Fanfic:
"Quisiera…"
Cáp.: Parte shaman, parte humano, parte
enamorado.
Shaman King y todos sus personajes pertenecen a sus respectivos autores.
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Advertencia:
Intento Yaoi-shonen ai Horo Horo x Ren Tao.
O lo que es lo mismo
relación Hombre x Hombre.
Mi primer fanfic de Shaman King.
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"Dialogo."
'pensamiento'.
Frases o citas.
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"¿Qué haces aquí?" Interrogo la rubia de ojos oscuros al ver a Tao desplomarse frente la puerta.
"Yoh me invito." Respondió el felino chico en un tono retador.
"Ya veo, pasa entonces." Para los escasos 17 años Anna poseía una enorme madurez, incluso a Tao logro ruborizar por momentos. Si no fuera por que este estaba deseoso de encontrarse con su amado, aun a sabiendas de que lo recibiría con las nefastas bromas de siempre y eso si es que Horo Horo estuviere de visita también, dada la suerte que traía en estos últimos días, casi podía asegurar la presencia del nipón.
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"Huhu, llegas en un buen momento Ren." El anfitrión le invita a tomar la ducha con un ademán.
"Como en los viejos tiempos ¿eh?" Murmuro divertido aquel de cabellos azulados, ese mismo que quitaba el sueño de Tao, él era capaz de robarle suspiros y pensamientos, sin saberlo, sin quererlo.
"Hoto Hoto, no has cambiado nada." Vocifero el chino buscando causar furia en el azul.
"Soy HORO HORO." Cruzo las gemas azules con las ambarinas del felino, un extraño escalofrió le recorrió.
Ren poseía una de más miradas mas profundas que el joven Horo Horo hubiese visto jamás, pero especialmente hoy, en ese momento se pudo sentir inspeccionado de pies a cabeza, de cuerpo, mente y alma por su amigo de la infancia.
"¿Pasa algo pues, tu Horo Hoto?"
"No, Chocolove…Y ME LLAMO HOTO HORO."
Alejándose un poco de aquel desenfrenado pleito, Len observa con detalle cada movimiento de su apreciado amigo, cuestionándose aun mas el por que de aquella prematura sensación.
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Reviviendo
recuerdos para amortiguar el aburrimiento que da la vida, era eso lo
que les mantenía unidos.
Esperando que sin previo avise
otro shaman demente osare finiquitar la paz de los elementos, los
espíritus y la armonía con los humanos.
Las horas y
días pasaron, al final la rutina comenzaba a dominarles,
antiguos aventureros caídos en un estado vegetativo.
'A cada momento que lo tengo cerca, mas, mas… soy un Tao, aquel que debe seguir las normas del Taoismo, ciertos valores, aun así, aunque quisiera sacarlo de mi mente no puedo.' Posado sobre la hierba cubierta por el sereno matutino, divisando a lo lejos un viejo cementerio, cuantos recuerdos no inundaron su mente y en todos ellos, el objeto de sus mas recónditos temores se hacia presente.
"Ren ¿Matando el tiempo?" Saludo el nipón ojiazul, se habría dado cuenta de lo sonrosado de su compañero si no hubiese desviado la mirada al sol naciente.
"Si…para no caer en monotonía… ¿Y a ti que te trae por aquí?" El latir cada vez mas intenso, la sangre caliente pulsando rápidamente, un corazón acelerado, ese calor que inundaba su rostro a cada silaba proveniente de azul.
"Ah eso, pues esta mañana, es decir aun mas de mañana te vi salir de la posada y pensé que ver a donde ibas no era mala idea, después de todo no tengo nada mejor que hacer." Mirando fijamente en los ojos de su interlocutor, el peliazul se encogió de hombros soltando sonora carcajada al ver tan sorprendido compañero.
"No le encuentro la gracias, eso es violación a mi privacidad." Defendió el poco territorio que le quedaba de coherencia al confundido ambarino.
"Pues…" Un acercamiento lento de sus cuerpos.
"¿Qué haces Horo…?" trato inútilmente de desviarse Tao.
"Nada." Poso la frente en la del chino, que sentía cada vez mas invitación a besarle.
"¿Horo?"Ya era tarde para hacer uso de razón, Olvidose de las reglas, las normas y todo aquello que estorbaba tan anhelado momento.
"Ren…" Musito muy cerca ya de los prohibidos labios del felino shaman.
"¿Qué?" un murmullo salido de Tao, le invito a continuar.
"Quisiera…si me lo permites, aun que se…" Sus manos se apoderaron del pálido rostro. Acortando la distancia entre ellos para finalmente terminar en un rocé de sus labios.
"Ren." Aprisionando con ternura las mejillas sonrosadas de Tao, dispuso a juguetear.
"Horo…" Quitándose de aquella cárcel moral, encontró en la boca de su amigo satisfacción a su anhelo de probarle y sentirle tan cerca.
"Horo, hace tiempo deseaba verte." Un beso mas concluyo su frase.
"También yo Ren, por eso le pedí a Yoh que me ayudara." Volvió a posar sus labios en los de Tao.
"¿QUE YOH SABE DE ESTO?" Aterrado por el pánico del que dirán Tao dejo de lado al shaman de hielo, centrándose en como saldría de semejante escándalo, y todo por unos momentos de sepa los espíritus que.
"Espera Ren, Yoh aun no sabe nada de lo que siento por ti, le dije que simplemente quería recordar viejos tiempos con todos…"
La suplicante mirada cabizbaja del azul pudo doblegar los sentimientos del amarillo.
"Horo, dijiste que sientes algo por mi ¿Qué es?" aquellos ojos duros y profundos observaron al nipón de la forma mas amena que este imaginase.
"Ren…pues es tan obvio lo que…siento por ti, es que yo…" buscaba tímido una respuesta similar en el shaman.
"Horo, yo no estoy seguro de nada contigo, simplemente tenia ganas de verte y sentirte así, cerca pero no se que es, quisiera poder corresponderte pero necesito tiempo para pensarlo."
"Si, claro, solo no te tardes mucho, por favor, que tengas muy buenos días Ren." Sus aguamarinas derramaron un liquido salado, la voz se le quebraba pero no permitiría que su amado le viera llorar, sufrir por que no deseaba presionarle, opto por irse lo antes posible del lado de Tao.
"Horo Horo." suspiro Tao, no era capaz de asimilar aun lo que el mismo buscaba, ahora que lo tenia frente si le dejaba escapar, 'estupidas reglas, maldita moral' muy a pesar de que su pensar seguía en extremo ligado al común pensar del siglo pasado.
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"Nada es eterno en esta tierra mi querido Ren" Lanzo al viento, aun lloroso aquel nipón ladrón de sueños sin desearlo.
Eternidades le parecieron los primeros minutos alejados de su amado felino humano. La angustia se duplico a las primeras horas de su osadía, besar a Ren ¿quien en su sano juicio se atrevería a semejante acto? 'Solo el estupido Horo Horo'.
Ingenuo niño soñar siquiera que el recto shaman amarillo voltease a verlo como algo mas que un amigo, y eso ya era mucho pedir para con Ren Tao.
Fantasía y nada más que fantasía aquella matutina sesión de besos con su amor inalcanzable, un sueño mas eso debió ser.
Culmino el primer día, el dolor en el pecho se triplico, la eternidad parecía poca cosa ante la espera del hielo, Horo Horo.
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"Perdóname Horo, mi Horito Horol, perdóname por tener que hacer esto."
Murmuraba para si en la penumbra de la noche aquel que alguna vez pensase en el cumplir un deber, ese que sentía la valentía brotar de su cuerpo, el equilibrado shaman felino estaba confundido, desecho a causa de un bufón de hielo.
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Por: Asia Black Mizuhara (As-NeKon)
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Gracias por leer.
