Capítulo trece, Conversación a media noche.
Aunque ya buena parte de Hogwarts sabía que Lily Evans sería elegida premio anual, el sorprendente nombramiento del bastante problemático James Potter (líder del grupo más subversivo que Hogwarts había visto en muchos años) había sido un shock para todo el colegio… el mismo James incluido.
Claro, su mejor amigo se había encargado de burlarse de su "logro" en todo lo que llevaban de año… diciendo hasta que había deshonrado el nombre de los merodeadores… hasta que se lo pensó mejor y se dio cuenta que podía usar aquello en su favor, para zafarse de uno que otro castigo.
Lily y Victrix estaban sentadas en su esquina usual de la Sala Común, mientras Lily hacía un ensayo larguísimo para Runas Antiguas y Victrix buscaba unas definiciones para Estudios Muggles… o más o menos.
- Vic… Vic… ¡VIC! - gritó Lily. Su amiga dio un brinco.
- ¡La respuesta es Merlín! - exclamó Victrix como reflejo. Lily soltó una risita.
- Vic, ve al dormitorio… ya es la tercera vez que te quedas dormida encima de tu tarea - dijo Lily. Victrix negó con la cabeza.
- No pienso acostarme a las diez un viernes.
- Ya, porque quedarse despierta haciendo tarea es muchísimo mejor - dijo Lily, alzando las cejas -. Vete a dormir. No te estás perdiendo de nada.
Victrix la miró por un momento, luego asintiendo. Recogió sus cosas.
- Creo que tienes razón - dijo -. Hasta mañana.
Lily le dirigió una sonrisa y volvió a su tarea, mientras Victrix subía al dormitorio.
Después de un rato la sala común quedó en un silencio absoluto. La pelirroja miró a los dos lados y se dio cuenta que estaba sola…
- Hola Lil - dijo una voz desde atrás de ella.
Bueno, quizás no completamente sola…
- Hola James - dijo ella, volteándose hacia él y sonriéndole. Él le devolvió la sonrosa.
- ¿Te molesta si me siento contigo? - preguntó James. Ella negó con la cabeza y él se sentó a su lado, trayendo sus propios libros.
- ¿El merodeador principal solo en la sala común un viernes en la noche? - preguntó Lily, alzando las cejas -. ¿Estás perdiendo tus facultades, Prongs?
James rió suavemente.
- Quizá - dijo. Negó con la cabeza -. No me queda otra opción… Remus salió con Bastet, me imagino que ya sabías eso… Pete tiene una cita… - James rió al ver la expresión de Lily -. Sí, eso mismo dijimos nosotros. Es impresionante, pero él también sale. Y, bueno, Sirius carga una gripe horrible y se fue a dormir temprano… así que estoy solo. Aparte de que tengo que adelantar lo de Runas Antiguas - terminó, encogiéndose de hombros.
- Yo también estoy haciéndolo - dijo Lily, señalándole el pergamino en el que estaba trabajando -. ¿Necesitas apuntes?
- No, gracias, casi termino - dijo él -. Ahora creo que me va a tocar hacerle la tarea a Padfoot, el maldito flojo ese está usando la excusa de sentirse demasiado mal para hacerla él mismo.
- ¿Se la vas a hacer? - preguntó Lily, alzando las cejas. James suspiró.
- Lo más posible - dijo, negando con la cabeza -. Tengo muy poco poder de discusión contra mis amigos, especialmente con Sirius. No le puedo pelear las cosas.
La pelirroja soltó una risita.
- Sí, me imaginé. Así parece - dijo ella, asintiendo -. A mí me pasa lo mismo con Victrix - agregó después de un rato. James sonrió.
- Sí, también se nota - le guiñó un ojo -. Parece que esos dos tienen el mismo modus operandi.
- Probablemente comparten más que un par de formas de pensar - dijo Lily. James bufó.
- Oh, vamos, no tú también - dijo el chico -. Moony parece estar total y absolutamente convencido de que Sirius y Victrix tienen algo…
- Eso es porque lo tienen - dijo Lily, haciendo mucho énfasis en la última palabra -. Vamos, J, no puede ser que no lo veas…
- Claro que sí lo veo, Sirius lleva años enamorado de Vic - dijo James, como restándole importancia.
- … y ella de él - terminó Lily. James asintió.
- Ya, pero, Sirius nunca se atrevió a decirle… de hecho, una vez me dijo que no invitaba a salir a Vic porque temía que le dijera que era peor opción que el calamar gig… - James paró en seco, recordando con quién estaba hablando. Avergonzado al resonar en su memoria el eco de Lily diciéndole que prefería salir con el calamar gigante antes de con él… James bajó la mirada y siguió haciendo la tarea de Runas Antiguas.
Lily sintió su cara ponerse de todos los colores. Recordaba perfectamente el día en que había dicho aquello: estaban a orillas del lago y James y Sirius habían empezado a hechizar a Snape sin ningún motivo. Aquello había molestado tanto a la chica que había insultado a James más que nunca… le parecía que estaba siendo un completo imbécil, por no mencionar injusto.
Aún así, James la había defendido, solo momentos después, del ataque verbal del Slytherin.
Lily se había arrepentido de insultarlo sólo momentos después… a final de cuentas, Snape también solía hechizar a James sin ninguna razón aparente.
La chica se mordió el labio, y luego suspiró.
- James… - dijo. Él subió la vista, todavía con cara de incómodo -. Siento… siento haberte dicho eso - Lily hizo una pequeña pausa -. De hecho, siento haberte dicho todas las cosas que he dicho… eh, siempre. No te conocía, y… bueno, realmente no tengo excusa. Te juzgué mal al principio, y lo siento muchísimo.
James se la había quedado mirando, impresionado.
- Gracias, Lil - dijo después de un momento de silencio, sin saber qué más decir.
Ya que empecé, me puedo terminar de tragar el orgullo y punto, pensó Lily. Lo miró por un momento y suspiró de nuevo.
- Y, bueno… no preferiría salir con el calamar gigante antes que contigo - dijo ella, en voz baja -. De hecho… quizá… es posible que… digo… - un rubor bastante fuera de su personalidad normal -… quizás seas, en realidad, bueno, más o menos la mejor opción… este, bueno… hay una posibilidad… creo… eres un chico genial, James. Y… quizá… bueno, no estaría saliendo demasiado mal si fuese tu novia.
Cuando terminó de hablar, casi no se podía distinguir entre el pelo de Lily Evans y su cara: estaban prácticamente del mismo color.
A su lado, James Potter tenía los ojos y la boca muy abiertos, como un pez fuera del agua. Estaba total y absolutamente perplejo.
Tragó saliva y suspiró.
- ¿QuieseriraHogsmeadecombigoñamana? - preguntó con voz queda, hablando muy, muy rápido.
Lily tardó un momento en procesar lo que acababa de decir, porque honestamente había sonado como cualquier cosa excepto una frase humana.
Eventualmente, después de una pausa, cuando ya había regresado a su color normal, entendió.
- ¿Cómo en una… cita? - preguntó, aún no demasiado segura. Asintió lentamente -. Entonces… sí, sí quiero ir a Hogsmeade contigo mañana.
Lily estaba más o menos tan avergonzada como podría estar… pero, en realidad, llevaba tiempo esperando que, como hacía en años anteriores, James la invitara a salir. Y, aunque había necesitado un pequeño empujoncito, finalmente lo había hecho…
- Fantástico - dijo el chico, con expresión especialmente alegre. Hizo el punto final a su trabajo de Runas Antiguas, mientras Lily guardaba sus útiles en su morral: había terminado haría unos cinco minutos.
- Creo que voy a dormir - dijo ella, sonriéndole y levantándose. James asintió e hizo otro tanto.
- Creo que voy a hacer lo mismo - dijo. Lily alzó las cejas.
- Pensé que Sirius tenía tarea por terminar…
- Pues que se ha haga otra persona, yo tengo cosas más importantes en la cabeza - dijo James, guiñándole un ojo. Ella rió suavemente, y asintió.
- Hasta mañana - dijo, dándole un beso en la mejilla.
- Hasta mañana Lil.
Se sonrieron entre sí y cada quien se dirigió a su dormitorio.
Aunque James y Lily no se habían dado cuenta, dado el hecho que estaban cubiertos por la capa de invisibilidad de James, había dos personas que los habían estado observando por un rato. Remus y Bastet salieron de la capa y se miraron con iguales expresiones de triunfo: finalmente estaba pasando… y casi se oían los coros angelicales cantando "aleluya".
En ese momento, en el dormitorio de chicos de séptimo, Sirius Black abrió los ojos. Llevaba unas dos horas con sueño muy ligero, despertándose de cada rato por sus propios tosidos, sintiéndose muy mal.
Pero eso no era lo que lo acababa de despertar esta vez. Se había tomado una poción anti-tos para unas ocho horas, y había caído dormido de nuevo… pero, ahora, algo lo sacó de su sueño: una lucecilla azul, casi imperceptible, titilaba en su reloj.
- Hmm - dijo en voz baja, sintiéndose tan muerto de sueño como un inferius despertado en su siesta. Miró el reloj por otro momento, y sacudió la mano. La luz se desvaneció -. ¿Qué coño fue eso? - murmuró, aunque más por reflejo que lo que realmente le importaba la respuesta.
Menos de un minuto después, cuando James entraba al dormitorio, ya Sirius se había vuelto a quedar dormido, y sus ronquidos uniformes llenaban la habitación.
James, ignorando por completo el ruido de fondo, se tiró en su cama y miró al techo un buen rato, con una sonrisa anchísima cubriéndole la cara. Cuando entró Remus a la habitación tampoco le hizo el menor caso, tenía la mente así de perdida…
Pensaba en esos ojazos verde esmeralda que le habían sonreído hacía sólo minutos.
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Muy bien, ya lo sé, el capítulo es dolorosamente corto, pero qué les puedo decir, mis capítulos largos suelen contener líneas y líneas de diálogos entre Sirius y Victrix, y decidí no ponerlos demasiado en este capítulo, para que no opacaran a Lily y a James. En todo caso, a pesar de la casi inexistente longitud del chap, me gusta, y así se queda.
Muchísimas gracias a Gerulita Evans y a Saria Black por sus reviews, espero que les guste este capítulo, aunque contrario a mis costumbres Sirius sólo tenga cinco palabras de diálogo…
En todo caso…
REVIEWWWWWWWWWWWWWWW…
You know you want to ;)
