Mis más sinceras disculpas a todo el mundo, la poca inspiración que tenía se fue durante un largo, largo periodo de tiempo. Espero que sigan leyendo la historia, puede que este sea un capi muy corto pero los próximos los haré más largos y más seguidos. Muchas gracias a todos los que me han dejado reviews y su apoyo al pasar por mi historia. Un beso Locaremate.
Capítulo 9
Lily guardó enseguida la varita para luego advertirle a su hermano con la mirada que no dijera nada porque sino ocurriría una desgracia.
- Queridos ¿Que hacéis levantados? - preguntó Molly aún algo dormida.
- Nada abuela solo estábamos hablando - respondió Lily mirando a James - ¿A que si Jimmy? - preguntó apretando bien fuerte la varita cosa que vio James.
- Em... Si, estábamos hablando abuela - respondió James conteniéndose.
- Niños mejor será que descanséis, mañana por la mañana iremos a ver a vuestro padre - dijo Arthur.
No dijeron nada más, salieron cansados para volver a su cuarto y acostarse dejando solos a Lily y a James. James enseguida intentó coger la varita lanzándose encima de Lily.
-Suelta la varita traidora- dijo intentando neutralizar a su hermana.
- Tú eres peor que yo así que no me eches flores a mi sola - dijo Lily dándole codazos para poder quitárselo de encima.
Estuvieron así hasta que Lily le mordió la mano, haciendo que James soltara un alarido de dolor y que se separara de ella. Lily enseguida se repuso y apuntó a James que estaba en el suelo agarrándose la mano. Se miraron fijamente durante varios minutos.
- ¿No piensas atacarme? - preguntó James con odio - ¡Vamos es tu oportunidad!
- Podría matarte ¿Sabes?
- ¿Y por que no lo haces? - preguntó James confundido.
- Sería muy sospechoso. - dijo Lily mirándole como si fuera tonto.
- ¿Entonces a que esperas para lanzarme un hechizo?
- Lo siento - dijo Lily mirándole por unos momentos con tristeza.
- ¿Qué? - logró preguntar James sorprendido antes de caer totalmente al suelo por un hechizo.
Lily miró el cuerpo de su hermano y suspiró profundamente.
- Algún día te daré la oportunidad de luchar contra mi en una pelea justa.
A la mañana siguiente James se comportaba normal, era como si lo que descubrió de su hermana no hubiera pasado. Al llegar al hospital pudieron ver a su madre algo ojerosa pero con una sonrisa radiante y a su padre despierto. James al verle corrió hasta él para abrazarlo con fuerza.
- Papá estás bien - dijo James casi llorando.
- Por supuesto que estoy bien - respondió riendo Harry - Tu padre es muy fuerte y unos simples magos oscuros no pueden contra él.
- Si, ya había oído hablar sobre el ego Potter, pero creí que se había saltado una generación - dijo burlona Ginny a su marido.
Cuando se separaron padre e hijo, Harry miró alrededor en busca de su pequeña, la vio alejada mirando casi sin parpadear lo que ocurría. Y no le gustó nada, le recordaba años antes cuando habían cometido aquel tremendo error.
- Lilian ven a darme un abrazo anda - dijo Harry con los brazos extendidos.
Lily se acercó lentamente y cuando llegó a la altura de su padre le abrazó con todas sus fuerzas. Seguía allí, no había muerto.
- Ya tranquila, ya pasó todo. - dijo Harry correspondiendo al fuerte abrazo.
Lejos de allí en una habitación oscura iluminado solo por el fuego de una chimenea una voz gritaba furiosa en la lengua parsel.
- ¿Cómo es posible¡Maldita serpiente¿Cómo se te ocurre ser tan imprudente!
- Lo sien... to amo yo... yo no quería, solo quería avisar a la mocosa... de nuestro triunfo - respondió medusa con miedo mientras se enrollaba en si misma.
- ¿Lo sientes¡A mi no me valen tus malditas disculpas! A lo mejor para que aprendas a dejar de ser inútil tendré que llevarte con Irfrit. - dijo mientras tiraba la copa que estaba bebiendo a la pared.
La serpiente tembló de arriba abajo mientras se alejaba lentamente.
- No volverá a pasar amo. Por favor amo, señoría, mi rey no me deje a solas con Irfrit.
- No lo haré pero que no vuelva a ocurrir ¿Está claro! - preguntó con frialdad.
- Sssiiii amo lo sien...to amo, estoy arrepentida - dijo la serpiente algo más tranquila.
Todos en la habitación del hospital estaban riéndose de la broma que acababan de hacer Fred y George y Lily miraba con un odio disimulado ese cuadro familiar.
- Ya chicos, que estoy muy viejo para reírme tanto - dijo Sirius agarrándose la tripa.
- Vamos abuelete no es para tanto - dijo Fred.
- ¡Oye! - protestaron Remus y Sirius a la vez.
- No le digas eso Fred - le dijo Remus muy serio.
- Gracias por defenderme Lunático - dijo Sirius mirando a Remus con alegría y algo sorprendido.
- De abuelete nada, no tenemos la edad suficiente. Yo me siento muy bien pero está claro que Sirius... - empezó a decir Remus pero le interrumpió Sirius.
- ¿Cómo te atreves? - dijo Sirius fingiendo estar dolido - Saca la varita y demostremos quién es el abuelete aquí.
- ¡Son como un par de crios¡BAJAD LAS VARITAS YA! - gritó Molly sobresaltando a todos. - NO DEJAN DESCANSAR AL POBRE HARRY.
Sirius y Remus guardaron las varitas con algo de miedo, Molly era peligrosa cuando se trataba de la salud de sus hijos y a Harry lo consideraba como uno. Lily sin poder evitarlo se rió levemente al ver las caras de sus tíos.
Cuando todos se marcharon, incluida Ginny, Harry se quedó a solas con Dumbledore.
- ¿Que piensas¿Crees que volvemos a tener un traidor entre nosotros? - preguntó Harry mirando a un Dumbledore muy serio.
- Tal vez si lo tengamos Harry... En estos días he estado pensando en Lilian... - empezó a decir Dumbledore para ser interrumpido por Harry.
- ¿Lilian¿Que tiene que ver ella con lo que estamos hablando? - preguntó Harry preocupado. - Espero que no estés intentando decir que mi hija es la traidora ¡Por dios! Es una niña de 11 años. - dijo alterado y enfadado.
- Harry tranquilízate - pidió.
- ¡No me pidas que me tranquilice ¿Qué estás intentando decir? - preguntó Harry levantándose de la cama a pesar del dolor.
- Yo no he dicho que Lilian tenga nada que ver con el traidor, solo te estaba diciendo que he pensando últimamente en Lilian porque me preocupa - aclaró Dumbledore antes de proseguir se sentó a un lado de la cama cansado - Ella parece no recordar nada de su pasado antes del orfanato y aunque nadie lo desea podría recordar todo lo que le hicimos por una estupidez. Todo el mundo tiene derecho a equivocarse y ser perdonado, pero me temo que en algo así nadie tiene ninguna excusa. Ella se enfadará o nos odiara y ellos aprovecharan el momento.
- ¿El momento?
- Tu hija tiene mucho poder...
- ¿Quieres decir...?
- Si.
