Disclaimer: Harry Potter no es mío y bla, bla, bla

Advertencia: esto contiene SLASH y… no se porque estoy escribiendo esto si se supone que ya se debe saber ¿no? xD

Wauuu! 9 reviews!... bueno… uno del primer capítulo pero bueno xD… De verdad les agradezco a todas las chicas (y a algún chico si se me chispoteó xD) que dejaron los reviews y que gracias a ellos terminé este capítulo antes de lo improbable (lo terminé en un solo día el cual es hoy 7 de enero jeje) y ahora… las respuestas a sus hermosos reviews:

Manini: jaja… bueno… detesto hacer esto, pero Harry no es como Lestat, es más bien algo un poco más terco que mi Lestat… además, Harry no desea no hacer el mal, solo dañar a Draco lo vuelve loco jeje… y sip… a Kail lo pensé como Armand (aunque detesto al personaje con todo mi corazón… no… si igual lo quiero un poco jeje) si es verdad, hace mucho tiempo que no actualizaba y era porque la luz no me aparecía por ningún lado, finalmente mi musa fue leer el comienzo del libro "Entrevista con el Vampiro" jeje, y así salió todo xD… también me alegro de haber actualizado… nunca me lo perdonaría si no lo hubiese hecho… en fin (cugemi suspira con una sonrisita maldadosa) ojalá te guste este capi y espero verte pronto… muchas gracias por tu review!

Canuto-Frambueza: me enorgullece que te haya gustado y ojalá que te siga gustando jeje… o sino te buscaré para obligarte a leer juajua… muchas gracias por tu review!

Haruko FLCL: sip… por fin actualicé… jeje… y creo que ya se cayó el mundo… hoy no me han dicho nada por estar pegada todo el santo día en el computador jeje… me agrada que me digan eso (cugemi mira hacia el frente con el ego bien en alto) y espero haber cumplido con la misión de poner algo sobre la vida de Harry… todavía me falta Kail, Draco, Blaise y otra personita mas jeje… y ya ves… actualicé pronto… muchas gracias por tu review!

Ritsuka-ran: no es que se me haya olvidado, pero no sabía como continuarlo! Tenía la cabeza llena de ideas pero ninguna me llenaba hasta que comencé a escribir dejando que mi cabeza se guiara sola y… voilá! El segundo capítulo… y muchas gracias por apoyarme hasta el final! (cugemi sonríe con los ojitos brillantes) te estaré esperando impacientes y no te preocupes de llenar mi correo de cadenas y amenazas de muerte… yo gustosa los elimino todo xD… muchas gracias por tu review!

As Black: jajaja… bueno… después de haber leído tu review me di cuenta de aquello, de verdad me hizo reír un buen rato jeje… pero ahora no digo nada y ya aprendí mi lección xD… muchas gracias por tu review!

Luchi: muchas gracias! Te agradezco que digas eso y como ya ves… actualicé rápido jeje… muchas gracias por tu review!... ya sabes que me alegran el día ¿ne?

Sara: obviamente la continuaré hasta que se me acaben las neuronas y se me caiga el pelo de desesperación por no poder seguirla… pero no puedo decir que la próxima ves actualice rápido… mi mente se seca con las ideas jeje… y aunque el personaje de Harry no me gusta mucho, lo encuentro bastante "atractivo" (si es la palabra correcta para explicarlo de alguna manera) cuando es posesivo, celoso y un poco terco… trataré de actualizar pronto, lo juro muchas gracias por tu review!

Belial16: si… he leído 2 libros de Anne Rice… bueno… 3… contando con Merryck y aún me falta la reina de los condenados juajua… pero no tengo el dinero suficiente para comprármelos, aquí en Chile casi todos los libros son carísimos… me enorgullece que te guste mi historia y trataré de seguir escribiendo como espero… muchas gracias por tu review! De verdad xD-.

Crystal Malfoy: me agrada que te guste el capítulo y espero que este también te guste como el anterior y si… a Harry le dio el ataque jeje… pero ya se va a arreglar jeje (risa enigmática)… y si… Draco quiere mucho a Blaise… tal vez un poco mas que lo platónico pero sin pasarse mucho de la raya y al igual que este último, andan ambos en las mismas condiciones jeje y sip… a Draco le despiertan algunas cosas que todavía no escribo… tal vez en el próximo aparezcan en su totalidad y he cumplido tu pedido… en este capítulo se juntan jeje… y como se juntan xD… muchas gracias por tu review!

Espero que este capítulo les agrade debido a que estuve desesperada en estos días creando una continuación decente a esto.

Por favor… si alguien tiene alguna idea o algo que pueda servirme para seguir esta historia háganmela saber aquí o a mi correo… muchas gracias :D

Y ahora

A leer!


Capítulo 3:

"Y a veces solo quisiera perderme en tus ojos"

La luna estaba en su máximo esplendor… brillaba como nunca antes la había visto después de sus años como un cazador nocturno.

Recordaba el momento en que su vida cambió para siempre y aunque nunca quiso ser lo que ahora era, estaba agradecido con su creador por haberlo sacado de lo horrible que era existir entre los humanos.

Harry había sido un "niño rico" como le decían la mayoría de sus compañeros envidiosos. El había nacido por allí en 1450 cuando Jack Cade tomó a Londres en sus manos y ejecutó a varios cortesanos que vivían allí. Su vida había sido próspera y aunque hubo varios momentos en que la familia decaía peligrosamente, volvía a ascender cual fénix en su muerte volvía a ser un simple y feo polluelo.

La familia Potter vivió en un glorioso castillo que en aquella época era el más impenetrable. Su vida fue siempre bajo esas 4 paredes de piedra antigua, criado bajo los cánones de servir a un rey y casarse con la joven más rica de todo el país.

A la edad de 17 años, Harry manejaba a la perfección toda arma que caía en sus manos y por muy antigua que fuere, siempre y de alguna forma, convencía a alguien para que le enseñase. El arco, la espada, el hacha y la espada corta fueron las que mas usaba debido a las guerras entre los pueblos de su reino. Era despiadado y mimoso, bastante sarcástico y cruel y cada vez que el enemigo oía hablar de él, salían corriendo con el rabo entre las patas y con sus intensiones de matarlo metido por no sé donde.

A sus 24 años, ya para la época era un hombre maduro y que debía casarse para generar cuanta descendencia pudiera y para ello, su familia le consiguió a una joven exótica, del reino de España llamada Catalina de unos jóvenes 16 años.

La ceremonia no se hizo esperar y Harry era ya un hombre casado y próximo a tomar el mando de su próximo castillo.

Un día, sin embargo, un gran tumulto asaltó todo el castillo. Los campesinos junto con otros hombres de otros reinos asaltaron el castillo, penetrándolo costosamente y perdiendo una considerable suma de hombres. Prontamente su vida de oro y gloria habían terminado.

Sus padres habían sido cercenados y tirados a una fosa común después de haberles quitado todas las joyas y riquezas que podrían tener entre sus ropajes. Su dulce esposa Camila había sido acuchillada y su hijo de apenas meses de nacido lo habían quemado junto con otros caballeros que habían sido leales toda su vida.

A Harry lo había agarrado cuando había escapado cobardemente de su fortaleza y fue llevado hasta Sir Thomas, quien había sido un caballero de gran renombre (mucho mas de lo que había sido él puesto que mataba a quien le pasara por el frente) y no tuvo nada más que hacer que humillarse frente a él.

Lo torturaron con varios instrumentos que de los cuales la gran mayoría no conocía. Hicieron todo lo posible para que soltase en donde tenían la mayoría de sus riquezas y él, no dijo nada, con el orgullo siempre en alto. No por nada sus padres y su esposa le decían que era terco como una mula.

Todos los caballeros y secuaces se aburrieron rápido y lo metieron a una celda pensando simplemente que no existía ningún oro.

En ese momento, Harry lloró de vergüenza. Lo único que deseaba era poder salir de allí y mandarse a cambiar a Francia, o incluso a la bella España en donde nadie lo reconocerían jamás.

Poco a poco el sueño le ganó la partida y durmió pacíficamente hasta que el resonar de unas botas lo hicieron sentarse orgullosamente con tal de que nadie dijese que él era un débil.

A su campo de vista, apareció el hombre más extraño que había visto en toda su vida. Piel blanca como el mármol, ojos negros como la noche misma, el pelo liso y negro y una extraña sonrisa que le asemejaba a un bufón ocupaba toda su cara. El pánico cundió en todo su cuerpo y no pudo evitar mirar a la aparición con una fascinación inédita y sumisa.

Sus pies, automáticamente se movieron raudos y quedaron frente al ser que lo miraba cada vez mas divertido, unos colmillos el triple de largo que los suyos lo saludaron y en aquellos ojos se podía ver claramente, como si fuesen un espejo.

Tenía la ligera sospecha que aquel ser podía leer su mente y su pregunta fue respondida al verle sonreír burlonamente. Su enojo creció pasmosamente y se encontró de un segundo a otro, gritándole al ente que quién era y que es lo que hacía allí.

El hombre sonrió y se alejó de la celda con una rapidez sobrenatural, Harry solo se dijo que aquello fue una imaginación.

Los próximos días de su encarcelamiento fueron los peores que había sufrido, ni si quiera cuando peleaba contra sus enemigos y lo herían había sentido aquel tipo de dolor.

Lo sometieron bajo la terrible tortura de cortar partes de su cuerpo. Comenzaron con una pequeña navaja que circuló por todos los rincones de su cuerpo, hundiéndose entre sus carnes blancas con furia y crueldad. Ningún grito rodó por sus labios y fue más que nada porque al desangrarse, un mareo peligroso surcó su mente y lo mantenía ocupado.

Los torturadores resoplaron aburridos y antes de dejarlo tirado en el suelo, usaron la navaja para marcarlo. Y no hicieron nada mejor que un rayo que surcara desde su pecho hasta su estómago.

Harry estaba más que muerto cuando unos brazos increíblemente helados lo levantaron del suelo y lo acomodaron en unas rodillas. Luego, con los ojos nublados y entrecerrados, vio al mismo ente que sonreía a más no poder mientras enterraba sus dientes en su cuello con brutalidad.

Harry sentía que su vida se iba de a poco. Un dolor insoportable se acunó en su interior al sentir como la sangre lo abandonaba de a poco.

Pronto su vista se cerró, mas un pensamiento que le clamaba que se aferrase a la vida lo tomó desprevenido. Abrió los ojos para ver a una muñeca sangrante en frente suyo, se sintió abrumado ante tal visión y aquella muñeca se acercó a sus labios rápidamente.

Abrió sus labios con lentitud y aquel elixir de vida lo enloqueció.

Se aferró a aquella muñeca enterrando sus uñas en ella, tragando como un poseso todo lo posible de aquel elixir.

Su creador trató de alejar su muñeca mas le apretaba con mayor fuerza las uñas y seguía bebiendo sediento.

El creador se alejó de su creación con brusquedad, echándolo al piso, con su boca chorreando de sangre.

Y en aquel instante, había dejado de ser humano justo frente a la bella luz de la luna llena.

Harry siguió mirando la luna hasta que llegó a las puertas de la gran casona y la abrió. Un sentimiento de vacío llenó su cuerpo, presintiendo que algo no le iba a gustar para nada.

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Blaise había acostado a Draco como lo hace una madre a su pequeño niño bajo los gritos y sonrojos del último.

- te repito que no soy un niño Blaise- había gritado Draco medio enfadado desde la cama- ¡Blaise¡Puedo hacerlo solo!

- vamos Draco… - la voz de Blaise sonó melosa y en su boca emergió una sonrisa lujuriosa- no me digas que no te gusta que te mimen ¿O si?

A Draco le apareció un tierno sonrojo, su cuerpo tembló en anticipación al ver que su amigo se acercaba hasta quedar a unos escasos centímetros de su boca. Su respiración voló por los aires con nerviosismo.

- Blaise yo… yo…- tartamudeó sin querer alejarse y Blaise se lanzó a reír estrepitosamente. Draco frunció el ceño.

- ¡oh vamos Draco!- se burló el moreno con ojitos brillantes. Draco le lanzó la almohada enojado y bastante sonrojado- ¡era solo una bromita¡Ni que te fuera a besar realmente!-

Draco bajó la cabeza y se mordió el labio como a punto de llorar. Blaise se quedó estático sin realmente saber que hacer. ¿Era solo una broma de él cierto¿Cierto?

Se acercó hasta su amigo y al quedar a unos pocos centímetros, este levantó la mirada.

Blaise se descolocó al verle los ojitos brillantes y estuvo a punto de decir algo cuando aquella tierna mirada cambió a una llena de malevolencia y burla.

- ¡Maldito estúpido!- vociferó el ojimiel al sobarse la cabeza luego de recibir un gran golpe en ella con un almohadón- ¡Y yo que pensé que… que!-

- que pensaste que Blaise…- susurró Draco con una sonrisa- ¿Qué quería que me besases?- Blaise asintió con un gran sonrojo en sus mejillas- no gracias… tengo mejor gusto- no supo porqué unos ojos verdes penetrantes cruzaron su mente como un relámpago.

Blaise agarró el almohadón y le dio de lleno en la cara bastante herido en su orgullo mientras el sonrojo se iba de su piel.

Jugaron como unos pequeños niños y luego de bastante tiempo, se acurrucaron, con todavía la respiración por las nubes. Draco quedó de frente con el ojimiel, lo escrutó con curiosidad y este, abrió los ojos quedando prendados de los metálicos.

- me da gusto verte así Draco- musitó el moreno y su respiración dio de lleno con los labios del rubio quien se estremeció- me alegra que hayas olvidado a Katherine… todavía eres joven y puedes encontrar a alguien que si te ame-

Draco, recién allí, se dio cuenta que con todo lo que había pasado, ni se había acordado de la chica. Una sonrisa curvó sus labios y se acurrucó más al calor de su amigo, como un pequeño gatito regalón. Blaise sonrió y abrazó a su amigo con gusto.

- te quiero amigo- fue el susurro de Draco, quien con un gran sonrojo cerró los ojos y se dejó llevar por el sueño- ojalá nunca me faltes.

- yo también te quiero Draco- le susurró en el cuello, cerrando los ojos- y nunca te faltaré, te lo prometo.

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Kail sonrió malévolamente luego de haber estado en la ventana por inagotables minutos, en su mente se creó un plan que llevaría a cabo si es que podía ese mismo día.

- pagarás caro Harry por no haberme dejado probar aquel delicioso manjar- musitó divertido alejándose por fin ante la tierna escena de los dos amigos dormidos.

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Harry entró a la casa y un silencio que le dio muy mala espina lo recibió.

Subió las escaleras lentamente y al llegar hasta la habitación, no sintió ningún golpeteo asemejado a un corazón por ningún rincón. El miedo le atravesó como una daga afilada.

Abrió fuertemente la puerta y un vuelco en su corazón lo hizo entender algo de suma importancia. El hermoso rubio se había ido.

Bajó la cabeza y el aire se sintió cargado de una furia sin límites, casi impenetrable. Subió la cabeza con rapidez y con furia comenzó a volcar todas las cosas con rabia. La mesita de luz cayó al suelo rompiéndose en pedazos, las telas caras de los doseles fueron arañadas y arrojadas al otro extremo con furia.

Un gran ropero de madera fue roto con una potente patada que lo echó al suelo. Abrió las puertas de este y tiró toda su ropa por todos lados.

Cuando se calmó luego de haber destrozado todas las cosas, se sentó en la cama que estaba intacta y se puso las manos en la cara, tapándosela.

La respiración rápida se fue calmando gradualmente mientras se calmaba, sus ojos estaban cerrados, mas su mente trabajaba a revoluciones preguntando las posibles huidas.

Y todas llegaron a una respuesta.

Al chico moreno de ojos miel.

Sus puños se apretaron con fuerza y de ellos salió sangre que bebió con tranquilidad. Ya ni siquiera se reconocía.

De él solo brotaba una furia animal y así lo encontró Kail, quien más o menos temeroso entró en aquel recinto destrozado.

- ¿Qué pasó Harry¿Peleaste con tu "sirviente"?- sonrió bufón y se sentó a su lado con delicadeza. Harry ni siquiera lo miró.

- ¿Porqué no te vas de una vez y me dejas sólo Kail?- musitó el moreno casi sin voz, todavía no abría los ojos.- te lo advierto.

- dime Harry- le clamó el chico infantilmente acercándose aún más- puedes confiar en mí-

- déjame… solo- repitió Harry sacándose las manos de la cara, todavía sin abrir los ojos.

- pero Harry- musitó el pelinegro. Acalló al ver que la mirada de Harry se había vuelto oscura. Desfigurada por el enfado.

- ¡De… ja…me… so… lo!- vociferó Harry haciendo que sus ojos se volvieran negros y peligrosos, Kail se alejó-

- Harry… yo… yo se donde vive… el rubio… Draco- balbuceó el otro con miedo. Nunca había visto así a Harry y pensó por un segundo lo que estaba a punto de hacer-

La mirada de Harry cambió radicalmente a la conocida. Kail suspiró aliviado. Harry se acercó hasta donde el moreno y se quedó parado allí casi tocando con su nariz la del otro.

- don…de… es…tá- susurró el moreno mirándolo penetrantemente. Kail se alejó un poco sonriendo burlonamente-

- por allí- sonrió de lado mientras se ponía al otro extremo de la cama-

Harry lo miró a punto de asesinarlo y trató de calmarse. Inhaló y exhaló cuanto pudo y ni siquiera eso pudo hacer. Mentó a Kail en su mente al no poder entrar en la de él.

- ¡DIMELO DE UN PUTA VEZ, KAIL O SI NO HARÉ REALIDAD MI SUEÑO DE DEJARTE ATADO AFUERA PARA QUE ESPERES LA PUESTA DE SOL!- vociferó el moreno ya perdido en la razón. Kail solo rió cantarín y danzó en sus pies.

- por allí, por allí- cantó con una voz chillona, como haciendo la de un joven chiquillo- por allí, por allí por allí.

Harry estaba perdiendo la paciencia. Estaba a punto de tomarle del cuello y rompérselo con rapidez hasta que escuchó la frase temida por la del moreno.

- deberías haberlos visto Harry- cantó Kail mirándolo a los ojos. Harry lo miró sin querer entender aquellas palabras- se veían tan tiernos abrazados en aquella gran cama blanca, desnudos, bajo las sábanas. Eran tan bellos que no podría explicártelo con palabras-

- ¿Qué quieres decir con eso Kail?- preguntó Harry con la voz a punto de quebrarse por una potente rabia- ¡Dímelo!-

- ¿Por qué no lo ves con tus propios ojos querido Harry? En verdad no podría explicártelos con las palabras correctas-

Haciendo uso de las palabras dichas, abrió su mente, enviándole a Harry miles de imágenes del joven rubio acostado en la cama, con sus ojos cerrados y con la boca abierta, lanzando gemidos del más potente éxtasis y sobre él… aquel endemoniado moreno disfrutando de aquellos gemidos mientras embestía con potencia en ese dulce cuerpo. Ambas frentes estaban perladas de sudor, ambos gimiendo los nombres de los dos con devoción y vio a SU rubio abrir los ojos y mostrar en ellas orbes, un amor fervoroso...

Se tapó los oídos al escuchar las resonantes risotadas del ojilila y cerró los ojos no queriendo ver al rubio de mirada inocente entregarse de aquella forma al estúpido aquel.

- ¿te sientes bien Harry?-

Harry abrió los ojos y la ira lo invadió como nunca antes. Se sentía herido e increíblemente celoso como nunca lo había estado con las otras personas de las cuales había jurado estar enamoradas. Se sentía enfadado y se sorprendía un poco al no querer dañar al bello espécimen… si no a quien lo había mancillado con sus asquerosas manos.

¿Cómo no sentir aquel odio extremo con la persona que había tocado SU propiedad?

¿Cómo no sentirse increíblemente usado y herido en orgullo aunque el rubio ni siquiera mostraba un pequeño interés a su persona?

Todo su cuerpo temblaba de rabia. Lo único que quería en aquel momento era pensar en una venganza… una dulce y hermosa venganza…

- déjame solo Kail- le dijo Harry con un tono de voz extraño- no te lo volveré a repetir está claro-

El moreno sonrió e hizo una reverencia y se marchó de allí lentamente. Una sonrisa maldadosa creció en su boca mientras que en su mente chillaba de gozo.

Había caído redondito en su trampa.

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En la mente perturbada del moreno solo existía una palabra:

Venganza

Mas bien eran para decir simplemente: "recuperaré lo que es mío y si lo tocas de nuevo con tus asquerosas manos me preocuparé yo mismo de que sirvas de alimento a los peces" y de solo pensar en aquello lo hacía sonreír como un maniático.

Se tiró en la cama con una sonrisa que abarcaba toda su cara y mostraba sus dientes a su plenitud. Se puso sus manos detrás de su pelo negro, corto, debido a que cuando lo convirtieron en lo que era ahora, tenía el pelo corto, sinónimo inequívoco que en algún momento de su vida fue un prisionero.

La diferencia era que en aquel tiempo, su pelo estaba mal cortado, con algunos pelones que podían ser tapados fácilmente por su pelo y ahora que era vampiro, aquellos pelones habían desaparecido por completo.

En alguna parte de su mente, la cual estaba bastante escondida desde hace un largísimo tiempo. Le decía tristemente que no podía competir con ESE moreno.

Esencialmente porque él, tenía la cara blanca, y aunque era suave, era fría, su corazón no palpitaba si no comía. Sus ojos eran mezquinos y crueles y su boca era muy grande.

En cambio, el moreno llamado Blaise era de piel blanca, posiblemente suave, de ojos amigables, su corazón palpitaba y su cuerpo destilaba calor. Además… estaba en el corazón del rubio.

Abrió sus ojos sintiéndose somnoliento, miró de soslayo a la ventana y vio que los rayos solares empezaban a salir con rapidez. Por suerte, la cortina atrapaba la gran cantidad de luz por ser negra y casi de 5 centímetros de espesor (la razón de esto es porque había comprado metros y metros de tela negra que pegó entre sí para que la luz no entrara y lo matara mientras durmiera).

Los cerró cuando el sueño le ganó la batalla irremediablemente.

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Draco se estiró como un gatito en la cama topándose con algo caliente y que respiraba casi encima de él. Abrió los ojos y vio a Blaise demasiado cerca para su gusto. Obviamente se sentía "caliente" debido a que ambos estaban vestidos y él estaba acostado en el pecho fuerte de su amigo mientras que este lo abrazaba por los hombros y ponía su cara en su frente.

Blaise se movió de su lugar y abrió los ojos con lentitud. Su amigo solo lo miró con un sonrojo en la cara.

- yo… yo…- balbuceó sin saber que decir en realidad, mas los dedos de su amigo lo acallaron mientras que este se movía y trataba de salirse de la cama.

- no digas nada Draco… además ¿Para que pedirías perdón si no hicimos absolutamente nada malo?... ¿O lo hiciste?- su voz había sonado burlona y con un ligero toque de pánico.

Draco boqueó indignado y frunciendo el ceño tiró al otro de la cama hasta que rió con un gesto de victoria al saber que el moreno se había golpeado con la mesita de luz.

- ¿Porqué hiciste eso?- preguntó Blaise con una pequeña lagrimilla en los ojos causa del dolor que un próximo chichón haría en su cabeza- ¿Qué te hice?

Draco gorjeó divertido mientras abría sus brazos abarcando toda la cama, miró a su amigo como diciéndole: "¿No te vas?"

Blaise solo enarcó las cejas y se fue al baño con claras intenciones de bañarse. Draco solo se limitó a cerrar los ojos y dormir plácidamente.

Escuchó vagamente el sonido del agua correr y escuchó la puerta abrirse, mas no le hizo caso y pensó que su amigo estaba buscando ropa.

Unas manos vagaron rápidas por su piel, las cuales le sacaron de un tirón la camisa, las botas y los pantalones. Abrió los ojos asustado y vio con pánico que su "amigo" lo miraba malicioso dejándolo solamente en interiores antes de tomarlo en sus brazos y dirigirse al baño con el rubio pataleándole en sus brazos.

Al legar allí, Draco vio con horror que la bañera estaba llena y volteó hasta su amigo pidiéndole con la mirada que no lo metiera allí, sabía de sobra que esta horriblemente fría.

- por favor Blaise… ¿Qué te hecho yo para merecer esto?... ¿No he sido buen amigo acaso?... ¿Blaise¿Bastaría si te digo que te quiero mucho y te aprecio como nunca he apreciado a alguien?- Draco clamaba a su amigo quien lo miraba con una sonrisa ladeada. Draco estuvo a punto de llorar mientras pataleaba con más fuerzas.

- ¡oh Draco¡Deja de lloriquear si sólo es agua… fría… pero agua al fin y al cabo!- Blaise rió y soltó a su amigo al centro de la bañera quien al salir a la superficie gritó y empezó a castañear sus dientes- ¿Está rica el agua?- Blaise reía con lágrimas en los ojos.

Draco hizo un mohín de disgusto mientras se abrazaba a si mismo preguntándole con la mirada, herida, a su amigo el porqué de su acción a lo que recibió una simple palabra que lo enfureció mientras se sonrojaba.

- apestas-

Blaise salió carcajeándose de lo lindo de su amigo mientras escuchaba las "dulces" maldiciones que le mandaba su amigo.

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Draco salió del baño luego de unos minutos de haberse bañando con la rica agua fría, todavía con sus dientes tiritaban como calaveras bailando la macarena (no pude resistirme al no ponerlo jeje xD). Al salir de allí vio a su amigo apoyado en la pared en una pose despreocupada. Draco simplemente lo ignoró.

Blaise negó con la cabeza divertido y se metió a bañar. Draco escuchó un sonido como de un cuerpo cayéndose y un grito de dolor salidas de la boca de su amigo… ¿la razón?... había puesto un jabón en el piso y su "ex amigo" lo había pisado… su dulce venganza estaba realizada.

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- Draco… tengo que ir a mi despacho porque debo resolver un caso de suma importancia- comenzó a decir el moreno mientras los dos estaban sentados en la mesa, tomando el desayuno.

Draco ni siquiera le dirigió una mirada de asentimiento. Blaise se limitó a sonreír divertido.

- ¡Vamos Draco¡Si ya tu venganza está saldada¿Porqué no me hablas?- le preguntó el moreno palmeándole el hombro. El ojigris se quitó la mano como si esta tuviera lepra.- ¿Draco?

El aludido lo miró enojado y se levantó de la mesa y se fue a encerrar en el cuarto en el que debería de haber dormido la noche anterior.

- ¿Draco?-

- vete Blaise… estaré bien- le respondió el rubio enojado. Y aunque sabía que enojarse era demasiado infantil para sus 20 años, no podía evitarlo, si sobre todo su amigo le pediría perdón como lo hacía hace 3 años atrás cuando le hacía las bromas.

- ¿Perdóname si?- le había susurrado el moreno pegado a la puerta con tristeza- yo… yo… de seguro estaré afuera por lo menos unos 3 días y no quisiera irme sabiendo que estás enojado conmigo- el moreno se sentó con la espalda apoyada en la puerta de la misma manera en que lo hacía el rubio detrás de ella.-y… no te lo he dicho… pero este caso es muy difícil… se trata de un asesino en serie… y talvez… talvez… yo… yo… no… no vuelva con vida- era una mentira cochina pero si de aquella forma lograba sacar al rubio de allí haría lo que fuese necesario- y… está bien… me iré si así lo quieres…- trató que su voz sonase lo bastante herida mientras se paraba. Escuchó unos pasos rápidos y la puerta abriéndose con rapidez y unos dulces brazos abrazándolo por la espalda. Se mordió la lengua lo que más podía para no largarse a reír.

- cuídate- escuchó susurrar al rubio mientras se daba vuelta y se alejaba de esos brazos.

- lo haré- dijo con una sonrisita. Se encaminó hasta la puerta abriéndola con rapidez y antes de cerrarla dijo:

- por cierto… era broma… ni siquiera conozco el caso- y dicho esto cerró la puerta escuchando las maldiciones del rubio mientras reía.

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Draco maldijo por lo bajo a su amigo, y sin embargo sonrió y se encaminó hasta su cuarto en donde encontró un estuche negro sobre la cama. Era su querido violín.

Lo sacó de su estuche y comenzó a afinarlo. Luego de aquello, empezó a tocar unos acordes y de un segundo a otro, tocó una melodía triste y lenta, pero con una pasión contenida y mejor dicho: "reprimida".

Su mente voló rauda hasta posarse en el extraño vampiro con el que se había topado la noche anterior. Los acordes comenzaron a temblar hasta que terminó de sonar debido a que Draco cerraba los ojos y se limitaba y recordar los sucesos pasados.

Y de pronto se encontró preguntándose si había hecho lo correcto al haberse escapado. Se sentía perdido en increíblemente confundido. Sus pensamientos y sentimientos eran una maraña difícil de desmadejar.

Por un lado, se preguntaba que aquel hombre le causaba un miedo reverencial, esos que te dan ganas de postrarte en sus pies para que no te hagan daño. Recordaba haber visto en sus ojos la crueldad de años y años y lo hacían querer escapar para siempre de allí; pero a la vez le daban una grandes ganas de entender todo lo que sucedía a su alrededor, una curiosidad semejante a lo de los niños se apoderaba poco a poco de él al verlo.

Luego recordó el beso.

Se llevó inconscientemente los dedos a los labios y sintió su cara arder como nunca antes. Su corazón palpitaba furioso.

¿Qué era todo aquello?

¿Qué era lo que le sucedía?

Aquellos sentimientos eran los mismos que le sucedían con su amigo cada vez que este se le acercaba sensualmente como en la mañana. Sonrió.

No… no eran los mismos… los sentimientos que el vampiro de generaban eran mas bien unos completamente sexuales… incluso le daban ganas de entregarse y dejar que hiciere lo que quisiere con su cuerpo sumiso.

Alejó aquellos pensamientos y se limitó a seguir tocando el violín hasta que el hambre le ganó la partida.

Luego de comer algo decente, se dedicó a mirar por la ventana el sol que lo iluminaba curioso y la suave brisa que volaba sus cabellos.

No se dio ni cuenta cuando calló irremediablemente dormido.

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Despertó con unos sonidos de pisadas bastante sonoras y pensó por un momento en que era Blaise, miró la ventana y la noche le recibió sonriente. ¿Tanto había dormido? Se preguntó todavía en el mundo de los sueños.

Se levantó silenciosamente de butacón y se dirigió sigiloso hasta la entrada. Sus 5 sentidos estaban alertas y los escuchó claramente en el cuarto de su amigo. Caminó hasta allí y al llegar sus ojos y su boca se abrieron enormemente. Horrorizados por la visión.

Harry estaba sentado en la cama oliendo en ella el aroma inequívoco del rubio, el desgraciado aquel y el olor al sudor que los humanos no podían percibir entremezclando ambos olores.

Vio en el rubio la sorpresa y el terror que su visión le generaba y al pararse y dirigirse hasta el rubio con fluidez, este calló al suelo como si hiciere una plegaria… bueno…. Como de plegaria no exactamente, pero lo importante es que había caído a sus pies como si clamase "misericordia".

En su boca se generó una sonrisa desquiciada y se arrodilló frente al rubio tomándole del mentón con fuerza innecesaria sacándole un gemido de dolor. Percibió perfectamente el miedo de salir herido e incluso no vivo de aquella situación.

Acercó su cara hasta la del rubio y de sus labios salió una pregunta en un tono gélido en el cual Draco no pudo evitar temblar entre un miedo y excitación inexplicable. Y ante todo aquello no pudo explicar cual era la razón de quererse perder en aquellos ojos increíblemente verdes.

- ¿Me extrañaste Draco?- fue su susurro antes de besarle con pasión desmedida.

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Continuará… (Los veo el 2007 jeje xD)