¿Quien Cree en el Amor?

Magdalia Daidouji: Konnichiwa! Muchas gracias a todos por haber leído este fic! Este es su ultimo capitulo y espero les guste, por cierto Muy Feliz día de San Valentín! X3

Nota: Drácula, Quien Cree en el Amor y La Princesa, son fics que su (Drácula que ya esta terminado) ultimo capitulo llevara por nombre "El Fin" por haberlos comenzado casi al mismo tiempo X3. XD así que por si después notaban esa similitud, aquí esta la respuesta.

Nota 2: Es mi fic… decido como las cosas pasan, porque viene de mi imaginación… jamás he aceptado ni aceptare ideas de otras personas, pero les agradezco aun así por querer hacerlo…lo mismo dije en mi fic de Drácula, no acepto ninguna clase de queja ni comentario de decepción ni de cómo les hubiera gustado mas, porque es en parte una falta de respeto hacia el autor (Desde mi punto de vista)…lamento sonar ruda cuando hago esta clase de notas, pero debo tomar seriedad porque se trata precisamente del ultimo capitulo de la historia y no se si sea importante para ustedes, pero para mi lo es, ya que le tengo mucho cariño a mis historias.

¿Quien Cree en el Amor?

Capitulo 13: El Fin

-Dos Años Después-

Ya dos años habían pasado desde que el noviazgo entre los jóvenes castaños había comenzado. En ese tiempo, el afamado empresario Li Syaoran conoció al verdadero amor, al darse cuenta que cuando pensó que había perdido a Meiling, creyó haberlo perdido todo…que nadie podría sustituirla ni juntar los fragmentos rotos de su corazón…pero se equivoco…ya que llego la persona que poco a poco, con todo el cariño y bondad que contenía se dedico a rehacer el corazón del ambarino y hacerle creer nuevamente en el sentimiento mas poderoso de todos…el amor. Y estaba seguro…que esa persona…definitivamente no tenía reemplazo…nadie podría igualarse a ella…y nada podría hacerle creer en el amor ciegamente como ahora ella lo hacía….de eso…ya no había duda.

-En el departamento del joven Li-

"¡S-Syaoran!... ¡Hooooeeee!"-gritaba Sakura quien se encontraba en la cocina del departamento, intentando hornear la cena, pero ya comenzaba a salir humo de la estufa, y eso definitivamente era algo de que alarmarse.

"¡Sakura, ¿¡Que sucede?"-llego el ambarino velozmente corriendo con suma preocupación .Vestía con sus pantalones negros de empresario y su camisa blanca pues recién había dejado el saco sobre uno de los sillones.

"¡Etto, ¡Lo lamento, ¡Yo…!"-trataba de excusarse, pero ya no podía hablar mas pues el humo ya se había extendido demasiado, entraba por su boca y había comenzado a cerrarle la garganta por lo que de inmediato puso ambas manos sobre su boca y nariz.

"¡Sal de la cocina!"-intentaba gritar Syaoran ya con su mano sobre nariz y boca…con la otra sujeto de un brazo a la castaña y la saco del lugar lo mas rápido que pudo pues veía que el humo le afectaba mas a ella que a el mismo. Tomo rápidamente un extinguidor que estaba justo cerca de la puerta de la cocina y sin siquiera mirar hacía adonde apuntaba guiándose simplemente por su memoria, apunto hacía donde creía se encontraba la estufa y dejo salir todo el gas posible del extinguidor para acabar con el humo y ahora fuego.

"¡S-Syaoran, ¿¡E-Estas bien?"-grito la de ojos jade esmeralda con preocupación, teniendo algunos problemas al pronunciar pues aun sentía algo de humo en su garganta.

"¡Syaoran!"-salió corriendo hacía la cocina al no escuchar respuesta…para que cuando estuviera apunto de entrar, la puerta de la cocina se abriera y la figura de un hombre un poco sucio y manchado por el gas que se convertía en "espuma", saliera y se topara instantáneamente con ella.

"¡Lo lamento!"- fue lo primero que grito al ver el serio rostro del castaño.

"Es mi tercera noche aquí y aun no puedo hacerte una rica cena…"-decía ella alzando su mirada hacía el pequeño lobo con cierta tristeza, un poco sonrosada por la vergüenza de no saber cocinar tan apropiadamente como lo deseaba.

"No te pedí que te mudaras conmigo para que me cocinaras…te lo pedí porque…"

"Para estar juntos…lo se… pero aun así…yo quería…"-decía la castaña con cierta tristeza mientras bajaba su mirada al suelo con timidez...solo quería ser una buena novia, aunque parecía querer tomar el papel de esposa.

Así es, después de dos años de amor, y de constantes reuniones en el trabajo del ambarino que le impedían ver con la frecuencia que deseaba a su flor de cerezo, le propuso mudarse a vivir con el, ya que Sakura vivía sola en su departamento…si ella realmente quería estar con el, entonces no dudaría en aceptar…y no lo hizo.

En ese tiempo le ofrecieron un puesto más alto que el de una secretaria, pero prefirió quedarse con el mismo trabajo, con el mismo jefe,…es decir…con su querido amor.

"Gracias…"-dijo repentinamente el castaño poniendo sus manos sobre las mejillas de la chica y aproximándose a darle un beso con ternura en la frente.

"Gracias a ti, Syaoran…llevaba muchos años viviendo sola…"-respondió Sakura con sus mejillas que ya comenzaban a brillar de rosa, pero no tanto como antes, cuando eran tan torpes en las cosas del amor y conquista, sin embargo ahora la vergüenza había logrado desaparecer poco a poco…sin embargo, con la timidez que llevaba la persona de cada uno, era imposible hacer que esas mejillas no se volvieran a tornar rosas.

Yinxy, la gata siamesa que pertenecía a Sakura se había mudado al departamento también, y al escuchar el comentario de la castaña, giro su mirada con ofensa hacía la chica y dejo un maullido en representación de su disgusto salir.

"¡Y-Yinxy…! ¡N-no me refería a ti!...Y-yo…hablaba de vivir sin ninguna otra persona…"-decía Sakura intentando justificar su previo comentario en el que había parecido ignorar la existencia de Yinxy en su vida, pero no era eso…ella había querido decir que llevaba muchos años sin la compañía de alguien que la quisiera.

El pequeño lobo simplemente sonrió con ternura al escucharla y le vio con ojos de querer.

"Tomoyo me había ofrecido antes vivir con ella…pero…ahora que se va a casar, me seria imposible. ¡Pero estoy muy feliz por ella, ¡Por fin podrá estar con la persona que mas quiere, por siempre! ¡Ah, casarse debe ser muy bonito, ¿Ne, Syaoran?"- decía la flor de cerezo con una alegre sonrisa en el rostro, llena de emoción al hablar de la boda próxima de su mejor amiga Daidouji.

"C-ca-a-sars-e…s-si, c-claro…"-decía Syaoran completamente nervioso, esta vez los nervios parecían haber regresado a como antes, pues estaba rojo en su totalidad, y se había hecho un trabalenguas al hablar ya que…su querida novia había mencionado el tema que el mismo estaba teniendo problemas en entender, decidir, y manejar…matrimonio.

"¿Syaoran?"-pregunto el cerezo con extrañeza, siempre tan distraída a las razones mas obvias.

"E-eh lo mejor será…irnos a dormir ya…mañana es viernes y t-tengo que cerrar un trato con la compañía Iroku y tu entras mas temprano al trabajo así que…"-fue la extraña y algo cortante respuesta de Syaoran hacía la flor de cerezo.

"¡Hoe, ¡Es verdad, ¡Mañana tienes junta en la empresa Iroku!... entonces, tienes razón, lo mejor será dormirnos ya…muy buenas noches Syaoran"-dijo la castaña con ternura, recordando que era cierto y su jefe tenia una importante reunión de negocios al día siguiente en donde se firmaría un trato con otra compañía.

Con dulzura, puso sus manos sobre los hombros del castaño y le dio un beso de buenas noches en su mejilla derecha, le sonrió con ternura dejándolo un poco embobado como solía hacerlo y se fue directo a la habitación que Syaoran le había dado.

"Sakura…"-susurro en voz no audible al verla caminar con gracia y felicidad hacía su habitación hasta verla entrar en ella.

Decidió seguir su propio consejo y prefirió irse a dormir de una vez antes que se hiciera mas tarde y corriera el riesgo de tener mal sueño al desvelarse.

Una vez que ya estaba dentro de su habitación se paro frente a un espejo alargado que tenía y se vio en el con suma seriedad… comenzaba a desabrocharse su camisa pues ya iba a cambiarse por una pijama para poder dormir cómodamente. Se quitaba la camisa con lentitud porque se encontraba pensante, y cuando te encuentras realizando una acción que no concuerda con lo que tu mente esta pensando te vuelves un poco lenta, distraída y quizás torpe.

Levanto su mirada nuevamente hacía el espejo y hablo consigo mismo.

"Casarse…"- dijo el aun observando su reflejo…pero en el propio espejo al mencionar la palabra casarse el rostro de la castaña venia a su mente y le hacía sonrojar porque la relacionaba con la palabra…así es, estaba pensando en matrimonio o casamiento si así prefieres llamarlo, con esa persona especial…Sakura.

Entonces recordó un consejo, sabias palabras de un colega, que en el momento le hacían molestarse un poco, porque era muy orgulloso.

" 'Si no se lo dices ahora, ¿Cuándo lo harás?'… 'Ella no te esperara por siempre'… 'Tomoyo me ha dicho que Kinomoto-san le habla mucho del matrimonio y de lo lindo que debe ser y sabes lo que eso significa, Li', 'Si se lo vas a proponer hazlo ahora' 'Se que no volverás a encontrar alguien como ella' 'Asi que no te tardes mucho, además ya estas envejeciendo'"- decía Syaoran frente al espejo con tono de fastidio mientras repetía las palabras que le había dicho su amigo empresario Eriol Hiragizawa, el futuro esposo de Tomoyo.

"¿E-envejeciendo, claro que no Syaoran, ni siquiera has llegado a los 30 años, y luces muy joven y a-apuesto y…"-decía Sakura quien recién había abierto la puerta del habitación del castaño logrando escuchar la ultima frase "además, ya estas envejeciendo", pero cuando vio al ambarino girarse hacía ella y vio su camisa que estaba algo desabrochada se pinto de rojo rápidamente y se giro hacia otro lado con vergüenza.

"¡L-Lo lamento, ¡D-debí haber tocado, ¡S-solo venía a d-decirte algo p-pero…! ¡Hoe, ¡Lo siento!"-dijo la de ojos jade esmeralda ya de espaldas hacía el castaño pidiendo eternas disculpas. Syaoran sonrió levemente ante la vergüenza que veía en Sakura, y volvía a abrochar su camisa rápidamente.

"Esta bien, no te preocupes"-dijo el y camino hacia ella por detrás, hablando con un tono de voz aun serio como siempre lo tenia, pero al hablar hacía ella sin duda, se podía notar diferente…mas dulce…mas enamorado.

"¿Qué ibas a decirme?"-pregunto el de ojos ámbar, pues Sakura le había dicho que había ido a su habitación para decirle alguna cosa.

"Iba a decirte…Buenas noches otra vez…y que te quiero"-dijo la flor de cerezo con dulzura aun dándole la espalda al chico, con su cabeza algo baja, pero con ojos y labios que derrochaban ternura al ver y hablar.

"Yo también te quiero"-ya no les era tan difícil decirlo, y lo hacían mas seguido, pero sin embargo, sus oídos nunca se cansaban de escuchar esas palabras y su boca de decirlo…porque eran sus sentimientos, y siempre pensaban que la mejor manera de dejarle en claro a esa persona su sentir era diciéndolo con palabras quizás breves, pero llenas de verdad.

Al escucharlo, una sonrisa de agradecimiento se pinto en su rostro y se giro hacia atrás para poder ver de frente a quien vivía en su corazón.

Se vieron con su conocida ternura y se abrazaron con cariño…simplemente no podía existir otra persona en el mundo de la que disfrutaran tanto al abrazar, al escuchar, al hablarle, y al besar.

"Buenas noches"-dijeron al mismo tiempo mientras terminaban el abrazo y ella se retiraba a la habitación en la cual le correspondía dormir.

"Eso es…mañana se lo diré"-dijo el castaño con una sonrisa en el rostro mientras cerraba su puño con decisión…ya lo sabía…simplemente estaba algo asustado…pero el conocía a su corazón…y por fin aceptaba que haría a Kinomoto Sakura…su esposa. Claro, siempre y cuando la castaña aceptara…ese era la parte terrorífica de la propuesta… ¿Lo rechazaría?...habría que verlo.

Mientras el castaño ya se encontraba en cama, ahora cambiado en su pijama y entre cobijas pensante en lo que haría el próximo día, la esmeralda se encontraba en su cuarto, teniendo una conversación telefónica con su confidente amiga.

"¿Se lo has estado insinuando?"-preguntaba la voz frágil de Tomoyo por el otro lado de la linea.

"Etto…eso creo…es que…no quiero que el piense que yo…"-decía Sakura comenzado dejar arder sus mejillas.

"¿Qué quieres casarte con el? ¡Como va a pensarlo si para estas cosas son igual de despistados, Sakura! ¡Jojojo!. No debería darte vergüenza, hay muchas parejas de novios que hablan sobre que pasaría si se casaran, también podrías hacer eso con el joven Li y quizás…"-comenzaba Tomoyo a dar sus siempre útiles consejos haciendo que las mejillas de la castaña se pintaran aun mas rosas.

"¡Hoe!... ¡M-me daría mucha p-pena!"-dijo la flor de cerezo ya con su voz temblando del nerviosismo al imaginarse la escena.

"Vamos, Sakura. No pierdes nada con intentarlo…"-decía Tomoyo con ternura hacía su tímida amiga.

"T-tienes razón…tal vez me ayude…que suerte tienes Tomoyo, vas a casarte el próximo mes… ¡estoy tan feliz por eso! Creo que sería mucho pedir que Syaoran pensara en pedirme matrimonio…ay pero que cosas digo, el esta muy ocupado como para pensar en eso…"-dijo Sakura, sonriendo con algo de tristeza, probablemente desanimándose un poco…pero era muy gracioso, ver como ninguno de los dos enamorados tenía ni la mas remota idea de compartir el mismo deseo.

"Todo saldrá bien, Sakura. Ya es hora de dormir. Hasta después"-se despidió atentamente la secretaria Tomoyo Daidouji tratando de darle algunos ánimos a su mejor amiga que era muy inexperta en esas cosas.

"Buenas noches, Tomoyo"-respondio Sakura y ambas cortaron comunicación al colgar el teléfono.

"Syaoran…"

"Sakura…"-dijeron ambos por su lado, ya en cama, dispuestos a dormir, pero no sin antes decir el nombre de la persona mas valiosa para ellos, dando por ultimo un suspiro de amor y así quedaron dormidos en profundo sueño.

Así que esta sería para los castaños, una aventura en el amor diferente a cualquier otra…en verdad, totalmente distinta.

Después de varías horas de sueño el despertador sonó en la habitación de Sakura, siendo exactamente las seis de la mañana. La castaña era una chica que gozaba de la siesta así que su subconsciente le pedía ignorar al escandaloso ruido que hacía el reloj y mejor quedarse a dormir un poco más en la tierra de los sueños donde podía llamar a Syaoran "esposo" cuantas veces quisiera.

El despertador continuó sonando… tal vez unos 20 minutos ya habían pasado…

"¡Sakura, ¿Estas bien, ¡Se te hará tarde!"-decía el ambarino tocando la puerta de la habitación de Sakura, quien al escuchar esa voz definitivamente despertó.

"¡HOE, ¡SE ME VA A HACER TARDE, ¡SE ME VA A HACER TARDE!"-gritó ella rápidamente con sumo alarme y vergüenza de ser algo perezosa, dio una vuelta mala y cayo al piso de golpe.

"¡Kya!"-gritó la castaña tirada en el piso sobandose pues le había dolido el golpe.

"¿¡Que paso?"-gritó con urgencia el pequeño lobo abriendo la puerta del cuarto de inmediato, pero al ver a su querida pareja en el piso sobandose tan cómicamente y todo por haberse levantado en tal torpe modo, dejo una sonrisa pintarse en sus labios pues sinceramente le causaba gracia.

"¡N-no te burles, Syaoran, ¡M-me dolió!"-decía ella avergonzada aun tendida en el piso viendo el divertido rostro del de cabellos rebeldes.

Dando una leve sonrisa de ternura, camino hasta ella se hinco frente a ella y la tomo en sus brazos cargándola como si ella se hubiese roto una pierna y no pudiera caminar…o quizás estaba ensayando para la boda.

"¡S-syaoran!... ¿A-a donde me llevas?"-decía ella algo sonrosa y sorprendida en sus brazos mientras solo podía sentir como salían de su habitación.

"A desayunar"-respondió el empresario girando su mirada baja hacía ella sonriéndole levemente…definitivamente, era un encanto de hombre.

"¡Hoe!... ¿H-hiciste el desayuno?"-preguntó Sakura dejando a sus mejillas sonrojarse, ya que los dos días pasados, por su mal habito de levantarse tarde no había desayunado con el, ninguno de los dos se preparaba el desayuno…hasta hoy.

"Si…"-dijo el ambarino con una sonrisa frágil. Nunca le había preparado un desayuno a alguien, más que a Meiling, pero ella era quien se lo pedía pues sabía que cocinar era una de las grandes habilidades del empresario. Pero esta vez…sin que alguien se lo hubiese preguntado, se levanto a la misma hora que su querida, y preparo un desayuno para ambos y así por fin almorzar juntos.

"Muchas gracias…"-respondió ella con cierta timidez, pues no había alguien que no hubiera sido su padre u hermano que le hubiera hecho un desayuno antes.

Después de traerla cargando como novia saliendo de la iglesia en brazos del esposo, al llegar a la cocina con cuidado la bajo de sus brazos sentándola en la silla que estaba frente a la suya…y ahí, frente a los verdes y ambarinos ojos se encontraban un par de deliciosos hotcakes.

"¡Que delicia!"-se expreso con encanto Sakura observando los redondos panecillos.

"Gracias por la comida"-dijeron ambos al mismo tiempo y comenzaron a comer del quizás simple pero sin duda riquísimo desayuno que el castaño había preparado para ambos.

Mientras comían había algo de silencio… solo probaban sus alimentos y cada uno por su lado pensaba un tema del cual hablar. Aunque a ambos les vinieron cosas muy similares a la mente.

'Si no se lo dices ahora, ¿Cuándo lo harás?'… 'Ella no te esperara por siempre'-vagaban las palabras de Eriol en la mente del de ojos ambar mientras tomaba de su jugo.

'No debería darte vergüenza, hay muchas parejas de novios que hablan sobre que pasaría si se casaran, también podrías hacer eso con el joven Li'-y por la cabecilla de la flor de cerezo las palabras de Tomoyo pasaban una y otra vez.

Pero… ¿Quién cedería primero?

"Etto…S-Syaoran… ¿T-te has preguntado q-que p-pasaría si nos casáramos?...jaja, ¿Dónde crees que viviramos?...Si tuviéramos u-una h-hija m-me gustaría llamarla S-Sayo"- dijo la castaña tratándose de armar del mayor valor posible, incluso se le había salido una risa nerviosa, simplemente disimular su nerviosismo no era algo tan fácil, menos tartamudeando en ese modo. Pero cuando el castaño escucho la palabra "hija", se tuvo que poner la mano sobre la boca para no escupir lo que estaba tomando, ya que ese comentario que se lo había llevado por sorpresa.

"¡EEEK, ¡SE NOS HACE TARDE!"-dijo Syaoran quien realmente no estaba dando lo mejor de si para no ser tan obvio al evitar responder las preguntas, mientras se ponía de pie y caminaba pintado de rojo de pies a cabeza hacía su habitación para darse una ducha rápida y vestirse.

"Syaoran… ¿M-me evito?"-se pregunto ella al quedar sola en la cocina, avergonzada por haber hecho esas preguntas y por no haber obtenido respuestas…ni siquiera una.

Pero prefiriendo no herirse a si misma haciéndose dicha pregunta y recordando que debía estar en su trabajo en media hora, se levantó aprisa de su asiento y salio corriendo hacía su habitación a darse una ducha con toda la rapidez posible, y a cambiarse a la ropa que usaba de secretaria.

Pasando 15 minutos mas, es decir justo el tiempo que le quedaba a la castaña para llegar al trabajo, simplemente corrió por la copia de llaves del departamento que le había regalado Syaoran y se aproximo hasta la puerta, ya estaba apunto de partir.

"¡Sakura, ¡Espera!"-gritó el ambarino ya vestido con su traje de empresario, haciéndolo lucir aun mas galante. Llego corriendo hasta donde la chica de ojos verdes, de pie frente a ella.

"¿Sucede algo, Syaoran?"-preguntó Sakura con ternura girando su mirada hacía el.

"¿Segura que no quieres que te lleve?"-hizó la pregunta de todos los días el joven Li.

"Estoy segura. La última vez que me arrepentí, termine pasando una vergüenza muy grande…pero ya no lo haré…no te preocupes, Syaoran"-dijo ella entrecerrando sus ojos mientras le sonreía dulcemente y así espontáneamente, sin esperárselo, las manos del castaño se pusieron en sus mejillas y aproximo sus labios a los de ella con cariño hasta encontrarlos y tocarlos suavemente con todo el amor que en sus besos cabía. Separaron sus labios por un momento solo para verse a los ojos con esas miradas de querer, para que en el siguiente segundo volvieran a cerrarlos y juntaran sus labios en un beso una vez más.

"Siempre tan repentino"-decía Sakura con gracia al verle a los ojos ya cuando el beso había terminado.

"…Ya es hora, o llegaras tarde"-dijo Syaoran con algo de ternura recordándole que ya era hora de irse a la empresa.

Se sonrieron por última vez en esa mañana, ya que al siguiente momento la castaña ya estaba a bordo de un taxi que la llevaría a su trabajo diario en la empresa Fukori, donde con gusto trabajaba para el hombre más exitoso en Japón.

Minutos mas tarde, ya se encontraba la flor de cerezo en su escritorio, abrió su laptop y comenzó a registrar todas las citas que Syaoran tenía para el día siguiente y para ese mismo día pues llevaba diferentes registros en distintas maquinas y todos los debía tener actualizados.

Giro su mirada con ternura hacía su lado derecho donde el escritorio de Tomoyo se encontraba vacío, pues su mejor amiga se encontraba viendo preparativos para su boda…el vestido.

"Buenos Días, Kinomoto-san. Luces muy feliz el día de hoy…pero también triste, ¿Sucede algo?"-se escucho repentinamente una voz varonil que traía a tierra los sentidos de la flor de cerezo y la hacían girarse hacía el dueño del a voz…Eriol Hiragizawa.

"¡Hiragizawa-san, ¡Buenos días!...E-etto yo…n-no sucede nada, en verdad. ¡Por cierto, ¡Muchas felicidades!"-respondía el cerezo felizmente recordando que tenía al futuro esposo de su amiga frente a ella.

"Muchas gracias… De nada… ¿Y cuando será tu boda?"-pregunto Eriol con su sonrisa misteriosa que deseaba provocar intriga en la castaña.

"¡HOE!... ¡Y-Yo…! ¡Y-yo no…! ¡Syaoran y yo…!"-ella misma no sabía siquiera como explicarse pero sin duda el tono rojo en sus mejillas si lo sabia, pues solo tenías que verlo para saber que estaba avergonzada.

"Me tengo que ir, Kinomoto-san. Fue un placer saludarla"-dijo Eriol con ternura y continúo su camino.

Las palabras del joven de ojos azules, no hacían mas que quedarse grabadas en la cabeza de la castaña, recordando lo que había sucedido esa mañana cuando había mencionado el matrimonio… se sentía muy mal de solo pensar que ella no lo lograría.

Después de algunas horas más de trabajo, estando en unos cuantos minutos de ocio, por curiosidad, primera ocasión que lo hacía en la empresa…desde la laptop entro a la conocida sala de chat que desde dos años no visitaba.

Yinxy-cerezo Bienvenido a Nuestra Sala de Chat. (Hasta el momento no parecía haber nada interesante)

Ha entrado al Chat: Tobby-Lobo (Ahí era donde las cosas comenzaban a ponerse interesantes)

Yinxy-cerezo dice: ¿Syaoran?

Tobby-Lobo dice: ¿Sakura? (Dijeron al mismo tiempo)

Yinxy-cerezo dice: ¿Dónde estas:S

Tobby-Lobo dice: En la empresa Iroku. La reunión aun no comienza y traje la computadora conmigo… ¿Estas en Fukori, cierto?

Yinxy-cerezo dice: ¡Si: )… etto… por favor, no pienses que estoy descuidando las cosas, solo tengo un poco de tiempo libre y por eso…yo…etto…no quiero que pienses mal de mi : (

Tobby-Lobo dice: No lo haría. Esta bien… fue bueno que ambos pensamos en lo mismo.

Yinxy-cerezo dice: ¡Es verdad: )

Tobby-Lobo dice: Ah…Sakura… ¿Quisieras ir a cenar hoy conmigo?

Yinxy-cerezo dice: Me encantaría. (Dejo una gran sonrisa pintarse en su rostro al ser invitada a salir)

Tobby-Lobo dice: De acuerdo. Pasare por ti al departamento a las 9. Aun tengo negocios que cerrar.

Yinxy-cerezo dice: Mucha suerte Syaoran, te quiero mucho.

Tobby-Lobo dice: Yo también, nos vemos más tarde.

Yinxy-cerezo dice: Hasta mas tarde.

Tobby-Lobo ha abandonado la Sala de Chat

Y al verlo salir del chat con una sonrisa y ojos enamoradizos dejo un suspiro salir de si y cerró el chat por completo regresando a trabajar, un poco distraída pues en su mente retenía la pregunta de que usaría esa noche.

El resto del día no podía hacer otra cosa mas que pensar en Syaoran, en lo tanto que lo amaba y deseaba estar siempre con el. Por parte del castaño las cosas no ocurrían muy diferentes, estaba ya en su segunda junta y realmente no estaba prestando toda la atención del mundo pues su pensamiento lo abarcaba Sakura…y el pequeño regalo…que tenía desde hace meses para ella…y que hasta ahora, por fin, ese día daría. Ya lo había tenido planeado por algunas semanas y sin embargo no se había atrevido…porque el miedo era muy grande.

Sakura salió mas temprano de su trabajo ese día, además tenía el perdón, pues el señor Li no estaba, y aparte ella tenia que estar de vuelta en casa para arreglarse y estar lista para su cita.

Siendo ya las ocho de la noche, se encontraba en el departamento, viéndose al espejo ya vestida, luciendo un hermoso vestido color rosa que parecía ser de gala. Veía el reflejo de sus verdes ojos en el espejo…y se preguntaba a si misma…si ella era suficiente para el.

"Syaoran es la persona…a quien mas amo…solo quiero estar con el y verlo feliz…es lo único que quiero…quizás pedir que el quisiera hacerme su esposa sea un sueño muy lejano…por eso…solo quiero verlo feliz"-decía ella con dulzura reflexionando sobre lo mucho que amaba a ese castaño como para obligarlo a hacer algo que tal vez no quería hacer…pero….ella no estaba enterada de lo mucho que el deseaba hacerla su esposa.

Las nueve de la noche dieron, y ni un minuto tarde y ni un minuto antes, ahora el coche rojo de Syaoran estaba afuera del departamento, había llegado por ella.

Traía sus llaves y podía abrir la puerta, pero quería tener la sensación de que iba a la casa de su novia y debía tocar la puerta así que de ese modo lo hizo. Con apuro la joya esmeralda salio corriendo haciendo que algunos de sus cabellos se desordenaran pero no le quitaba ni una pizca de su belleza. Y al abrir la puerta…

"S-sakura…luces hermosa"-decía el ambarino maravillado al ver a su dulce novia lucir mas radiante que de costumbre, pero por supuesto que el no se quedaba atrás, porque aun luciendo un traje negro, no dejaba de parecer el hombre mas apuesto y galante que había sobre el planeta.

"G-gracias… tu también luces muy bien"-halago ella sonrojándose levemente al alzar su vista para toparse con la de el joven empresario.

"¿Nos vamos?"-pregunto Syaoran y coloco su brazo en posición de ser tomada y así fue. La llevo hasta el coche, le abrió la puerta, se comporto como el caballero y hombre que siempre era y manejo hasta el restaurante.

Minutos después…

-Dentro del Restaurante-

Habían llegado al mismo restaurante en el que justamente hacía dos años había hecho la pequeña pero aun así sorpresiva propuesta de hacerla su novia. Los meseros nuevamente confundieron a la pareja con una de casados haciéndolos sonrojar terriblemente.

Tomaron asiento en una mesa pequeña, solo para dos personas que disfrutaran de una exquisita cena o quizás una velada. La sillas estaban de frente, solo la pequeña mesa los separaba.

"Señor Li, es siempre grato que nos acompañe con su esposa, un gusto verlos. ¿Qué van a ordenar?"-dijo el mesero llegando a la mesa de los castaños.

"Para empezar solo una ensalada, por favor"-dijo Sakura el comienzo de su orden…solo una muy ligera ensalada.

"Déme lo que ordene ella"-fue la orden de Syaoran, y así dos ensaladas estaban en camino.

Músicos estaban cerca, la mayoría tocando violines cerca de las parejas, lo que mas deseaban ambos es que no llegaran con ellos o definitivamente sus mejillas serían las más rojas en la historia.

"Me dio mucho gusto que me invitaras, hace mucho que no salíamos"-dijo Sakura sonriéndole con ternura al castaño algo nostálgica pues debido al trabajo del empresario podían haber semanas en las que duraran sin salir…y lo mas doloroso es cuando podían pasar algunos días sin verse.

"Lo siento…es mi trabajo, yo…"-intentaba excusarse el ambarino hasta que vio pasar a un florista frente a el…y casualmente paseaba solo por las mesas que estaban cerca de la del ambarino. Llevaba al menos unos 5 ramos de rosas…pero uno era muy especial.

Syaoran trago saliva al ver al florista…incluso comenzó a ponerse pálido…si el florista estaba ya hay, significaba que era hora de realizar su pequeño plan.

"¿Syaoran?"-preguntó con extrañeza la castaña.

En el momento el ambarino comenzó a balbucear… por fin había llegado el día, ya era la hora, era el momento, solo necesitaba algo mas de valor. El muchacho que llevaba las flores vendiendo giro su mirada hacía Syaoran y le hizo una mueca…probablemente significaba que era tiempo de hacer el plan.

Porque si no lo hacía en ese momento…no lo haría nunca.

"D-Disculpe …quiero una rosa"-dijo Syaoran llamando al florista que sin esperarse ni un segundo corrió hacia el pequeño lobo con los ramos de rosas…miro a todas ellas con picardía pero agarro una en especial. Una muy particular.

Syaoran saco algo de dinero y se lo entrego al muchacho y por fin tenía la rosa en sus manos. Estaba muy nervioso y esperaba no equivocarse.

Sakura comenzaba a reír con nerviosismo, pues siempre le apenaba que le comprara flores.

El pequeño lobo con cuidado de no mover aquella flor tan bruscamente, la acerco un poco a su nariz y olio su delicado aroma…aunque ese no era el verdadero propósito.

"Huele muy bien…t-toma…es para ti"-dijo Syaoran quien intentaba con todas sus fuerzas no temblar, y paso a las manos de la castaña la rosa…una preciosa flor roja.

"Muchas gracias, Syaoran"-decía ella con ternura y sonrojo hacía el ambarino ignorando el secreto que guardaba la rosa.

"Er-en verdad huele bien"-si la castaña no se atrevía a oler o mirar el botón de la flor todo el plan iría hacía abajo. Así que con esa insinuación por parte del pequeño lobo quien intentaba ser lo menos obvio posible…logro que Sakura…finalmente al acercar su rostro a la rosa notara el regalo que escondía.

Justo en el botón de la rosa, es decir en su centro, tratando de estar un poco escondido pero aun visible, un precioso anillo de compromiso relucía ahí…adornado con bellos diamantes era simplemente una hermosura…era solamente…la propuesta.

"S-s-syaoran…ah…ah…"-estaba en total desconcierto y no podía quitar su vista de la joya… ¡Realmente era un anillo de compromiso!

"…Yo…"-su corazón estaba latiendo con tanta fuerza, y se contenía tanto por no desmayarse. Pero al girar su mirada hacía el frente para topar con la del ambarino se llevo la mas grande sorpresa…la verdadera propuesta, aquella que salía de los labios.

"Sakura… ¿Quieres casarte conmigo?"-y esta vez no tartamudeo, la miraba con seriedad, pues esa no era mas que la propuesta mas importante y mas difícil que había hecho en toda su vida.

"Yo…"-le parecía imposible creer que eso le estuviera pasando…era mágico.

"Esta bien si tu no…"-

"Yo…amare ser la señora de Li"-respondió la castaña que tenía sus mejillas ardiendo en un modo tierno y avergonzado mientras veía como los ojos del ambarino se abrían grandes ante la respuesta.

"Gracias, Sakura"-respondió Syaoran sonriendo dulcemente hacía ella…por fin…ya estaba decidido…ya solo habría que poner una fecha y se casarían.

"¡Te amo, Syaoran!"-grito mas que contenta la castaña poniéndose de pie, llamando la atención de muchos que le rodeaban pero parecía no importarle en lo mas mínimo…solo sentía el deseo de decirlo y con la mayor felicidad del mundo.

Al ver que la flor de cerezo se aproximaba con prisa hacía su asiento, se puso de pie, y sus labios le recibieron de inmediato pues sellaron la propuesta de matrimonio con un tierno beso.

Muchos comenzaron a aplaudir pues se habían dado cuenta que aquello había pasado porque le había propuesto matrimonio así que felices le aplaudían a la feliz pareja que se besaba con tanto cariño sin importarles la presencia de los demás solo disfrutando de ellos dos.

"Como me gustan los finales felices"-dijo una voz frágil que ocupaba una de las mesas del restaurante, que se encontraba cenando con su pareja.

"Son un poco lentos…pero eso solo lo hace mas divertido"-afirmo la voz de hombre que pertenecía al futuro esposo de la chica.

"Me alegra que hallamos podido ayudar en el principio, ¿Ne, Eriol?..."-dijo Tomoyo con ternura entrecerrando sus ojos al sonreír hacia el empresario.

"Así es. Menos mal que nosotros pudimos manejarlo… ¿Qué tal si…hacemos boda doble?"-sugirió Eriol con picardía, logrando risas aun mas traviesas por parte de la de ojos azules que reía al imaginar las expresiones de ambos castaños si les pedían realizar su boda junto a ellos.

Pero fuera de eso…

"Te amo, Sakura"-fue la ultima respuesta por parte del castaño…la primera vez que decía "te amo" en tanto tiempo…las palabras que venían del hombre que alguna vez no creyó en el amor, pero debo decirles algo…el corazón es muy frágil, se rompe y se junta otra vez…solo tienes que tener cuidado con la persona que elijas porque podría romperlo, e igual debes saber a quien elegir para juntarlo. Pero siempre pese a todos los obstáculos habrá amor…no importa cuantas veces lo vayas a negar, y si por soltero ya te has pensado quedar…porque el amor llega y no avisa cuando…solo llega…se va…pero si en verdad es amor…regresa.

Y ahora….

¿Quién Cree en el Amor?

-Fin del fic-

Magdalia Daidouji: x.X dios santo, perdonen en el atraso, pero esta semana ha sido muy ocupada para mi y bueno si no les gusto ya saben no me lo digan XD.

Nota:

1.- Este fic no tendrá su epilogo, acaba así, con la propuesta de matrimonio, y bien todos sabemos que pasara después por simple lógica: una boda.

2.- No me dejen comentarios de cómo les hubiera gustado que pasara por favor, respeten que es mi fic.

Sabiendo esto pueden dejar review.

Muchisimas gracias a todos quienes hayan leido esta historia, su apoyo vale mucho para mi en esta historia y en las demas y por ello agradezco a

-Agradecimientos-

Angel of the Watery

Aome-sango1

Arameciz

Coolis17

Dark-Hotaru-Tomoe

Daulaci

Dreams kokoro

EmmaRiddle

Erika Rivas

Fairy in Blossom

H3CH1C3R4

HanaKT

Juna-chan

Kaoru de yuy

La-sakurita

Lady esmeralda

Leilawood

Luna310

LUNITA NEGRA

Mayela

Miato Sakura-chan

Naguchan

Oogami Souma

Pily14ccs

Rei Tsukino

Sakura Ika

Sakurita-Q

Satsuki Ikada

Syaoran'n'SakuRockz

Tomy-chan

Xime kstillo

YiNg Fa SaTiNe Li

Yurikagome

Anglik Djilah

Arinayed

Chouri

Isis Temptation

Lil 'kitten

Mooki

Rei-iak-masafield

Rerry

Saori-Luna

Terjar

Met-chan

Kai

Asceisks

Li Maha

Akira Tokugawa

Micaela

Lat2oo5 alma errante

Megumi-chan

Rocio Bernal Espiritu

Cintia Aranda

HOSHI

Mao Ayanami pl

Doremi3

Hermione I

Oishi Girl

Cynthia

Undine

Shiriko Sakura

Lady

Frush

Zauberry

Valna

Subaruchan

Lady Noemi

Malfoys red-haired lover

Basileia Daidouji

ParvatiP-Patty

Itzia-Hime

Akira Chinty

Nardu-chan

Ale

-Fin de los agradecimientos-

Magdalia Daidouji: Que como los puse? XD que no estas en los agradecimientos, las personas arriba son personas que tienen en su lista de favoritos y alertas a la historia de Quien Cree en el Amor, sin embargo estuve tomando de los reviews de los capitulos, nombres registrados para ponerlos en los reviews, y algunos anonimos que se quienes son XD no pongo a la hora de los capitulos finales agradecimientos tanto hacia reviews anonimos porque a veces son personas registradas que no quisieron poner su nombre y puede que este repetido en la lista de arriba una persona que en realidad uso dos nicks, el registrado y el anonimo x.X por eso, muchas disculpas si no estas en la lista, pero me parece estar o no en la lista no tiene mucho que ver XD para mi todos los que leyeron el fic se los agradezco hasta el infinito, MUCHAS GRACIAS A TODOS!

SI! WAHU! TERMINE OTRO DE MIS FICS!

-sale corriendo con su capa de "yo amo a syaoran" y la bandera de japon-