Capítulo 4

No recordaba haber recibido golpes tan fuertes desde aquella batalla contra Rouge en que quedó inconsciente, era extraño que toda la fuerza que recordaba haber tenido cuando luchó al lado de Sonic contra los villanos en ese momento no hiciese aparición por ningún lado, ella había seguido entrenando, a pesar que desde que tenía a Shadow en casa había estado muy liada, pero eso no era motivo, quizá había calculado mal la fuerza de Nadia, la cuestión era que aunque le había dado algunos martillazos la mayoría de golpes los había recibido ella, le dolían tanto los brazos como las piernas, tenía un par de golpes marcados en la cara y ahora mismo se aguantaba derecha sobre su martillo.
-Deberíamos dejarlo.- Dijo Nadia limpiándose una mancha de la cara. –Tampoco quiero hacerte mucho daño y ya ha quedado claro la diferencia de nivel entre nosotras y quién puede estar al lado de Sonic.
-¿Eso qué tiene que ver?- A Amy le temblaron las piernas al intentar dar un paso.
-¡Todo tiene que ver!- Nadia agitó los brazos. –Ahora que tengo el camino libre para estar con Sonic no voy a ser una carga para él como lo has sido tú siempre.
Todos sus esfuerzos fueron en vano y acabó apoyando una rodilla en el suelo.
-¿Qué dices?- Alzó Amy la cabeza hacia ella.
-Lo que oyes, he visto vuestras aventuras a veces en la tele, eres una carga, un estorbo, vamos, eres completamente inútil ¿cómo quieres estar al lado de Sonic en la batalla si ni me puedes vencer a mí que soy una chica normal?
Era verdad que eso dolía, Amy no lo miraba de esa forma, Sonic siempre había sido su héroe para protegerla, pero siempre la había quitado de en medio para poder luchar bien. Esta vez había perdido ambas batallas, la física y la psíquica, no dijo nada mientras veía a Nadia irse.
-Ay, esta niña pega fuerte.- Dijo Nadia ya alejada cogiéndose un brazo.
Amy intentó ponerse en pie otra vez, estaba cansada y dolorida, demasiado como para ponerse a caminar en ese momento así que acabó en el suelo tumbada recobrando el aliento.
-Vamos, Amy, esto no es nada.- Se repetía a sí misma.
Y las heridas físicas no tenían importancia, pero le fastidiaba haber perdido, lo único que quería era estar con Sonic, empezó a pensar en él, a repetir su nombre en su mente, pero nada pasaba, sabía que no obtendría una respuesta mental. Se tumbó boca arriba mirando el cielo, las pequeñas nubes que pasaban, y pensó en si Shadow ya estaría viendo aquellos misteriosos videos.
-Shadow...- Pensó en voz alta.

-Éste ya es el último, te los puedo adaptar y te los meto en un DVD.- Dijo Tails pulsando algunas teclas.
Shadow se quedó quieto un momento.
-Salgo un momento.- Sonó algo seca su voz.
-¿Qué? Espera que ya casi acabo, y aún no ha vuelto Amy.
-No tardaré.
Casi no dejó hablar a Tails, sacó su esmeralda e hizo su famoso Chaos Control hasta el lugar donde alguien había dicho su nombre. Sentada en el suelo frotándose un chichón en la cabeza Amy se estaba quejando con palabras poco finas. No se acercó, se la quedó mirando.
-¿Amy?
Ella se giró, se sorprendía de verle. Por su aspecto Shadow sabía que había estado metida en una batalla, no le apetecía preguntárselo, temía que tuviese relación a lo que Sonic le había dicho, que estando con ella la iba a poner en peligro, pero debía preguntarle de todas formas.
-¿Qué te ha pasado?- Se acercó un poco.
-Ay... había una chica que se quiere hacer novia de Sonic, pero no puede ¡yo soy su novia!- Se empezó a quejar Amy.
-¿Te has peleado con una chica?- La miró de arriba abajo.
-No pienses mal, era fuerte, de verdad, no es que yo sea floja...- Se empezó a excusar.
Las excusas que decía sonaban en un tono algo infantil, como cuando perdía contra Tails a la videoconsola y decía que era el mando que no funcionaba. Pero Shadow no hacía más que mirarla, no atendía a sus quejas, era más que nada el lento cambio de tono, el quiebre de la voz lo que le hizo acercarse, pasar sus manos por debajo de los brazos de ella, que cuando le notó tan cerca se intentó echar hacia atrás.
-¿Qué intentas hacer?- Sonó su fina voz retirándose.
-Ya pasó todo, estás a salvo.- Dijo suave Shadow.
Al pasar los brazos por ahí la cogió de la cintura y la ayudó a ponerse en pie, Amy se relajó porque se dio cuenta de que no estaba intentando aprovechar la situación ni nada por el estilo, había tenido una opinión equivocada de él en un principio, no era ningún fresco como los chicos modernos, debía ser por su educación antigua. La cuestión era que la había ayudado a ponerse en pie y ahora estaba tan cerca, casi abrazándola, que tenía ganas de llorar en su hombro, al fin y al cabo había venido a por ella, pero lo único que notó era que la cogía en brazos.
-Eh, suéltame, puedo andar...- Dijo Amy.
Pero Shadow no le hizo caso, siguió con ella en brazos y ni la miró cuando dijo "Chaos Control" dejando un leve brillo azul verdoso al desaparecer y reaparecer justo donde había estado Shadow junto a Tails. El joven zorro se giró en su asiento hacia ellos, dio un salto apurado y corrió hacia Amy.
-¡Amy! Estás llena de golpes ¿qué te ha pasado?- Preguntó preocupado.
-Ah, nada...- Amy siguió intentando saltar de los brazos de Shadow. –Una tienda por aquí con liquidación de ropa.
Tails se relajó un poco.
-No cambiarás nunca...- Se rascó la cabeza con el índice.
Shadow la miró extrañado, no entendía por qué había ocultado el hecho de que había tenido una pelea, podía ser que le diese demasiada vergüenza aceptar que había perdido o no quería que Tails se preocupase, aunque a él se lo había dicho, entonces recordó lo que le dijo el día anterior, ella también debía contarle la verdad a su compañero de piso.
-Bueno...- Suspiró Amy cruzada de brazos. –Shadow, gracias, ahora me puedes soltar...- Notó que Shadow se dirigía al sofá con ella en brazos aún. -¿Cuándo has dejado de hablar mi idioma? Tú soltar, yo suelo, abajo, abajo, dejar, soltar... ¿me entiendes?
Se quedó de pie en frente del sofá, le dijo que no podía andar y la sentó en él, por detrás ya venía medio corriendo Tails con un botiquín.
-A ver.- Dijo Tails sacando algunas cosas. –Ahora no te muevas.
Pero en cuanto le acercó un algodón con alcohol Amy dio un gritito.
-¡Au! Estate quieto, escuece.
-Vamos, no seas cría...- Se burló Tails insistiéndole con el algodón.
-¡Para ya, sádico!
En un momento ya estaban sus heridas limpias y tapadas, así que Tails llevó de vuelta el botiquín a su sitio.
-¿Por qué no se lo has dicho?- Interrogó Shadow una vez estuvieron solos.
-¿Decirle qué, que estuve en problemas y no vino Sonic?- Confesó Amy.
-Así que se trataba de eso...- Shadow miró a un lado.
-Es gracioso, Sonic siempre me dice que no me meta en líos, pero nunca le hago caso, además, yo no me meto en líos, son ellos que vienen a mí, yo sólo estaba paseando, fue esa chica la que vino a buscarme.
-Sigues teniendo parte de culpa.- Cortó Shadow algo rudo. –Para pelearse hacen falta dos, si tú no hubieses querido no habría habido pelea.
-¿Tú qué sabes?- Le echó Amy una mirada odiosa. –Tú ni siquiera tenías que haber aparecido, debía venir Sonic a rescatarme, no tú.
-No te he pedido que me lo agradezcas, pero tú me llamaste.
Amy casi se pone en pie a pesar de su estado agotado aún.
-¡Yo llamaba a Sonic, él debía venir! Él me dijo... una vez me dijo... que me protegería siempre... por eso yo siempre le voy a esperar.- Cerró fuerte los ojos. –Pero llegaste tú sólo porque te nombré, ni siquiera te estaba llamando ¿por qué tuviste que venir, por qué no Sonic?
A punto estuvo Shadow de cogerla en un puñado y tirarla de un Chaos Control a donde la encontró a que esperase todo lo que quisiese a su "héroe". Verdaderamente no esperaba que nadie le diese las gracias por lo que hacía, Shadow era así, pero tampoco aceptaba ese comportamiento tan infantil e inmaduro por su parte, le recordó a la gente del tren que se enfadó porque por salvar a aquella señora y a su hijo paró el tren de aquella manera. Justo cuando le iba a levantar la mano, algo se cruzó volando el aire cayendo sobre Amy, era un peluche de Sonic algo grande, de casi medio metro, que al verlo Amy lo cogió son suavidad y lo abrazó fuerte contra ella, apoyó su cabeza en el peluche y levantó un poco la vista, a unos pasos de ellos estaba Tails con una dulce sonrisa, era tan tierno sonriendo así que la tranquilizó, incluso Shadow al ver a Tails y ver que Amy cambiaba su cara a una expresión más triste casi se arrepintió de haber querido levantarle la mano.
-Ven.- Le dijo Tails a Shadow. –Déjala un poco sola.
Cuando pasaron a la otra sala Tails le ofreció un refresco a Shadow, éste le miró un momento y aceptó.
-Se ha peleado con alguien ¿verdad?- Preguntó Tails mientras le servía el refresco.
-¿Nos has escuchado?- Cogió el vaso Shadow.
-No hizo falta, siempre que se mete en un lío pone una excusa como esa, ya son años los que llevamos juntos compartiendo aventuras y la afición de seguir a Sonic.- Rió un poco Tails. –A veces se pone así, no se lo tengas en cuenta, está intentando por todos los medios ser fuerte para estar con Sonic sin ser un estorbo.
-¿Un estorbo?- Repitió Shadow tras beber un poco.
-Bueno, a veces quiere ayudar y se mete donde no debe, Sonic siempre le está diciendo "vete a casa" porque sabe que terminarán haciéndole daño, es una relación complicada.
Shadow se puso en pie, tenía que comprobar una cosa, esta vez ni se molestó en decirle a Tails que se iba un momento, simplemente desapareció cuando Tails se giró hacia él.
-Es peor que Sonic...- Murmuró el zorro.

Con la punta de su zapatilla empujó una piedra para moverla, por las pisadas en la hierba, la tierra revuelta y algunos signos más, Sonic sabía que ahí había pasado algo, una pelea sin intromisión de máquinas ni poderes sobrenaturales, tan sólo una pelea, pero ahí estaba él, mirando aquel lugar ahora desierto, o eso parecía.
-¿Qué haces aquí?
Sonic se giró hacia la voz, era Shadow, disimuló un poco poniendo una pose chula.
-Eh, yo estoy en todos lados, ya sabes, soy rápido, es fácil para mí recorrer todo el continente en unos segundos.
-No eres tan rápido como yo.- Le chuleó Shadow. –Llegas tarde, hace mucho que te llamó.
No sabía si se lo había dicho de verdad o por asustarle, si era por asustarle lo estaba consiguiendo, Sonic se puso serio en una pose más derecha, le miró de arriba abajo, luego sonrió, sabía que Shadow no habría dejado que le pasase algo a Amy y menos vendría luego a restregárselo por la cara.
-Oh, vamos ¿dónde está Amy?- Preguntó Sonic sonriendo.
-Aquí no, yo sólo había venido a comprobar algo... y ahora ya me puedo ir.
Tras aquello se giró, comenzó a andar pero se detuvo cuando Sonic le llamó.
-Has venido porque ella te llamó ¿verdad?- Shadow no se giró. –Yo también la oí, también me llamó a mí.
-¿Qué pretendes diciendo eso?- Sonic parecía molesto.
-Lo que oyes, no es que tú tengas el poder de escuchar a quien lo necesita, es ella que puede hablar a la mente de los demás.
Shadow tuvo que girarse cuando escuchó a Sonic reír.
-Ya lo sé, tiene más poder de lo que parece, puede leer el futuro con las cartas del tarot, crear martillos y cosas así.
Pero se volvió a girar y se fue, ya no le interesaba lo que decía Sonic, era obvio que la conocía mejor que él, pero quizá conociese sólo esa parte que ella le había mostrado, estaba más que seguro que Sonic nunca la había visto como él hoy, aferrada a aquel peluche tristemente esperando que se convirtiese en el Sonic real.
El erizo azul se quedó ahí un momento, no era muy hablador pero como a cualquiera no le gustaba que le dejasen con la palabra en la boca, seguía sin entender lo que había pasado ahí y le preocupaba el silencio de Shadow, de todas formas se había auto-convencido de que Amy estaría bien mientras Shadow siguiese tranquilo, no era tonto, sabía que Shadow no era un santo, pero él mismo tampoco lo era, entendía que Shadow había sufrido mucho y que la alegría de Amy podía ayudarle. Resopló, se fue él también, a ningún sitio en concreto, ya había acabado aquel anuncio y no había nada que le atase en ese momento a New Station Square, aunque tuvo esa vieja sensación, quiso tomarse un par de días de vacaciones, de todas formas el hotel ya estaba pagado, no le costaba nada quedarse un poco más. Cuando llegó en recepción le dijeron que tenía una visita, no esperaba a nadie pero como ese lugar estaba cerca de donde estaban la mayoría de sus amigos no le extrañaba que quizá Tails o Knuckles se hubiesen acercado, quizá por algún asunto de aventuras, aún le rondaba por la cabeza lo que pasó la otra noche donde aquellos robots parecidos a los de GUN le atacaron. Abrió la puerta de su habitación, tras cerrarla algo se le echó encima, de un empujón se quedó apoyado de espaldas a la puerta con la chica colgada de su cuello apretándole como si quisiese fundirse con él.
-Para, que me ahogas.- Dijo Sonic con un tono un poco inexpresivo.
Estaba mirando al techo, no quería mirarla, no lo hizo hasta que empezó a hablar.
-Ay, no sabes lo que me ha pasado.- Se separó un poco de él.
Lo que sospechaba, no era Amy, no entendía cómo el recepcionista había permitido que Nadia entrase en su habitación a esperarle, nunca hasta ahora habían dejado entrar a ninguna chica, a excepción de Amy, pero ella siempre le esperaba fuera de la habitación, le pareció muy descarado por parte de la chica roja esperarle ahí dentro ¿qué pretendía? No le importaba lo que dijese la gente, pero qué osadía, podía ver desde ahí su cama, estaba hecha pero se veía una parte donde seguro había estado sentada Nadia, podía haber tenido la delicadeza de esperarle en una silla.
-¡Escúchame, cariño!- Le gritó Nadia.
Llevaba un rato contándole lo que le había pasado sin que le hiciese caso, aunque ahora que Sonic estaba más despierto se la logró sacar de encima y le pudo ver al fin los golpes, no eran nada importante, pero ella se estaba haciendo la víctima y odiaba eso, seguía sin atenderla y supuso que se había caído con el monopatín, ella y su manía de hacer maniobras en el aire casi imposibles. Se giró, iba a salir, necesitaba salir de ahí, ella con sus habladurías le estaba quitando el oxígeno, pero cuando puso su mano sobre el picaporte ella puso la suya sobre la de él.
-Por favor, no te vayas... no me has estado escuchando ¿verdad?- Su tono fue ahora mucho más suave. –Parece que no te importa que me hayan pegado.
Sonic se detuvo, aquello sí que le hacía reaccionar, fuese quien fuese no le gustaba que le pegasen a nadie.
-¿Quién te ha pegado?- Preguntó Sonic dándole ahora más atención.
-No me estabas escuchando...- Nadia parecía triste. –Tuve una pelea con tu ex.
Con aquella declaración Sonic ya no sabía si reír o callar, era absurdo, ya empezaba otra vez con lo de su "ex", si en ningún momento había salido de su boca que Amy fuese su novia ¿cómo podía ahora tacharla de ex? Pero eso le hizo recordar que Amy le había llamado, que había escuchado su voz en su mente, que cuando llegó al lugar no estaba y que Shadow sí que había ido. Así que eso era lo que había pasado, una pelea entre chicas por él, más que sentir fastidio por una situación que ya había vivido sintió algo de rabia, no era la primera vez que Amy se peleaba con otra chica por él, pero esa situación era distinta, Nadia era mucho más fuerte que las chicas con las que se había topado hasta ahora, así que su gesto cambió, por mucho que Nadia le decía que Amy había usado su martillo, que ella no había dado el primer golpe, que le había hecho daño, nada de eso importaba.
-¿Cómo has sido capaz?- Le preguntó Sonic, aún sereno, sin perder los nervios. –Se supone que eres mayor que ella y por lo tanto más madura ¿cómo has podido pegarle a una chiquilla como ella?
-¿Una qué? Abre los ojos, cariño, tú se supone que la conoces mejor que yo, no di el primer golpe, sólo me defendí, no quería hacerle daño y fui yo quien se fue la primera de la pelea.- Se agarró al brazo de Sonic rozando su mejilla en él.
Sonic se soltó, no podía evitar dudar, conocía a Amy, era verdad, y ella en ocasiones podía ponerse bastante violenta cuando se trataba de su relación, pero Amy realmente... en verdad sabía que por mucho que Amy mostrase los dientes no pegaba así a la gente, no podía ser verdad aquello que decía Nadia, no era posible, él mismo había visto a Amy usar su fuerza por proteger a la gente que le importa y recordando eso se tranquilizó un poco, ya que Nadia no estaba a penas herida y sabía lo fuerte que era Amy, así que no debió hacerle mucho daño, aunque era algo que no sabía si debía comprobar. Una vez más al intentar irse Nadia lo detuvo, esta vez por la fuerza, le tumbó en el suelo, fue un movimiento rápido y fuerte, notaba la presión del peso del cuerpo de Nadia sentada sobre él agarrándole las manos.
-¡Qué haces, sal de encima mía!- Reaccionó Sonic.
Quería pensar que no era lo que parecía, pero ahí estaba la chica sobre él medio sollozando, medio gritando.
-¡No te vayas! Quédate conmigo, por favor, si te quedas haré todo lo que me pidas, sea lo que sea, si quieres que cambie de ropa lo haré, si me pides que me corte el pelo lo haré también, lo que sea...- Cayeron un par de lágrimas sobre Sonic.
-Yo no quiero que cambies nada, quiero que me dejes en paz.- Intentó soltarse Sonic.
-¡Incluso si quieres que deje de ser una ídolo juvenil! Si prefieres no le diré nada a Amy, pero ahora quédate... te quiero, por favor, quédate.
Ya estaba desesperado, no sabía cómo hacerla entrar en razón, estaba cada vez más cerca, más encima, más recostada, intentaba liberar sus manos y no podía, se las cogía bien fuerte, fue en ese momento en el que más que preocuparse por su situación actual se sintió mal por haber dudado de Amy, pues si Nadia había usado esa fuerza con ella no quería pensar en el daño que le podía haber hecho a alguien que él consideraba su protegida. Sacó sus verdaderas fuerzas que hasta ahora no había usado porque no le quería hacer daño, se revolvió como una anguila y se la sacó de encima, se puso de pie con la respiración agitada, dio un par de pasos hacia atrás, casi cae tropezando con la cama, se sentía muy agobiado.
-Tú... tú estás...- Sonic intentó calmarse. –Tú no me quieres, esto no es amor, estás loca... busca ayuda, esto no es normal.
-¿Por qué dices eso? Yo te quiero, quiéreme tú también, yo soy mejor que Amy...- Se puso nerviosa moviendo la cabeza. –Mira, tú eres azul y yo soy roja, somos una combinación perfecta, colores contrarios, frío y caliente.
-¿Lo ves?- Se desesperó Sonic. -¡Estás loca!- Le volvió a gritar.
Siguió andando hacia atrás vigilándola hasta que llegó a la ventana y pudo por fin escapar por ella, por fin libre notando el viento rozarle la cara hasta que llegó al suelo y empezó a correr. Nadia se levantó del suelo, no entendía por qué Sonic le había dicho eso, pensaba que Amy y él habían estado así, todos hablaban de lo mucho que le seguía e insistía Amy y de lo mucho que se hacía el tímido delante de la gente Sonic huyendo siempre, pero pensaba que en el fondo cuando estaban a solas eran una pareja normal, ella tenía que tener razón, Sonic tenía que quererla, si todos decían que hacían buena pareja era porque habían visto la química entre ellos, y pensó que Amy nunca se había rendido, incluso ahora que habían roto ella seguía insistiendo en que no, de manera que ella tampoco debía rendirse.

Abrió los ojos perezosamente, se había dormido sin darse cuenta, aún tenía en brazos el peluche de Sonic, lo miró sonriendo, lo acarició con ternura diciéndole tonterías como "que cosa más bonita" o "pero que guapo es mi Sonic" hasta que cayó en la cuenta de dónde estaba, sin recordar la paliza se levantó y casi cae, fue sólo la primera impresión, no eran para tanto los golpes y Tails ya se los había curado, sólo se sentía algo molesta, así que caminó hasta donde escuchó a Tails y Shadow hablando.
-¿De verdad?- Se oía la voz de Tails.
-Sí, con el regulador térmico se ahorraban muchos problemas.- Explicaba Shadow.
-Pero en algo tan pequeño debería instalarlo con nanomáquinas... Ah, Amy ¿ya te has despertado o eres sonámbula?- Sonrió Tails.
-Perdonad, me he quedado sopa.- Ya parecía la misma Amy de siempre.
-¿Os vais a quedar a cenar?- Tails se puso en pie.
-Será mejor que no, que luego me emociono y me quedo hasta tarde, mañana tengo que trabajar.
-No puedes trabajar en esas condiciones.- Le riñó Shadow.
-Estoy bien, mira.- Amy dio una vuelta sobre sí misma.
-Yo también tengo que trabajar.- Se cruzó de brazos Tails.
-Si tú aún eres un niño...- Le miró extrañado Shadow.
-Y los inventos me los subvencionan por la cara ¿no?- Tails hizo una pose a lo Sonic. –también me pago los estudios.
-Ojalá fuese tan libre como Sonic.- Amy elevó los brazos con el peluche cogido de una mano. –Él no se preocupa por estas cosas, pagar casa, luz, agua... tener que trabajar... él sólo corre de un lado a otro haciendo lo que más le gusta.
-Pero a cambio tiene medio planeta detrás de él queriendo descubrir por qué es el único que tiene esos poderes... bueno, no tan único...- Dijo Shadow.
Rieron un poco y se despidieron.
-Amy...- Miró de reojo Tails. –El peluche, dámelo.
-9 años tienes ya ¿no?- Dijo Amy burlona. –Eres mayorcito para dormir con peluches.
-No duermo con peluches de Sonic, son de mi colección.
-La gente pensaría lo que no es si todavía durmieses con peluches de Sonic.- Rió Amy.
-No empieces.
Se lo tuvo que devolver.

"Sonic también es mi ídolo, es mi mejor amigo ¿por qué tiene la gente siempre que sacar conclusiones sin conocer toda la historia? Me han tachado tantas veces de gay que ya ni me importa que me lo digan, ninguno de ellos me conoce de verdad, no saben lo mucho que significa para mí Sonic, sus mentes tan sólo pueden ver lo que hay en el físico, si no pueden ver más allá de sus narices ¿cómo van a ver lo que hay en el espíritu? Hace mucho que dejé de intentar ser idéntico a Sonic, voy a ser como él a mi manera, porque quiero ser como él pero no quiero ser él, quiero que cuando me guste una chica cuidarla y que no sufra por mí, conozco lo suficiente a Sonic como para saber que a ninguna chica la ha dejado acercársele tanto como ha dejado a Amy, si yo que aún soy un niño puedo verlo ¿por qué él no puede verlo? Bueno, para eso están los amigos, ya cuidaré yo que Sonic se de cuenta, aunque tenga que volver a decirle que me he quedado sin batería en el móvil para llamar a Amy."

continuará...