Antes que nada disculparme… sé que no tengo perdón pero entre que no tenía ganas de seguir la historia, que perdí los capítulos escritos que tenía en mi cuaderno y que no me sobra el tiempo… Lo siento de verdad. Gracias a los que me apoyan y siento de veras que la gente que esperaba que actualizase se haya quedado sin nada durante tanto tiempo.

Espero que os guste.

Disclaimer:

Todos los personajes son propiedad de J.k.Rowling y la Warner. Solo quiero pasar el rato escribiendo :D

Resumen:

Os preguntareis porque Severus Snape es así, porqué se convirtió en Mortifago. Pero eso es algo que os contaré más adelante por ahora, partiré desde la noche en la que Albus Dumbledore murió con la maldición imperdonable.

Listo, comenzamos:


Repercusiones

Capítulo 3

Dobby y el Lord

Harry Potter se hallaba tumbado en la cama de su habitación, en Privet Drive. Como todos los años, Harry regresaba en verano a la casa de sus tíos y a estos no les hacía ni la más mínima gracia. Consideraban a este chico, su sobrino, un ser anormal y en opinión de Vernon Dursley, tío del muchacho, "todos los de su especie eran iguales".

Harry no era un chico corriente, él era un mago y sus tíos simples muggles, no por ello peores personas pero muggles al fin y al cabo. Había asistido al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería desde que conociera su procedencia a los 11 años, edad en la que se recibe la carta de admisión en dicha escuela. Ese era su último año en Hogwarts y su último verano en la casa de sus tíos. Como le había prometido a Dumbledore, había regresado a esa casa pero su estancia estaba limitada. En cuanto cumpliese los 17 años, edad a la que se alcanza la mayoría de edad en el mundo de los magos, se largaría para no volver jamás. Harry se iría a Godric Hollow, hogar que habían ocupado sus padres hasta que fueron asesinados por Lord Voldemort.

En estos momentos Harry se hallaba pensando sobre su futuro; ¿Cómo sería¿Estaría vivo a los 20¿Tendría hijos? Pero lo que más le preocupaba era Ginny¿estaría a salvo? Poco después se dio cuenta de que pensar en su futuro era inútil pues en el presente tenía suficientes preocupaciones, con eso le bastaba.

Se acordó de Dumbledore, la noche en la que fue asesinado. Ese vejete chiflado… si no hubiese confiado en ese traidor… Snape… Nunca olvidaría las palabras de Dumbledore: "Severus… por favor" ¡Quién diría que Dumbledore llegara a suplicar por su vida¡Si se lo hubiesen dicho no lo creería! Pero ahí estaba, Dumbledore muerto y los Mortífagos más activos que nunca, todo había sucedido muy rápido.

- ¡Harry Potter! – dijo una voz chillona.

- Pero que… - dijo volviéndose - ¡Dobby¿Qué haces aquí? – preguntó el moreno con sorpresa.

- Dobby vino tal y como le prometió al gran Dumbledore señor, sí, Dobby ha venido señor… Dobby tiene que entregarle unas cosas señor, Dobby debe hacer lo que le prometió al profesor señor.

- Está bien¿Qué quieres? – preguntó con curiosidad. ¿Qué sería eso que le entregaría?

- Dobby ha venido a entregarle la llave de Godric Hollow señor – dijo el elfo a la vez que sacaba una vieja llave oxidada del bolsillo del pantalón tan estrambótico que llevaba. Harry la cogió y la observó con curiosidad, llevaba inscrito un escudo formado por un unicornio y una pantera. – Dobby también ha venido a recordarle que su cumpleaños se acerca señor…

- Dobby vendrá a recogerle y enseñarle Godric Hollow señor. Dumbledore lo arregló en una de sus muchas salidas señor. Dobby sabe que Dumbledore se ha esforzado mucho en dejarlo tal y como estaba antes de que el-que-no-debe-ser-nombrado atacara señor.

- Dobby¿tú me acompañarás?

- Dobby irá con Harry Potter señor, para enseñarle el camino señor. Además ahora que Hogwarts cerrará sus puertas… Señor, Winki y yo habíamos pensado que tal vez necesitaría ayuda…

- Nunca he tenido un elfo doméstico Dobby… y no se si… - continuó diciendo el joven – Esta bien, de acuerdo – dijo al ver la cara de decepción de Dobby. Por cierto Dobby¿sabes algo de Kreacher?

- Dobby no sabe nada de Kreacher señor, pero si le llama vendrá señor.

- ¡Kreacher! – dijo Harry.

Y al instante en el que Harry le llamó, soñó el característico ¡Crac! Y ante ellos apareció el elfo que había delatado la estrecha relación que mantenían Harry y Sirius Black, antiguo amo de Kreacher.

- ¿Me llamaba señor Potter? – dijo haciendo una reverencia sin llegar a tocar el suelo con su larga nariz.

- Sí. Kreacher… ahora que Hogwarts no abrirá sus puertas… realmente no se que hacer contigo. No sé donde enviarte para que no me molestes. – Comentó Harry – Podrías hacer algo de utilidad… Tal vez si… Kreacher, irás con la familia Weasley. Quiero que los obedezcas, su palabra es la mía. Lo que ellos te digan será como si yo te lo hubiese dicho¿está claro? – ante esto el elfo asintió con la cabeza sonriendo – Otra cosa, te queda totalmente prohibido que contactes con ninguno de tus antiguos amos; ni por mensajes, personas intermediarias… ni por señas ¿entendido? – el elfo volvió a asentir pero ya sin la sonrisa plasmada en su cara.

- Señor Potter¿la sangre-sucia estará con los traidores a la sangre? – preguntó mordazmente.

Cuando dijo estas palabras Dobby se abalanzó sobre Kreacher y le dijo que nadie hablaba así de los amigos de Harry Potter. Harry separó como pudo a ambos elfos y miró con desprecio a Kreacher.

- Kreacher, quiero que mientras estés en esa casa, te dirijas a ellos con educación, te guste o no obedecerás mis órdenes. Cuida tu lengua. Al fin y al cabo deberías estar agradecido de que no te haya matado. Lo que hiciste es imperdonable pero a diferencia de tu querida Bella yo no mato por placer.

- Bella es mucho mejor que Harry Potter señor, mil veces mejor.

- Pues lo siento, me tendrás que aguantar. No creas que yo estoy contento de tenerte conmigo Kreacher. Antes de que te marches, que sepas que solo quedarás libre si yo te doy la prenda. Solo obedecerás a los Weasley porque yo te lo ordeno pero ellos no pueden darte la libertad. Si Hogwarts abre de nuevo, irás de cabeza a las cocinas.

- Como quiera señor – dijo Kreacher antes de desaparecer fulminándolo con la mirada.

- Dobby¿Godric Hollow es muy grande?

- Señor, Dobby no ha estado en Godric Hollow aún señor, pero creo que si que es grande señor, después de todo es una casa heredada de la familia Potter señor, sois herederos de Godric Gryffindor señor. Debe tenerlo en cuenta.

- Bien, tal vez contrate a otro elfo para que ayude un poco a Winki.

- Pero señor¡yo también estaré¡No necesita a ningún elfo más¡Dobby puede solo señor!

- Dobby, tú me acompañarás muchas veces cuando la ocasión lo requiera y no me parece justo dejar a Winki a cargo de toda la casa. Seguramente necesitará ayuda.

- ¿Dobby le ayudará señor? – Preguntó emocionado – Dobby hará trabajos para el gran Harry Potter… Dobby siempre ha sabido de su grandeza señor, pero nunca se imaginó que haría trabajos importante para Harry Potter señor.

- Dobby solo te pido una cosa… Por favor, llámame Harry, Harry a secas, no me llames señor.

- ¡Oh¡No! Eso sería perder el respeto señor, los elfos domésticos deben tratar a su amo con respeto señor.

- Si pero técnicamente no soy tu amo… - se calló al oír que la puerta del salón se abría e inmediatamente escuchó como sus tíos subían por las escaleras para irse a dormir. – ¡Dobby¡Márchate, rápido!

- Sí señor, Dobby vendrá a recogerle señor.

Justo en el momento que su tío abría la puerta, Dobby se marchó haciendo que el ruido tan característico de la desaparición se acoplara con el crujir de la puerta de la habitación del moreno.

- ¿Con quién hablabas muchacho? – Dijo agriamente Vernon.

- Con nadie tío Vernon, solo estaba estudiando en voz alta.

Y con eso su tío se fue por el mismo sitio que había entrado dejando a Harry tirado en su cama con una pregunta revoloteando en su cabeza. "¿Qué más me tienes preparado profesor Dumbledore?"

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- ¡Cissa¡Cissa¿Ya sabes dónde están?

- No Bella, el señor oscuro si lo sabe pero no me lo ha dicho. Me ha llamado antes y me ha ordenado que le enviase una lechuza a Severus diciéndole que irían a buscarlos.

- Tranquila Cissa, seguro que todo se arregla.

- ¿Tranquila¿Tienes idea de lo que estoy pasando? Draco no cumplió con sus obligaciones y el señor se lo hará pagar. Si antes estaba muy decepcionado de Lucius… Ahora también lo estará de Draco.

- Cissa, Draco aún está vivo. Ten eso en cuenta.

- Pero no por mucho tiempo. – Murmuró Narcisa.

- ¡Narcisa! – dijo alguien desde la puerta de la sala en la que se encontraban. – Ya están aquí y el señor oscuro quiere que vayas con ellos.

- ¿Yo¿Para qué me quiere? – el hombre que estaba en la puerta se encogió de hombros y se fue sin decir ni una palabra más.

- Te acompaño Cissa.

Recorrieron la mansión Ryddle durante diez minutos hasta llegar el punto de reunión que siempre utilizaban para estos casos. Mientras caminaban Narcissa se dio cuenta de que realmente toda la casa destilaba maldad por todos los rincones posibles, por cada grieta, por cada agujero producto del paso de los años.

Cuando llegaron ambas mujeres se detuvieron y llamaron. Esperaron y entonces se oyeron voces en el interior.

- Colagusano¡abre!

- Sí señor, en seguida señor. – Dijo Peter Pettegrew tartamudeando intimidado por el Lord.

- ¡Ahora! – Se escuchó gritar a Voldemort y acto seguido le lanzó un Cruciatus que duró lo bastante como para que el otro Mortífago presente en la sala abriese la puerta.

- Querida Bella, siento decirte que aquí no pintas nada ¡largo!

- Sí señor. – Cuando se dio la vuelta le susurró a su hermana un débil "todo saldrá bien" que ni ella misma se creía.

- Aquí tienes a tu querido hijo Narcissa. – y con un chasquido de dedos el-que-no-debe-ser-nombrado hizo aparecer al muchacho atado completamente.

- ¡Draco! – Gritó Cissa y se abalanzó sobre su hijo, pero un hechizo la impidió que llegara a su destino.

- No, no, no Narcissa, eso no está nada bien… - al ver que seguía intentándolo la amenazó diciendo que si no se estaba quieta le mataba. Narcissa cedió y se quedo quieta mirando a su hijo y después al Lord rogando mentalmente que no le hiciese nada.

- ¡Por favor señor! Solo déjeme acercarme a mi hijo… y volvió a andar hacia él.

- ¡Crucio!

- ¡Ahhh! – Narcissa había caído al suelo y gritaba retorciéndose de dolor.

- ¡No¡Madre!

- Jajajaja – Se escuchó una risa macabra. - ¡Qué escena tan bonita! Madre e hijo… rogando el uno por el otro. ¡Qué lástima! – Dijo negando con la cabeza – Hubieras sido un Mortífago excepcional Malfoy, un futuro prometedor¡un futuro grandioso! Pero lo que veo es algo que no me había imaginado… Eres un ser débil. ¡Un auténtico inútil que no sabe ni cumplir con las órdenes que se le encomiendan¡Eres como tu padre!

¿Crees que tengo ganas de jugar Draco? No me gustan los juegos, ni es tiempo de ellos ¡estúpido¡Deberías saberlo! Si no cumples lo que se te ordena te castigo. Si haces algo que no me gusta, te castigo. Si filtras información te castigo. Y si me traicionas… desearás con toda tu fuerza no haberlo hecho. Quédate con lo que te digo Malfoy, no lo repetiré. Falla una vez más y desearás no haber nacido.

- ¡Enciérralos en los calabozos a los dos¡Y que venga Snape!

Cuando todo estuvo despejado apareció un muy agitado Severus Snape.

- Severus, Severus… cuéntame todo, como sucedió, con detalles… - Dijo el Lord con ansias. - ¿Qué cara puso al saber que le traicionabas? Me han dicho que suplicó por su vida. ¡Ja¡El gran Dumbledore suplicando!

Y así Severus comenzó a relatarle la noche en que el profesor Dumbledore murió en sus manos, manos que el sentía sucias por mucho que se recordara que todo había sido producto de un acuerdo. Nunca lo olvidaría.


¿Y qué tal¿Qué os ha parecido¡Espero que os guste! Y perdón de nuevo... Gracias a los que me dejasteis reviews. :D

Besos

¡Hasta la próxima!


"La amistad no se agradece, se siembra y se cultiva"

Hermiwg