Hola a todos!!! Espero disfruten esta historia.


"Entre las sombras"

En mitad del camino de la vida

Me hallé en el camino de una selva oscura

Después de dar mi senda por perdida.

¡Ay, cuánto el descubrir es cosa dura

Esta selva salvaje, áspera y fuerte

Que en el alma renueva la amargura!:

Amargura y pavor que es casi muerte;

Mas, para hablar del bien allí encontrado,

Diré de lo demás que vi por suerte.

No se como entré allí, tal era el grado

De sopor que traía me inconsciente

Cuando hube el buen camino abandonado.

"Hitomi, Hitomi"-decía Yukari mientras sacudía a su amiga

"Yuukaarii?...¿Qué sucede?"-contesto con voz dormilona

"No puedo creerlo, es la tercera vez que te quedas dormida en plena clase"

"Lo siento, no me di cuenta en que momento me quede dormida"

"¿No puedes conciliar el sueño durante las noches?"

"Si, al contrario, duermo como roca"-contestó

"Se que las clases son aburridas a veces pero dormir en clases cuando ni siquiera vino el profesor es el colmo."

"Es que no puedo evitar estas pesa…digo sueños, me dan de repente y cuando me doy cuenta llevo horas perdida en el infinito."

"Tu si que eres rara"-afirmó

"¿Lo crees?"

"No importa, vamonos, se hace tarde"

"Bien"

El cielo comenzaba a tomar ese color característico de los atardeceres, mezcla de rojo, amarillo y violeta. No había mucha gente en las calles, todo estaba quieto. Pareciera que la gente la evitara, la vida misma tal vez.

"¿Qué harás para la cena?"

"Yukari sabes que yo ni loca me meto a la cocina de mi mamá"

"Tendrás un matrimonio difícil o tal vez nunca te casarás…upps..yo.."

"¿eh?"

"Eso dice mi mamá, que a los hombres se les llega por el estómago"

"Estas completamente loca, con razón no tienes novio jajaja"

"Hmp, tu has de tener muchos"

"Por supuesto"

"¿Ah si, como cuales?"

"No se, ya vendrán"

"Hitomi, tu si eres muy rara"

"Tu también"

"Dios las hace y ellas se juntan"

"jajaja"

El viento soplaba con calma, se percibía el delicioso fresco que anunciaba la pronta llegada de la noche. Las hojas de los árboles jugueteaban con el viento.

"Bien, yo voy por la derecha"

"Si esta bien"

"Nos vemos el lunes"

"Cuidate"

AAAAAAAAdiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiós""-se oía a lo lejos

Las calles prácticamente desiertas la guiaban hacia su hogar, no estaba lejos. Sin embargo, una silueta familiar la hizo detener su sendero.

"Hitomi, hija, que bueno que llegas"

"Mamá, ¿pero qué haces aquí? Para llegar a la casa todavía faltan dos cuadras."

"Si ya se, pero ese tipo esta molestando de nuevo, así que salí por la puerta trasera para venir a esperarte."

"¿Qué?"

"No te asustes, la policía ya debe estar allá, yo te cuidare"-Hitomi asintió


"¡Hitomi, maldita perra, deja de esconderte y sal ya!"-una piedra atravesó el cristal de la habitación de la chica

"Cariño, la policía…¿Dónde esta?"-dijo escondida tras un sofá

"Ya vienen"-otra piedra rompió otro cristal. Esta vez el de la sala.

"¡Hitomi, da la cara!"-gritaba aquella voz desde afuera

"Ahhga!"-dijo en susto Hitomi. "Tal vez debería salir mamá, puede lastimarlos"

"De ninguna manera"

"No hija, primero muerto"

El sonido de varias patrullas resonaba por toda la manzana. Los vecinos alarmados cerraban puertas y ventanas, apagando sus luces. No olvidaban espiar desde las sombras.

"Lo siento señores, el sujeto se dio a la fuga, pero no se preocupen, tendremos vigilada la casa, además ya alertamos a toda la ciudad, no hay problema, su hija no podrá salir de aquí sin que algún guardia lo sepa"

La puerta se cerró dejando una familia totalmente consternada.

"Ineptos, si hubieran llegado antes ya tendrían a ese desgraciado"

"No te alteres amor, te hará daño"

"Perdón, todo esto es mi culpa, si tan solo…si tan solo yo no hubiera…"-dijo cayendo totalmente en llanto.

"No, no hija, todos cometemos errores"

"Pero nadie como los míos…soy una estúpida"


Por mí se llega a la ciudad doliente,

Por mí se llega a llanto duradero,

Por mí se llega a la perdida gente.

Me hizo mi alto hacedor por justiciero:

El divino poder me dio semblanza,

La suma ciencia y el amor primero.

Nada hay creado que en edad me alcanza,

No siendo eterno y eterna duro.

¡Perded cuantos entréis toda esperanza!

"Amo Van"

"No creo en esas patrañas"

"Pero amo Van, podría tener la respuesta"

"La respuesta es pelear"

"El duelo entre la sangre y el acero lo llevaran a escaflowne"

"Lo vez, no hay duda, significa peleas"

"Aún no termino señor, el duelo entre la sangre y el acero tendrán como campo de batalla el corazón del elegido"

"No te mato por tus años de fiel servicio"

"Encontrar a escaflowne fue el sueño de su padre"

"Un sueño es solo eso, un sueño"

"Su padre deseaba que usted no tuviera que ir al campo de batalla, quería usar a escaflowne para proteger a Gaea, y por su puesto a Fanelia"

"¿Proteger, con una espada?"

"No se, respeto la memoria de mi señor"

"Las espadas se usan para acabar con la vida de tu oponente"-afirmó

"El duelo entre la sangre y el acero se llevaran a cabo en el corazón del elegido, acuñando hasta el más duro de los metales"

"Eso es pura mierda"

"Yo solo digo lo que mis visiones me indican amo"

"Tu trabajo"

"Imagino que esta noche también saldrá en su búsqueda"-mencionó en forma cuestionante

"Vaya! eres adivino"

"Lo soy señor"

"Era una metáfora"-repuso

El lugar había sido finalmente cubierto por la penumbra. La luna había hecho su aparición acompañada de todas las estrellas que iluminaban el cielo.

"Que preparen todo"

"Como ordene"

"Que los guardias estén alerta, podrían aprovechar mi ausencia"

"Como siempre señor'

"Eso espero"

"Señor"

"Esta bien, dime donde encontrar al elegido…..en castellano"

"Si señor, no se perderá nada"

"Si, tu vida si fallas"


Hitomi musitaba entre sueños, sudaba como nunca. Un mal presentimiento la invadía. Dormía como una roca, era cierto, pero sus pesadillas eran terribles desde que ese infeliz entró a su vida: Amano.

Todo parecía cuento de hadas, el típico amor de estudiantes, inocente y sincero. Si claro!, eso no parecía existir en el mundo de ese loco. No conforme con hacerle la vida imposible había conseguido manchar su reputación por toda la escuela, la colonia y si hubiera podido de la ciudad.

Y es que no era que Hitomi fuera muy popular, pero al menos los que la conocían, sabían que era una chica sana, sin vicios, preocupada por la escuela, ocupada con la música, revistas, ropa, con muchos amigos y bastante normal. Ahora, toda la escuela la sabía de ella, por supuesto que la conocían, como la más zorra, insana, loca y desvirtuada chica del planeta.

Había sido expulsada del equipo de atletismo, los profesores ya no la trataban igual, se había quedado sin amigos, menos Yukari. Ella era genial. Lagrimitas se desprendieron de esos ojos todavía cerrados.

Tenía que estar ilusionada y con muchos sueños como las demás. Pensando en casarse, tener hijos, trabajar y esas cosas, pero ya no tenia las fuerzas. Lo único que percibía era ese gran vació en su interior que no conseguía llenar. Esperaba con ansias su último día.

Toda la casa era vigilada por muchos policías, nadie podría entrar o salir de ahí. Excepto una sombra que apareció de la nada, partiendo en dos a cuatro policías. Los primeros de la noche. Y como si nada hubiera ocurrido, la normalidad de la penumbra siguió.

Aquella sombra se deslizaba con agilidad, destreza y con cierta delicadeza. Como un baile para la muerte. El vidrio estaba roto, no le fue difícil entrar. Tomo a la chica que dormía y se la llevó.


Fin de prólogo

CONTINUARA!

Poesía: Dante Alighieri

Muchas gracias por leer mi humilde historia. Y agradecería todavía más un review de su parte pero en fin, gracias de cualquier modo. Nos vemos en la siguiente actualización.

Besos a todos.

Att. Rinsita-chan