Wola ya volví para mostrarles el capítulo 10 de esta historia cual la escribo con cariño para ti Andreina disfrútala.

Como siempre los personajes no son míos son de J. K. Rowling.

ADVERTENCIA: los pensamientos de los personajes serán marcados con / gracias.

Cáp. 10. Encuentros con el pasado.

Le pregunte por lo de Severus y él con su aliento a alcohol dijo: "A si, Snape, pues le mande una carta a–quien-no-debe-ser-nombrado diciendo que aceptaba ser mortifago y lo firme como Snape pero no resulto, pues tú aún estas con él, lo bueno es que fue rechazado por la comunidad mágica y tarde o temprano tendrás que dejarlo y venir a mí.

Eso fue suficiente, detrás de algunas capas de invisibilidad salieron Severus, Dumbledore, algunos maestros, algunos aurores y hasta el mismísimo Ministro de Mágica Cornelius Funge, con una poca magia se logro quedar las palabras de Oliver en una pequeña caja y cada vez que la abres se escuchan las palabras, pidieron perdón a Severus y le entregaron sus documentos una vez que nos graduamos y en cuanto a Oliver, pues tuvo cargos por difamación y fue encerrado en Azkaban.

Fin Flash Back.

- Me alegra, que ese bastardo este en Azkaban – decía Herm.

- Pues entonces la alegría se te esfumara – dijo Stanly.

- ¿Por? – preguntó Ron.

- Porque ya no estaba en Azkaban – dijo Charles.

- ¿CÓMO? – gritó el trío.

- Salió porque su fianza fue pagada – dijo Charles.

- ¿Y quién se la pagó? – preguntó Herm.

- Él mismo, ya les dije que él era niño rico – dijo Karina.

- Eso no se debería de poder hacer – dijo Herm molesta.

- Pues si se puede y ni modos – dijo Sara.

Después de ese comentario todos se quedaron en silencio y después de unos minutos decidieron que ya era hora de irse a la cama, ya que a todos les esperaba un día agotador.

Al día siguiente a la hora del desayuno:

- Hoy recibimos los 5º regalos del sorteo – decía Ron.

- Si, ¿me preguntó que recibiremos hoy? – decía Ginny.

La respuesta a esa pregunta estaba muy cerca, pues empezaron a llegar parvadas de lechuzas.

- GUAU que padre, me dieron un juego de ajedrez y las piezas tienen los rostros de personajes grandes, miren viene una de Dumbledore – dijo Ron.

- Que bien Ron, pero supera esta baraja de naipes con dibujos de artículos de quidditch – decía Harry admirando su baraja.

- Lindos, muy lindos chicos, pero superen esto – mostró Ginny una agenda color rosa con los bordes de color rojos.

- ¿Y que tiene de fabuloso una agenda? – preguntó Ron

- Pues que esta agenda es mágica, anoto todo lo que tengo que hacer en el día y si por casualidad se me olvida anotar cualquier compromiso, esta maravilla la escribe sola – dijo Ginny.

- Impresionante – dijeron Harry y Ron a la vez.

- Si lo se – decía orgullosa Ginny - ¿y que te dieron a ti Herm? –

- Un carrusel musical – dijo impresionada Hermione.

- ¿Un qué? – preguntaron Harry y los hermanos Weasley a la vez.

- Mire – dijo Hermione y les enseño un hermoso carrusel en miniatura de color rosa pastel con pequeños adornos en color azul y rojo con caballos de color dorado y al darle vuelta a una ranura de abajo comenzaba a girar y a producir una hermosa melodía tierna.

- Es hermoso – dijo Ginny.

Durante el resto del desayuno Hermione se la paso admirando y escuchando su carrusel hasta que era tiempo de ir a la clase de DCAO.

Román, como cada clase intentaba llamar la atención de Hermione, y en cualquier ocasión lo hubiera logrado excepto esta vez, en esos momentos la alumna más sobresaliente en toda esa escuela estaba perdida en la charla de anoche con Karina y sus amigos, no paraba de pensar en como debió de haber sido la vida de Severus.

/Debió de haber sido terrible vivir con personas que te creían un traidor/ pensaba mientras que Roman se enojaba por el poco caso que le era prestado de parte de Hermione.

Después de la clase y de que todos los alumnos salieran Roman llamo a Hermione.

- ¿Qué sucede Prof.? -

- Hermione, ¿sucede algo? –

- ¿Por qué la pregunta? –

- Lo digo porque en toda la clase no prestaste atención –

- Lo lamento, pero estaba en otro mundo y se me fue la onda –

- Mmmmm entiendo, pero procura que no vuelva a suceder –

- Si, lo intentare –

Después de eso Hermione se retiro, mientras Roman pensaba /algo me estas ocultado y al parecer algo muy interesante, en fin después me enterare/

Después de esa clase, el trío se dirigió a las mazmorras y nuevamente la clase fue impartida por Karina mientras Snape hacía cualquier cosa en sus escritorio, nuevamente Hermione andaba distraída, pero esta vez esta ocupada mirando a Snape.

/ ¿Qué se sentirá ser confidente de Snape? Es decir sus confidentes son Karina, la otra mujer y los otros señores y al parecer a ellos les cuenta todo, ¿qué se sentirá que alguien como Snape te tenga toda la confianza del mundo/

Eso estaba pensando Hermione cuando la Profesora MaGonagall entro al aula y pidió permiso para sacar a Hermione, Harry Y Ron, porque el director quería verlos.

- ¿Hicimos algo malo Profesora? – preguntó Ron cuando estaban en camino hacía la oficina de Dumbledore.

- No Sr. Weasley, no hicieron nada por ahora, el director desea verlos para un asunto de suma importancia –

- Ah ok – dijo Ron más aliviado.

Una vez que llegaron a la oficina de Dumbledore y de que MaGonagall dijera la contraseña, que era "helado napolitano" (N/A: un helado bastante rico) al entrar al recinto del director lo primero que sintió Harry fueron un golpe provocado por caer al suelo y varios lengüetazas bastante conocidos.

- Hocicos - dijo Harry aún en el suelo.

- Vaya que sorpresa – dijo Ron.

- ¿Qué haces aquí Hocicos? – pregunto Hermione.

- Visitar a mi ahijado favorito, por supuesto – dijo Sirius una vez que se convirtió en humano y ayudo a Harry a levantarse.

- Pero Sirius Harry es tu único ahijado – dijo Remus que apareció detrás de Sirius.

- Con más razón es mi ahijado favorito – dijo Sirius como si eso fuera lo más lógico del mundo.

- Si como digas ¿cómo han estado chicos? – preguntó Remus.

- Bien gracias – contesto Hermione.

- Me alegro y ahora Sirius, si no te importa creo que debemos darles una explicación – contesto Remus.

- Si, es cierto, a ver chicos les diremos el porque de nuestra visita, ¿adivinen que me dio el Ministerio? –

- ¿Qué? – preguntó el trío

- LA CUSTODIA DE HARRY – gritó Sirius.

- ¿EN SERIO? – preguntó el trío.

- EN SERIO – gritó el animago.

- ES GENIAL – gritó Harry antes de lanzarse a los brazos de su padrino y figura paterna.

Se pasaron un buen rato platicando de eso y aquello, pero los chicos tenían que irse pues tenían compras pendientes, pero Remus y Sirius decidieron acompañarlos, ahora que Sirius es un hombre libre no hay problema para ir al Hogsmeade.

Una vez allá cada quien fue de compras, excepto Remus y Sirius que se quedaron en las Tres Escobas donde esperarían a los chicos, como una media hora después el trío regreso y decidieron quedarse en las Tres Escobas a tomar una cerveza de mantequilla.

Y no se dieron cuenta, pero al bar también entraban Severus y compañía riendo y platicando como la vez pasada.

- Miren si ha llegado Snivellus – dijo Sirius lo demasiado alto como para que todos oyeran.

- ¿Black? – dijo Severus sorprendido de verlo ahí.

- El mismo, vaya me sorprendes, por fin sales de tu caverna a la que llamas habitación –

- Y al parecer tú ya tienes el suficiente valor como para salir de la casa de tu madre – respondió Severus, pues el estar con sus amigos lo hacían sentir fuerte.

- ¿Qué has dicho pedazo de grasa andante? – Sirius se enojo.

- Black ¿por qué no te largas de una buena vez? – dijo Karina.

- ¿Y tú quien eres? – dijo Sirius.

- ¿Qué no me recuerdas, Claro, como me ibas a recordar con tu poca e ineficiente memoria? – dijo Karina, recordando a su enemigo de infancia.

- Eliosa – dijeron Sirius y Remus a la vez.

- Vaya, hasta Lupin me reconoció – dijo Karina.

- ¿Cómo no hacerlo? – Empezó Sirius - ¿quién más tendría el ingenio para hacer tan pobres comentarios y quien más se juntaría con un pobre diablo como Snape que tú Eliosa? -

- Uy, se nota que has mejorado en tus respuestas Black, ya que recuerdo que solo decías puras tonterías en nuestros tiempos de escuela – dijo Karina.

- Eliosa, has un favor al mundo y lárgate – dijo Sirius ya casi al borde de la furia.

- ¿Y si no quiero qué harás, morderme con tus colmillos de perro ridículo? – dijo Karina y Severus se rió.

Sirius ya estaba por llegar a su límite, pero afortunadamente Remus se dio cuenta y dijo tranquilamente:

- Creo que será mejor que concluyamos con esta "amistosa" conversación, los chicos deben volver al castillo -

- Buena idea Lupin, nada más una sugerencia, si vuelves a sacar de paseo a Black deberías ponerle su correa – Sirius ya estaba por golpearla y Severus de morirse de la risa.

Remus se encargo de sacar a Sirius del bar antes de que algo malo pasara y el trío iba detrás de ellos, preguntándose que fue todo eso.

- Bueno Sev ya cálmate, sino quieres que te de un infarto – dijo Karina.

- Lo-lo siento pero es que, es que fue muy divertido – dijo Severus ya más tranquilo.

- Karina, no me digas que aquellos hombres eran tus enemigos de la infancia – dijo Sara.

- Así es Sara y fue divertido el rencuentro –

El grupo de amigos se sentó en una de las mesas, Charles, Roger y Karina pidieron cerveza de mantequilla, Severus y Stanly whisky de fuego y Sara simplemente agua.

Mientras tanto en la calle:

- Maldita, hija de &$·!"-/., me las va a pagar – decía un furioso Sirius.

- Sirius cálmate –

- ¿Calmarme, calmarme, cómo puedo calmarme con esa, esa mujer estando aquí y después de lo que me dijo? –

- Tienes que admitir que la provocaste al insultar a Severus – decía Remus.

- Ah y ahora la defiendes, no pos que padre – decía molesto Sirius.

El trío no entendía nada de lo que sucedía, es decir sabía que Karina y los merodeadores (excepto James) no se agradaban, pero no se imaginaban que a tal grado se odiaban.

- Sirius cálmate – dijo Harry.

- No puedo Harry, no puedo, el simple hecho de ver a esa mujer es suficiente como para volverme loco –

- ¿Por qué se odian tanto? – preguntó Ron.

- Porque es una arpía, una maldita – decía Sirius.

- Sirius la odia porque cuando crecimos se entero de que James y ella eran mejores amigos y Sirius se puso celoso –

- ESO NO ES CIERTO – gritó Sirius.

Durante esa noche en las mazmorras:

- Que tarde tan productiva ¿no creen? – preguntó Sara.

- Pues si, logramos averiguar mucho acerca de Hermione como esperábamos – dijo Roger contento.

- Si, ¿Quién iba a decir que en cuarto le aplicaron un hechizo a sus dientes y Severus no hizo nada para defenderla? – dijo Stanly.

- Ya te dije que en ese tiempo aún no sentía nada por ella – dijo Severus.

- Pero aunque ya te hubieras fijado en ella dudo mucho que hubieras hecho algo para ayudarla – dijo Charles.

- Estoy de acuerdo – dijo Karina.

- Y dicen ser mis amigos – dijo Severus fingiendo molestia – miren ya me llego el regalo de hoy –

- A ver ¿qué es? – preguntó una Sara muy curiosa.

Al desenvolver el paquete Severus descubrió que el regalo era un estuche para varita cubierto de piel de dragón con el seguro en oro.

- GUAU esta bien bonito – dijo Roger.

- Esta muy padre Sev – dijo Karina.

Durante un buen rato tanto Severus como sus amigos se la pasaron hablando de esto y aquello, pero no se enteraban de que en una habitación lejana a la que estaba se encontraba Román con una poción que contenía la poción de la verdad.

- Con esto haré que Hermione cante lo que me este ocultando – pensaba fríamente Román.

A la mañana siguiente:

Ya era nuevamente la hora de los regalos y cada alumno esperaba impaciente.

- Vamos Herm a ver ¿qué te dieron? –decía Ginny.

- Otro poema – dijo Herm.

- Léelo – dijo Ginny.

- Ok, ok – dijo Hermione.

Los Elementos

Con las gotas de agua

Te quiero decir

Que sin ti mi corazón

Dejaría de latir

Con la tierra te

Quiero expresar

Que sin tu compañía mí

Alma deja de gozar

Con el fuego te

Quiero confesar

Que solo a ti mis

Anhelos puedo contar

Con el aire te

Quiero decir

Que mi vida solo

Te pertenece a ti

Y con el espíritu te

Quiero comentar

Que siempre te

Seré de fiar

Los elementos me

Ayudan a escribir

Lo que tan difícil

Te quiero decir.

- Es bellísimo – concluyó Hermione.

- Hermione – alguien le llamo por la espalda y era Román.

- Buenos días Profesor –

- Te importaría ir conmigo a mi despacho un segundo –

- Claro –

Ellos ya salían del Gran Comedor cuando Karina se percato de esto y le dijo a Sara que en un momento regresaba.

Una vez que Hermione entro al despacho sintió como la mano de Román la sujetaba y le metía un líquido a la boca, pero antes de decir algo se quedo completamente quieta.

- A ver Hermione cuéntame ¿qué me has ocultado? – Hermione dijo toda lo que Karina y los demás le contaron y conforme hablaba Román cambiaba de expresión de enojada a furiosa.

Mientras Karina escuchaba todo por el otro lado de la puerta.

- Maldita Karina, ya me las pagara -

Hermione recupero la postura y furiosa dijo:

- ¿Por qué me has hecho tomar esa poción Román? -

- ¿Román? Ja Román no existe niña-

- ¿Qué…?

- Es cierto – dijo Karina entrando de golpe.

- Karina – dijo Hermione.

- Su nombre no es Román, sino (suspiro) Oliver Callow –

- Que astuta Karina – dijo Oliver.

- ¿Qué cosa? – dijo Hermione.

Notas de la Autora: se que le final estuvo totalmente chafa, pero no se me ocurría algo mejor, lamento no dejar respuestas de reviews pero es que ahora si que estoy apurada en muchas cosas, aún así agradezco a las personas que me mandan sus reviews y espero que lo sigan haciendo.

Ya saben, manden felicitaciones, quejas, sugerencias, howlers, maldiciones etc. Gracias bye.