Para mi, Siempre Fuiste tu"

Por Crystal.

Capitulo 3.-

Sakura se imaginaba en su mente donde terminaría aquel ascensor: se imaginaba una especie de catacumba: paredes de piedra oscuras adornadas por antorchas en donde el demonio Li tenía su guarida. Parecía que había visto demasiadas películas en su semana que su imaginación le jugaba tal confesión. Por otro lado se imaginaba que una vez alcanzara la oficina de Li, se encontraría con el sujeto, vistiendo con capa de vampiro, tridente y unos enormes cuernos en su cabeza sería su adorno que mostraría su verdadera apariencia detrás del guapo, elegante y millonario cabecilla del consorcio de diarios alrededor del mundo.

Tenía en su mente ya ensayado todas las cosas que le diría. Le mencionaría su falta de ética, que seguía siendo un cerdo sexista, que no tenía ética. En fin todo un discurso preparado de antemano para desahogar un año de lo que ella consideraba "discriminación y dominación por el sexo masculino".

Cuando el ascensor se detuvo en el doceavo piso, el último del edificio, vislumbró al abrirse las puertas, un lobby con pisos de mármol, la caoba revestía las paredes de extremo a extremo y sobre la madera, se veían cuadros de premios y de actividades que habían ocurrido en el transcurso de vida del diario. Había mesas en todo el alrededor con plantas y flores.

Se veía vacío aquel piso. No se sentía la agitación de los pisos inferiores donde estaban las salas de redacciones y de finanzas y por supuesto, la imprenta y despachos. Sakura se encontraba en otro mundo.

-Por aquí señorita Kinomoto- replicó la secretaria. Sakura la seguía aun no dejando de ver todo a su alrededor. Cuando avanzó a lo que parecía la antesala del gran piso, vio dos secretarías mas, detrás de un mostrador de mármol que respondían llamadas en los teléfonos de varias líneas. Atrás en grandes letras plateadas superpuestas a la madera se leía "Diario De Tokio".

Era un salón redondo. Parecía un gran salón de bailes excepto que no había espacio para bailar. Aquí estaba igual: revestido en madera parecía antigua. Había unos enormes sofás en piel negra, que daban espacio a una sala de espera. Una música instrumental se escuchaba por lo que parecía ambientar el sitio. Una pequeña fuente de piedras de agua eléctrica, daba el efecto de Feng Shui.

Sakura no sabía si sentarse o no. ¿Qué hacía allí? Mejor se hubiera decidido decirle que no a la asistente, no importarle nada y salir de allí a toda prisa.

Ya era tarde para retroceder ¿o no?

-Señorita Kinomoto- declaró la mujer – Puede pasar- indicándole una puerta a quince pasos a su derecha. Y señalando la caja que llevaba en sus manos declaró.- Puede dejarla conmigo... veré que, no le pase nada.

Antes de que pudiera negarse, la mujer retiraba la caja de sus manos. Sakura con cierto nerviosismo se recordó a si misma que el sujeto, le había negado la oportunidad de crecer profesionalmente en aquel año. Con aquello fue suficiente para endurecer su mirada, adquirir fuerzas y avanzar a la puerta. Tomó el enorme picaporte y controlando su nerviosismo, avanzó a la oficina privada de Shaoran Li.

Su sorpresa fue enorme. El sujeto no estaba allí. Sakura avanzó y se volteó cuando escuchó que la puerta se cerraba detrás de ella: la secretaría después de ella avanzar, procedió a cerrarla.

Sakura miró dos puertas en el fondo a la derecha. Detrás de un enorme escritorio antiguo estaban los ventanales cubiertos por cortinas ejecutivas que aislaban el enorme despacho del resto del mundo.

Un pequeño equipo de sonido colocado en un enorme librero incrustado en una pared con sus luces encendidas le daba la bienvenida, y después, los demás libreros estaban llenos de volúmenes inmensos de libros; parecía un sujeto adicto a la lectura (eso si no eran alguna clase de utilería y dentro o detrás no había nada. Muchos despachos de personas de recursos usaban el mismo truco, pero en realidad, eran libros en blanco o muchos puestos allí con tal de dar la impresión de personas cultas y letradas). Sakura avanzó con cierto temor hasta el centro de aquella oficina. Un sillón de piel negra estaba detrás del escritorio que estaba adornado con pocas cosas y todas ellas, muy masculinas. El ordenador negro de pantalla plana tenía unos documentos abiertos pero no le prestó atención.

Buscó fotografías familiares. Algo que le diera indicio que Shaoran Li era algo mas que un frío hombre de negocios. No había nada allí que lo delatase a simple vista.

¿Qué hacía allí¿Acaso él la había mandado a buscar para burlarse de ella¿Qué ella implorara por su perdón¡Que equivocado estaba!

Sakura volteó con dirección a la puerta. Era mejor irse. Cuando tomaba el picaporte para salir de allí, escuchó una puerta abrirse al fondo de la habitación que pretendía dejar atrás y la voz que le dijo- ¿Kinomoto? – deteniéndole al instante.

Sakura lamentó su falta de habilidad. Se volteó, para notar un Shaoran Li que no había visto en su vida: estaba sin su saco de vestir sobre su camisa. Su camisa blanca estaba sin corbata y el primer botón suelto.

-Si señor...- declaró con profesionalismo y no exenta su voz, de cierta acidez.

-Disculpe la espera- declaró señalando una silla delante de su enorme y lujoso escritorio.- Por favor siéntese... – ella se quedó en su sitio y él tuvo que insistir.- Lo que tengo que discutir con usted es importante- declaró con profesionalismo.- Desearía que estuviera sentada para cuando se lo dijera.

Sakura avanzó hasta el escritorio. Shaoran había salido con tanta prisa por detenerla que se olvidó de cerrar la puerta: Sakura divisó lo que parecía ser otro salón mas pequeño. Su mirada se posó en aquel lugar: veía un librero con un televisor de pantalla plana y lo que parecía ser ¿un guardarropa?

-Es mi habitación- declaró sorprendiéndole. Sakura le miró avergonzada por ser atrapada mirando hacía allí. Shaoran declaró con una voz pausada- A veces salgo tan tarde de aquí, que me veo atrapado por el cansancio... y no me da tiempo de ir a mi departamento. Es un despacho privado que tengo... tiene todas las comodidades básicas... excepto que tengo que depender de la cocina de la cafetería o ordenar comida de fuera...

-Usted me mandó a llamar para otra cosa – dijo Sakura interrumpiéndole con brusquedad. En verdad, estaba tan molesta con el sujeto que, no quería saber nada de sus hábitos o vida personal.

Shaoran pareció comprenderlo.

-Si bueno...- atrapándolo fuera de guardia unos segundos.- La hice llamar...

-Me amenazó para que subiera- le corrigió Sakura- o su secretaria lo hizo.

-Sabía que no subiría por cortesía...- declaró sorprendiéndole- Es la primera vez que está aquí... en el doceavo piso... ¿no es cierto?

-Hay una primera vez para todo...

-En efecto. Y por ese motivo la he "Amenazado" para que subiera... – dijo con cierta gracia que Sakura no conocía de él. ¿Estaba siendo, cortes, amable, educado y mostraba simpatía con ella?

¡El la odiaba! O eso creía ella.

-Si es para que le pida perdón, se ha equivocado- se adelantó Sakura.- No pienso hacer tal cosa... usted, me arrinconó por un año en las paginas sociales, sabiendo que yo daba para mucho mas.

-Kinomoto...

- No, déjeme acabar. – callándole. Él respetó su solicitud.- Presenté mi renuncia al editor. Ya me marchaba de aquí cuando su secretaría me interceptó. Si subí, fue que la idea de que mi carrera quedara retenida por su odio hacía mi, me aterroriza. Mi vida, es esto... ser reportera...

-No lo pareciera- declaró Li con sus ojos cafés intensos sobre los de ella- Cuando acaba de renunciar y armó tal alboroto...

-¡Era mi historia!-le gritó - ¡Mía! Y usted lo sabe...

-Sakura- atreviéndose a llamarla por su primer nombre. Ella se sorprendió escucharlo de su boca. Él con profesionalismo y manteniendo su firme posición, pero personalizando su vocabulario con ella, declaró.- No voy a negar que eres la mejor... porque lo eres. En todos mis años de experiencia que son mas que los tuyos, puedo asegurarte que, no he visto una reportera con tantas agallas como tu. Si mi padre te hubiera conocido, le hubieras encantado...- corrigiendo agregó.- fascinado... diría yo. Eres todo lo que él quería en un reportero...

-Pero no es suficiente para que usted me considere para manejar las historias.

-Son historias con alto riesgo. – respondió.- Pensé que no podría manejar la presión. Además, tenía otra asignación para ti.

-Usted no me conoce lo suficiente para saber que puedo manejar y que no...

-¿Sabías que, el reportero Daikaro del diario Sol de Tokio hace, tres o cuatro meses descubrió lo mismo que tu? – declaraba con calma y pausa en sus palabras para que ella no perdiera detalle. Sakura negó con su rostro. Volvió a sentarse.

-Daikaro murió hace cuatro meses...

-Exacto Sakura- declaró dándole a entender lo que se proponía.- esa es la razón principal por la cual a quien le asigné la historia, desde el día de hoy, tendrá por espacio de los próximos meses que dure la investigación, luego del reportaje y su exposición en los medios de comunicación, un equipo de seguridad vigilándole cada movimiento y protegiéndole.

-¿Él sabe esto?

Asintió diciendo- lo llamé antes de empezar la junta. –sorprendiéndole.- Solo Hiragizawa, él y yo, sabíamos del cambio. Se negaba por supuesto antes de saber los riesgos pues sabía de antemano que era tu historia. – Sakura admiró la fidelidad de su compañero.- Pero cuando le expliqué que no podrías cubrir la historia...

-¿Qué cosa¿Quién le dijo a usted...?

-Nadie me dijo nada. Recuerda que te dije que tenía un trabajo especial para ti.- mirándole con intensidad a sus ojos verdes- Una propuesta.

-¿Propuesta? – en ese momento se escucharon suaves toques en la puerta. Esta se abrió sin esperar respuesta y Sakura escuchaba los pasos suaves de unos tacones que se aproximaban.

Vio que eran una de las secretarias que estaban en al entrada de la oficina y colocó una taza de café delante de ella humeante.

-¿Cuánta azúcar desea? – preguntó.

-¿Perdón?

-Adelante Sakura. Le recomiendo que lo pruebe. Es muy bueno… y creo que lo necesitas- declaró Li con cierta ligereza no quitándole la mirada de encima.

-Esta no es una reunión de negocios...- expuso Sakura.

-Si, lo es. Tengo una propuesta y tienes que escucharla.

Sakura desistió dijo- tres por favor. – complaciendo al sujeto. Este sonrió.

La secretaría colocó el café delante de su jefe, y le colocó crema y azúcar y se marchó, tiempo el cual Shaoran guardó silencio. Sakura saboreó el café y no ocultó su sorpresa cuando reveló.- Está delicioso... pero…

-Ordeno el mejor café del mundo. Me lo traen importado desde Brasil. –sorprendiéndole. Tomando otro sorbo y él por igual se quedaron en silencio un instante.

Sakura no sabía que pensar de todo aquello o de Shaoran Li. Las fuerzas y la rabia que la movía mas temprano aquel día, no existían. Se quedaba observándole por instantes y este parecía meditar. Se fijó en los círculos debajo de sus ojos que no notaba en el salón de juntas pues se sentaba siempre lejos de él. El relajado porte que tenía allí en su despacho: su territorio y lo contrario a lo que exhibía en el salón de juntas cuando asistía, todo formal.

Él parecía notar su confusión y distracción. Declaró con voz tenue- ¿que pasa por tu mente en estos momentos?

No parecía el mismo Li que ella conocía.

-Aun no entiendo que hago aquí... dijo que tengo un trabajo especial...

Shaoran abrió una gaveta del escritorio y sacando una carpeta la colocó frente a Sakura y dijo.-Ábrela y léela...

Sakura así lo hizo. Parecían ser las páginas de una revista. Estaba escrita en japonés y había una foto del sujeto todo formal en lo que parecía ser una biblioteca. Decía en enormes letras "El empresario que es dueño del mundo". Pudo leer por varios minutos (mientras Shaoran la observaba intensamente) lo que decían allí. Hablaban de sus grandes logros adquisitivos; que pretendía seguir los pasos de su padre, que no tenía familia lo que le hacía uno de los solteros mas codiciados de todos los tiempos. Que era un extrovertido cuando de mujeres se trataba y había fotos de él provenientes de archivos de fotógrafos y demás.

-Muy buen articulo...- declaró Sakura después de haberlo terminado y lo colocó sobre el escritorio.

-¿Cómo periodista lo consideras así? – preguntó con un acento no exento de sorpresa.

-El articulo trata de usted. ¿No cree usted que es buen artículo?

Negando con su cabeza declaró.- En lo absoluto. Sakura: estos artículos fueron escritos con el mero propósito de hacer dinero de mi figura... todo lo que dice allí (o gran parte) es mentira.

-¿Qué dice? – preguntó sorprendida. Quería tomar otra vez la carpeta y volver a releer pero se eximió de hacerlo. -¿Cómo puede decir eso?

-Porque es propaganda- recalcó él.- Recuerda que el mundo está lleno de eso. Nosotros los periodistas serios nos distinguimos de los sensacionalistas y amarillistas... aunque esta parte del mundo no está exenta de ellos. – Poniéndose de pie.- Tratando de resarcir ese "error" concerté unas entrevistas con periodistas del medio y por supuesto, cambiaron las ideas... a su conveniencia.

-Demándelos... puede demandarlos o escribir una retractación en el periódico.

Shaoran le observó y sus ojos brillaron al decir.- Lo primero es incorrecto... ya que, una demanda se tomaría años... no tengo mi tiempo tan dispuesto a abogados y tantas nimiedades para cubrir mis próximos dos años...

Sakura estaba confundida ¿Buscar la verdad era una nimiedad?

-Sin embargo... lo que ha dicho de la retracción es exactamente lo que estaba pensando. – sus ojos provocaron cierta tensión en Sakura misma que le duraría los siguientes momentos.- Un reportero escribiría de mi... sobre mi vida... mis logros... lo que no se dice de mi. Quiero que los rumores paren de una vez por todas...

-Si quiere mi opinión... – declaró ella prudentemente.

-Por favor.

-Me parece buena idea. Si es que en verdad, todo lo que han escrito acerca de usted, todo este tiempo es basura.-Shaoran Li se limitaba a escucharla en silencio.- Podría buscar alguien de su confianza que lo haga... que hable con la verdad. Incluso, que tome fotos acerca de su vida... lo que le gusta hacer, como es su vida en la personal.

-Eso mismo pensé.- sonrió con naturalidad. – Estos próximos dos meses que me ausentaré de Tokio son cruciales para mis negocios. Será el momento perfecto para que me tomen tal cual soy fuera de Japón... relacionándome con otras sociedades y personas. Que se vea que no tengo el tiempo para "andar de conquistador y rompecorazones".

-¿Usted... no planea utilizar este diario como su propio "Aviso personal", cierto?

Shaoran no pudo evitar el sonreír de nuevo e incluso Sakura detectó en sus ojos una chispa de gracia en ellos.

-¡Santos antepasados chinos, no! Eso sería lo último para encender la llamarada ¿no lo cree así? No. Lo que pienso hacer es gracias a un amigo mío de una revista mas seria que las sensacionalistas que publican esa basura. – dando un instante para que Sakura analizara todo esto agregó.- Por supuesto, me ofreció periodistas de su revista para que lo hiciera pero me negué.

-¿Por qué¿Acaso no confía en el criterio de su amigo?

-Claro que confío. En quien no confío es en el periodista. Necesito alguien que se, que, no me entrevistará ahora y venderá la historia al mejor postor... necesito alguien de mi confianza...- mirándole a los ojos intensamente.- Alguien que trabaje para mi.

-¿Necesita alguien...? - analizándolo unos segundos.- No entiendo que hago yo aquí.- poniéndose de pie.- si quería a un reportero, pudo haber solicitado referencias al editor...

.- Eso hice... por eso me recomendó al mejor: a ti, Sakura Kinomoto.- mencionando su nombre, con intensidad y chispa en su mirada.

-¿Qué cosa! – se escandalizó ella.

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Escuchó su teléfono sonar. "como un reloj" pensó antes de tomar la llamada desde el asiento de su coche.- Hola mamá.

-¡Tomoyo: hija! He llamado a la oficina y me han informado que has salido mas temprano... volví a llamar y aun no llegabas.

-Así es mamá. Tenía unos compromisos que cumplir temprano. Y unas diligencias- observando la bolsa de la botella de vino Chardonay que llevaba consigo en el auto.

Touya llamó un poco antes de la cuatro para cancelar. No podría salir del hospital temprano. Se había programado una cirugía de emergencia y duraría al menos tres horas. Touya no pudo escapar del jefe de cirugía y ella, sabía cuanto valía para Touya su profesión. Entonces quedaron de acuerdo el reunirse mas tarde en el departamento de él, como habían pensado.

-Es que, te tengo noticias que seguro te emocionarán¡Vuelvo a casa!

-¿Qué? – preguntó sorprendida. Y tratando de sonar entusiasta- Eso es, grandioso. – sonriendo sutilmente.

-Si. Dentro de un día o dos vuelvo a casa. – su voz denotaba aquella algarabía ante su inminente regreso a su hogar y por supuesto, a su hija.- Los negocios han concluido, antes de lo que pronosticaba.

"¿Uno o dos días?" Tomoyo no esperaba aquello. Pensó que tendría mas tiempo para prepararse al anuncio de su vida ante su madre. No entendía. Su madre nunca daba aquellos viajes de sorpresa a su hogar. Entonces tuvo un presentimiento.

-¿Mamá¿Está todo bien? – preguntó con cierta restricción. – ¿Cómo van las cosas contigo?

-¿A que te refieres?

Tomoyo suspiró. Sabía que algo andaba mal pero no podía deducir que. Tal vez su madre tenía algún amorío que ha terminado. O tal vez ¿estaba enferma? Esperando que no fuera aquello último, declaró con ánimos.- No es nada...- negando con su cabeza- Espero tu regreso con ganas... así hablaremos. Tengo tantas cosas que contarte.

-Yo también espero verte hijita... te avisaré antes de salir de aquí...- cortando la llamada.

Su madre estaría en la ciudad. No esperaba que fuera tan pronto. Touya y su madre se conocían desde años atrás. Pero no lo conocía como el novio de Tomoyo. Mucho menos como su amante. Aquello la hizo sonrojarse hasta la punta de los pies.

Trató de calmarse. ¿Qué sería bueno para darle la noticia a Touya? O a su madre... ¿cómo presentarlos como pareja cuando su madre solo lo conoce como el hermano de Sakura? Una noticia así, no le caería bien así como el tiempo que llevaba con Touya a escondidas. Conocía a su madre, se comportaría como toda una dama delante de Touya y detrás...

Le dolía la cabeza.

Recordó sus palabras aquella tarde, cuando dejó a Touya, después que este almorzara.- Esta noche tendré comida cantonesa...Claro, eso es si te quedas para la cena. – le reveló a la muchacha en sus brazos.

-¿Con brownies de chocolate y almendras? – reveló con un acento juguetón abrazada a él.

-Claro - declaró con una sutil sonrisa.- Son tus favoritos...

Besando sus labios al despedirse, declaró Tomoyo.- ¿qué le diremos a mi madre cuando la hora de decirle que estamos viéndonos llegue?

-Cuando el momento llegue nos preocuparemos...- reveló con sus ojos oscuros sobre los azules de ella que destellaban una alegría que él notaba.- Al menos tenemos tiempo.

-Pero no pienso retrasar el decírselo a Sakura, Touya. – declaró con advertencia.

-Si ella coloca el tema...- dijo en unos segundos de silencio y análisis.- Díselo...

-¿En serio? – preguntó sorprendida.

-Claro. Conozco a la cabeza dura de Sakura. No desistirá de molestar hasta que sepa quien sale contigo... o conmigo...

-¿De que estás hablando?

-Me descubrió un tiempo atrás hablando contigo. – sorprendiéndole.- Se apareció aquí solicitándome una receta para unos analgésicos... estaba sufriendo de unas jaquecas terribles. Abrió la puerta siendo la típica Sakura y me descubrió hablando contigo... y escuchó cosas que me pusieron al descubierto que me veía con alguien...

-¿Qué le dijiste? – preguntó en expectativa.

-Que no me metía en su vida... que se alejara de la mía.

-Touya¿no hubiera sido mejor que ella lo supiera?

-Entre tu madre y Sakura, mientras mas lejos lo sepan, mejor...

Al llegar al edificio de departamentos, el reloj marcaba las siete en punto. Al estacionar su vehículo se detuvo a pensar unos instantes aun dentro del mismo. Era la prueba definitiva para saber si Touya en verdad la amaba o era solo un entretenimiento. Cuando le anunciara que su madre llegaría a la ciudad y planeaba una cena donde lo conociera como su novio, sabría ahí las verdaderas intenciones en la mente del médico.

Era la hora de enfrentarse a la verdad. Estacionó el coche al lado del de Touya: no era un modelo tan deportivo como el de ella, era mas bien un modelo económico pero que iba bien con el sujeto. Descendió con la botella en sus manos y su bolso y tomó las escaleras. Touya vivía en el tercer piso.

Sacó la llave que él le había entregado con las palabras "Este lugar es tan tuyo como mío. Ven cuanto te plazca" y así lo había hecho. Cuando ingresó al lugar, sintió el aroma que provenía de la pequeña cocina. Colocó la botella de vino y sus cosas sobre la mesilla cerca del sofá. Touya no estaba en la cocina, pero notó el horno que a través del vidrio se cocinaban los brownies. Touya era como pocos hombres: autosuficiente, siendo un excelente cocinero, un zurcidor de primera y hacía los deberes domésticos con gran habilidad.

Escuchó la ducha, por lo que supuso que tomaba un baño. Sonrió sutilmente. Se dispuso a colocar la mesa para ambos cenar y el vino sería parte de ella.

Se imaginaba una vida así mismo como la que vivía en aquellos instantes. Un hogar acogedor, no muy grande (pese a haber vivido rodeada de lujos toda su vida) llegar y preparar la cena (o traerla ella) y esperar por su esposo al llegar a casa y que la rodeara en sus amorosos brazos y le dijera cuanto la necesitaba y la quería.

Cuando calentaba la comida, Touya salió bañado y cambiado con una de sus mejores camisas y sentía su aroma de esa colonia que tanto le gustaba y usaba. Sintió como sus brazos rodearon su cintura estrecha y su rostro húmedo rozó con su mejilla.

-Hueles rico...- murmuró la muchacha sintiendo el aroma de colonia.

-Igual tu.- reveló él, besándole el cuello con lentitud y haciendo que la ultima fibra de su cuerpo se activara a su contacto.

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Sakura estaba atónita cuando llegó a su departamento. No vivía con su padre y cuando sentía ganas de visitarlo se iba al distrito de Tomoeda y pasaba el fin de semana con él. Ahora mismo, estaba de viaje. Abrió la puerta y se encontró con un lugar muy femenino: paredes pintadas en rosa pastel, decorados por Tomoyo (quien tenía un gusto excelente). Unos muebles adornados con una manta del mismo color y entre los cojines había un peluche en forma de pingüino. Al fondo estaba su habitación que era pequeña pero la ventana que poseía tenía una vista excelente del parque infantil que había al otro lado. Un pequeño baño impecable, y un armario lleno de sus cosas. Había en todo el lugar, detalles que le daban el toque femenino y personal de Sakura: fotos de sus padres cuando se casaron, de ella y su hermano cuando eran pequeños. Una copia de la foto con Tomoyo que tenía en su despacho y un piano pequeño que apenas cabía en el lugar, y que ella tenía años que no tocaba.

Fue directamente a la cocina a tomar agua. Al tomar el tercer vaso de agua, fue que los recuerdos de lo ocurrido en la oficina de Li, salieron a flote. En verdad, ella no se esperaba aquello.

-¿Acaso escuché bien¿Usted quiere que Yo, haga eso...? – preguntó algo aturdida y denotaba disgusto.- ¿Por qué no otro?

-Ya lo dije: no confío en que alguien mas lo haga al menos como lo deseo- declaró con naturalidad. Shaoran al ver aun su asombro declaró.- Sakura, no te estoy proponiendo un acuerdo de paz mundial... el congreso toma menos tiempo.

-¿Pero porque yo¿Qué tengo yo que no tengan los demás?

Shaoran pareció meditarlo un instante.- Credibilidad, veracidad, honestidad, certeza... no eres hipócrita y dices lo que piensas... está tarde lo has demostrado.- Sakura se abochornó pues hablaba del espectáculo en la sala de juntas cuando le llamó, sexista, maldito y machista- tu nómbralo. –encogiéndose de hombros.- Por supuesto, se te pagará por encima de tu salario...

-Creo que... se ha equivocado.- declaró retrocediendo.- No soy la persona indicada... – sus ojos verdes hacían claro su desconcierto.- Señor Li...

-Shaoran...

-¿Qué! – exclamó.

-Creo que si puedo llamarte de Sakura, puedes llamarme Shaoran... ¿no lo crees así? – declaró con cierta ligereza.

-Es demasiada confianza...y a usted, no lo conozco...- hesitando ante lo sorpresivo de todo aquello. Por un año aparentaba que ella no existía en la sala de juntas y ahora ¿qué lo llamara por su nombre de pila? - ¡NO! Subí hasta aquí para escucharlo... lo he hecho... tratando de salvar mi dignidad y mi carrera...

-Y te estoy ofreciendo una nueva forma de no solo salvarla... incluso exaltarla. Este artículo será publicado por esa revista y será editada en América. Forbes y Fortune se encuentran interesados.

Sakura sentía que su cabeza daba vueltas. ¿Dónde estaban sus analgésicos? Buscando en sus manos encontró que, su bolso estaba en la caja, afuera.

Shaoran veía en su actitud cierto recelo, desconfianza y confusión. Lo comprendía. Por un año completo la había aislado de las mejores y más escandalosas noticias publicadas por el Diario Tokio. ¿Ahora, le ofrecía sin pensarlo la oportunidad de su vida¿Precisamente a ella?

-¿Sakura? – preguntó atrayendo su mirada- Es una oportunidad de una vez en la vida. Te aseguro que cuando termines el articulo, durará un mes en ser publicada... y si al finalizar ese mes, te encuentras decidida a abandonar el diario, puedes hacerlo, sin resentimientos y seguro encontrarás ofertas en muchos lugares... incluso, de manera internacional. – ella abrió su boca para decir nada pero nada salió de sus labios.- Te repito: todo esto es si aun tienes intenciones de marcharte...

-¿Tendría que... viajar... no es así?-él asintió.

-Por dos meses a mi lado, si.- admitió.- Soy una pésima compañía pero trataré de hacer mi mejor esfuerzo.- sonrió con humildad e inmediatamente agregó.- Tendrás acceso a aspectos de mi vida que no llego a compartir con nadie. Así tendrás una entrevista mas "persona a persona" que cualquier tabloide. – haciendo una pausa declaró.- No es un matrimonio lo que te propongo...- alzando una ceja.

-Es que es demasiado pronto para tomar una decisión así. Hace unos momentos, renuncié al periódico y ahora... ¿me ofrece una entrevista que podía cambiar mi vida?

-Es para compensar mi falta de tacto en no hablar cara a cara de porque no permitía que te encargaras de tus historias...

-Entonces ¿Esto es por que se siente culpable¿Un soborno?

-¿Qué si lo es? – sorprendiéndole.

-¿Perdón¿Acaso dice que es un soborno? – sorprendida que no lo negase.

-Eres periodista Sakura. Tu labor es conseguir la verdad y escribirla para comunicársela al mundo. No importa como recibes la oportunidad. Lo importante es que sepas aprovecharla al máximo.- le reveló con astucia. – Y no. No es un soborno: es una oportunidad...

Sakura guardó silencio un par de minutos. Shaoran podía leer en su mirada la gran tentación que puesta delante de ella representaba la oportunidad.

-Déjeme pensarlo por favor... porque en verdad, pensaba renunciar y ahora... – dudando unos instantes.- esto es muy importante...

-Si, lo es.- tomando una tarjeta de un extremo de su escritorio y extendiéndosela a Sakura.- Este es mi número privado... cuando tomes la decisión, llama y tomaré tu respuesta como definitiva. A cualquier hora... pero necesito la respuesta para mañana en la mañana.

-¡Tan pronto!

-Así mismo. – escoltándole a la puerta declaró colocando por primera vez una mano sobre la figura de la muchacha: en su espalda al dirigirla a la puerta- Piénsalo Sakura... recuerda que es la oportunidad mas grande para cualquiera.

Aun con la tarjeta en mano salió de su despacho acompañada de Shaoran Li, lo que atrajo las miradas de las tres secretarias que allí laboraban.

-Señor Li: el señor Yamakusa al teléfono y no suena muy contento...

-Disculpa Sakura, pero hasta aquí puedo seguir.- se disculpó con cortesía. Sakura pensaba que había entrado a alguna especie de universo alterno. Escuchó cuando Li declaró.- Hoichiro.- observando a la mas joven de todas- Escolta a la Señorita Kinomoto a los ascensores... – sin despedirse se marchó nuevamente a su despacho.

-"La oportunidad de su vida y su carrera"- pensó leyendo la tarjeta una vez la sacó de sus pertenencias y ya sentada en el sofá. Era una tarjeta de cartón fino y muy caro en donde el nombre de "Shaoran Li: Empresas Li, Hong Kong, NY y Japón" se leía. Era extraño: él poseía según su conocimiento mas empresas de las que aparecían allí.

Entonces lo pensó: tal vez uno de sus parientes manejaba los otros diarios y demás. No sabía que pensar. Aquella tarde y su explosión en la junta, transformó su vida demasiado. No sabía que hacer. Su cabeza le decía una cosa y su corazón otra.

Escribir las cualidades de Shaoran Li no era lo que tenía en mente como "Salto en su carrera" definitivamente era todo lo contrario si lo analizaba y se percataba que era él. Pensaba los pros y contras cuando un gatito amarillo hizo su aparición maullando.

-Por fin me concedes tu presencia Kero...- sonrió al gato que caminaba encima de su televisión y de ahí, saltó a la mesilla delante de ella.- te extraviaste por dos días seguidos... ¿Qué tienes novia o acabas de romper con ella? – escuchándole maullar.

Fue al refrigerador y sacó leche y lo colocó en un platito. Aun tenía la tarjeta en sus manos y la leía una y otra vez. –Tendremos que buscarte niñera Kero...- escuchándole comer del platito.-Eso es si no te fugas con tu novia...- mirando una y otra vez la tarjeta de Shaoran Li. Suspirando agregó.- ¿Qué estoy pensando¡No puedo aceptar!

Pero la frase "Oportunidad de una vida" aun revoloteaba en su cabeza.

Tomando una decisión ya una hora después, hubo cenado y limpiado un poco el departamento, llamó a la única persona que sabía que, podría ayudarle con su confusión.

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Una vez terminaron de cenar, Tomoyo informó con calma.- Oye... tengo algo que contarte...

-Tu dirás- declaró él colocando sus brazos en la mesa.

– Por supuesto, recordarás que hablábamos esta tarde –Tomoyo parecía tomar aire-, de la posibilidad que, una vez mi madre llegase, contarle sobre lo nuestro.

-Si, pero recuerdo que también dijiste que se lo dirías a Sakura primero. – dijo el sujeto haciendo memoria –la joven asintió.

-Creo que ese momento ha llegado.- Touya parecía aturdido y Tomoyo pensó "Ahora o nunca"- Mi madre llega... mañana...

Tomoyo esperaba con ansias sus palabras. Tal vez diciéndole "esto se acabó" o tal vez "Esto no funciona" o a lo mejor "No estoy listo para enfrentar a Sonomi"

Pero sorpresivamente para ella (cosa que alegró su corazón) este preguntó.- ¿Cuándo piensas que debemos verla?

-¿En serio¿Hablas en serio? – preguntó no escondiendo su impresión.

-¿Por qué te sorprende tanto? – preguntó algo aturdido.- Te dije que esto era en serio... ¿acaso no lo recuerdas? La primera noche que estuvimos juntos...

-Que fui tuya...- recalcó ella no evitando ser tan ella, que se sonrojó haciendo sonreír a Touya.

-Que hicimos el amor...- corrigió.- Te dije que esto no era en juego Tomoyo. Si lo que necesito es que me presentes a tu madre, como tu novio, para que nuestro noviazgo sea público, adelante. – ella sonrió sintiendo su mano buscarle en la mesa y tocándole.- Te Amo. Eres la única mujer a quien se lo he dicho en mi vida.

Ella se levantó a abrazarle y le besó mucho en los labios aferrándose a su figura.- No sabes lo feliz que me haces ¡Oh Touya!

-Pero; eso no quiere decir que si ella no me acepta yo tenga que acatar sus reglas y dejar de vernos. -. advirtió con seriedad.

-¡Claro que no! Jamás lo permitiría. Antes de eso, me vengo a vivir contigo...

-Olvídalo.- se negó él rotundamente. Ella lo miró a los ojos.- No antes de casarnos.

-¿Cuál es la diferencia? –preguntó mientras era llevada al sofá.

-Que nadie podrá hablar mal de ti una vez estemos casados...- besándole los labios largamente y haciendo la chica suspirar, mientras quitaba los botones de su blusa oscura de seda y acariciaba su sostén. Ella le quitaba la camisa botón por botón mientras la hacía sentir como la única y mas importante mujer en la tierra.

La camisa cayó al suelo dejando el torso de él desnudo y ella lo acariciaba con frenesí haciéndole gruñir de excitación.

Escucharon el teléfono sonar y Touya separó sus labios de la mujer debajo de él. Ella lo miró extrañado y sus miradas se encontraron. Ella adivinando lo que él sospechaba dijo.-No es mi madre...

-Gracias a los cielos.- dijo el sujeto sin camisa, mientras la chica buscaba la manera de llegar a su bolso que estaba a pocos centímetros de ellos echados en el sofá.- Ya esto sería demasiado sospechoso. – pensando que serían ya dos, las ocasiones que Sonomi Daidouji interrumpía un momento tan privado de la pareja. Vio cuando Tomoyo tomaba el teléfono en sus manos y observaba el número extrañada.

-Es Sakura...- murmuró al tomar la línea. - ¿Sakura¿Qué pasa?

-¡Tomoyo! No te imaginas el día que he tenido...- sonando alterada.

-Sakura... espera que me estás asustando...- aun con el sujeto sobre su figura y este le observaba expectante: para él su hermana significaba todo en el mundo y que Tomoyo usase la palabra "asustando" significaba problemas.

-Es que... tuve un día horrible... no te imaginas... ¡Necesito hablar contigo¡En persona!

-¿En persona¿Tan serio es? (

-Si. No puedo esperar a mañana... o mejor dicho, Shaoran Li no puede esperar a mañana...

-¿Shaoran Li? Haber Sakura no te estoy entendiendo nada.- liberándose del cuerpo de Touya y este gimió maldiciendo su mala suerte.

-¿Tomoyo, que fue eso?

-No, nada- se sonrojó y respondió con cierta vergüenza.- La televisión...

-Acabo de llamar a tu casa y a tu habitación... no estás allí.

-Tienes razón.- reafirmó la chica.- No estoy en casa.

-¿Dónde estás entonces? – Tomoyo observó a Touya expectante. - ¿Dónde te encuentras?

-Sakura¿Es tan urgente lo que deseas discutir conmigo?

-Si. – dijo con insistencia.- Necesito tu ayuda... urgente...

Touya observaba a Tomoyo con intensidad mientras la muchacha exhibía sus atributos femeninos cubiertos por el sostén de color azul marino que llevaba y la escuchó cuando dijo.- Ven entonces donde me encuentro...

-¡Tomoyo¿Qué haces? – susurró Touya atónito.

Pero sabía que Tomoyo quería decírselo desde hacía mucho tiempo a Sakura.

Tomoyo le dio la dirección a Sakura despacio. Esta lo anotó mecánicamente y cuando la leyó una vez mas declaró.- Tomoyo. Esto es imposible...

-¿Qué cosa Sakura?

-Esta... – leyendo nuevamente.- Es la dirección de Touya. ¡Es el departamento de Touya!

-Si, Sakura. Estoy donde Touya... Touya y yo... somos novios.

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-¿Aun no te marchas a casa? – preguntó Eriol desde el umbral del despacho de su amigo. Este no levantó la mirada hacía él.

-No. Parece que me tocará pasar la noche aquí... estoy ultimando los detalles del viaje de mañana...

Eriol se aproximó declarando.- Sabía que planeabas esto- mostrándole una bolsa de un lugar de comida rápida y dijo.- Ordena...

-Amigo; a veces eres clarividente...- declaró Shaoran viendo con éxtasis la bolsa que Eriol le extendía.

Eran hamburguesas y patatas además de malteadas que ambos comían en aquel caro mueble que usaban aquel momento como mesa. Eriol dejó que Shaoran saciara su hambre y preguntó.- ¿Y bien, que ocurrió?

-Lo que previniste.- declaró Shaoran – Está muy dudosa.

-Te lo dije...- sacudiendo su cabeza- Sakura Kinomoto es alguien muy independiente. Además de profesional. Que hicieras lo que has hecho con ella este último año sin darle razones te lo pondría mas difícil y querría tu cabeza en una bandeja de plata. Mas aun porque las personas comunes usan flores y poemas.

Shaoran le miró con intimidación y Eriol cayó de inmediato.- Que le haya ofrecido la oportunidad a ella para que escriba el articulo es porque, ella es la mejor... has leído sus memorandos...

-Si. Lo se. Noikaro dice lo mismo…

-Oye- dijo con preocupación.- ¿Estarás bien quedándote a cargo?

.-Siempre o casi siempre me dejas a cargo.

-Pero ahora son dos meses. – le trató de entrar en razón.

-Oye, ve y diviértete...- declaró con una sonrisa.- Y comprueba tu teoría acerca de Kinomoto.

-Aun no se si acepte... no se si aceptará...

-¿Bromeas? Si me lo hubieras propuesto a mi, aceptaría sin pensarlo.

-Ella no tiene la mejor impresión de mi persona, Eriol.

-Si, es cierto. Pero como dijiste; ella es una periodista con instinto. Sabrá distinguir una historia que le cambiará su vida, de algo pasajero. Y si todo resulta como has planeado mañana, viajarás al lado de una hermosa mujer, inteligente y atractiva a los países mas sorprendente del mundo.

-Estos son negocios...

Eriol echó un vistazo a los itinerarios y las hojas puestas en el escritorio de Shaoran y declaró con una sonrisa.- Tal vez para ella, sean negocios... no creo que para ti, esté eso bien claro...

Shaoran arrancó avergonzado los papeles de las manos de su mejor amigo.

------ Continuará.

Comentarios. Así es. Capitulo tres concluido y WOW cuantos RR he recibido notando el gran apoyo que me brindan con esta nueva historia. Gracias infinitas a Krlita, Hitomi Kansaki, Celina Sosa, Anahi, Maní, Elitania, Sora 2515, Lady Esmeralda, Sophie, Eva, Sashakili, Serenity Princess, Carrie10, Aiko, Pily14ccs, Daulaci y Naiko Chan.

Contestando en general algunos de sus comentarios, tengo para informar que Shaoran no se quedará como "caballero de brillante armadura" como notamos en este capitulo en donde en verdad, protegía a Sakura, al negarle los mejores reportajes y ya se lo confesó y Sakura no aceptará esto como el final. Como Eriol dice, Shaoran por supuesto, "siente algo mas" por nuestra heroína favorita y eso se verá mas claro en la próxima actualización, pero no eso no quiere decir que Sakura se rendirá simplemente a sus encantos... habrán mas problemas esperando a este par que provienen de mundos muy diferentes. Tomoyo y Touya les espera un largo camino por recorrer ahora que Ieran dice ¡Presente! Touya apoyará a Sakura en su decisión y solo en principio: cuando se entere de que se trata, estallará y de que manera. Shaoran buscará conseguir su objetivo en querer mostrarle a Sakura que "llevarse de las apariencias no está nada bien" y tratará de querer llevarse mejor con ella pero Sakura, confundirá las cosas, nuevamente, le falta mucho por aprender y él será el maestro que nadie esperaba. Eriol por su parte, tratará de "tomar ventaja" de su puesto, para conquistar a quien "le mueve el piso" jejeje, como dicen por ahí, pero eso no se verá hasta dos o tres capítulos mas adelante.

Habrán mas problemas, esperándoles en el camino a todos los personajes, además de mucho romance, intriga y drama. Solo espero que, les acompañen y vean lo que ocurre en los siguientes capítulos. Shaoran le mostrará que, además del trabajo, tiene una vida aparte y seres queridos de quienes preocuparse y velar.

Comentarios, dudas, tomatazos a mi correo y por supuesto ¡un Review!

Nos vemos en una proxima!

Crys.