LA VIDA DESPUES DE LA PROFECÍA

-¡Tienen que hacer lo que sea por ella! ¡MALDITA SEA!-aulló Hermione rompiendo una vez más en un llanto muy amargo. Estaban en San Mungo y los sanadores estaban intentando salvarlo pues la llevaron en un estado muy grave, estaba inconsciente y no le daban mucho de vida

-Cálmate Mione, seguro que ya estarán en ello-la tranquilizó Severus, que estaba vendado en algunas partes de su cuerpo, a causa de las heridas que le habían hecho algunos hechizos malintencionado, de mortífagos rabiosos por descubrir como Severus Snape, como gran actor que era, los había engañado a todo como a chinos. Al final el combate resultó favorable para los de la Orden. Pero eso a Hermione le había dejado de tener sentido...no sin Ginny

-No puedo Severus, no puedo...no puede creer donde está ahora...y que lo haya hecho...porque me ama-pronunció estas palabras con dificultad, hipando, sollozando y gimiendo. En su vida había llorado tantísimo, no podía quitarse de la cabeza las palabras de Ginny "lo hice porque te amo con locura" , lo hizo porque según la maldita profecía era ella quién la amaba de verdad, quién más la amaba en esta vida

Ginny se debatía entre la vida y la muerte. El hechizo que le habían lanzado no era el Aveda Kedabra pero le dio en un mal lugar y le hizo muchísimo daño. Su corazón estaba muy débil y era difícil que superara esa crisis. Estaba inmersa en un profundo sueño, donde se sentía en una completa paz, en una completa tranquilidad...pero no era feliz. Jamás llegaría a vivir su amor tan deseado, no viviría el amor como otros han tenido la suerte de vivirlo...pero se podía dar por satisfecha, por tener la suerte de amar y de sentirlo de verdad dentro de ella

-Severus

-Dime-había pasado otra hora y Hermione descansaba más tranquila, con su cabeza apoyada en su pecho

-¿Me amas de verdad?

-¿Por qué me preguntas eso a estas alturas?-le preguntó el hombre, primero sorprendido, luego ligeramente molesto al darse cuenta de que ella pensaba en la endiablada profecía-sabes bien que eres lo más importante en mi vida, sabes lo que he vivido y sentido...

-Llegué a creer que serías tú quién se interpondría entre mi cuerpo y el hechizo-musitó la joven

-Óyeme bien-dijo cogiéndola de los hombros y poniéndola a la altura de sus ojos-que Ginny Weasley haya sido la que ha cumplido la profecía no significa que los demás no te quieran

-¡Maldita sea no me quiere Severus! Ella me dijo claramente que ME AMA

-¡Me da igual lo que dijo!-repuso con brusquedad-sea lo que sea no debe significar para ti que los demás no te quieran...o yo no te ame de verdad. Recuerda que apenas si llevamos unos meses saliendo y que seguramente Ginny haya descubierto algo del amor que yo todavía no llego a saber. Que su sentimiento será más fuerte porque lleva muchos más años contigo y que lo que tú creías que era amistad...era el amor que te estaba ocultando

La castaña dejó rodar más lágrimas por sus mejillas, cada vez que pensaba en todo ello: en que todo esos años Ginny la había amado en silencio, que en esos últimos meses había ahogado su dolor cada vez que ella le hablaba del profesor, en amistad incondicional cuando en el fondo deseaba mucho más

-Ginny perdóname...-susurró

-¿La familia de Ginevra Weasley?

-Sí-afirmaron a la vez la pareja, no quisieron avisar todavía a los padres y hermanos de la chica, estaban ya bastante nerviosos con Percy, que también había sufrido un accidente

-¿Me pueden acompañar?

Habían pasado ya tres días de aquello y ahora Hermione observaba la habitación donde estaba la pequeña en la distancia, en ese momento la visitaban Harry, Ron y toda su familia. Su corazón estaba helado a pesar de que el amor de Severus Snape le daba calor...estaba helado porque lamentaba las consecuencias de la profecía...y del hechizo que afectó a Ginny. Su cerebro se quedó sin oxigeno y sangre durante el tiempo suficiente como para que le quedase graves secuelas. La joven pelirroja no recuerda casi nada de su vida pasada, lo último que recuerda es la vuelta a casa después de su segundo año en Hogwarts. De ahí en adelante todo es una completa laguna.

Lo que significaba que ya no la amaba, había perdido a esa persona que sentía algo tan especial por ella pero...¿era así?

Según su mejor amiga había sufrido un ataque por mortífago, que había tenido una grave crisis y había olvidado muchísimas cosas. Para ella, hacía poco tiempo que había abandonado Hogwarts y que tenía 12 años. Pero nada de eso, estaba en quinto, tenía quince camino de los dieciséis años...y algo que no le terminó de aclarar su amiga es su enfermizo enamoramiento con Harry.

Dicen que el amor lo puede con todo y supuso que su amor a Harry habría pervivido durante esos años de los que no recordaba nada. Y a pesar de esa creencia, su corazón dijo lo contrario aquel atardecer cuando sus hermanos salieron para quedarse a solas con la castaña. Sus recuerdos estaban borrados de su memoria pero no de su corazón, que le hizo ver que ese amor tan fuerte no iba dirigido al moreno...a partir de esos latidos enloquecidos comenzó su rehabilitación y a recordar vagamente algunas cosas

FIN

Notas de autora: Ahora sí que puedo decir que ha terminado esta historia, cuyo final va más dedicado a Mistral Black, quién me pidió la continuación, por lo que chica, espero que te haya gustado. No es el final tan triste que tenía pensado hacer, he sido más buena con Ginny y no la he enviado al cementerio. Dejaré esta historia como punto de referencia a una historia, el argumento me resulta bueno para otra historia, que estaría más dedicado a las chicas. Pero de momento quedará ahí, por lo menos hasta que no termine algunas de mis dos historias largas (Amores ocultos y la de Final Fantasy). Eso es todo, contestaré RR en Amores Ocultos