Capítulo segundo.
Lily atravesó la calle para mirar el departamento que rentaban en el edificio de enfrente. La agente de bienes raíces, quien continuaba hablando por teléfono, miró a la chica con espanto.
Luego te llamo.- dijo la mujer, y colgó su celular.- ¡Señorita Del Valle!
La agente atravesó corriendo la calle. Lily ya había entrado en el edificio.
¿Qué sucede, señorita Del Valle?.- preguntó la agente de bienes raíces, quien estaba muy cerca de una crisis de espanto.
Quiero investigar sobre este anuncio.- respondió Lily, entregándole el anuncio de "SE RENTA DEPARTAMENTO" a la mujer.
¡Ay, no!.- dijo la mujer.- No creo que esto sea lo adecuado para usted... Conozco este departamento, tiene tres meses queriéndose rentar pero nadie lo ha tomado y mire que es excelente... Por algo ha de ser...
Quizás porque ese departamento está esperándome a mí.- replicó Lily, mirando a la mujer con una firme determinación.
La agente suspiró y marcó el número de teléfono que venía en el papel. Lily husmeó un poco en el edificio. La planta baja estaba totalmente ocupada por la cochera y cada departamento tenía un espacio reservado. El lugar era agradable y limpio y se sentía un ambiente de prosperidad...
Ya sé por qué no se ha rentado.- dijo la agente de bienes raíces, cuando colgó el teléfono.- El contrato se hace mes por mes, no por año.
¿Y eso?.- Lily se sorprendió.
No lo sé, la persona que me contestó no me lo quiso aclarar.- la agente se encogió de hombros.- Una tragedia familiar o algo así...
Ya veo.
¿Está interesada en ver el departamento? Para pedir la llave.- preguntó la mujer.
Si no estuviera interesada, no estaría aquí.- replicó Lily.
La agente de bienes raíces se dirigió al departamento 1 y le pidió la llave a la persona que le abrió. Después, la mujer condujo a Lily por las escaleras hasta el último piso, para ver el departamento 10.
Tienen elevador.- dijo la mujer, jadeando.- Pero en estos momentos le están dando mantenimiento.
Por mí no hay problema.- Lily se veía de lo más fresca.
Llegaron al fin al departamento 10 y la agente abrió la puerta. Lily se sorprendió muchísimo, el lugar era realmente agradable. Estaba amueblado con muy buen gusto, aunque la decoración en sí dejaba algo que desear, pero eso a Lily no le importaba: ella era decoradora de interiores y podría darle al sitio su toque personal. Lily y la agente recorrieron la sala, la cocina, el baño, el dormitorio, el sitio era realmente acogedor.
Creo que este departamento le pertenecía a un hombre.- comentó la agente de bienes raíces.
Eso se nota.- replicó Lily, al ver un montón de revistas de sóccer (y dos que tres de Playboy) amontonadas en una mesa.
Al fondo del departamento había una pequeña puerta. Lily la abrió, curiosa, y se topó con una escalera de caracol. La subió y de pronto se encontró en la azotea del edificio, desde donde se podía apreciar una vista hermosísima de la ciudad de Hamburgo.
¡Wow!.- la agente de bienes raíces se había quedado sin aliento.- Es hermoso...
Sí, lo es.- suspiró Lily, feliz. Las azoteas siempre habían sido su punto débil, a ella le encantaban.
Y me parece increíble que tenga su propio acceso.- comentó la agente.
Decidido, me quedo con este departamento.- dijo Lily.
Señorita Del Valle, no creo que sea prudente.- comentó la agente.- Como le dije, el contrato es mes por mes, en algún momento el verdadero dueño regresará y...
No me importa.- Lily se encogió de hombros.- Si el verdadero dueño regresa, me voy y ya.
Como usted guste... .- suspiró la agente.
La mujer hizo el trámite correspondiente, Lily firmó el contrato y ese mismo día ya se encontraba instalada en su nuevo departamento. La chica no llevaba muchas pertenencias, solo su ropa, sus objetos personales, sus libros, Cridhe (su violín Stradivarius, su única propiedad valiosa, regalo de su tía Julieta quien sabía su pasión por el violín), y Yue, su perro labrador color chocolate. Esa misma noche, Lily le llamó a su tía para informarle que había encontrado un lugar.
Me da gusto, querida.- dijo Julieta Del Valle.- ¿Ya buscaste trabajo?
Aun no.- negó Lily.- Primero me ocupé en buscar hogar, luego me encargo del trabajo.
Ya, pero han pasado tres meses desde que llegaste a Hamburgo.- suspiró Julieta.- Me preocupas, ¿sabes?
Ya, no te estreses.- replicó Lily.- Aun tengo suficiente dinero en el banco. Ganaba muy bien en México, ¿lo olvidaste?
Está bien, ya no te digo nada.- dijo Julieta, con otro suspiro.- Es solo que me preocupa que estés sola... Me hubiese gustado que te quedaras conmigo un tiempo más...
Gracias, July, pero no podía seguir ahí, sentía que estaba haciendo mal tercio contigo y con Lasse... .- musitó Lily.
Sabes que a Lasse nunca le ha molestado tu presencia, corazón.- respondió Julieta.- No lo pongas de pretexto...
Será lo mejor para todos.- replicó Lily.- Tengo que continuar con mi vida...
En eso tienes razón...
Y además, no estaré sola. Cridhe estará conmigo.- Lily rió.- Y Yue también.
Claro. De cualquier manera, si necesitas algo... Llámame.- dijo Julieta.
Gracias, July, lo haré.- Lily colgó el teléfono.
Lily suspiró. Su tía siempre se preocupaba demasiado por ella... Julieta Del Valle siempre había estado muy al pendiente de su sobrina favorita, Lily, aunque la relación entre ambas parecía más bien la de dos hermanas que la de tía y sobrina. Y no era de sorprenderse, considerando que Julieta solo era dos años mayor que Lily... Lily había llegado a Alemania a vivir con Julieta, quien trabajaba como profesora de Historia de la Música en la Universidad de Hamburgo, pero Lily se sentía mal porque Julieta constantemente recibía la visita de Lasse Nordenström, profesor de violín en la misma Universidad y actual pareja de su tía. Eso, y el hecho de que necesitaba un poco de soledad, habían obligado a Lily a buscar un nuevo hogar...
Lily encendió la televisión y sintonizó un canal de películas, después fue a la cocina a prepararse un sándwich y a servirle a Yue un poco de alimento en su plato. Por supuesto, a Lily le dio un poco de sed y regresó a la cocina por un vaso de jugo. Sacó el envase del líquido del refrigerador, se sirvió un poco de jugo y cuando cerró la puerta, se dio la vuelta y... Se topó cara a cara con un hombre alto y musculoso, que usaba una gorra roja en la cabeza...
Lily gritó.
Y Genzo también lo hizo...
¿Qué hace usted aquí?.- gritaron Lily y Genzo al unísono.
Genzo estaba atónito. Frente a él se encontraba una chica de largo cabello castaño oscuro y ojos negros, vestida con un conjunto deportivo azul claro. Lily estaba asustada. Frente a ella se encontraba un muchacho de cabello negro y ojos oscuros, quien estaba vestido como para una cita (exceptuando por la gorra roja), con pantalones vaqueros y una camisa negra de manga larga.
¡Éste es mi departamento!.- dijeron Lily y Genzo, al unísono.- ¿Cómo es que entró?
¿Qué? No. Éste es mi departamento.- replicó Genzo.
¿Es su departamento?.- inquirió Lily.- Ay, no, nos han tomado el pelo...
¿Qué dice? ¡Claro que no!.- exclamó Genzo, enojado.
¿Qué rayos estaba pasando? Genzo no lo entendía. ¿Por qué había una chica a mitad de su cocina? ¿Y sirviéndose jugo? Es más, ¿desde cuándo tenía él jugo de manzana en el refrigerador? Quizás la muchacha era una acosadora... O lo más seguro, una ladrona... Pero no, la chica no tenía cara de nada de eso... De hecho, Genzo pensó que la muchacha era muy bella y que tenía una mirada fascinante...
Quizás nos rentaron el departamento a los dos.- gruñó Lily.- Pretextando eso del contrato por mes... ¡Vaya manera de estafarnos!
¿Qué? No.- negó Genzo.- Este departamento es mío. Yo lo compré, no puede estar en renta...
Pues yo firmé un contrato hace un par de horas.- replicó Lily.- Para que me renten este departamento por un mes...
Debe ser un error.- gruñó Genzo.- O una trampa. Llamaré a la policía...
Genzo se dio la vuelta y salió de la cocina. Lily, aterrada, lo siguió.
¡No, espera!.- gritó Lily, pero cuando salió al pasillo, no había nadie... Ni ahí, ni en la sala, ni en el dormitorio...
Únicamente se encontraba Yue, quien no dejaba de ladrar como desesperado...
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Esmeralda La Salle, una linda psicóloga mexicana de cabello negro y rizado y ojos color verde esmeralda, estaba preocupada por su amiga. Ésta había cambiado mucho en el último año, después del trágico suceso que la obligó a irse de México. Esmeralda se había puesto muy feliz cuando su amiga le dijo que se iría a Hamburgo a vivir, pero ahora estaba preocupada. En vez de liberarse, Lily parecía enclaustrarse aun más...
Hola, Esme.- saludó Lily, sentándose frente a Esmeralda en la mesa que ella ocupaba en el café.
Hola, Li-chan.- sonrió Esmeralda.- ¿Cómo estás?
Loca.- bufó Lily.- Creo que ya me volví loca...
¿Por qué?.- Esmeralda se sorprendió.
Porque vi a un hombre.- bufó Lily.
¿Viste a un hombre?.- Esmeralda aplaudió.- ¡Qué maravilla! ¡Ya era hora! Pensé que serías una eterna solitaria, después de que me cancelaste la cita que te hice...
No seas mensa.- interrumpió Lily.- Vi a alguien que no existe. Vi a un fantasma pues, para que me entiendas...
¿Un fantasma?.- Esmeralda estaba sorprendida.- ¿Y eso? ¿Quién era?
Yo que sé.- gruñó Lily.- Nomás de buenas a primeras ese tipo se apareció en mi departamento. Me dio un susto de los buenos...
Ay, no.- murmuró Esmeralda, triste.- Ya te volviste loca...
Es lo que te estoy diciendo.- Lily miró a su amiga con cara de "hello con tu hello".
Te hace falta salir más, conocer a otras personas.- dijo Esmeralda.- No puedes permanecer encerrada por siempre...
¿Y por qué no? ¿Qué daño me hace?
¿Qué daño te hace? ¡Pues ya empiezas a tener visiones!
Touché...
Lily ordenó un café. Esmeralda removió con una cucharilla lo que quedaba de su té.
Tú eres psicóloga.- dijo Lily.- Ayúdame.
Ya te lo dije: debes salir más, conocer a otras personas.- contestó Esmeralda.- No has llevado un duelo saludable y eso te está afectando...
¿Y cómo se supone que debo de llevar un duelo saludable?.- suspiró Lily, poniéndose triste.- Nunca me haré a la idea...
Li-chan, la vida continua.- Esmeralda le sonrió a su amiga.- Y tú también debes hacerlo... Y sobre lo de tu "fantasma", repítete a ti misma que solo es un producto de tu mente retorcida...
Quizás tengas razón... .- murmuró Lily.- Cambiemos el tema. ¿Cómo está tu novio?
Bien.- sonrió Esmeralda.- Está feliz de estar aquí.
¿Cuánto tiempo lleva aquí?
Tres meses.
¡Vaya! Sí que tiene vacaciones.- Lily rió.
Esa noche, al regresar a su departamento, Lily decidió intentar poner en práctica lo que Esmeralda le recomendó, en el caso de que su "fantasma" apareciera... Sin embargo, Lily cenó y se bañó en paz, y ella pensó que el "fantasma" se había marchado. La chica entró a su dormitorio y miró con curiosidad la pila de revistas de fútbol que había sobre la mesa.
Vaya que le gustaba el sóccer al inquilino anterior.- musitó Lily, tomando una revista del montón.
¡Deja eso ahí!.- gritó Genzo, detrás de ella.
Lily se asustó tanto que dejó caer la revista al suelo y se dio la vuelta. Frente a ella estaba el mismo hombre de la noche anterior, mirándola enojado.
¿Qué haces tú aquí, otra vez?.- preguntó Genzo, enojado.
Lo mismo te iba a preguntar... .- susurró Lily.
Ya te lo dije: Tú no vives aquí... .- comentó Genzo, cruzándose de brazos.
Y tú no eres real.- replicó Lily.- Tú eres solo un producto de mi imaginación...
¿A veces te sientes confundida?.- Genzo cambió el tono de su voz por uno más suave, como si se hubiese dado cuenta de que hablaba con alguna enferma mental.
Sí... .- respondió Lily.
¿Perdida? ¿Cómo que no encuentras tu lugar?
Más o menos...
Quizás por eso tengas en tu mente la idea de que vives aquí... .- murmuró Genzo.
Lily no sabía quién estaba más loco, si ella o él, aunque al final de cuentas la loca de remate debía ser ella por estar viendo a alguien que no estaba ahí...
Tú no vives aquí.- repitió Genzo.- Éste es mi departamento.
Tú no eres real.- repitió Lily.- Solo eres el producto de mi imaginación...
¡Por supuesto que soy real!.- Genzo se indignó.- ¡Y vivo aquí! Mira, ahí en la mesa de noche verás mi foto y...
Genzo se interrumpió. En la mesa de noche no había ninguna foto... De hecho, no había ninguna fotografía en todo el departamento...
¿Qué hiciste con mis fotografías?.- Genzo se puso muy serio.
¿Cuáles?.- se sorprendió Lily.- No había ninguna cuando yo me mudé...
Esto ya fue suficiente.- dijo Genzo, terminantemente.- Ahora sí llamaré a la policía y al hospital psiquiátrico.
Genzo salió con paso firme de la habitación. Pero apenas acababa de cruzar la puerta cuando desapareció, como si se hubiese desvanecido en el aire...
Lily estaba atónita. Ahora sí estaba firmemente convencida de que estaba perdiendo la cordura...
Notas:
Lily Del Valle, Esmeralda La Salle y Julieta Del Valle son personajes creados por Lily de Wakabayashi.
Lasse Nordenström es un personaje creado por Samael Bene Elohim.
Los personajes de Captain Tsubasa son creados y pertenecen a Yoichi Takahashi y Shueisha ®.
