Ya no sentía aquel dolor agudo, poco a poco se había ido mitigando como un fuego que había consumido toda su leña, que aunque quedaban las cenizas ya no quemaría más, por ello Sonic comenzó a correr más rápido.
-¡Espera, Sonic!- Le gritó Tails siguiéndole con su avión.
Knuckles en un principio se había sentado en el asiento trasero del Tornado, pero al ver que Sonic no aminoraba saltó y corrió detrás de él.
-¿Sabes dónde está el meca?- Preguntó Knuckles siguiendo a Sonic.
El erizo frenó de golpe, sorprendiendo a Knuckles que al intentar frenar cayó rondando.
-¡No frenes de golpe!- Se quejó Knuckles.
-Es que me has preguntado dónde está el meca y ahora que lo pienso esa información debías traerla tú...- Se giró Sonic hacia el equidna.
-¿A mí qué me cuentas? Si yo sólo...- Calló de golpe.
-Sí claro, estabas preocupado por mí, pero supuse que Shadow te habría dicho algo del meca.- Se cruzó de brazos Sonic mirándole de reojo de forma graciosa.
-No estaba preocupado por ti.- Knuckes también se cruzó de brazos y le giró la cara. –Shadow sólo me dijo que no te acerques a eso.
Knuckles esperó un poco, Sonic parecía tener escrito en la cara "oh, cómo os preocupáis por mí, si es que soy tan popular" pero en seguida cambió su expresión, se le veía contento porque realmente se había sentido solo sin motivo durante aquel tiempo en que se empeñó en luchar solo y Amy se había ido, estaba tan equivocado, nunca había estado solo. Mientras tanto Tails estaba dando vueltas sobre ellos con el Tornado sin hacerles demasiado caso, estaba muy ocupado con su nuevo radar construido con piezas de las máquinas que Sonic le traía rotas.
-¡Chicos!- Les llamó la atención Tails. –Creo que tengo una pista.
-¿Crees?- Le dijo Knuckles sin mucho convencimiento.
-Bueno... la tengo, sí.
Tails dirigió su avión hacia donde le indicaba el radar restos de energía, si Shadow y aquel meca habían luchado debería quedar aún en el ambiente resto de sus energías, y realmente no hizo falta seguir mucho el radar cuando llegaron a la zona donde se suponía habían luchado, había marcas bastante notables indicando que Shadow debió alejarlo de la zona hacia las afueras, seguramente para proteger lo que él ya había empezado a considerar su hogar.
-Vaya ¿no hace demasiado calor aquí?- Notó Knuckles.
Tails aterrizó y tocó algunos botones de su máquina.
-Hay un aumento de la temperatura, sí, puede deberse a la utilización de armas de energía calorífica...- Tails miró a Sonic y Knuckles.-Armas tipo láser, lanzallamas... ya sabes.
Sonic se adelantó a ellos un momento inspeccionando la zona, ahí debía ser la zona de mayor daño sufrido, parte del bosque estaba arrasado así como las pocas casas que había en las afueras, por suerte parecían sólo daños materiales, debían ser casas de fin de semana, pero aún así se podía apreciar en algunas partes aún restos de sangre ¿de Shadow, quizá? Era lo más seguro, pero a pesar de todas las pistas ahí no parecía estar el meca, no era un ser vivo al que notar su energía.
-Tails ¿puedes localizarlo? Vamos, los mecas robots y todo eso llevan localizadores ¿no?- Se giró Sonic hacia el zorro.
-¿Qué crees que llevo haciendo todo este rato?- Tails parecía indignado. –No tengo nada de esos mecas para poder localizarlo, me estoy guiando por el instinto e intento captar cualquier tipo de onda que nos de una pista.
-¡Vale, vale! No hace falta que te pongas así.- Se cruzó de brazos Sonic.
-Eh... Sonic.- Le llamó Knuckles.
-¿Qué quieres? Estoy hablando con Tails.
-Sí, pero mira...- Knuckles le señaló a un lado.
Había una pequeña cámara, como un ojo que les espiaba, salía desde una grieta en el suelo, al ser descubierto volvió a esconderse. El trío de héroes corrieron hasta el borde y justo fue llegar y tuvieron que saltar, ahí estaba lo que buscaban, dando un gran salto desde su escondite destrozó la tierra de su alrededor. Sonic y Knuckles enganchados a Tails que les mantenía alejados del peligro volvieron al suelo.
-¿Qué demonios es eso?- Preguntó Knuckles.
-Eso es lo que estábamos buscando.- Le aclaró Sonic.
Tenía la misma forma que los otros, pero si había sido capaz de vencer a Shadow debían ir con pies de plomo.
Ya estaba ahí, su pueblo natal, el examen final que diferenciaba a la actriz de la heroína, al fin y al cabo si era fan de Sonic tenía que querer ser del gremio de los héroes como todo buen fan. Como si de un examen se tratase realmente fue entrar en el pueblo y encontrar pistas sobre la dirección que habían tomado los de ARMS.
-Esta es la mía.- Dijo en voz alta confiada.
Se apretó los coleteros y dio un saltito sobre el monopatín intentando ir más rápido.
-¿De qué vais?- Se oyó una voz.
-No oponga resistencia.- Esos malditos robots otra vez.
Con un par de acrobacias Nadia se puso entre uno de los robots y el pobre conejo que iba tan tranquilo al trabajo cuando le pararon los de ARMS para interrogarle, como si él realmente conociese a los seres que estaban buscando. La prueba de fuego, no hizo caso de las advertencias del robot y le atacó, no sabía cómo iba a devolver el ataque el robot, no era lo mismo una coreografía trabajada que aquello en tiempo real, pero era obvio que era un robot estúpido de lentos movimientos, esquivó el contraataque del robot y le pasó por encima con su monopatín consiguiendo algunas grietas en aquel caparazón de acero dejándole aturdido. Nadia dio la orden al conejo de que se fuese mientras estuviese así el robot, se giró y vio cómo se autoreparaba.
-Un buen reto...- Pensó en voz alta Nadia.
Se repetía a sí misma en su mente una y otra vez que podía hacerlo, así que cuando el robot se puso en pie de nuevo volvió al ataque, una y otra vez ¿acaso lo que hacía no servía de nada? Todas las veces el robot se levantaba, Nadia comenzaba a cansarse.
-¡Oh, vamos! No eres más que un montón de chatarra inservible, no eres ni uno de los mecas importantes.
Pero aunque fuese un robot raso seguía levantándose ¿acaso no le pegaba suficientemente fuerte? Porque ella era muy fuerte, lo había demostrado, había vencido a Amy, a lo mejor no le pegaba donde debía.
-¡Es inútil!- Se desesperó. –No encuentro su punto débil, vamos, piensa, piensa.
Parecía estar dictándole las órdenes a sus piernas "moveos, moveos" y aún así no parecía poder reaccionar, no entendía qué era lo que le faltaba para vencer y por pararse a pensar recibió un fuerte golpe, eso realmente dolía, hasta ahora había estado entre almohadones, tratándola de princesita y en ese momento se molestó, no era la chica buena y guay que había aparentado. El robot se dirigió de nuevo a ella en un intento de rematarla, ella aunque había intentado levantarse apretó los puños fuerte esperando el golpe.
-¿Te vas a quedar ahí todo el día?- Preguntó una voz.
Le había parecido que había sonado sólo en su cabeza pero al abrir los ojos y mirar al frente vio quien había detenido el golpe y estaba haciendo grandes esfuerzos por mantener la postura. Amy giró levemente su cara hacia ella sonriendo de manera confiada, seguía manteniendo retenido al atacante con su martillo cruzado, parecía otra, no era como la niña que Nadia pensaba, era aquel brillo en sus ojos, en su ser, que le daba la impresión que el propio Sonic estaba en ella.
-Venga, levanta.- Amy dio un giro a su martillo y apartó al robot. –Todo saldrá bien.
Su pose altiva y aquellas palabras hicieron notar a Nadia un latido fuerte, empezó a entenderlo, esa fuerza, el aura de los héroes, apretó fuerte los puños de nuevo pero esta vez ya no por la frustración sino por las ganas de ser como ellos, volvió a repetirse "muévete" hasta que se puso en pie.
-Vamos a por él.- Salieron las palabras de la boca de Nadia como si las hubiese dicho desde siempre.
Amy asintió dejando apoyado su martillo en su propio hombro. Nadia cogió el monopatín y se puso en la parte delantera dejando subir a Amy detrás suya, cogió velocidad hacia el enemigo que se estaba recuperando del golpe que le había dado Amy. Nadia cogió de la mano a Amy y usó toda la fuerza que pudo para lanzarla hacia él, a su vez hizo un giro con el monopatín para dar un salto, de manera que Amy golpeó al robot haciéndole rebotar en el suelo, cuando rebotó, Nadia desde el aire dio una pequeña voltereta y clavó la puntera de sus metálicas botas en la parte alta del robot haciendo que las grietas de éste se extendiesen, dañando su sistema de autoreparación. Lo habían conseguido, un robot menos, Nadia se sintió tan feliz porque sus piernas se habían movido, porque no se había vuelto a quedar bloqueada y se puso a dar saltitos de alegría celebrando la victoria. Amy había hecho eso mismo sólo unas décimas antes, así que se detuvo.
-Vaya, por tan poca cosa te pones en plan infantil, te queda mucho por aprender, principiante.- Dijo altivamente Amy.
Nadia se paró en seco.
-Habló la sabelotodo.- Le giró la cara Nadia. –Al menos yo no salgo corriendo de los problemas.
Amy se picó le sacó la lengua.
-Pues eres tonta y no me caes nada bien.
-¡Tú sí que eres tonta! Sonic y yo hacemos mejor pareja.- Se puso en plan infantil ella también, pero se le notó que estaba cambiando la voz. –Si no te caigo bien... no entiendo ¿por qué me has ayudado?
-Ja, te crees que todos son como tú, yo no dejo a alguien en apuros ni aprovecho la situación.
Tenía razón, no era como ella que cuando Amy tuvo problemas con el casero la machacó más aún intentando hacerle chantaje, pero Amy no lo sabía que luego le dijo la verdad a la policía, si nadie se lo había contado tenía que estar diciendo la verdad, la había ayudado sin motivo.
-Pues no tenías que ayudarme para luego restregármelo por la cara.- Gritó Nadia.
-No lo entiendes ¿verdad? No te entra en esa cabeza lo que significa realmente ser fuerte.
-¡Yo ya soy fuerte, no necesito a nadie y si me pasa algo es cosa mía no tuya!- Nadia parecía fuera de sí.
Amy se acercó, parecía poder ver a través de ella.
-Eres una egoísta.- Dijo en un tono algo dulce. –No eres sólo tú, piensa en la gente que se pondría triste si pasase algo.
Kaiser que siempre había estado a su lado, Marisa que siempre le había perdonado sus innumerables errores, su madre, sus compañeros, parecía significar que su vida no era suya, una parte de ella pertenecía a toda la gente que la quería realmente, no podía fallarles, tenía que continuar y cuidar de esa vida que le importaba tanto a todos. Con un aire más tranquilo puso en marcha su monopatín.
-Vamos, hay que echar a los malos del pueblo.- Nadia dejó sitio a Amy detrás suya.
-Je, pero que conste que sigues sin caerme bien.
Era un meca muy fuerte, un verdadero reto, pero nada podía vencer al equipo de Sonic, ahora mismo intentaban valorar la situación, sus ataques no habían dado muy buenos resultados y Sonic llevaba un rato con una extraña sensación, era como si ya hubiesen combatido antes.
-Es porque no es un meca normal, está pilotado por una copia exacta de mi mente.- Escuchó Sonic en su cabeza.
Sonic esquivó un ataque.
-¿Igual que tú? Si sois iguales ¿cómo te venció?- Le respondió Sonic.
-Porque al ser iguales sabía cómo pensaba.
Knuckles se le quedó mirando.
-¿Con quién habla?- Le preguntó a Tails.
-¡Eh, Sonic!- Le llamó Tails.
Pero Sonic aunque se giró un momento hacia ellos no les dijo nada, luego sonrió mirando al frente e intentando atacar de nuevo al meca.
-¿Estás escuchando lo que te digo?- Insistió Shadow. –No puedes vencerle.
El meca recibió el golpe pero cogió de la pierna a Sonic y lo lanzó contra el suelo, Sonic se volvió a levantar, le hizo una señal a Tails y Knuckles iniciando la misma maniobra, pero esta vez cuando le cogió de la pierna Knuckles lanzó un fuerte puñetazo al brazo del meca partiéndolo en dos y Tails cogió a Sonic en el aire para que no se golpease. Sonic se soltó de Tails dando una voltereta mientras le decía a Shadow:
-Sí que te escucho, alto y claro, ese meca piensa como tú, no como yo, y no estoy luchando solo, tengo a mi equipo conmigo y eso nos hace invencibles.
Desde su estancia, el propio Shadow sonrió ante aquellas declaraciones.
-Lo tendré en cuenta la próxima vez que nos volvamos a enfrentar.
Sonic volvió a sonreír de la misma manera.
-¡OK chicos! Destruyamos esa cosa.
Seguía estando oscuro, pero ahora todo se agitaba fuerte, a cada rato una sacudida más fuerte que la anterior, una explosión en el exterior, se tuvo que agarrar fuerte al asiento para no golpearse, eso no eran simplemente movimientos de traslado, el meca estaba luchando ¿contra sus amigos? Puede que estuviese Shadow ahí fuera, no podía ver lo que pasaba con aquellos cristales tintados, intentó golpearlo pero no se detuvo.
-¡Para, no le hagas daño!- Gritó Marisa golpeando el cristal.
Aunque era demasiado duro y estaba insonorizado.
-No te preocupes Maria, te protegeré.- Se escuchó una voz metálica.
Por el pequeño altavoz la falsa mente copiada de Shadow mantuvo en primera línea los datos de aquellos recuerdos en ARK.
-Yo no te haría daño nunca.- Añadió la máquina.
Y por el pequeño monitor el ojo espía del meca le mostró a sus enemigos.
-¿El equipo de Sonic?- Pensó en voz alta Marisa.
Y es que ella pensaba que Sonic se había quedado con Amy, pero si él estaba ahí ¿dónde estaba Shadow?
-¡Dónde está Shadow!- Le gritó al meca.
-Yo soy Shadow, ninguna copia podrá separarnos.
-¡Maldito!- Se sentó de golpe Marisa. -¿Qué le has hecho? Shadow, ayúdame.
Notó otro golpe más fuerte, el meca caía y dejó de hablar con ella, parecía haberse dañado algo importante con el último impacto, sonaron sonidos incoherentes por el altavoz hasta que se fundió dejando salir algo de humo. Marisa empezó a toser.
-¡Parad, no lo destruyáis!- Intento gritar sabiendo que no la escuchaban. –Aún estoy dentro... hermanita, Kaiser, Amy, mamá... Shadow ¡por favor Shadow ayúdame!
El erizo negro abrió los ojos de golpe incorporándose.
-No te muevas.- Le detuvo Rouge. –Que te haya bajado la fiebre no significa que puedas volver a festejar por ahí ahora mismo.
-Me está llamando.
-¿Quién te llama?
-Ya voy...- Shadow estiró el brazo.
Parecía tener los ojos vacíos, como si viese y escuchase algo que Rouge no podía percibir. Rouge le cogió la mano y se la bajó.
-Estás soñando.
Shadow parpadeó, parecía estar despertando.
-Yo la escucho, ella me está llamando.
Rouge parecía algo preocupada ¿ella, se refería a Maria? Ahora que parecía estar mejor no podía creer que escuchase la voz de Maria desde el más allá.
-¡De eso ni hablar!- Le inmovilizó cuando intentó incorporarse. -¿No decías que querías vivir, que ibas a dejar atrás tu pasado? No permitiré que Maria te lleve.
-¿Maria?- Shadow dejó de intentar ponerse en pie, parecía estar pensando. –Se le parece mucho pero no lo es... lo siento.
Shadow parecía haber recuperado parte de su fuerza y moviendo fuerte un brazo empujó a Rouge lo suficiente para hacer el Chaos Control sin que ella se interpusiese.
-¡Ahhh! Pero qué desagradecidos sois los hombres.- Se quejó Rouge.
Pero tenía la extraña sensación de que estaría bien.
Parecía que había acabado todo, aunque les fuese difícil de creer que hubiese acabado así de rápido, al menos comparado con otros enemigos.
-No fue para tanto.- Dijo Tails moviendo sus colas. –¡Estando unidos somos invencibles!
Knuckles le dio con el pie al meca medio destruido en el suelo.
-Ya no se mueve.- Parecía desilusionado. –Quizá deba rematarlo.
-Déjalo.- Tails inspeccionó el cristal intacto de la cabina. -¿Hay piloto?
-No.- Respondió claramente Sonic.
-Pero si es un meca...- Comenzó Tails.
-Estaba pilotado por una AI que simulaba a Shadow.- Sonic miró al meca un momento.
-¿Desde cuando lo sabes?- Knuckles se apoyó en el meca.
-Shadow me lo dijo antes.- Hizo un gesto gracioso Sonic con los brazos.
-Entonces sí lo puedo destrozar, por si acaso no se levante de golpe y nos dé un susto de muerte.- Knuckles chocó sus puños.
-Que no, déjamelo que algunas piezas me irán geniales para un nuevo invento que tengo en mente... muy bien pagado por cierto.- A Tails le salieron los símbolos del dinero en los ojos.
-¿Desde cuándo te interesa tanto el dinero?- Knuckles se apartó un poco de él.
-Mira tú, claro, como tú tienes casa-isla propia... pero yo tengo facturas que pagar.- Se cruzó de brazos Tails.
Sonic les miraba y sonreía, se estaba divirtiendo con aquello. Al final Knuckles, ya por perrería, quería destruir el resto de meca pero cuando iba a lanzarle un puñetazo apareció Shadow y le plantó el pie en la cara.
-¡Maldito erizo negro!- Se puso en pie furioso Knuckles con el pie de Shadow marcado en la cara.
Shadow se había sentado en el meca intentando recuperar el aliento, tenía un brazo alrededor del cuerpo, miró a Sonic y no le hizo falta decir nada, Sonic llamó a Knuckles por su nombre y negó con la cabeza. Knuckles le hizo caso, se giró sin mirar más al erizo negro y aunque se fue detrás de Sonic y Tails se fue refunfuñando.
-¿Nos vamos sin más?- Preguntó Tails adelantándose a Sonic caminando.
-Sí, Shadow debe tener algún asunto pendiente.- Se giró hacia Knuckles que seguía blasfemando. –Pues por discutir, el meca para ninguno de los dos.
Sonic se echó a reír ante la cara de fastidio de Knuckles.
-Sonic ¿estás bien?- Le preguntó Tails al ver que se había detenido en seco.
El erizo azul se giró hacia ellos sonriendo.
-Estoy genial, hacía mucho que no me sentía tan bien.
Pero aunque había dicho eso tras aquellas palabras cayó al suelo boca arriba. Knuckles y Tails se lo quedaron mirando un momento ¿qué diferencia había entre quedar inconsciente y dormirse de golpe? Aunque el escucharle medio roncar ayudaba en la definición.
-¡Esto te pasa por trasnochar!- Le riñó Tails.
-Menudo tío.- Exclamó Knuckles riendo. –Anda, Tails, ayúdame.
Y Tails le ayudó a cargar a Sonic a su espalda.
Kaiser valoró los daños e hizo un par de pequeños ajustes, luego llamó por el teléfono.
-¿Hola, hola? Aquí el gatito travieso informando.- Se hizo el gracioso.
-Oh, Kaiser, deja de hacer el tonto, esto es ridículo.- Se escuchó una voz de chico.
-¡Qué dices! Esto es divertido.- Rió Kaiser. –Bueno a lo que iba, las zonas A, B y C están despejadas, los mecas 1 y 2 destruidos ¿qué tal el resto?
-La señal del tercer meca, el del proyecto, ha desaparecido, así que o los de ARMS lograron desactivarlo o alguien se te ha adelantado.
-Ya ves, qué rollo, un robot de estos me dañó el radar de los mecas y me quedé sin diversión ¿puedes hacer un scanner sobre todo el pueblo?
-Jaja, ya lo hice.- Se escuchó teclear. –La zona D está casi despejada, parece que tienes ayuda.
Kaiser pensó en Nadia sonriendo, al parecer se estaba portando como debía y se alegraba por ella. Era el momento de volver a casa, ya había luchado suficiente, en el bando de ARMS, en el del gobierno y en su propio bando por sus propios objetivos, ahora podía dejar por un tiempo aquel trabajo a tiempo parcial de doble agente y dedicarse a lo que realmente le gustaba, desde luego iba a sacar un reportaje colosal con toda la información que había sonsacado a ambos bandos.
-¡A tu derecha!- Gritó.
-Ya lo había visto.- Fanfarroneó Nadia dando un salto y una patada.
Quedaron de espaldas la una con la otra.
-Venga, que esto ya se acaba.- Amy pasó su dedo por la nariz como había hecho Sonic en otra ocasión chuleando.
-¿Te crees muy guay? No está mal para una niñata.
-Tú tampoco lo haces mal para ser una principiante.
Sonrieron sin mirarse y se lanzaron a la vez destruyendo un par de robots y saltando de nuevo hacia el que quedaba, que el pobre intentó atacarlas con sus largos brazos y no logró nada, sólo una patada por un lado a la vez que un martillazo por el otro.
-Bien, éste era el último.- Dijo Amy levantando la mano.
Nadia se la chocó y la iban a chocar otra vez cuando se dieron cuenta, se giraron la cara y se cruzaron de brazos.
-Podía haberlo hecho yo sola.- Murmuró Nadia.
-Sí, claro, si yo no te hubiese dado un empujoncito no habrías avanzado nunca.- Amy se giró hacia ella.
Nadia calló, no tenía contraataque a eso, al fin y al cabo era la verdad, simplemente recogió el monopatín.
-Vamos, te llevo, vives cerca de la casa de mi hermana ¿verdad?
Amy la miró un momento, se sentía orgullosa de su obra, pero cuando fue a avanzar le falló la pierna y cayó.
-¡Amy!- Nadia saltó del monopatín.
Le ayudó a ponerse en pie.
-Ya me dijo Shadow que no forzase la pierna.- Amy soltó un gemido de dolor al moverse.
-¿Estás lesionada?- Nadia se quedó pensando. –Es... por aquella pelea que tuvimos.
-No te creas tan fuerte, aquello pasó hace mucho.- No tanto pero para Amy era agua pasada. –Esto es por jugar con mecas, pero no es nada.
Igualmente Nadia no se sintió mejor, los mecas los había mandado ella dándoles aquella información, así que sólo podía callar y llevarla a su casa.
-Aquí es.- Dijo Amy cuando ya estaban cerca.
-¿Puedes andar?- Preguntó Nadia.
Amy asintió y cojeó un poco hasta la puerta de su casa.
-Vete a casa, seguro que tu madre se pone contenta de verte ¡Ah! Y dile que Marisa está bien, que siente no haber avisado de que llegaría tarde.
-¿Está con Shadow?- Preguntó Nadia. -¿Cuándo te ha dicho eso?
Amy rió, no le dio ninguna explicación, simplemente le dijo que era una historia muy larga, y es que Nadia no sabía que Shadow se había ido por su lado y que Marisa había salido a buscarle, simplemente volvió a su casa. Amy por su parte se tumbó en el sofá intentando descansar aquella pierna que volvía a dolerle tanto ahora. Sólo le quedaba esperar a que su príncipe azul volviese victorioso de la batalla.
Todo se había calmado, los ruidos, las sacudidas, sus pensamientos y sus propias ganas de luchar, todo estaba tranquilo. Marisa estaba algo aturdida por el humo que había oscurecido más si se podía su tumba de metal, con aquella pequeña luz roja parpadeando levemente en señal de alerta hipnotizándola.
-¿Ya está?- Se dijo a sí misma. –Sigo viva, pero no hay nadie.
Se encogió abrazándose a sí misma, parecía una bolita, una niña asustada.
-Aquí acaba todo.- Cerró los ojos.
Desde fuera, Shadow se había tumbado sobre el meca un momento, aún seguía sin recuperarse, pero era algo que tenía que hacer ahora, así que se incorporó poco a poco, de rodillas sobre aquella cúpula de cristal, levantó el puño y golpeó sin fuerzas, recordaba que ya había roto cristales de esos aunque ahora no estaba en buena forma, pero si lo había hecho antes ahora también tenía que poder, sabía que ahí dentro estaba la voz que le llamaba.
-Marisa...- Nombró Shadow aquel nombre sin fuerzas. –No es Maria, Amy tampoco es Maria, ni Rouge, ninguna es Maria.- Golpeó otra vez el cristal ahora con más fuerza. –Maria no es ninguna de las chicas... ni es alguien que conozca.- Otro golpe más fuerte. –Ni nadie que aún no he conocido o vaya a conocer.- Un golpe más. –Pero la noto, está aquí, en el planeta, en todos los seres vivos, en todas partes.- Shadow se detuvo, se miró las manos. -¿Qué he estado persiguiendo todo este tiempo?
De pronto Shadow se echó a reír, luego sonrió mirando al cielo.
-Has estado conmigo todo este tiempo ¿verdad? En todos los seres vivos, intentando guiarme para que me dé cuenta e intente vivir mi propia vida.- Miró abajo al cristal. –Y aquí dentro está la chica que representa mi nueva vida.
Esta vez golpeó con ambas manos, realmente no fue por la fuerza que hizo sino por lo machacado que estaba del combate anterior y por ello se hizo una grieta. Shadow cogió aire y golpeó de nuevo.
-¡Marisa!- La llamó.
Desde dentro, Marisa notó las sacudidas por los golpes, abrió los ojos levemente algo mareada aún. Poco a poco la pequeña grieta se iba haciendo más grande dejando pasar un rayo de luz por encima de su cabeza y comenzaba a escuchar su nombre en boca de otro, de nuevo la voz de sus sueños llamándola en la oscuridad, nunca pudo distinguir entre sueños y recuerdos, pero la voz era reconocible, ya la había reconocido el día anterior cuando la ayudó por primera vez.
-¿Puedes oírme?
Con cada golpe el cristal se iba desquebrajando más y la luz y el sonido penetraban con más facilidad. Shadow metió las manos en la grieta e hizo fuerza para arrancar un trozo de cristal que estaba cediendo.
-¿Eres tú, Shadow?- Marisa estiró el brazo hacia la luz.
Shadow retiró un poco la cara tosiendo por el humo que salía desde dentro, miró el agujero, aún no era lo suficientemente grande así que rompió otro pedazo, esta vez con cuidado porque parecía que comenzaba a ceder y cada vez olía más a chamusquina, incluso la propia Marisa escuchaba el crepitar de aquella máquina agonizante. Rápidamente Shadow se asomó por el agujero que había hecho y estiró la mano hacia ella.
-¡Coge mi mano!- Shadow intentó alcanzarla.
-¿Intentas sacarme de mi ataúd?- Sonó tan débil su voz que Shadow no la entendió.
Ahí estaba aquella mano tendida hacia ella con aquella voz llamándola de nuevo y ahí estaba su elección, pero aunque intentó alcanzarle no podía.
-¡Cógela!- Le gritó Shadow.
-No puedo... no me quedan fuerzas.
-No te rindas, tan sólo alcánzame y yo haré el resto.
Sonó esperanzador el tono de Shadow, como si el asunto no fuese grave, así que Marisa se estiró y se aferró como pudo a esa mano, primero con una y luego con la otra dejando que Shadow tirase de ella hacia el exterior.
-¡Vamos, tienes que salir de ahí! Esto va a saltar por los aire.
Logró sacarla y así como lo hizo ella le miró, gritó su nombre y se abalanzó sobre él abrazándole, Shadow resistió la embestida como pudo, le parecía oírla llorar mientras le abrazaba, la cogió en brazos y saltó alejándose, cada vez había más humo.
-Aquí estaremos bien.- Dijo Shadow apoyando una rodilla en el suelo, aún la tenía en brazos. -¿Marisa?
Pero ella estaba inconsciente y no tenía buena cara, había tragado demasiado humo. La dejó recostada en el suelo y la miró un momento, le acarició la cara y dejó resbalar el pelo de su flequillo entre sus dedos, luego alzó un poco su cara con una mano.
-No te asustes por lo que voy a hacer.- Dijo Shadow acercándose a ella.
Y con la otra mano le abrió la boca, demasiado para un beso, simplemente se acercó y dejó que su aliento penetrase en ella voraz como si las toxinas del humo que ella había inalado fuesen su alimento favorito, incluso Marisa despertó por la sacudida que sintió en su interior, pero no pudo separarse de él, no hasta que él decidió que podía dejarla ir.
-¡Qué haces!- Exclamó Marisa apartándose de golpe. -¿Por qué me besas ahora?- Se ruborizó.
-No te he besado.- Shadow se quedó sentado tranquilamente. –Besar es cuando hay contacto y yo no me he acercado tanto.
-Pero es... es ¡una falta de respeto hacia mi espacio personal!
-¿Preferías haber muerto?- Le cortó Shadow.
Marisa calló al instante, se sentía algo desilusionada por no haber beso, aunque no podía permitirse decírselo en ese momento.
-Hay hospitales ¿sabías?- Marisa se quedó sentada mirando a un lado.
-No suelo acercarme a ellos.- Shadow miró al cielo, a las nubes. –Ya sabes, mi sangre cura heridas, mi aliento destruye toxinas... dudo que en todos estos años haya cambiado algo, seguro que en el hospital habrían acabado queriendo cortarme en rodajitas por esos poderes.
-Pero el hospital era para mí.- Puso una expresión graciosa Marisa.
-¿Eh?- Shadow la miró, parecía haber captado su atención. –Sí, ya, para ti, pero así como voy ¿no te parece que se habrían empeñado en hacerme un reconocimiento?
Marisa le miró, sí que se le veía bastante hecho polvo.
-Pero yo tengo seguro médico, tú dudo que lo tengas así que no te habrían hecho ni caso.
Por ello Shadow se echó a reír, ni se molestó en disimular la risa ni quiso taparse, así que Marisa se echó a reír con él también. Luego se pusieron en pie, para Shadow aquel momento riendo había sido como recuperar gran parte de su energía, quizá todos tenían razón y debía reír más a menudo, como dijo Sonic, debía ser más sincero con sus propios sentimientos.
-Bueno, vamos.- Se puso delante de él Marisa. –Y la próxima vez que quieras "violar mi espacio personal" avisa primero.
-Eres tú la que no avisa.- Le echó en cara Shadow siguiéndola.
-¡Qué dices!- Dio un saltito Marisa. –Si yo no he intentado besarte.
-No, pero a la mínima me saltas encima... pensé que eso sólo lo hacía Amy con Sonic en plan fan.
Realmente tenía razón, ya iban dos veces las que Marisa se había lanzado a abrazar a Shadow. En principio Marisa iba a negarlo todo en plan infantil diciéndole que era tonto, pero ella no era de ese tipo, bajó un poco la cabeza desviando la mirada.
-¿Qué tiene de malo convertirme en tu fan? Yo creo que eres formidable.
Él tampoco era del tipo de chico como Sonic, por eso la rodeó con el brazo mientras andaban.
-No tiene nada de malo, puedes hacerlo siempre que quieras.
"Entre las grietas de ese meca, como las grietas en mi propio corazón, sentí tu voz llamándome, ya no hubo nada más desde entonces, ni dudas, ni miedo, sólo tu voz, era como si te hubiese perdido antes y ahora te hubiese recuperado. Es que me has dejado ser simpática contigo y por ello tú te dejas conocer un poco más, avanzando juntos por un camino que ojalá no acabase nunca y riendo juntos a pesar de las lágrimas derramadas, porque con tu mano, con tu ser, con tu voz me has traído un mensaje de esperanza."
continuará...
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Este capítulo se hizo verdaderamente largo y es casi el final ya, sé que habrá quien se quede descontento/a por la relación de parejas (eso de Marisa y Shadow acercándose tanto) por quienes adoran la pareja Amy/Shadow y por quienes no les gusta Marisa, prometo compensaros en otro fanfic, palabra de friki, mientras tanto queda a la espera el último capítulo, hasta entonces gracias una vez más por leer y disfrutar de mi fanfic.
