Capítulo undécimo.
Cuando Genzo despertó, Lily lo miraba con dulzura. Estaba ya bastante avanzada la mañana y Lily ya se había bañado y arreglado y parecía estar lista para salir.
Buenos días.- sonrió ella.- ¿Estás listo?
¿Para morir?.- refunfuñó él, algo adormilado.- Creo que nunca se está listo para eso...
No, tonto.- ella rió.- Para escapar.
La ultima palabra hizo que Genzo despertara completamente.
¿Escapar?.- preguntó él, mirando a Lily como si se hubiese vuelto loca.- ¿De dónde?
Del hospital.- respondió ella.- Me desperté con una idea en la mente: voy a secuestrarte.
Genzo miró a Lily con muchísima sorpresa. Ahora sí que se había vuelto loca...
¿Secuestrarme?.- preguntó Genzo.- ¿Oí bien?
Sip.- Lily no dejaba de sonreír.- Te secuestraré. Me robaré tu cuerpo.
(Mira tú ¬¬)
No hablas en serio, ¿o sí?.- Genzo no estaba muy seguro de que en realidad hubiese escuchado lo que Lily le había dicho.
Claro que sí.- replicó Lily.- Si me robo tu cuerpo, podré retrasar tu muerte.
¿Y eso como sería?
Fácil. Si tu cuerpo no está en el hospital, no pueden desconectarte.- explicó Lily.
Bueno, eso es verdad... .- Genzo lo pensó unos momentos.- Pero, ¿cómo le harías para sacarme del hospital sin que nadie me vea? ¿Y qué pasará con todos los cuidados que deba de tener?
Detalle, detalles... .- musitó Lily.
También necesitarías quién te ayude...
Eso no es problema. Y sobre los cuidados que necesitarás, pues ya averigüé sobre eso.- dijo Lily.- Lo único que necesito es tener un ventilador portátil para poder administrarte el oxígeno que necesitas a través del tubo que tienes en la garganta.
¿Cómo es que sabes todo eso?.- Genzo estaba sorprendido.
Mi papá es médico.- sonrió Lily.- Y le hablé hace media hora, preguntándole todas mis dudas.
Hablas en serio, ¿cierto?.- Genzo miró a Lily fijamente a los ojos.- Realmente estuviste considerando todas las posibilidades...
Sí. ya te lo dije: no te dejaré morir.- ella le sostuvo la mirada.
Era un plan de lo más descabellado, pero podría funcionar...
¿Y quién te ayudaría en esto?.- inquirió Genzo, mientras Lily se preparaba para llevar a cabo su loco plan.- Necesitarás a aun amigo que te apoye incondicionalmente en todo...
No hay ningún problema.- Lily rió.- Sé a quién llamar.
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Esmeralda se alegró mucho cuando Lily le llamó por teléfono, pero terminó por sorprenderse cuando ella le pidió ayuda para algo importante y no quiso ultimar los detalles por teléfono.
Por favor, Esme.- pidió Lily.- Necesito tu ayuda. Es algo muy importante, por favor, amiga...
Bueno.- suspiró Esmeralda.- Está bien, te ayudaré, Li-chan. ¿No es nada ilegal, cierto?
¡Gracias!.- Lily habló tan rápido que Esmeralda apenas y le entendió.- Te veo en el Hospital General de Munich en media hora...
Pero... .- Esmeralda quiso replicar, pero Lily ya había colgado.- ¡Ah! En fin...
Esmeralda suspiró. Lily era su amiga y si ella le pedía ayuda, Esmeralda haría todo lo posible. Lo que no le gustaba era la lista de cosas que Lily le pidió: varias bolsas grandes de basura y la vagoneta que conducía el hermano de Esmeralda.
"¿Para qué rayos querrá todo eso?", se preguntó la chica. "No tiene sentido".
Esmeralda llegó al hospital pasadas las once de la mañana. Ella recordó que a las doce un amigo suyo dejaría este mundo... Esmeralda trató de no pensar en eso y se preocupó por reunirse con Lily en el sitio que ella indicó, es decir, en la lavandería del hospital. Esmeralda llegó y buscó a su amiga con la mirada y no la vio, pero al pasar por una puerta sintió que alguien la tomaba del brazo y la jalaba hacia el interior.
¡Ah!.- se sorprendió Esmeralda.- ¡Suélteme!
¡Shh, no grites!.- pidió Lily.
¡Li-chan! ¿Qué hacemos aquí?.- preguntó Esmeralda.- ¿Qué es todo esto, qué es lo que quieres hacer?
Salvar a alguien.- respondió ella.- Por favor, no me hagas más preguntas, te prometo que cuando esto finalice te lo diré todo...
Lily tomó dos uniformes quirúrgicos y dos batas blancas y le dio un juego a Esmeralda, pidiéndole que se cambiara de ropa. Esmeralda tenía muchas ganas de preguntarle mil cosas a Lily pero se contuvo. Su amiga se veía realmente desesperada y Esmeralda, con su amplio entrenamiento en psicología, reconoció la urgencia de salvar algo muy importante en los actos de su amiga. Decidió ayudarla en todo lo que necesitara... Una vez que ambas chicas estuvieron vestidas como el personal del hospital, Lily guió a Esmeralda por el corredor y la condujo hasta el almacén, de donde Lily tomó un equipo de intubación y un ventilador portátil. Esmeralda tenía muchas ganas de hacer preguntas, pero Lily estaba tan concentrada en sus actividades que prefirió no hacerlo. Cuando las chicas se encontraron nuevamente en el corredor, Lily le pidió a Esmeralda que le ayudara a guiar una camilla hasta una habitación en el tercer piso del hospital. Esto fue suficiente para la mexicana.
Li-chan, me tienes que decir en este mismo instante qué rayos es lo que vamos a hacer.- pidió Esmeralda, deteniéndose.
Te lo diré.- respondió Lily.- Si prometes no tratar de detenerme...
Solo dímelo.- exigió Esmeralda.
Bien.- Lily suspiró.
Lily le contó a Esmeralda su loco y descabellado plan. De hecho, le contó todo, inclusive el hecho de que Lily podía ver al espíritu de Genzo. Esmeralda estuvo a punto de dar un grito. Estaba más que convencida de que Lily había perdido el juicio...
¿Estás loca?.- exclamó Esmeralda. En ese momento, ambas chicas llegaron al tercer piso.- ¿Sabes lo que nos podría pasar si nos cachan? ¡Nos meterían a la cárcel!
No nos descubrirán.- negó Lily.- Por favor, Esmeralda, te lo suplico. No puedo dejarlo morir, no a él... Tengo que hacer algo para salvarlo, sea lo que sea, no me importan las consecuencias... Lo único que deseo es salvarle la vida...
¿Esperas que te crea que puedes ver su espíritu?.- gritó Esmeralda.- ¡Has perdido el juicio!
¡Yo también creía que era imposible pero no lo es!.- replicó Lily.- ¡Y sé que no estoy loca, verdaderamente puedo ver a ese hombre y no puedo dejarlo morir! ¡Por favor, ayúdame!
Esmeralda suspiró. Estuvo a punto de negarse e ir a buscar a los guardias del hospital cuando Lily la hizo entrar a la habitación de Genzo. El espíritu de éste ya se encontraba ahí, junto a su cuerpo. Genzo había quedado con Lily en que ellos se verían en la habitación. Cuando Genzo vio a Esmeralda se quedó atónito... Y lo mismo le pasó a ella cuando vio el cuerpo de Genzo en la cama.
Míralo.- pidió Lily.- No podemos dejarlo morir...
¡No puede ser!.- exclamó Esmeralda.- ¡Es Genzo!
¿Esmeralda?.- musitó Genzo.- ¿Eres tú?
¿Lo conoces?.- le preguntó Lily a Esmeralda.- ¿La conoces?.- le preguntó después a Genzo.
Ella es la novia de mi amigo, Taro Misaki.- respondió Genzo, sorprendido.- ¿Cómo es que la conoces? ¿Ella es la amiga de la que me hablabas?
Él es uno de los mejores amigos de mi novio.- respondió Esmeralda.- No puedo creerlo...
¿Genzo es amigo de Taro Misaki?.- Lily no lo podía creer.- ¿Hablas en serio?
Sí.- asintió Esmeralda.- De hecho... Genzo es la cita a ciegas que Taro y yo te concertamos y la cual tú cancelaste, ¿lo recuerdas?
¿Genzo era mi cita a ciegas?.- exclamó Lily, atónita.
Tres meses antes, Esmeralda y su novio, Taro Misaki, le habían concertado una cita a ciegas a Lily con uno de los amigos de Taro, pero Lily la canceló en el último minuto...
¡Sí!.- gritó Esmeralda.- ¡Él era tu cita a ciegas! ¡Y recuerdo que no te insistí que volvieras a salir con él porque... !
Porque había sufrido un accidente... .- murmuró Lily.- Recuerdo eso...
Genzo no podía creer lo que acababa de oír. ¡Lily era la chica que él debió haber conocido la noche del accidente! ¡Entonces, sí estaba en su destino el conocerse! ¡Y Lily sí era su asunto pendiente!
Increíble.- murmuró Genzo.- Tú eres mi destino...
Genzo... .- murmuró Lily.- Por favor, Esmeralda, ayúdame. Tú sabes que quieren desconectarlo y no podemos permitirlo...
Pero los médicos han dicho que no pueden hacer ya nada más por él.- replicó Esmeralda.- ¿Por qué deseas tanto el salvarlo?
Porque no puedo dejarlo ir.- respondió Lily, muy seria.- No puedo perderlo... Novoy a perderlo.
Genzo se sintió muy conmovido y sonrió. Esmeralda miró a su amiga y también sonrió.
Te ayudaré.- dijo Esmeralda, decidida.- No puedo permitir que desconecten a Gen-san...
Lily sonrió. Ella desconectó a Genzo del ventilador de la habitación y lo conectó al ventilador portátil, usándolo como su padre le había enseñado. Iba a resultar un tanto complicado el que Lily y Esmeralda pudiesen pasar ellas solas el cuerpo de Genzo a la camilla, pero Lily recordó un viejo truco que le había enseñado su madre, quien era enfermera, sobre inclinar la cama para que resultara más fácil transportar el cuerpo.
Mientras tanto, el doctor Stein acompañado de la familia Wakabayashi, Tsubasa, Sanae y Taro, se dirigían hacia la habitación de Genzo y doblaron por el corredor justo cuando Esmeralda y Lily intentaban sacar la camilla de la habitación.
Oh, no... .- musitó Genzo, al ver a sus familiares y amigos.
¿Qué ocurre?.- inquirió Lily.
¿Qué está pasando?.- gritó el doctor Stein.- ¡Deténganse!
Eso es lo que ocurre.- contestó Genzo a Lily.
Ya nos cayó el chahuistle.- murmuró Lily, en español.
Me lleva... .- musitó Esmeralda.
¡SEGURIDAD!.- gritó el doctor Stein.
Pronto, dos agentes de seguridad se dirigieron veloces hacia las chicas. Esmeralda pensó con rapidez y empujó un carrito de medicamentos en el camino de los guardias.
¡Vete, Li-chan!.- gritó Esmeralda.- ¡Saca a Gen-san de aquí!
¿Esmeralda?.- inquirió Taro, sorprendido.- ¿Qué estás haciendo?
Pero Lily no se detuvo a ver lo que pasaba. Corrió con la camilla, acompañada por Genzo, quien se adelantó un poco para ver si Lily tenía el camino libre. Mientras tanto, el doctor Stein y los demás ya habían conseguido levantar la barrera que Esmeralda había puesto. Taro ya hablaba con ella para que tratara de aclararle la situación. A lo lejos aparecieron Julieta y Lasse, y al ver lo que ocurría corrieron hacia en donde estaban todos los demás.
¡Válgame!.- gritó Julieta.- ¿Qué es lo que Lily está tratando de hacer?
Creo que intenta robarse un cuerpo... .- musitó Lasse.- A juzgar por el lío que se está creando...
¡No puede ser!.- gritó Julieta.- ¡Te dije que debimos haber hablado con ella antes! ¡Lily, detente por favor!
Genzo se dio cuenta de que por el otro corredor por el que Lily quería escapar iban a todo correr otros tres guardias de seguridad. Genzo supo que todo estaba perdido...
¡No!.- gimió Lily.- ¡Por favor, no!
No hay otra cosa que podamos hacer.- musitó Genzo.- Hasta aquí llegamos...
Lily pronto fue acorralada. Los guardias los rodearon y ella detuvo la camilla, abrazándose del cuerpo de Genzo.
Suficiente.- dijo el doctor Stein.- Hasta aquí llegó, señorita.
Touya, Kenji, Hana, los señores Wakabayashi, Tsubasa, Sanae, Julieta y Lasse y hasta los propios Taro y Esmeralda miraron a la chica que abrazaba al joven dormido en la camilla. Lily comenzó a llorar. Genzo pronto notó que en el suelo había algo que se parecía mucho al tubo que él tenía en la garganta para respirar... Genzo vio su cuerpo y se dio cuenta de que ya no traía en la garganta el mencionado tubo... El aparato que marcaba los signos vitales de Genzo comenzó a pitar...
Lily.- dijo Genzo.- Creo que es el final... Lo presiento...
¿Qué? ¿NO!.- gritó Lily, mirando cómo el espíritu de Genzo comenzaba a desvanecerse.- ¡No te rindas, por favor! ¡No dejes que te arrastre, no te dejes vencer!
Lo siento.- murmuró él.- Esto es mucho más fuerte...
Genzo casi desaparecía. El aparato que marcaba los signos vitales anunció que Genzo había caído en paro cardiorrespiratorio (o sea, que el corazón dejó de latir, pues). Todos se quedaron atónitos...
¡NO!.- gritó Lily, llorando a mares.- ¡No me dejes, Gen, por favor! ¡Te amo!
Lily se inclinó y besó a Genzo en los labios. El espíritu de él se llevó la mano a la boca, sorprendido por el beso y por la declaración., justo antes de que desapareciera...
"Ahora estoy más que seguro. Era mi destino el conocerte...".
Sanae, Esmeralda, Hana y la señora Wakabayashi comenzaron a llorar. Julieta miró la escena con mucha tristeza... Touya, Kenji, Tsubasa, Lasse y el señor Wakabayashi agacharon la cabeza, apesadumbrados... El doctor Stein y los guardias de seguridad estaban sin saber qué hacer o decir... Lily seguía llorando...
Y de pronto, el milagro ocurrió. El aparato de los signos vitales volvió a pitar, anunciando que el corazón de Genzo volvía a latir... Todos miraron a Genzo, sorprendidos.
¿Genzo?.- inquirió Tsubasa.
La frecuencia cardiaca de Genzo siguió aumentando, hasta que llegó a lo normal. Y Genzo comenzó a respirar por sí solo... Todos se reunieron a su alrededor para presenciar el milagro... Y de pronto, Genzo se movió y abrió los ojos...
¡Genzo!.- gritó Tsubasa.- ¡Amigo, volviste!
Tsubasa.- murmuró Genzo, con voz ronca.- Sanae.
Estás de vuelta.- Sanae lloraba.
Todos los familiares y amigos de Genzo se reunieron alrededor de la camilla, llorando agradecidos. Lily no se separó de él. Touya la miró y sonrió.
Mira, Genzo, aquí está tu novia.- le dijo Touya a su hermano.- Lily, ¿la recuerdas?
Hola, de nuevo.- sonrió Lily.- ¿Cómo te sientes, Gen?
Pero Genzo miró fijamente a Lily, con mucha seriedad. Y después movió la cabeza de un lado a otro.
Lo lamento.- dijo él.- Pero no la recuerdo, señorita. Discúlpeme, yo no tengo una novia.
Se hizo un silencio absoluto. Lily sintió que el corazón se le rompía el pedazos... Todo el mundo clavó la mirada en ella... Y Genzo la miraba con mucha indiferencia...
¿Lily?.- aventuró Julieta.
¿Li-chan?.- inquirió Esmeralda.
Pero no obtuvo respuesta. Lily se dio la vuelta y se marchó por el corredor...
Notas:
¡Noticias! ESTE FIC AUN NO ACABA. Tuve un pequeño error de cálculo, por lo que decidí prolongar el fic un capítulo más. A mí no me molesta, espero que a ustedes tampoco. Entonces, si todo sale como lo planeé, el próximo capítulo sí será el final.
Un ventilador es un aparato que realiza las funciones normales de respiración de un ser humano cuando éste no puede respirar por sí solo debido a alguna enfermedad. En otras palabras, un ventilador realiza la función que deberían de hacer los pulmones. No vayan a pensar que estoy hablando de los ventiladores que echan aire para quitar el calor ¬¬
Por cierto, ya revisé el capítulo anterior y tenía varios errorcillos, por lo que decidí corregirlos, sugiero que lo vuelvan a leer porque sí fueron varios los errores que cometí en las conversaciones.