí sea verdad que me gusta
Ryu- Bien, pues
como supongo que tú no conoces aún muy bien todo esto,
te llevaré a un sitio donde ponen unos dulces deliciosos
-parecía muy animado y alegre-
El lugar al que me llevó me encantó, era una chocolatería donde realmente los dulces tenían una pinta estupenda. Me fijé a mi alrededor y la mayoría de las personas que había allí eran parejas. Si nadie sabía nada, realmente Ryu y yo podríamos parecer una pareja de verdad; al pensar eso noté como de nuevo me subían los colores a la cara. Ryu y yo pedimos un chocolate caliente y un dulce con nata y piñones que parecía estar delicioso...y lo estaba.
Ryu- Muchas gracias por
invitarme
Akane- Soy yo quien tiene que darte las gracias por
ayudarme a encontrar a Sasha, si no hubiese sido por ti...aún
estaría llorando en el suelo.
Ryu- ¿Cómo está
Sasha? ¿Se enfermó?
Akane- No que va -le sonreí-
ella está perfectamente, soy yo la que enfermé un poco,
pero es sólo un resfriado.
Ryu- ¿Te has dado cuenta
de que parecemos una parejita de verdad? ojalá lo
fuésemos
Akane- Esto...yo...bueno...si que lo parecemos
-otra vez estaba como un tomate- ¿por qué me pongo así
cuando él me dice algo?
Ryu- Hablando de parejas...¿puedo
preguntarte algo?
Akane- Cla...claro... ¿y si me pregunta
que si quiero salir con él?
Ryu- ¿Por qué
Kae y tú estáis tan tan unidos? Parece ser muy
protector contigo.
Akane- Verás...esto nunca se lo he
contado a nadie, lo sabe muy poca gente. -me puse algo seria y triste
al recordar- Se debe a algo que sucedió hace muchos muchos
años. Mi familia y yo nos fuimos a pasar las vacaciones de
invierno a una montaña con mucha nieve. Yo tenía unos 7
años y Kae 8. Un día salí a dar una vuelta con
él a un lago helado donde la gente iba a patinar, yo estaba
más o menos por la mitad del lago y Kae estaba mirándome
desde el borde. Resbalé en el hielo y me caí, el hielo
comenzó a romperse, yo caí al agua helada y Kae vino
corriendo a intentar sacarme de allí, pero no podía él
solo, además era muy peligroso porque él también
podría caerse al agua. Recuerdo que yo estaba helada, cada vez
me quedaban menos fuerzas, ya llevaba un buen rato dentro del agua,
de pronto oímos unos gritos, eran nuestros padres que habían
salido a buscarnos porque llevábamos demasiado tiempo fuera.
Cuando consiguieron por fin sacarme, yo estaba temblando y casi sin
sentido. Vino un doctor y me estuvo cuidando, Kae no se separó
de mí ni un sólo momento, yo estuve muy muy enferma, no
sabían si me curaría o no, pero gracias al doctor y a
sus medicinas, pude sobrevivir. Cuando el doctor les dijo que me
pondría bien, Kae me estrechó entre sus brazos llorando
y me dijo "Te prometo que nunca jamás dejaré que te
pase nada"
Ryu- Vaya...nunca imaginé que te hubiese
pasado eso -estaba muy sorprendido, con la boca entreabierta-
Comprendo que ahora Kae sea tan protector contigo.
Después de tomarnos el chocolate y el dulce, Ryu me quiso acompañar hasta mi casa. Llegamos hasta ella dando un agradable paseo, la verdad es que me sentía muy bien con él. Después de unos diez o quince minutos llegamos hasta la puerta de mi casa.
Akane-
Muchas gracias por acompañarme, me lo he pasado genial contigo
-sonreí, estaba realmente feliz-
Ryu- Gracias a ti -él
también sonrió- eres muy agradable, yo también
me lo he pasado genial contigo -de repente se puso serio-
Verás...Akane...quiero que sepas, que a partir de ahora,
yo...yo también te protegeré, no dejaré que te
pase nada malo.
Akane- Mu...muchas gracias -lo que acababa de
decirme Ryu me cogía totalmente por sorpresa- Sí, creo
que él...creo que él me gusta...pero...no estoy
completamente segura, quiero conocerle un poco más
Me acerqué a él y le dí un tierno beso en la mejilla, que por lo que pude comprobar, no se lo esperaba y se puso muy rojo.
Akane- Hasta mañana -me
fui al interior del recinto de mi casa dejándole allí
con la mano en la mejilla sin reaccionar-.
Ryu- Sí, creo
que ella me gusta, me gusta mucho Continuará
¿Le dirá Akane a Ryu lo que siente por él? ¿está totalmente segura de que Ryu le gusta? ¿Se declarará Ryu a Akane? Todo eso y más en el próximo capítulo
-----------------------------------------
Zekesami: Bueno...pues he aquí un capítulo más de Amores de Tokio, perdón por el retraso, pero se me fue la olla y lo olvidé publicar ' espero q me perdonen...
Muchísimas gracias a todos por leer mi fic, os prometo q esto se va a poner muy interesante en los próximos capítulos, espero q lo sigan leyendo y os guste
Hasta el siguiente capítulo!
