Hermione se levantó de su cama, sin poder dormir. Necesitaba despejar su cabeza, liberarse de los pensamientos. Corrió su cortina aterciopelada e ignorando los ronquidos de Lavender, salió de su habitación y se fue a sentar a su silla preferida en la sala común. El fuego no se había extinguido del todo, ya que sólo hacía una hora que habían ido todos a dormir. Miro al débil fuego. ¿Qué sería de su relación con Ron? Tenían hasta ahora una hermosa amistad, peleaban todos los días por cosas insignificantes, pero al fin y al cabo esas peleas no eran nada.

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Después de dar vueltas y vueltas en la cama molesto por no poder dormir ("Ron, ya quédate quieto!"), se levantó de su cama, decidido a ir a buscar comida a la cocina. Se dirigió a la puerta, luego bajó la escalera, pero cuando llegó abajo vio algo que hizo que su corazón diese un vuelco: Hermione estaba ahí. Estaba ahí, a pocos metros de él, pensativa, con esa expresión que a él tanto le gustaba de ella. Se quedó donde estaba, quieto, ya que no había hecho ningún ruido hasta ahora ella no lo había visto y no quería que lo viera.

Luego de un largo rato, ella se levantó y se dio vuelta para dirigirse a su escalera. Ron no sabía qué hacer, dónde meterse o qué decir si lo veía. Pero era demasiado tarde, ella ya lo había visto. Se quedó donde estaba, se sorprendió de verlo.

- ¿Tampoco puedes dormir? - Pregunto ella, tratando de hacer un poco de conversación.

- No, no puedo.. - dijo él, con un toque de temblor en la voz.

- Me imagino

- ¿Qué?

- Que me lo imaginaba, porque hoy no fuiste a cenar.

- Oh, si, eso - recordó él agarrándose el estómago como tratando de callarlo

- ¿Vas a buscar comida?

- Planeaba hacerlo, sí

- Bueno, si queres te acompaño - dijo, sin pensar en lo que decía.

- Ehh.. bueno, vamos

Salieron los dos por el retrato y se fueron hacia la cocina. El camino hacia allí parecia durar una eternidad.

- Perdon por-- Empezó a decir Hermione

- Y..-- dijo Ron al mismo tiempo

- ¿Qué querías decir? - dijo ella, un poco incómoda

- Nada. ¿Que querías decir tú? - dijo él, sintiendo como ardían sus orejas de los nervios.

- Tampoco, nada, nada importante.

- Pero decilo, dale.

- No, en serio, no era nada

- ¡No me dejes con la intriga de saber qué me querías decir!

- Ah... bueno, sólo queria pedirte disculpas por lo de hoy

- ¿Hoy? Ah, sí, eso.

- Pero en realidad lo siento, reaccioné muy mal y--

- No, no tienes que disculparte, está todo bien - dijo él aliviado de saber que ella no pretendía reaccionar así.

- No debí haber entrado, debí haberme dado cuenta...

- Basta Mione, ya acepté tus disculpas, realmente ya pasó. Déjalo atras.

- Bueno, mejor. Me sentía mal por todo eso y-- empezó, tratando de comenzar otra ronda de disculpas, pero pensó que era mejor seguir con otro tema - Consideralo olvidado.

- ¡Llegamos! - dijo Ron, dejando notar que su estómago estaba feliz porque al fin comería.

Sorpresivamente, los elfos estaban despiertos, y les entregaron cuanta comida les entró en los brazos. Hermione les comenzo a hablar a los elfos sobre la libertad, y lo bueno que sería si se independizaran, pero eso sólo parecía espantarlos. Después de que Ron la sacara a rastras de la cocina, volvieron a la sala común hablando como si nada hubiera pasado.

Al llegar a la sala común, se sentaron alrededor de una mesa y comenzaron a comer.

- Wow, que apetito tenes, Hermione - dijo Ron sorprendido

- ¿Por qué lo dices?

- Porque hace un par de horas que fuiste a la cena, y ahora estas comiendo esto..

- No, yo no cené

- ¿Por qué?

- Supongo que no tenía hambre, pero ahora sí.

Luego de eso se extendió un silencio incómodo. Ninguno de los dos sabía que decir.

- ¿Qué onda con Harry? - Ron tenía que sacarse la duda.(N/A: perdon x usar una expresión así, no sabia como escribirlo xD)

- ¿Perdón?

- Después del año pasado--

- El año pasado no fue nada, estábamos-- bueno... no éramos conscientes de nuestros actos en ese momento

- Entonces... entre tú y él...

- Absolutamente nada, lo considero como un hermano, pero nada más.

- Ah, bien, bien, muy bien...- dijo felizmente Ron, lo suficientemente bajo como para que Hermione no escuche. Le alegraba mucho haber aclarado eso.

- ¿Qué es esa felicidad repentina?

- ¿Felicidad repentina? ¡Yo siempre soy feliz!

Ron estaba feliz, Hermione no tenia pretendientes a la vista y él no tenía competencia. A su vez, Hermione estaba feliz también, le encantaba pasar tiempo a solas con Ron.

Luego de comer, se sentaron en un sillón frente al fuego extinguido. Era tarde, los dos tenían sueño pero no querían irse a la cama, disfrutaban tanto estar solo los dos que se quedaron dormidos en el sillón.