Marisa se había duchado y tenía la cabeza envuelta en una toalla cuando sonó el teléfono, lo cogió desde su habitación y se tiró en la cama.
-Halooo.- Se burló, sabía quién era.
-Eh, sister ¿qué tal?
-Qué gran honor que la hija pródiga se digne a llamar a su hermana por teléfono.
-¡Lo raro es que pueda hablar contigo!- Rió su hermana. –Mamá me dijo ayer que te pasaste el día en casa de una amiga ¿desde cuándo tienes tú amigas?
-Oh, venga, Nadia, no te burles.- Puso cara de fastidio Marisa. –Un poco antes y me pillas en la ducha.
-No te hagas la víctima.- Siguió bromeando. -¿Y bien, no tienes nada que decirme?
Marisa no la entendió.
-Miraste en el periódico el anuncio que te dije ¿verdad?
-Sí ¿qué pasa con él?- Marisa estiró el brazo y cogió un periódico de ayer que tenía tirado.
-¿Cómo que qué pasa?- Se indignó Nadia. -¡La foto!
-Aquí no hay ninguna foto.- Puso morros Marisa.
-¿Qué?- Nadia gritó al teléfono.
Marisa alejó el aparato para evitar quedarse sorda.
-¡No es posible! Dile al inútil de Kaiser que su periódico cada vez es peor.
-No te entiendo, además Kaiser es reportero, no es suyo el periódico.
-¡Joder no vale!- Se quejó infantilmente Nadia. –En ese anuncio había una foto mía con Sonic ¿sabes lo que costó que Sonic posase en esa foto?
Marisa se echó a reír, no podía evitarlo, pobrecita su hermana con tal decepción, el héroe de sus sueños y ella en una foto, entonces recordó algo curioso también.
-Jaja, pues a ver si adivinas quién es mi nueva amiga.
-Que no me creo que tengas una amiga nueva, si tú no haces vida social, no te gusta la gente, deberías salir más.
-Ay que sí, no te pongas pesada, salgo más y sí tengo una amiga nueva.- Aguantó la risa. –Se llama Amy Rose.
Fue un pequeño shock de sorpresa.
-¿La ex de Sonic?
-Tú lo has dicho, hace poco que se ha mudado aquí con un erizo negro que está bien bueno, y me aseguró que sólo son amigos así que.
-¡Pero qué dices! Si tú no eres nada lanzada, le saldrán telarañas antes de enterarse que te gusta.
-Eh, que yo no he dicho que me guste, estaba bromeando.
-Sí, bueno.- Calló un momento Nadia. –Pero vamos, no me esperaba que la conocieses.- Por un momento se sintió débil. -¿Cómo está?
-Al parecer le duele lo suyo con Sonic, pero se está esforzando, aún no me ha contado nada.
Nadia descansó pensando que no le había habladode ella, no quería que su hermana supiese lo que habían peleado entre ellas por Sonic.
-Venga, ya te dejo que he quedado con Kaiser, quería enseñarme una foto así que supongo que ya sé de que va.
-Vale, dale recuerdos a mi fan número uno de mi parte.
-OK me llevo el móvil, ya sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.- Sintió su responsabilidad de hermana mayor de cuidar de ella. –Y deberías llamarle tú también de vez en cuando.
-No, no, son los fans los que llaman a los ídolos, no al revés.- Se burló.
Llegó a casa, saludó como se había acostumbrado a hacerlo, pero no escuchó respuesta, incluso pensó que Amy podía seguir por ahí aún con Marisa. Caminó hasta la sala y Amy estaba de nuevo ahí apoyada en la pared con el móvil en la mano, seria.
-Amy, me lo prometiste.
Pero Amy le mostró el móvil antes de que pudiese decir nada más, no tenía la llamada perdida.
-¿La has borrado por error?- Preguntó Shadow sin moverse.
-No, tenía que ser yo quien la borrase.- Giró un poco la cara. –Siento lo de ayer.
Igualmente Shadow se acercó y la abrazó.
-No pasa nada.
Pero eso no la confortó, se sintió peor aún.
-De verdad que lo siento, últimamente lo único que hago es llorar y aferrarme a ti como si pudieses solucionar todos mis problemas, pero debo ser yo quien lo solucione.
-Tranquila, de verdad que no importa.
Shadow recordó la conversación con Rouge y en ese momento no supo qué pensar, quizá debía comprobarlo de una vez por todas, era estúpido que la forma de vida perfecta se sintiese humillado por no ordenar sus propios sentimientos, entendía por qué el resto de armas de destrucción no los tenían. Sin venir a cuento se le pasaron por la cabeza las palabras de Sonic, que no importaba que fuese un arma o no, lo importante era que tenía corazón. Le entraron ganas de reír pensando que tenía razón, ahora sabía que tenía corazón.
-¿Qué haces?- Preguntó Amy cuando ella se soltó pero Shadow no lo hizo.
-Comprobar algo.- Respondió simplemente mientras se ponía cariñoso.
Fue bajando sus manos, acariciándole la espalda, Amy se sintió intimidada, nerviosa, se le aceleró el corazón, intentaba echarse atrás pero sólo se pudo apoyar en la pared de nuevo. Ahora Shadow ya tenía sus manos en la cara de ella, se la ladeó, a punto estuvo de besarla cuando Amy puso su mano entre los labios de ambos. Qué tonta fue de pensar que podía olvidar a Sonic, de olvidar aquel vacío que había quedado tras irse sin decirle a dónde, de todas las veces que se había ido él y ella había decidido esperarle, por todas esas veces que le esperó decidió tragarse su dolor y por lo menos ser amigos, tan amigos como él siempre había querido, con confianza, con bromas, pero hasta el límite que hiciese falta para conservarle.
-¿No quieres intentarlo?- Preguntó Shadow separándose un poco.
-No, pero me has hecho pensar en una alternativa mejor que quedarme aquí oculta del mundo compadeciéndome de mí misma.
Pues menos mal que ella ya se había decidido, Shadow sin embargo sintió que su experimento había fallado, esperaba que aquello le sacase de todo, pero no se sintió tan mal como pensaba por ser rechazado, pensó que no había sido del todo un fracaso si con ello había logrado ver a Amy como Amy y no como una reencarnación de Maria, quizá sí que debía dejar de ver parecido de Maria en todo el mundo.
-Supongo que ahora me toca a mí darme un paseo solo y pensar una alternativa.- Dijo Shadow, no se le veía afectado.
-No hace falta que me copies.- Se tranquilizó Amy.
-Realmente quiero hacerlo, intentaré no volver muy tarde.
Ambos se sonrieron con confianza. Shadow salió y Amy se volvió a pegar al teléfono.
-Me va a dar cáncer de oreja.- Bromeó. –Pero le debo una disculpa a Sonic y Tails.
Su corazón se aceleró pensando en Sonic y no paró por mucho que intentó dejarle en un rincón de amigo.
Cuando Cream llegó a casa de Tails pareció olvidar toda educación, no llamó a la puerta ni saludó, entró dejándola abierta con mucha prisa buscando a Tails con la vista, le vio sentado en el sofá y corrió con él.
-¿Estás bien?- Dijo sentándose a su lado intentando recobrar el aliento.
Tails estaba mejor, ya no lloraba y se había calmado pensando que ya se le pasaría a Sonic.
-Sí, gracias.- La miró, parecía agotada. –Perdona, te he preocupado.
-Ah, no importa, lo que importa es que estés bien.- Sonrió dulcemente.
-Cream.- La siguió mirando intensamente. -¿Has venido corriendo?
-Sí, no está tan lejos.
-Qué dices...- Bajó la cabeza Tails. –Sí que está lejos y no deberías, algunos sitios son peligrosos, debiste coger el tren que va sobre el agua.
-No había tiempo, me necesitabas.- Cream se decepcionó un poco al ver que no parecía que ahora le hiciese falta. –Correría 1000 kilómetros si hiciese falta.- Miró a Cheese que había cerrado la puerta y volaba hacia ellos. –Además, me mantengo en forma y puedo volar mucho más rato que antes para los sitios complicados.
-Perdona por hacerte venir.- Tails se puso en pie. –Amy llamó y Sonic cogió el teléfono, al escucharle le colgó y Sonic se enfadó.- La miró. –Nunca había visto a Sonic así.
-¡Tranquilo! Deja de pedirme perdón.- Cream se puso en pie hablando con énfasis. –Si he aprendido algo de Amy es que al final las cosas salen bien.
Tails cerró los ojos serio un momento, luego los abrió y sonrió diciendo que tenía razón, cogió a Cream de las manos y le dio las gracias de nuevo, ella respiró aliviada, sí que la necesitaba. Sonó el teléfono y como pillados en una travesura se soltaron las manos de golpe un poco ruborizados.
-¿Diga?- Cogió el teléfono Tails.
-Soy Amy, perdona lo de antes, me puse nerviosa.
-Ya, me lo imagino.- Comprendió Tails.
-Lo siento mucho, también tenía ganas de hablar contigo, pásame a Sonic y luego hablamos ¿vale?
Tails miró a Cream un momento.
-Sonic se fue, no le sentó bien que le colgases.
Se sintió pinchada como un globo por una aguja.
-Ah, claro, a nadie le gusta que le cuelguen.- Se lamentó. –Supongo que no sabes a dónde ha ido ¿crees que me cogerá el móvil?
Tails miró encima de la mesa.
-Ay, se lo ha dejado aquí.- Tails vadeaba. –No debería ir por ahí solo todavía.- Intentó callar, no quería decirle que estaba herido. –Eh... es decir, creo que es urgente que hables con él.
-Quieres que le busque.- Rió Amy. –Si se ha enfadado porque le colgué no es culpa tuya, no se enfadará contigo, te aprecia mucho, lo sabes.
-Ya, pero quiero que vuelva, si hablas con él y lo aclaráis, todo volverá a ser como antes ¿verdad?
Amy no dijo nada por un momento.
-Cree en él, Amy.- Añadió Tails.
-Tails... dile... dile a Cheese que no haga tanto ruido que no escucho nada.- Rió Amy.
Se escuchaba tras Tails a Cheese haciendo chao chao.
-¡Cream, guapa! Cómo entrenas, qué rápido has llegado.- Bromeó Amy gritando al teléfono para que lo oyese Cream. –Se nota que tenías prisa por estar con Tails.
Cream le arrebató el teléfono a Tails.
-¡No te burles de mí!- Se ruborizó un poco.
-¡Adiós, adiós! Os dejo solos.- Se despidió Amy.
-¡Espera!- Gritó Amy.
Ella se puso otra vez el auricular cerca de la oreja.
-¿Quieres algún consejo o qué?
-¿Vas a buscar a Sonic?- Intentó centrarse Cream. -¿Sabes dónde ir?
Amy sonrió con los ojos cerrados.
-Siempre he sabido encontrarle, ya lo sabes, mi corazón me dice dónde está.
Cuando colgó, Cream se quedó un poco preocupada, pero sonrió, si Amy decía que le iba a encontrar seguro que lo haría. Miró a Tails que volvía a poner cara de preocupado, le cogió la mano y le sonrió. Cheese miró a ambos y rápidamente se puso en medio separando sus manos cogiendo él con una mano la de Cream y con la otra la de Tails.
-Eh, aquí hay uno que está celoso.- Rió Tails.
-Y con razón.- Se le escapó a Cream.
Tails fingió no entenderlo y sólo siguió riendo.
Si no hubiese estado aún herido habría destrozado algunas rocas a golpes, lo había intentado pero se tuvo que sentar, Tails tenía razón y no podía forzarse tanto. Se extrañó porque él debería poder curarse más rápido, pocas veces salía tan herido y tardaba tanto, debía ser por lo mal que se sentía por dentro que hacía que su cuerpo no reaccionase. Se tiró al suelo a tumbarse un rato, pero se arrepintió de ello nada más hacerlo, le dolía todo, aguantó y miró al cielo con aquellas nubes feas que traían agua. Estaba con los brazos abiertos intentando relajarse, era como un espantapájaros caído, uno que ya había sido usado y ahora roto ya no servía, ya no le querían ni le necesitaban. Justo pensando eso le cayó una gota de lluvia en la frente como intentando sacarle de todas las tonterías que estaba pensando, se levantó y esa gota cayendo por su cara le recordó las lágrimas de Amy cuando le dijo que no la quería, las de Tails por su falta de control de emociones y las suyas propias que no había derramado, miró al cielo y cayó otra gota sobre una de sus púas casi escuchando el "te quiero de verdad" de aquel día. Sonic sonrió con los ojos cerrados, no sabía qué le iba a decir cuando sus caminos se cruzasen de nuevo, seguramente como siempre no diría nada, por mucho que ella hablase, gritase, llorase, él siempre se quedaría ahí quieto sonriéndole, se dejaría abrazar por ella una vez más y acabarían en el suelo. Abrió los ojos, estaba abrazado a sí mismo, quizá era hora de abrazarla él también, así que se propuso que esta vez la abrazaría aunque ella no quisiese, después de tanto tiempo de intentar salirse de los brazos de ella cambiaría los papeles. Empezaron a caer más gotas y recordó sus vendajes, corrió a por cobijo y sus pasos, imitando sus recuerdos, le llevaron a New Station Square, que sabía que ella no estaba ahí pero los recuerdos aún permanecían intactos. Se refugió en la entrada del gran edificio de oficinas, aquella empresa donde había hecho aquel anuncio. Se sentó en las escaleras y apoyó la cabeza a un lado viendo cómo rápidamente se ponía a diluviar. Cuando Nadia le vio le dio un vuelvo el corazón, ella salía de trabajar y fue una sorpresa agradable verle ahí, la última vez que le vio fue saltando por aquella ventana huyendo de ella.
-Hola ¿puedo sentarme?- Intentó parecer calmada Nadia.
Sonic se giró, la verdad es que no le importaba nada que ella estuviese ahí, aún estaba pensando en que tenía que pedirle perdón a Tails y arreglar el asunto de Amy para que todo volviese a ser como antes.
-¿Qué te ha pasado?- Preguntó Nadia ya sentada a su lado, era obvio que aún se le notaban los golpes a Sonic. -¿Alguna aventura?
-No.- Sereno tono de voz el de Sonic.
-¿Una pelea, quizá?- Insistió Nadia.
-Sí.- Ahora hasta sonó gracioso.
-Oh, déjame adivinar, para estar así tiene que ser alguien fuerte.- Vio en Sonic un gesto de dolor al tratar de sentarse mejor. –Y que no le caigas demasiado bien... si el negrito se pelease contigo Amy se enfadaría con él, así que... ya ¿Metal Sonic?
Sonic rió y asintió con la cabeza.
-Vaya, vaya, el erizo azul también ríe de vez en cuando.- Sonrió Nadia. –Oye, perdona por lo del otro día, no sé qué me pasó.
Siguió tan inexpresivo y sacudió la cabeza quitándole importancia.
-Gracias...- Susurró Nadia. –Encima luego el cabrón del casero de Amy que quería denunciarla.
Sonic la miró sin moverse mucho.
-Ah, pero no pasa nada, yo pasé por ahí y lo vi todo, la policía me tomó nota de mi testimonio.
Aunque Sonic no lo supiese se imaginaba que le decía eso intentando acercarse más a él, casi le hizo gracia ver a Nadia ahora hacerse la buena.
-¿Qué quieres de mí?- Se atrevió a preguntar Sonic al ver que Nadia ya no hablaba.
-Nada, te hago compañía.- Se acercó un poco más a él. -¿Tú qué hacías por aquí?
Mirando al cielo lluvioso sin responder, mejor dicho sin saber qué decir.
-Creo que la estaba buscando inconscientemente.- Pensó en voz alta Sonic.
¿La estaba buscando? No entendió Nadia ¿a quién? Pero estaba claro, al ver su expresión encajó la última pieza. Al principio apretó los puños, ni en sueños pensaba decirle dónde estaba Amy, aunque admitió que era una carta interesante.
-Amy prácticamente se esfumó.- Metió el dedo en la yaga Nadia. –Desapareció sin dejar rastro, no le dijo nada a los amigos, ni siquiera a ti ¿es eso amor, huir cuando hay dificultades? Parece que todo este tiempo no ha sido tan fan como todos pensábamos, no te quiere lo suficiente como para dejar de lado lo que dice la gente, ni siquiera se defendió, debía de haber algo de verdad en lo que todos decían si no negó nada.
No hacía falta que le atacase psicológicamente para debilitarle, ya estaba suficientemente débil físicamente, había hecho demasiado sobreesfuerzo, le daba rabia saber la cantidad de razón que tenía Tails, en una escala de 1 a 10 Tails tendría 11 de razón, era una tontería que se le había ocurrido en ese momento en el que le empezaba a doler la cabeza y se negaba a despegarla del muro que estaba tan fresquito apaciguando las décimas de fiebre que le habían subido. Nadia no sabía nada y pensó que quizá Sonic se estaba dejando para probar suerte con ella ya que Amy andaba desaparecida, no se cortó en ponerle una mano en el hombro tentándole, acercándose más, llegando a apoyar su barbilla en ese mismo hombro rozando su nariz con el cuello de Sonic, era como miel en los labios.
-¿Me necesitas ahora?- Se insinuó Nadia pensando que estaba venciendo.
Debió ser por la mirada de Sonic tan tierna o por su sonrisa sincera, pero en ese momento más que ningún otro Nadia quiso tenerle sólo para ella. Por su parte Sonic tenía otros planes, la miró con esa misma expresión.
-De verdad pienso que estás loca.- Siguió sonriendo Sonic.
Eso le dolió a Nadia, pero era su ataque, normal que Sonic se defendiese, así que contraatacó acercándose más aún intentando parecer sexy, con una mano a cada lado de Sonic.
-Tengo muy buenos contactos.- Fanfarroneó falsamente Nadia. -¿Hasta dónde eres capaz de llegar para que te diga dónde está Amy?
Y fue tentador, no pasaba nada, Sonic aún conservaba su ser dentro de aquel estado de embriaguez causado por su estado físico, la proximidad de Nadia y su anterior ataque psicológico.
-¿Y esto?- Sonic se sintió tentado de citar las palabras de Nadia. -¿Es amor?
Había tenido ganas de cogerla y traquetearla para que le dijese lo que sabía de dónde estaba Amy, que lo mismo podía ser una mentira para atraparle. Miró a un lado.
-Quédate aquí.- Dijo poniéndose en pie Sonic.
Caminó pegado a la pared y se asomó. Nadia no entendió y tampoco sentía que tuviese que hacerle caso, así que le siguió.
-Malditos trastos.- Murmuró Sonic restaurado en carácter. -¿Seguirán buscando a Shadow?
Sonic sonrió pensando en el chasco de aquel par de mecas pilotados por humanos y aquel robot volador que buscaba oculto en la lluvia.
-No me sigas.- Le dijo Sonic a Nadia. –Sólo serías un estorbo.
Se lo estaba advirtiendo, pero Nadia eso no le pareció una preocupación por ella, le daba tanta rabia pensar que la estaba infravalorando, ella era fuerte, más que Amy, tenía derecho a luchar a su lado. Sonic saltó demostrando que ella no podía seguir su ritmo, para él era fácil incluso en ese estado destrozar aquel robot volador.
-¡Avisa al grupo, pide refuerzos!
Se oyó gritar tan fuerte por el trasmisor al humano del meca que Sonic también le oyó, sonrió pensando que cuando llegasen él ya no estaría y le iba de perlas, sólo tuvo que esquivar su ataque y romper de un golpe con su giro emulando una sierra el cristal de la cabina del piloto, le cogió de la solapa y le sacó a rastras de aquel cacharro.
-Bueno, tú y yo vamos a tener una pequeña charla, amigo.- Se hizo el gracioso Sonic. -¿Para quién trabajas?- Pero el humano no dijo nada, así que le traqueteó un poco. -¡Responde!
Nadia estaba anonadada, ese no era el Sonic que ella pensaba que conocía, quizá realmente había confundido lo de ser héroe con ser famoso.
-¡Déjale!- Le gritó Nadia.
Sonic se giró levemente, parecía mirarla por encima del hombro. En alguna ocasión Sonic se había puesto en ese plan y fue Amy quien se interpuso, pensó que Amy debía tener sus razones porque era la primera en apoyar el zurrar a los malos y salvar a los buenos, pero no era Amy quien le decía que parase, era Nadia ¿qué motivos debía tener ella? Pensó que podía ser un posible fan, que por eso Nadia quería que le dejase, no es que quisiese pensar mal pero ya le había demostrado que no podía confiar en ella, otra vez le había acosado sin escrúpulos de que estaba herido, quizá por eso había tenido fuerza para vencer aquel robot y aquel meca, le daba rabia.
-No te interpongas en mi camino, estás estorbando.- Escupió Sonic unas palabras que ya no podía tragar.
Y todo el tiempo que había usado Nadia para llegar a lo que era, para alcanzar un puesto que según ella le pertenecía, se hizo inútil, un desperdicio. Tan mal se sintió que ni le contestó una de las suyas, simplemente se fue andando entre la lluvia que aún caía. Con ella fuera de rango Sonic se concentró.
-Venga, que soy el bueno, si te entregas y colaboras no te caerá tanto como a tu jefe.
Puede que eso le convenciese o puede que Sonic le estuviese empezando a ahogar, pero asintió con la cabeza, era un peón así que no sabía mucho. Su grupo: ARMS Next-Generation. Su misión: encontrar y capturar a la forma de vida perfecta del proyecto Shadow.
-Podríais intentar ser más originales.- Se burló Sonic.
Con su velocidad se fue y volvió habiendo dejado a aquel tipo en la policía. Volvió más que nada porque esperaban refuerzos, pero estos no aparecieron, pensó que realmente tardaban demasiado, y se le pasó por la cabeza que quizá se habían topado con Nadia, que la habían secuestrado. No, no tenía sentido, ella no tenía nada que ver, por eso al girar la esquina y verla ahí en frente de pie, inmóvil, respiró aliviado.
-Eh, Nadia ¿qué haces ahí?- Se le acercó.
Estaba dejando de llover, así como vino se fue.
-Sonic.- Se giró hacia él Nadia con una expresión triste. –Ha sido culpa tuya.
Sonic se paró en seco, no sabía a qué se refería.
-Tuviste tu oportunidad y la dejaste escapar, así que.- Dijo Nadia.
Haciendo un gesto con los hombros como diciendo que daba igual, esperó una reacción de Sonic.
-¿A qué te refieres?- Pero Sonic aún no lo entendía.
-Les he dicho lo que querían saber ya que parece que tú no eres capaz de cualquier cosa por conseguir esa información.
Si le hubiese dado con una barra de metal en la cabeza se habría sentido mejor que como se sentía ahora sabiendo por qué no estaban ahí los refuerzos.
-¿Qué has hecho qué?- Sonic Cerró los puños.
Por un momento se ofuscó, se veía en su mente a sí mismo cogiendo a Nadia y estampándola contra la pared, varias veces. Fue aquella expresión lo que le hizo revivir su experiencia con Amy, como un deja vi.
-A ver.- Dijo Sonic intentando calmarse, empezó con las palabras muy despacio y bien entonadas. –No dependas de mí.
-¿Por qué dices eso?- Nadia se le acercó. –Te quiero, sólo quiero apartar los obstáculos de nuestro camino para estar siempre juntos, si estoy contigo nunca me pasará nada malo.
-¿Entiendes lo que te digo?- Era difícil mantenerse sereno. –Haces daño a los demás por tu deseo egoísta ¡haces daño a los que quiero! ocúpate de cuidarte tú para que no te pase nada malo.- Nadia intentó tocarle, pero no se dejó. –Joder, eres fuerte, puedes hacerlo, pero no lo haces, usas tu fuerza en tu propio beneficio y eso es algo que odio.
Se apartó de ella y comenzó a correr, esperaba poder alcanzar a aquellos refuerzos en mecas y robots antes de que hiciesen daño a alguien más. Ahí se quedó Nadia, otra vez sola, esta vez completamente vencida, Sonic no sólo había admitido que quería a alguien que no era ella sino que le había dado a entender que la odiaba. Cabizbaja, empapada, sintiéndose inútil porque ni siquiera pudo ayudarle durante la batalla estando él herido, se sentó en las escaleras dejando caer sus lágrimas, se echó a llorar sin poder evitarlo. Con el cielo oscuro de las nubes y el atardecer sólo se le ocurrió una salida, cogió su móvil última generación y llamó de nuevo a su hermana, entre su llanto y desesperación sólo se le entendió "Sonic me odia, ya no aguanto más, voy a hacer una locura" que sólo sirvió para poner nerviosa a Marisa, que intentó hablar con ella con unas palabras que no le salían.
-Ponte tranquila, por favor.- Marisa hacía nada que había llegado a casa. –Quédate donde estás, voy a buscarte.
Cuando consiguió convencerla cogió su chubasquero y salió corriendo.
"¿Está mal lo que he hecho todo este tiempo? Pensé que cuando quieres conseguir algo difícil lo único que tenías que hacer era fijar tu meta en eso y hacer lo imposible por tenerlo, pero he hecho de todo, he sacrificado lo que me rodeaba tantas veces que no entiendo por qué no lo he conseguido. Ahora ya nada importa, Sonic me odia y por ello mi mayor sueño se ha hecho pedazos, no tengo motivos para continuar, sólo me queda esperar convertirme en una vieja solitaria que perdió al amor de su vida por elecciones equivocadas. No me ha servido para nada ser fuerte, nunca voy a poder cuidar de mí misma, ya no hay nada que hacer."
continuará...
