Hola a todos!! Como podéis ver aquí ya esta el esperadísimo capítulo de amenazas, 2º parte, y espero que sea de vuestro agrado, me ha encantado hacer este capítulo, es algo más triste que los demás, pero creo que os gustara o eso pienso.

Por cierto, si alguien a leído los Reviews y a leído de un Nick esto: Que sepais que sara es una impostora! me acavo de enterar hace na!! k utiliza la historia que escribo yo, para no aburrirme! i la publica aca!! ya veo que triunfa! asi que darme las gracias a mi y no a ella! besos natay "la verdadera autora de esta history", es todo mentira, el fic es exclusivamente mío, lo que pasa que mi hermana estaba un poco celosa y tenía ganas de joder, pero el fic es mío, eh? Solo lo digo por las dudas.

Herms Malfoy: wenas nena!! Como siempre, ahí apareces tu fielmente la primera, que haría yo sin ti... sobre las dos cosas que me has dicho creo que tendrás que esperar un poco para saber lo que sucedera, pero yo se que esperaras pacientemente y por cierto haber cuando actualizas tus fics, eh? Que ya estas tardando mucho. Cuídate. Muchos b7s desde España amiga sarah

Anglik Djilah: hola!!!!!! jejeje muchas gracias por tus palabras, son muy reconfortantes. El secreto según tú, no lo se, simplemente me siento y escribo lo primero que se me viene a la cabeza o lo llevo pensando varios días mientras intento conciliar el sueño, cosa que sucede muy a menudo. Sobre lo de la imaginación, jejeje, la verdad es que un poco si que tengo, mis padres y amigos me lo dices muchas veces, pero ya que dispongo de ella, la tengo que aprovechar al máximo, no crees? Sobre lo de herm, a mi también me encantara ver a Herm como es ella, fuerte, valiente,... no tardara mucho en quitarse ese temor dentro de si misma, y como dice la ley del boomerang, el boomerang siempre vuelve, ósea, que mary anne Winter pagara sus consecuencias el doble de daño de lo que jamás hubiera imaginado.

Claro que me ha gustado tu review, como no va a gustarme si e dices que he mejorado en muchos aspectos, eso significa mucho para mi. Sobre lo de mantener al lector en ascuas, jeje eso es muy fácil, tienes que dejar el fic cuando la cosa se pone más interesante, solamente es eso.

Espero que te guste este capítulo. Muchos b7s, tu amiga Sarah

Nataly: hola natalia, ja se que has llegit el fic, y se que t´agradat, me alegre de aixó, ale espere un altre review teu en este capitol, eh? Jeje, adeu sister.

Lunawood: hola!! si tienes razón si muere herm, sirius sufriría muchísimo y es algo que no deseo, ya lo esta pasando muy mal, pobrecito... me alegro de que hayas dejado un revió, haber si en este cap. También lo haces, eh? Jeje, bueno tus conclusiones son ciertas, así que ya sabes de que trata. Espero que te guste el cap. Muchos b7s, sarah

Elena: hola!! Elena, Elena, como me haces esas preguntas? Es algo que no puedo responderte, por que fastidiaría mi fic, y sinceramente ni yo misma se que va a pasar con Herm. Me alegro de que te guste, no te tomes a mal lo que te he dicho arriba, eh? Muchos b7s, sarah

Cloe: wenas! Jeje que impaciente, ale, ten, aquí esta la segunda parte de amenazas, espero que sea de tu agrado. Si, tienes toda la razón, lo del musical fue algo pesado, peor el final estuvo genial a que si, estarás pensando, dios santo, que modesta es, en realidad no soy así, no quiero que tomes una mala impresión de mí, pero es que me encanto, entiéndeme. Muchos b7s, sarah

Taeko: hola wapa!! Que raro ver un review tuyo aquí, eh? Jeje que desespero por no matar a herm, pero tu ya sabes lo que ha sucedido, suertuda, has leído el fic en fanautores, así que no te quejes, eh? Y haber cuando esta tu próximo cap de tu fic de herm y George, me encanta.

Jejeje, bueno me alegro de eso de que no pudieses dormir hasta que lo terminaras, por que eso significa que estaba muy emocionante y eso es lago que me gusta.

Cuídate muchísimo, espero que la comida con tu family fuera bien. Muchos b7s, tu amiga que esta algo majareta, sarah

Anne potter: hola! pues algo agobiada por el instituto, pero bien dentro de lo que cabe, thanks por preguntar. Como esta tu? Espero que bien. A mi también me encanta esa pareja!!! Es que hacen muy buena pareja o por lo menos eso opino yo, estoy viciada a esa pareja, lastima que no hayan muchos fics de esa pareja, pero se hace lo que se puede. Espero que te guste este cap. Muchos b7s, sarah

DrakeMalfoy: wenas! Jajaja pues simplemente lo deje así por que si, bueno en realidad para dejaros en suspense, siempre lo hago, soy algo cruel, lo se, pero me encanta.

Espero que te guste este cap. Es algo más triste, pero me ha encantado escribirlo. Muchos b7s, cuídate tú también, eh? Jeje bye.

Amenazas (2º parte)

Y ahí te veía yo, acostada en el lecho de la enfermería, con tus preciosos ojos cerrados, respirando pausadamente, y tu corazón latiendo débilmente. Tu abundante cabellera marrón se extendía por toda la mullida almohada y algunos de tus rizos, que tanto me gustaban, se interponían en tu rostro, pero yo, con toda la suavidad posible, te los quitaba, para poder contemplar en todo su esplendor tu calida y bella fisonomía.
Te echo de menos, Thea. Echo de menos nuestras charlas, nuestras bromas, nuestros pequeños enfados por tonterías, pero sobretodo, echo a faltar tu risa. Lo que daría, aun que solo fuese un segundo, por verte sonreír de nuevo, por escuchar de tus deliciosos labios, esas palabras que me dijiste antes de caer en este estado... lo que daría por volverte a escuchar pronunciar esas dos palabras, tan simples y a la vez tan significativas de tus dulces labios...

Sirius, te encuentras bien? – pregunto James preocupado mirando fijamente a su mejor amigo.
Si James, no te preocupes – conteste yo simplemente y me quede de nuevo especulando mis cosas.

Pero como iba a estar bien, sabiendo que, el que tú estuviese en ese estado, era solamente mi culpa. Me sentía tan desdichado... por que te tenía que suceder a ti? Por que no fui yo?

Sirius, vamos, es hora de cenar – dijo James apoyando firmemente su mano en mi hombro y apresándolo suavemente en señal de consuelo y apoyo.

Sirius Black se levanto pesadamente de la silla, sin ninguna gana de moverse del lado de su amiga, pero tenía que hacerlo. No podía quedarse eternamente sentado a su lado hasta que despertara. Siguió a su amigo silenciosamente por todos los pasillos, rumbo el gran comedor, donde el resto de la manada los esperaba. Estaba tan decaído, que por primera vez, hizo caso omiso a los flirteos de sus admiradoras. Sus pensamientos solo divagaban alrededor de una persona en concreto.

Tiempo presente.

Pero se ha vuelto loco!!!!!!! Grito Harry por todo lo alto.
Señor Potter, pero que clase de modales son esos!! – riño enfurecida Minerva McGonagall
Lo siento Profesor Dumblendore – dijo Harry bajando la vista a sus zapatos y un poco azorado por su comportamiento
Pero profesor, eso no puede ser. Como va estar Hermione desaparecida? Cree que han sido los mortifagos? – pregunto Ron angustiado.
No señor Weasley. Los mortifagos no han capturado a la señorita Granger, de ser así, ya me habría enterado. Para muy a mi pesar, un compañero vuestro a sido quien ha hecho desaparecer a su amiga – dijo Dumblendore seriamente mirando fijamente a sus dos alumnos – vuestra amiga en estos mismo instantes se encuentra en un tiempo pasado – añadió Dumblendore al ver la cara de horror que ponían sus alumnos.
Cómo? Que es lo que ha dicho? – pregunto desconcertado Ron
Pues que un compañero vuestro mediante artes que desconozco ha enviado a la señorita Granger al pasado, por razones desconocidas, y que muy a mi pesar, también están fuera de mi alcance – explico Dumblendore lentamente.
Y como esta tan seguro de eso? – pregunto Harry impacientemente.

Dumblendore no dijo nada, se los quedo mirando silenciosamente, intentando penetrar en sus mentes. Después de varios segundos suspiro y simplemente dijo: Ella misma me lo dijo.

De esta manera, Dumblendore dio por concluida su charla con Harry Potter y Ron Weasley, los cuales no quedaron nada satisfechos con las respuestas que les había dado su director. La cuestión estaba en que alguien que odiaba mucho a su amiga Hermione, la había mandado a otra época para deshacerse de ella, pero con que razón? Se preguntaban los susodichos. Sin pensarlo dos veces, ambos nombraron a la vez un mismo nombre, una misma persona. No les cabía la menor duda de que dicha persona era la responsable de todo este embrollo. Malfoy. Fueron las únicas palabras que expusieron los dos. Se miraron de manera significante y ambos se encaminaron por los oscuros corredores del castillo de Hogwarts, en busca de alguien.

Definitivamente Ron y Harry encontraron a la persona buscada. Sentado junto a la orilla del lago solitariamente, como muchas otras veces. Sumergido en sus más íntimos pensamientos. Su semblante estaba serio, como de costumbre, pero sus ojos irradiaban una expresión triste y desoladora desde hacía varios días y noches. Algo había cambiado en la vida del joven Malfoy, algo que solamente él sabía, y que lo guardaría para él junto con sus otros múltiples secretos.

Harry y Ron aceleraron el paso cuando encontraron a Malfoy. Los dos iban con determinación a su destino, sin que nadie les parara los pies por mucho que se lo propusieran. Era tal su enfado, su furia, su ira, que les cegaba los ojos y hasta que no descargaran todo ese odio por la persona que había enviado a su mejor amiga a un lugar insólito, sus mentes seguirían divagando por un mar de dudas y tormento.

Sin que el acusado se percatara, sus dos archienemigos, Potter y Weasley, se pusieron a su espalda silenciosamente, con miradas desafiantes. Malfoy seguía tranquilamente mirando como las ondas del agua se deslizaban con delicadeza por la orilla del lago. Pero algo inusual le hizo voltearse, y es que en el agua se reflectaban dos sombras, dos cuerpos muy conocidos para él...

Malfoy, que has hecho con Hermione? Pregunto Ron conteniéndose por no pegarle un puñetazo en toda su cara que lo dejara malherido.
No se de que me estas hablando – le contesto Malfoy arrastrando las palabras y les volvía la espalda, para seguir viendo el horizonte, cualquier cosa era mejor, que ver a tus peores enemigos con miradas amenazadoras.
A mi no me engañas! Fuiste tu quien te deshiciste de ella! – dijo Harry descargando toda su furia girándolo para que lo mirara.
Potter, no me toques, me manchas la túnica – dijo Malfoy acomodándose la túnica – y vuelvo a repetir, aun que no es propio de mí, no se nada de Granger.
Eres un cobarde! Por que no lo aceptas como un hombre maduro, eh? Ya sabía yo que no eras tan "hombre" como dicen por ahí... - dijo Ron tocando la fibra sensible de Malfoy.
Yo no soy ningún cobarde, si hubiera sido yo, crees que no os lo hubiera restregado por vuestras asquerosas caras!! – bramo Malfoy con el orgullo herido
Ah si? Y como quieres que nos creamos eso de ti? Eres un Malfoy, se te a caracterizado siempre por ser cruel y mentiroso... - soltó Harry descargando contra él toda su frustración.
Entiendo vuestro estado, más de lo que creéis, pero perdéis el tiempo conmigo haciéndome esta clase de preguntas estupidas... estáis preguntando a la persona errónea... - dijo Malfoy y volvió a darles la espalda, le hacía daño hablar de ese tema, ya era suficiente, con las horas de insomnio, en la que ella cavilaba por su mente en todo momento, sin poder dejar de ver su mirada, sin poder parar de observar su calida sonrisa... mejor dicho, toda ella, era tan perfecta...

Entre unos matorrales, se encontraba ocultada la persona responsable de todo el problema. Escuchando atentamente, sin que estos se percataran, de toda la conversación mantenida. Trazando y enlazando planes para su futuro planeado, el futuro que siempre había soñado desde la niñez junto a él. No le importaba lo más mínimo que la odiara, mientras que el resto de su vida, estuviera a su lado y no al lado de otra mujerzuela como Granger. Seguía atenta a cada palabra que se decía en la tertulia, al mismo tiempo que reía maliciosamente, de lo estupidos e ignorantes que podían resultar a veces los patéticos Gryffindors. Nadie sospecharía de ella jamás. Pasaba desapercibida en todo momento, siempre había sido así y siempre lo sería. La gente simplemente la veían como una vulgar Slytherin, que se arrastraba por lo suelos por Malfoy y que solo pensaba en cosas superficiales. Pero no, detrás de toda esa mascara, creada por ella misma, se encontraba la verdadera Pansy Parkinson, una chica astuta, que engaña fácilmente a la gente con sus lloriqueos y sus cursiladas. Nadie jamás podría imaginar lo que la tonta de Slytherin planeaba en su perversa cabecita, nadie, excepto la persona que mejor la conocía y el no iba a delatar, estaba segura de ello, nadie la conocía mejor que Blaise Zabinni.

POR QUE YO LA QUIERO – grito a cuatro vientos Draco Malfoy a sus enemigos, haciendo que una manada de lechuzas que descansaban tranquilamente en las ramas de un árbol, echaran a volar furiosas por el pequeño incordio que las había despertado y se fueron en busca de un sitio más tranquilo donde pudieran descansar.

Harry y Ron estaban asombrados, los dos con la boca abierta, sin poder creerse lo que Malfoy les acababa de revelar. No sabían que decir, su mente se había quedado divagando en otra orbita. Malfoy rojo de ira y con la respiración agitada les miraba con rencor, esperando la respuesta de sus archienemigos, pero esta no llegaba, y sin pensárselo dos veces más y arrepintiéndose de descubrirse frente a los dos Gryffindors, se marcho de allí corriendo directo a las profundas y frías mazmorras, donde por lo menos allí tenía autoridad y nadie le molestaría si lo ordenaba.

Pansy Parkinson, todavía escondida entre los matorrales y sorprendida al igual que los Gryffindors por la revelación de él, estaba francamente indignada. No es que ella no lo supiera, lo que no podía creerse es que Draco, su amado Draco, en un acto de furia les revelara ese gran secreto. Sus problemas iban aumentar ahora, que los Gryffindors habían descartado a su sospechoso número uno y vaya si iban ha aumentar. Tendría que ser doble astuta e inteligente que esos dos y Draco, para que no lo descubrieran.

Tiempo pasado

La señora Hooch había dado tiempo muerto. El estadio de quidditch esta a rebosar de gente, a pesar de que el tiempo no era el más favorable. Los dos equipos de quidditch, Gryffindor y Hufflepuff, estaban calados a más no poder. Una abundante lluvia se cernía sobre ellos, impidiéndoles ver nada y haciendo más dificultoso el trabajo de los buscadores. Las gradas de Gryffindor, bajo paraguas y chubasqueros, no dejaban de animar a su equipo. En la otra punta del estadio, los Hufflepuff también animaban con fervor a su equipo. En cambio, los Ravenclaws se mantenían neutros, pero los Slytherin querían que ganaran los Hufflepuff, aun que no les caían nada bien, simplemente por ver humillados a los Gryffindors.

El equipo de quidditch de Gryffindor, se encontraba en circulo hablando. Todos estaban llenos de barro y con caras disgustadas ya que estaban perdiendo.

- pero que crees que estas haciendo Black? Dijo Arabella Figg muy enfadada
- Eso, hemos perdido un montón de puntos por tu despiste – le regaño Susan March
- Chicas tranquilas. Seguro que es algo pasajero... - intento calmarlas James para echarle una mano a su mejor amigo.

Sirius no decía ni una palabra. Ni siquiera estaba oyendo lo que le estaban diciendo sus compañeros, no le prestaba atención al partido de quidditch, no podía, cuando solamente tenía una cosa en mente. Sin que se diera cuenta, James lo cogio de un brazo bruscamente y lo llevo a un sitio aparte.

- Sirius, pero que te pasa? – pregunto James preocupado, bajo la atenta mirada de los otros, que no podían saber de que hablaban.
- Lo siento James, solo estoy algo despistado – le contesto Sirius amargamente
- Un poco? Hemos perdido muchísimos puntos. Por favor Sirius, se que lo estas pasando mal, pero intenta ser el mismo cazador que siempre, ok?, yo haré todo el esfuerzo necesario para coger la snitch lo más rápido que pueda
- Está bien – dijo Sirius pesadamente.
- Ese es mi amigo – dijo James sonriendo al mismo tiempo que le pegaba una palmadita en la espalda en señal de apoyo.

Mientras en las gradas Remus, Peter y Lily observaban detenidamente a James y Sirius preocupados. No era típico de Sirius que jugara tan mal, el siempre era el jugador más enérgico de todo el equipo y el que lograba marcar más goles pero hoy estaba jugando de pena.

- Seguro que esta así de despistado por Thea – comento Remus perspicazmente
- Me compadezco de él, y eso ya es serio – dijo Lily preocupada – se ve que lo esta pasando muy mal estos días...
- Eso es cierto. Ya no es el mismo Sirius que siempre
- El otro día incluso rechazo ir hacer una broma a Snape– dijo Peter mirando con admiración a James que había vuelto al terreno de juego.

Y el partido continua!! – grito el comentador. 70 a 40 a favor de Hufflepuff!! Y es que hay que decir que hoy el equipo de Gryffindor no esta jugando como de costumbre, vamos Gryffindor!!

Se oyó por todo el campo de quidditch al comentarista de Gryffindor, Michael Jordan.
Remus, Peter y Lily dejaron su conversación pendiente para poder ver el partido bajo la lluvia intensa.

Black en posición de la quaffle, esquiva a About. Cuidado Black. Una Bludger acaba de rozarle el hombro derecho a Black lanzada por Mundungus, pero el no ha soltado la Quaffle, aun que eso ha debido de doler. Black se acerca al área de la portería, avanza rápidamente y se dispone a tirar la quaffle. Macmillan se prepara para parar el gol de Black. Vamos Sirius no nos falles!! – gritaba Michael con aprensión.
Pero que es lo que hace. Black acaba de lanzar la quaffle hacía atrás y ohh aquí llega Figg rápidamente y coge la quaffle y 10 PUNTOS PARA GRYFFINDOR!!

La muchedumbre de Gryffindor grito de entusiasmo. Se veía como movían las banderas y pancartas con emoción. En sus caras había grandes sonrisas, ya que estaban empezando a ver jugar a Sirius de nuevo y de nuevo tuvieron esperanzas, esperanzas de que Gryffindor ganaría. Los Slytherin abucheaban a los Gryffindors al igual que los Hufflepuff, que les había pillado desprevenidos ese gol, después de la mala racha que estaba teniendo Gryffindor.

Desde arriba, James festejaba que Sirius hubiera vuelto a ser el mismo. Sirius contento choco la mano con Arabella mientras se iba a la otra parte del campo.

Toma esa Hufflepuff, todavía no habéis ganado!! – grito Jordan saltando de su butaca eufórico.
Jordan! Quieres sentarte y comentar el partido – dijo la profesora McGonagall intentando ser severa, aun que no podía por que en su rostro le bailaba una sonrisa difícil de disimular.
Si profesora, lo siento, ya comento el partido – dijo Jordan haciendo caso a la profesora.

Y después de este arrebatador gol que los Hufflepuff no se esperaban, Hufflepuff avanza rápidamente a la tira de meta para marcar un gol y no dar la victoria a Gryffindor. Doge tiene la quaffle, se la pasa a Diggle, e viceversa. Susan March, nuestra brillante cazadora de Gryffindor intenta robar la quaffle, y ayyyy que lastima, casi lo consigue, pero no ha podido ser. Doge, Diggle y una bonita Bludger lanzada por Prewett, casi derriba a Diggle, pero no lo ha conseguido...
Figg se acerca a Doge, con intención de robarle la quaffle, antes de que se acerque más al tiro de meta, donde Wood se pone en posición.
Figg le ha entrado a Doge, pero este rápidamente se la ha lanzado a Diggle, pero que es eso. Si, si es Black de nuevo. Se ha puesto en medio de los dos y ha interceptado el tiro, ha cogido la quaffle, Bien hecho Sirius!! Avanza velozmente por el campo, esquivando bludgers y cazadores de Hufflepuff, se acerca al tiro de meta y va a lanzar y 10 Puntos para Gryffindor!!!! Espectacular carrera del cazador Sirius Black.

Y 60 a 70 a favor de Hufflepuff!!, las cosas empiezan a ir mejor al equipo de Gryffindor!! – gritaba agitado Jordan

Los de Gryffindor vitorearon el gol de Sirius Black, sobre todo las chicas, que suspiraban por él y no paraban de gritarle halagos. Chicas de otras casas, que se morían por sus huesos, también le gritaban halagos y otras cosas más. Sirius avanzo a medio campo otra vez, mostrando una perfecta sonrisa triunfadora. Por fin Sirius había olvidado por unos minutos lo que le oprimía en el pecho. El quidditch, era una excelente forma de desahogarse y el lo estaba haciendo de fábula. Estaba dando de si lo mejor posible. James desde la otra punta del campo sonreía de alegría al ver que Sirius había olvidado por unos minutos a Thea. James seguía buscando por todas partes, bajo la intensa lluvia la snitch dorada, cuando de repente vio que Diggory avanzaba velozmente hacía el suelo. Entonces James la vio, vio la snitch dorada y se lanzo en picada para cogerla.

Y Diggory y Potter van a por la snitch!!!!! – grito Jordan.

Todos los ojos del campo de quidditch se pusieron en los buscadores y las casas animaban con más fervor a sus equipos. Mientras el partido de quidditch continuaba.
James estaba al lado de Amos, intentando apartarlo del rumbo de la snitch, mediante codazos. Amos Diggory, cogiendo fuertemente la escoba y sin apartar sus ojos de la snitch también pegaba fuertes codazos a Potter para que no cogiera la snitch.

James se puso un poco por delante de Diggory y estiro la mano, ya casi la tenía. Y entonces sintió en su mano medio cerrada, como unas alas golpeaban con ella intentando escapar.

Y GRYFFINDOR A GANADO!! Grito Jordan a cuatro vientos.

Los de Gryffindor saltaban de sus asientos contentos, festejando que hubieran ganado. Alice y Frank Longbotton se besaban. Remus y Peter se abrazaban, al que pronto se unió al abrazo también Lily. Las cursis de Margaret y Nancy lloraban de emoción.
Los jugadores bajaron de sus escobas y los Gryffindors fueron a recibirlos calurosamente. El equipo de Hufflepuff, con resignación, se fueron, no sin antes felicitar a los Gryffindors, al vestuario. El resto de la gente, se fue marchando al castillo, intentando mojarse lo menos posible.

Remus, Peter, Lily entre otros muchos, mojándose, bajaron al campo y fueron a felicitarlos con grandes sonrisas. James y Sirius se abrazaban fuertemente, y se unieron pronto Peter y Remus, a los cuales dejaron todos sucios de barro.
Los Gryffindor se fueron al castillo cantando y pensando ya en preparar una fiesta.

En la sala común de Gryffindor todos se divertían. Había buena comida, de las cocinas y Hogsmeade y cerveza de mantequilla y zumo de calabaza. Todos hablaban, bailaban y reían. Las chicas acosaban a James y Sirius y les halagaban sobre lo bien que habían jugado y todas esas cosas. Lily hablaba con Arabella, Susan y Alice y de reojo miraba a James, el cual no había cambiado nada, como ella había pensado, ya que coqueteaba descaradamente con todas las chicas, al igual que Sirius, que iba un poco pasado de cerveza de mantequilla.

La fiesta se alargo hasta las tanto o mejor dicho, hasta que McGonagall no entro en la sala, con su bata escocesa y su redecilla en el pelo, riñendo que ya era hora de dormir nadie se fue. Remus y Lily se llevaron un buen sermón por parte de la profesora, pero estos estaban tan contentos con el triunfo de Gryffindor que no le hicieron casi caso, pero sin faltar el respecto, claro esta.

Los minutos pasaban, horas, días y semanas y Hermione Granger seguía igual que el primer día que la habían llevado a la enfermería. En estado de coma. Su cama al lado de la ventana, rebosaba llena de flores traídas por los merodeadores y otras personas.

James Potter, hizo acto de su presencia en la enfermería, con un gran ramo de margaritas blancas. Saludo a la enfermera, como todas las veces que venía a ver a Hermione, y se dirigió al final de la sala con silencio. Y en la última cama se encontraba ella, durmiendo tan placidamente. Quito unas flores marchitas de un jarrón, que había encima de la mesita, y puso sus margaritas. Arrastro una silla que había en la pared y la acerco a la cama, para poder hablar mejor con ella.

Hola Thea! Soy James. Como estas? – decía James suavemente con una sonrisa enternecedora al mismo tiempo que le cogía la mano. Espero que te despiertes pronto. Todos tenemos muchas ganas de que te recuperes ya, y seas de nuevo la chica alegre que conocimos el primer día. Aquí en el castillo no ha sucedido nada nuevo, salvo que ganamos a Hufflepuff, pero de eso hace ya bastante tiempo...
Sabes? Sirius esta muy mal... se culpa a si mismo de que tu te encuentres en este estado... ni siquiera lo reconozco y por mucho que quiero ayudarlo, no me deja, mejor dicho no le deja a nadie, solo tu puedes hacer lo que otros no pueden, solo tu puedes recuperar al Sirius de siempre. No se lo que le has hecho...

James se quedo callado varios segundos y se levanto de la silla. Estaba ya cansado de ver sufrir a diario a su mejor amigo. Estaba frustrado por ver sus intentos fallidos por hacerle olvidar la carga que llevaba encima durante tanto tiempo.
Se acerco a la ventana para observar los terrenos de Hogwarts. El cielo estaba nublado y daba señal de que iba a llover otra vez. Retiro la vista de la ventana y puso su vista otra vez en Hermione. Y sin moverse de allí volvió a hablarle suavemente, pero esta vez sin ninguna sonrisa. Su rostro se mantenía serio, impasible, intentando hacer el máximo esfuerzo por no derramar ninguna lágrima por todo el dolor que le oprimía en el pecho.

Sirius esta muy despistado estos días. No presta atención en clase, no realiza bien los encantamientos y las transformaciones, ni mezcla bien los ingredientes de pociones... y por si fuera poco, la profesora de adivinación, la augura malos tiempos, diciéndole que... bueno eso no importa... tampoco se divierte jugando al quidditch, ni quiere hacer bromas a los malditos Slytherins...
El brillo de sus ojos se perdió en el lago helado al igual que su sonrisa... Su mente solo tiene un pensamiento en toda constancia... y esa eres tú. Pasa el mayor tiempo del día aquí sentado en esa silla, en la cual estaba yo sentado antes, hasta que la enfermera lo obliga a marcharse a cenar o a la sala común a descansar...
Thea por el amor de Merlín, tienes que recuperarte pronto, oh no se que será de Sirius, esta llevando una carga tan pesada... esta sufriendo a diario, lo veo día a día... lo está pasando tan mal...
No se que le has hecho... incluso todavía no lo asimilo, pero él... Sirius te quiere mucho...

Una lágrima surco de los ojos de James sin que pudiera retenerla. James se toco con una mano el ojo de donde había salido la traicionera lágrima y se la quito de su rostro. Y sin más aspavientos se marcho de la enfermería velozmente, sin mirar atrás para no decaer otra vez...

Todo mí alrededor, mirara por donde mirara estaba oscuro. Ni una pequeña luz, que me indicara hacía donde tenía que dirigirme, ni una mota de un color desigual, nada, absolutamente nada era diferente. Caminaba por un suelo de color negro, mientras mis pasos resonaban por toda la sala, pero nunca había una pared donde toparme, la sala continuaba y continuaba, con una monotonía realmente molesta. Daba vueltas y vueltas, pero todo permanecía igual al primer paso que había dado. Finalmente, desesperada me derrumbe en el suelo bruscamente. Lo único que se escuchaba era mi respiración agitada y mis débiles sollozos. De repente, sin saber por que, una gama de colores me rodeo y aun que estaba un poco aturdida, intente visualizar las imágenes que me rodeaban hasta que supe lo que esta viendo...

------------------------------------------- Flash back-------------------------------------------------

Alguien ha visto un sapo? Neville perdió uno – dijo una niña de pelo castaño y los dientes de delante bastantes largos.
Ya le hemos dicho que no - dijo un chico de pelo pelirrojo
Oh estáis haciendo magia? Entonces vamos a verlo – dijo la chica de pelo castaño
Eh... de acuerdo – dijo el chico pelirrojo y se aclaró la garganta – rayo de sol, margaritas, volved amarilla a esta tonta ratita
Estás seguro que es el hechizo apropiado? Pregunto la niña – Yo soy Hermione Granger, y vosotros quiénes sois?
Yo soy Ron Weasley – dijo el chico pelirrojo
Harry Potter – dijo un chico de cabello azabache

-------------------------------------------Finish back ------------------------------------------------

De nuevo todo a mí alrededor eran penumbras. Me encontraba en el mismo lugar del principio, la gran sala de color negro que no tenía limites ni infinito, antes de que me rodeara esa gama de colores distintos y me tele trasportaran al 1º curso de Hogwarts.
Y fue entonces cuando recordé a mis mejores amigos, Ron y Harry

Enfermera por favor, venga!! – gritaba asustada Lily Evans.

Lily observaba atemoriza a Hermione, convulsionarse, mientras repetía los dos mismos nombres, en susurros casi auditivos. Esos nombres eran Harry y Ron, y Lily se preguntaba quien serían esos dos chicos...

La enfermera llego rápidamente a la cama de Hermione, para poder ver que era lo que había asustado a la señorita Evans.
Sin que Lily se diera apenas cuenta, se encontraba fuera de la enfermería, esperando impacientemente que la enfermera Pomfrey le dijera que había pasado con su amiga.
Lily cansada de dar vueltas alrededor de la puerta de la enfermería mientras sollozaba débilmente se sentó en el suelo apoyando su espalda en la fría pared que estaba frente a la puerta, a la cual no quitaba ojo.
Unos pasos resonaban por los silenciosos pasillos cerca de Lily. Haciendo caso a su curiosidad, Lily aparto por varios segundos la vista de la puerta para ponerla sobre los 4 chicos que se acercaba a ella. Estos cuatro chicos, eran nada más ni nada menos que James, Remus, Peter y Sirius, el cual venía con una triste mirada, pero al ver a Lily sentada fuera de la enfermería, se preocupo muchísimo y sin esperar ni un minuto más se acercó a ella y le pregunto que pasaba.

- Yo no lo se, estaba de visita y entonces empezó a agitarse y a susurra cosas ilegibles – sollozo Lily nerviosa mientras se sonaba el moco.
- Tranquila Lily, ya verás como todo saldrá bien – dijo Remus abrazándola intentando tranquilizarla
- Gracias – dijo Lily a James, el cual le había entregado un pañuelo para sonarse y limpiarse las lágrimas.

Sirius no decía nada, observaba la puerta de la enfermería con aprensión. Remus Intentaba tranquilizar a Lily, aun que el no estaba muy tranquilo que digamos tampoco. James miraba preocupado a su amigo Sirius, aun que también estaba preocupado por su amiga Thea. El único que parecía sereno era Peter, el cual se balanceaba con los pies y tarareaba una canción.
Sirius estaba perdiendo los nervios por culpa de la cancioncita de Peter, como se ponía a cantar en estos momentos, se preguntaba mentalmente. Sirius estuvo a punto de insultarle para que cerrara el pico, pero unos pasos apresurados le distrajeron.
Una apresurada Minerva McGonagall se acercaba a la enfermería, seguida del profesor Dumblendore, el cual mostraba un rostro muy serio.
Saludaron a los presentes y entraron en la enfermería, y cerraron la puerta, pero no la cerraron del todo bien, se quedo un poco entreabierta y esto fue un gran beneficio para los Gryffindors, ya que así podría enterarse de lo que le sucedía a su amiga.

- Poppy que es lo que sucede? – pregunto preocupado Albus Dumblendore
-Albus, esta muchacha tiene que ser ingresada en el hospital San Mungo – dijo la enfermera
-Por los dioses – exclamó Minerva McGonagall – ha empeorado?
-Gracias a Merlín, no, pero podría empeorar – empezó a explicar la enfermera – Yo hago todo lo que esta al alcance de mis manos, si ustedes me entienden? Pues resulta que hoy la paciente ha convulsionado, eso significa que su mente esta recordando hechos de su vida pasada y eso es bueno. Si la lleváramos a San Mungo, puede que mejoraría antes de lo previsto, aun que tampoco se sabe con plena certeza, por que al igual que podría mejorar, también podría empeorar, pero allí tienen más recursos que aquí y pienso que es lo mejor para la señorita Jacques, ha estado ya mucho tiempo aquí y hoy ha dado señales de vida...
-Entiendo Poppy – dijo Dumblendore meditando – Pues si piensa que es lo mejor para la señorita Jacques enviare una lechuza ahora mismo para que vengan a recogerla...

Pum! Las puertas de la enfermería se abrieron de golpe y cayeron al suelo los merodeadores y Lily encima de ellos. Dumblendore, McGonagall y la enfermera se les quedaron mirando sorprendidos. Lily velozmente se levanto de encima de los merodeadores azorada y bajo la atenta mirada de sus profesores se alisaba la túnica en zonas donde no habían arrugas.

Los merodeadores también se pusieron de pie, bajo la atenta y severa mirada de McGonagall, la cual apretaba tan fuertemente los labios, que daba a suponer que era muy grande su enfado.

Y bien? Se puede saber que hacían cinco alumnos de Gryffindor espiando conversaciones ajenas? Pregunto McGonagall severamente.
Profesora vera... - empezó hablar Lily entrecortadamente
No pueden llevarse a Thea a San Mungo – dijo Sirius con rotundidad
Señor Black, usted al igual que sus amigos ha escuchado la conversación, y si enviamos a la señorita Jacques a San Mungo es por su propio bien – dijo McGonagall aflojando su rostro severo por uno de compasión.
Pero... seguro que se pondrá bien dentro de nada, en este colegio hay una magnifica enfermera y estoy segura que se pondrá bien dentro de nada – decía Sirius intentando convencer a sus mayores – verdad que si, chicos?

Los merodeadores y Lily asintieron con la cabeza sin poder decir nada más, ya que un nudo en la garganta se lo impedía. La enfermera Pomfrey se apenaba de Sirius y cedía a sus suplicas lentamente al igual que McGonagall, mientras Dumblendore seguía sin decir ni una palabra, simplemente observaba con aprensión a Sirius.

Usted gana señor Black, pero si su estado no mejora dentro de dos semanas tendremos que llevarla a San Mungo – cedió la enfermera sonriéndole con comprensión.
Lo dice en serio? – Pregunto Sirius mientras le brillaban los ojos de nuevo y sonreía lleno de felicidad – muchas gracias. Tome, eran para ella, pero no creo que le importe no tener un ramo de flores más – dijo Sirius dándole un ramo de orquídeas.

Sirius le sonrió de nuevo a la enfermera y fue directo a la cama donde reposaba Hermione, para verla de nuevo, como tantos otros días que había ido a verla.
Minerva McGonagall todavía sorprendida, abrió y cerró los ojos varias veces, solamente para ver, si era o no un sueño lo que acababa de ver.

Ay! El dulce sentimiento del amor... - dijo Dumblendore risueño mientras jugaba con sus pulgares – Pues como veo que ya no me necesitan, yo me voy. Buenas tardes – dijo Dumblendore y salio de la enfermería recitando un poema de amor.

Hola preciosa! Hoy no te he traído tu ramo de flores diario, pero la enfermera se lo merecía por su gran trabajo... ojalá me estés escuchando... tienes que mejorarte pronto, eh? Todos te echamos mucho menos, sobre todo yo... por no decir el que más...

Una fragancia muy conocida para mi llegaba a mi nariz, no podía ser sino la de él. Té verde, y es que había expirado tantas veces ese aroma cuando lo tenía cerca de mí que ahora me resultaba imposible no saber de quien era ese aroma.
Intente abrir los ojos, era lo que más deseaba en este mundo, quería verlo a él, poder ver su rostro, sus hermosos ojos grisáceos y su dulce sonrisa...
Las siluetas de mí alrededor estaban algo borrosas, cerré los ojos nuevamente y los apreté tanto como pude y los volví abrir de golpe. La imagen se aclaro un poco más, pero la luz cegadora del sol me molestaba mucho así que volví a cerrar los ojos otra vez.
Sirius, nombre suavemente, por lo que veo, el me escucho por que pronto sentí un pequeño apretón en mi mano derecha. Esta vez abrí los ojos lentamente, y entonces pude ver el rostro que tanto había anhelado ver. Y ahí estaba Sirius Orión Black, mirándome calidamente sin apartar su vista de mí y sonriendo muy tiernamente esperando pacientemente a que me acostumbrara a la luz y estuviera consciente de lo que sucedía a mí alrededor.

Sirius – dije sonriéndole mientras que con la mano que tenía libre acariciaba su cara.
Buenos días preciosa! – contesto él reteniendo mi mano en su cara, mientras que sus ojos brillaban de una manera extraordinaria.
Qué me ha pasado? Pregunte yo mientras observaba maravillada la cantidad de flores distintas que adornaban todo lo que estaba a mí alrededor.
Shh tranquila, ahora ya estas bien – me decía Sirius serenamente – Enfermera, Thea a despertado!! – dijo en voz alta Sirius.

Pronto se escucharon unos pasos apresurados que se acercaban hacía mi cama. Pronto pude ver en la cara de la enfermera una muestra de alivio. Y antes de que pudiera decir o hacer algo, la enfermera mando a Sirius a que le dijese a la jefa de su casa, que ya había despertado.
Sirius se acerco hacía mí y me dio un beso en la mejilla y me dijo que ahora volvería. Abandono la enfermería corriendo y me dejo sola con la enfermera, la cual estaba inspeccionando mi estado mediante unos extraños hechizos que yo nunca había visto.

Pronto llego la profesora McGonagall, que al verme en perfecto estado, se alegro mucho y se fue a un sitio aparte para hablar con la enfermera Pomfrey. Sirius se sentó a mi lado, encima de la cama.

Me alegro tanto que ya estés bien – me dijo mientras me apartaba un mechón que estaba estorbando en mi cara.
Sirius, tú no tienes la culpa de nada, me entiendes? De nada, así que no quiero volver a oir esas chorradas que decías – dije yo seriamente
Pero... como? – pregunto anonado Sirius
Esa no es la cuestión, solamente prométeme que no volverás a culparte por ese pequeño accidente – dije yo tajantemente
Esta bien Thea, lo prometo – dijo él mirándome serenamente.

Y sin poderlo resistir más, abrace el torso de Sirius con cariño, tenía tantas ganas de estar junto a él de nuevo, que no pude resistir la tentación, de tener su cuerpo pegado al mío. Estuve así durante varios segundos, pero al ver que el no me devolvía el abrazo, empecé a apartarme, ya que tal vez le molestaba mi abrazo, pero de repente, él me devolvió el abrazo, estrechándome suavemente contra él con sus dos fornidos brazos, mientras me besaba mi cabello. Una pequeña lágrima salia de mis ojos surcando mi mejilla y colándose en mi boca, donde note su gusto salino. Una sonrisa se formo en mis labios, y mientras nos abrazábamos con ansía, con anhelo, susurre una simple pero significativa palabra, gracias, fue la palabra dicha por mí antes de adentrarnos de nuevo en un silencio apacible, disfrutando del momento vivido, tan significativo e imborrable para ambos.

Hermione caminaba sosegadamente por los pasillos de Hogwarts, después de haber salido de la enfermería rumbo a la sala común de Gryffindor. Y es que había estado tanto tiempo metida dentro de la enfermería, 1 mes y medio, sorprendente pero cierto. Solo faltaba una semana para que fueran las vacaciones de semana santa y Hermione tenía que recuperar todo el tiempo perdido. Iba muy atrasada en cuanto a los deberes, por no decir en cuanto a los estudios. Pero a pesar de eso, Hermione estaba radiante de felicidad y es que no era para menos, Sirius había estado junto a ella mientras estaba enferma y la había cuidado incondicionalmente todos los días. Le debía tanto...

Hermione noto como una mano la cogía del brazo y la apoyaba bruscamente sobre la pared. Cerró los ojos para sentir el impacto, y después de eso volvió abrir los ojos, pero se llevo una no muy grata sorpresa. Frente a ella se encontraba nada más ni nada menos que Lucius Malfoy, buscador de Slytherin, novio de Narcisa Black, el mismo diablo. La persona más arrogante, malvada y vil de todo el colegio.

Jacques! Que placer verte de nuevo andando por los corredores del colegio – dijo Lucius sarcásticamente mientras sonreía maliciosamente.
Malfoy! Pues yo no estoy tan contenta de verte, así que suéltame de una vez, tengo mejores cosas que hacer – dijo Hermione con repugnancia
Nh nh nh, pero que maleducada que eres Jacques – decía mientras movía la cabeza – donde están tus modales? y yo que pensaba que te alegrarías de verme de nuevo – dijo arrastrando las palabras
Pues te equivocaste, así que ahora suéltame – dijo Hermione empezándose a enfadar.
Cuando más te enfadas, más hermosa te pones – dijo Lucius apretándole los hombros contra la pared.
He dicho que me sueltes invecil – dijo Hermione sacando su varita y poniéndola frente a Malfoy.

Lucius Malfoy se aparto un poco de Hermione, pero sin dejar de mirarla desafiadamente. Hermione amenazando todavía a Malfoy, empezó a echarse hacía atrás sin dejar de mirarle y cuando ya estuvo unos pasos bastante lejos de él, le dio la espalda y acelero el paso.

Sabes? No fue un accidente, fue ocasionado – dijo Lucius dejando las palabras en el aire.

Hermione se paro en medio del corredor, todavía con la varita en la mano. Y sin girarse y muy confundida dijo en voz alta: como?
Lucius sonrió maliciosamente, sabía que su curiosidad iba a poder contra ella, así que se apoyo elegantemente en la pared que tenía más cerca y mirándose las uñas de las manos volvió hablar.

Pues eso Jacques, que se te rompiera el hielo bajo tus pies no fue un accidente, fue ocasionado y yo se por quien....- dijo Lucius arrastrando las palabras
Eso es mentira, solo fue un accidente – dijo Hermione girando sobre sus talones para darle cara.
No, no, no, te equivocas, yo se quien quería eliminarte, pero por lo que veo, no lo consiguió – dijo Lucius dejando de ver sus uñas y posando su fría mirada en los ojos marrones de Hermione.
Mientes. A demás, quien querría matarme? – pregunto ella con curiosidad
No se, tal vez, alguien que te odie... - dijo Lucius y le dio la espalda dejando en un mar de dudas a Hermione – por cierto, yo si fuera tú, no me acercaría demasiado a Black – dijo él y giro la esquina dejando completamente sola a Hermione y con muchas dudas en la cabeza.

Hermione entro en la sala común de Gryffindor y nada más entrar un aire caliente golpeo su cuerpo. Las llamas crepitaban en la chimenea esplendorosamente. Quedaba poca gente ya en la sala, la mayoría se encontraba ya en sus respectivas camas, pero la gente que quería, se encontraba sentada junto al fuego, en los sillones más cómodos de toda la sala. Lily estaba al lado de James, retorciendo un pañuelo del nerviosismo. Sirius iba caminando de punta en punta pensativo. Peter terminaba su trabajo de pociones, y Remus leía un libro tranquilamente.
Hermione sonrío al ver la imagen que se cernía delante de ella.
Lily levanto la cabeza y al verla, se levanto del sofá con gran entusiasmo, provocando un grandísimo susto a James quien se puso la mano en el pecho, pero a ella no le importo, ya estaba abrazando tiernamente a su mejor amiga, mientras lloraba a lágrima viva.
Pronto los otros merodeadores también la abrazaron con alegría y le decían palabras reconfortantes.

Bueno chicos, nosotras nos vamos arriba, que Thea tiene que descansar... - dijo Lily llevándosela de la mano y arrastrándola a las escaleras, sin darle tiempo a Hermione de replicar.
Sirius se las quedo mirando mientras subían las escaleras. Muy pronto tendría que hablar con ella seriamente, todavía les quedaba una conversación pendiente...

Y bien? Al final vendréis no? – pregunto James a sus amigos
Lo siento James, pero yo no puedo ir, mis padres han hablado con varios profesores y me quedo a repasar con ellos para no reprobar las asignaturas, ya sabes que no me van muy bien... - dijo Peter mientras intentaba terminar su redacción sobre el uso de la poción multijugos.
Yo si voy, no creo que a mis queridos padres les importe que pase fuera estos días – dijo Sirius destacando las palabras queridos padres.
Yo también voy, ayer recibí la lechuza de mi madre con su respuesta, a demás de que no habrá problema por que hasta dentro de 1 mes no habrá luna llena de nuevo – dijo Remus – por cierto, vas a invitar a alguien más? Pregunto Remus con curiosidad
Pues la verdad es que lo he estado pensando mucho... tal vez invite a Thea y a Sam por supuesto. A si que aprovecha lunático – dijo James mientras sonreía picadamente al igual que Sirius, haciendo que Remus se pusiera rojo.

Lily y Hermione entraron en la habitación de 6 grado de Gryffindor. Sus otras dos compañeras, dormían profundamente.

Lily, a que viene tanta prisa? Pregunto Hermione sentándose en su cama con las piernas cruzadas.
Thea, es que tengo que hablar contigo de una cosa muy importante – dijo Lily sentándose en la cama de Hermione también con las piernas cruzadas
Dime – dijo Hermione observándola atentamente
Veras, es que durante este tiempo que has estado en la enfermería e pasado mucho tiempo con un chico... empezó a decir Lily ruborizada.
De verdad? Y quien es? Lo conozco? Ya son novios? – empezó a preguntar Hermione entusiasmada
Para, para, no vayas tan deprisa – dijo Lily riéndose por la actitud de su mejor amiga – a ver, si lo conoces y creo que muy bien, es más son amigos, pero aun que he tenido mucho contacto con él, no somos novios...
Todavía... -dijo Hermione con una sonrisa picara – y bien? Quien es el afortunado?
Pues veras, es.... es Potter – dijo Lily muy ruborizada.
Jajaja vamos Lily no es para tanto, James es muy guapo – dijo Hermione intentándola animar – ya veras como pronto seréis pareja – termino de decir convencida Hermione.

Lily no dijo nada más sobre el tema. Las dos se pusieron los pijamas y se desearon dulces sueños.

Mirad ya llegan las lechuzas! Estoy impaciente por recibir la nueva edición de la revista de quidditch – dijo James mientras observaba atentamente las lechuzas.

Los otros seguían desayunando tranquilamente. Algunas miradas recaían sobre ellos, ya que de nuevo Alethea Jacques se encontraba desayunando serenamente en la mesa de Gryffindor.
James abrió con desespero la revista de quidditch. En primera plana, salía un chico sonriendo presuntuosamente a sus lectores, a lo que James y Sirius hicieron mala cara y pasaron las primeras hojas rápidamente para ver las puntuaciones de su equipo favorito, los Chudley Cannons.

Otra vez no!! Han vuelto a perder! – Dijo Sirius – eso nos descalifica ya.
Y quien esta en la clasificación? Se intereso Remus.
Las Avispas de Wimbourne, Appleby Arrows, Puddlemere United, Tutshill Tornados, Montrose Magpies y los Murciélagos de Ballycastle – dijo James con desanimo.
Bueno que los Chudley Cannons no estén clasificados para la liga no significa que los demás equipos no valgan nada – dijo Remus mientras terminaba su tazón de chocolate
Hablo la avispa de Wimbourne – dijo Sirius irónicamente
Y orgulloso de serlo – saco pecho Remus – seguro que este año les vamos a dar una paliza a los Appleby Arrows!! – dijo con entusiasmo.

Lily bastante nerviosa terminaba el desayuno. En cuanto aparecieron las lechuzas, su nerviosismo aumento considerablemente. No dejaba de mirar el techo mientras se terminaba su bollo. Esperaba que hoy no aparecieran cientos de lechuzas con el correo, ya que hoy no podría esconderlo...
Pero el peor temor de Lily apareció de la nada delante de sus narices. Elegantemente más de una docena de lechuzas de distinta raza y color se pusieron en la mesa de Gryffindor delante de Hermione. Todos los de la mesa y los alrededores se pusieron a espiar. La profesora McGonagall no tardo en aparecer en la mesa para ver que era ese escándalo.

Qué significa todo esto? – dijo la profesora McGonagall con el ceño fruncido.
Yo no lo se profesora, yo estaba desayunando y de repente...
Al grano señorita Jacques.
No es nada profesora. Ahora mismo cogeremos las cartas y las lechuzas se irán en seguida – apresuro a decir Lily, salvando de una buena a Hermione.
Eso espero señorita Evans – dijo la profesora McGonagall, que hecho una mirada desaprobadora y se fue a su mesa otra vez.

Hermione empezó a quitar el correo de las lechuzas bastante alterada bajo la atenta mirada de una extensa mayoría. Cuando quitaba el pergamino de una lechuza, esta salía volando al instante.

Thea que es todo ese correo? Pregunto Peter ganándose una mirada reprobatoria por parte de Lily
Seguro que son familiares y amigos que quieren saber como esta. Verdad que si, Thea? – Pregunto Lily inocentemente – Uyy pero que tarde es ya, las clases están a punto de empezar – se apresuro a decir Lily para que Hemione no leyera el correo- Vamos Thea, toca pociones y ya sabes que al profesor O´donneil ni le gusta hacer esperar.

Hermione extrañada por haber recibido tanto correo, se las guardo en los bolsillos de la túnica y salió del gran comedor con Lily al aula de pociones.

El frío se colapso por sus huesos. Estaban cerca de la mazmorra de pociones y hacía un frío de muerte. Se ajusto la túnica para que no pasara la corriente helada y metió sus manos por los bolsillos de la túnica para mantenerlas calientes.
Entonces sus dedos helados tocaron un papel rugoso.
Hermione sabía que eran las cartas. Una gran curiosidad se apodero de ella, tenía que leerlas, la intriga le carcomía por dentro.
Entraron en el aula de pociones. El profesor todavía no había llegado. Lily y Hermione se sentaron en los últimos bancos de la mazmorra, esperando pacientemente a que la sala se llenara. Poco a poco Gryffindors y Slytherins fueron llegando y sentándose en los bancos. Sirius y James se sentaron delante de Lily y Hermione.
Hermione no prestaba atención a la conversación de los merodeadores, sino que pensaba en las cartas. Lily estaba discutiendo con James, así que sin pensarlo dos veces, Hermione saco una carta de su bolsillo y la miro.

Era un sobre normal y corriente, en el que ponía su nombre, Alethea Jacques. Abrió el sobre y saco la carta de papel y vio que la carta era un collage (es decir las letras son recortes de revistas, y todo eso, para que no se descubra las letras) y empezó a leerlo sorprendida.

Apártate de Sirius Black si no quieres sufrir las consecuencias.

Una carta fría y seca, pero directa. Esa carta le recordó mucho a cuando recibía cartas anónimas en 4º curso por culpa de Rita Sketter. Escondió la carta en la mochila. Hermione levanto la mirada para ver si alguien la estaba observando, al ver que no era así, cogio otra carta y empezó a leerla y así con otra y otra. Todas decían casi lo mismo, eran muy semblantes. Todas eran anónimas. Pero sobre todo, todas eran amenazas para que no me acercara a Sirius Black. Pero una le llamo especialmente la atención.

Tuviste mucha suerte en escaparte del hielo y del coma, lastima, yo quería verte muerta. Pero la suerte no estará siempre de tu lado y caerás como así me prometí a mi misma. Vigila tu espalda Jacques, por que yo siempre te estaré observando en cada momento, en cada segundo que estés junto a él y cuando menos te lo esperes, te apuñalare y desearas no haber venido nunca a este colegio, desearas incluso no haber nacido, por que mientras estés junto a él, voy a convertir tu vida en un infierno.
Y será mejor que mantengas esto en silencio, por que pobre de ti si alguien se entera del contenido de esta carta, o si, pobre de ti...

Así que ya lo sabes, por tu propio bien y tus amigos, si, si tus amigos, ya sabes, Evans, Lupin,... y todos los que sean amigos tuyos, sufrirán las consecuencias si no te apartas de él. Cuando vaya por los pasillos, no quiero ver como Black esta coqueteando contigo, riendo, abrazándote, hablando, ni siquiera quiero que lo mires a la cara, por que entiende, Black es mío y nadie me lo va a quitar...

Señorita Jacques, me podría explicar por que no esta su libro abierto por la página 450?? Pregunto amenazadoramente el profesor de pociones – 10 PUNTOS MENOS PARA GRYFFINDOR POR NO PRESTAR ATENCI"N EN CLASE.

Hermione salio de su burbuja y se quedo mirando al profesor de pociones. Abrió el libro por la pagina 450 lo más rápido que pudo. Los merodeadores, sobre todo Sirius se quedaron unos segundos mirando a una avergonzada Hermione, y volvieron la vista a sus calderos antes que el profesor les bajara más puntos.
Lily seguía mirando a Hermione preocupada. Sabía que había leído las cartas, por que la había visto cuando ella pensaba que no era así, pero no le dijo nada para no inquietarla más de lo que ya estaba.

Hermione junto con sus compañeros empezaron a preparan la poción de la verdad.
El profesor de pociones iba caminando por toda el aula y revisando las pociones de los alumnos. A los Slytherin les ponía puntos mientras que a los Gryffindors se los quitaba y hacía grotescos comentarios de las pociones de algunos, provocando la burla de los Slytherin.

Señor Pettigrew, que es lo que ha hecho con su poción? – pregunto el profesor O´donneil siseando las palabras y poniendo muy nervioso a Peter.
Yo.. yo... - intentaba decir Peter.
Yo... yo... - se burlaba el profesor – alumnos míos, miren esto, la poción debería ser de color verde y esto es nada más ni nada menos que de color morado, verdad que no a añadido las patas de murciélago. O me equivoco señor Pettigrew?
Si, quiero decir, no – dijo Peter muy nervioso.
Lo imaginaba. Evanesco - dijo el profesor apuntando su varita al caldero de Pettigrew, el cual desapareció al instante – 20 puntos menos para Gryffindor por su incompetencia – dijo el profesor mientras se dirigía a su mesa arrogantemente.

Maldito O´donneil, como lo odio. Lo habéis visto, 60 puntos menos por ser de Gryffindor – gritaba sulfurado Sirius por los corredores.
Calma Sirius, todos sabemos como es el profesor O´donneil – dijo Remus
Pero no tiene derecho y has visto lo que le ha hecho al pobre Peter... uff como me hubiera gustado lanzarle una maleficio a la asquerosa serpiente – dijo James.

Alethea, Alethea!! – gritaba un chico muy apuesto.

Lily y Hermione que iban detrás de los merodeadores, se pararon en medio del corredor para ver quien era el chico que llamaba a Hermione.
Los merodeadores también se giraron y prestaban gran atención al chico que se acercaba hacía ellas.

Uff, pensaba que no llegaba a alcanzarte – dijo el chico respirando agitadamente. Soy Amos Diggory – dijo el chico de Hufflepuff sonriendo.
Alethea Jacques encantada – dijo Hermione sonriendo mientras le daba la mano.
El placer es mío señorita – dijo Amos mientras le besaba cortésmente la mano a Hermione provocando un sonrojo de parte de ella.
Yo me voy con los chicos, nos vemos en clase Thea. – dijo Lily saliendo apresurada y encaminándose hacía los merodeadores.
Te importa si te acompaño a la siguiente clase? – pregunto Amos
En absoluto. Y dime de que me conoces? – pregunto Hermione interesada mientras se fijaba en Amos.
Digamos que me interesaste desde que te vi en el musical, eres una chica muy guapa a demás de inteligente según he escuchado por ahí – dijo Amos con la mayor de sus sonrisas

No muy delante, Lily y los merodeadores iban a la clase de transformaciones.
Verdad que hacen buena pareja? – decía Lily encantada
No lo creo – dijo Sirius el cual no estaba muy contento de que el invecil de Diggory coqueteara con Hermione.
Acaso estas celoso Black? –pregunto Lily picadamente
Yo? Celoso de Diggory? Y Snape será el próximo buscador de Slytherin. A demás yo puedo conseguir a la chica que me proponga – dijo Sirius arrogantemente
Oh, si, el soltero de oro, Sirius Black – dijo irónicamente Lily.

Jajaja en serio? No me lo creo, Jajaja – Escucharon los merodeadores reír a Hermione, cosa que frustro más a Sirius, mientras que Lily agrandaba su sonrisa.

Ups Diggory, yo no se lo que le ven las chicas, solo es un Hufflepuff estupido – dijo Sirius enfadado.
Pues tal vez nos guste por que es un chico guapo, apuesto, cortés, simpático, inteligente,...
Para, para, no te hemos pedido la ficha completa de súper Diggory – dijo James con el ceño fruncido
Solo daba mi opinión Potter. Celoso? – inquirió Lily
Más quisieras – dijo James mirándola desafiantemente a lo que Lily le saco la lengua.

Los merodeadores y Lily llegaron a la puerta del aula de transformaciones, la cual estaba cerrada y tuvieron que esperarse a que la profesora McGonagall llegara. Un poco más atrás, Hermione y Amos, el cual llevaba los libros de Hermione, caminaban lentamente riéndose de los comentarios que hacía Diggory. Los merodeadores y Lily callaron y empezaron a escuchar la conversación que tenían los dos.

Entonces es un si? – pregunto Amos
Umm no se, no se, espera que me lo piense – decía Hermione
Anda Alethea, vamos ven conmigo a Hogsmeade, o es que no te caigo bien, es eso, verdad? – dijo Amos apenado
No! me caes muy bien Amos, es solo que... esta bien iré contigo a Hogsmeade – dijo Hermione finalmente sonriendo.
En serio? No sabes lo feliz que me haces – decía entusiasmado Amos. Ya hablaremos más tarde, que ahora me tengo que ir a clase – dijo Amos entregándole los libros y dándole un beso en la mejilla a Hermione – Hasta luego.

Hermione se despidió de Amos Diggory con la mano y algo sonrojada y se dirigió hacía donde estaba Lily y los merodeadores.

Así que con Diggory, pillina –decía Lily sonriendo picadamente
Lily, no me digas que has escuchado toda la conversación – le reprendió Hermione
Hombre, toda, toda, no... digamos que lo más importante – dijo Lily riéndose
Yo pensaba que vendrías con nosotros para celebrar tu recuperación – dijo Sirius fríamente a Alethea.
Yo no sabía nada de Hogsmeade Sirius. Ha venido Amos y me lo ha pedido antes – dijo Hermione en defensa.
Como que no has oído nada, lo hemos estado hablando en el desayuno, si lo que quieres es no venir con nosotros nos lo podrías decir, sabes? – dijo Sirius enfadado y gritándole a Hermione

Hermione iba a contestarle pero la profesora McGonagall se acercaba y prefirió callarse. McGonagall abrió la puerta de su aula y los alumnos entraron al aula y se sentaron en sus bancos. Por una extraña casualidad del destino, Hermione y Sirius tuvieron que sentarse juntos.

McGonagall estaba explicando como transformar muebles en animales. La mitad de la clase se estaba muriendo de aburrimiento. Otra parte tomaba apuntes, pero Sirius y Hermione no hacían ni una ni la otra, sino que se miraban retadamente.

Y que quieres que haga ahora? Que le diga que no voy con él? Susurro Hermione a Sirius
Si quisieras venir con nosotros, lo harías – le contesto mordazmente Sirius
Pero no lo entiendes? Ya me he comprometido a ir, sería de mala educación decirle ahora que no voy con él, por que tengo que ir con vosotros – decía Hermione empezando a enfadarse y a elevar la voz.
Aja!!! Prefieres antes al presuntuoso de Diggory que a tus amigos desde que has venido ha este colegio – señalo con el dedo acusadoramente Sirius
Yo no he dicho eso Sirius!! – dijo enfadada Hermione y levantando la voz

La clase se quedo callada y les observo. Sirius y Hermione discutían acaloradamente y no prestaban atención a las reprimendas de la profesora McGonagall.

Claro que los has dicho!! Grito Sirius
Que no!
Que si!
Que no!
Que si!
Mírales, parecen una pareja de casados – dijo James a Remus y Peter riéndose
Tú a callar! – dijeron Sirius y Hermione a la vez a James
LOS QUE TENEÍS QUE CALLAR SOIS VOSOTROS!! YA ESTA BIEN HOMBRE, PARECEÍS NIÑOS DE 1º CURSO, NO OS DA VERGÜENZA – grito McGonagall tremendamente enfadada. 20 puntos menos para Gryffindor. Cada uno – dijo McGonagall más calmada haciendo caso omiso de las protestas de los Gryffindors. Y ahora no quiero oir ni una mosca en lo que queda de clase, me habéis entendido? Dijo estrictamente.
Si profesora – contestaron todos a la vez y se pusieron a hacer los ejercicios mandados.

El Ring del timbre sonó, y la clase termino. Todos empezaron a recoger sus cosas e iban saliendo del aula para ir a comer.

Black, Jacques, quédense un momento – dijo McGonagall mientras apuntaba unas cosas en su pergamino.
El aula se vació, y los nombrados fueron a la mesa de McGonagall a que les diera el sermón.

McGonagall termino de escribir en el pergamino, deje su pluma junto al tintero, se quito las gafas y levanto la vista para ver a sus dos alumnos. Respiro pausadamente y seriamente empezó a reñirles su falta de comportamiento.

Les parece bonito el espectáculo que han hecho? Jóvenes de sexto grado que ya habrían tenido que madurar, que bonito ejemplo para los cursos superiores... - dijo McGonagall con voz severa
Lo sentimos mucho profesora – dijo Hermione apenada
Si, no volverá a suceder – dijo Sirius
Eso espero, de todas maneras, por vuestra falta de comportamiento en clase os voy a castigar. Esta noche, a las 10 en la entrada del bosque prohibido, Hagrid os estará esperando allí. Ahora ya os podéis marchar – dio por zanjado el asunto McGonagall.

Hermione y Sirius salieron del aula sin decir palabra. Cerraron la puerta y se dispusieron a andar hacía el gran comedor.

Ves lo que has provocado? – riño Hermione a Sirius sin poderse aguantar más
Yo? Esta si que es buena. Podrías tragarte tu orgullo de una vez por todas? Esto a sido por tu culpa – dijo Sirius
Oh, si claro. Back es el niño bueno, el nunca hace nada malo – ironizo Hermione
Yo no digo que no haga cosas malas, pero esto a sido por tu culpa – dijo Sirius parándola en medio del pasillo – Y sabes, ha sido desde esta mañana, has intentado evadirme, en pociones cuando te llamaba ni caso, en el pasillo antes de que hablaras con el estupido de Diggory tampoco y de no ser por esta estupida pelea ni si quiera me habrías hecho el mínimo caso – le dijo Sirius a Hermione enfadado queriendo una explicación de su comportamiento extraño.
No se de que me hablas – dijo Hermione fríamente poniéndose a caminar otra vez
Pues yo creo que si que lo sabes – contesto Sirius – y aquí tengo la respuesta, lo se todo Jacques – dijo Sirius haciéndose el interesante
Ah si? Que es lo que sabes? – le encaro Hermione
Te suena esto? Pregunto Sirius sacando un pergamino arrugado de su túnica, al cual Hermione se quedo con la boca abierta.
De donde has sacado eso? Pregunto asustada
Esa no es la cuestión ahora. Quien te ha mandado esto? – exigió Sirius
No lo se – dijo secamente
Ah no, no vas a mentirme otra vez. Ya te habían amenazado antes, verdad? Y no nos lo has dicho, ni a Remus, ni James, ni a mi...
Y eso que importa? Son mis cosas y no tengo por que entrometer a nadie en ellas – grito Hermione indignada mientras se reprimía las lágrimas.
Pues claro que me importa!! Son mis amigos los que están involucrados en esto y a demás todo esto es por mí!!!!! – grito Sirius acercándose a ella amenazadoramente.
Por tu bien apártate de mi, por el tuyo y el de ellos – dijo Hermione tristemente bajando la cabeza – es lo mejor Sirius. Solo causo problemas, es que no lo entiendes? – levanto la cabeza sin poder aguantar más las lagrimas que insistían salir de sus ojos.
Thea, tu me importas y no quiero que nadie te haga daño – dijo Sirius tristemente
Entonces entiéndelo, lo mejor es que no nos hablemos, así nadie saldrá herido. Así que mantente todo lo alejado de mí que puedas – dijo Hermione y hecho a correr por el pasillo.

Sirius fue al gran comedor abatido por las palabras de la chica que amaba. Separase de ella solamente por una estupida amenaza de alguna chica del colegio.
Entro en el gran comedor y se sentó a comer. Sus amigos lo vieron preocupados, pero no le hicieron ninguna pregunta. En lo que quedaron de clase, Hermione y Sirius no se hablaban para nada, cosa que extraño muchísimo a Remus, James, Peter y Lily y a otras personas en general.

Por fin llegaron las 10 de la noche. Era una noche fresca, sin ninguna nube en el cielo. Las estrellas brillaban intensamente sobre el manto azulado y la luna menguada resplandecía por todo su alrededor. El bosque prohibido, un bosque frondoso, donde vivían las criaturas mágicas y donde se encontraban muchas de las plantas para pociones.
Hagrid esperaba con paciencia a los dos alumnos castigados a la entrada del bosque. El primero en llegar fue Sirius, el cual charlaba con él animadamente. Pronto apareció Hermione y Hagrid se dispuso a impartir las instrucciones.

Al profesor O´donneil le hacen falta una serie de plantas para pociones que se encuentran en el bosque y que la mitad de ellas solo se encuentran cuando los rayos de la luna dan sobre ellas. Aquí tenéis la lista. Cuando las encontréis todas salid del bosque. Mañana a primera hora deberéis entregarles las plantas que hayáis encontrado – término de decir Hagrid entregándoles la lista y un pequeño cesto para recolectar las plantas.

Id con cuidado. Buena suerte – dijo Hagrid y se dirigió hacía su cabaña.

El bosque les esperaba delante de sus narices. Una dura jornada recolectando plantas para el asqueroso profesor de pociones.

Las damas primero – dijo Sirius cediéndole el paso a Hermione.
Que buen momento para hacer gala de tu caballerosidad – dijo Hermione sarcásticamente.
Oh bueno, si tienes miedo, entro yo primero – dijo Sirius con ademán de pasar delante de ella.
Yo no tengo miedo! Andando, nos espera una larga noche – dijo Hermione y entro en el bosque prohibido seguida de Sirius, el cual sonreía, por que sabía que esa era la reacción que esperaría por parte de ella.

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