Hola! Aquí esta el primer capítulo de esta historia.

Nessy: Hola! Mil gracias por leerme y doblemente gracias por tu review. En esta historia me estoy basando un poco más en la película, por eso puse a un Van tan malo. Espero continúes leyendo mi fic y sobre todo que te guste. Nos vemos.

Disfrútenlo!


"Entre las sombras"

Capítulo uno

¡Ella es una chica!

Van caminaba furioso de un lado a otro, agarrándose el cabello de vez en cuando. Ruhm pagaría, no era posible lo que sus ojos presenciaban, recostada en una de las habitaciones de aquella fortaleza, dormía una mujer.

Esto no podía estar pasandoél, el mejor asesino, Van Fanel, cuidando de una niña. Por lo oscuro no pudo divisarla bien cuando la capturó. Pero por su esbelta figura y su cabello corto, lo dio por hecho, se trataba de un chico.

Sin embargo, al llegar a castillo¿qué es lo que encuentra, una chica.

Unos toquidos se oyeron en la puerta.

"Adelante"-dijo con la voz helada

"¿Me mandó llamar señor?"

"Explícame esto"

"Pues…es una mujer"

"¡Se que es una chica!"

"Bueno, mis predicciones no indicaban de que sexo era el elegido, aunque yo esperaba que fuera un hombre"

"¡Grandísimo idiota!"-desenvainó su espada peligrosamente pero una voz llena de terror interrumpió.

"¡No por favor!"

Van se giró para encontrarse con unos ojos verdes al borde de las lágrimas, apoyada en la cama apretando fuertemente una de las sábanas.

"Despertaste"

"No entiendo nada pero por favor no lo mates"-rogó

El asesino guardó su espada, había olvidado a su rehén, mejor que Ruhm descifrará si serviría y más tarde acaba con su trabajo.

"¿En dónde estoy?"

Van la miró con desprecio.

"Estas aquí para servirme"

Hitomi tragó saliva al pensar en que clase de "servicios" le podía proporcionar.

"¿Servirte?"

"Ruhm"-ordenó

"Si amo"

Diciendo esto el ser parecido a un perro se acercó a la chica quien no atinaba si estaba despierta o soñando al verlo. Temerosa retrocedió un poco aún sentada en la cama.

Ruhm restándole importancia al miedo de la chica colocó una mano en su cabeza y cerró los ojos. Luego comenzó a decir unas palabras en una lengua desconocida para finalmente abrir sus ojos abruptamente. La chica lanzó un grito.

"Es ella"

"¿Soy yo¿Yo qué?"

"Pruébalo"

Ruhm sacó tres colgantes poniéndolos en frente de la chica. Todos tenían una piedra como dije, del mismo color e igual tamaño.

"Míralos¿parecen iguales no es cierto, sin embargo, uno de ellos posee un poder misterioso, haciendo que su piedra brille sobre las otras dos, pero solo el elegido puede contemplar su resplandor, ni yo mismo lo veo, mas si puedo sentir su poder"

"Niña responde"-ordenó Van

"Mi nombre es Hitomi"

"Da lo mismo"-La chica frunció el seño pero no quería problemas así que decidió observar. Si no lo veía no era la persona que buscaban y de seguro la dejarían libre…¿verdad? Pero no quiso arriesgarse.

"¿Y qué pasa si no consigo verlo?"

"Date por muerta"

"¿Qué?"

"No puedo dejar que te vallas…al menos con vida"

El miedo la invadió pero al menos debía intentarlo y probar suerte.

"Puedo verlo…es el de en medio"-Ella misma se sorprendió, podía verlo, era un brillo hermoso y sobresaliente de las demás.

"Acertaste"

Oyendo esto, con una rapidez asombrosa, tanta que Hitomi no alcanzó ver como había pasado, se encontraba siendo zarandeada por los hombros.

"¿Dónde esta?"

"¿Dónde esta que?"

"No mientas"

"Espere por favor amo, la chica aún no ha despertado del todo"

"¿Qué cosa?"

"Ella no lo sabe…todavía"

"¿Y cuando será eso?"

"Solo el destino lo dirá" –Van cerró los ojos

"Largo"

"Pero señor"

"Bien, quédate para que termine con lo que quedó inconcluso hace unos momentos"

Ni terminada estaba esta oración cuando la puerta ya se había cerrado.

"Niña"

"Ya te lo dije, me llamo Hitomi…Kanzaki Hitomi"

"Los nombres solo sirven para que los demás se dirijan a ti, para mí el tuyo es niña"

"De acuerdo secuestrador"

"Mi nombre es Van"

"Para mí eres secuestrador"

"Deberías llamarme amo"

"Ni lo sueñes"

Con un veloz movimiento Van sacó su espada colocando el filo en el cuello de la chica.

"El nombre es lo que menos importa"

"Coomo diigas"

"Parece que empiezas a entender"-envainó de nuevo su espada

"¿Para qué me quieres?"

"Desde hace años se ha profetizado que en la quinta generación de mi familia, yo; aparecería la legendaria espada, que brindaría total poder y control al dueño. Sin embargo, también mencionan a un guía, tu."

"Pero yo no se nada"

"Lo sabrás, por tu propio bien"

"Supongamos que la encuentro¿después que harás conmigo?"

"Ya veremos"

"Si no prometes mi libertad a cambio de eso, te juro que no cooperare"

"¿Deseas tanto tu muerte?"

"De cualquier forma vas a matarme, así que mejor que sea de una vez si piensas hacerlo más tarde"

Van la miró por un momento. Debía admitir que su punto era razonable.

"Es un trato"


Hitomi se encontraba acostada en la que habían asignado como su cama, totalmente a oscuras. Trataba de dormir pero ahora no lo conseguía, tenía miedo de que alguien la lastimara si se dormía.

La resequedad en su boca le recordó que tenia tiempo sin tomar agua, y aunque ignoraba cuanto tiempo llevaba en su prisión, asumía que por lo menos había pasado un día, por lo menos su estómago así lo resentía al exigir comida.

Se levantó lentamente, se acercó a la puerta y descubrió que no tenía seguro. ¿Acaso no temían que intentara escapar o estarían tan seguros de sus guardias o la veían demasiado débil?. Siguiendo sus instintos abandonó la habitación encontrándose en un pasillo largo y profundo.

Pronto pudo divisar la luz de la luna reflejada en el suelo. Se acerco y encontró una ventana por la cual miró y vio con dolor que estaba en un piso bastantemente alto y se podían ver, a pesar de la altura, miles de guardias rodeando lo que parecía una enorme fortaleza.

La chica suspiró y dio la vuelta para seguir su camino, escapándosele un grito mudo al encontrarse de frente con dos ojos carmesí mirándola.

"¿Qué haces?"-pregunto en un tono bastante serio e intimidador

"Yo…yo solo buscaba un poco de comida y algo de beber"-respondió la chica que portaba su pijamita de ositos. El chico calló por unos momentos.

"Ven"

Hitomi obedeció y le siguió. El camino se le hizo eterno, no solo por la persona que la guiaba, ni por el silencio que reinaba, si no porque, en verdad era un lugar enorme. Van se detuvo improvisadamente haciendo que la chica chocara con su espalda.

"Auch"-se quejó ella

"Aquí es"

Los dos entraron a una enorme cocina, estaba oscuro pero una de las ventanas dejaba entrar los rayos de la luna iluminando un poco.

"Toma lo que necesites"

Kanzaki no lo pensó dos veces y se abalanzó al refrigerador, comió unos bocadillos y tomó agua de una jarra con agua de sabor. Que raro, quien prepararía estas cosas. Después recordó que su captor aún estaba ahí, aguardándola en la puerta.

"¿Tu no quieres algo?"

Van arqueó una ceja, de cuando acá había tanta confianza.

"¿Terminaste?"

"Si"

"Entonces andando"

"¿A dónde?"

"Te llevaré a tu habitación"

"Esta bien"

Como indicó, Van escoltó a Hitomi hasta cuarto, sin embargo en el camino…

"Disculpa"

"¿Qué quieres?"

"¿Este es un castillo?"

"Algo parecido"

"Ah, y vives solo?"

"No"

"¿Y que haces todo el día?"

"Mato a las personas que no se callan y me molestan"-dijo secamente

"¿Y te molesto?"

"No te conviene que así sea"

"Llegamos"-abrió la puerta para que la chica entrara

"Oye"

"¿Ahora que quieres?"

"¿Te veré mañana?"

"¡Hitomi, ya duérmete!"-dijo cerrando la puerta tras de sí.

Hitomi parpadeo un par de veces, algo confundida. ¿Acaso la había llamado por su nombre?"


Fin de capítulo uno

CONTINUARA!

Si estas siguiendo mi historia te agradecería infinitamente un review. Si nadie la esta leyendo, bueno, algún día alguien lo hará no?.Eso no me impedirá seguir escribiendo. Por otro lado, mis mas sinceros agradecimientos a quienes si lo hacen.

Besos!

Att. Rinsita-chan