Capítulo décimo.
Lily regresó muy triste al apartamento. Ella estaba que no la calentaba ni el sol, le había fallado a Genzo...
Lo lamento.- susurró Lily al espíritu de Genzo.- Hice todo lo que pude, en verdad...
No tienes por qué disculparte.- replicó Genzo.- Hiciste tu mejor esfuerzo y eso te lo agradezco... Al menos se hizo todo lo que se pudo...
Debe haber algo más que se pueda hacer.- insistió Lily.- ¡No puedo dejarte ir!
Creo que ya lo hemos intentado todo.- replicó él.- No queda nada más por hacer...
Lily suspiró. El sol de la tarde se colaba por las ventanas de la sala. El día casi terminaba y el final se acercaba... El doctor Stein había anunciado que Genzo sería desconectado del respirador cerca del mediodía, lo que significaba que le quedaban de vida poco más de 12 horas... Ya no habría tiempo para hacer nada más...
¿Quieres que intentemos ponernos en contacto con alguien más de tu familia?.- sugirió Lily.
No.- negó Genzo.- Me quedan menos de 24 horas de vida. Quiero hacer algo de lo que nunca hice y siempre quise hacer...
Lily le sonrió a Genzo. Ella le dijo que estaría dispuesta a hacer todo con tal de que él fuese feliz. Genzo expresó sus deseos de ir al teatro al aire libre, caminar por el parque a la luz de la luna y contemplar la ciudad desde lo alto. Lily cumplió todos y cada uno de esos deseos, feliz de al menos poder pasar junto a él los últimos momentos de su vida. Genzo se dio cuenta, con mucho dolor, de que él y Lily se estaban comportando como lo hubiesen hecho un par de novios.
"Ojalá te hubiese conocido antes", pensó Genzo. "Ojalá hubiese tenido la oportunidad de saber de ti antes del accidente...".
Y de repente, un pensamiento vino a él: ¿No sería Lily el asunto que él había dejado pendiente? El planeta entero se lo decía. Era un lenguaje difícil de explicar pero muy fácil de comprender... Era como si al estar con ella el mundo se detuviera... Incluso, el hecho de que solo Lily pudiese ver a Genzo lo decía todo...
"Si tú eres mi asunto pendiente", pensó Genzo. "Hallaré la forma de concluirlo. ¿Pero de qué hablo? Si tú eres mi asunto pendiente, me encargaré de que nunca termine... Ahora lo sé, lo único que quiero es estar a tu lado, para siempre...".
Y era como si el planeta estuviese de acuerdo con eso. Genzo podía sentirlo, los árboles, las estrellas y hasta el mismo viento se lo decían...
"Quisiera saber qué fue lo que dejaste pendiente", pensó Lily. "Si lo completaras, podrías regresar a tu cuerpo... Y nunca me dejarías...".
Cuando Lily y Genzo regresaron al departamento a contemplar las estrellas desde la azotea, Lily llevó a Cridhe y acompañó la velada con varias canciones, incluyendo "Can´t help falling in love with you". Genzo estaba fascinado...
No sé qué es más bello, si la noche o la melodía de tu violín... .- murmuró él.- O tú misma...
Jajaja, no inventes.- Lily se ruborizó.
Es la verdad.- Genzo sonrió.
Él contempló la ciudad, la cual se veía hermosa de noche, completamente iluminada y reluciente, cual enorme diamante.
Compré este departamento por la vista.- comentó él.- Cuando subí aquí y vi este panorama, supe que era lo que buscaba.
Es hermoso.- asintió Lily.
Siempre pensé que algún día traería a alguien para que arreglara el sitio como un jardín.- rió Genzo.- Para que fuese más agradable el estar aquí...
Quizás algún día pueda ayudarte.- sugirió ella.- Cuando regreses a tu cuerpo y todo se arregle...
No has perdido la esperanza, ¿verdad?.- él sonrió.
No.- ella le devolvió el gesto.- Porque un hombre como tú, con tanta fuerza de voluntad y determinación no puede morir así. Sé que encontrarás la manera de concluir tu asunto pendiente. Y sé también que regresarás a tu cuerpo a tiempo...
Fue en ese momento. Genzo sintió el golpe más fuerte que nunca... Y supo que Lily era lo que le hacía falta...
Aun recuerdo cuando le pedí a Lasse que me ayudara a componer esta canción.- comentó Lily, luego de un rato.- Fui tan descarada como la vez que le pedí que me diera clases de violín.
¿Te refieres a Lasse Nordenström?.- inquirió Genzo, sorprendido.- ¿El famoso violinista?
Sí. Es novio de mi tía July.- asintió Lily.- Yo desde hace mucho tiempo tenía muchos deseos de aprender a tocar el violín, porque esa melodía que compuse y que escuchaste en el estadio resonaba en mi mente desde hacía mucho tiempo y no hallaba cómo expresarla... Lo curioso es que la inspiración necesaria para componer esa canción me llegó aquí, en Alemania...
¿Y eso?
No lo sé.- suspiró ella.- Desde que llegué a aquí, sentí algo extraño, como si mi vida estuviese a punto de tener un gran cambio...
Genzo no dijo nada, solo miró a Lily de una manera muy profunda. Mucho más tarde, ya de madrugada, Lily y Genzo se acostaron en la cama, con el cuarto en semipenumbras. Ella extendió su mano y él la tocó. Nuevamente, la conexión que había entre ellos se hizo patente...
Ahora estoy más que seguro.- murmuró él, sin dejar de tocar a Lily.- Era mi destino el conocerte... Ahora sé que tú eres mi asunto pendiente...
Lily sonrió. Las horas transcurrieron lentamente, como si el tiempo se hubiese apiadado de los amantes que no querían separarse... En la madrugada, Genzo se quedó dormido. La mano de Lily nunca había dejado de sostener la de él...
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Taro estaba deprimido. Uno de sus mejores amigos moriría dentro de pocas horas y no había nada que él pudiese hacer para impedirlo... Tsubasa y Sanae se sentían tan mal como él... E igual de impotentes...
No puedo creer que Genzo vaya a morir.- Sanae lloraba lágrimas silenciosas.- No puedo creer que sea cierto. Tiene que ser un mal sueño...
Es increíble que no haya nada más qué hacer.- suspiró Tsubasa.- Tanta tecnología, tanto avance médico y no se pudo hacer nada más...
Era como si su espíritu hubiese abandonado su cuerpo.- comentó Taro.- Como si Genzo se hubiese ido muy lejos...
¿Cómo si su espíritu hubiese abandonado su cuerpo?.- repitió Sanae.- Yo sentí lo mismo... Sé que es ridículo pero así lo sentí...
Quizás no sea ridículo.- negó Tsubasa.- Quizás sea la verdad. Quizás es cierto que Genzo ha dejado de estar en él.
Quisiera saber cómo podemos ayudarlo.- musitó Sanae.
Creo que ya es demasiado tarde.- replicó Tsubasa, decaído.- Mañana lo desconectarán...
El celular de Taro sonó. Él se disculpó y se dispuso a contestar el teléfono. Se trataba de su novia.
¿Hola?.- dijo él.- ¿Cómo estás?
¿Taro?.- respondió ella.- ¿Qué pasó con Genzo? ¿Qué les dijo el doctor?
Malas noticias.- suspiró él.- Mañana desconectarán a Genzo de los aparatos...
¡No puede ser!.- exclamó ella.- ¡No pueden dejarlo morir!
Eso es lo mismo que todos hemos estado diciendo.- musitó Taro.- Pero no hay nada más que podamos hacer...
¿Nada? ¿Ni una segunda opinión?.- insistió ella.
No. Ya lo vieron los mejores neurólogos de Alemania.- respondió Misaki, alicaído.- Lo desconectarán mañana a las doce del día... Tsubasa, Sanae y yo iremos a despedirnos de él, ¿quieres venir?
No.- negó ella.- No me gustaría ver a Genzo morir... ¿Sabes? Es una verdadera lástima que todo esto haya pasado...
Lo sé.- musitó él.
¿Y sabes qué es lo que más mal me hace sentir? Que no pudimos conseguir que él y mi amiga se conocieran... .- ella estaba muy triste.
Sí, es una lástima.- murmuró Taro.- Aun me pregunto qué hubiese pasado si no le hubiésemos concertado esa cita a ciegas...
No te sientas culpable.- pidió ella.- De todas maneras ella la canceló. Además, ninguno hubiese podido prevenir lo que pasaría...
Taro suspiró. Él se había sentido culpable por el accidente de Genzo. Después de todo, Misaki había invitado a Genzo a la casa de su novia para poder presentarle a la amiga de ella. Si Taro no hubiese concertado esa cita a ciegas, Genzo no hubiese tenido ese accidente... La novia de Taro también se había sentido culpable, pero como era psicóloga pronto trató de borrar de su alma y de la de él cualquier sentimiento de culpa.
Nosotros no sabíamos que eso pasaría.- dijo ella.- Además, él sufrió el accidente a la salida del estadio de Hamburgo. Quizás de todas maneras lo hubiese tenido...
Taro sabía que su novia tenía razón, pero aun así no podía evitar guardar dentro de él ese terrible sentimiento...
Ya no te sientas mal.- repitió ella.- ¿Quieres que esté mañana contigo?
No, gracias.- negó Taro.- Si tú no quieres estar presente, no te puedo obligar...
De acuerdo.- asintió ella.- De cualquier manera, si me necesitas, háblame...
Claro.- dijo Taro.- Te amo.
Y yo a ti.- ella colgó el teléfono.
Sanae y Tsubasa miraron a Taro con curiosidad.
¿Irá ella mañana?.- preguntó Tsubasa.
No.- negó Taro.- Dice que prefiere no hacerlo...
Ya veo.- asintió Sanae.- Entonces solo estaremos los tres...
Nosotros tres, y su familia.- comentó Misaki.- Las personas que más lo queremos en este mundo...
Tsubasa miró la fotografía que tenía en una mesita, con tristeza. En ella, Genzo, Taro y él aparecían muy sonrientes y felices, con sus sendas medallas de campeones del Mundial Sub-19 colgadas del cuello...
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Touya no sabía ni qué pensar. Sakura prácticamente le había dado a entender que Genzo sí había estado presente la vez que Lily Del Valle juró ver su espíritu.
"Es una locura", pensó él. "Quizás Sakura solo se imagina cosas..."
Y sin embargo, recordó lo que todo el mundo decía acerca de que las almas de los niños podían ver los espíritus. Quizás Sakura había visto el espíritu de su tío... Quizás Genzo sí había estado junto a Lily, rogándole a Touya que no lo desconectara...
"Pero ya es muy tarde para dar marcha atrás", pensó Touya. "La autorización está firmada y todo está preparado...". Y Touya muy pronto se arrepintió de su ligereza de pensamiento. "¿Cómo es posible que haya podido pensar eso? ¡Estoy hablando de mi propio hermano! ¡De su vida! Si hay la más mínima oportunidad de que Genzo pueda recuperarse, debería de hacer todo lo posible para que se cumpla... ".
Touya decidió decirle lo que sospechaba a Kenji y a Hana. Y ambos, aparte de sorprenderse, estuvieron de acuerdo con Touya: era una completa locura, pero Lily Del Valle podría tener razón... Y mientras hubiese la más mínima posibilidad de que Genzo se recuperara, ellos tendrían que hacer todo lo que estuviese en sus manos para conseguirlo.
Sin embargo, Akira Wakabayashi acabó con todas las esperanzas.
No puedo creer que realmente crean en eso.- les reprochó Akira a sus hijos.- Sé cuánto desean que Genzo se recupere, yo también lo deseo. Pero creer que su espíritu está buscando la manera de regresar es una tontería...
Hana, Kenji y Touya habían decidido comentarle a sus padres sobre lo que pensaban. Y se habían arrepentido de eso...
Sé que no es fácil para ustedes.- continuó Akira Wakabayashi, con la voz cargada de dolor.- Tampoco lo que es para mí. Pero debemos estar unidos y pensar coherentemente sobre lo que es lo mejor para Genzo...
Touya, Kenji y Hana asintieron. Sabían que su padre tenía razón...
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Julieta Del Valle estaba sumamente preocupada por su sobrina. Una amiga suya, que trabajaba como enfermera en el Hospital General de Hamburgo, le había comentado a Julieta que Lily había actuado una escena en el hospital: aparentemente, Lily le había gritado algo al hermano de un conocido jugador. La amiga de Julieta le explicó a ésta el caso de Genzo, y le comentó que el muchacho sería desconectado porque no presentaba mejoría. Lo que más alarmó a Julieta fue el hecho de que Lily se hiciera pasar como novia de Genzo.
No sabía que tu sobrina era la novia de ese jugador.- comentó la enfermera.
Yo tampoco lo sabía.- negó Julieta.- Creo que Lily me ha ocultado muchas cosas...
Julieta colgó el teléfono y miró preocupada a Lasse.
¿Qué ocurre?.- preguntó él.
Creo que Lily podría estar volviéndose loca.- musitó Julieta.
La pelirroja le contó a Lasse sobre lo ocurrido. Lasse también se preocupó mucho por Lily.
Se ha estado comportando de una manera extraña los últimos días.- dijo Julieta.- Lo de la plaga, los silencios, el hecho de que ya casi no viene para acá... Y ahora esto...
Debemos hablar con ella.- sugirió Lasse.- Quizás necesita nuestra ayuda...
Julieta asintió y tomó nuevamente el teléfono para intentar hablarle a Lily. Pero nadie contestó el teléfono del departamento y el celular de Lily estaba apagado. Julieta se desesperó.
Debemos ir a buscarla.- le dijo a Lasse.- Puede necesitar nuestra ayuda.
Tranquilízate, por favor.- pidió Lasse.- Lily no es ninguna niña, sabe cuidarse sola. Ella debe estar haciendo todas estas cosas extrañas por alguna razón. Confía en ella.
¿Y si necesita nuestra ayuda?
Ella misma nos la pedirá.
¿No me acabas de decir que quizás Lily necesite nuestra ayuda y que deberíamos hablar con ella?.- Julieta miró a su novio con cara de "hello con tu hello".
Eso dije, sí.- sonrió Lasse, algo apenado.- Pero tampoco debemos volvernos locos si Lily no contesta el teléfono. Debeos esperar un poco y después volveremos a insistir. Te repito, Lily ya no es una niña, ella estará bien.
Julieta asimiló lo dicho. Lasse tenía razón, Lily ya no era una niña...
Mi amiga me dijo que mañana desconectarán de los aparatos a Genzo Wakabayashi.- comentó Julieta.- Y estaré presente, por si Lily intenta hacer una locura.
Lasse asintió. Sabía que no podría convencer a su novia de que hiciese lo contrario.
Notas:
¡Bu! Bueno, pues faltan dos capítulos para el final, cometí un pequeño error de cálculo (para variar ¬¬) y alargaré el fic un capítulo más.
Por cierto, obvio que entre Lily y Genzo no pasó nada, no vayan a ser malpensados ¬¬
