Capítulo 1
El tren iba algo vacío, fue un trayecto corto y sin apenas conversación, Amy se había mostrado valiente y decidida cuando se llevó a Shadow con ella, pero ahora tan sólo miraba por la ventana aquellos hermosos reflejos de la luz matinal sobre el agua, brillaba tan intensamente que la tenía hipnotizada. Shadow por su parte estaba sentado a su lado, con los brazos cruzados y los ojos cerrados, aún mostrando ese semblante sereno tenía sus sentidos atentos a su alrededor, siempre vigilante, precavido, sólo abrió un poco los ojos cuando Amy le habló, nada importante, cruzaron un par de palabras.
-Ya llegamos.- Finalizó Amy.
La poca gente que había ni les miró, llegaron en un momento al portal de la casa de Amy.
-Aquí es donde vivo yo.- Dijo sacando las llaves.
Shadow no dijo nada, se limitó a seguirla.
-Hoy no he de trabajar.- Dijo una vez dentro. -Hay poca gente por aquí, aprovechan el domingo para pasarlo fuera, en el campo o así, a mí me habría gustado quedarme un rato más con el grupo, pero todos tenían cosas que hacer...- Amy se soltó bastante al entrar en su casa, se notaba que era su terreno. –Bueno, así podrás hacer la mudanza.
-¿La mudanza?- Habló al fin Shadow.
-Claro, tienes que traer aquí tus cosas.
-¿Qué cosas?- Shadow ladeó la cabeza.
-Sí, tu ropa, libros... no sé... cosas.
Shadow sonrió, le explicó que no tenía nada, que no lo necesitaba, para bañarse hacía un chaos control a un gran lago, y comer no comía casi, eso extrañó a Amy, pero al fin y al cabo el cuerpo de Shadow era "perfecto" y aprovechaba al máximo todo tipo de energía que penetrase en él.
-Ahhh... pues yo había planeado pasarnos el día de mudanza... ahora a ver qué hacemos.
Y aunque esperaba alguna idea por parte del erizo negro, Amy casi tuvo que esperar sentada, al no haber propuestas dijo que esperase en la salita, que se daba una ducha y luego saldrían por ahí un rato.
-Ah, una cosa.- Amy giró la cabeza desde la puerta del baño. –No intentes espiarme mientras me ducho.
Shadow casi cae.
-¿Por quién me has tomado?
Pero Amy corrió a meterse en el baño riendo, igualmente se oyó que ponía el pestillo. Shadow resopló, cogió aire con los ojos cerrados y se calmó, ahora podía observar con más tranquilidad su nuevo hogar. Era un departamento más bien pequeño, la entrada era verdaderamente enana, a continuación la sala, que tenía el tamaño justo para caber un pequeño sofá de dos plazas, una televisión de 24 pulgadas, una planta al lado de la ventana y un pequeño mueble desbordado de portarretratos con fotos de sus amigos. Se acercó a las fotos, una le llamaba la atención en especial, una de Amy con Cream, la cogió para verla de más cerca y al mirar a Amy en esa foto le pasó por la mente otra vez la imagen de Maria. Oyó que el pestillo del baño se abría, se asomó Amy medio vestida oculta por la puerta asomando la cabeza con una toalla encima, aún con el pelo mojado.
-Shadow, la cocina está ahí, coge algo de la nevera si quieres.- Y se volvió a meter en el baño.
Dejó la foto en su sitio y se giró en la dirección que había apuntado Amy, una cocina de barra americana, típico de aquellos pequeños departamentos, abrió la nevera y dentro había comida bastante variada, seguramente debía estar cuidando su dieta para tomar de todo pero sin aumentar de peso. Realmente no le apetecía tomar nada, así que de la misma forma en que la abrió la volvió a cerrar, miró a un lado el baño, al otro la habitación que no se atrevió a mirar dentro, recordaba a Maria las veces que le recalcaba aquello de no entrar en las habitaciones de las chicas, así que se sentó en el sofá pensando que dormir ahí sería mucho mejor que en un árbol. Puso la tele en un intento de apagar aquel silencio, aunque nada más ponerla se arrepintió de ello, lo único que hacían eran programas matutinos sobre política y noticias de actualidad, como si a él le importase lo que pasaba en el mundo, él que intentaba por todos los medios alejarse de todo, y más de aquellas noticias, de una en concreto, del robo de armas en un almacén de la policía que había confiscado a un grupo terrorista.
-¿Qué ves?- Amy ya estaba arreglada detrás suya.
-Nada.- Shadow apagó la televisión.
-Bien, pues vamos.
Básicamente el paseo se centró en mostrar a Shadow cómo era la pequeña ciudad donde vivía, sus lugares de ocio, sus tiendas y restaurantes, la mayoría de cosas estaban cerradas, pero al menos le pudo mostrar todos los sitios que ella frecuentaba. Para Amy, Shadow era como un juguete nuevo, lo arrastraba de un lado a otro mostrándole todo, como si Shadow no hubiese visto nada parecido en su vida, a pesar de que ya llevaba tiempo en lo que ella llamaba "actualidad", simplemente le seguía el juego, dejaba que le cogiese de la mano o del brazo estirando como si fuesen una parejita feliz. Shadow agitó un momento la cabeza, quizá se había dejado llevar por sus pensamientos, liándose con esa situación y sus viejos recuerdos, todos esos bonitos recuerdos junto a Maria que aún conservaba, hubo situaciones graciosas en el pasado de ese tipo, la verdad es que la vista desde ARK hacia la tierra era maravillosa, se podía apreciar los movimientos de las tormentas, los tornados, todos aquellos dibujos que salían en el parte meteorológico, en especial recordaba un día que Maria le llevaba igual que Amy ahora, estirando de su mano corriendo para que viese uno de esos fenómenos, en ese momento no recordó cual, apretó la mano, sentía aquella sensación del calor de la mano de Maria en aquella ocasión así que sólo pudo sonreír con los ojos entrecerrados mirando sin ver un escaparate.
-Te he visto.- Soltó Amy una risita.
-¿Qué?- Shadow se giró hacia ella extrañado.
-Estabas sonriendo ¿te gustan esos comics o...?- Amy agitó la mano que tenía cogida a Shadow. -¿Es porque te estoy cogiendo de la mano?
Como un calambre Shadow se soltó de ella casi dando un saltito mientras oía su risa histérica.
-Ay, Shadow, eres más tímido que Sonic...- Siguió riendo ella.
Y él acabó riendo también por aquella tontería.
-Oh, vamos, te estás quedando conmigo.
Con el hielo roto, se pasaron la tarde hablando, andando por las calles por las que volvía la gente de su salida dominguera, sentados en un banco, tomando algo en la cafetería donde trabajaba Amy habitualmente, hasta que poco a poco se les fue echando encima la hora, de manera que volvieron al departamento.
Amy se puso a subir los escalones de dos en dos para ir más rápido que Shadow.
-Eso no es verdad.- Le decía Shadow.
-Que sí.- Sonrió ella. –Y cuando Tails lo reparó, Sonic siguió insistiendo en que él no había sido.
-Que no me lo creo.- Rió Shadow.
-¡Es verdad! A veces es tan crío.
Escuchando el ruido de los dos erizos subiendo las escaleras, una vecina algo mayor se asomó por la puerta.
-Pero si él lo rompió ¿por qué iba a negarlo luego?
Amy intentómeter la llave en la cerradura.
-Quien sabe, puede que por cabezota, o quizá porque no quería que Tails se enfadase con él... aunque lo más seguro es que lo hiciese por meterse con Knuckles.
Shadow volvió a sonreír, esta vez de manera más pícara, y aunque no lo hiciese a posta, se acercó mucho a ella esperando que abriese la puerta, mirándola por encima del hombro, ella lo sabía, que no la estaba acosando ni nada, pero la puso nerviosa, era una sensación extraña que hasta ahora sólo había sentido en brazos de Sonic.
-Apártate un poco que me tapas la luz y no puedo abrir.- Le dijo sin mirarle.
Shadow se lo tomó a broma, dio un paso atrás con las manos en alto diciendo.
-Eh, que no te espié en la ducha.
Amy se calmó y se echó a reír otra vez.
-Luego se supone que soy yo la que malpiensa.
Entraron en el departamento a la vez que se cerraba la puerta de la vecina mayor, que como desesperada fue directa al teléfono.
-Hola, sí, escucha vecina, tengo un chisme, acabo de ver a la chiquilla del 3ºB... sí, la que se supone es novia del héroe, bueno, pues la acabo de ver con un erizo negro que...- Y siguió hablando un rato.
Amy acabó de desayunar y comenzó a recoger las cosas.
-¿Seguro que no quieres más que ese poco de café?- Le preguntó a Shadow.
-Ya te dije que no como mucho.
-Uh, chico, eres una ganga, que diferencia, Sonic traga como si tuviese un agujero negro en el estómago... aunque lo hace más por gula que por necesidad.
Shadow giró la cara ocultando una risita.
-¿Qué?
-Me has llamado "chico"
-Ahhh tonto.- Rió ella también. –Bueno, me voy a trabajar, no tengo copia de llave así que mejor quédate en casa.
Shadow le mostró su esmeralda verde indicándole que podía usar el Chaos Control.
-Ah, sí, no necesitas puertas... de todas formas no vayas muy lejos, cuando salga compraré algo para llenar la nevera y esta tarde nos vamos de compras tú y yo.
-Ya me lo advirtió Sonic, que no me dejase liar.- Se cruzó de brazos de forma graciosa.
-¡Ay! No le hagas caso, necesitas cosas, cosas para ti, no puedes estar siempre haciendo un Chaos Control para todo.
-¿Por qué no?
-Porque te estas construyendo un hogar.
No importaba nada de lo que le dijese, ella ya había decidido que necesitaba "cosas" fuese lo que fuese. Así de contenta con aquel triunfo se fue a trabajar, saliendo por la puerta como una reina saludando a una vecina que iba al mercado, aunque esta la vio no la saludó, Amy pensó que habrían subido los precios otra vez.
Llevaba toda la mañana trabajando, sirviendo los cafés a los ejecutivos de la empresa que había justo en frente, pastas y bebidas en general, hasta que llegó el cambio de turno.
-Eh, ya estás otra vez aquí.- Dijo Amy a su compañera.
-Ohhh, trabajar en domingo debería estar prohibido... y encima trabajar al día siguiente también...- Dijo su compañera.
-Qué ganas de quejarte... esta semana me toca a mí.- Amy se sacó el delantal.
La otra trabajadora se puso su propio delantal y se puso a bailotear a su alrededor.
-Pero no te será muy pesado, con lo bien acompañada que estás.
Amy se extrañó.
-Ya quisiera yo, vi a Sonic ayer por la mañana pero no me dijo nada interesante.
-No me refiero a Sonic... es que eres una antipática, ni siquiera me presentaste a ese chico tan guapo.
-¿Shadow?
Su compañera asintió con la cabeza.
-Los dos estabais hablando muy animados ayer.
-Eh, no insinúes lo que no es, ya sabes que para mí sólo existe Sonic.- Aseguró Amy.
-Ya, pero Sonic no parece pensar lo mismo... y ese chico parecía simpático.- Siguió el juego.
-Ni siquiera estoy segura de que me considere su amiga, pero por si te interesa él no tiene novia, así que el próximo día te lo presento oficialmente y a lo mejor desaparezco...- Bromeó la chica rosa.
Rieron un momento, cogió un periódico de encima de la mesa y continuó la marcha de su día, pasó por el pequeño supermercado al que había ido desde su llegada a la ciudad a comprar algo de comida. No llenó mucho la cesta, al fin y al cabo Shadow comía más bien poco y ella seguía cuidando cada caloría que entraba en su cuerpo, pasó por caja y se dispuso a pagar, pero se había dejado el billete de mayor cantidad en la mesa de la entrada.
-Ah, no llevo el dinero ahora encima, apúntamelo en mi cuenta y luego paso a pagarlo.- Le dijo Amy al dependiente.
Pero el dependiente prácticamente ni la miró, le dijo que la nueva política de la empresa era no hacer cuentas personales y que se liquidasen las pendientes.
-Venga, que ya me conocéis, sabes que siempre pago lo que debo en cuanto cobro en el trabajo.
-Si no lo puedes pagar ahora deja las cosas.- Le cortó el dependiente.
Y realmente la dejó muy cortada, dejó las cosas sobre la cinta transportadora un momento, miró dentro de su cartera, pero no tenía suficiente en suelto.
-Pues, guárdame esto aquí un momento, el banco está aquí enfrente, saco algo de dinero y vuelvo enseguida.
-No, tengo órdenes de no guardar nada.- El chico seguía sin mirarla.
Amy miró atrás, a la gente tras ella en la cola, parecían impacientarse, volvió a mirar al chico.
-Por lo menos podrías mirarme mientras me hablas.- Frunció el entrecejo.
Y le giró más aún la cara, aunque por el reflejo del metal de la máquina pudo ver que no ponía cara de enfado ni de fastidio, más bien parecía algo triste, así que no dijo nada más, salió a la calle a tomar aire, en cierta forma tenía ganas de sacar su martillo y golpear algo, pero se supo contener por esa ocasión. Caminó un poco con la mente algo perdida, quizá dio un poco de rodeo algo confundida y acabó entrando en la hamburguesería que solía frecuentar, allí estaba la chica de siempre con la sonrisa perpetua y la mente en las nubes.
-Hola.- Saludó algo seria. –He dicho "hola".- Repitió Amy al ver que no había respuesta.
-Ah, sí, sí, hola, Amy, estaba.
-Ya, pensando en "tu chico"- La miró de reojo sonriendo de forma pícara.
-Síiiii.- Parecía feliz.
-Pero ¿le has dicho ya por qué le llamas "mi chico"?- Amy se sentó en un banquito cercano.
-Ay, no, quita, que vergüenza...- Se sonrojó la muchacha.
-Si no se lo dices él nunca lo sabrá, a los chicos hay que decirles todo, y le tienes confundido porque le sonríes y él no sabe de qué vas.- Le aconsejó la experta en declaraciones.
-Para ti es fácil... a ti no te importa decirle tus sentimientos a Sonic.- Se lamentó de su falta de valor.
-No creas, también me cuesta.- Bajó un poco el tono ruborizándose. –Le quiero mucho.
-Ya se ve.- Rió la dependienta. -¡Ah! perdona ¿querías algo?
-Oh, nada, pasaba por aquí y vi un montón de nubes bajas y pensé "ya está doña sonrisitas en las nubes otra vez"
-No seas mala.
Amy se sintió aliviada, le preocupaba la reacción del dependiente y le hacía pensar en que nadie la había saludado esa mañana al cruzarse con ella. Pero ahora estaba mejor, así que siguió su camino animada en dirección a su casa, sólo tenía que coger el dinero que le hacía falta e ir con Shadow de compras. Pensando en todo eso se topó con su casero, hijo de la dueña de un puesto de verdura en el mercado.
-Ahora te buscaba.- Dijo muy serio el casero. –Este mes no me has pagado aún y ya está terminando.
Amy pensó que qué tenía todo el mundo esa mañana con el dinero.
-Siempre pago, aunque sea tarde.
-Pero no puedes estar así siempre, quiero el dinero ahora, que ya has abusado demasiado.
Agitando la cabeza por no clavarle en el suelo con su martillo, pensó que era un imbécil, ya le había dicho que le iba a pagar y no iba a ir a ningún sitio.
-¡Ya te pagaré!- Se le subió el tono de voz a Amy. –Esta semana cobro así que tranquilito.
-¡No me grites, niñata!- Parecía verdaderamente indignado. -¿Crees que todo esto es un juego? Si no me pagas dentro de dos días como mucho te vas a la calle.
Ya no aguantó y sacó su martillo, el casero dio un paso hacia atrás justo en el momento que llegaba el policía local, que se interpuso poniendo paz haciendo que el casero se marchase, luego resopló y apoyó una rodilla delante de Amy.
-¿Ya te estás metiendo en líos? Mira que se lo diré a Sonic.
Ella puso morros, hizo desaparecer el martillo encogiéndose de hombros. El policía sonrió y le puso una mano en la cabeza.
-Buena chica.- Dijo antes de irse.
-Jo, no vale.- Amy se cruzó de brazos fastidiada. –Hoy están todos en mi contra.
Llegó a casa algo desanimada aunque antes de abrir la puerta cogió aire, lo mantuvo un momento y lo soltó de golpe más relajada, pensó que quizá la mujer del casero había estado otra vez enganchada a las tragaperras y realmente necesitaba el dinero, ya sabía desde el primer día que reconstruyeron el casino que iba a traer problemas. Bueno, debía seguir adelante, y Shadow que le conocía siempre serio, triste, distante, no debía mostrarse desanimada ante él, no le haría ningún bien, así que entró en casa con una sonrisa gritando "estoy en casa". Shadow asomó la cabeza por encima del sofá dándole la bienvenida, ahora más como solía hacer, serio, o como Amy decía "soso".
-Venga, venga, que nos vamos de compras.- Dijo animada Amy dejando el periódico sobre la mesa.
Shadow la miró, miró detrás de ella.
-¿No habías ido a comprar comida después del trabajo?- Se percató Shadow de que no había bolsas con comida.
-Ah, es que, se me olvidó.- Disimuló.
Él no le dijo nada más, simplemente la siguió cuando estuvo arreglada y salían hacia Dios sabía dónde. Esta vez Amy se aseguró de coger el billete de encima de la mesa.
Pensándolo bien, Shadow no necesitaba todo eso, de acuerdo que había visto aquel libro y había pensado en voz alta "debe ser interesante" y que se quedó un rato mirando algunas otras cosas más, pero esono significaba que las necesitase, sobretodo porque no entendía por qué Amy no quería que usase el Chaos Control para llevar todo eso y tenía que andar cargándolo en carreta.
-Venga, sí, llegaremos antes y no será tan cansado.- Se quejó Shadow.
-Que no, así no tiene gracia ¿qué pasa¿ese es todo el aguante que tiene "la forma de vida perfecta"?
-Sólo me llamas así cuando te interesa... además, tú tenías coche ¿no?
-Sí, pero aquí no me lo dejan llevar por no sé qué temas legales, me ha quedado para carreras y circuitos legales.
Shadow iba a decir algo más, pero oyeron una pequeña explosión en el aire, Shadow soltó la carreta pero Amy le dio lo que llevaba en brazos deteniéndole.
-¿Qué se supone que haces? Aún hay locos que te buscan, tú quédate aquí.
Y fue a echar un vistazo cerca de dónde se había estrellado algo.
-"Tú quédate aquí"- La imitó Shadow.
Dejó lo que le había dado en el carro y se dispuso a seguirla, pero se detuvo al ver algo cruzar el cielo que en breve iba a empezar a atardecer, un haz azul de luz que chocó contra algo prácticamente invisible en el aire haciéndolo explotar también, al hacer eso se detuvo un instante y en unas décimas de segundo miró a Shadow, saltó del que ahora era una pequeña bola en llamas y aterrizó al lado de Shadow.
-Ey, Shadow, what's up!- Saludó animadamente Sonic.
-Estamos de compras...- Dijo de mala gana Shadow.
La risa histérica de Sonic estuvo a punto de hacer llamar a la policía a los vecinos.
-Te lo dije, te lo advertí.- Y algunos derivados más de esa frase salieron de la boca de Sonic.
-Ya basta.- Intentó cortar Shadow con su habitual semblante serio.
-Jaja, bueno ¿dónde está tu protectora?- Preguntó Sonic con una risita.
-Fue a ver lo que se había estrellado.
-Oh.- Dijo Sonic cambiando un poco la cara, pensó un poco. –Bueno, ahora ya no hay peligro, así que me piro antes de que ¡AH!
El ataque "abrazo de la muerte" pilló por sorpresa a Sonic, Amy se aferró con fuerza a su cuello por detrás.
-¡Ay, Sonic!- Tan feliz de la vida como siempre. -¿Qué haces por aquí, has venido a verme? Claro, es que desde que nos despedimos ayer por la mañana que no nos vemos y ha sido demasiado tiempo...- Comenzó Amy con sus historias.
-Me... ahogo...- Intentaba articular Sonic.
Los ojos de Shadow parecían letras t. Sonic por fin se libró.
-¿Cómo sabías que estaba con Shadow?- Preguntó Sonic aún sin recobrar el aliento.
-Es que mi corazón siempre me dice cuándo estás cerca.- Dio un par de vueltas sobre sí misma.
-Ella estaba primero conmigo, tú eres el que vino aquí.- Aclaró Shadow.
-Eh, sí, es verdad.- Se lo repensó Sonic.
-¡Oh, Sonic! Quédate a cenar con nosotros ya que estás aquí ¿sí?- Amy puso carita dulce.
-Pero qué dices...- Sonic miró a Shadow su cara de "socorro, quédate a cenar". –Eh, vale, pero tú a un lado, yo a otro y Shadow en medio.
-No, no, no, tú y yo, aquí y ahora.- Sonó a orden por parte de Amy.
Amy intentó engancharse otra vez a Sonic.
-Que te lleve Shadow, decías que te gustaba el Chaos Control.- Se apartó un poco Sonic dando un paso atrás.
-A mí dejadme al margen.- Dijo Shadow.
Amy sonrió de forma maliciosa, Sonic miró a Shadow dio un par de pasos atrás y comenzó a correr, pero no muy rápido, Amy sonrió ahora de forma más dulce susurrando "qué tímido es" le dio la llave a Shadow y le dijo que irían en seguida, que no usase el Chaos Control y usase la puerta como el resto de mortales, seguidamente comenzó a correr detrás de Sonic hasta que de un salto le alcanzó y se enganchó a su cuello de nuevo, entonces Sonic comenzó a correr mucho más rápido.
"El Chaos Control de Shadow mola, es una sensación extraña que al cuerpo casi no le da tiempoa asimilar, así que da un subidón como los de las atracciones de las ferias, pero a parte de eso, de la diversión, no hay nada como ir agarrada a ti cuando corres, no existe en el mundo nada mejor que estar contigo cuando la velocidad es tal que los ojos insisten en permanecer cerrados por la fuerza del viento, y aunque vayamos tan rápido no tengo miedo, porque estoy contigo y siento que nada ni nadie puede detenernos, nadie nos puede dañar, así que no importa cuánto quieras alejarme de ti para protegerme, yo siempre estaré aquí esperando tu regreso."
continuará...
