What are you?

Resumen: CAP 2 UP! Draco despierta en una cama que no es la suya y cuando trata de escapar, alguien se lo impide ¿quién?... DxH sorry x la demora.

Parejas: Draco/Harry por ahora jeje

Advertencias: este fic tiene contenido SLASH y prontamente tendrá un lemon metido por allí… así que si no te gusta este tipo de historias por favor sal y busca algo que te guste.

LO SIENTOOOOOOOOO se que no tengo perdón de dios, pero es que no sabía como continuarlo y cuando lo escribía lo borraba por malo… pero en fin aquí están las respuestas a los reviews:

Haruko FLCL: LO SIENTOOOO (cugemi se golpea la cabeza en la pared hasta caer en la inconsciencia) se que no tengo perdón de dios pero por fin actualicé y trataré de hacerlo lo mas rápido posible…. Bueno… esta historia no está basada en la película si no que el ambiente que esta tiene es el de la historia (como la de la película From Hell que te la recomiendo si te gusta Johnny Deep -) y espero que siga igual y no me salga un celular por allí metido xD… muchas gracias por tu review!

AneleBlackyepLO SIENTOOO no tengo perdón alguno por dejar tirada esta historia pero en fin… me alegro que te haya gustado (cugemi se limpia las lágrimas disimuladamente) y si… estoy muy loca… aunque no tanto… si lo estoy….no… en fin… muchas gracias por tu review! xD

Murtilla: me alegro mucho que te haya gustado (cugemi se sonroja) y créeme que para la próxima trataré de actualizar aún mas pronto… bueno… lo de Blaise todavía no termina allí jeje… este personaje tendrá para mucho en esta historia y sufrirá un poquito (cugemi se masajea las manos maliciosamente)… gracias por tu review!

Crystal-Malfoy jeje… eso es top secret aunque te voy a decir una cosa… estás e… (Cugemi es noqueada por alguien)… bueno!... no diré nada… por ahora juajua… pero el este capi se ve todo eso y aparece Harry… ojala te guste… apropósito… muchas gracias por tu review! xD

Gracias de corazón a todas las chicas que me dejaron reviews y espero que este capítulo no deje harto que desear… y ya saben…tomatazos…mesas…elogios…en un review… y ahora

A leer!


Capítulo II:

"en el momento en que te ví… mi corazón comenzó a latir"

¿Nunca han paseado por una calle desolada por la noche como lo es la de Londres?... bueno… yo ahora lo estoy haciendo una costumbre por una que otras razones que podrán ver algún día…

Yo por lo menos me siento rejuvenecido cuando lo hago, me siento el dueño de un mundo tranquilo y pacífico y este día no era la excepción… yo creo que si fuera por mi…estaría gritando que soy el rey del mundo como cualquier chico tonto…

Estaba doblando la esquina cuando me golpeé sin querer con un chico que por su cara de gran remordimiento parecía que acababa de terminar una relación fugaz con alguna chica "x"…

Sin importarme demasiado esto… seguí caminando y como quien no quiere la cosa me metí a una callecita un poco angosta de espacio y al llegar al final de la calle donde se conecta con una gran taberna y un hermoso parque me encontré, con no sin cierta molestia, que 6 hombres golpeaban a lo que parecía ser a una pobre chica en apuros.

Me acerqué sigilosamente a aquellos mastodontes y mostrando unos fieros colmillos dije con suavidad:

.- ¿Qué es lo que están haciendo caballeros?-

Cabe decir que cuando me miraron a mí y a mis dientes salieron corriendo como si vieran al mismísimo diablo en persona dejándome solo con su presa.

También cabe decir que cuando miré aquella figura… mi corazón empezó a "latir" desenfrenadamente.

Sus cabellos rubio-platinados estaban sueltos de su amarra, ligeramente manchados en sangre y tierra, sus ropas estaban todas rajadas y sudadas dejando nada a la imaginación de una pobre alma atormentada.

Sin duda era la figura mas hermosa que había visto en la tierra y le agradeció a todos los dioses por habérselo mostrado.

Lo ví subirse los pantalones con rapidez y mirarme con los ojos de plata líquida demasiado nublados y a punto de caerse por el sueño venidero.

Me acerqué a él lentamente y ví como se tapaba sus partes con cierta vergüenza, le levanté la cabeza con dos de mis dedos situados en su mentón y lo escuché pedirme ayuda antes de caer en la inconsciencia y en mi pecho sintiendo su respiración tibia y acompasada.

Con rapidez lo levanté del suelo y empecé a caminar por las calles Londinenses hasta llegar a una casa de tres pisos muy antigua y gastada por los años sin aparente uso en donde entré casi corriendo, no queriéndome encontrar con nadie hasta llegar a mi cuarto y…

Definitivamente el cielo está en mi contra desde ahora que tengo a sus mayores tesoros en mis manos.

.- ¿adonde vas con tanta prisa Harry?- dijo una voz melosa que provenía de uno de los sillones más gastado que la casa en si- ¿Qué es lo que llevas en tus manos¿Una presa quizás?-

Me quedé callado e involuntariamente apreté el pequeño cuerpo contra el mío… no noté que la persona que me hablaba ya estaba frente a mi hasta que su voz me sacó de mis pensamientos.

.- pero que bello espécimen encontraste Harry!- me dijo con una gran sonrisa lujuriosa- ¿podría probarlo yo primero?

.-no- repliqué seriamente mientras sin hacer caso de los llamados de aquel chico de mirada insistente-.

.-oh demonios Harry! No le haré daño- dijo el chico mostrando sus blancos dientes- solo quiero una probadita de esos rojos labios…

Como un niño caprichoso que no quiere prestar su regalo a los demás, empecé a correr hasta llegar a mi cuarto, claro está que el chico puso su pie para que no cerrara la puerta.

Empezamos una batalla estúpida la cual gané pisándole el pie con fuerza y luego de haber cerrado la puerta, empecé a ponerle madera y clavos salidos de no se donde, (obviamente sin el chico en sus brazos claro está).

Luego de terminar todavía podía sentir los golpeteos insistentes del moreno para que lo dejase ver a mi "presa", me pasé un pañuelo por la frente que terminó manchado de sangre. Entorné los ojos cansado.

Miré a la cama (lo de los sarcófagos pasó de moda hacía tiempo… o por lo menos para mi si) y lo ví durmiendo plácidamente a pesar de los gritos de afuera. Me acerqué sigiloso a su cara y me maraville de sus facciones mientras respiraba aliviado de que no se hubiera despertado.

Su nariz era respingada y pequeña, muy femenina para ser de un cuerpo masculino, en ella, habían pequeñísimas pecas que lo hacía ver muy inocente… no pude evitar que en mi mente se creara una imagen MUY erótica de mi sobre aquel chico y…

Me limpié con urgencia mi boca y sonreí como un idiota contentándome con solo verlo… no quería hacerle daño… por ahora…

Pronto el sueño llego a mi cuerpo… miré de soslayo el reloj… 6:15… tiempo para dormir… mi estómago empezó a rugir y me pateé mentalmente… no había comido nada por estarme preocupando del chico rubio… "en fin" pensé soltando un bostezo "mañana comeré el doble" y dicho estas palabras me puse a dormir en un sofá un poco alejado.

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Se despertó cerrando los ojos con fuerza… le dolía la cabeza horriblemente, se posicionó aún mejor en la cama preguntándose como diablos había llegado a ese lugar y de pronto… los 6 hombres que lo habían asaltaron les vino a la mente con una rapidez alarmante.

"mierda" pensó el rubio parándose rápidamente de la cama e iba a salir por la puerta cuando la vio tapada con varias maderas mal clavadas, una gota cayó de su cabeza… "¿Qué rayos es esto?"… sin hacer caso a la alarma que le disparó su cerebro sacó las tablas y salió lentamente del lugar…

Caminó por varios minutos estando siempre alerta de lo que podría pasar… bajó las escaleras con delicadeza y un grito no muy masculino que digamos salió de su garganta al ver a un chico de pelo negro mirándolo con sus ojos de un extraño morado verdoso.

.- ¿Qué haces aquí?- le preguntó el pelinegro. Draco no sabía que responder… el chico adelantó varios pasos para tomarle el mentón con fuerza. Draco cerró los ojos asustado.- eres muy lindo… ¿porqué me pareces tan familiar?-

Draco le negó la cabeza sin saber exactamente que responder mientras un ligero sonrojo aparecía en sus mejillas… el pelinegro sonrió.

.-ahora lo recuerdo- susurró sensualmente acercándose cada vez más al delgado cuerpo. Sus ojos morados mostraban lujuria al por mayor.- tu eres la nueva presa de Harry.

.- ¿de…de quien?-tartamudeó el pobre rubio. El joven río fuertemente.

.- de Harry… querido Draco.- Draco abrió los ojos y la boca sorprendido.- no te sorprendas mucho… puedo leer tu mente y tus latidos- con su mano libre le acarició el pecho.- estás asustado… muy asustado cabe destacar… eres tan apetecible pequeño…

Draco tragó saliva alejándose de esos fríos dedos, mas el pelinegro se volvió a acercar a él posicionándose de su cintura. El pelinegro acercó sus labios al cuello del chico besándoselo imperceptiblemente, como una ligera caricia etérea que hace la seda.

.- ¿sabes quien soy Draco?-le susurró apretándolo fuertemente a él. Draco cerró los ojos asustado e impidiendo que un gemido de dolor saliera de sus labios al sentir una largas uñas rasgando su piel- no creo que lo sepas… me llamo Kail…

Draco, usando todo su valor salido de quien sabe donde, empujó con fuerza al pelinegro y salió corriendo escalera arriba tratando de que su mente maquinara algún plan de escape… claro que eso no duró mucho al sentir como unos fuertes brazos lo paraban volteándolo hacia el frente.

Kail paró su carrera al ver unos verdes ojos llameando de ira. Bajó la cabeza sin borrar una sonrisa burlona de sus labios que enervó aún más al otro personaje.

.- ¿Qué te dije Kai?...- escupió Harry de rabia. Draco sintió su cara enrojecer al sentir los dos brazos del desconocido posicionados en sus caderas. Harry, al ver esto, subió sus manos hasta su cintura.

.-está bien Harry, pero es que es muy bello- gimió Kail sin dejar de sonreír… Draco se preguntó como es que hacía eso- ¿porque traes personas tan bonitas? No es mi culpa que sea tan apetecible y…

.- ya basta… no le tocas ningún pelo mientras yo esté cerca de él-

Kail asintió desganado y volvió a sentarse en una de las butacas cercanas a un fuego ya extinto desde hace mucho tiempo, su boca mostraba una sonrisita malvada… obviamente no le iba a hacer caso.

Harry tiró del rubio hasta llegar a su alcoba en donde lo soltó con imprudencia en la cama.

.- ¿porqué saliste?- pregunto Harry enojado. Draco abrió los ojos haciendo una muda pregunta. Harry suspiró cansado- no debes salir de aquí sin mi permiso… porque o sino no podré ayudarte en lo que pudiese suceder con los demás.

Draco tragó saliva audiblemente preguntándose como rayos había llegado a ese lugar.

.- yo te traje después de que te hubieses desmayado en mi pecho ayer en la noche y por eso es que estás aquí- Harry trató de calmarlo con una sonrisa sincera, que mas bien escondía oscuros y para nada puritanos sentimientos hacia aquel bello ángel.

Pero aquella sonrisa no fue nada confortable para el rubio al verle unos grandes y muy filosos dientes brillando como si tuviesen luz propia. Un grito salió de su garganta antes de que resguardara detrás de la cama. Harry cerró la boca de inmediato.

.- ¿Qué eres?- fue su pregunta, o por lo menos lo que alcanzó a decir por sus temblores- ¡que rayos harás conmigo¡Yo… yo…!- se notaba desesperado… - ¡tengo una cruz, así que no te acerques!- dijo mostrando la cruz de plata que tenía en su cuello. Harry solo negó con la cabeza bastante divertido por la situación.

Se acercó al rubio y con sus finos dedos tomó aquella cruz. Draco boqueó entre al borde de un colapso nervioso y entre una curiosidad por aquello.

.- ¿no eres un vampiro?- musitó poniendo sus ojos grises en los del pelinegro.

.- bueno… si lo soy… pero…-

.- ¿entonces porqué no te hace nada la cruz?- gritó Draco alejándose de aquella presencia que se imponía de una forma que nunca había visto-

.- bueno… principalmente porque no está bendita… aunque eso no me afectaría en nada tampoco- Draco asintió entendiendo un poco- y porque las cruces no me hacen nada de nada porque son solo una figura…-

Harry se sentó en la cama, mirando a la figura endeble del rubio a sus pies, pareciere como si estuviese implorándole misericordia.

Draco cerró sus ojos, un dolor en su pecho… ¿Qué habría sido de su amigo Blaise¿Se habría salvado¿Lo estaría buscando?... eran tantas las preguntas que su mente hacía, que parecía imposible no sentir una terrible angustia querer salir de allí y volver a los fuertes brazos de su buen amigo…

Harry percibió la gran angustia del joven… vio que su corazón parecía tener un gran dilema… morir o seguir viviendo… notó como el rubio ponía un semblante triste y por lo que pudo divagar en su mente, la razón era un moreno de bellos ojos mieles que le sonreía sinceramente en un fuerte abrazo.

.- ¿estás bien?- preguntó el ojiverde tratando de hacer conversa, mas el silencio le respondió, el chico parecía no querer contestarle, pero sin embargo asintió lentamente.

.- Quero salir de aquí… yo…- susurró el rubio agachando la cabeza en una pose de sumisión- yo necesito ver a…

.- no puedes salir de aquí- le cortó Harry ligeramente enojado, adivinado que lo que necesitaba ver el chico era a ese otro jovenzuelo de mirada dulce. Sin saberlo, su estómago se llenó de un malestar, pensando que aquella angustia, era porque el otro le había echo algo.

¿Lo había herido?... no… no se ve tan destruido como para eso.

¿Lo había usado?... por muy confiado que sonase… sabía que no era aquello…

O tal vez…

.-pero… necesito ver a…- balbuceó el rubio mirándolo suplicante-

.- ¡NO!- gritó ya bastante enojado. De solo imaginárselo en los brazos de aquel idiota lo ponía de MUY mal humor.- te quedarás aquí hasta que yo decida que hacer contigo.

Draco acalló su voz mirando al suelo, en verdad deseaba ver a su amigo… ¿y que significaba eso de "decidir que hacer conmigo"?… ¿no lo mataría cierto?... miró al pelinegro y no supo que responder… negó con la cabeza sintiendo el miedo propagarse como la peste por entre su cuerpo.

.- ¿no me matarás cierto?- había preguntado alejándose lentamente hasta quedar estampado en la pared. Oyó la risa del chico y sintió sus mejillas arder de vergüenza.

.- no, no te mataré- explicó el vampiro sonriéndole burlonamente- mas bien te dejaré en calidad de sirviente… pero uno muy especial.

Tragó duro…

Eso había sonado tan mal que en verdad se preguntaba que era mejor… o morir siendo succionado por un vampiro hasta que sus ojos se cerrasen inconscientes… o ser un "sirviente" para un vampiro que de seguro no era muy puritano.

Sin duda escogía el primero… por lo menos moriría rápidamente.

.- ¿Qué quieres decir con eso de "sirviente muy especial"?- había preguntado el rubio levantando su mirada, no machacaría mas su orgullo, no sería sumido nunca mas. Harry sólo se limito a sonreír de lado antes de dejarse caer de la cama hasta el suelo y arrastrarse por ella hasta donde nuestro personaje.

Al llegar a su destino, se acercó a su oído, y aprovechando de oler aquella magnífica esencia de vainilla, susurró pegándole con su fría respiración:

.- esto-

Harry se posicionó rápidamente de los belfos rosados con una inusitada pasión, los cuales, por la sorpresa del menor, se abrieron dóciles y sumisos a la boca demandante del más experimentado. La lengua del vampiro recorría todos los recovecos, probándolo en su totalidad. Sus manos se aferraron a aquella delgada cintura con fuerza, enterrando sus uñas en la tibia carne.

Draco chilló ligeramente y al hacer aquello, nuestro vampiro aprovechó de profundizar el beso con fiereza.

Draco no sabía que hacer, había besado muchas veces, pero nunca tan apasionadas y con ese dejo de sensualidad y mandato. Se sentía increíblemente como una chica siendo besada por un novio que no pudo esperar hasta la noche de bodas para tocar con pasión y desenfreno a su futura esposa.

Sus ojos se abrieron de golpe al sentir esos dedos fríos tocar su espalda. Tocó su pecho con curiosidad y no sintió ni siquiera algún latido apresurado que dijese algo su estado. Aprovechando que estaba en esa condición, empujó con todas sus fuerzas y respiro aliviado al ver que el otro se alejaba de él.

Ambos respiraron entrecortadamente. Harry se apoyó en sus codos y miró largamente al rubio, que ya parecía tomate de tanto rojo en sus mejillas, se preguntaba internamente que es que como no explotaba.

Draco se levantó rápidamente del suelo y corriendo como un desesperado hacia la puerta, trato de abrirla.

Pero unos fuerte y varoniles brazos le apresaron de la cadera, sintiendo de pronto del dolor que aquellas uñas habían provocado en su piel.

.- ¡déjame ir!- gritó el rubio desesperado, mandando golpes como un loco- ¡quiero irme de aquí¡Suéltame aprovechado!- gritó a mas no poder golpeándole el firme pecho cuando este le dio la vuelta-¡depravado¡DÉJAME EN PAZ!-

.- no te dejaré ir- dijo enfadado. Draco paró de golpearle cuando notó el tinte gélido y peligroso de su voz- eres mío…

Sus ojos se encontraron en una pequeña batalla de orgullos y clamores. Harry no pudo evitar semejar aquellos ojos con la luna que regía toda su eternidad… y de pronto… al pensar en aquello se sintió tan solo como hace 100 años atrás y supo que tal vez había encontrado a su compañero perfecto para la eternidad que quedaba.

Miró ausentemente por la ventana. Ya el sol desaparecía por la montaña y sintió su hambre clamar por cada una de sus venas.

.- debo salir- dije sin voltear la cabeza de la ventana. Pude sentir su mirada posada en mi piel blanquecina. Empecé a sudar y le di la espalda viendo ausente la cama.

Una idea bastante poco puritana cruzó mi mente y estuve a punto de hacerla realidad cuando ya mi cuerpo clamaba por sangre con desesperación... sentía que moriría si no me alimentaba.

Lo miré de pronto y me sentí irremediablemente atraído por su cuerpo delgado y pequeño, noté como su manzana de adán se movía con cada respiración que hacía y de pronto me descubría imaginándome el sabor de su sangre, poseyéndolo y obligándolo a ser parte de mi condición de ser de la oscuridad.

No…

No podía obligarle a ser algo que no quería, no debía hacerlo.

Aunque…

No podía ser tan malo probarlo.

Aquel pensamiento heló mi cuerpo potentemente y me dirigí a la puerta con rapidez. Volteé a verlo y lo ví mirándome inocente y curioso, preguntándose porque el apuro… si sólo él supiera… si sólo supiera…

.- no salgas por ningún motivo de aquí… volveré pronto- fueron mis últimas palabras antes de cruzar la puerta y cerrarla suavemente.

Sus pasos se alejaron y lentamente dejaron de sonar por el silencioso pasillo y Draco se encontró con que su mano derecha estaba en su corazón, sintiendo sus latidos acelerados y un sentimiento como de pérdida.

Su mente era un caos total, llena de preguntas y respuestas incoherentes que no satisfacían su infantil curiosidad.

Sin tenerlo en mente, recordó el toque apasionado de sus labios con los suyos. Ese toque demandante que por poco se hubiese entregado totalmente a sus garras… a lo que quisiere.

Aquel pensamiento lo espantó considerablemente…

¿Qué era todo aquello?

Esa maldita y simple pregunta le rondaba como cazador en su mente caótica. Porque simplemente podía creer que todo aquello era sólo un montaje que su mente le había creado y prontamente iba a sentir las suaves, pero duras manos de su fiel amigo como la mañana anterior.

Se preguntó como el tiempo había pasado tan lento… parecía como si hubiese pasado una semana con todo lo sucedido.

Sólo rezaba y pedía por todos los dioses que su amigo lo estuviera buscando incansablemente para…

Liberarlo…

De pronto su mente se creó una pregunta.

¿Quería ser liberado?

¿REALMENTE quería ser liberado?

Su mente le gritaba a voces que eso era lo que quería… lo que deseaba, pero su corazón todavía herido le clamaba otra cosa… otra cosa que todavía no estaba dispuesto a entender o escuchar.

Su mirada se posó en la puerta y su mano, temblorosa y confundida, tocó la manilla con casi un temor reverencial. Podía imaginarse al moreno pálido llegar y lanzarlo hasta la pared para luego decirle en su oído que le pertenecía y que nunca tratase de escapar, y luego de aquellas palabras, lo besaría demandante y posesivo como lo había echo anteriormente.

Sus ojos se abrieron considerablemente y su mano, automáticamente, abrió la puerta. No había absolutamente nadie allí.

Caminó mirando para todos lados como un paranoico. Sus pasos hacían un eco aterrador en el largo pasillo y pronto llegó hasta la escalera en donde se había cruzado con el otro vampiro. Miró temerosamente a uno de los sillones y no vio al chico de pelo negro por ningún lado. Suspiró aliviado.

Bajó las escaleras y se topó con la puerta de entrada. No pudo evitar ver lo exquisita que era, llena de bajorrelieve y de una madera negra bien pulida. Tomó la manija y sin pensar, salió de la puerta corriendo con rapidez.

Los faroles de la calle iluminaban todo su recorrido, mientras que sus piernas daban lo mejor de si. Ignoró lo que mas pudo un gran vacío que se acrecentaba en su interior al alejarse cada vez mas de aquella gran casa.

Pronto encontró el camino que había recorrido con su amigo la noche anterior y pocos segundos después avistó la casa. Corrió más fuerte.

.- ¡Blaise, Blaise, Blaise!- fue su grito al golpear la puerta con fuerza. Se oyeron unos pasos apresurados y el típico sonido de las llaves en la cerradura. Luego apareció el chico con una sonrisa de verdadero alivio y con los ojos llenos de lágrimas.

.- ¿Draco?- preguntó conmocionado y al ver el asentimiento del rubio. Lo abrazó con fuerza mientras libraba todas las penas que había contenido en su corazón- ¡que alegría! Pensé que… por un momento pensé que nunca más te vería y yo… dios! Yo… yo creí que…-

.- shhh… - lo acalló Draco poniendo en sus labios uno de sus dedos- estoy aquí Blaise y…

No pudo terminar debido a que su gran amigo Blaise lo abrazaba con mucha más fuerza que antes, quitándole así todo el aire que contenían sus pulmones. Draco también lo abrazó y cerró los ojos dejándose llevar por el sentimiento de protección que aquellos fuertes brazos le daban.

Blaise rió entre sus lágrimas soltando por fin al rubio con un ligero sonrojo en sus mejillas. Draco le palmeó el hombro también con una sonrisa y entraron ambos abrazados por los hombros a la casa.

Muy cerca de la casa, en la oscuridad de uno de los callejones al frente de la casa, habían unos ojos morados y una sonrisa malvada que miraban muy divertido toda la escena, maquinando algo en su mente perversa.

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Continuará….