-"Para mi, Siempre Fuiste tu"

Por Crystal.

Capitulo 17.-

Todo lo ocurrido hasta aquel momento parecía una total pesadilla. Shaoran se había comunicado con sus contactos en Londres y solicitando la mayor discreción, buscaba averiguar si alguno de sus conocidos o tal vez personas con antecedentes de ese tipo, habían salido del país en las ultimas 72 horas. Hueng había coordinado a las autoridades Rusas para obtener su cooperación dado que, fue en la misma Rusia que Sakura había desaparecido.

Habían descartado que Sakura haya salido del país pero Shaoran dudaba aquello: quien podía hacer una operación de tal magnitud podría en verdad alquilar un avión privado y salir con la joven del país.

Esperaba que, aquel no fuese el caso. "Sakura... Sakura... ¿Estarás bien? ¿Dónde te tendrán?" cuando observó el diario encima de la mesa.

No había visto a Mei aquella noche. Se preguntaba si, estaría tan preocupado como él. notaba que Mei estaba sintiéndose culpable por lo ocurrido, pero no podía adjudicarle toda la responsabilidad a ella.

Vio el bolso que Hueng entregó que era perteneciente a Sakura. Su corazón se sentía acongojado y al mismo tiempo, muy acelerado. ¡La vida de Sakura corría peligro! Tomó el bolso en sus manos y vació el contenido en el sofá.

Estaba su billetera, bolígrafos, maquillaje, una botella pequeña del perfume que usaba frecuentemente, caramelos, y su diario.

Se sentía tan mal el momento que tomó el diario en sus manos y le veía finalmente en sus manos. Los secretos de Sakura. Sintiéndose algo mal, comenzó a virar paginas. Sakura era muy meticulosa incluso cuando escribía. Se sorprendió de la ironía: ella le acusaba de ser muy estricto consigo mismo y el tiempo y ella, era demasiado pulcra en escribir, incluso en un diario que por lo menos, habrían borrones. Eso no existía en las paginas. No se detuvo a leer nada en particular, solo se conformaba con mirar sus trazos. Observó entonces unas paginas casi a la mitad donde la joven, tenía fotos pegadas a las paginas.

Por el pastel, era una fiesta de cumpleaños. Veía cada uno de los rostros a su alrededor. Notó a Noikaru, a un hombre mayor que ella que suponía por el color de sus cabellos era su padre. Al otro lado, otro hombre de facciones demasiados serías y alta, justo detrás de ella, que, podría tratarse de su hermano, y luego estaba dos mujeres: una de cabellos largos y bien arreglados con unos profundos ojos azules y otra mujer, parecida a ella, al otro lado, habían mas fotos pegadas y observaba la navidad de los Kinomotos, el cumpleaños de quien llamó Touya. Era su hermano, y la otra suponía era Tomoyo, su amiga.

-"Se notan tan felices"- declaró en un susurro. Entonces tomó una decisión. Volvió su mirada a los demás artículos del bolso y notó su teléfono móvil. Comenzó a buscar en su memoria encontrando el teléfono de "Papá" "Touya" en la misma. Llamaría al padre de Sakura y pagaría su boleto a Rusia. Si el se enteraba que Sakura estaba desaparecida- como imaginaba que, no tardaría en ocurrir.- Prefería que se enterara por él y no por la televisión...

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Sus ojos recorrían los documentos que le llegaron por fax. Con sus piernas cruzadas sobre el escritorio, desplegaban toda elegancia y sensualidad que pese a su edad, aun irradiaba. Definitivamente no iba para nada con el ambiente húmedo y algo tosco de aquella habitación: había filtraciones a un lado del techo. Las ventanas que daban al mercado mas abajo estaban algo oxidadas y definitivamente no era el ambiente que acostumbraba a estar. Pero aun así, dado el poco dinero que tenía o le quedaba para cumplir totalmente el plan y pagarle honorarios a sus cómplices, tuvo que conformarse, además, fue cuando escuchó unos débiles toques a su puerta.

-Adelante- declaró con cierto decoro. Cuando vio al chino observándole desde la puerta, esta se enderezó bajando los pies del escritorio.- ¿Y bien?

-Aceptará. Diez millones- la mujer sonrió complacida.

-Te dije que, si me ayudabas en esto, te saldría mas conveniente que, extorsionarla por tu parte...- brindándole un cigarrillo y él lo aceptó.

-Si, supongo que así es... – tomando una bocanada de su cigarro y observó a un lado. La mujer se quedó observándole por unos instantes mientras consumía su cigarro.- ¿Qué irás a hacer con ella?

No dándole importancia declaró.- Deshacerme de ella por supuesto.- apagando el cigarro en el cenicero. Tieng le observó sorprendido y ahora si, cierto temor se apoderó de él. ¿Acaso aquella mujer – que tenía una apariencia mas o menos de una dama - que jamás cometería secuestro o extorsión, ahora hablaba de homicidio?

"Una pena en verdad" – pensó unos instantes el hombre. Mirada que despertó la curiosidad de su cómplice. -¿por qué tienes que eliminarla?

-Porque ya vio mi rostro.- sorprendiéndole y la mujer sonrió aun mas.- ¿Qué? ¿Acaso creías que me ocultaría en las sombras? No... quería que viera a quien hizo enojar con sus pretensiones con Shaoran...

-No es porque la odies...

-¡Santo cielo no! Pero mis intereses superan sus afaires con Li. Si ella no hubiera aparecido en su camino, ya estuviera casada con él y sus millones habrían resuelto todos mis problemas financieros... – mirándole con indeferencia declaró.- lárgate...

-¿Dónde la tienes?

-En el sótano... pero ¿Para que quieres saberlo?

Tieng sonrió y un brillo se posó en su mirada. Mirada que la mujer observó con perspicacia. – Solo quiero pagarle una visita.

-¡No hagas una estupidez! Li no sospecha de mi... caso contrario a ti.

-Es cierto. Pero agradezco que, nos hayamos unido en una causa en común, Lady Marianne. Tenemos ciertos deseos monetarios con los Li. Y cada quien conseguirá lo que quiere de esta asociación ¿no es así?

Ella sonrió con determinación y sus ojos brillaron pese las circunstancias en que afirmaba que, no odiaba a Sakura. Pero ¿Cuál sería el siguiente paso? Ciertamente, concertar la cita con Li, pero no lo haría ella. Usaría a alguien mas para que, obtuviera el dinero. Mataría a Sakura y se acercaría después a consolar a Li.

-"El no la ama... Santo Cielo, no. Ella no es mujer para él..."- pensó mientras veía a Tieng retirarse de la destartalada oficina.- "Solo ve en ella lo que la mayoría de los hombres ven : un rostro bonito y un cuerpo caliente... que responda a sus caprichos."

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Touya apareció por la puerta de la casa temprano aquel día: su padre había invitado a su hijo y a su prometida para almorzar. Para su mala suerte, no se encontraría con las mejores noticias. Tomoyo andaba con él aquel día pues, era su día libre. Entraron de manos y Touya escuchó la voz de su padre, parecía hablar aprisa con alguien. Cuando avanzó mas dentro de la casa seguido por Tomoyo, vio a su padre, blanco como una hoja de papel.

Para el mayor de los Kinomotos parecía ser, que recibía malas noticias. Tomoyo también se percató y no le gustó la mirada del siempre optimista y alegre Fujitaka. Escucharon cuando el hombre declaraba—Si, entiendo... ¿En cuanto tiempo vendrán por mi? – después Touya solo escuchó por unos segundos solo el silencio de su padre prestando atención a lo que le declaraban.

Tomoyo no sabía como reaccionar ante la mirada de Fujitaka. En un momento notó que sus ojos estaban embargados con una enorme tristeza. Fujitaka bajó la cabeza y cerró sus ojos. Preguntó con precaución.- ¿No habrá...- su voz se entrecortó.- ... es decir... no...

Parecía que con quien hablaba le calmaba. Tomoyo notando que Fujitaka tenía los labios cenizos, fue a la cocina por un poco de agua. Al regresar Fujitaka colgaba la llamada y respiraba con profundidad. Sus ojos fueron a los de su hijo y se observaron unos instantes: la mirada del alto hombre parecía pedir explicaciones en los ojos de su progenitor.

-Aquí tiene un poco de agua...- declaró Tomoyo con recato. Fujitaka tomó dos tragos.

-Gracias hija- declaró al beber el liquido o parte de este. Suspiró con pesadez.

-¿Se encuentra bien?

Fujitaka miró los ojos azulados de la prometida de su hijo y palmó su mano en busca de apoyo. ¿Cómo revelarle a ellos aquella horrible verdad? Decidió no hacerlo.

-Si- afirmó.- Solo que, me han contado que... un amigo mío... está en severos problemas...

-¿Un amigo?- preguntó Touya suspicazmente.

-Muy cercano. Está... en un hospital en Europa- Mintió rápidamente. Si Touya se enteraba de la verdad... toda la verdad, perdería los cabales iría con él y mataría a Shaoran Li con sus propias manos.

Y sabía que, por Sakura, él no estaba exagerando.

Touya siempre fue el protector de su hermana menos. Odiaba el pensamiento que, algo le ocurriera a ella. Tenía un temperamento fuerte y aquel temperamento, podría provocar mas desgracias. Cargaría luego con las consecuencias una vez su hermana se enterara.

-¿Cuándo te marchas?

-Ahora mismo. – afirmó con certeza sorprendiendo a ambos jóvenes. Pasando por su lado agregó.- Un automóvil viene ahora mismo para llevarme al aeropuerto.

Mientras Tomoyo se quedó en el salón sintiendo algo fuera de su sitio, un mal presagio. Presentía algo pero no siguió al hombre: no le correspondía, contrario a su prometido; Touya siguió a su padre por las escaleras hasta su habitación. Deteniéndose en el umbral declaró.- No tienes que mentirme...- viéndole sacar una maleta de su armario y yendo a las gavetas.- Puedes decirme que pasa en verdad- Fujitaka se paró en seco.

-Ya lo dije hijo: un amigo requiere de mi...

-¿Qué amigo tuyo puede hacerte mover rápidamente de un continente a otro? Conocemos a casi todos tus amigos... y jamás..- pero fue interrumpido por su padre.

-Escúchame Touya: me ausentaré unos días solamente... te llamaré en cuanto llegue...

-Es que...

-Es importante hijo.- dijo con firmeza y su mirada se endureció un instante.- Mientras esté ausente, podrías venir a rociarle agua a las plantas... me tardaré mas de un par de días.

-Las plantas sobrevivirán, pero no yo, sabiendo que usas ese "amigo" como excusa- guardando silencio un instante, - Se trata de Sakura, ¿no es así? Algo le ha pasado y no quieres decirme...

-Hijo...

-No vale que me mientas... vas a Europa... Sakura está en Europa... ¿Cierto, se trata de ella? – Sonando por primera vez afectado y ciertamente desesperado.- ¡¿Es Sakura!

-Touya: - tomándole por los hombros.-Sakura está bien- sonrió tratando de mantener la calma. Pero solo trató de sonreír. Apenas le salió una pequeña mueca. – Necesito que cuides de Tomoyo y su madre aquí. ¿podrías hacer eso, hijo?

-Solo dime la verdad- solicitó con asperidad pero en su tono de voz había algo de imploración.

-Por favor.. cuídalas.- insistió. Finalmente Touya aceptó con una cabezadita y Fujitaka le abrazó como nunca lo había hecho.

-¿Acaso no me dirás que pasa?

-No hasta que vuelva... necesito que vuelvas al trabajo... necesito que cuides de tu prometida... y su madre y que resuelvan sus diferencias... es por ellas que, debes de preocuparte ahora.

-¡Jamás dejaré de preocuparme por ti o Sakura!

-Lo se- asintió.- pero tienes que darte cuenta que, ahora tienes otras prioridades. Mientras Sakura, me tenga a mi, todo estará bien. Ella ya tiene a alguien que se preocupe por ella y la cuide.

-¿Me quieres decir que esa niña...

-Ya no es una niña- declaró su padre- y ella tiene quien le cuide... tu no te preocupes. Me comunicaré contigo cuando pueda. – Separándose de su hijo y comenzando a llenar la maleta.

Touya se sentía molesto. Rabioso... iracundo. ¿Cómo que Sakura tenía alguien mas? Ella no necesitaba alguien mas. ¡Lo tenía a él! Siempre le cuidaría. Y ¿Por qué su padre se negaba en decirle que ocurría?

Entonces, lo dedujo. Hablaba de ese Shaoran Li. Era con él quien hablaba. De seguro se pasó de atrevido con su hermana (la sangre comenzaba a calentarse en pensar lo que pudo haber intentado el maldito chino con su hermanita). Pero eso no merecía viaje de Fujitaka para Europa.

Finalmente respiró cuando el aire le comenzó a hacer falta en sus pulmones. Suspiró resignado. Si eran Sakura y él algo obstinados, lo habrían heredado de su progenitor. Trataría de confiar en su padre, Comenzó a revisar sus gavetas y murmuró, extendiéndoles unas calcetas gruesas- Aquí tienes... colócatelas... en Europa el clima es algo tosco...- Fujitaka aceptó las prendas con una sonrisa. Por lo menos su hijo, confiaría por ahora en su criterio.

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Eriol suspiró dándose cuenta de los sentimientos que provenían de su corazón. Aquélla mañana fue la prueba inexorable que, sus sentimientos evolucionaban mas allá de un interés pasional o puro deseo por las mujeres.

El hombre era conocido por sus volátiles romances que no pasaba mas allá de tener sexo con alguna mujer en un hotel de lujo o en el escritorio de su oficina. Era fácil mandar a buscar a cualquier muchacha de Diario Tokio con quien coqueteaba en aquel día y ella respondía a sus coqueteos y terminaba haciéndola suya en el sofá de su despacho o en el escritorio. Otras dos citas mas y un caro obsequio compraban sus intenciones y compromisos inventados, para dejar de reunirse con ellas, las muchachas dado su desinterés, se retiraban.

Sacó su lujoso porta-cigarrillos del bolsillo de su saco y encendió uno. Su mirada pérdida, mas allá de lo que los ventanales del lujoso despacho de Li, permitían se iban mas allá al pensar en la pelirroja que ocupaba sus pensamientos día y noche.

Jamás en su vida se había predispuesto ante la idea de llevar una relación seria con nadie. Incluso, por primera vez, pensaba llevar las cosas "paso a paso" antes de acostarse con ella. ¡Nunca en su vida, había pasado eso por la cabeza! Pero aquella mujer era un caso especial.

Muy especial.

En aquel momento comenzó a sonar el timbre de la recepción.- ¿Si? – respondió pulsando el botón.

-Señor: Aquí está la Señora Toskihime- habló una de las mujeres- Dice que tiene un asunto que tratar con usted...

Toskihime... ah si, su ultimo idilio sentimental, si a eso podría llamársele. Fue la última mujer que tuvo en sus brazos que no causó un gran impacto en si, porque sus pensamientos estaban ya dominados por otra persona.

Una hermosa persona, de largas piernas y cabello pelirrojo.

Que Toskihime era casada, poco le importaba. Que su esposo estuviera en la junta de accionistas del Diario Tokio, era otra cosa que no le interesaba. El hombre tenía inversiones alrededor del mundo y era de setenta años y ella de veintisiete años. ¿Qué buscaba una jovencita como aquella en un anciano como esposo?

Dinero, estatus, poder.

-Hágala pasar- solicitó con profesionalidad. Apagó su cigarrillo y mantuvo su mirada pérdida incluso cuando la elegante mujer pasó al despacho. Estaba ataviada con un elegante abrigo de piel que seguro fue obsequio de su esposo.

-Eriol Querido...- declaró ella acercándose con galantería y pasos de felina. Su mirada estudiaba el rostro de su amante.- ¿Cómo estás? Te he extrañado un montón...

-¿Ah si? – indicándole una silla al otro lado del escritorio. Ella pestañeó dos veces confundida. Al Eriol sonreír sutilmente, se olvidó de aquella forma de tratarle y se sentó delante de él.

-Toiki me hizo ir con él a esas juntas en Barbádos... una pesadilla no estar cerca de ti...

-Me sorprende que pienses en mi cuando tienes a tu flamante esposo...- le acusó Eriol sutilmente. Ella se sonrió.

-Sabes que lo hago por simples negocios...

-Negocios...- suspiró él.

-No tardará en morir- declaró con firmeza. Aquella crudeza no sorprendió a Eriol: la mujer chupaba la vida y la fortuna de su marido mientras tenía romances ilícitos con hombres mucho mas jóvenes y vigorosos. – Está poniendo sus asuntos en claro para marcharse en paz. Le doy dos años máximo. – y sonriéndole agregó.- He estado pensando que, mientras él termina de marcharse, tu y yo podemos poner en serio nuestros asuntos: Un compromiso de dos años, no mataría a nadie. Puedo esperar ¿qué tal tu?

Otra cazafortuna mas. Pobre Toskihime. ¡No sabía en verdad con quien compartía su cama!

-A propósito...- observando a su alrededor.- ¿Que haces en el despacho de Li?

-Estoy aquí hasta su retorno de sus asuntos en Rusia.

-Oh.- declaró haciendo el gesto de su expresión perfectamente con sus labios. -¿Y es verdad... que el tiene una habitación aquí? Con cama y todo.

Eriol tardó unos instantes en asentir. Si fue un buen romance cuando se acostó con ella, no le interesaba para nada.

¿Qué demonios le pasaba a él? ¡Aquella mujer era hermosa! Era una amante perfecta. Sin embargo, ¿Le rechazaba mentalmente? ¡Debía de estar loco!

-¿Por qué no me la enseñas? – preguntó con coquetería y un brillo lujurioso en su mirada.

-Lo siento- declaró Eriol cortésmente. Aquello aturdió a su acompañante.- Pero no puedo...

-¿No puedes?

-No puedo. Tengo muchas cosas que hacer...

-Ah. Pues, dame tu dirección a tu departamento y nos reuniremos allá luego. Diré a Toiki que, tengo una reunión de la Asociación de Caridad y llegaré tarde...

-Yo no llevo mujeres a mi departamento- declaró molestando a la mujer.

Ella hesitó un instante y luego sonrió tratando de comprender las cosas y luego con una risa, declaró.- Ya entiendo: no sabía que estabas casado ...

-No estoy casado- declaró con molestia. ¿Acaso se burlaba de él? aquella risa, le comenzaba a incomodar y darle jaqueca.

-En una relación seria entonces... bueno, entonces, iremos al hotel de siempre... – observando las puertas al otro lado del salón agregó.- O puedo quedarme hasta que termines...

-No estoy involucrado aun con nadie seriamente... y no quiero que te quedes- declaró con firmeza.

Ella borró su sonrisa y su mirada cambió a incredulidad, molestia e ímpetu. Frunciendo su ceño declaró con acidez- ¿Bromeas? ¿Acaso me estás rechazando?

-Eso es exactamente lo que estoy haciendo...

-¡Que Gracioso! – declaró ella con veneno en su voz- ¡No hiciste eso dos meses atrás!

-Bueno: peor fuiste tu que estando casada, respondiste a mis insinuaciones...

-¡Me llevaste a un hotel! Tuvimos un affaire.

-Si lo admito. – poniéndose de pie. Su alta figura de pie y ella sentada, intimidó un instante a la mujer.- Pero no quiero eso... nunca mas.

-¿Hablas en serio? – preguntó ella entre sorprendida y molesta.- ¿Acaso habrás metido otra zorra a tu agitada agenda? ¿Quién es ella? ¡Quiero saberlo!

-Ahora mismo no hay nadie – declaró con firmeza dejando entrever que su presencia era ya una molestia. – Y si deseo hacer una relación duradera... seria con alguien que no deseara que su esposo actual falleciera para meterse con el otro...

-¿Y lo que siento por ti que?

-Querida: lo que ves en mi, es un mero entretenimiento porque soy bueno en la cama- declaró sin nada de humildad- Sin embargo, tus affaires con tu masajista no son nada desconocidos para mi...- el poco color que tenía el rostro de la mujer, desapareció en segundos. Eriol sonrió complacido para agregar cruzándose de brazos.- ¿Crees acaso que no investigo a las mujeres con quienes me involucro? Todas y cada una de ellas, son investigadas... por eso no me fijo mucho en ellas... son iguales que tu y las otras que, bueno terminaron en mis brazos no me duran mucho porque hay algo en ellas que me molesta...- y agregó con autoridad y entre dientes- Espero que no trates de persuadirme o acosarme querida... o tu esposo sabrá de tu affaire conmigo en su propia cama cuando estuvo de viaje o en el hotel... – el rostro de ella se llenó de un sonrojo gracias a la rabia que sentía. ¿Acaso él la amenazaba?

Poniéndose de pie declaró con ira- ¡Eres un maldito! Un condenado ... ¡Deseo que una mujer te rompa el corazón! Ojalá que una mujer te ponga a arrastrarte a sus pies como a un perro y te rechace... una y otra vez...

-Buen día ...- declaró él señalando la puerta con caballerosidad.

Se marchó como un huracán por la puerta, estrellándola. Una vez se marchó Eriol se sentó de nuevo en el escritorio. ¡Vaya problema que tenía con esa mujer! fue uno de los tantos errores que esperaba tener el tiempo de corregirlos. La última vez que la vio en ese abrigo llevaba sobre ella un sensual lingerie. No olvidaba que era la razón porque usaba abrigo en una temperatura algo tibia de aquel día.

Se había cansado de romances y amoríos de una noche. Buscaba algo duradero. Alguien que le arrancara la respiración, con una mirada... con una sonrisa. Alguien que le hiciera perder horas de sueño al pensar en ella... donde sus pensamientos eran dominados, por una mirada, una sonrisa, un roce.

Parecía que había encontrado aquella mujer. Ya sabía en lo mas profundo de su corazón que a pesar de tener un pasado tan triste y vacío, debía enderezar su vida, por su bien.

Pero ¿Acaso acercándose a una mujer la cual había dejado entendido que no quería nada con él lograría algo? Bueno, hay un dicho que dice "El que persevera, triunfará" , ya había dado el primer paso, en dejar o tratar de dejar la promiscuidad que dominaba su vida desde sus años mozos. Ahora esperaba que, fuera otorgado la buenaventura de obtener finalmente lo que deseaba.

Aunque no fuera una tarea fácil.

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Tieng, en silencio se conformaba con verle. Estaba con sus ojos cubiertos con la venda y parecía dormitar en la silla donde estaba amordazada con las manos en su espalda. Estaría muy cansada. Tieng no se permitiría el lujo de, que alguien supiera que él tuvo que ver con todo aquello: lo que le importaba no que una mujer tan hermosa perdiera su vida (¡Eso jamás: si eso es lo que faltaba mas en el mundo... mujeres como ella: mujeres que brindaran placeres visuales y carnales en hombres como él). prendió un cigarrillo y echó humo por la boca, quedándosele observando: aquel cuerpo de diosa... incluso vistiendo ropas comunes. Esos labios sonrosados, rostro de dulce de leche. Sensualidad embriagante que sin proponérselo, arrojaba aquella muchacha.

Si hubiera sido otro tipo de hombre, la hubiera hecho suya a la mala y sin hesitar. Se preguntaba si ya Li habría saciado su curiosidad con aquella japonesa. Había llamado su atención desde el momento que le fue presentada y no era ciego para él que, aquella cierta autosuficiencia, inteligencia y una sutil pizca de inocencia, eran atractivos de por si.

Ni siquiera se imaginaba al saborear aquel cuerpo diminuto y tentador.

Inevitablemente prefirió observarla en silencio e imaginarse probar aquella figura que tentaba todos sus sentidos.

Su mente hacía juegos sucios con él. sus pasos, a la joven la alertaron y levantó su rostro tratando de entender aquel sonido que con lentitud se acercaba a ella.

Sentía el humo del cigarrillo.

De repente, sintió como unos dedos paseaban sus cabellos sedosos color café y no pudo evitar el tratar de alejar su cabeza de su captor. No evitando claro, gemir un instante, aterrorizada.

Todo lo que había hecho hasta quedar inconsciente fue pensar en Shaoran Li. Inevitablemente sus pensamientos rondaban en Li. Y la situación con Marianne, no resultaba muy esperanzador.

En sus años como periodista, había aprendido a estudiar la actuación y aprender a escuchar sus percepciones y su sexto sentido, aunque no había servido de mucho con relación a Shaoran. Su instinto, había dicho desde que Marianne se acató como responsable en su rapto, que no saldría de allí del todo bien; Marianne parecía tener planes especiales con Sakura.

Planes que, no le revelaban la mejor de las impresiones.

Aquellos dedos, los sintió gruesos, algo grandes para una mujer. Cuando aquel dedo se deslizó desde una de sus orejas hasta su mentón, percibió el aroma de tabaco y colonia de hombre.

Una colonia algo fuerte para sus sentidos.

Su voz finalmente encontró sus labios y sus pensamientos cuando con un temblar de voz preguntó.- ¡¿Quién es!

Tieng se sintió cautivado por aquélla voz de mando y autoridad que la chica tenía. No era caprichosa y mucho menos consentida cuando pasaba con Mei. Adoraba a Mei a su macabra y estupefacta forma. Pero el deseo que Sakura encendía en él, hizo que agachara la cabeza hasta la de Sakura y percibió el aroma de sus cabellos que se apreciaba como un champú de flores. Ella percibió aquel roce y brincó en la silla asustada. Él le aferró por la otra mejilla y le brindó un beso muy cerca de sus labios.

Sakura comenzó a espantarse- No me toque... ¿Quién es?

Tieng mantuvo silencio. "Un desperdicio en verdad..." suspiró resignado que, no la tocaría como quería. Aunque las sensaciones que corrían por sus miembros eran demasiados reveladores incluso para su disgusto. Se alejó, dejando caer su cigarrillo en el suelo de aquella habitación. Sakura para su placer y descanso, escuchó cuando los pasos se alejaban de ella y la puerta era abierta y nuevamente cerrada.

Aquello luego de unos segundos que no percibía nadie en la habitación, comenzaron sus sentidos a reaccionar a su miedo. Comenzó a sollozar irremediablemente, en donde recordaba lo que sentía con Shaoran Li y en sus brazos o su compañía y lo que sentía aun mas, ahora que, estaba sola.

"Shaoran... ¿Por qué no hice caso a mi corazón y a tus labios? Creo que, todo aquel tiempo tenías razón. Una partecita de mi, te quería... y ahora, hasta ahora me doy cuenta en verdad, que significas mas para mi, de lo que yo creía," arrepentida de no verlo ni a él ni a sus parientes y amigos "Tomoyo... hermano... Noikaru..." pensó en cada uno de sus rostro.- Espero que, me perdonen por ser, tan cobarde.. pero, no se que hacer" finalmente sucumbiendo a su miedo y preocupación.

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Ajeno a todo lo que ocurría con su amigo, Eriol se había presentado nuevamente en el campo a entrenar a los amigos del hermano menor de Noikaru. Era fin de semana y no tenía compromisos y los que tenía de almorzar con una amiga, fueron cancelados. Sin sospechar que era el blanco de observación de la joven Asuka, esta se refugiaba, en la sombra de un árbol de roble. De ahí se tenía una clara visión del hombre de cabellos oscuros quien sin gafas jugaba con los mas pequeños a su alrededor. Debía admitir que ese uniforme deportivo (conformado de pantalones cortos color azul que llegaban por sus rodillas, camiseta blanca y medias blancas con zapatillas deportivas), estaban sorprendente bien entalladas en su figura. Notó sus brazos fornidos y masculinos que jamás notaba en aquellos trajes de oficina. La suave brisa que chocaba con él, agitaban sus cabellos de una manera ligera y atractiva para ella.

-"Madre Santa"- se alarmó mirando a otro lado pero fue por un segundo, mientras su corazón latía a millón.- "¡Mira lo que piensas... Se supone que...!" –suspirando. Era inevitable. Llevaba en aquellos momentos a su lado un contenedor con limonada para todos los chicos y vasos desechables.

Usualmente estaba tan ocupada haciendo limpieza y los chicos subían después del juego y tomaban limonada y galletas.

¿Por qué rayos bajó ella y no esperó a los chicos arriba?

Era ineludible hacerse esa pregunta: lo hacía por ver a Eriol y como actuaba él con los jóvenes. Parecía en verdad, entusiasmado en entrenarles.

Aunque le había dejado claro que también era para conocerla a ella. Si ella pensaba que no se percataba de todas aquellas excusas y pretextos que utilizó el hombre, para mandar por ella a su oficina, estaba equivocado.

Ella se había percatado.

¡Eriol Hiragizawa era uno de los hombres mas codiciados por las damas en Diario Tokio y fuera de este! Lo admitía, pero su experiencia con los hombres y su frustración le habían hecho cerrarse la oportunidad de ni siquiera, tratarlo. Sabía que tenía una femineidad que atraía a hombres y algunas mujeres cuyos gustos eran algo opuestos a los de ella. Pero sabía que poseía aquel sex appeal tanto como aquel hombre y que esa tensión la sintiera entre ambos era algo que no le gustaba... por momentos.

El hombre había hecho algunas de las mujeres del diario (y otras que ya habían renunciado del sitio) en sus amantes de una noche y tal vez dos. Las jóvenes no esperaban compromisos ni nada por el estilo. Solo era un simple affaire incluso para hacer celosos a sus parejas pero el sujeto no perdía aquella oportunidad para aprovecharse, tal vez de aquello.¿Acaso un hombre como aquel, podía acatarse a la vida con una sola mujer y sin reproches? Ella no era gracias a su experiencia a entregarse a un hombre por mero capricho.

Tenía compromisos. Diario Tokio era un buen trabajo, con buen salario y futuro. Pero pensaba en su hermano y su padre: el primero merecía una educación y el segundo, tenía medicamentos muy caros para ponerse a inventar por una noche de deseo y pasión y luego, tener que salir de Diario Tokio y sabía que, jamás encontraría otro trabajo igual. Allí tenía el respeto de muchos y era de las mas experimentadas pese a su poca edad. Y no se quedaría en él, si aquel hombre y lo que intentaran no funcionara.

No echaría aquello en riesgo por nadie, menos que todo, por él. Un hombre que había captado en varias ocasiones haciéndole ojitos otras mujeres.

Pero aquellas mujeres no tenían las responsabilidades de Asuka.

Pensaba por segunda ocasión que el estar allí era tal vez un error. Se levantó y sacudió sus piernas descubiertas y sus short de la hierba y las hojitas que se pegaron en su vestimenta. Era una tontería. Aquel día hacía calor y salió tal cual estaba para comenzar la limpieza de su departamento, aunque admitía que, se había puesto un poco de brillo labial.

¿Habría una oportunidad de una relación a futuro si, acaso, aceptaba su proposición? Mostró intenciones de querer algo con ella "conocerla" pero era solo ¿Conocerla o saciar una curiosidad y llevársela a la cama? Haciéndose esa pregunta, volvió la vista, inevitablemente al campo de juego. Escuchaba a los jovenzuelos vitorear y uno que otro momento, escuchaba al hombre, darles instrucciones.

Pese a que era un hombre de dinero, parecía no tener algo mas importante que, entrenar a un grupo de chicos de escasos recursos. No tenían ni dinero de pagar un entrenador. Y el se comprometió con su hermano para acercarse a ella. Pero a la vez, se notaba que se divertían.

Decidió por fin, descender a la cancha, dejar la limonada y marcharse. Cuando bajaba la colina, varias miradas fueron a su figura y ellos eran los amiguitos de su hermano (Aun la pobre no se daba cuenta que aquellos amiguitos comenzaban a mostrar las hormonas de adolescentes normales). Todos sonrieron y su hermano sin que ella se percatara, suspiró resignado. ¿Cuándo se daría cuenta su hermana que no eran ya niños y sabía –para su desgracia y lo que había ocasionado pleitos, contra otros niños.- Que su hermana cautivaba la atención del grupo de deportistas?

Pero no dejó de notar como Eriol no se creía lo que veía delante de si. - ¡Hora de algo frío!- declaró llamando a los chicos.

¡En verdad compraría mas de esos shorts cuando fuera de compras!

Eriol se quedó, mientras los demás corrían, rezagado atrás. Cuando llegó al grupo, inevitablemente su mirada se posó en aquellas piernas largas y pálidas que se exhibían debajo de aquellos coquetos shorts.

-¿No va a tomar limonada entrenador? – preguntó un chiquillo cuando vio que Eriol dio un paso atrás. Ahí todos le miraron .

-Adelante- declaró Asuka mirándole y sonriéndole sutilmente. Eriol tragó en seco.- Está fría...

-Y ella misma lo hace- declaró otro de los muchachos sentados en la hierba.

Eriol avanzó sintiéndose convencido y tomando el vaso de la mano de Noikaru. Lo probó y ella jamás le admitiría que, estaba igual de expectante esperando su opinión. ¿Por qué rayos le importaba si a él le gustaba o no?

Pero sentía que la expectativa era larga. Finalmente él parecía torturarle con la expectativa, cosa que le incomodaba un poco. pero pocos segundos después, sonrió y declaró.- Tienen razón- mirándole con aquellos ojos azules marinos llenos de perspicacia.- Está delicioso...

No entendía porque con su mirada y su sonrisa, además de su respuesta le llenaban de alegría. Tampoco se percató cuando sus mejillas se arrebolaron sutilmente dándole un aspecto mas ingenuo de lo que era ella.

Pero varios de los chicos, incluso el hermano de Noikaru se percataron del cambio en el rostro de su hermana. También en Eriol. Observaba uno y el otro, en silencio mientras estos no se quitaban los ojos de encima.

Los chicos comenzaron a reírse tontamente. Ahí fue cuando Noikaru se percató de que, se había quedado paralizada observando a Hiragizawa. Aquello le hizo sentirse como una tonta.

"Grandioso Asuka... simplemente grandioso"- declaró en su mente, recibiendo los vasos de casi todos los miembros del equipo. Sin despedirse, avanzó de regreso a casa y Eriol la vio marcharse admirando una vez mas aquella pizca de pudor que, rodeó el rostro de la joven ante su cumplido.

No entendía porque, habían hombres dentro de Diario Tokio y hasta algunas mujeres que se adjudicaban que Noikaru era una de las mujeres que siempre andaba con muchos hombres fuera del diario. Ella no tenía esa actitud que en un principio hizo que se fijara en ella como una clase de conquista o meta. Pero casi a mitad del camino, era una mujer de la cual no dejaba de pensar. Entonces... rechazó ella, una por una sus invitaciones.

Ahí debió darse cuenta que, ella no entregaría su vida o su cuerpo con tanta facilidad. Y él comenzó a percatarse de algo que, solo una vez, bien joven, ocurrió.

Se estaba enamorando de ella.

En ese momento su teléfono móvil sonó en el bolsillo de sus pantalones deportivos..- ¿Bueno? – atrajo la mirada de los demás en especial la del hermano de la joven.- Si, entiendo...- murmuró frunciendo su mirada- ¿Y dices que pasó llegaste cuando? Entiendo... si, no te preocupes... ve al departamento... te encontraré en cuarenta minutos allá... – cerrando la llamada. Suspiró irremediablemente. ¿Por qué pasaba aquello ahora?

Hacía mucho tiempo que no pensaba en él. desde mucho tiempo atrás. Ahora, estaba necesitándole, por primera vez en mucho tiempo. Ni siquiera en Navidad, iba a Londres para visitarle. Sabía de sus hermanas en ocasiones (bueno, media hermanas) pero después, su vida era muy solitaria.

-¿Ocurre algo malo? – preguntó Kanji.

-Tengo que irme...- declaró. – Requieren de mi... ¡Disculpen chicos: pero tengo que irme!

Hubo quejidos de decepción entre los jóvenes.

-¿Ocurre algo malo? – preguntó Kanji.

-Lo sabré cuando llegue a casa...

-¿A su casa?- preguntaba el jovenzuelo.- ¿Por qué a su casa? – mientras le seguía recogiendo sus cosas y los demás hacían lo mismo: parecía que, el juego había terminado.

-Mi padre está en Japón.- sorprendiendo al muchacho: Eriol le había confesado que su vida era muy solitaria y él y su padre se habían separado mucho tiempo atrás. Algo muy difícil debía de estar ocurriéndole para que solicitara que se reunieran.

O que él pusiera pie fuera de Londres.

-¿Se encuentra bien, entrenador? – preguntó Kanji ajeno a sus pensamientos.

Eriol sacudió su cabeza negando sutilmente- Si, estoy bien. Solo que, tengo que ir... no quisiera pero..

-Está bien. Comprendemos...

Vio los rostros de los demás y estos asintieron y sonrieron. En pocos segundos ponía en marcha su vehículo y se retiraba del lugar, consciente que, su padre en Japón no era símbolo de buenas noticias.

No sabía lo cerca que estaba de aquello.

Cuando subió a su exclusivo departamento (gracias a aquel puesto exclusivo en Empresas Li y Diario Tokio), ubicado en el décimo quinto piso, lo primero que irremediablemente notó fue la frialdad de aquel lugar: no tenía nada que ver con su hogar natal en Inglaterra o acaso con Japón. Era un departamento para el cual contrató en su decoración a alguien experto restándole en él alguna descripción de la persona que vivía allí: muebles negros tapizados en piel. Alfombra blanca en el suelo, un bar a la izquierda típico de un soltero y acaudalado hombre. Una cocina que raramente se utilizaba. Mas atrás dos habitaciones cada una con su baño y un área que, daba a una terraza donde por las noches podía observar el cielo de Tokio.

Pero después, no había nada que se relacionara a Eriol Hiragizawa con aquel "hogar". Fue al vinero y sacando una botella de bourbon, lo colocó en la nevera para que enfriase.

Tomó un baño y lavó su pelo, se vistió lo mas casual posible pero no muy casual (no quería incomodar a su padre, quien siempre radiaba etiqueta y formalidad hasta los domingos), lo que si le extrañó fue que, su padre solicitara que se reunieran en su apartamento y no en algún restaurante. Cuando fue la hora en punto, esperó un par de minutos mas, antes que una llamada en recepción, pisos mas abajo, le informaran de una visita.

Cuando Eriol abrió la puerta, encontró a alguien delante de si, un poco mas paliducho y delgado de la ultima vez que lo vio. Hiragizawa padre, lo observó un instante de arriba abajo antes de saludarle con un apretón en su mano.

-¿Cómo estás hijo? – saludó con aparente timidez. De todas maneras, Eriol siempre lo trató de igual forma. Este se hizo un lado y le dejó pasar.

Hiragizawa padre observaba aquella sala antes de tomar asiento. Suspiró irremediablemente y declaró.- Por este decorado, supongo que, no te has casado.

Ignorando su comentario prefirió decir- ¿Puedo ofrecerte un trago?

-¿Qué tienes?

-Un bourbon enfriándose en la nevera... es tu favorito...- sacando una tímida sonrisa de los labios de su padre.

-Te acuerdas de eso...

-Me acuerdo de muchas cosas...- murmuró yendo a la cocina y sirviéndose dos tragos.

-Sin embargo, no he sido un buen padre- murmuró cuando Eriol llegó y le brindó un vaso. – Rara vez te llamaba para tu cumpleaños... tampoco fuiste a mi boda con Mirtle.

Encogiéndose de hombros declaró el joven.- ¿Cuál es la diferencia? Asistí a las dos primeras...

-ME lo hechas aun en cara... que lamentablemente no he sabido tomar las mejores decisiones en lo que se refiere a compañía femenina.

-Necesitabas una anfitriona para tus eventos de sociedad, es todo- afirmó el joven con rencor.

-No vine a discutir contigo.- declaró Hiragizawa, dejando su trago delante de él en la mesa de centro. Eriol ahí se percató que su padre, contrario a la última vez que estuvieron juntos, no bebió una gota de su trago. – Se que no he sido, un padre ejemplar. Se que, tampoco he continuado lo que le prometí a tu madre: que nunca te desampararía.

-Jamás lo has hecho.- afirmó Eriol algo sorprendido.- Me has enviado a los mejores colegios y universidades...

-No hablo de eso- declaró Hiragizawa- hablo de alejarte de mi. – murmuró. – Se que no fui el mejor padre... – Eriol estaba sorprendido ¿Por qué ahora corría a él con arrepentimientos y confesiones de lo que un buen padre es? – Y se que, cuando necesitabas como un hijo para ti, huía de tu cercanía en mis viajes... y ni hablemos que, no tienes tu propia familia por mi culpa.

Eriol no se lo negó. Tal vez, no quería lastimar a las mujeres como su padre alguna vez, dejó de importarle su propia madre. Nunca comprendió porque, si su progenitor no amaba a su madre, se casó en un primer lugar con ella. Tampoco, porque lo alejó de él, pese a que aun, como un niño y con la inocencia de tal, no entendía que su padre no lo quería cerca. Lo averiguó mucho después.

Y creía ahora que lo analizaba y sus palabras, que si tuvieron una suspicaz repercusión en él.

-Aun no entiendo si te das cuenta de todo esto ahora, porque vienes a mi...- declaró pausadamente.

-Porque necesito tu ayuda.- Eriol alzó una ceja ante aquello. –Se que no debería pedirte esto, pero no tengo otro remedio u otra forma de enfrentarlo; y no confío en nadie, mas que en ti.

-¡En mi! Jamás has mostrado confianza en mi ...- declaró con incredulidad aunque las revelaciones de su padre en aquel día, eran bastantes confusas desde que le llamó por el teléfono.

.- comprendo tu confusión, pero pronto lo comprenderás- tomando aire- Verás: me sometí un poco mas de un año atrás a un examen físico... y ... no todo fue bien como yo pensaba...

-¿No "como pensabas"?

Negó con su cabeza y declaró mirándole a los ojos que Hiragizawa padre reconocía en ellos pizcas de la misma mirada de su primera esposa.- Tengo cáncer... del malo...- murmuró sorprendiendo a Eriol con la revelación que en los primeros segundos no lograba asimilar aquella revelación. – Desde entonces he recibido tratamientos, los mejores del mundo... pero nada ha resultado... el doctor me ha dado de dos a tres meses. Máximo.

Eriol se puso de pie sorprendido ante aquello. Era cierto que, su padre nunca estuvo para él presente. Que lo colocaba en segundo lugar, luego de su esposa del momento y sus hermanastras. Pero jamás pensaría de él...

O creería que, podía desearle algún mal a él.

Aquello, sorpresivamente, le hacía sentir una punzada muy dolorosa en su corazón.

-¿Y no hay otras... – carraspeando. De repente sentía como su voz se quebraba.- Alternativas?

-He intentado muchas... algunas veces incluso con la quimioterapia pensé que, se había controlado, pero está muy esparcida...

-Pero te ves delgado si, y algo cansado pero no noto...- negándose a creer que en verdad estaba tan mal.

-No quise que abrieras la puerta y me vieras en silla de ruedas- admitió. – Mi enfermero me espera cerca de los ascensores. Cuando salga, tengo que sentarme de nuevo en ella. – negando con su cabeza- Ni siquiera pude ir a la fiesta que le dedicaron a Li Shaoran en Inglaterra por eso. Pensé que lo notarías. Pero no esperaba que no fueras a verme primero. Me enteré de tu ausencia cuando, vi los diarios al día siguiente.

-No fui con Shaoran... – le dijo tranquilizándole.- No pude ir... me quedé controlando las cosas aquí...

-Se que no he sido el mejor padre del mundo Eriol- declaró con sus ojos embargados en lagrimas de arrepentimiento.- Solo pensé que, hacía lo mejor para ti...

pero no pudo decir mas nada: Sorprendido vio como su hijo se acercaba a él abriéndole los brazos y rodeándole con infinita ternura perdonando por aquel momento, los errores que alguna vez cometió como padre.

-Siento también que, no hubieras tenido la confianza de venir a mi en el primer momento...

negó con su cabeza declarando.- Mirtle no lo sabe aun..- sorprendiéndole.- Se percata que algo anda mal conmigo pero aun no le hablo del asunto... y tus hermanastras tampoco lo saben... eres el primero con el abogado, que te enteras...

-¿Abogado? – Separándose de él.

-Por eso he venido...- declaró secando las lagrimas con su pañuelo de bolsillo. – He decidido dejarte a ti, como administrador y dueño de mis propiedades...- sorprendiéndole.

-¿YO?

-Eres mi hijo. Casey y Lorainne son mis hijastras, pero tu eres mi hijo. Ellas aun, no están en posibilidades de administrar su legado. Les dejo una fuerte suma a ambas que le permiten continuar sus estudios, graduarse y hasta invertir. A Mirtle le dejo el doble de lo que le dejo a las niñas. Pero tu, tu tendrás que administrar lo de tus hermanastras hasta que ellas, tengan edad de valerse por si mismas. Tu tienes como mi hijo, el fideicomiso de tu madre y de mi parte, gran parte de mis acciones en bancos, certificados al portador y la mansión en Inglaterra.

-YO no...

-Por favor. Se que, solo acerté al casarme una vez y fue con tu madre. Después de eso, perdí mi camino y he cometido errores. Mirtle gastará su fortuna en meses... lo se. Las chicas no pueden manejarlo y serán dominadas por Mirtle. – tomando sus manos con imploración.- Necesito que me ayudes...

-¿Solamente puedo ayudarte de esa manera?

-No. Puedes al menos, tratar de encontrar la felicidad- mirando a su alrededor.- Encontrar alguien con quien compartir tu vida... alguien especial. Tu vida, así como esta habitación es fría y solitaria Eriol.- murmuró mirándole a los ojos.- Quiero que, no cometas los errores de este hombre que ves delante de ti, y te arrepientas el resto de tu vida por ello.

-Lo que quiero antes, es que, compartamos padre... por favor... ¿Cuánto tiempo te quedas en Japón?

-Regreso esta misma tarde a Londres. Dejé muchas cosas pendientes y este día vine pues, - encogiéndose de hombros.- Recibí la noticia de mi diagnostico el jueves. Pensé que, debía decírtelo en persona...

Eriol no sabía que decirle. Estaba tan confundido y su mirada se lo demostraba a su padre. Este murmuró – No te preocupes... ya tenía que vivir lo que debía. Lo único que lamento es que, nunca estuve para ti... tampoco sientas culpa o remordimientos... no te culpo de tu aislamiento de la familia... fui el primero en alejarme de ti...- poniéndose de pie. Y palmeándole el hombro agregó.- Yo me mostraré la salida...- yéndose y dejando a un confundido Eriol sentado en el sillón pero aun en shock por todo lo develado.

Por segunda vez en su vida, se sentía verdaderamente perdido. Y mas que todo, muy triste.

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"No se que le pasa al editor últimamente. Para las mejores historias las propongo yo y ¿qué hace el sujeto? Le da mis historias a los otros. ¡Es insoportable! Supongo que, como antes de la llegada del nuevo dueño, siempre tomaba en consideración mis talentos como escritora y reportera, el nuevo dueño tiene la culpa de los cambios que han estado ocurriendo últimamente"- Shaoran leía aquellas líneas pues no podía cerrar los ojos y dormir. Cuando vio que la hora se aproximaba para recoger a Fujitaka, ocurrió un cambio de planes.

Dejaría a Hueng con dos hombres, encargados de la protección de su prima. Iría personalmente a recoger a Fujitaka Kinomoto y esperaría por noticias de Sakura.

Encontraba que, el conocer al hombre en tales circunstancias no era lo mas adecuado. Sin embargo se encontraba en el deber (sin obviar la necesidad) de presentarse ante él y mantenerlo al tanto de lo que ocurriese. En parte (sino era que, totalmente) se sentía culpable del destino que corría Sakura.

Llegó al aeropuerto resguardado de unos seis hombres. Esperó sin llamar la atención, a un lado hasta que informaron la llegada del vuelo 200 desde Japón. No le fue difícil identificar al hombre en la multitud: Era el mismo rostro visto en la foto del diario de la joven.

Se aproximó a él y dijo con formalidad. - ¿Señor Kinomoto?

Fujitaka se volteó y le miró a los ojos. – Fujitaka Kinomoto... debe de ser usted Shaoran Li.

Shaoran extendió su mano y le apretó con cierta confianza y ambos se observaron por unos segundos.

-Lamento que no conozcamos en estas circunstancias- señalando a dos de sus hombres que ayudasen con el equipaje del hombre.

Mientras avanzaban al coche del hombre Fujitaka preguntó.- ¿Ha sabido algo mas de mi hija, señor Li?

-Llámeme Shaoran por favor... y no – negando con su cabeza- No hemos sabido nada. – Viendo la consternación en la mirada de Fujitaka, agregó.-Créame que sin pensarlo, cambiaría con su hija en cualquier lugar por no hacerle pasar todo esto.

-Le creo- declaró al verse dentro del coche al lado del hombre.- Usted... ¿Está enamorado de mi Sakura, cierto? – preguntó mirándole directamente a los ojos.

Shaoran no dudó un momento y le afirmó con una cabezadita. Aunque se sentía como un condenado adolescente. – Pero debe creerme que, jamás faltaría el respeto a su hija o lo que esos tabloides dicen...

-Lo comprendo señor Li- declaró Fujitaka cortando su explicación.-Créame: confío en mi hija y sus virtudes: Jamás se prestaría para algo así... y tampoco usted. – suspirando – Solo espero que, esté bien.

"Yo también"- aseguró Shaoran para si mismo.- "Yo también".

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Meiling se las había ingeniado para salir del edificio: Con ayuda de Mijail, había procurado el salir sin ser percibida por los agentes de seguridad y lo había logrado. Ambos habían cruzado la calle y Meiling observó el punto de encuentro: un café ruso que había a dos bloques del departamento. Cuando iba a entrar y soltarse del aferre de Mijail, este se negó a soltarle.

-Estaré bien.- declaró ella tratando de irradiar seguridad. Pero ni ella misma la sentía al mirar nuevamente el negocio. – No te preocupes...

-Es que...

-Sino salgo en diez minutos, entonces ve por los agentes de seguridad... llámalos, que es mas rápido.-Entregándole su teléfono portátil. Sin dar espacios a replicas, ajustó su abrigo en su cuerpo y entró al lugar no evitando atraer unas cuantas ojeadas suspicaces por unos segundos. Buscando con su mirada en aquel lugar casi en penumbras, observó al final un hombre rodeado de otros tres y su mirada se endureció: Ahí estaba fumando con aires de mafioso y no pudo evitar mirarle a los ojos.

-Me sorprende que no vinieras con tus guardespaldas... después de todo Li, siempre tiene sus mejores lobos a la tarea- ofreciéndole un cigarrillo.

-No fumo.

-"¿no fumas?"

-Cortemos las cortesías... ¿Dónde está Sakura? – preguntó directamente.

-¿Sakura?

-Si, Sakura. Y no te vale el mentirme... Se que algo tienes que ver en eso...

-Debo admitir Mei que no se de que me hablas- declaró reflejando humildad.- Pero, tampoco me interesa mucho lo que le pase. De seguro se marcharía del país... tu primo no tiene una gran reputación en cuanto a mantener a mujeres hermosas a su lado... tal vez el olor a shampoo de flores lo embriaga mucho..

-Mentiroso... sabes donde está ella y me lo dirás ahora o le diré a mi primo todo. No obtendrás un centavo.

-Que se yo Mei.- apagando su cigarrillo. Los otros hombres se alejaron resguardando la mesa y dejándolos solos.- Vengo a hablar de tu problema... no el de esa extranjera..

-Ahora mismo solo me importa Sakura. ¡Estamos hablando de la vida de una persona... un ser humano!

Tieng parecía inmutable. –Quien quiera que sea la necesitará aun viva Mei. Eso es claro, si ella no escapó de tu primo. – encendiendo otro cigarrillo.- Ahora, hablemos: ¿Cuándo crees que tu primo tenga listo mi dinero? – sonriendo.- o crees que seré tan decente para esperar a que resuelva sus problemas y luego pedir mi dinero...

-Veré lo que puedo hacer- desistiendo. Tal vez aquello era mejor para el bienestar de Sakura. Se puso de pie y se marchaba pero Tieng le detuvo por el brazo.- ¿Qué quieres ahora?

-Nada...- murmuró él. aun la sujetaba del brazo y agregó- Dile a Li que quiero mi dinero para mañana a las seis de la tarde... puedes traérmelo aquí y yo te daré todas las pruebas y todo lo tuyo que tengo...

Meiling sacudió su brazo y así se libró del sujeto. Tieng le lanzó una fija mirada al verla salir de allí rápidamente.

Tomoyo se encontraba ya, trabajando su turno en la cafetería cuando el teléfono sonó. Estaba en si muy preocupada por el Señor Kinomoto. Lo dejaron irse en aquel coche que fue por él a la casa y no habían sabido nada desde entonces.

Tomoyo pasó la noche en la casa Kinomoto acompañando a Touya.

Ahora se encontraba limpiando mesas y sirviendo desayunos desde las seis de la mañana. Ya eran las ocho de la mañana y el lugar estaba en su mejor apogeo.

Aun no se iba de su mente lo ocurrido en la casa Kinomoto. Inevitablemente, pensó en su madre. Pensaba en ella hasta cinco y seis veces al día.

-Daidouji.- declaró el que estaba cerca de la caja registradora.- Tienes una llamada- él mismo sorprendido: Era la primera vez que alguien le llamaba allá.

-Habla Daidouji...- tomando el teléfono.

-Tomoyo: soy Touya...

-Touya... pero que..

-Escúchame. Estoy en el hospital. Inicié mi turno hoy... – Añadió rápidamente.- Hemos recibido un caso de una mujer con problemas cardiacos... muy baja presión... se trata de tu madre...

Tomoyo sintió instantáneamente como sus piernas temblaron.

Touya continuó.- uno de mis amigos me hará un favor: una ambulancia pasará por ti en -. Parecía ver el tiempo de su reloj – Diez minutos... te traerán al hospital..

-Touya...- declaró con voz temblorosa.

-Tranquila: - imaginándose lo que podría pasar por su cabeza- Estará bien... yo me estoy encargando de ella. – lamentándose no estar a su lado físicamente para consolarle y brindarle fuerzas. – Tu llega aquí a salvo... ¿Has entendido?

-Si- asintió la muchacha agradecida por el tono de voz que su prometido le daba fuerzas. – Si. Voy a explicar aquí ahora lo que ocurre.

-Te la estaré cuidando mientras vienes...

-Gracias Touya.- declaró aliviada que, él estuviera allí con su madre.- Te amo tanto... muchas gracias...

-Yo también te amo...- declaró con firmeza. Tomoyo sonrió.- Era muy imposible que él lo dijera delante de otras personas... es mas, era la primera vez que escuchaba aquel "Te amo" de sus labios tan abiertamente, cuando usualmente decía "Yo también"

Touya cortó la llamada no sorprendiéndose pero si inquietándose al ver media docena de rostros compungidos y llorosos delante de él. Lo que mas le molestaba era una mujer sollozando y con lagrimas en sus ojos o llorando.

Pero había algo mas importante aconteciendo y eso, era lo que importaba en aquellos instantes y no un grupo de enfermeras lloriqueando. ¡Aquello le volvía loco! Ignorando las miradas de las féminas quienes ya sollozaban su derrota definitiva (mas aun al escuchar con firmeza y aquella desesperación marcada en la voz del médico encargado), ante la joven que había capturado el corazón del galeno mas guapo del centro hospitalario.

Continuará.

¡Hola a todos y todas! Después de un par de semanas en expectativas les traigo el nuevo capitulo de "Para Mi, Siempre fuiste Tu"

¡Aquellos que llevaban apuestas de quien podría ser el secuestrador debieron de sorprenderse! Y otras ¡Ni tanto! Me habían expresado sus inquietudes en sus rr y no podía decir nada pues, ¡no tendría nada de divertido entonces, el capitulo! Quienes no se lo imaginaban ¿Qué creen?

¿Qué razones tenía Marianne? Lo leerán en el próximo capitulo. Marianne explicará sus razones mas importantes de todo el asuntito... Solo cuatro capítulos mas para el final!

Una nota para todas aquellas que me pedían epilogo y lemon. Les tengo para informarles que si habrá epilogo – de hecho, habrán dos, tal vez tres...- y estos tendrán lemon... claro que advertiré desde que empiece la escena hasta que termine, para no herir la susceptibilidad de mis lectoras. Voy aclarando que mi beta me ha informado que el primer lemon me ha salido bastante "encendido" y por tanto te pido que sino tienes la edad para leerlo, mejor no lo hagas. Las demás que lo solicitaron, espero no decepcionarlas. Aun estoy pensando la alternativa de no publicar el epilogo con el Lemon en Ffnet y hacerlo en el grupo de yahoo. Pero aun no es definitivo.

Ahora a responder vuestros comentarios:

Primero Sofi: ¡Muchísimas gracias nuevamente por vuestro correo acerca de los caps. 15 y 16! Me reí mucho en nuestra conversación por MSN y espero haberte complacido en este nuevo capitulo donde las dudas se aclaran y el destino de Sakura está en juego... ¡AHHHHHH! ¿qué piensa hacer esta autora? Te preguntas... bueno, esperemos que nada malo jijiji . espero recibir tus comentarios acerca de este capitulo 17. gracias por tus felicitaciones y en verdad, estoy muy contenta por el gran apoyo en esta historia. ¡Cuídate!

Tutanilla: Jajaja creo que este capitulo respondió tus inquietudes. La verdad que Sakura tiene un gran reto por delante... Marianne no quiere que ella permanezca con vida, y habrá que ver, que podría hacer ella para conseguir esto. Lo de "Pasará algo entre ellos" muchas cosas pasan pero otras no tan bonitas. Así que tendrás que estar al pendiente para ver que pasa y que no pasa jejejeje.

Honguito: Gracias por tus múltiples comentarios. Creo que tus dudas fueron aclaradas ¿ne?

¿Era Marianne de quien sospechabas? Veré si me respondes la duda... lo del secuestro en el baño, en verdad tienes razón. Precisamente por eso, es el lugar idóneo... ¿Acaso no crees que las ideas mas obvias son las que las personas pasan por alto? Y date cuenta que entraron dos chicas y salieron dos chicas, a Sakura le pusieron las ropas de la otra. ¿Cómo iban a pensar los de Seguridad que era Sakura? Y la otra salió con el abrigo de Sakura pero dejando ver su cara a los otros de seguridad. La vida está así y hasta disparan a plena luz del día a las personas. ¿qué les espera a los ciudadanos comunes? La verdad espero que lo de Eriol resultara entretenido y ¿Viste? Ya no babea, nada mas devora con la mirada. - ¡Ay la mirada de ese hombre me hace suspirar!- ejemmm... sorry. Hablaremos luego...

Kendapassoma: ¡Hola! Gracias por tu RR. Espero que hayas sido de las que tenían a Marianne como sospechosa principal y si no ¡Sorpresa! Con relación a Ciruelo Rebelde. He retomado el último capitulo. Lamento si me he tardado mucho con ese. La verdad es que tengo previsto, terminar Para Mi completo antes de volver a retomar los últimos capítulos de Ciruelo Rebelde. Aunque te admito que el capitulo mas reciente, lo he retomado pero avanza lentamente. Para ese momento que culmine esta historia con sus epílogos, pretendo publicar Ciruelo en Ffnet publicando un capitulo a la semana, pues está avanzadísimo en el Ático. Hasta entonces, espero que te conformes con la actualización de la presente historia y espero que sea de tu agrado la culminación. ¡Hasta una próxima!

Yelitza: hola y gracias por tus comentarios. La verdad es que las parejitas se están reorganizando y sus vidas entrelazándose. Espero que lo ocurrido con Eriol haya sido de tu agrado. Las cosas avanzan de a poquito y en el próximo capitulo darán un giro de 360° , afectando las de las personas a su alrededor. Espero que este capitulo te haya gustado y espero con ansias tu respuesta. un beso.

Daulaci: Amiga y beta querida. ¡Claro que espero con ganas tus RR! Aunque una escenita de aquí no habías llegado a ver- un agregado de ultimo minuto de tu servidora.- Espero que te guste... parte de la victoria de estos 300 RR es gracias a tu constante supervisión delos capítulos pese a tus múltiples compromisos y es algo que agradezco muchísimo. Creo que este capitulo te agarrará de sorpresa en par de lugares y no dudo que sea de tu agrado. Un beso y te cuidas.

DartMocy: cruel... hmmm excelente adjetivo... ¿Qué pensarás de mi en este capitulo? – una mirada traviesa atraviesa el rostro de Crys.- jijiji, nunca me habían dicho cruel... bueno si, un par de veces últimamente pero nada de que preocuparse. Ya viste que Tieng si tuvo en su cabeza el pasarse de listo con nuestra protagonista pero, no fue mas allá. El tipo sabe lo que le conviene... espero que te guste el presente capitulo y esperaré tus comentarios. ¡Chaus!

Brisa-Jael: Hola! Bueno Touya y Tomoyo en esta historia, no son los protagonistas. Con todo lo que sucederá en los próximos capítulos, la vida de ellos tomará un giro pero mas aun, Sakura y Shaoran tomarán mas escenas en los próximos dos capítulos y ellos tendrán sus momentos también. Espero que en uno de los epílogos te pueda complacer. Gracias por tus comentarios.

Yohko Bennintong: Gracias por tu Rr. Pese a que en la ultima actualización apenas pude saludar. En este puedo hacer mas que saludar. Como ves, la situación se complica, Fujitaka conoce a Shaoran y sabe que hay algo entre él y su hija. Ahora es el bienestar de Sakura lo que importa ¿ne? Espero que te haya gustado este capitulo 17 y espero tu opinión.

Itzia Hime: ¡vivan todos los técnicos de todo el mundo! Deberían de hacerle un monumento a ellos, quienes se desviven a entregarnos nuestras maquinas a tiempo para nuestras actividades. ¡Que vivan ellos! por eso tengo al mío encerrado en un sótano encadenado para cuando este aparato se me revela, yo lo saco y listo jijijiji. Espero tus comentarios nuevamente. Ellos hablan de millones como si fueran centavos y lo se. Pero esa es la ventaja de tener mucho dinero y una, tiene a centavito que reunir un poquito para complacer ciertos gustos..

Kmychan: jajaja me ha pasado lo de tus uñas – pregúntenme cuando leí Junto A Ti. Me moría de las ganas de saber que pasaría luego. Espero que para este capitulo te hayan crecido o colócate unas falsas. Esas siempre funcionan. ¡Hasta una próxima!

Erica: ¡Si que eres traviesa! Jajajaja "Que Shaoran se arrepiente de no haber hecho nada?" "Hmmm haber..." jijiji, nop, no diré nada. Lo que si te diré es que Shaoran esta superpreocupado por ella y espera que todo se solucione para bien. Como ves, Li no escatimará en gastos para auxiliar a esos que ama...¿Qué pasará en el siguiente capitulo? No puedo decirte mucho pero la intriga será bastante como colocaré un avance mas abajo. Otra mas sin uñas... TT ufff voy a tener que reembolsar mucho a la compañía que las hace falsas jijiji un beso enorme y gracias por tus RR

FÉNIX GIRL: gracias por tus felicitaciones. Espero que este capitulo haya estado a la altura de tus expectativas y que no te haya hecho candidata de transplantes de corazón. ¡Chaus!

Angelo di Mare: Espero que este capitulo haya aclarado y comprobado tus sospechas. Se que es difícil el seguir la historia con las tantas vueltas que da, pero prometo que el siguiente capitulo, tendrá muchas respuestas para ustedes.

Celina Sosa: ¡Hola! Siempre apoyándome y dándome tus ánimos. Te lo agradezco. Espero que la conclusión del raptor de Sakura haya estado a tus alturas. Es que en verdad, la situación se pone cada vez mas complicada pero espero que, sea de su agrado como culminará la historia. Un beso enorme

SakuraPotter Hayes: Gracias por tu fantástico RR. No se cuanto le toque sufrir a Sakura, pero trataré de tener el minimo de tortura para nuestra protagonista. Y este capitulo debió de aclarar el misterio de su captor. ¡Cosa que casi nadie se lo esperaba!

Luna310: Como viste el captor es Marianne de Rogdintong ¿Qué tal? Estaba mas que obvio... ¿eh? OO fui tan buena en la intriga? Vaya debería reconsiderar novelas de misterio. Besos y gracias por escribir. Gracias por formar parte del grupo.

Megumi Chan: Bien dicen que es mejor tarde que, nunca. Igual que ella, debiste de sorprenderte de descubrir quien es el captor. Parece que tomé a un par fuera de guardia. ¿Por qué Marianne hizo todo esto y como lo hizo? Jajaja se descubrirá en los siguientes capitulos. ¿Llegarán Saku y Shaoran ser felices y reunirse? ¡Eso lo veremos!

Isis: tengo tu respuesta a tu hermoso RR en mi pc. Lo recibirás en tu correo con mayor detalle dado a que lo he recibido anoche. Muchas gracias por tus comentarios y tu interés. Tu apoyo es importante para mi.

A los demás, gracias por vuestro apoyo y espero sus comentarios. Miles de besos a todos y nos veremos en una proxima.

Crys.

Avances al próximo capitulo:

Shaoran estuvo por espacio de cinco minutos esperando con su maletín en mano. Fue entonces cuando, alguien se detuvo a su lado, con una cámara, pareciendo tomar fotos del Palacio Ruso y la Plaza Roja y declaró a su lado.- ¡Cuanta gente! – notando que era una mujer. Alzó una ceja y ella declaró.- Para un negocio ¿no es así Señor Li?

¡Bingo! Pensó el sujeto sorprendiéndose que era una mujer quien era su "contacto".

-¿Dónde está?

-¿Trajo el dinero?

Asintió en silencio. La mujer dejó la cámara caer en su pecho y sonrió declarando.- Póngalo en el suelo y aléjese dos pasos de él... –Shaoran Hesitó y declaró.- -Kinomoto la pagará.

-¿Cómo se que Sakura está bien?

-Tiene mi palabra.

-¡No me basta! – sin dejar el maletín en el suelo.