Capítulo 18

Se había vuelto a sentar en el sofá dejando colgar por detrás de él sus brazos, Amy sentada en una silla delante de él había sacado de la caja algunas cosas, resultó ser un botiquín que según le contó se lo había regalado Tails tiempo atrás "por si acaso" porque nunca se sabía cuándo iba a necesitarlo, realmente por teléfono Tails le había dado algunas instrucciones de qué hacer hasta que él llegase. Le cortó las vendas destrozadas de alrededor de su torso dejando al descubierto sus magulladuras, comenzó a curarlas sin mirarle a la cara, realmente ninguno de los dos se miraban y se mantuvieron en silencio un rato.
-Si te duele dilo.- Rompió el hielo Amy. –Nadie te oirá si es lo que te preocupa.
-Es que ya no me duele.- Contestó Sonic.
En verdad ya sólo le molestaban un poco las costillas, cuando Amy pasó su mano por ellas se encogió, pero porque le estaba haciendo cosquillas.
-Eh para, no aguanto las cosquillas.- Intentó parar de reír Sonic.
Pero cuando quiso apartarle la mano sí que hizo un gesto de dolor, intentó retirar las manos de ella aunque sin éxito, Amy puso suavemente su mano sobre la de él y estiró hasta que le dio la vuelta con la palma hacia arriba, se le veían las quemaduras. Con mucho cuidado y unas finas tijeras le cortó el guante roto, le miraba de reojo tímidamente, intentaba no hacerle daño aunque sabía que era imposible, el propio Sonic tenía la cara girada y los ojos fuertemente cerrados, al menos sintió alivio cuando le puso aquella pringosa crema, pudo abrir los ojos y mirar sus manos con unos apósitos húmedos y un vendaje que le cubría sujetándolos. Era como si el tiempo se hubiese parado, a pesar de que habían dormido algo la noche anterior aún sentían aquella embriagadora sensación como de resaca.
-Qué irónico.- Rió un poco Sonic. –Siempre te tengo que decir que me dejes respirar cuando me abrazas y yo no quiero, y ahora que soy yo el que quiere tengo las manos así y no puedo...- Sonic detuvo un momento sus palabras bajando el tono, luego lo volvió a subir sonriendo. –Ah no importa, ya nos hemos abrazado antes, olvídalo.
A pesar de eso, así como lo dijo bajó la mirada hacia Amy, que con la cabeza baja no podía verle los ojos, sin añadir nada ella se levantó de su sillita y se sentó sobre Sonic apoyando sus rodillas en el sofá, una a cada lado de él, con su cabeza oculta junto a la de Sonic y sus manos en los hombros de Sonic, que por un momento se quedó sin respiración con los brazos abiertos hasta que reaccionó y la rodeó con ellos sin llegar a poder apoyar sus manos en ella.
-Eres tonto.- Dijo Amy sin levantar la cabeza. –Sólo tenías que pedirlo.
-No puedo pedirte esas cosas...- Sonic se ruborizó un poco.
-¿Realmente eres tímido?- Amy separó un poco la cabeza de él para mirarle.
-Digamos que simplemente no me gusta dar el espectáculo en este tema.- Miró fijo a un lado.
Tenía derecho a ponerse nervioso, pensando que Marisa se había ido, que no sabían cuándo volvería Shadow y que Tails estaba de camino, Sonic hasta ese momento no había asimilado que ahora estaban solos, que tenía a Amy sobre él y no le molestaba, así como la otra vez con Nadia lo único que quería era quitársela de encima, ahora es que no quería separarse ni un centímetro de Amy, ni cuando sonó el timbre de la puerta se movieron.
-Debe ser Tails.- Dijo Sonic.
Amy se separó un poco, le daba rabia que siempre hubiese algo para interrumpirles y aunque no era su intención puso mala cara.
-Eh, Amy.- Le llamó la atención Sonic cuando ya estaba de espaldas a él. –Tails se preocupa mucho si ve a sus amigos con caras tristes.
Había dejado de andar mientras Sonic le decía eso, cogió aire y lo soltó todo de golpe estirando un poco los músculos, luego sonrió un poco girada hacia él.
-Okie Dokie.
Por ello cuando abrió la puerta y Tails la vio tan animada se quedó mucho más tranquilo.
-¡Hola Tails!- Le saludó Amy animada. -¿Y Cream?
-La he dejado en la escuela antes de venir.- Respondió Tails sin pensarlo mucho.
-Oh, entonces aún estabais juntos esta mañana.- Amy le miró de reojo.
-¡Amy!- Tails se ruborizó un poco. -¿Ya estás con tus cosas?- Se cruzó de brazos.
-No si yo no digo nada.
Le dejó pasar aunque Tails entró sólo hasta mitad de estancia, se saludaron Sonic y él quedando luego un poco en silencio. Amy se dio cuenta y desapareció un momento dejándoles solos.
-¿Estas mejor?- Preguntó Tails rompiendo el hielo.
-Todo está bien, no hay de qué preocuparse.
-Sí, bueno, uh... los mecas ¿Qué tal ese tema?- Tails se acercó.
-Ya te he dicho que no te preocupes, Shadow está en ello, ya sabes ese plan de "wow soy el más poderoso y no necesito a nadie" aunque reconozco que aún puedo aprender un par de trucos de él.- Sonic se miró la palma de una mano.
Tails rió un poco.
-En el fondo es a quien más respetas.
-Eh, no vayas diciendo eso por ahí, no vaya a ser como aquella vez que le di las gracias a Knuckles y aún se pone gallito por ello.- Giró la cabeza a un lado haciéndose el chulo.
Llamaron a la puerta, era como si les hubiese oído, Amy corrió a abrir y era uno de los vecinos que acompañaba a Knuckles.
-¡Aquí!- Parecía desesperado el vecino. –Ha venido a preguntar la dirección tres veces a mi casa... por Dios no es tan complicado.
Pero Knuckles no se encogió de hombros, se puso algo agresivo.
-¿Qué culpa tengo yo de que esta mierda de pueblo tenga una casa aquí y otra en el quinto pino? No es que yo me pierda, es que no hay calles que seguir.- Se cruzó de brazos el equidna.
Desde el sofá se escuchaba la risotada de Sonic.
-Eh, erizo ¿quieres que te de una zurra o qué?- Entró Knuckles en la casa directo a por Sonic, cuando le vio se detuvo. –Pues estás mejor de lo que pensaba.
-¿Intentas ligar conmigo?- Le miró de reojo Sonic.
-Nooo.- Grito Tails agitando los brazos.
Todos se le quedaron mirando.
-¿Qué pasa?- Les miró Tails. -¡Sonic es mi ídolo, no es gay!
-¿Desde cuándo eres homófobo?- Amy le empezó a picar con un dedo. –Y tú Knuckles, que sepas que no tienes ninguna posibilidad como mi rival, Sonic es para mí ¿ok?
-Bah, dejadme en paz...- Se dio la vuelta Knuckles. –Yo no sé para qué creo a Shadow.
-¿Te han tomado el pelo otra vez?- Dijo en tono burlón Sonic.
-¡No me ha tomado el pelo nadie!- Enfureció Knuckles. –Me dijo que estabas herido y viendo cómo estaba él ¿cómo no iba a creerle?
-Espera un momento.- Se metió en medio Amy. -¿A qué te refieres? Shadow estaba luchando contra un meca ¿cuándo le has visto?
-En casa de Rouge, estaba malherido y me dijo algo respecto a no sé qué meca... ah sí- Miró a Sonic. –Dijo que no te acerques a ese meca, que no podrías con él.
Amy bajó la mirada.
-¿Estaba mal?- Se giró de espaldas a ellos. -¿Y por qué no ha venido aquí? Este es su hogar.
Sonic dio un salto y se puso en pie entre ellos.
-Este Shadow es la hostia.- Le puso una mano en el hombro a Amy, que aunque le dolía sabía que Amy necesitaba ese apoyo. –Es del tipo de persona que no quiere que le vean cuando está mal y se va a un sitio seguro a lamerse las heridas, pero es un tipo duro, volverá.
Quizá era porque lo había dicho Sonic, o por el gesto en sí, pero Amy se sintió mucho mejor. Luego Sonic se puso al frente de espaldas a la puerta con una pose chula de las suyas y en tono alto y claro dijo:
-Vamos chicos, tenemos un hogar que defender.
-¿Vamos a por el meca?- Preguntó Knuckles.
-Obviamente, cabeza de chorlito.- Se burló Sonic.
-¡Ah, hacemos equipo!- Tails dio un saltito. -¡Así es como debe ser! Se acabaron los enfrentamientos en solitario ¿vale, Sonic?
-OK.- Hizo una pequeña reverencia como cediendo el paso a sus compañeros de equipo, cuando salieron se quedó mirando a la puerta hablando a Amy. –Esta vez lo haré bien, cuando todo acabe ¿seguirás aquí?
Amy estuvo en silencio un momento, ya se había dado cuenta de que en el "equipo" ella no estaba incluida.
-¿Por qué no quieres que vaya? Las veces que vamos los cuatro juntos nos ha ido bien, prometo que no estorbaré ni seré una carga inútil.
Sonic rió un poco por lo bajo.
-No es eso, eres fuerte, más de lo que piensas, pero me gustaría que como Shadow yo también tener un lugar al que poder volver a lamerme las heridas.

Shadow abrió los ojos, extrañamente se sintió mejor, intentó moverse y fue cuando se dio cuenta de que estaba en el agua, en una bañera con agua fría y cubitos de hielo.
-Estate quieto, chico realmente dormir contigo debe ser difícil si te mueves tanto.- Oyó bromear a Rouge.
-Estoy mojado.- Miró al techo Shadow.
-Buena observación, pero al menos te ha bajado la fiebre.
Shadow intentó incorporarse un poco, luego le salpicó algo de agua a Rouge.
-Estoy mojado.- Repitió.
-Ay, estate quieto, ya lo sé.
Shadow volvió a salpicar, con la misma expresión.
-Estoy mojado.
-¡Que te estés quieto o te quedas sin merienda!- Rouge se puso en pie con gesto enfadado. –Ahora yo también estoy mojada ¿contento?
-Mucho.- Shadow volvió a meterse en el agua.
Al rato ya estaba otra vez dormido, Rouge se secaba con una toalla mientras le miraba.
-¿Qué te ha hecho esa chica para que cambies así?

Ya se había ido, el tiempo fugaz había dejado una invisible huella que sólo ella podía percibir, la señal en su corazón que le mostraba que aunque ahora todo era diferente nada había cambiado, el cielo iba a seguir siendo azul, los caminos siempre la llevarían al mismo sitio y la sonrisa de Sonic siempre sería la misma, la misma al irse declarando que iba a vencer, que aunque solo no había logrado gran cosa, ahora con sus compañeros y amigos podría lograrlo, y Amy creía en ese poder de la amistad y trabajo en equipo que siempre les había resuelto todas las situaciones. Realmente creía en ellos, además había sentido cálido el corazón de Sonic confiando en ella, incluso cuando ella ya había dejado de creer en sí misma él continuaba insistiendo en que era fuerte. Miró a la estantería, ahí mal colocadas estaban sus cartas del tarot, aquellas con las que la otra noche interpretó algo parecido al pasado, presente y futuro de Marisa, aquella nueva amiga suya, buena chica que se mostraba alegre a pesar de haber mantenido paralizado su corazón por la muerte de su padre, Amy lo sabía, las cartas se lo decían, la carta que había representado una gran decisión, la decisión que Marisa debía tomar sobre su futuro se acercaba, quizá Marisa no lo había entendido como Amy, con su ser bloqueado desde la muerte de su padre esperando sin admitir que quería que alguien le tendiese la mano. Marisa se había ido a casa a dormir, quizá debía llamar y darle un recado a su madre para que cuando despertarse la llamase para quedar. Como un hechizo con ese pensamiento sonó el teléfono, y la madre de Marisa preguntó si estaba con ella.
-Ayer fue a la ciudad a ver a su hermana pero no me cogen el teléfono y tampoco puedo localizar a Nadia, pensé que ya que vosotras quedáis tanto últimamente.
Eso significaba que Marisa no había llegado a su casa, pero igualmente no preocupó a su madre.
-No se preocupe, yo la vi esta mañana, debe estar por llegar.- Mintió Amy.
-Ah gracias, me dejas más tranquila.
Cuando Amy colgó el teléfono sintió dentro de ella una especie de temblor que la mantuvo quieta unos segundos, Marisa ya debía haber llegado, quizá hubo problemas por el camino, ese meca que andaba suelto, Shadow malherido, pensaba que no podía hacer nada, pero Sonic confiaba en esos poderes que Amy había insistido en no tener, se acercó a la estantería y cogió sus cartas, las apretó fuerte y pensó que debía ser fuerte, si Sonic creía en ella no podía defraudarle, así que se sentó en el suelo y barajó las cartas intentando concentrarse, ahora más que nunca sentía su fuerza, por ello las cartas tomaron un sentido que nunca pensó que podría comprender, una tras otra era como si le hablasen, como si formasen imágenes en su mente, casi podía ver cómo aquel meca se la había llevado, a su vez vio algo que la hizo detener de golpe, no había caído, la madre de Marisa había llamado a la hermana pequeña Nadia, debió haberlo descubierto antes, el mismo color de pelo y ojos, la hermana de Marisa loca por Sonic que tenía una foto de Amy para clavarle dardos, era absurdo, ni siquiera le caía bien y nunca supo que fue justamente Nadia quien arregló aquel problema con la policía y su ex-casero en New Station Square, no lo sabía, ni cómo estaba cambiando ella, pero igualmente cuando vio todo lo que iba a pasar en sus cartas decidió que no iba a quedarse con los brazos cruzados, aunque aún le molestase algo la pierna, si lo intentaba podría hacer algo.
-Lo siento Sonic, pero no puedo quedarme esperando.
Y tras eso salió corriendo por la puerta con sus cartas en la mano.

Todo estaba tan oscuro que tenía miedo, hacía mucho que la oscuridad no le asustaba, desde que era pequeña, hacía poco había sentido terror, aquel miedo cuando Shadow se la llevó sin entenderle, sus piernas temblando cuando luchaban Shadow y Kaiser, su preocupación por él, sentía compasión por ese ser atormentado por su pasado, por un pasado que le perseguía y todos se empeñaban en recordarle, quizá sería mejor que lo olvidase todo para volver a empezar, pero ella mejor que nadie sabía que si borras de tu mente un pasado no sólo se irá lo malo sino también lo bueno. Marisa adoraba a su padre, era por ello por lo que se apuntaba a todos sus viajes, tanto a los de trabajo como a los de placer. Ahora encerrada en aquella cosa sentía frío, miedo y tristeza, recordaba que aquella máquina la había encerrado, no sabía exactamente qué era, estaba en su interior, parecía una cabina y a veces notaba que se movía, era pequeño y lúgubre, se sentía como en un ataúd, a lo mejor el meca ya la había matado y esos pensamientos eran lo último que quedaba de su ser, sus pensamientos y unos recuerdos que realmente no recordaba, Nadia ya se lo había preguntado, cómo sabía que Shadow y Sonic habían salvado el planeta de la caída de ARK si cuando pasó todo ella dormía, era algo que ella nunca había oído, algo que nadie le había mostrado, pero lo sabía, sabía que Shadow sufría porque había perdido a su familia en ARK aunque Amy no se lo hubiese contado, sabía que dentro del erizo negro había un gran corazón que tiempo atrás lo dio todo por cumplir el deseo de su persona más importante. Marisa apagó por un momento sus pensamientos, dejó la mente en blanco esperando a que alguien la encontrase para abrir su ataúd y tenderle la mano que la llevase de nuevo a la luz, sacándola del ataúd del que no había salido desde la muerte de su padre, y la decisión tan importante de su futuro, aceptar o no esa mano.

Ya estaba aburrido, no del viaje sino del infantil carácter de su compañera.
-¿Falta mucho?- Volvió a preguntar Nadia.
-¡Sí, falta mucho!- Se desesperó Kaiser.
-Joder qué antipático... seguro que Sonic habría tenido tiempo de ir y volver 3 veces ya.- Giró la cara Nadia. –Cuando dijiste eso de "en un momento llegaremos a casa" realmente pensé que sería sólo un momento.
-Éste es un modelo más combativo que veloz, no puedo ir más rápido.- Siguió conduciendo Kaiser.
-¿Y por qué no has cogido el rápido?- Se cruzó de brazos Nadia.
-Porque en cuanto te deje en casa voy a seguir con la búsqueda del tercer meca.- Lo dijo sin mirarla, sabía cuál iba a ser su reacción.
-¡Eh!- Casi se puso de pie en su asiento. –Pensé que nos íbamos los dos a casa ¿me estás dejando de lado? Estás haciendo como todos.- Nadia abrió la escotilla con aquel cacharro en marcha.
-Cierra eso, no puedo permitir que te expongas más, ya lo has visto, tus anuncios son geniales, eres una gran ídolo juvenil, pero no tienes entrenamiento de batalla real.
No entendió ¿Por qué le decía eso? Ella era buena luchando, había aprendido por Sonic, pero lo recordó, mientras él y Shadow luchaban se había quedado bloqueada y casi mueren ella y Marisa por ello. Incluso Marisa había tenido el valor de saltar para irse con Shadow a Dios sabe dónde, ni sabía si ella estaría bien, pero su propio miedo le había empujado hasta Kaiser con quien se sentía segura.
-Tú... te aliaste con los de ARMS.- Bajó la cabeza Nadia. –En parte es tu responsabilidad vencer a ese meca, pero Marisa es mi hermana, es mi responsabilidad encontrarla y asegurarme de que está bien.
Tras aquello saltó del vehículo en marcha, tenía preparación de especialista de manera que con algunas volteretas y algunos rasguños continuó por lo que ella pensó era su propio camino, no sólo por su hermana, sino porque necesitaba demostrarse a sí misma que no era la inútil que tantas veces había pensado que era Amy. Kaiser quiso parar a recogerla e intentar hacerla entrar en razón, pero el aviso de que el meca estaba cerca era demasiado importante, de todas formas con ella atrás en el camino estaría a salvo, de todas formas hizo que el vehículo expulsase un monopatín de aire experimental hacia Nadia que saltó para cogerlo.
-Gracias, Kaiser, eres un buen chico.- Murmuró Nadia mirando en la dirección en la que Kaiser se había ido.

"Bloqueada, me quedé inmóvil a la hora de la verdad y mi hermana estaba dispuesta a morir conmigo porque noquería abandonarme a mi suerte, pensé que todos me habían dejado de lado, mi familia, Sonic, mis amigos, pero estaba tan equivocada que ahora lo único que deseo es que sea una página arrancada de un libro, un recuerdo borrable, pero sé que no puede ser, justamente por ello he de seguir mi propio camino, esa gente de ARMS que se dirigen a mi pueblo para recuperar su meca, ese mismo meca, o quien sea, no importa quien, voy a defender a mi hermana, a defender mi pueblo, porque aunque en cierta forma siempre lo negué, porque odiaba ese lugar tan pequeño y tan cerrado que nunca conseguía cosas de Sonic si no era de importación, es porque siguen siendo mis raíces, porque mi familia sigue ahí, mi gente, y esa misma gente forma parte de mi planeta, no voy a permitirles que destruyan nunca más algo importante para mí, voy a luchar y mis piernas no se van a quedar bloqueadas, venceré y papá estará orgulloso de mí desde el cielo."

continuará...

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Gracias por esperar y gracias en esperar a Haylin por su apoyo después de tanto tiempo, ya comenté q se acabaron las vacaciones y estoy haciendo horas extras, 4 días hago 8 horas por la tarde, 1 día hago 8 horas por la noche y 6 días hago 4 horas por la mañana por lo q los días laborables hago 12 horas en pos de conseguir los juegos nuevos (y en pos de pagar las facturas como las letras del coche o el seguro XD) igualmente estoy agradecida y no voy a dejar colgado nada, aunq tarde un poco más acabaré este fanfic y lo q me kede pendiente de los otros, hasta otra!

PD una vez más no puedo poner la dirección de las imágenes de la historia... así q los interesados pueden mandarme un mail al gmail pidiendo las imágenes y le paso las direcciones, q sí es poca cosa pero ya q las hice...