La infamia llega a Hogwarts
Advertencia: Esta historia es una completa estupidez, después de todo se trata de una historia de Scatha y el Mini-Nazgul. Pero seguramente se preguntaran: ¿Qué pasara en el libro siete, además de quienes son Scatha y el Mini-Nazgul por supuesto. Scatha el Gusano es el nombre de un perfecto imbécil que vivió en la Tierra Media durante los eventos del Señor de los Anillos, pero por supuesto su estupidez fue tan grande que sus parientes trataron de matarlo y el pueblo entero lo mando al exilio. Ahí encontró al Mini-Nazgul, un espectro con un anillo defectuoso que se dedicaba a recoger estiércol y asaltar incautos y juntos recorrieron la Tierra Media supuestamente en búsqueda de sabiduría pero todo mundo sabe que solo causaron destrozos por doquier y su historia ya se encuentra en el libro de los record Guinness por la mayor acumulación de estupideces en un par de viajeros. El Mini-Nazgul es una acumulación de maldades, crueldades, estupideces, villanías y cosas horribles, mientras que Scatha…bueno, es un idiota. Todas sus historias son estúpidas, no tienen sentido, deberían ser borradas de la faz de la tierra y a mi encerrarme por solo imaginármelas. ¿Por qué escribo esto entonces? Porque quiero y puedo.
Quedaron advertidos, si esperan una hermosa historia de humor que respete a los personajes y las ideas originales de la autora, entonces como diría mi amigo Lemony Snicket, lean otra cosa porque esto no es para ustedes.
Narrador: Peter Jackson.
Peter Jackson: ¿Por qué yo? No tengo nada que ver con Harry Potter.
Porque Quiero.
Peter Jackson: Te odio con todas mi fuerzas, ojala que se te caigan lo ojos y un rayo te reduzca a cenizas.
La amenaza de los ojos y el rayo, significa que ya debe ser sábado.
Lo que nunca debió haberse escrito, o capitulo uno
En una montaña muy lejana, ubicada en el desconocido Este de Arda, salían muchos vapores causadas por sustancias creadas por una maldad muy antigua. En ella había una cueva y esta se dirigía hacia el corazón de esta, el lugar donde vivía Thuringwethil, una de las antiguas sirvientes de poderoso y terrible Morgoth, el enemigo oscuro. Después de la caída de su señor, Thuringwethil se escondió en el este, en la espera de recuperarse para salir, pero la subida de Sauron causo que se escondiera aun más lejos. Ahora, con la caída Sauron, la dama de la noche podía continuar con la obra de su señor y dentro de la montaña sin nombre (En serio, no tenia nombre), había usado las artes aprendidas durante su exilio y creo hechizos que la lograrían que ella se levantase como la mas poderosa hechicera dominar toda Arda. Para ello, había creado los "Criatunem" seres alados y terribles que habían estado recolectando sus ingredientes por todos lados para iniciar su hechizo (aunque tal vez debería crear uno para que tuviese imaginación con los nombres).
- Mi hora ha llegado – Dijo con una voz que daría miedo hasta a un sordo si pudiera oír- Dentro de poco mi hechizo estará terminado y mi poder se incrementara aun mas. Seré aun más fuerte y poderoso que el mismo Sauron, Manwë se inclinara ante mí y Eru mismo temerá mi nombre. Mis Critatunem y los Orcos serás infestaran el mundo y los hombres serán un simple recuerdo.
- ¡No tan rápido! – grito una voz.
Thuringwethil se dio la vuelta para saber quien era el que se atrevía a interrumpirla y ante el se mostraron dos figuras, una era alta y sus ropas sucias y algo rotas decían que se dedicaba a pasear todo el tiempo o por lo menos a correr mucho, era feo y con el pelo largo y muy mal cuidado, mientras que el segundo…bueno, era un enano invisible con capa y capucha.
- No se quienes sean pero han llegado tarde. Mi hechizo esta terminado y pronto reduciré a cenizas el reino de los hombres y Arda completa.
- Me vale un huevo – Dijo el alto y feo - ¡Quiero mis cosas!
- ¿QUÉ? – Obviamente esto saco de onda a una antigua Maiar que consideraba normal que la gente buscase el poder o detener los planes malignos.
- ¡MIS COSAS CABRONAS! UNA COSA RARA CON ALAS SE ROBO MIS COSAS Y LAS QUIERO DE VUELTA.
- ¡Y LAS MIAS TAMBIEN! – dijo el Enano Invisible – ¡O SUFRE LA IRA DE UN NAZGUL!
- Mini-Nazgul querrás decir.
- ¡PINCHE SCATHA, NO ME HAGAS VER MAL!
- ¡COMO SI ESO COSTASE!
- ¡DESGRACIADO BUENO PARA NADA!
- ¡ENANO INVISIBLE!
- ¡CARA DE IDIOTA!
- ¡IMITACION DE NAZGUL!
- ¡ESPOSO DE UNA ENANA BARBUDA!
- ¡ESO FUE UN GOLPE BAJO!
Como se podía esperar de alguien con sesos, Thuringwethil quedo sacada de onda. Ahora que lo pensaba bien, recordaba que una de sus Criatunem había traído una bolsa llena de cachivaches que no le servían para nada y la tiro por la montaña. Una persona normal le hubiera dicho eso a los gritones que tenia enfrente pero después de todo se trataba de una aspirante a villana y tomo una decisión que desencadeno una serie de eventos que tienen tanto sentido como poner una vela cerca de un cartucho de dinamita.
- ¡Mátenlos!
Y de inmediato cinco Criatunem se pusieron frente a Scatha y el Mini-Nazgul. Ahora, algo que no describí de estas adorables criaturas marca Malvadas, era que median dos metros, tenían alas de dos metros y medio, garras más filosas que la espada más filosa, piel más dura que el acero y el rostro más feo que se pudieran imaginar. Dicho esto, no es de extrañarse que la reacciones de nuestros protagonistas hayan sido las normales de las que un buen protagonista en el mundo bizarro, que consistía en gritar como cobardes, correr en círculos, echarse la culpa mutuamente, correr de nuevo en círculos y finalmente correr adentro de la guarida en lugar de salir, todo en un tiempo de veinte segundos.
Algo que se debería saber muy bien que si hay algo peligroso es que un imbecil y un tipo enano corran en un laboratorio, en especial si en este se esta llevando a cabo un hechizo que se supone tiene como propósito básico iniciar una serie de eventos que destruirán el mundo conocido. Todos los que se encontraban ahí lo aprendieron con demasiada claridad, cuando Scatha trato de empujar al Mini-Nazgul, causando que el enano se fuera de lado, cayendo sobre un estante, que a su vez hizo que se cayeran una serie de sustancias y cosas raras sobre el gran Perón donde se estaba haciendo el hechizo. Obviamente la poderosa Thuringwethil no le gusto lo que vio.
-¡IDIOTAS! ¡¿TIENEN LA MAS MINIMA IDEA DE LO QUE HAN HECHO!
- La verdad no.
En ese momento, una concentración de un verde muy fuerte comenzó a invadir el lugar, haciendo en el techo comenzara a abrirse lo que parecía un enorme portal ínter dimensional y que comenzara a absorber lo que encontraban. Como siempre, los cerebros unidos de Scatha y el Mini-Nazgul dijeron la palabra más inteligente en toda la habitación
- Mierda
Eso no significaba que fuera la mejor por supuesto.
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Afuera del castillo Hogwarts, Harry Potter estaba en una situación sumamente desesperada, lo que significaba que estaba metido en hasta el cuello de mierda. Estaba atado por un extraño hechizo conocido como metallus enredadis había causado que una viga de acero lo atrapase como se tratase de una enredadera y no podía contar con nadie porque Hagrid peleaba contra un monstruo de diez cabezas, cuerpo de cerdo y cola de víbora que se llamaba Hank (Aunque preparaba unas excelentes galletas); Hermione esta lidiando con un libro con dientes; Ron estaba peleando (por así decirlo) contra un gato de nueve metro solo del diámetro de su cabeza y Dumbledore…bueno, estaba en Hawai.
El mago detrás de tan horribles fumadas era uno de los poderosos colaboradores de Voldemort: Archibaldo Geyal
- JAJAJAJAJAJAJAJAJA – dijo Archibaldo – Mi victoria ahora es segura. Pronto Harry Potter morirá por mis hechizos y mi señor Voldemort estará libre para ser el señor de todo el mundo.
Pero Archibaldo obviamente no contaba con varias cosas. No contaba con la fuerza de la magia de Harry, no contaba con la fortaleza que la amistad le brindaba, no contaba con el deseo de salvar a su amigos que este tenia, pero sobre todo no contaba con que del cielo un enano y un tipo feo le iban a caer encima, causándole una muerte lenta y horrible y un espectáculo que nadie debería ver (Si quieren fotos llamen al 01-800- 32772). Obviamente todos los hechizos de Archibaldo se desvanecieron, dejando a todos con cara de que carajo pasó aquí.
- ¿Pero que hiciste Harry? – Dijo aterrado Hagrid - ¡Lo mataste!
- Yo no hice nada – se defendió este – yo pensaba hacer algo mucho mas espectacular y no tan bizarro. ¿No fuiste tu Ron?
- Lo lamento, estaba demasiado ocupado huyendo del gato para preocuparme para ayudarte
- Pero alguien debió haber hecho algo, no puede simplemente haber caído dos tipos del cielo, debe haber una explicación lógica – dijo Hermione, aunque claro ella no sabia que era mas bien una explicación estúpida.
En ese momento, una de las dos personas se despertó de una forma lenta, lo cual es normal porque cayeron del cielo y mataron a un pobre diablo a caer, de hecho lo que no tiene explicación es que no se rompieron ni un hueso. Se levanto de forma pesada y medio torpe (más bien completamente torpe) y se quedo viendo el desastre que había ocasionado.
-Puta, ahora si ya la cague. Solo espero que no haya habido testigos – Scatha volteo y se dio cuenta que había cuatro testigos mirándolo sorprendidos – Carajo.
- Oiga señor – dijo Hermaione con tono sorprendido - ¿Esta usted bien?
- Pues si, aunque el tipo sobre el que aterrice no creo.
- ¿No tiene ni un rasguño? – pregunto en esta ocasión con expresión incrédula
- Pues no, ando completito, ¿Por qué?
- ¿Acaba de caer del cielo y aplasto a Archibaldo y no te sorprende que no tengas ni un rasguño? – dijo incrédulo Hagrid
- Pues no, en realidad he tenido problemas aun mas grandes – Recordó cuando sus parientes trataron de arrojarlo a un río, después de atarlo de pies a cabeza, ponerle una roca en el cuello y anestesiarlo, o como el lo llamaba cariñosamente el fin de semana familiar – lo que me preocupa es que tan bien se llevaban con el cadáver y debo decir perdón por si las dudas pero que el no se fijo en donde caí por lo que la culpa es de el.
- Pues no te preocupes, no creo que lo vaya a extrañar nadie demasiado señor…
- Pueden llamarme por mi apodo, Scatha el Gusano.
- ¿Su apodo? – Dijo sorprendida Hermaione – ¿Por qué no por su nombre?
- si, ¿que tiene de malo su nombre? – siguió Harry Potter con un tono que reflejaba desconfianza en su voz.
- Mi nombre nada, simplemente ya se me olvido.
- ¿Olvidaste tu nombre, ¿Qué clase de idiota olvida su nombre?
- El mismo que causa que nos demos un porrazo de la chingada.
Todos voltearon a ver y en sus ojos se vio reflejado el terror. Es cierto, media menos de un metro, es cierto que causaba pena y risa, pero no podían equivocarse, Scatha estaba cerca de un Dementor que hablaba y había que ayudarlo
- ¡A un lado Scatha! – Grito Harry dejando a este desconcertado - ¡Patronus!
De la varita de Harry apareció un hermoso ciervo y se paro en frente de la criatura enana. La reacción que Harry esperaba era que se quedara aterrorizado pero este se le quedo viendo un buen rato de arriba abajo.
- Bonita figurita – dijo finalmente – ¿hace algo o solo lo queda viendo a uno como idiota?
- Oh no, el Dementor es inmune al patronus. Debe ser obra de Voldemort.
- Oigan aclárenme unas cosas – decía Scatha - ¿Qué carajo es un Dementor? ¿Cómo hicistes aparecer al venado? ¿Por qué miran con miedo al enano?
- ¿Puedes verlo?
- ¿Ah este? Técnicamente no, después de todo es invisible debajo de su capucha.
- ¡Debes alejarte de el! – grito Ron – estas muy cerca de una criatura que es pura maldad.
- ¿Dónde? – Tanto Scatha como el enano encapuchado se quedaron viendo por todas partes
- ¡el dementor enano que tienes a lado imbecil! – grito Hagrid – Aléjate de el o te arrebatara toda la alegría.
- ¡Pinche Mini-Nazgul, sabia que tu eras culpable de uno u otra forma de las pendejadas que nos ocurren!
- ¡¿Les vas a hacer caso a esos pendejos! – dijo algo enojado el Mini-Nazgul – Si nos ocurren pendejadas es porque eres un pendejo y le haces caso a extraños.
- ¿Un momento? – Pregunto Hermione - ¿Se conocen?
- Por desgracia si – respondió Scatha – y no se preocupen, es un maldito mentiroso, ladrón, estafador, cínico, causante de desgracias, adora hacer incendios, pervertido, loco, vendedor de mercancía robada y hasta adora hacer que la gente sufra, pero no es mas malvado de lo necesario y lo único que puede hacer es encogerse mas.
- Mas bien preocúpense por el – siguió el Mini-Nazgul – Porque es un imbecil bueno para nada que causa puras idioteces en serie y que solo sirve de alimento para criaturas feroces.
Las palabras del Mini-Nazgul iniciaron una pequeña batalla épica en donde se dieron con todo en la cabeza y en las rodillas ante Harry y sus amigos que solo tenían cara de preguntarse que carajo pasa aquí.
- Saben, es obvio que se conocen demasiado bien.
- ¿Cuándo te diste cuenta Ron?
- Oigan chicos, ¿no será que se trata de un Mortifago? – Todos se quedaron viendo un rato a Scatha y el Mini-Nazgul y la respuesta fue Obvia.
- No
- Bueno ¿pero que hacemos con ellos? ¿Nos vamos al castillo y ya?
- Ni lo piensen cabrones – dijo el Mini-Nazgul – por culpa de este cabrón estoy perdido en quien sabe donde, con personas que visten raro y no dejare que nos abandonen.
- Para ser tan chaparro tienes un horrible vocabulario.
- En realidad este es su vocabulario moderado.
- ¿Oigan y que tal si empiezan por decirnos de donde vienen?
- No comprenderían
- Pónganos a prueba
- Bueno, somos un par de viajeros accidentados que se la pasan de lugar en lugar por diversas razones y venimos de Arda, que es el nombre de nuestro mundo. Un dia, mientras visitábamos las tierras del este, fuimos atacados por unas criaturas aladas que se robaron nuestras cosas y las perseguimos por varios kilómetros hasta una cueva en donde una bruja llamada Thuringwethil estaba haciendo una poción para dominar a todos los seres viviente, pero llegamos nosotros y accidentalmente creamos una especie de puerta que nos hizo caer y matar al pobre diablo que esta ahí y estamos varado en un mundo que no conocemos, frente a un castillo que me da miedo, unos chicos que hacen trucos que también dan miedo y un gigante que siento me va a pisar.
- ves, no es difícil de comprender, lo que es difícil es de creer.
- No se si debemos dejarlos estar aquí – dijo Ron – creo que seria mejor que los echáramos
- ¿Se atreverían a echar a dos hombres perdidos en el tiempo?
- En primera, no están perdidos en el tiempo sino en otra dimensión y después de lo que oímos, si.
- Hijos de puta.
- No chicos – dijo el gigante – ellos nos salvo la vida y lo correcto no seria correctos dejarlos sin hogar aunque al parecer no sean brujos.
- Cayeron del cielo y fue así como nos salvaron.
- No importa, ellos merecen que les ayudemos, además Dumbledore regresa hoy en la tarde y el sabrá que hacer
- Peludito tiene razón – dijo Scatha – ayúdennos o haré que el Mini-Nazgul les muestre su ropa sucia
- ¿Qué clase de amenaza es esa?
- Obviamente no conocen su ropa sucia – todos voltearon a ver al Mini-Nazgul que de la nada saco una pequeña bolsa sucia y que abrió por unos instantes, tiempo suficiente para que una lechuza cayera muerta y unas plantas se secaran. Todos quedaron horrorizados menos Scatha que simplemente miro sus rostro de miedo – Y eso que es la de esta semana, solo esperen ver la del mes pasado.
- ¡No pueden amenazarnos así! – dijo Harry mientras sacaba su varita mientras el Mini-Nazgul sacaba una bolsa aun mas grande con la imagen de un esqueleto y que de haber estado en un laboratorio habría tenido escrito "Biohazard"
- Esperen, no seamos violentos. Por favor les pedimos de la manera mas atenta que no nos abandonen, este enano no hará nada malo, tal vez alguna zancadilla pero nada aparte de eso. Ayuden por favor a este imbecil y su amigo enano invisible, por favor.
Scatha puso una cara tan patética que a cualquiera hubiera hecho que se pusiera a llorar de lo triste que era. Era una cara tan triste que dejaba chiquito a los cachorritos y los gatitos, tan triste que daba mas lastima que una novia abandonada en el altar, más triste que mi agenda y las fotos que me toman en la escuela. Era tan triste que hizo que hicieran la cosa mas estúpida que jamás se haya hecho, unas palabras tan inocentes que usadas de esa manera resultaron ser la causa de desgracias, maldades, muertes…bueno tal vez no muertes…no esperen ahora que lo pienso si hay muertes, destrozos y que una maldad sin precedente atacase Hogwarts.
- Esta bien, pueden acompañarnos, pero no se metan en problemas.
- No se preocupen, después de todo somos el epíteto del buen comportamiento y buen gusto – respondió Scatha mientras que con señas le dijo al Mini-Nazgul "No lances el cartucho de dinamita, cancela la dinamita y róbate ese palo al muerto que ha de servir para algo"
- Oye – Dijo Hermione – deberías saber que tus señas son muy malas y que cualquiera con un poco de sesos entiende lo que acabas de decir. Además las varitas escogen a sus dueños y no cualquier tonto puede usarlas.
En ese momento, el Mini-Nazgul hizo un movimiento con su muñeca y lanzo un rayo que pulverizo por completo al cadáver. Un segundo después hizo aparecer un árbol inmenso que resulto ser un sauce boxeador y con una saña inconcebible atrapo a Ron y comenzó a darle la paliza de su vida; hasta que lo hizo desaparecer y dejo a Ron suplicando por los primeros auxilios. Mientras sus amigos trataban de ayudar a su amigo, Scatha y el Mini-Nazgul se quedaron viendo la varita.
- Wow, necesito una de esas.
- Consíguete la tuya, esta me la quedo yo.
- ¡¿Qué le hicieron a Ron! – Grito Harry al ver a un muy amoratado Ron en el piso.
- pues nada, el culpable fue ese árbol.
- Au…xilio – dijo como pudo Ron, lo cual fue mucho debido a la paliza que recibió.
- Saben, Don va a necesitar ayuda.
- Se llama Ron
- Bueno, no me han dicho sus nombres así que los llamare como quiera.
- ¿No tienen algo para aliviar los golpes? – Pregunto con urgencia Hagrid a los locos que cayeron del cielo.
- Mmmmmmmmmm….tengo cerveza casera.
- Eso no nos ayuda en nada – dijo molesta Hermione
- Denle cinco vasos y van a ver como deja de quejarse…aunque espero que no tenga nada importante que hacer por las próximas dos semanas...o meses… ¿Cuánto tiempo tardaron los últimos en despertar?
- Si mal no recuerdo nunca despertaron – Dijo el Mini-Nazgul indiferente mientras revisaba los bolsillos de Hagrid - de hecho se supone que ibas a tirar esa cosa y dejar de inventar cervezas.
- No puedo evitarlo, esta en mi sangre
- Al igual que un porcentaje muy alto de Alcohol.
- ¿Podrían hacer algo útil como ayudar a Ron y deja de hablar? – pregunto Harry mientras trataba de ver que tan mal estaba Ron
- Bueno, pero solo porque queremos ser útiles para la sociedad.
- Yo no.
- No le hagan caso al Mini-Nazgul, después de todo es un bromista – dijo Scatha mientras le daba patadas al enano.
Así fue como Scatha el tarado y el Mini-Nazgul enemigo de la nación, llegaron al colegió de Hogwarts e iniciaron una serie de eventos que fácilmente entran en la categoría de lo que nunca jamás debió haberse escrito si no se tiene una pistola en la sien. Pero claro, estas son cosas que seguiré contando en otra ocasión, pues esta horrible y estúpida historia apenas esta empezando.
Peter Jackson: Típico, encuentras algo que le gusta a la gente y lo hechas a perder.
¿Eso es un crimen?
Peter Jackson: para mi, SI
Pues tu opinión no cuenta y deja de poner pretextos para no limpiar el baño.
Peter Jackson: Pero esta asqueroso y huele mal.
Es tu baño.
Peter Jackson: No cambies el tema.
