"Para mi, Siempre Fuiste tu"
Por Crystal.
Capitulo 2..-
Terminó justo cuando el reloj de su ordenador marcó las doce, Sakura daba a Enviar a su memorando directo a la bandeja de correo de su editor. Con una sonrisa de satisfacción, se puso de pie, despidiéndose de su compañera de turno en el cubículo de al lado y salió con destino al café donde se encontraría con Tomoyo.
Pensó en la próxima junta que era a pocas horas. Su editor no podía ponerle peros en que ella coordinara el siguiente reportaje y que este fuera la portada. No habrían mas reportajes inverosímiles y aburridos de fiestas sociales, cortejos y demás andanzas poco interesantes y nada pasionales del mundo de la comunicación escrita.
Ese era su próximo articulo que le nominarían al premio anual de periodismo entre todos los periodistas de Japón que el año anterior, lo ganó un compañero de ella quien le asignaron la historia que por lógica le hubiera correspondido a ella. Pero al final, el nombre asignado para el reportaje fue él. con rabia vio como este se ponía de pie y tomaba su trabajo como suyo y le ponía su nombre.
No creía que ese año volviera a ocurrir.
Desde que Tomoyo la vio entrar al café vio los ánimos positivos y la sonrisa que poseía en su rostro. Sakura sonreía siempre en todo momento, bueno o malo. Pero lo que ella tenía planeado para anunciarle a su amiga, podía borrar esa sonrisa.
Tomoyo sabía de todos los secretos de Sakura y sus planes para encrucijar aquel día a su editor y que no tuviera mas remedio que darle la historia de cubierta de una de las ediciones próximas del diario. Pero Sakura, no sabía el secreto de Tomoyo.
Su mas grande e importante secreto. Secreto que ha mantenido escondido por ocho meses. Aunque ella sabía tan solo una parte de la historia.
Sakura llegó a la hora acordada y se sentó en la mesa usual que ambas jóvenes acostumbraban a tomar en el café. No era desapercibida la mirada que recibían de cuando en cuando del sexo opuesto mientras pasaban por su lado o ingresaban por la puerta.
Ambas eran jóvenes atractivas, profesionales... hermosas...
-¿Cómo lo lograrás esta vez? – Sakura sonrió victoriosa al dejar su té helado (después de haber consumido ambas una ensalada y Tomoyo ordenar un pedido para llevar)- Creía que él nunca... bueno, aprueba tu editor los reportajes.
-Si y siempre me deja desde hace un año hasta aquí, en las paginas de sociedad y cubriendo inauguraciones, cócteles y aperturas... es exasperante... son reportajes banales para mi gusto...-declaró con profesionalismo.- Soy reportera Tomoyo, cubrí casos sobresalientes y además, descubrí la malversación de fondos del secretario del alcalde un año atrás ¿Recuerdas? El reportaje lo continuó otro sin darme ninguna explicación a mi y terminé escondida en las paginas de sociedad. – declaró.- y Ese mismo año, gana un premio a la excelencia en prensa escrita. ¡no es justo!
-Si mal no recuerdo, también el sujeto recibió amenazas de muerte...- replicó Tomoyo preocupada.- Por ello agradezco que te quitaran la historia...- suspirando.- Se que no lo crees que sea así, pero no se que hubiera hecho si te pasa algo Sakura... eres mi mejor amiga.
-Tu también lo eres. Pero, entiende mi indignación... para mi, mi trabajo lo es todo... aporto las ideas y el editor me las tumba... pero esta vez lo tengo... a ambos.
-¿A Shaoran Li también? – preguntó con una sonrisilla conspiradora.
Asintió.-A ese sujeto le caí mal desde un primer instante... no me sorprendería que él esté detrás de todo esto...
-¡Vamos Sakura¿con que propósito haría eso? – declaró perspicazmente.- una reportera como tu, es un gran activo a su periódico y él lo sabe. No hace nada con aislar tus talentos...
-Si, me lo has dicho hasta el cansancio.
-Lo conocí en una fiesta benéfica de mi madre Sakura- dijo Tomoyo, continuando entrarle razones a su amiga.- Hace cinco meses ya... no me parece tan mal sujeto... donó por encima de un millón de dólares americanos... tiene clase, tiene talento y tiene personalidad... además que es muy lindo Sakura- sonriendo.- ¿estás segura que no sientes algo mas por él?
-¡Por favor Tomoyo!- se alarmó ella y habló tan fuerte que atrajo miradas de las otras mesas. Su amiga sonrió.- Para nada... mira que no me quedo, como las bobas de las asistentes y mis conocidas mirándoles embelesadas durante las juntas... yo tengo cosas mejores que hacer... Pero esta vez, los tengo a ambos.
Su amiga de infancia sonrió ante su persistencia. Así era Sakura desde pequeña. Iba a continuar hablando, pero fue interrumpida cuando el móvil en su bolso comenzó a repicar. Tomoyo disculpándose lo tomó y habló delante de Sakura con precaución. Esta le observaba no sorprendida. Ya había pasado desde unos meses atrás. Dijo que estaba almorzando con Sakura y que posiblemente se verían a las cuatro o un poco antes. Los ojos de Tomoyo estaban resplandecientes y su tono de voz cambiaba; Sakura sabía el porque aunque no conocía al responsable.
Tomoyo estaba enamorada. Sakura Sabía aquello pues Tomoyo no le pudo ocultar el secreto pero si la identidad. Aunque Sakura sabía que aquello pasaría: Tomoyo tenía clase, estilo, porte, vestía como ejecutiva y princesa, tenía una postura en sociedad que no tardaría de ser descubierta por montones de pretendientes.
Pero ¿quién era el galán? Ella no lo decía. Tenía espacio de ocho meses, y nunca se le salía el nombre del hombre que le hacía feliz. Solo sabía Sakura que era un hombre trabajador, inteligente, apuesto (según la descripción de su amiga) y que Tomoyo había prometido mantener su identidad en secreto hasta que fuera el momento adecuado. Como su madre estaba casi todo el tiempo fuera del país, Tomoyo tenía ciertas libertades y no tenía que reportarse ante Sonomi siempre. Aunque eran una madre e hija apegadas y confiaban la una en la otra, aun Tomoyo no le decía que tenía novio.
Pero Sakura sabía que la relación era seria. Y es que Tomoyo no era de las que se involucraban por solo tener novio. No. Era muy serio. Tomoyo tenía su corazón y fe en su relación. Solo esperaba que el "Hombre Misterioso". Aunque el sujeto si le había explicado era de menor estatus que ella. Su amiga, le reveló sin embargo que cuando el momento de sacarlo a la luz llegara, ella sería la primera en conocerlo. Seguro le agradaría. Mas aun porque Tomoyo, era feliz.
Cortando la llamada declaró.- Lo siento Sakura.
-¿El Misterioso Hombre?
-Oh Sakura- replicó su prima con aprehensión.- cuando lo dices así, me confiesas que no lo apruebas...- mirándole preocupada- creía que confiabas en mi criterio.
-Si confío... y es lo que me ha dado fuerzas para soportar tanto misterio- replicó con rapidez al notar el desánimo momentáneo de su amiga y quien era una de las personas mas importantes en su vida- lo lamento- suspiró.- s que tienes a esa persona importante en tu vida ahora y si es importante ¿no es lógico que yo lo conozca?
Tomoyo levantó su taza de café y se la llevó a sus labios en silencio. Parecía meditarlo.- tienes razón- dijo finalmente.- hemos mantenido la relación en secreto porque quiero encontrar el momento adecuado para revelarlo. En especial, a mi madre. Y presentarlo correctamente.
-¿Acaso no es él que te retiene de contarlo?
-¡Oh no! Quisiera él contarlo... a su familia- dudando un instante- Para él, la familia es algo muy importante. Ha pasado mucho trabajo escondiéndolo de sus seres queridos... pero en verdad, él acordó conmigo el mantenerlo escondido también. Hasta que, estemos listos...- aferrando su mano por encima de la mesa unos segundos.- Todo está bien. Todo está bien- mirando su reloj- Tengo que irme ya...
-Te vas a ver... con él ¿no es así? – preguntó Sakura. La mesera trajo la cuenta y la orden solicitada por Tomoyo para llevar.
Tomoyo la pagó y por supuesto sonrió ante la pregunta de su amiga. Sakura se sentía como una niña celosa: queriendo saber un secreto que no le revelan, Ella lo entendía. Habían sido amigas desde la infancia y quería contárselo todo desde un principio. Su amistad siempre había sido todo en su vida. No quería esconderlo pero era algo difícil. Presentía que se sentiría igual que Sakura si fuera al revés la situación.
-Tranquila Sakura. Me veré con él si. Tengo que pasar cerca de su trabajo de todas maneras y no habrá almorzado aun...
-¿Tanto así conoces sus hábitos?
Ella asintió. Se pusieron de pie salieron juntas del café. Frente al lugar, estaba el deportivo azul oscuro que conducía. –Es un hombre muy ocupado... se que a veces se salta almuerzos...
-Lo quieres mucho... se nota.- declaró su prima.
-Me dijo que tiene una sorpresa para mas tarde... no sabe que voy con su almuerzo así que, tal vez te cuente esta noche de que se trata ¿de acuerdo? Así me tendrás noticias de la patada de traseros que harás en el diario y yo, te daré las mías ¿verdad?
-De acuerdo. Será mejor que también vuelva al periódico. La reunión es en menos de cuarenta minutos... –Sonriendo.- te contaré de la masacre...
-¿Quieres que te lleve? – preguntó Tomoyo.
-No. Caminaré. Es solo unas cuadras.
-¡Ánimos Sakura! .- declaró Tomoyo- Demuéstrale a todos quien eres en verdad... – al despedirse de ella. La vio marcharse por la acera y sonriéndole.
Tomoyo sabía que, cuando Sakura se esforzaba en un objetivo todo era posible. Lo pensaba todo el camino a su destino. No era difícil imaginarse el rostro que colocaría Sakura cuando lograra que su editor y Shaoran Li (aun dudaba que este era el responsable del aislamiento de su amiga de las páginas centrales del diario), pero aun le daba el beneficio de la duda. Tendría al final que aceptar su talento y apoyo al periódico.
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Sakura ingresó al diario y notaba (no sabía si era su imaginación) pero un ambiente mas claro, mas desahogado que el que dejó en la mañana. Ya casi todos regresaban de sus almuerzos y demás diligencias que realizaban a aquella hora.
Cuando salió del ascensor y se dirigió a su cubículo, presentía que aquel día era especial.
Solo que no sabía cuanto.
-¡Atención! – declaró una mujer que se paró en su cubículo y Sakura alzó la mirada. Era una mujer que le llevaba dos o tres años y fue ella una de las primeras en darle la bienvenida al diario. Su nombre era Asuka Noikaro. Era una mujer hermosa de largos cabellos negros, ojos negros e intensos como sus cabellos, rostro pálido y delineado quien siempre andaba con una chaqueta de color rojo que resaltaba en aquel pálido rostro maduro y con una mirada profesional y discreta. Nadie nunca sabía que rondaba la cabeza de la mujer hasta que abría su boca.- Kinomoto: hay junta con el jefe y el editor lo que quiere decir que nada de sudaderas- burlándose.
Todos en el piso sabían de aquel altercado año atrás y aun no lo dejaban ir. Noikaro se había vuelto la embajadora para las burlas hacía la joven de cabellos marrones y sus diferencias con el dueño del periódico que pasaba tiempo viajando por cortos periodos de tal vez un mes, justo para las juntas y volvía esporádicamente para dar órdenes y cuando él no estaba, Hiragizawa, su consultor y consejero se hacía cargo. Hiragizawa era el hijo del dueño de un diario Londines que la familia Li había adquirido años antes que, Shaoran fijara su mirada en el diario de Tokio.
-¡Deja de molestar Noikaro¿No ves que hoy vine vestida con aplomo?
-Ah si..- declaró con falsa modestia.- Perdóname Sakura... es que aun es un tema fresco- viéndole recolectar papeles y documentos además de faxes.- ¿que haces con tanto aplomo?
-Estoy recolectando mi informes para la junta... –Noikaro movió la cabeza de manera negativa.
-Sakura: cada vez que te pones en esos planes, terminas desilusionándote... ¿Estas segura que esta vez, no te llenas de falsas esperanzas?
-Noikaro: este es mi día. Puedo sentirlo...-sonrió confiada- No le quedará de otra al jefe, de dejarme a mi ese reportaje que preparo...
-¿Cuál es el tanto misterio¿De que se trata la historia? – tratando de dar una ojeada a unos papeles en una bandeja delante de Sakura. Esta los sacó de su alcance.
-Ya te enterarás...- declaró Sakura. Observó a su jefe ponerse de pie y colocarse su chaqueta y arreglar su corbata. – Ya es hora...
Sakura y Noikaro fueron al salón de juntas. En un año no había cambiado nada. El editor ingresó apresuradamente y Sakura lo vio sentarse a pocas sillas de ella y le guiñó el ojo. ¡Era la señal! Pensó ella. Era la señal: el editor le había fascinado su reporte y le daría a ella la portada del diario.
Estaba más que segura.
Entonces, lo vio entrar: al lado de Eriol Hiragizawa (un hombre alto de gafas recetadas, rostro pálido, ojos azules intensos que hacían juego con sus cabellos de un negro azulado intenso), y un aire de aristocracia que nadie se lo quitaba de si. Cuando Eriol Hiragizawa no estaba en Japón, estaba en cualquier otra parte del mundo que su jefe Shaoran Li le enviase. Algunos decían que eran mas que jefe- subordinado, llegando a ser incluso amigos.
Pero Eriol era mas relajado que Shaoran Li. Este parecía medirlo todo a igual exactitud que un reloj. A la llegada de este, todos guardaron silencio y él venía con un portafolios en sus manos.
El silencio se mantuvo por unos segundos.
Shaoran Li, parecía meditar por un instante. Y por primera vez, pareció sonreír. Aquello sorprendió a Sakura y de que manera. Tenía que otorgárselo: tenía una atractiva sonrisa. Sakura olvidó por un instante que despreciaba al hombre.
-Deben de felicitarse...- inició él con profesionalismo. –Este ha sido un año llenos de retos y pruebas para todos... avanzamos un poco en la meta cubriendo de un 42 por ciento de los lectores de Japón a un 47 por ciento... pero aun nos falta mucho camino por recorrer. La primera recta de la meta ha sido cruzada... es por eso, que este es el mejor momento de anunciar lo siguiente: me ausentaré... por dos meses...
Sakura se extrañó ¿dos meses, consecutivos? Aquello no podía ponerse mejor. Dos meses seguidos sin la presencia de Shaoran Li. No es que odiaba al sujeto pero tal vez, dos meses fuera de allí y recuperaría el estatus de mujer periodista del año y la mejor del diario.
Shaoran continuó su junta por la próxima hora hablando incluso del incremento de los beneficios para empleados, el carácter de circulación que perseguía y que Hiragizawa se haría cargo haciendo pareja con Noikaru. Sakura sabía que era ella la indicada para enseñarle las riendas al sujeto en ausencia de Li. Muchos celebraron esa decisión. Pero solo por aquel momento.
Shaoran dejó de ultimo lo de las asignaciones y los casos a trabajar en las próximas semanas como noticias principales.
Habló por media hora y su ajustada agenda pero perfecta continuó con las historias de plana uno. Intercambió miradas con el editor y habló acerca de las ideas que había en ambiente. Una por una las distribuyó equitativamente para los siguientes días importantes de publicación. Nada muy escandaloso o arbitrario, pensaba Sakura. Cuando vio que el tiempo de la junta se estaba agotado, comenzaba a sentir que el pragmático Shaoran Li, no tocaría su reporte.
-Finalmente debo de mencionar este siguiente reporte...- declaró sacando de su carpeta un reporte que parecía enviado en papel de fax- sobre los sobornos hechos a la alcaldía... para la campaña electoral de dos años atrás. – hablando con precaución. Allí todos observaron a Shaoran excepto a Noikaru quien observaba en ese caso a Sakura. Solo Sakura tenía las agallas suficientes para hacer algo así- Aquí dice que las pruebas incluso fueron dadas por el comandante de campañas... – leyendo entre líneas. Levantando la mirada respiró profundo tratando de retomar fuerzas. – Kagasaki...- dijo con voz preocupada a uno de los reporteros a dos asientos de Sakura- Tu tomas esta historia... la junta se termina...- dijo esto ultimo con tanta rapidez que parecía querer salir de allí a toda prisa.
Tal vez, presintiendo lo que se venía.
-¡Maldito!- escuchó una voz decir por encima del murmullo de las personas poniéndose de pie. Shaoran Li observó a la mesa de juntas y vio a casi todos poniéndose de pie ya.
Pero la voz era femenina y conocida. Eriol se puso a su lado y lo observó con precaución. Luego observó a la única joven allí presente que permanecía aun sentada.
-Sakura... –murmuró Asuka.
-Kinomoto a mi despacho- replicó su editor al mirar a Shaoran Li quien la observaba con intensidad y su mirada analítica sobre ella.
-¡NO! – replicó ella poniéndose de pie y aun con su mirada fija en su propio portafolios. Los demás allí presentes estaban de piedra. Finalmente cuando ella levantó la mirada, Shaoran Li pudo ver el fuego que salía por su mirada- Ahora lo entiendo... ¡Fue usted!
-Kinomoto... el señor Li...
-No es con usted Editor- declaró la muchacha callándole en un segundo. Volviendo su atención al sujeto declaró.- Sabe que ese reporte lo hice yo... ¡YO! Me he quemado las pestañas y el trasero día y noche buscando esas pruebas y esos datos... ¿Ahora quiere dársela a Kagasaki?
Shaoran Li guardaba silencio mientras se maldecía por no ser lo suficientemente rápido para salir de allí. Eriol le observaba con un "te lo dije" grabada en sus pupilas.
-Las asignaciones las hago según mi criterio Kinomoto...- replicó Shaoran contraatacando.- Es entendible que...
-¿Qué cosa¿Qué es usted un maldito sexista?
-¡Sakura!- recriminó Noikaru. Allí casi todos estaban sorprendidos. Sakura no era de las que se comportaban o hablaban de tal manera.
Era una dulce muchacha que se ganaba la estima de todos. Bueno, casi todos.
-Kinomoto. – dijo su editor abriéndose paso entre los reporteros y tomándole del brazo- Vamos a mi oficina...
-¡No voy a ninguna parte! – dijo tercamente. Apuntando a Li- tu has hecho todo esto... ¿no es así¡Todo el año! – pero no pudo seguir hablando pues el editor con ella del brazo la llevaba fuera del despacho.- ¡Eres un condenado Machista, Shaoran Li! – fue lo ultimo que escucharon.
Todos allí estaban demasiado impresionados para caminar. Shaoran mientras, se abrió paso y salió entre todos con Eriol detrás de él.
Como si nada hubiera pasado, caminaba con la cabeza en alto entre sus empleados.
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Tomoyo arribó al estacionamiento y sacando una bolsa con apariencia para recetas medicas, insertó el contenido de la comida del café en ella, pues no se permitía alimentos que no fueran de la cafetería del recinto. Salió de su coche con elegancia y caminó todo el recorrido hasta la entrada. El lugar estaba repleto de personas. Ocho meses atrás, había llegado al hospital con un esguince en su tobillo por un partido de tenis y terminó con una cita. Ni ella misma supo como pasó pero al final, aun agradece a su compañera de juego el haber lanzado la difícil bola y ella tratando de golpearla pisó como no debía.
El resto era historia.
Se desplazó por los pasillos observando a su alrededor. Había muchos doctores, enfermeras y pacientes de turno. Pensó que lo vería por allí y estaba perdiendo las esperanzas cuando, divisó su figura a la distancia conversando con otros médicos y una enfermera. La susodicha no le quitaba los ojos de encima y le miraba con tal coquetería que hubiera puesto muy celosa a cualquier otra.
Excepto a ella. Desconfiaba de las mujeres que se le acercaban con pretensiones pero como desconocían tal vez, que tenía novia (mas aun con su forma de ser algo complicada para todos menos para ella), no le preocupaba mucho. Era algo celosa pero no para caer en la obsesión.
Mas aun con la relación que ambos tenían. Cuando la vio, el sujeto entrecerró sus ojos y disculpándose de los demás doctores avanzó a ella con paso decidido.
Tomoyo no pudo dejar de notar lo apuesto que se veía con su bata de médico.
-¿Qué ocurre? – viendo la bolsa de medicamentos.- ¿Pasa algo malo?
-No es nada. – colocando el paquete delante de él – Solo que, me imaginaba que aun no has almorzado...
-Ve al despacho- declaró señalando mas adelante- Voy en un segundo.
Tomoyo asintió yendo al lugar señalado. Ingresó y se sentó un par de minutos en una silla. Observaba alrededor. Vio la foto que tanto le gustaba: la de él con su familia. Deseaba alguna vez, tener una foto así en su escritorio. Pero que él, estuviera a su lado.
Cuando el sujeto ingresó cerró la puerta detrás de él y ella se puso de pie. Avanzó con decisión y la tomó en sus brazos, y con aprehensión besó sus labios con una ansiedad que le robaba el aliento a Tomoyo Daidouji. Separó sus labios, permitiendo la exploración de su lengua en su boca y su pasión era exorbitante. La de ambos. Cuando él se ponía en ese plan, Tomoyo siempre terminaba pasando la noche completa con él, haciendo el amor.
Porque hasta ahí era su relación: tan seria, profunda e intrínseca, por lo que no dudaba que él era el hombre de su vida.
Era el primer hombre que le conocía de manera tan intima. Él consideraba aquello como un compromiso que por ocho meses, formaba parte de ellos. A pesar que se conocían desde mucho tiempo atrás.
Mucho mas.
Cuando se separó de ella, estaban sus mejillas encendidas. Los labios de Tomoyo afectados por el calor de sus labios y el labial había desaparecido. Lo vio en los labios del sujeto. Obligándose a hablar él le dijo.- ¿Y bien?
-¿Qué, lo del beso? Pues parece que, me extrañaste... –sonrió la muchacha aun con la respiración robada.
Sus ojos le miraban con una pasión que a ella le encantaba. Con voz grave que no dejaba espacio a discusión declaró.- Siempre te extraño... mas que todo anoche- dándole besos cortos en su cuello que le ponía a suspirar.- te me escapaste...
-No es mi culpa que mi madre llamara justo "en ese momento" - haciendo que el sujeto se tensara y ella se sonrojara.
-Dejemos eso hasta ahí.- viéndole sonreírse ante su nerviosismo al tocar aquel tema.- ¿Qué te dijo mi tonta hermana en el almuerzo¿Supongo que sigue insistiendo que nos presentes?
Ella rió y declaró no exenta del gorgojeo que sentía en su cuello por las caricias suministradas por el médico.- ¿Qué crees? Sakura es mi mejor amiga... y no poder... decirle nada- Touya sintió la mortificación en su voz y dejó de besarle. Sus ojos se encontraron y ella enganchó sus brazos en su cuello. – Peor aun... que "El hombre Misterioso"… es su hermano.
Touya Kinomoto suspiró: entendía lo que ella se refería. No era su plan el verla a escondidas y que ella, llegara a su apartamento y le tenía preparada cena y salir a restaurantes fuera de lo que comúnmente visitaban. Pero es que Touya esperaba el momento adecuado para poder decirle a Sakura y a su padre que tenía una novia y era Tomoyo la amiga de su pequeña hermana, siete años menor que él y la hija de Sonomi, amiga intima de la familia.
-Lo se- declaró – No deja de balbucear en las cenas familiares que, andas con un tipo...- dando su opinión al respecto-- ¿qué es lo que le cuentas?- algo aturdido.- Lo último que dijo sobre el asunto es que debe ser Un total pervertido que se aprovecha de ti - haciéndole sonreír.
-Mejor almuerza- separándose de él.- Vamos... me quedan diez minutos... para volver a la oficina...
-¿Acaso vas a vigilarme al comer? – preguntó con gesto altanero.
-Si- sonrió ella sentándose y señalando la otra silla- Casi no comes... te notas cansado... ¿no estarás enfermándote o si?
-Tengo hambre- admitió y besándole en los labios. –Pero no es precisamente de comida... –besándole larga y pausadamente la boca.
Ella se sonrojó hasta los tobillos. Sabía que aquellos comentarios, lograban que ella se rindiera prácticamente a sus pies. Así fue precisamente como ocurrió la primera noche intima entre ambos. Buscando fuerzas para separarse de él, replicó.- Tu turno aún no termina y tengo que volver a la oficina... mi madre llamará pronto...- eso fue bastante para que Touya desistiera y se dispusiera a comer.
Se preocupaba por él. Aquello le gustaba. Las mujeres con quienes salía antes de que Tomoyo entrara en su vida, solo tenían un propósito en la cabeza y ese era, que tan bueno era en la cama. Admitía que no era un santo, pero con Tomoyo, todo cambió, era la sensibilidad, la inocencia y la calidez que a él le hacía falta en sus tantos romances que precedieron a su relación. Tanto así, que él tenía algo que preguntarle pero no sería hasta mas tarde aquel día. Tomoyo no sabía que Touya deseaba casarse con ella. Tenía incluso la sortija comprada y todo. Era la mujer de su vida y lo supo desde la primera cita, ocho meses atrás. Tomoyo no sospechaba nada, claro. Pero algo le retenía en preguntarle.
Y eso era el honor y deber: él era de una clase inferior a ella. Ella claro, no le importaba. Ambos habían acordado mantener su relación en silencio hasta el momento adecuado y él estaba decidido a casarse. Pero primero, tenía que conseguir lo que estaba luchando por dos meses: una casa.
Una casa para ambos. Una casa que él le comprara. No iba a permitir que nadie dijera que él estaba con ella por el dinero y que no podía darle una vida acomodada. No podía claro, adquirir una de las que su madre tenía. Pero podría conseguir una modesta en un buen vecindario para empezar y cuando ocupara el puesto de jefe residente en el hospital podría adquirirla.
-Salgo a las cuatro...- declaró Touya seriamente.- ¿vendrás al departamento?
Tomoyo asintió pero le dijo.- ¿No tienes hoy tu cena familiar?
-No. Mañana. – replicó.- Papá tiene hoy un seminario y no podrá.
-¿No te reunirás con Sakura?
-Sakura y yo, casi no tenemos de que hablar...
-Eso depende... siempre le sales con tus achaques de que tiene ella un novio a escondidas... que no le presentas.- Touya rechazó mirándole a los ojos y continuó comiendo sin mirarle.- cosa que sabes que no es cierto... hasta ahí termina la cena. Ella me lo cuenta.
-Sakura no te lo dice, lo del novio me refiero...
-Porque no existe tal hombre...
-Te lo esconde.
-Lo dudo.
-Tu se lo escondes...
-Si es cierto. Pero, tu también- replicó ella- Quiero decírselo a Sakura, Touya y pienso hacerlo pronto.
Touya asintió en silencio y Tomoyo sonrió mientras lo observaba terminarse su almuerzo.
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-Se acabó – declaró Sakura cuando su editor cerró la puerta de su despacho. Pero era de cristal. Se veía por fuera lo que allí ocurría.- ¿Me escuchó¡Esto termina ahora!
-.Por favor cálmate. – solicitó el gentil hombre. Él apreciaba a Sakura y entendía que ella como profesional se sintiera truncada- por favor... – yendo a un bebedero que había dentro y sirviéndole un poco de agua y se la colocó delante. – siéntate...
-¡No me voy a sentar hasta que me devuelvan mi historia!- gritó ella alarmada.- ¡Esa historia es mía y no de Kagasaki¡Usted lo sabe!- viéndole bajar su mirada- ¡Debió decir algo¡Opinar!
-Comprendo tu punto de vista... créeme niña... pero...
-¡No me llame niña! – le recriminó. Después notó que le gritaba a la persona equivocada y corrigió su manera de actuar- lo siento...- admitió suspirando.- pero es que ¡OH me da tanta rabia!
Sus lágrimas luchaban por no salir. Con gesto paternal el sujeto le miró suavizando su mirada a ella. Duraron unos instantes en silencio y ella declaró.- ¿Siempre ha sido él quien me ignora?
-No te ignora, Kinomoto. El señor Li, cree que, en ocasiones manejas historias demasiado arriesgadas... para tu bienestar...
-¡Tonterías! Le da las historias a todos aquí... todos somos sus empleados por igual... ¿por qué haría la excepción conmigo?
-No lo se- declaró negando con su cabeza. –Solo sigo órdenes... mira se que tienes instinto... ese filo del periodista innato... serías grande en este medio... lo se.
Sakura pareció analizar aquellas palabras y el hombre continuó. – Dale tiempo al tiempo... te aseguro que si tienes paciencia, finalmente ocurrirá lo que deseas... una historia en primera plana... – notando el descontento en la mirada de Sakura agregó con precaución—Mira: hablaré con el señor Li. Trataré de convencerlo que compartas créditos – reivindicándose agregó.- Le diré que, Kagasaki, comparta los créditos contigo de esa historia...
-No- declaró ella sorprendiéndole. Se puso de pie y declaró con humildad.-Muchas gracias por la oportunidad que me brindó señor...- haciendo una reverencia- Renuncio... – saliendo por la puerta.
El hombre aun no se recuperaba cuando la puerta se cerró. Vio a Sakura llegar a su cubículo y algunos se acercaban. Si se iba, no la recuperaría. Y ella era, una excelente reportera. Los diarios de la competencia, seguro se darían cuenta de la talentosa mujer delante de ellos.
Trataría de convencerla. Iba a salir cuando se devolvió pues el teléfono había repicado. -¿Si? – escuchando las palabras de la persona al otro lado, observó a Sakura.- ¿Ahora? – preguntó sorprendido.- Bien... bien- declaró con estupor. – está bien...mándelo...- cerrando la línea.
-¡No puedes irte Sakura!- replicó Noikaru indignada mientras la joven recogía sus pertenencias de su cubículo. Realmente Sakura no creía que el día terminaría así. Tenía dinero suficiente para cubrir su renta aquel mes y el siguiente, pero no mas. No podía pedirle dinero prestado a su padre. ¿Qué haría? Pero el enojo no le hacía ver mas allá de lo que pasara mañana- habla con el editor... seguro te devolverá tu empleo.
-No pienso hacer eso Noikaru- declaró Sakura con su tono de voz molesto.- Ese sujeto se burló de mi por ultima vez...
-¿Señorita Kinomoto? – escucharon ambas una voz detrás de ellas. Volteándose vieron a una mujer con una identificación en la solapa de su chaqueta color gris. Su rostro juvenil y bien marcado, piernas al descubierto en una falda del color de la chaqueta y su cabello color miel recogido en un moño alto, daba a entender que trabajaba de los pisos administrativos del diario.- Venga conmigo por favor...- dijo con cortesía.
-¿Ir¿Adonde¿A recoger mi cheque? – preguntó con ironía.- dígale a su encargado que yo renuncié. No me despedirá Shaoran Li ni nadie... –Tomando la caja con sus cosas y dejó la identificación del Diario de Tokio en el cubículo ya desocupado. La mujer se interpuso entre ella y la salida.- ¿qué no me escuchó?
-Insisto que me acompañe... – declaró con preocupación la mujer.- El señor Li me mandó a buscarle...
Noikaru se sorprendió de aquello.
-¿Ah si? Pues dígale a Li, que no soy su empleada ya, para mandarme a buscar...- cruzándole por el lado. Sakura se dirigía a los ascensores y todos los de redacción le observaban. Al llegar, pulsó el botón y esperaba que este se abriera.
-No pierde nada con subir señorita Kinomoto.
-Lo que perdería es mi dignidad- declaró con autoridad.- No puede convencerme a subir...
-Si, si puedo-declaró con advertencia. Sakura le observó desafiante y declaró agregando- si es que quiere trabajar en otro periódico en lo que le queda de su vida...
Después de un silencio desafiador Sakura declaró.- ¿Acaso usted me amenaza¡Este no es el mejor momento para desafíos!
-No es una amenaza. Es una advertencia de lo que le conviene...- el ascensor se abrió y ella declaró.- Por favor.. – tratando de convencerle- es mejor si, acepta...
Sakura amaba su carrera y sabía que si Li se ponía en tales planes conseguiría lo que estaba proponiéndose y ella jamás trabajaría en otro diario.
Sakura asintió en silencio, no esperándose lo que le tenía preparado el sujeto. Ingresó acompañada de la mujer y esta pulsó el botón del último piso del diario.
No sabía porque pero al avanzar el ascensor, sentía una ansiedad en su pecho.
Ahora ¿qué pasaría?
-----------continuará.
Capitulo dos concluido ¡Wow! En verdad no esperaba tantas respuestas ante mi nueva locura. ¡Muchas gracias por prestarme vuestro apoyo que se que siempre cuento con ello!
Primero vamos a los reviews:
Maryli muchas gracias por tu review. Espero que, este capitulo dos te intrigue de igual manera. Hay muchas razones por las cuales Shaoran actúa de la manera que lo hace. En el siguiente capitulo se verá una faceta un poco mas diferente de lo que planea el sujeto. Hasta ahora la trama se está desenvolviendo favorablemente y por favor, cualquier comentario, házmelo llegar. Espero que te guste este capitulo dos.
Navile: OO! ----¡Me has dejado el ojo cuadrado¿Desde el legado? Crystal se pone rojita como jitomate. Gracias por tu apoyo ¡desde tan lejos! Jejejeje bueno ni tanto... mejor no me pongo a echar numeros. Espero que este capitulo dos, no te haya decepcionado y espero tus comentarios.
sora 2515: tomaré tu comentario como que te agradó este primer capitulo. Espero que el segundo, te agradara mucho mas y ¡Espera al tercero! Se pondrá mucho mejor... o eso creo.
lady esmeralda: gracias por tus comentarios. Respondiendo a tu pregunta de Shaoran, la respuesta es : Shaoran Li es de esos sujetos que, son tan pero tan formales que las personas creerían que, viven con ropa de juntas y trajes de salir. Además es de esos hombres que, por mas calor que hagan tienen un autocontrol de si mismos para siempre reflejar seguridad, nitidez y pulcritud. Ya verás en el capitulo tres, que Sakura conocerá un Shaoran Li, que nunca estuvo presente en los pocos momentos dentro de un año, que se presenta en el tres.
Mi queridísima cómplice Daulaci: Agradezco tus correcciones, comentarios, criticas y demás en esta historia. Para quienes no tengan idea hasta ahora (dudo que sean pocos a estas alturas) siempre nos vivimos apoyando mutuamente en nuestros proyectos y somos las betas de la otra. Espero que la historia vaya marchando a tu gusto. ¡Gracias amiga!
Pily14ccs: Espero entonces haberte complacido al igual que todos los demás ¡A una semana justa! No está mal ¿eh? Trataré en verdad, de no tardar mas de quince días en actualizar y si lo hago, espero que me disculpen y no pierdan la paciencia.
Celina Sosa: te considero una amiga ¡Siempre estás presente en todas mis historias lo cual agradezco infinitamente! Espero que no perdamos contacto y seguir sabiendo de ti en lo adelante. ¡Gracias por tus comentarios!
Irene : Las apariencias engañan. Como le dije a Lady Esmeralda. El siguiente capitulo trae sorpresas y estas, resolverán algunas inquietudes ya existentes en este y el pasado capitulo. Espero que, te haya gustado esta actualización ¡Chau!
serenity-princess¡Hola! Te he visto dejar reviews me parece en alguna historia mía o en mis favoritas de otros autores. Espero que este segundo capitulo haya incrementado tus expectativas de lo que ocurrirá.
Victoria Granger: espero que este segundo capitulo haya sido lo bastante interesante para ti. Aun falta mucho por develarse y creo que estarán conformes con los hechos ocurridos en este capitulo. Gracias por tu apoyo y espero seguir sabiendo de ti.
A lo segundo, discutamos lo ocurrido aquí.
¿Quiénes de ustedes creían que el novio de Tomoyo era Eriol, levanten la mano¡Adoro la pareja T+T! Y se han vuelto mis favoritas para trabajar. No crean que soy una discriminadora y no habrá nada de mi adorado, querido, idolatrado, acaramelado Yummyliscius de mi Eriol-Kun ¡Habrá mucho de donde cortar mientras los próximos capítulos se desarrollen!
Si quieren que esta historia sea continuada, favor de mostrar su apoyo con ¿saben que? ¡Review! O comentarios también son aceptados en o
¡Hasta el próximo capitulo!
