.. .. .. ignotus spatium .. .. ..

Estaba oscuro cuando se despertó de nuevo. Ya no tenía tanto calor. Estaba muy adormilado. Le costó recordar que no estaba en casa, que estaba en el hospital. Luego recordó a Rukawa, y se giró. Allí estaba él, sentado en una silla con la cabeza entre las manos, con una pose de desesperación, llorando.

Todo eso le parecía sumamente surrealista. Por un momento pensó en si ese sería otro de sus sueños, pero luego se dio cuenta que de ser así no se haría esa pregunta. Así que decidió decir:

-¿Kitsune?

El muchacho de cabello negro levantó la cabeza, su rostro mostraba sorpresa, luego alegría, y finalmente se levantó y se le lanzó encima.

-¡Ayy!.¿pero que haces zorro apestoso?- le gritó Hanamichi como en sus peores peleas sobandose el vientre adolorido.

En ese momento Rukawa se separó de él rápidamente se levantó, y con cara de pánico se lo quedó mirando.

-Dime que es una broma-dijo cerrando los ojos y apretando los labios

-¿Una broma?- Hanamichi no entendía a que se refería.- ¡Eso tu que me has aplastado!

-¡ Hhhhh ! Lo siento, no pensé en eso...-dijo Rukawa bajito.

Hanamichi no entendía nada. Primero el zorro llorando, luego le salta encima¿y después le pide perdón? Pero no acabó allí su sorpresa. Que aumentó en cuanto el kitsune volvió a acercarse a él, pero esta vez para besarlo. ¡.¿En los labios?.!

No podía negar que eso le gustaba. El Kisune era sumamente tierno, pero apasionado; le besaba como si fuera a irse para siempre, con tanto amor, tanta calidez, y deseo. Esa sensación le era familiar. ¡Entonces lo entendió! No lo había soñado. Ellos ya se habían dicho que se gustaban la noche anterior en el pasillo. Y luego iban a volver, pero él se encontró mal, y...

-¿Qué pasó?- preguntó el pelirrojo rompiendo el beso.

-¿Que qué paso? que eres un Do'aho por levantarte de la cama sin el suero, y yo un necio por permitir que corrieras en tu estado.

-¿Eh?

-Se te abrió la herida con el esfuerzo, te desmayaste, y llevabas dos días sin despertar.- En ese momento Rukawa volvió a abrazarse a él, con mucho cuidado.

Hanamichi notó que Rukawa arrancaba en una especie de llanto silencioso y espasmódico en sus brazos.

-¿Lloras por mi?- dijo incrédulo Hanamichi cuando Rukawa pareció calmarse un poco.

-Claro, "snif" ¿por quien si no?- Kaede se retiró un poco, acarició el rostro de Hanamichi, y tras secarse las lágrimas, le dijo:- no sabían cuando despertarías, tuviste mucha fiebre, y todo por mi culpa.

-Shhh, la culpa... es mía. Debí haberte dicho que, ... en cuanto tu me lo dijiste, yo debí,... De ese modo no habría tenido que salir corriendo a por ti.- Dijo el pelirrojo y después de eso lo besó.

-Duerme conmigo- le susurró Hanamichi a Kaede después de un rato.


iGNoTuS SPaTiuM: espacio de tiempo indefinido.