Matte iru namida nado mou nagasani

De ningún modo lloraré mientras te espero

Summary: ºDe ningún modo lloraré mientras te espero ºUAºSayo es la cantante de una banda, Sano trabaja en el Akabeko para vivir mientras estudia, podrá haber entre ellos algo mas que una amistad? él podrá cambiar su destino salvándola? Y que hay de Megumi?

Aclaraciones Narrativas:

Narración en 3era persona

-Diálogos-

Pensamientos

'Narración en primera persona por alguno de los personajes'

(Aclaraciones de la autora)

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Capitulo IV

La playa, tú y yo

No sé si aún me recuerdas,
nos conocimos al tiempo
tú, el mar y el cielo
y quién me trajo a ti.

Sólo habían pasado siete días…eso formaba una semanas, así que faltaban mas de ciento sesenta y ocho horas para que volviera a ver la ojiverde que comenzaba a volverlo loco…su ausencia le hacia sentir una soledad inexplicable…nunca creyó que podría necesitar a alguien de un modo tan terrible… al extrañaba… quería verla…oírla… sentir su piel entre sus manos… conocer el sabor de sus labios….

La paz, cuando ella sonreía mostrándole que todo estaba bien…todo en su interior estaba exaltado, convulsionado ante su ausencia… parecía de repente haberse vuelto algo vital para seguir con su sencilla existencia… como sobrevivir sin ella otra semana mas? … Nunca, pero nunca, había sentido algo así por alguien… era un sentimiento extraño, por momentos contradictorio, lo hacia volverse ciclotímico…ni el mismo se entendía, discutía consigo mismo negando sus sentimientos, sus angustias, su temor de esperarla en vano…

Casi no salía, pasaba la mayor parte de las horas viendo televisión con intención de despejarse o durmiendo evitando así pensar en la castaña.

La noche del octavo día luego de ver una película Sanosuke decidió acostarse a descansar, al día siguiente había planeado salir con un par de amigos de la facultad al centro…

Se trataba de una de esas noches oscuras y silenciosas, en las que la luna esta oculta entre las nubes esponjosas que cubren el cielo nocturno prediciendo lluvia para la mañana próxima… En estas circunstancias el ojicafé se despertó sobresaltado, agitado como si acabara de correr y transpirando a pesar del frío que se filtraba por la ventana entreabierta… se sentó en la cama respirando entrecortadamente y luego encendió la luz intentando calmarse…

-Una pesadilla…-dijo en un murmullo casi inaudible- Sayo…

Volvió a recostarse prácticamente dejándose caer sobre la cama mientras depositaba la mirada en el techo… un sueño, eso era, solamente un mal sueño… suspira aún algo angustiado… cada vez las cosas tenían mas sentido, y si eso significaban sus palabras de despedida?... Lo mas extraño de todo es que podía recordarlo con increíble detalle… cada cosa, cada letrero, cada médano… no había el estado alguna vez allí antes? El lugar le resultaba terriblemente familiar…el castaño cerró los ojos intentando conciliar el sueño para así evitar pensar, pero la imagen de la muchacha se aparecía una y otra vez en su mente perturbándolo…y si fuera cierto? …No…ella no podría hacer algo así…sería incapaz…

-Pero se como llegar…-murmura para sí mientras se cubría la cabeza con la almohada- No pierdo nada con ir…-sale precipitadamente de la cama y se viste casi de forma automática, busca su campera y guantes y la moto con la que sale a la calle, una vez afuera, enciende el motor y comienza a viajar… tanto su mente como su medio de transporte iban a iban a una velocidad asombrosa…temía no llegar a tiempo…

Y si me necesita? Si quiere que este con ella? –Pensaba lleno de preocupación- Debe estar bien…tiene que estarlo…

Después de cuatro horas de viaje, llega al pequeño pueblo costero que le traía tantos recuerdos de Souzou, Mar del sur, donde casi todos los veranos solían ir juntos a pasar una semana de las vacaciones calurosas…Por lo tanto conocía cada rincón de ese sitio, no era muy grande y estaba seguro que las repetidas imágenes de la cantante que había visto horas antes eran de allí... solo se había guiado por un sueño, tal vez sus ansias por verla mezcladas con la persistente angustia que permanecía en él desde que había vuelto a soñar con hechos de su pasado que creía haber dejado atrás, habían dado como resultado esa fatídica pesadilla… si, eso debía ser…pero ya que había llegado hacia allí, como un idiota, atraído por sus temores y debilidades…. Tanto costaba ir a echar un vistazo para asegurarse?...

Desacelero y fue cuidadosamente bordeando la playa…recordaba exactamente el lugar, frente a un pequeño bar nocturno que era el único que iluminaba la costa ya entrada la noche…desde lejos pudo verlo, no había cambiado en nada, seguía con sus luces rojas encendidas dispuestas siempre a llamar la atención para atraer curiosos…

Dejó la moto junto a este y miró al mar que estaba calmo… la luna se reflejaba en el enorme espejo de agua mientras las pequeñas estrellas aportaban algo mas de luz al lugar… Finalmente suspiró aliviado, no había rastros allí de la chica, era como creía solo se trataba de un mal sueño al que no debió prestarle atención…

En eso se sobresaltó al sentir la respiración agitada de alguien detrás de él, al voltearse vio a Shougo… este estaba un poco pálido y alterado, como si hubiese salido corriendo de algún sitio…

-Er-es…Sanosu-ke?...-hablaba de forma entrecortada por la falta de oxigeno, enseguida el morocho asintió- Ella… ella…-agregó apresurado- sabía que vendrías…

-Sayo…-respondió él como reflejo- donde esta? Donde esta ella?-agregó alarmado tomándolo de los hombros-

-Dijo que saldría a dar una vuelta cerca de aquí… y me dejó esto para ti…-explicó mientras buscaba en sus bolsillos hasta finalmente encontrar un sobre que le dió al joven frente a él- Pero ya pasó mas de una hora… y no regresó…

-Que no volvió?...-agregó extrañado el castaño de cabello desordenado-

-Se portó algo extraña conmigo… me preocupa que pueda hacer alguna locura…-suspira- irá a buscarla…

-Yo también iré! –agregó el otro decidido-

- Será mejor que te quedes aquí, podría volver…-asiente para sí y mira hacia la costa- Espera mientras recorro el lugar… creo que se donde puede estar…

Al ojicafé no le quedó mas que asentir ante las ordenes del hermano mayor de la chica, cuando este se va, se sienta en la arena con la vista fija en la enorme extensión de agua que tenía frente a él… su corazón latía apresurado…estaba preocupado por Sayo… se sentí totalmente impotente, allí sentado, sin poder colaborar en nada… aprieta sus puños molesto consigo mismo arrugando así el sobre que aún tenía en la mano derecha, la carta que la joven había escrito para él.

Abrazaste mis abrazos
vigilando aquel momento,
aunque fuera el primero,
lo guardara para mí.

Miró el sobre intentando imaginar el contenido… la secreta combinación de letras que la muchacha de ojos verdes había usado para hablar con él…con él? Porque con él?...Y si allí había información que servia para encontrarla? Suspiró negándose a la idea de que se tratara de una nueva despedida y abrió casi con nerviosismo el sobre.

Las frases se mezclaban en la mente de un confundido Sanosuke, quien a medida que avanzaba cada vez comprendía menos, finalmente el liquido salado que asomaba por los espejos de sus ojos le impidió terminar de leer la frase final de la carta… se cubrió el rostro con el dorso de la mano mientras con la otra aferraba el trozo de papel que acababa de mostrarle una parte, un pequeñísimo fragmento de la joven que ahora lo desesperaba más que antes.

-No… no puede hablar en serio…ella no lo haría… Sayo…-las palabras salían de sus labios en un murmullo bajísimo, inaudible para cualquiera que anduviera cerca, era como si se hablara a si mismo, intentando calmarse, tratando de crear una verdad diferente a la que el papel decía, una realidad agradable y feliz, en que volvería a ver a la chica sonreír…

Si hubiera venido antes… si no hubiera dudado tanto…-se repetía para si a modo de reproche-

Unos momentos después levantó la cabeza con lentitud y volvió a fijar la vista en el mar… su vista seguía nublada por las lagrimas que rodaban por su rostro hasta perderse en la arena… hacia cuanto que no sentía su corazón tan pesado?... Se sobresaltó al creer ver una sombra entre la calma de la extensión cristalina, haciéndolo poner de pie prácticamente de un salto renovando sus esperanzas de hallar a la cantante.

Si pudiera volver a nacer
te vería cada día amanecer
sonriendo como cada vez,
como aquella vez.

El muchacho de ojos oscuros dio rápidos pero torpes pasos hasta la orilla donde sintió cómo el agua mojaba sus zapatillas…hundió su vista en el difuso horizonte en el que con algo de dificultad volvió a encontrar la silueta de antes ahora mas cercana y definida, podía ver que se trataba de una joven delgada de cabellos largos que bailaban en la brisa de la madrugada…tragó saliva entre alarmado, exaltado y feliz… Se apresuró a caminar adentrándose en el agua salina que a penas le llegó hasta las rodillas cuando estuvo detrás de la chica…ella parecía no haber notado su presencia, ya que miraba perdida el horizonte que se confundía con el espejo de cristal azulado.

Sayo, quien se sobresalto al oír la agitada respiración de alguien detrás de ella giró la cabeza encontrándose frente a frente con el rostro del chico que la miraba en silencio… su rostro mostraba seriedad, como siempre, sombrío, inmutable…porque nunca podía saber que era lo que pasaba por su mente?

-Sa-Sanosuke…-murmuró ella entre asustada y sorprendida, el joven de ojos penetrantes asintió sin producir un solo sonido- que…que haces aquí?

-Mh… digamos que me trajo un presentimiento…

La chica bajó la vista sin saber que decir… estaba algo avergonzada …sentía su cuerpo temblar, y como sus piernas se doblaban intentando hacerla caer al suelo… tal vez era efecto de la bebida… o de las pastillas… o simplemente de los extraños nervios que la habían invadido al ver a el castaño allí.

-Estas bien? –exclamo Sanosuke al ver que Sayo se tambaleaba, temiendo que cayera la toma por los hombros con firmeza.

-Solo algo mareada…-susurra ella mientras comenzaba a ver borroso…el rostro del ojicafé cada vez se veía mas difuso, y su voz se oía mas lejana…

-Sayo? – dijo con una voz algo mas fuerte notando que la chica comenzaba a perder la conciencia.

-Sanosuke… perdóname… te hago pasar un mal momento…-sonríe levemente- no te preocupes, no volveré a molestarte…

-No digas tonterías! Si me molestaras no habría venido…-su voz sonaba preocupada-

-Me alegra eso…que estés aquí…ahora…conmigo…-cae de rodillas al agua perdiendo por completo sus fuerzas, el chico junto a ella sin saber muy bien como debía actuar la abrazó por impulso apoyando la cabeza de la ojiverde sobre su pecho…podía sentir como su respiración se hacia mas pausada con el pasar de los segundos…

-Sayo… que hiciste?...-murmuró sintiendo su voz temblar.

-Ya no te preocupes… aunque te cueste creerlo, es lo mejor…-respondió ella mientras cerraba los ojos entregándose al sueño.

Al notar que el silencio de la chica se prolongaba, Sano la apartó un poco para mirarla y notó que estaba inconsciente, pero parecía seguir mal… con cuidado la tomo en sus brazos sacándola del líquido azulino que había mojado casi toda su ropa, al levantarla vio caer algo del bolsillo de la castaña y con cuidado se arrodillo a recogerlo para descubrir que se trataba de un frasco transparente que estaba vacío, al rotarlo pudo leer la etiqueta… claro, eso era, como no imaginarlo?...dejó caer el recipiente y miró el rostro de la chica que comenzaba a palidecer a una velocidad sorprendente… no la dejaría morir, no de ese modo, tenia que impedirlo y debía actuar rápido, antes de que fuera demasiado tarde.

El día de la despedida
de esta playa de mi vida
te hice una promesa:
volverte a ver así.

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Muerte…Separación del cuerpo y el alma…finalización del ciclo vital del individuo… Distanciamiento eterno de toda realidad material, de todo ser humano vivo que pudimos conocer a lo largo de nuestro tiempo sobre la tierra. Paso a una nueva estancia, que nadie puede asegurar que sea buen o mala, dolorosa, agradable o eterna… Motivos, muchos. Enfermedad, amor, pena, desesperación, abandono, incapacidad, dolor, locura…

Existen dos clases de muertes, la inevitable y la que esta en manos de un ser humano con la capacidad de elegir, esta última se puede impedir. Una persona que tiene en sus manos la vida de otra o la suya debe saber las consecuencias que traería la perdida de ese ser, que es único y sagrado. Es prácticamente imposible que una muerte no cause dolor, mayor o menor, siempre lo provoca y es un daño irremediable que tarda en sanar hasta dejar una pequeña cicatriz en el corazón que jamás termina de sanar.

Por eso, la vida es invaluable, pura… Cualquier vida merece respeto y cuidado, así como toda muerte merece ser velada y en caso de ser necesario, investigada y ajusticiada.

"...Si pudiera volver a nacer te vería cada día amanecer sonriendo como cada vez,
como aquella vez…"

Mi bufanda…mi bufanda a rayas…

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N/A: Otro chap terminado…si, este es algo triste, pero me gusta bastante como quedo…creo que me explayé demasiado en las descripciones, y que los sucesos van algo lentos… no se! A mi me gusta así, pero tal vez les resulte algo aburrido.. jeje me gusta darle profundidad a cada personaje… se que este capitulo parece algo dramático, en especial por los dos párrafos finales… pero bueno! Esta parte es así… Espero sus comentarios a favor o en contra de mi estilo narrativo, y del argumento, eso me ayuda a mejorar! También, claro esta, se aceptan ideas! Jaja gracias por leer!

Dedicado a Maeryx (hnita mágica verde) que anda medio triste…no te preocupes, ya va a pasar todo lo malo para darle lugar a lo bueno! ) TKM!