¡Dedicado a Lucy ... te extraño mucho amiga!

CAPITULO 5

Despedidas

Todo hubiera sido más fácil, si hubieran continuado de amigos. Si cada uno se hubiera fijado en otras personas, en ese momento se encontrarían los tres bromeando o estudiando como siempre. Pero fue difícil ocultar sus sentimientos durante años, aún recordaba el baile de Navidad y la vio llegar con Víktor Krum. Lucía nerviosa, pero emanaba una seguridad que nunca antes mostró. Esa noche se veía espectacular. Suspiro desganado.

-Ron, tenemos que continuar -dijo Harry, buscando en su libro de Astronomía la constelación de Piscis.

-Hoy no ando de humor para hacer tarea –respondió recostándose en el sillón.

-Ella aún te quiere... solo deja que se vaya tranquila, cuando regrese tal vez vuelva hacer la misma Hermione de siempre –dijo de pronto el chico de pelo negro.

- ¡No comprendes que si se va, nunca volverá conmigo! –exclamó Ron, incorporándose. -¿Cómo sabes que me quiere? ¿Te dijo algo? ¡Responde!

-Me comento muy poco sobre sus sentimientos, sabe que si me dice algo más te lo diré enseguida –contestó, alejando el libro y mirando a los ojos a su amigo.

-Te conoce muy bien.

-Habla con ella y dile que todo seguirá como antes –recomendó Harry.

-No, ya hable con ella... no soportaría otra discusión.

-¡Eres tan orgulloso!

-¿Tu que sabes lo que es amar? Nunca has amado a nadie... y no creo que ames a mi hermana, solo te gusta... y te comenzó a gustar el día en que te diste cuenta que Ginny ya no pensaba en ti.

-¡Ginny, no es el tema! –respondió ofendido. En parte era verdad, desde que noto el poco interés de Ginny hacia él le llamo la atención, o tal vez fue desde que sus miradas se encontraron en su 5to año.– Hablamos de Hermione, la persona de la que estás perdidamente enamorado.

-Ya me aburrió el tema, iré a caminar un rato.

-Tenemos que terminar la tarea –dijo Harry, mostrando unos cuantos pergaminos.

-¡Harry, son vacaciones! Al rato regreso –dijo Ron, con las manos en los bolsillos.

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Por primera vez en mucho tiempo se sentía liberada. La única preocupación que ahora tenía era sobresalir en el nuevo colegio. Convivir con nuevas personas la entusiasmaba, pero a la vez le daba miedo enfrentarse sola. Con un poco de suerte conocería al "verdadero amor de su vida". Lejos... lejos de él. Era la hora de sacárselo de su mente y corazón. La distancia la haría olvidar.

Paseaba entre los pasillos, recordando a cada paso los lindos recuerdos de su niñez. Faltaba un día para que se fuera, desde ahí sentía una nostalgia indescriptible. Se topo con varios de sus compañeros que se despidieron afectuosamente, deseándole lo mejor. Ella solo atinaba a sonreír y prometer que dentro de un año se volvería a ver.

-Hola...–dijo Ginny. Esos días la había evitado, pero no era porque estaba enojada por ella, la razón principal era que le dolía recordar todo eso. Pero era hora que se enfrentara, no quería perder a una de sus mejores amigas.

-Ginny... yo quería... -comenzó a decir quedamente, no teniendo el valor de verla a los ojos.

-Basta, no necesito escuchar nada. He sido una tonta por dejarme llevar por algo tan insignificante –dijo sinceramente, abrazándola. –No dejemos que un chico nos separe ¿si?

-Nunca dejaré que vuelva a pasar –contestó Hermione.

-¿Sentiste algo por Harry? –pregunto de repente Ginny.

-Otra vez al mismo tema. Pero te responderé: Nunca sentí más que amistad por él. Hubo un momento que llamó mi atención, pero sabía perfectamente que mis verdaderos sentimientos eran hacia tu hermano –contestó seriamente. No pudo dejar de notar el gesto de alegría de Ginny.

-¿Segura? ¿Nada? –cuestiono sin creerle totalmente.

-Si, y cuando bese a Harry me di cuenta que realmente nunca podría pensar en él de otra forma. Lo quiero como un hermano. Y te confesaré que no besa tan bien como te imaginas –bromeó.

-No lo tengo que imaginar... eso lo comprobé... –dijo, caminando hacia la salida al jardín.

- ¿Cuándo sucedió? –pregunto sorprendida.

-Fue cuando yo estaba en 5to, por una apuesta. No fue nada en serio –dijo tratando de no darle importancia al asunto.

Flash Back

Dos figuras se perdían en el oscuro cielo. Eran las 8:30 de la noche, y al parecer llovería en cualquier instante.

-¿Cuándo acabaremos el entrenamiento? –pregunto Ginny sofocada, montada de su vieja escoba.

-Dentro de 10 minutos. Te falta un poco más de seguridad... creo que tendré que darte más entrenamientos personales –dijo con cansancio. –Ese tiro aún no te salé y tienes que hacerlo para el partido contra Revanclaw. No sé si será buena idea que juegues ese primer partido, le diré a Laurence que te remplace.

-¡No me puedes hacer eso! Te apuesto a que lo haré perfectamente el sábado –dijo desafiante.

-Ginny, sabes que me encantaría que jugaras... sería como recordar los viejos tiempos en que tus hermanos gemelos estaban en le equipo. Siempre es bueno tener a dos Weasley –respondió amablemente. – ¡Terminamos el entrenamiento!

Bajaron la velocidad mientras descendían sobre el pasto estaba húmedo. Ginny hizo un gesto de decepción.

-¡Te pido una oportunidad!

-Bien ¿Qué quieres apostar? –pregunto Harry, convencido de él ganaría.

-Tengo una idea... pero no se si te agrada –dijo, bajando su mirada y sonrojándose. –Te apuesto un beso.

-¿Un beso? –ahora el también se sonrojaba. –Acepto, mientras no tenga que besar a Parkinson –dijo con un leve tono nervioso. -¿A quien tengo que besar?

-A mi...

Harry paso saliva, nunca imagino que la pequeña Ginny le propusiera eso.

-Me imaginaba que no te agradaría.

-Es que esto fue tan sorpresivo, pero acepto ¿Y si pierdes? –pregunto.

-Tú decide el premio.

-Me prepararás uno de tus ricos pasteles de zarzamora –dijo, sin poder quitarse de la cabeza la idea de tener que besarla. ¿Y... si Ron se enterará?

-Sencillo el premio, entonces te demostraré que puedo hacerlo –dijo, entrando a los vestidores -. Así que vete preparando para darme mi premio... porque ganaré.

Fin del Flash Back

-Y gané ¿Recuerdas la cara de felicidad que tenía?

-Jaja, recuerdo que esos días Harry estuvo muy nervioso... con que era eso –comentó Hermione.

-Pero al final, le terminé regalando el pastel que quería y...

Las voces se alejaron, dejando el sonido del viento. De entre las sombras salió, un chico pelirrojo que no podía creer lo que acababa de escuchar. Primero se besaba con su hermana y luego besaba a Hermione.

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Harry estaba acostado boca arriba en la alfombra, frente al fuego disfrutando de su calor. A esa hora muchos empezaban a empacar su ropa para irse al siguiente día, a celebrar las vacaciones de navidad. Como siempre él se quedaría en el castillo. Le traían buenos recuerdos su antepasada navidad, cuando su padrino aún vivía y se la pasaba cantando villancicos por la casa.

Se abrió el hueco donde estaba el retrato de la Sra. Gorda y entro su amigo Ron.

-¡Ya era hora! –Reprocho, levantándose – Todavía falta envolver el regalo de Hermione, y ninguno de los dos somos buenos para eso.

¡PAFF!

En una fracción de segundos vio todo negro, y sintió un fuerte dolor en todo al cuerpo al tener contacto con el piso.

-¿Qué demonios te sucede? –grito enojado, tocando su pómulo derecho.

-¡Dime que no es verdad! – exclamó Ron.

- ¿Qué? ¡No se que te sucede ni de que hablas!

-Eres un hipócrita, pensé que éramos amigos –respondió a gritos.

-Ronald Weasley, debes de ser mas claro en lo que hablas.

-¿De que hablo? Te refrescaré la memoria: besaste a mi hermana... y a Hermione.

Harry abrió los ojos, sorprendido. ¿Cómo se había enterado?

-Tu sabias mis sentimientos hacia ella... ¡PERO NO TE IMPÒRTO!

-Eso es mentira, Ron. Nunca me dijiste nada de tus sentimientos, solo suponía que tal vez te gustaba –aclaró - . Sucedió de repente...

-¡Maldición! No podré confiar de nuevo en ti, que estúpido fui... estúpido.

-¡Soy tu amigo! Entiende, eso ya paso... yo quiero a tu hermana.

-Ahora entiendo el porque el pronto repudio de Ginny hacia ti. Pobre de mi hermana, primero te burlaste de ella y fuiste después con Hermione.

-Lo que sentí por Hermione fue momentáneo, sucedió después de la muerte de Sirius... ella me apoyo tanto, que creí que estaba enamorado de ella, pero solo fue un amor platónico...

-¡Mentira! ¿Cómo puedo estar seguro de eso?

-Porque es verdad. Eso pasó antes de que ustedes se hicieran novios. –dijo Harry, caminado de un lugar a otro. – Quedamos como siempre y no hemos vuelto a tocar el tema. La veía tan feliz junto a ti, que no quise entrometerme en su relación.

Ron se sentó, cubriendo su rostro.

-Pero la besaste, antes de que yo lo hiciera –dijo en voz baja.

Harry no hablo durante unos segundos, sentándose a su lado.

-Ron, ella y yo decidimos no decirte nada. Sabíamos de antemano tu reacción.

-¿Harry como te sentirías si supieras que yo bese a la chica que te gusta? Me has decepcionado.

-Lo siento...

-Con un "lo siento" no solucionaras las cosas. Harry es mejor que me dejes solo.

-Lo tenemos que hablar, no quiero que nuestra amistad se rompa por esto. Los dos hemos luchado contra peores cosas que estas y se que tal vez lucharemos contra otras peores. ¿Cómo te enteraste?

-Por la propia boca de Hermione –contestó sin deseos de hablar. –Pero ella también dijo que no sintió nada por ti.

-¿Ya ves? El día que le pedí que fuera mi novia, ella me aclaró que estaba enamorada de ti. Al principio me molesto un poco su respuesta, pero después me di cuenta que nuestra amistad de años valía más.

Ron sonrió, dándose cuenta que Harry en verdad era su amigo. No era tan fácil decir la verdad.

-Tenemos cosas que hacer -dijo finalmente cambiando su tono de voz. –Voy por el regalo.

-Ron, sabes que siempre podrás confiar en mi –dijo Harry.

-Lo sé –respondió Ron, subiendo las escaleras.

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Muchos de sus compañeros esperaban ansiosos la llegada del tren, ella lo esperaba con menos entusiasmo. A su lado se encontraba Ginny junto a su amigo Alan. Los tres estaban callados, sentados en una pequeña banca enfrente de las vías.

-Pensé que vendrían a despedirme Harry y...

-Vendrán, eso es seguro –dijo Ginny, acomodando su gorro de lana. –Hace mucho frió. ¡Al fin llegan!

Harry y Ron corrían hacia ellos.

-Nos quedamos dormidos –dijo Harry.

-Creí que no vendrían a despedirme ¡Me alegra tanto que vinieran! –exclamó emocionada, abrazando a ambos.

-Te trajimos un regalo. Lo abres hasta que estés en el tren –dijo Harry, entregándole una caja envuelta en un papel color rojo, y decorada con un moño color dorado.

-Gracias chicos, no los olvidaré –dijo, sus ojos se empezaron a humedecer.

-Hermione, podemos hablar a solas –pidió Ron.

Ella vio nerviosa a Ginny, y ella con una mirada le dio a entender que lo hiciera.

-Solo tengo 5 minutos –aclaró la joven castaña.

-Alan vamos a buscar si tus maletas ya están aquí –dijo Ginny. -¿Vienes Harry?

-Claro –respondió. –Ahora venimos.

Él se fue detrás de Ginny y Alan.

-Tranquila -susurro Alan, abrazándola.

Se detuvieron enfrente de la fila de estudiantes que se despedían de sus amigos o platicaban sobre lo que harían en vacaciones.

-Dime Potter ¿Cuándo es el próximo partido? –pregunto Alan, jugando con el pelo de Ginny. Lo quería encelar... y al parecer lo estaba logrando.

-Será a principios de febrero, contra Slytherin. –respondió de mala gana.

-Alan, al parecer Rachel quiere hablar contigo –intervino Ginny, señalando a la joven rubia que sonreía hacia a ellos.

-¿No hay problema de que vaya? –pregunto, lanzando una disimulada mirada a Harry.

-No hay problema, pero que no se te olvide despedirte de mi –dijo Ginny. Alan se inclinó a besar su frente.

-Nunca me podría olvidar de ti pequeña –dijo, guiñendo un ojo.

-¿Quién es ella? –preguntó interesado Harry.

-Es su novia.

En ese instante, Alan besaba a Rachel en los labios. Harry de pronto se sintió un cierto alivio.

-¿Crees que Hermione perdone a Ron?

-Esperemos que si. Ginny ¿Algún día me perdonarás?

-¿Perdonarte? No tengo nada que perdonarte –espetó, despidiéndose con la mano de Dean.

-Si, por la tontería que hice... nunca imagine que las cosas sucedieran así.

-¡Por Dios, Harry eso sucedió hace más de un año... es hora de que te olvides de eso! –exclamó con impaciencia. -Fui una tonta al decirte mis sentimientos, pero ahora te lo diré... me dolió que me mintieras cuando te pregunte si alguien te gustaba, a lo mejor si me hubiera afectado si te hubieras hecho novio de Hermione, pero no hubiera importado tanto si me lo hubieras dicho tú... antes de que yo me diera cuenta...

-No tuve el valor de decirte... yo sabía que te gustaba, pero trataba de ignorar tus sentimientos.

-Como olvidar eso, aún recuerdo cuando salías con Chang.

-¡Pero tu salías con Corner! - Replicó Harry.

-Pero yo nunca lo bese... pero eso ya no importa, son cosas del pasado.

-Es verdad eso ya no importa. Quiero que por lo menos me des la oportunidad de ser tu amigo.

Ginny lo meditó. Tenía mucho tiempo que no veía a Harry con tanto detenimiento, sus mejillas tenían un tenue color rosado. Su cabello más desordenado de lo costumbre le daba ese aspecto adorable que tanto le gustaba, y sus ojos verdes tenían un diferente brillo que no recordaba.

-No te molestaré más –dijo desilusionado Harry, decidido a ir a buscar a sus amigos.

-¡Espera, Harry! –exclamó Ginny, sujetándolo de la mano. –Haré lo correcto... y lo correcto es que continué nuestra amistad.

Harry tomo la pequeña mano de Ginny entre las suyas. Ambos se vieron a los ojos y sonrieron.

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-Seré el que mas te extrañe –confesó Ron, revolviendo su pelo.

-Ron, no comencemos de nuevo con esto –dijo, observando por últimas vez las torres del castillo.

-Vine a despedirte como tu amigo –aclaró Ron. –No deseo agobiarte, ante todo somos amigos ¿Lo recuerdas?

-Yo también de extrañare –dijo Hermione, escuchando acercarse el tren.

-¿Te puedo abrazar? –pregunto tímidamente.

Ella asintió. Durante unos instantes estuvieron abrazados sintiendo como el corazón de cada uno latía con intensidad, tratando de olvidar por un momento su antigua relación, y verse solo como amigos. El gritó de Hadrig hizo que se separaran.

-Ya es hora de que me vaya.

-Te ayudo con tus maletas.

Los dos subieron, Ron llevaba las maletas de ella y las acomodó al portaequipaje. Bajaron de nuevo, y sus amigos se despidieron de ella.

-Amiga, nos escribiremos continuamente –dijo Ginny, sollozando.

-Si, y me tendrás que pasar los últimos chismes de Hogwarts jaja.

– ¿Me escribirás? –pregunto Ron, dándose cuenta que no la convencería de quedarse con él.

-Por supuesto – respondió mirando sus ojos azules.

-No puedo dejarte ir sin hacer esto –dijo, tomándola de la cintura y besándola. Ella no se negó, paso sus brazos por su cuello aferrándose más a él. Sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Me tengo que ir –dijo dolorosamente, sin querer separarse de la calidez de Ron y su aroma.

-¡Quédate conmigo! –pidió por última vez.

-Eso es imposible, dentro de un año nos volveremos a ver y tal vez...

-¿Eso me da alguna esperanza? –pregunto.

-¡Adiós! –gritó sin responder a la pregunta, corriendo a subirse al tren.

Continuará

¡DEJEN REVIEWS!

¡Hola mis queridas lectoras! Espero que les siga gustando este fic, que lo trató de hacer lo mejor posible por ustedes. Estoy emocionada por todos los reviews que me llegaron: ¡GRACIAS! Creí que no gustaba, pero creo que ya comencé a tomarle cariño escribir sobre está pareja. Tan emocionada ando con está historia, que ya tengo escrita 5 paginas del próximo capitulo, y les digo desde ahora que tendrá un giro inesperado.

No contestaré reviews, pero lo haré en el próximo capitulo. No tengo Internet ni tiempo para subirlos en otro lado... estoy muy ocupada con la escuela y con otros asuntos. Pero por favor sigan leyendo mis tontas historias porque tal vez sean las últimas que escriba.