Capítulo séptimo.

Genzo se "apareció" muy de mañana. Lily aun estaba dormida con un brazo sobre la cabeza. Genzo la contempló un largo rato, analizando lo que sentía en esos momentos. En un principio, Genzo había pensado que Lily era una terca mula algo desequilibrada mentalmente (y no está tan lejos de la realidad XD) pero conforme la fue conociendo se fue acostumbrando a su lado dulce y a su envolvente ternura.

"Válgame, ¿desde cuando soy tan cursi?", pensó Genzo. "Todo esto de ser un fantasma me está haciendo perder el juicio... ".

Y sin embargo, él había llegado a una decisión: cuando regresara a su cuerpo, buscaría a Lily para darle las gracias de alguna manera, quizás invitándola a cenar o algo así. Genzo no sabía que su corazón buscaba pretextos para seguir viendo a Lily... El sol salió y Lily se removió entre sueños, volteó su rostro hacia un sitio en donde no le lastimara el sol en la cara y siguió durmiendo. Genzo sonrió. Yue entró a la habitación, moviendo la cola.

No hagas ruido.- le dijo Genzo a Yue.- Hay que dejarla dormir un poco más.

Genzo decidió ir al hospital a verse (qué frase más rara). En el hospital sorprendentemente se encontró al doctor Stein charlando con un grupo de médicos afuera de su habitación.

Éste es uno de mis casos más difíciles.- dijo el doctor Stein a los galenos.- El paciente es conocido mío, un gran muchacho con un futuro promisorio... Tuvo un accidente automovilístico hace tres meses y ha estado en coma desde entonces...

¿Tres meses en coma?.- se sorprendió una doctora.- Ha pasado mucho tiempo...

Al principio pensamos que él se recuperaría.- suspiró el doctor Stein.- Pero el tiempo pasó y él no mostró señales de mejoría...

Quizás ya sea la hora de dejarlo ir... .- comentó otro doctor.

Eso me temo...

"¿Cómo que ya es hora de "dejarme ir"?", pensó Genzo, preocupado. "¡No pueden estar hablando en serio!".

Los médicos entraron al cuarto. Genzo los siguió. Varios doctores revisaron a Genzo, le hicieron varias pruebas y uno a uno todos movían la cabeza, apesadumbrados.

No hay mucho por hacer.- comentó la doctora que había hablado primero.

No hay muchas esperanzas.- dijo el otro doctor.

Creo que es hora de que hable con sus familiares.- musitó el doctor Stein.

Los galenos salieron del cuarto. Genzo estaba asustado. ¿Acaso lo dejarían morir?

No pierda la esperanza, doctor Stein.- pidió Genzo, al médico.- Yo no me doy por vencido, ¡usted no lo haga!

Enfermera Fritz, por favor localíceme a Touya Wakabayashi.- le dijo el doctor Stein a la enfermera.- Dígale que necesito hablar con él.

Touya llegó al hospital al poco rato, y con él venían Taro, Tsubasa y Sanae. El doctor Stein los hizo pasar a su oficina.

Los he mandado llamar por un motivo.- dijo el doctor Stein a los jóvenes.- Como ustedes saben, han pasado más de tres meses desde el accidente y Genzo ha estado en coma desde entonces.

Lo sabemos.- bufó Touya.

Y su estado no mejora, es más, sus signos comienzan a decaer... .- continuó el doctor Stein.

Lo sabemos... .- suspiró Taro.

Lo que significa... Que quizás Genzo ya no despierte del coma...

Estas palabras del doctor Stein fueron seguidas por un silencio absoluto. Genzo no podía creer lo que oía.

¿Qué significa eso, doctor?.- preguntó Tsubasa.

Que es hora de pensar en desconectarlo del respirador.- respondió el doctor Stein.

¿Cómo dice?.- preguntó Sanae.- ¡Pero entonces, si hacemos eso, Genzo ya no podrá respirar y morirá!

A eso me refiero.- asintió el doctor Stein, decaído.- Genzo no se va a recuperar. No tiene sentido el seguirle prolongando la vida y mantenerlo como un vegetal...

¡No puede estar hablando en serio!.- gritó Genzo.- ¡Está hablando de mi vida, no puede desconectarme así como así!

Por supuesto.- añadió el doctor Stein.- Nosotros no podemos desconectarlo sin una autorización escrita por parte de sus familiares. Por eso lo hice venir, señor Wakabayashi.

Quiere que yo firme la autorización.- dijo Touya.

Sí. por supuesto, si ustedes están de acuerdo... .- asintió el doctor Stein.

De verdad, doctor.- insistió Sanae.- ¿Ya no queda ninguna esperanza?

¿No hay probabilidades de que Genzo se recupere?.- inquirió Tsubasa.

¿No hay ya nada que se pueda hacer?.- preguntó Taro.

Se ha hecho todo lo humanamente posible... .- murmuró el doctor Stein.

Taro, Tsubasa y Sanae voltearon a ver a Touya. Éste contemplaba el vacío, sin decir nada.

Debo consultarlo con el resto de mi familia.- dijo Touya, después de un rato.- Yo no puedo tomar una decisión así sin preguntárselo primero a mis padres y hermanos...

Entiendo.- asintió el doctor Stein.- Además, quizás ellos quieran despedirse antes de que lo desconectemos...

¡NO SOY UN MALDITO REFRIGERADOR!.- gritó Genzo, fuera de sí.- ¡NO ME PUEDEN APAGAR COMO SI FUERA UN APARATO QUE YA NO SIRVIERA!

Pues eso sería todo.- dijo el doctor Stein.- Si gustan, pueden pasar a verlo...

Eso nos gustaría.- asintió Sanae.

Taro, Tsubasa y Sanae entraron a la habitación de Genzo. Touya prefirió quedarse afuera.

Vamos, amigo.- insistió Tsubasa.- Debes despertar. No puedes dejarte vencer por esto...

No he dejado de luchar.- murmuró Genzo, a un lado de Tsubasa.

Por supuesto, éste no lo escuchó.

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Lily despertó con el sonido del teléfono. Ella, algo enfurruñada, contestó.

¿Hola?.- dijo Lily, amodorrada.

Li-chan.- era Esmeralda.- ¿Cómo estás?

Dormida.- refunfuñó Lily.- ¿Qué quieres?

Uh, ándale con tu mal genio matutino.- replicó Esmeralda.- Solo quería saber cómo estás. La última vez me preocupaste mucho...

¿La última vez?.- Lily no entendió.

Sí, aquella vez que te comportaste extraña en el bar...

¡Ah!.- con esto, Lily despertó.- Ya. Estoy mejor, de veras. Aquella vez tenía cólico menstrual y por eso me comportaba así. Ya ves que cuando a mí me da cólico, me da fuerte.

¿De verdad?.- Esmeralda aun dudaba.

Créeme, Esme.- Lily rió.- Ya estoy mejor. Incluso, creo que he seguido tu consejo y decidí seguir adelante. Ya estoy lista para dejar lo de Elliot atrás...

¿En verdad?.- Esmeralda no se esperaba eso.- ¿Y qué te hizo pensar eso tan repentinamente?

No lo sé.- Lily suspiró.- Ayer hablé de eso con un buen amigo y creo que me sirvió de mucho. Me sentí liberada y lista para poder seguir adelante...

¿Qué amigo?.- quiso saber Esmeralda.

¿Cómo dices?

Sí, que con qué amigo hablaste sobre Elliot.

¡Ah! Pues con un buen amigo que hice en el edificio...

Lily sonrió al recordar a Genzo.

Ya veo.- dijo Esmeralda, aliviada.- Me da gusto saber que estás superando tu depresión... Bueno, pues solamente quería saber cómo sigues. Debo irme al hospital...

¿Al hospital?.- se preocupó Lily.- ¿Te sientes mal?

No. Voy a ir a visitar a un amigo que está en muy mal estado... .- respondió Esmeralda.

¡Oh, lo lamento mucho!

Gracias. Te veré después, ¿ok?

Claro. Cuídate y gracias por preocuparte.- dijo Lily.

Para eso estamos las amigas.- rió Esmeralda.

Lily colgó el teléfono. Pensó en el amigo que Esmeralda iría a visitar. "¿A ella no se le aparecerá el espíritu de su amigo?", pensó Lily, divertida. La chica se levantó de la cama de un salto y se dirigió al baño a darse una larga ducha. Genzo llegó cuando ella cantaba en la regadera.

¿En dónde está ella, Yue?.- le preguntó Genzo al fiel perro.- No dejaste que Hans la secuestrara, ¿o sí?

¡Guau!.- ladró el perro.

Yue se dirigió al baño y le ladró a la puerta.

Ya, Yue.- respondió Lily.- No canto tan mal...

No, no lo haces.- dijo Genzo, atravesando la puerta del baño.

¿Qué haces aquí?.- gritó Lily, avergonzada, asomando su cabeza a través de la cortina del baño.

Pensé que ya te habías acostumbrado a mi presencia- señaló Genzo, con picardía.- Además, ya te dije que me encanta el aroma de tu shampoo...

¡Pero eso no te da derecho a espiarme mientras me baño!.- gritó Lily, colorada.

O vamos, si no es la primera vez que lo hago y antes no te habías quejado...

¡GENZO!

¡Era broma, era broma!.- Genzo rió.

¡Maldito depravado pervertido!.- gritó Lily, arrojándole a Genzo la botella de su shampoo.- Ahí tienes. Llévate mi shampoo y lárgate de aquí.

No es el shampoo lo que me hace estar aquí.- replicó Genzo, con una voz tremendamente sexy.

Ya lárgate.- Lily quería que se la tragara la tierra.- ¡Ya deja de espiarme!

Está bien, ya me voy.- Genzo se dio la vuelta y se dispuso a atravesar la puerta.- Pero no sé por qué te avergüenzas, si no tienes absolutamente nada de qué estar apenada...

Lily se puso coloradísima a más no poder. Mientras ella acababa de bañarse, Genzo se puso a jugar con Yue.

Tu ama tiene muy mal genio.- le dijo Genzo al perro.- ¿Así la aguantas?

¡Guau!.- ladró Yue.- ¡Guau, guau!

Sí, tienes razón.- sonrió Genzo.- Es maravillosa, a pesar de lo mula que es...

En esa ocasión, Lily se puso unos pantalones de mezclilla y una camiseta de tirantes azul cielo con dibujos de nubes, y el cabello se lo recogió en las sien derecha con unos broches de mariposa.

Ya se te está haciendo costumbre el espiarme en el baño.- gruñó Lily.- Eres un pervertido.

Sabes que no me atrevería a espiarte.- replicó Genzo muy serio.

No te creo...

No te espiaría pero quizás sí echaría un buen vistazo...

¡Pervertido!

Lily se preparó un sándwich de mermelada.

¿Fuiste al hospital?.- preguntó Lily, dándole una mordida a su sándwich.

Sí.- Genzo recordó todo y se deprimió.

¿Qué pasó?

Piensan desconectarme.- dijo Genzo, enojado.- Piensan hacerlo como si yo fuera un maldito aparato...

¿Qué dices?.- Lily gritó indignada.- Eso significa que...

Piensan dejarme morir.- contestó Genzo, en voz baja.- Los médicos decidieron que ya no mejoraré y quieren desconectarme...

¡No pueden estar hablando en serio!.- gritó Lily, arrojando su sándwich al plato.- ¡Tú no estás muerto!

El ímpetu con que ella dijo estas palabras conmovió a Genzo. Al principio, Lily quería convencer a Genzo que estaba muerto y ahora proclamaba que estaba vivo...

¿Pero cómo se los hacemos entender?.- preguntó Genzo.- Ellos no me pueden ver... Nadie me puede ver. Solo tú...

Y yo te ayudaré.- dijo Lily, terminantemente.- No dejaré que te desconecten. No te dejaré morir.

Aun hay una esperanza.- suspiró Genzo.- Mi hermano Touya hablará con el resto de mi familia para ver si deciden dejarme vivir o dejarme morir...

Touya es el hombre que estuvo ayer en tu habitación, junto con los dos pequeños, ¿cierto?.- dijo Lily.

Sí.

Podría hablar con él.- sugirió Lily.- Y tratar de convencerlo de que no te desconecte...

Es una buena idea.- aceptó Genzo.- De hecho, es la mejor que tenemos...

No perdamos más el tiempo.- Lily terminó su sándwich de un bocado.- Vamos inmediatamente.

Lily se puso una chaqueta de mezclilla y salió, no sin darle de comer a Yue antes para evitar que se comiera los muebles. Al salir a la calle, Genzo se paró enfrente de Lily.

¿Qué ocurre?.- preguntó ella.

Gracias.- dijo él, sonriendo.

¿Por qué?

Por ayudarme.- respondió Genzo.- Por estar conmigo...

Ya te lo dije.- Lily también sonrió.- No te dejaré morir.

Genzo estaba seguro. Lily era la clave de todo.

Notas:

Este fic resultará cortito, no pienso meterle más cosas locas de mi cosecha, pues cuando hago eso luego no hallo cómo terminarlos ¬¬.