Para mí, Siempre Fuiste tu"
Por Crystal.
-------- Epilogo-----
Preámbulo: la historia y los personajes – por más que quisiera que no fuera así- no son míos: pertenecen a CLAMP y los tomo para la presente trama y lo hago sin fines de lucro.
El siguiente capitulo contendrán escenas pg13 y lo advierto de antemano para las personas susceptibles y demás que sean menores de 13 años, se abstengan de leer las partes que son indicadas previo a su inicio mas adelante en este epilogo. No quiero demandas ni insultos ni tampoco nada de ofensas.
Un agradecimiento especial a mi amiga Daulaci, sin la cual creo que estos epílogos serían un verdadero caos. Gracias amiga por tu apoyo incondicional en este proyecto.
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Por el momento, en la residencia no se sentía si quiera el vuelo de un mosquito. Todo estaba apacible. El reloj y su caminar era lo único que interrumpía el silencio en la confortable sala de estar. Nada sorprendente a un rutinario vivir y una típica tarde de sábado, cuando, la puerta se abre y vuelve a cerrarse en la estancia, revelando en el suelo una silueta delgada. Una mujer vistiendo unos overoles, guantes de jardinería y un sombrero para protegerse del sol, deja un canasto tejido sobre la mesa de la estancia y se quita el sombrero. Saca de uno de los anchos bolsillos de su pantalón lo que parecía un pequeño radio blanco cuyo otro radio, estaba en la habitación inmediatamente arriba del salón de la residencia.
Se había mudado a esa casa, cuando se enteró que tendría gemelos. Tomoyo Kinomoto sonrió sutilmente al recordar nuevamente como la cara de su flamante esposo, se transformó de un total "Espero que no sea nada malo" a un "No puedo creerlo, dime que bromeas" y es que, lo que menos esperaban esos dos es que, no iban solo a ser padres, sino ¡A haber superado todas las barreras posibles para que aquello no ocurriera¡Eran para finalizar, gemelos los nuevos miembros de su familia!
Y es que ella, y su esposo adoraban a los niños. ¡Prácticamente Touya ayudó a Fujitaka a criar a Sakura! Pero no era eso parte de los digamos contras. El asunto era que, ella salió con aquella noticia de embarazada cuando, ellos se protegían precisamente de tener hijos.
Era mas por la carrera de él y su vida recién iniciada como matrimonio, que por alguna clase de desprecio en contra de los niños. Aunque ella secretamente quería tener bebés pero comprendía que aun tenían todo el tiempo del mundo para criar sus niños.
Bien, ella no llevaba la píldora. No porque era su decisión, mas bien porque su esposo, siendo medico sabía de ciertas contraindicaciones que tenía el susodicho medicamento a largo plazo y adoraba a su mujer- Adorar hasta la muerte y mas allá- que no quería que nada malo le pasara a ella. Así que él se cuidaba por ambos.
Pero ¿Quién hubiera dicho que aquello no era suficiente?
Un pequeño gritito la despertó de sus pensamientos, vio el pequeño radio que emitía después una risilla traviesa. Sus hijos se encontraban tomando la siesta en el segundo piso e imaginando que habrían despertado con hambre, procuró tomar un poco del pastel de manzana y canela que tenía enfriando en la mesa y leche para ambos.
Los niños tenían un poco más de dos años. ¡Así mismo: El buen doctor y su esposa habían tenido Gemelos que adoptaron los nombres de Kotaru y Kohaku!. Cumplirían tres años en ocho meses y la noticia les atrapó de sorpresa, fue aun mas la sorpresa de su suegro- quien había anunciado que se iba a una excavación inca por espacio de diez meses- quien se encontró con que para cuando volviera sería abuelo.
Y es que Touya Kinomoto era genio y porte hasta la tumba y sus hijos habían heredado algunos gestos de su galán esposo. Fue a la habitación y abriendo la puerta despacio sus ojos se maravillaron al observar a los dos retoños quienes obedientes, observaban desde sus lechos donde habían tomado la siesta.
Los dos chicuelos se pusieron de pie y corrieron hasta la mesilla de plástico a su altura que había en la recamara. Tomoyo depositó la merienda sobre la misma y acarició sus cabellos.
¡Si que fue difícil tener dos niños de un solo golpe! Aun recordaba los gritos de ánimo que su madre le daba. Touya estaba atorado en una conferencia en Kyoto cuando a los pequeños se les ocurrió el venir al mundo.
Pero nada se comparaba a la cara de Touya el día que se enteró que sería papá.
Tomoyo se había sentido cansada las últimas semanas y no entendía el porque. En el tope de su tocador se encontraba una foto en marco de plata del día de sus nupcias con su esposo. Eso había sido dos meses atrás.
Había procurado una cita con el doctor pues se encontraba aquello extraño. Su cansancio era en todo momento y hasta había cortado sus horas de trabajo en la oficina para poder descansar más.
Recordó en aquel momento las palabras de su madre. – "Hija ¿Te encuentras bien?"
-Si, mamá ¿por qué lo preguntas? – interrogó la amatista cuando dejó unas ideas a su madre antes de regresar a su trabajo. Y es que, aunque dejó el trabajo de camarera no pudo dejar su labor en el hogar de ancianos. Había solicitado el cupo de asistente de encargada cuando el señor que ocupaba el puesto se retiró del trabajo pero cooperaba cuando podía en las empresas Daidouji...
-Te noto algo cansada... ¿no será que te estás esforzando de mas? Tal vez, no es bueno que volvieras a ayudarme.
-Tonterías. Además tengo que hacerlo: prometí ayudarte y eso haré.
-Si pero te noto fatigada... tal vez no puedas trabajar y mantener un hogar.
-Mamá: puedo hacer ambas cosas. Es que, el señor Fujitaka viajará pronto a Perú y estoy planeando la mudanza a la casa de Tomoeda. Sabes que el no quiere vender la casa y nos la ha ofrecido a Touya y a mi...
-Si y estoy de acuerdo. Para una pareja que va a tener familia, una casa es mas conveniente que un departamento en medio de la ciudad.
-Mamá; Touya y yo no tenemos planeado por lo pronto tener hijos.
-¡Cosa que es un desastre¿Cómo pueden pensar dejar los niños para luego¡Cuando sea tarde, a lo mejor!
-No mamá - replicó ella pacientemente: habían pasado un par de semanas desde el reclamo de Sonomi de tener nietos. ¡Por lo menos se adaptó a la idea de que su hija se haya casado con el buen galeno!
-Es que no se cuanto tiempo de vida me queda querida...- dijo a su hija y agregando con un suspiró – Quisiera al menos tener un nietecito antes de partir de este mundo.
-¡Mamá! Te queda mucho tiempo antes de dejarnos...- exclamó ella alarmada ante los pensamientos póstumos de su progenitora. Cambiando de tema agregó.- ¿Vienes a la cena de mañana en la noche a la casa, no? Es una cena de despedida para el padre de Sakura.
Sonomi hesitó en aceptar.- Creo que es un asunto mas de ustedes... estaría entrometiéndome- declaró vergonzosa.- Además, tengo un par de compromisos con unos clientes...- mirando su reloj.
-Es mañana en la noche ¿no puedes cancelarlo? Es el padre de Touya. Además no eres una intrusa. ¡Eres parte de la familia! – Declaró sorprendida de las excusas expuestas por su madre y agregó.- Estará por espacio de un año en Perú. No lo veremos en mucho tiempo...- Apoyándose del respaldo de una silla y atrayendo la mirada de su madre.
-¡Tomoyo! – aproximándose rápidamente a su hija.
-Estoy bien. No tuve oportunidad de desayunar, es todo... es un ligero mareo.
-Me comunicaré con mi chofer. Iremos a tu casa. Al menos que quieras ir a casa a comer conmigo.
Tomoyo sintió como su estomago gruñó. Faltaban unas horas para la cena así que, estaría a tiempo en casa para preparar la cena a Touya y Fujitaka.
La muchacha asintió y así se marcharon a la casa de la empresaria. Tomoyo comió todo lo que le sirvieron incluso postre. Sonomi cortésmente le ofreció la mitad de la tarta que consumieron para que se la hiciera llegar a Fujitaka y Touya.
-Gracias por aceptarlos en nuestra familia Mamá- declaró emocionada a la hora de marcharse a casa.
-Tonterías. Es tu esposo y Fujitaka...- brillándole un instante la mirada, cosa que no pasó desapercibida en Tomoyo.- Bueno, con esa actitud de él, es difícil que a uno no le simpatice.
Guardó silencio unos segundos. Volteándose a su progenitora - ¿Alguna vez me dirás que hay de historia entre tú y el Señor Fujitaka? – sorprendiendo a su madre.
-... ¿Qué quieres decir?
-Bueno, es obvio que hay algo... tu mirada se despierta cuando pronuncias su nombre- viendo por primera vez en mucho tiempo el rostro de su madre adquirir un ligero rubor, pero no era por efecto del maquillaje. Tomoyo sonrió divertida y declaró.- Tomaremos otra tarde... y hablaremos...
Sonomi asintió todavía perturbada. Pero no tanto como Tomoyo una vez puso en marcha el vehículo e iba a casa. Se encontraba extraña. Cuando se detuvo en un semáforo pasaba emisoras indistintamente y observó a la calle. Había personas cruzando la calle y las observaba con atención. Pensaba en su madre y su mirada. ¿Jamás había notado la mirada de la mujer hacía el buen señor Kinomoto? Recordó la boda de ellos y como se veían felices y ciertamente íntimos al bailar.
"No dudo que ahí existe una historia. Un pasado. Pero ¿Cuál será?" pensó un segundo mientras esperaba el cambio de luces del semáforo. Entonces bostezó en el volante. Tenía sueño nuevamente. No podía quedarse dormida en el volante... pero estaba cansada.
Pensó en ir al médico. Ese cansancio proseguía podía quedarse dormida en el volante. Y también lo encontraba irracional. Jamás se había sentido tan cansada como en aquellos últimos días.
Llegó a duras penas a su departamento. Abrió la puerta y al encender la luz, encontró ya las cajas con algunas de los adornos del departamento empacados. De todas maneras tomarían la casa de los Kinomoto como nuevo hogar y ya el apartamento fue rentado por otras personas. Fue al contestador y escuchó la voz de Touya Se ha presentado una cirugía de Corazón abierto esta tarde. Durará aproximadamente unas ocho horas. Estaré en casa antes de la media noche. Te amo acabándose el mensaje.
Tomoyo se fue a su habitación. Tenía un par de horas entonces, para descansar antes de preparar la cena a Touya. Sin quitarse si quiera la ropa, se echó en su cama quedándose en minutos, profundamente dormida.
Sentía que la zarandeaban. Le costó abrir los ojos y cuando volvía en si notó el sol matutino que se filtraba por la ventana. Volteándose notó a su esposo que le miraba con gesto algo preocupado y suavizó su mirada al notar sus ojos amatistas devolverle la mirada.
-... Touya...
-Buenos días. Vaya que estabas cansada anoche... para irte a la cama vestida.
-¡Anoche! – Incorporándose rápidamente.- ¿qué hora es?
-Las siete- le respondió y ahí le sorprendió al tomar su temperatura- Está normal. Noto que estás muy pálida y con ojeras...
-Estoy bien. Solo que tengo dos horas para ir de compras y preparar todo lo de la cena de esta noche.
-Será mejor que no te pongas a hacer esa cena- le replicó con gesto preocupado.- Estás exhausta.
-Estoy bien. Solo con hambre- tocándose el vientre al sentirlo gruñir.
-Preparé el desayuno. ¿Por qué no tomas un baño mientras lo sirvo? – le invitó pero en verdad estaba preocupado por su bienestar. No era de su esposa quedarse dormida. Incluso cuando aun no se casaba con ella, siempre esperaba cuando se reunían, su retorno no importaba la hora que fuese. Pero también estaba el hecho que se encontraba muy cansada últimamente. ¿Efecto de la mudanza o que estaba trabajando de mas? La interrogaría cuando fuera a desayunar.
Veinte minutos después, Touya la esperaba sentado en la mesa. Su esposa aparecía por la puerta, acabada de darse una ducha y se sentía menos cansada. Cuando el le sirvió el café y ella servía el azúcar declaró.- Será mejor que hagas una cita para el día de hoy con tu doctor...- Tomoyo le observó aturdida- Para estar seguros, claro.
-ME siento muy bien Touya,- insistió ella mostrando una tímida sonrisa.
-No lo parece.- discutió su esposo.- Últimamente estás muy cansada y eso me preocupa.
-Gracias por preocuparte... – sonrió su esposa tomando su mano,- Pero no es necesario. Estoy bien.
-Aun así, me sentiría mejor...
Tomoyo le sonrió y declaró.- Iré al médico el próximo lunes. Tengo que organizar la cena de esta noche y aun tengo que hacer las compras... Sakura llegará a la casa de Tomoeda a las cuatro para ayudarme con la cena. Tú ve al hospital y te veré en la casa.
Touya no estaba del todo convencido pero aceptó a regañadientes que ella dejara la cita del médico para el lunes. Le dio mucha mente cuando llegó al hospital y pasó medio turno preocupándose por ella. Cuando tomó un receso, llamó al teléfono de Tomoyo y ella respondió. - ¿Cómo estás?
-... Bien...
-¿Estás bien? Te noto nerviosa.
-Eh. Si, es que, hubo mucho trafico. ¿Te veré esta noche en la cena para el señor Fujitaka?
-Sabes que a él no le gusta que le digas así. – escuchando el silencio al otro lado de la línea agregó. – No te ahogues haciéndolo tu todo. Pídele a Sakura que te ayude en la cocina... de seguro te tendrá ahogada con las historias de su viaje a América con ese sujeto.
-Ese sujeto es su esposo- declaró Tomoyo. Viendo a una mujer entrar declaró.- Tengo que irme ya.- cerrando la llamada.
Touya se aturdió y se quedó observando el aparato como si fuera una broma. ¿Acaso le había colgado? Y sin siquiera despedirse para sumarle.
En verdad, su esposa estaba de lo mas extraña.
Su acompañante había entrado y llevaba algo en sus manos. Tomoyo miró con nerviosismo la pequeña caja de cartón impreso y declaró.-No tardaste mucho.
-Habían pocas personas. ¿Te sientes mejor?
-No. No me siento mejor Sakura.- admitió la mujer.- Lamento haberte hecho pasar por eso.
-¡Olvídalo! Me preocupaste cuando te encontré en el suelo del pasillo.
-Es que los comentarios de aquellas mujeres en el mercado me asustaron. ¿Qué tan efectiva es?
-Dicen que es 98 efectiva en certeza. Pero ¿Estás segura que no quieres ir al médico Tomoyo?
-No. – Declaró ella- Es muy tarde ya y quiero una respuesta inmediata.- leyendo las instrucciones sonrió a su amiga nerviosa.- No es tan difícil de seguir.
-Ánimos. No es tan malo...
-Nosotros... es decir... – sonrojándose.- hemos sido muy cuidadosos.
Sakura sonrió ante la idea que se dibujaba en su mente.- Pero nunca se es muy seguro... vamos... ¿qué podrías perder?
Tomoyo deseaba con tantas fuerzas tener el entusiasmo de su amiga.
Aquella noche, la mesa estaba rebosante de diversas degustaciones en platos predispuestos por Sakura y Tomoyo. Sonomi puso un elegante vino de mesa que completó a la perfección la degustación de los comensales. Estaban a mitad del plato principal cuando Touya fijó su mirada en el plato de su esposa.
-No has comido prácticamente nada...
-Es que, no me siento bien...- se disculpó la dama.
-¿Qué pasa¿Acaso esto lo hizo Sakura? - preguntó Touya aligerando el ambiente un poco.
-¡Hermano! cocino muy bien, gracias. – Agregó haciendo un puchero y con gesto indignado.
-Es cierto. Sakura es gran cocinera- le defendió Shaoran para desgracia de Touya.
Este con gesto de molestar le declaró.- Claro...tiene que hablar... te dejaría sin comer si pudiera.
-¡Touya!- le gritó indignada Sakura.
-Adelante, coman. Es que, no tengo apetito. – declaró la joven amatista retirando el plato con alimentos de enfrente de ella. En verdad, tenía el estómago revuelto.
-¿Qué es lo que te pasa? Primero te quedas dormida y luego, no tienes hambre...
Fujitaka estudió la mirada de Tomoyo y después miró a Sonomi. Esta esperaba pacientemente una respuesta departe de su hija. Sakura por su parte, si sabía lo que pasaba. Pero Tomoyo dijo que esperaría a darle la noticia cuando estuvieran a solas. Así que SAkura para evitar comentar declaró.- Es solo que no tiene hambre. No es nada del otro mundo hermano- y sonriendo agregó.- Nos dedicamos a comer antes de cenar…
-Pero tu tienes hambre…- argumentó su esposo.
-Porque no comí tanto como Tomoyo…- defendió la ojiverde mirando a Shaoran con ternura pero Shaoran notó que no le revelaba todo.- Adelante…la cena se enfría- tratando de cubrir las espaldas de su amiga y retomar la cena.
Ciertamente el descubrimiento de aquel día, era sorprendente. Durante la cena, la habían transcurrido mas o menos normal, preguntándole a Fujitaka acerca de su viaje y el siguiente que haría. En eso había rondado la conversación de aquella noche. Tomoyo evadía la mirada de Touya y Sakura lo había notado que no era la mejor circunstancias de revelar los eventos: Según le dijo Tomoyo, no había sido el mejor momento que ocurriera lo que ella estaba pasando. Y aquel no creía que era el mejor momento para revelarlo.
Mientras, Tomoyo luchaba con todo su ser mientras doblaba y desdoblaba su servilleta la manera para no encarar a Touya y revelarle la verdad.
Pero sorpresivamente no sería ni ella, Sakura o Touya quienes revelarían la verdad.
-¡Oh Dios mío! –Declaró Sonomi sorprendida- No estás comiéndote los camarones...
Tomoyo levantó la mirada a su madre e igual Touya. – No tengo ganas mamá- declaró Tomoyo
-¡Tomoyo!- sonrió Sonomi complacida. - ¡Estás embarazada!
Sakura dejó caer sus palillos en el plato que comía. ¿Cómo ella lo supo? Mientras, Shaoran dejó caer el camarón que se llevaba a la boca y Fujitaka dejó a mitad de camino su copa de vino.
-... ¿qué?
-Tomoyo está embarazada. –Sonriendo y los ojos le brillaban de la emoción.- ¿Cómo no me di cuenta? Ese agotamiento, tu cansancio... y tu repudio a los camarones ¡Yo también hice malestar contra mariscos cuando te esperaba a ti! – recalcó una Sonomi Daidouji que hinchaba de felicidad.
Tomoyo miró a Touya para notar su expresión que sorpresivamente, era de pasmo total. Se imaginaba que no era la mejor noticia del mundo para su esposo. ¡Se acaban de casar y habían planeado no tener hijos hasta mucho después y ella le venía con aquello¡Era su culpa! Pensaba ella. Ahora Touya, le reclamaría que no era el mejor momento y que no podían ser padres en aquel instante.
Tomoyo dejó su servilleta y salió corriendo a los pisos superiores.
Touya todavía no articulaba nada. Apenas si se dio cuenta cuando su esposa se retiró estrepitosamente del comedor.
Touya cuando se recuperó de su sorpresa se disculpó y fue siguiendo a su esposa por el piso de arriba siguió los sollozos hasta el que era meses antes la habitación de Sakura. La encontró al abrir la puerta abrazando uno de los peluches de Sakura y de cuclillas en la cama. Quitaba las lágrimas de su rostro. Touya cerró la puerta detrás de él.
-¿Por qué no me lo dijiste esta mañana? – preguntó el hombre aun atónito.
-No lo sabía... esta mañana... me enteré...esta tarde...- hipando.
Touya se sentó en la orilla de la cama y le extendió una mano. Ella sorprendida la tomó y se aproximó a él y fue tomada en sus brazos. – Me tienes que estar bromeando...- recalcó él con emoción.- ¡Embarazada!
-Se que no es lo que querías Touya. Ambos habíamos hablado de, esperar... pero no fue mi culpa...
-¡Pequeña! – Declaró tomándole por su barbilla.- Si fue tu culpa, eres la culpable de hacerme el hombre mas feliz de la tierra- sorprendiéndole.- No pienses lo contrario. Tonto fui yo que siendo médico, no detecté los síntomas e hice una conjetura…- sonriendo sutilmente.
-Pero... hace un momento...
-Hace un momento, la noticia me atrapó de golpe- reveló mientras sus ojos observaban maravillados los de su esposa.- Se que, lo hemos hablado. Que esperaríamos un tiempo para tenerlos, pero ¿Qué podemos hacer si han venido antes?
Tomoyo se acurrucó en su pecho mientras le rodeaba su marido uno de sus hombros y dijo con un hito de voz.- Pero... nos cuidamos tanto Touya...
El rió sutilmente para agregar- Vaya médico que soy yo. Ningún anticonceptivo es cien por ciento efectivo. ¿Cuántos meses tienes?
-No lo se. Me hice una prueba casera.
-Pues mañana iremos con tu doctor. Tú y yo... – sorprendiéndole.- Así veremos desde cuando somos tres Kinomotos.- besando sus labios con dulzura y pasión. - ¡No sabes lo feliz que me haces Pequeña mía! – Abrazándole - ¡muy Feliz!
-¡Touya! Me haces feliz por igual- sonrió la mujer por primera vez y tranquila.- ¡No sabía como reaccionarías!
-¿Cómo reaccionaría? – Besándole a sus labios.- Soy dichoso... no era lo que planeamos pero no me importa- acariciando su rostro. – Es un hijo... de ambos.- haciendo una pausa- ¿le damos la noticia formalmente a los demás?
Asintiendo siendo llevada de la mano por su esposo. Cuando ambos bajaron las escaleras, tenían cuatro pares de ojos mirándoles en expectativas. Finalmente Touya declaró riendo-¡Tendremos un hijo! – siendo apagado su grito por los vítores de los presentes y la tranquilidad de su esposa se notaba en sus ojos..
Tomoyo dejaría a sus hijos jugando con un rompecabezas cuando el timbre de la puerta sonó. Ella descendió siendo seguida por un par de pasitos que se escuchaban. Cuando abrió la puerta se encontró con una radiante Sonomi Daidouji que se escondía detrás de unas gafas de sol.- ¡Mamá! – abrazándole con entusiasmo.
-¡Hija¡Que gusto! – respondió al saludo. Dirigiéndose a sus dos nietos los miró detrás de las piernas de Tomoyo.- Vengan a saludar a la abuela Sonomi.
Ambos chicuelos se acercaron y saludaron a la mujer quien se abrió paso, cargándolos a ambos en sus brazos mientras Tomoyo decía.- ¡Mamá! Cuidado para que no te ahogues...
-Estoy bien – le respondió su madre sintiéndose la abuela mas dichosa del mundo y declaró.-¡Me divertí mucho en mi viaje a China!- declaró con entusiasmo yendo a un sofá.- Traje a cada uno de los chicos regalos... – crispando los dedos aparecieron dos mujeres vestidas de traje con montones de paquetes en sus manos y los dejaron encima de la mesa y se retiraron.- Espero que les gusten.
-No te hubieras molestado. ¡Es demasiado!
-Es poco para mis nietos- declaró Sonomi feliz y radiante. - ¿Me han extrañado chicos?
- Lo que les gusta es estar con su abuela- declaró Tomoyo sonriéndole. Los chicos abrían sus regalos, mientras Sonomi observaba las vestimentas de su hija. Ella respondiendo a la silenciosa pregunta, declaró.- Estaba trabajando en el jardín.
-Tomoyo: jamás imaginé que serías feliz solo con esto...- señalando a su alrededor.- Admito que tenía mis reservas antes... – sonriéndole agregó.- Pero en todo el tiempo que viviste en casa, nunca te vi tan feliz como ahora... adoras esta casa... adoras a tus hijos...
-Adoro mi vida—declaró con firmeza- Y a Touya. Él ha hecho que mi vida sea perfecta. Estoy muy orgullosa de ser su esposa.
-.Me doy cuenta del error que cometí años atrás...
-Mamá: no pienses en eso ahora. ¿Por supuesto que irás a la fiesta, cierto?
-No la me perderé por nada del mundo- declaró sonrojándose un segundo. Cambiando de tema preguntó.- ¿Y cuando llega a casa ese esposo tuyo¿no pretenderá llegar tarde hoy para el evento de esta noche?
-No. Touya saldrá temprano. Con mucha suerte, saldremos de aquí a la hora precisa… ¿te reunirás con nosotros allá?
-¡Por supuesto!- exclamó la mujer.- No pienso volver a montarme en ese vehiculo de ustedes con ese marido tuyo conduciendo…
Tomoyo sacudió la cabeza- Touya jamás pondría en riesgo neustras vidas mamá.
-¿Acaso no recuerdas que por poco y nos matamos cuando el condujo aquella vez?
-Estaba en labor de parto – Le respondió a su progenitora con una actitud defensora de su marido.- Sabes que Touya estaba mas nervioso que nosotras dos juntas.
-Aun así no debió conducir de aquella manera… mis nervios no han vuelto a ser los mismos…
Los chicos jugando delante de ellas, atrajo las miradas de ambas mujeres. Sonomi agregó con cierta dulzura- Pero…me alegro… que sepa merecerte Tomoyo…- los ojos de la muchacha comenzaron a sentirse húmedos.- Y estos hermosos bebés.
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-¡Está a punto de darme un infarto¿Dónde se han metido todos? – gritó hilarante mientras dejaba entrever sus nervios. La mujer estaba pesando en aquellos instantes kilos que, no eran una costumbre en ella mas allá de cuando estaba encinta. Y era la segunda vez de tal evento.
Tanto su hermano un hilarante adolescente que ya tenía una novia y estaba casi terminando la preparatoria, estaba escondiéndose de sus escandalosos gritos. Y es que, cuando su hermana entraba al último trimestre de embarazo, se volvía... una persona totalmente diferente...
-Un monstruo- murmuró el jovenzuelo de diecisiete años al escuchar los reclamos de su hermana a la distancia.
Pese a que la casa era de dos niveles, eran escuchados tal cual eran notables para aquella edad. Unos débiles toques en su puerta, lo hicieron pararse del ordenador y apagar el monitor (Y es que si era Asuka- cosa que dudaba gracias a las pausas y débiles toques- no quería que viera la pagina de internet que visitaba que, digamos en síntesis, escandalizarían a su hermana la mirada a cuerpos esqueléticos, posiciones sacadas de libros sexuales e imágenes pornográficas que el normal adolescente poseía en su ordenador), fue a la puerta notando con alegría a su sobrino de tres años que le miraba con dulzura, mostrando unos enormes ojos azules un rostro pálido como la nieve y una inocente postura, traía arrastrando su oso de peluche color café con el que dormía usualmente.
-Mami... despertó a mí.
El adolescente suspiró y tomó a su sobrino en sus brazos. – Si, que le vamos a hacer. – cerrando la puerta y sentándose con su sobrino en la cama obviando a su alrededor el desorden de su habitación- Cuando está embarazada, se vuelve un ogro- suspiró acariciando los cabellos del mayor y primogénito de Eriol Hiragizawa.- Y no hay nada que hacer para ello...
Se sorprendió que su hermana haya tenido solo un hijo en tres años. ¡Esos dos vivían viajando juntos! – bien, ellos le habían llevado en par de ocasiones a sus viajes, pero tampoco se pasaba el día con ellos. Pero aun así su cuñado vivía pegado de su hermana y era alguna veces empalagosos cuando estaban (o creían estar) a solas en la casa o alguna habitación lo cierto era que, sorprendido estaba que el pequeño Shawn tuviera ya casi tres años para recibir al nuevo miembro de la familia.
Le hizo una cosquilla en su cintura para que el chicuelo riera con ganas y lo logró. Eriol por su parte, trabajaba aun como jefe ejecutivo de Diario Tokio y tenía que hacer viajes regulares a Londres a ver a Mirtle y a sus hermanastras. Pero Kanji sabía que la única razón por la cual su cuñado no se llevó a Asuka aquella semana era por el simple hecho que la mujer ya no estaba en posibilidades de viajar estando tan cerca el momento que llegara al mundo el segundo Hiragizawa.
Asuka por su parte, cuando cumplió el octavo mes, se dio licencia automática de maternidad de su trabajo. Había vuelto a trabajar precisamente un mes antes de quedar encinta. Y entonces ¡Zas! la sorpresa: Esperaban otro Hiragizawa.
La residencia estilo occidental estaba en uno de los sectores mas acomodados y en las afueras de Tokio. Eriol dejó su departamento de soltero justo después que finalmente se casaran.
Temía que recordando como fue que esos dos fue que finalmente contrajeron matrimonio, traería a colación que su hermana aparecería en cualquier momento por la habitación. Y no estaba equivocado.
Se escucharon dos toques fuertes a la puerta antes de que la embarazada Señora Hiragizawa ingresara a la habitación fue lo que preparó a Kanji para el estado de humor de su hermana. Vestida ya con trajes de fiesta- adecuada también para su estado- su hermana recorrió con la mirada aquella habitación.
-¡No puedo creerlo! Creí decirle a la Señora Takano que, limpiara tu habitación Kanji.
-E iba a hacerlo, pero la hice cambiar de parecer- declaró el adolescente observando a su alrededor. Y es que la habitación de invitados en la Residencia Hiragizawa, en cierta forma parecía zona de guerra: ropas en el suelo, calcetines, cds esparcidos donde quiera y libros por doquier era poco para lo que realmente había en la habitación.
-¿Cómo puedes tener chicas aquí si tienes este desastre? – tomando a su hijo en sus brazos. Kanji, nuevamente se lo quitó de los mismos.
-¿Cuándo me has dejado traer chicas aquí arriba en el tiempo que vengo a vivir con ustedes?
-Buen punto. No traerás chicas aquí...
-No que pudiera hacerlo- suspiró resignado ante las locuras que a veces salían de la cabeza de su hermana cuando andaba con esas libras de más. -Sabes que el doctor te dijo que no puedes ya cargarlo hermana. Además ¿no se te hace tarde ya para la cena?
-No cambies el tema. ¿No irás conmigo?
-Creo que no. No estoy de ánimos para celebrar. – murmuró el chico, mientras le quitaba el niño de sus brazos.- Ven Shawn o te llevará en su cartera...
-Ay en verdad no se Kanji. Actúas como un adulto en ocasiones y en otras, pareces un niño... mira este desastre. Y no quieres ir a la fiesta... ¿Acaso temes que alguna de las estudiantes del Señor Fujitaka traten de conquistarte?
-No es mi culpa el ser tan encantadoramente cautivador hermana- guiñó un ojo de manera traviesa. – Además: te lo dije, no tengo ganas de ir a celebrar... invita a tu esposo...
-¡Sabes que Eriol no puede estar aquí¡Está en Londres en estos instantes y tu lo sabes! Tiene ese asunto de las propiedades de su difunto padre. Y no quisiera ir solita...- haciendo un puchero. –Serías el mejor hermano del mundo si me llevaras...
-No se porque me quieres convencer que te lleve. Tienes chofer mientras estés esperando al bebé y Eriol no esté aquí...- haciendo un ademán de impaciencia.
-¡Ya basta!- declaró sacando colmillos y colocando un gesto que no daba a replica mientras su hermano retrocedía con cada gran paso que ella daba a su persona.- ¡Vas a ir conmigo o atente a las consecuencias!
-Ay hermana, ya voy pero no me mates- haciendo ademán de pedir clemencia.- ¡por favor no me mates! – rogaba mientras su sobrino les observaba a uno y otro y se lo encontraba de lo mas gracioso.
-Así está mejor- declaró yendo a la puerta- te veo en diez minutos abajo—marchándose finalmente. El menor viéndole haberse marchado del lugar, tomó el teléfono y comenzó a marcar un número en particular – más que todo por todos los códigos de área que iban en el número.
-¿Hiragizawa? Busco a Eriol- mientras tenía a su sobrino en sus piernas- Si, es urgente... ¿Cómo que no está¡Es su cuñado quien le llama! – declaró alarmado.
Hubo un incomodo silencio de espera y luego volvieron a la línea. El muchacho escuchando lo último cerró el teléfono y buscó en su agenda electrónica el otro número. Marcándolo, solo pasó un minuto antes que escuchara la voz apacible de su cuñado decirle como todo saludo. - ¿Te está volviendo loco?
-¡Oye amigo! No se como fuiste capaz de embaucarme de esta manera... yo estaba feliz y tranquilo viviendo con mi padre hasta que tuviste que convencerme de venir a echarle un ojo a mi hermana ¡Ha sido una pesadilla! No me acordaba de lo problemática que podía ser en este estado. Lo había olvidado…
Los ojos azules crisparon maravillados al escuchar en la otra línea la risa de Shawn quien gozaba con todo lo que había sido testigo en la habitación. – Es tu hermana. Además me debías ese favor con las boletas del concierto que querías ir... ¿no?
-Vaya boletos que me han salido caros. – Declaró con expresión de derrota.- ¡No debió de ser así¿Saliste huyendo a Londres por eso?
-Me malinterpretas. Créeme: nada es tan difícil como cuando tuvo a Shawn. Incluso, tengo para informarte que Shawn fue más difícil de esperar. Tómalo de la experiencia... antojos a media noche. ¿Sabes que tuve que tomar el avión de Shaoran para ir a Suiza por chocolate suizo? Al menos, la llevé a Suiza también. – viéndole el chiste al asunto. – Nauseas irrelevantes. Tuve que dejar de comer zanahorias por nueve meses porque a Asuka le daba nauseas, incluso después de tener a Shawn. Y sin hablar de pies inflamados, acidez estomacal, dolores de espalda... y eso solo en nosotros...
-¿Pero te arrepientes, Eriol? – preguntó su cuñado discretamente.
-Jamás- admitió con franqueza el inglés mientras iba siendo llevado en una limosina. – Cuida de mi reina a mi retorno. Y si algo le ha pasado a ella o a mis hijos, te mato...
El joven tuvo que parpadear dos veces cuando escuchó la línea desocupada. – Dioses. El embarazo de Asuka los aturde a ambos... Eriol jamás me había amenazado así. Creo que extraña a tu mami ¿tu que crees? – Levantando a Shawn hasta su frente declaró.- Querido Shawn: serás hermano mayor; así que un par de consejos de la voz de la experiencia: si tu hermanita... porque no dudo que sea niña... se consigue a un enamorado como Hiragizawa, por favor, mantenlo al margen de tu hermana. No cometas el error del pesado e ignorante a veces, de tu gallardo tío. Esos hombres son irremediablemente atractivos que consiguen que mujeres hasta con el temperamento como mi hermana, lleguen a casarse cuando juran solemnemente que no cometerán el error de casarse- el niño se ríe pese a que no entiende nada. – Y si por casualidad del mundo, salen a solas, trata de espiarlos... pues por mas lindo que seas tu, fuiste la razón principal por la cual ellos se casaron... ¡Y vaya problema que habría en ese entonces!
Su hermana mientras se colocaba el maquillaje pensó en aquella tarde en que, todo cambió de perspectiva gracias a su padre. ¡A él le debía el que fuera tan feliz como esposa y como madre! Suspiró cuando los recuerdos comenzaron a arremolinarse en su cabeza.
El jovenzuelo estaba en la mesa aquella tarde cuando llegó su hermana a la casa. Había llegado una hora antes de lo normal y su hermano se extrañó al notarla algo aturdida. -¿Cómo te fue?
-Bien.
-¿Por qué saliste tan temprano? – preguntó de nuevo.
-Me sentí mal- declaró no dando mas detalles y yendo a la cocina por un vaso de agua. –Mi jefe me dejó salir antes...
Su padre se aproximó a verle. Estaba inclinada sobre el lavabo y bebía sin respirar su vaso de agua. Al voltearse, notó la mirada que su padre le lanzaba. - ¿Y Eriol¿Te ha hablado hoy por teléfono?
-No he sabido nada de él- admitió la pelirroja pasando por su lado y yendo a su habitación. Cerró la puerta tras de si y su padre se quedó en pleno pasillo.
Asuka se había quitado la chaqueta. Se miraba de lado y notaba su vientre haber si percibía algún cambio físico. No veía nada fuera de lo normal. Todavía.
Aun no le decía a Eriol lo que tenía que decirle. ¡Ni sabía como decírselo! Eriol se marchó dos días después de la boda de Sakura y Shaoran Li y aunque se habían hablado por teléfono en donde se decían mutuamente que se extrañaban no podía dejar de pensar que las cosas no eran tan sencillas como trató de dejarle entredicho a Sakura. ¿Cómo decirle a aquel hombre que estaba esperando un hijo de él¿Acaso lo creería? Había aprendido a leer que se había enamorado de él tanto como él de ella. Él se lo había dicho antes de marcharse la noche que, se despidió de ella en la puerta de su departamento donde habían ido a cenar él y Mirtle para que conociera a Asuka con mayor intimidad que la boda de Sakura y Shaoran.
Se estaba observando aun distraídamente en el espejo cuando unos toques en su puerta le despertaron de su ensimismamiento. Asuka fue a abrir y su padre entró.- ¿Podemos hablar? Esperaba que regresaras a casa.
-Claro ¿Ocurre algo malo? –preguntó aturdida.
-Un doctor Takeisha llamó esta tarde preguntando por ti- declaró con preocupación. A Asuka el corazón se le fue a los pies. –Dijo que reconfirmaría la cita de pasado mañana en su consultorio. ¿Estás bien? En verdad, le pregunté que se trataba pero... no me quiso decir nada...
-Tranquilo papá – declaró ella tomando sus manos y reconfortándolo con su voz y su respuesta- Estoy bien... en verdad...
-Pero ¿Para que una cita de reconfirmación pasado mañana¿Por qué necesitas hacer una cita con el doctor?
Asuka respiró profundo y lentamente. No se percataron ninguno de ellos pero un tercer par de oídos escuchaba fuera de la habitación. – Estoy embarazada...- declaró en un susurro.
Su hermano se quedó de piedra. ¿Asuka, embarazada¿De quien¿Cómo fue posible aquello¡Tonto! Sabía claro como fue posible, pero ¿Quién era el padre del bebé? Una sonrisa se dibujó al pensar quien podría ser el padre del bebé.
-¿Qué estás embarazada¡Hijita! – declaró su padre algo preocupado. En verdad, Asuka sabía que era natural aquella reacción de un padre con su hija. –No, no se que decir...
-Fue sorpresivo, incluso para mi- admitió la muchacha abochornada.
-¿Y piensas...
-¿Tenerlo? Claro. Es mi bebé. – tocando su vientre sutilmente y su padre pudo leer en su rostro y sus ojos, la idea de ser madre, le llenaba de vida.
-No digo tenerlo. ¿Si piensas decírselo al padre antes de que se empiece a notar?
-Estoy buscando el momento apropiado...- declaró abochornada- ¿Cómo sabes que no se lo he dicho al padre?
-Hija: considero a Hiragizawa un hombre de palabra. Si le hubieras dicho que estás esperando un hijo suyo, tendrías una sortija ya en este dedo- alzando su mano. Asuka se sonrojó sutilmente.
-Y sabes que es de Eriol...
-¿Quién mas llena tu rostro de esa luz que vi apagarse hace un tiempo atrás? Ese hombre es tu mundo. No puedo exigirte que, haya sido diferente. Después de todo, eres humana.
-No lo planeé yo así. Tampoco él... – ahogándose ante su sonrojo.- Es decir...-. Ocasionando una risa estridente departe de su padre.
-¡Creo que son cosas que deberían decirse en persona! – rió el hombre. –No creo que lo correcto sea decírselo a Hiragizawa con un continente de por medio.
-¡Papá!
-Iremos a Londres- tomó una decisión- Tengo el dinero de la pensión guardado para la universidad de tu hermano. Lo usaremos para ir hasta allá.
-¡No me lanzaré a las puertas de su casa a reclamarle manutención! – se escandalizó ella sonrojada.
-¡Ni te pido que hagas eso! Pero Hiragizawa tiene algo muy serio contigo y me lo confesó -sonriéndole. – Creo que lo justo es que, lo sepa antes de que te deslice el anillo en el dedo.
-¿Crees que pensará que quiero casarme con él porque estoy embarazada? Y ni se si quiero casarme- retirando sus manos de su alcance. –No se que quiero.
.-Hija: las cosas van tan bien entre ustedes...
-Lo se. Pero no voy a Londres a pedirle que se case conmigo. ¡Es inconcebible!
-Creo que entonces, iré yo a exigírselo...
-¡Papá! – Exclamó ella levantándose alarmada.- ¡No serás como uno de esos padres conservadores!
-¡Si eso me tengo que convertir para que te cases con él claro que si! – Declaró advirtiéndole.- Se que por las buenas no te casarás con él. ¡Así que lo harás por tu hijo! – sorprendiéndole. Ella abrió la boca para tratar de decir algo y él levantó un dedo amenazándole.- Te quiero hijita, pero te conozco bastante y se que tu mala experiencia con tu ex esposo, jamás dejará a tu conciencia hacer lo correcto… - ella trató nuevamente de decir algo, pero él le cayó.- Iremos a Londres. Y le dirás a Eriol la verdad.
-¡No puedes obligarme a hacer tal cosa! – finalmente le dijo.
-Si, claro que si puedo.- le sorprendió diciéndole- Si no te casas por tu hijo y por tu felicidad, lo harás por mí. Porque si... si tienes ese bebé fuera del matrimonio, te negaré como hija. – dándole en la llaga.
Él sabía que jamás lo haría. Pero tenía que parecer creíble. Su hijo escuchaba sorprendido desde afuera. Sabía que su hermana era terca y la única forma que fuera a Londres era de aquella manera.
-¿Y si lo rechaza? – Preguntó finalmente Asuka temerosa- Si cree que el bebé no es suyo... no se que haré.
-Hija: no creo que eso pase. – Notando uno de los temores más profundos de su hija.- Tu tranquila. Eriol no te dirá eso... y si lo dice, compraré una escopeta y lo amenazaré hasta que te lleve al altar. Aunque tenga que hacerlo llegar a rastras...
-¡Papá!
-Has tus maletas- declaró marchándose de la habitación. – Llamaré al aeropuerto haber cuando hay un vuelo disponible a Londres... – dejándole a solas.
Cuando Asuka llegó al aeropuerto acompañado de su padre ya había incluso hablado con la agencia donde compraron el boleto que, les reservaran una habitación de Hotel. Asuka se escandalizó de cuanto dinero iba a colocar su padre en ese viaje. Pero aun así, su padre le acompañó. En el aeropuerto se despidió de su hijo.
-Lamento que no puedas venir con nosotros- declaró Asuka cuando le tocó despedirse de su hermano- Por favor, come bien- ajustando la solapa de su camisa- No estés muy de noche en la calle y trata de no causar problemas hasta nuestro regreso. La Señora Takemeri cuidará de ti hasta que volvamos... y prometemos no tardar mucho...
-Hermana: Tu tranquila- le dijo su hermano ante su nerviosismo- Me pones nervioso a mí también. Solo, no te quedes allá. Se que lo quieres mucho pero que no te convenza de quedarte a su lado en Londres.
-Jamás podría hacer tal cosa- abrazándose emocionada a su hermano menor—Tu eres mi hermano. Estás por encima de cualquier relación...
-Excepto la de madre e hijo.- le sorprendió él ante su filosofía. – Que no te convenza de quedarte con él hermana... pueden casarse aquí... vivir aquí... ¿no?
-Es hora hija- declaró su padre yendo en su silla de ruedas también a despedirse de su hijo.
El vuelo tardó horas. Horas que se hicieron siglos en la mente de Asuka. Estaba muy nerviosa y mientras su padre (quien recibió tratamiento especial dada su condición), dormía como un lirón a su lado.
Asuka se puso de pie y caminó al baño. Se refrescó el rostro y mirándose en el espejo se observó como lo hizo aquella mañana que despertó en sus brazos.- Debo de estar volviéndome loca...
Pero las palabras de Eriol aquel día que se despidieron resonaron en su mente. Se besaban con intensidad no importándole quienes le vieran. Eriol había ido a despedirse de ella a su departamento y justo cuando se separó de sus labios, la apretó mas contra si mientras sus ojos marinos taladraban en los de ella, sazonados con un deseo que ambos compartían- Trataré de volver pronto...
-¿En serio?
-Cariño: no hay nada que me quiera alejar de ti ahora mismo- admitió.- Pero tengo que ir a terminar de resolver los problemas de Mirtle y de las propiedades Hiragizawa...
-Las propiedades Hiragizawa...- repitió ella en un suspiro y es que tenía un temor oscuro y profundo.
Pero Eriol las adivinó al decirle- El dinero no es importante para mi- aun abrazándole con mas posesión- No lo es... –besándole la punta de la nariz. –volveré a ti, tenlo por seguro...
-Te creo- declaró ella sonrojada.- Te creo...
-Y... creo que podremos continuar lo que empezamos en mi apartamento- sonrojándole mas aun dejándole como una cereza- Aunque esta vez procuraré estar sobrio para no perderme un solo detalle...
-Eriol...- declaró ella en un suspiro.
Ahora estaba en marcha a Londres. "Debo de estarme volviéndome loca... otra vez. No se porque le hice caso a mi padre. Pero es tarde... muy tarde para arrepentimientos" analizó.
Unas horas mas tarde, estaban en un taxi en camino al hotel para descansar y luego dirigirse a la mansión Hiragizawa. Gracias a Sakura supo donde estaba la dirección exacta de aquélla mansión. Ya instalados en el hotel, les tomó un par de horas el recobrar un poco el orden en sus cabezas gracias al cambio de horario. Era un día muy nublado y justo cuando Asuka se terminaba de cambiar su padre le informó.- Será mejor que hagas esto sola.
-¿QUÉ? – Preguntó alarmada.- ¡NO! Prometiste venir conmigo. ¡Papá!
-Está lloviendo ahora mismo- declaró con interés observando la ventana. Ella le observaba estupefacta. ¿Acaso había sido su plan desde un principio? – Sabes que mi salud no es de la mejor...
-¡No puedo creerlo! – exclamó ella indignada y con un nudo repentino en su estomago. - ¡No puedes hacerme esto¡No puedo presentarme en su casa, sola y decirle "Hola. Adivina que, estoy aquí porque serás padre"¡Menos aun sola, sin ningún apoyo!
-Hija: se que tienes miedo. Todo en esta vida, en tu vida, ha sido difícil y pocas veces has sido feliz. Pero tienes que abrirte paso en la vida, tratando de perder el miedo que tienes de empezar de nuevo.- aproximándose a ella.- ánimos. Ve a donde él y dile lo que sientes y lo que pasa... si el te acepta, bien. Pero si te rechaza, no dejarás de ser mi hija por ello y ese no dejará de ser mi nieto. Pero al menos, lo habrás enfrentado.
Asuka analizó sus palabras. Su padre tenía mucha razón. Lo amaba más que nunca por preocuparse tanto por ella y la conocía tan bien que tal vez, Eriol se habría enterado que, estaba esperando cuando la notara con un estómago ensanchado cuando volviera a verle. Besó su mejilla y tomando su abrigo declaró.- ¿Crees que estoy bien?
Tenía una falda más debajo de las rodillas. Botas medias y un suéter cuello alto, tejido color verde seco que resaltaba sus ojos. Encima se colocaría un abrigo enterizo de color negro.
-Estás preciosa- declaró extendiéndole el papel donde estaba la dirección. – Ahora, ve a obligarle a casarte contigo...- guiñándole el ojo.
Asuka rió ante las ocurrencias de su padre y se despidió por última vez. El recorrido en taxi se prolongó en una eternidad y no dejaba de llover. Cuando el vehículo se detuvo delante de una entrada cercada le señaló el papel y la casa. Habían llegado.
La casa tenía tres niveles. Tenía un enorme jardín frontal. Aun llovía. Su blanca estructura estilo europea le hizo temblar un instante. Pagó la tarifa y se quedó en la acera unos segundos antes de animarse a avanzar a la entrada. Tocó un timbre y se escuchó la voz en inglés preguntarle algo.
-Hiragizawa...- declaró ella tratando de poner en orden su cabeza. ¡La lluvia estaba fría! –Vengo a ver... Hiragizawa...- escuchó que le preguntaba otra cosa- ¡Rayos! No se muy bien inglés... "Abre puerta"
Duró un instante ahí de pie. Pensó que no le abrirían. ¿Por qué hacerlo? Ella no era conocida en la casa. Miró encima de una de las columnas y observó allí una cámara de vigilancia.
Iba retrocediendo cuando escuchó que la puerta se abría: la abrían desde el interior de la casa. La muchacha temblorosa por el frío que hacía, avanzó abrazándose a si misma. Cuando llegó a la puerta de madera, una doncella le abrió. Del interior, sintió una leve brisa cálida de la calefacción. La doncella preguntó pero en inglés a quien buscaba con exactitud pero la observaba con recelo.
-No... Entiendo...- declaró Asuka. En aquel momento salía de un lado de la casa una mujer de cabellos rubios y al reconocerla gritó.- ¡Mirtle! – atrayendo triunfalmente su mirada. La inglesa se sorprendió mucho y cuando se acercó sonrió aun estupefacta.
-¡Madre Santa! – Declaró en japonés.- ¡Asuka! – Yendo a ella no importándole que la muchacha destilaba agua de sus ropas y ella tenía un suéter blanco que podía mancharse.- ¡Pobre chica! – y dándole instrucciones a la doncella, esta se marchó. -¿Qué estás haciendo aquí? Eriol no me dijo nada...
-Tu japonés... está mejorando... – sonrió la muchacha tiritando. Mirtle la llevó al salón donde encendió la chimenea, quitándole el abrigo negro y la hizo sentar en un sillón rojo vino de alta cabecera. La doncella volvió con mantas y ropas.
-Tiene... que ser... así... gracias- retirándole el abrigo empapado y pasándoselo a la doncella.- ¡Dios! Esa agua... está helada... ¿qué haces aquí?
-¿Está Eriol aquí?
-No. Fue a un juego de Bridge donde Lord Ruberstein... – respondió - ¿Él no sabe que estás aquí?
Negó con su rostro y Mirtle se ocupó en secar sus ropas. Ella tenía aun su suéter puesto. Mirtle le dio un vaso enorme de brandy y se lo hizo beber. La muchacha comenzó a entrar en calor inmediatamente. –Regreso en unos instantes… - Se disculpó la dama.- Si quieres otra copa señálaselo a la doncella- separándose de ella hablando con la mucama. Entonces se retiró del salón.
Mirtle se ausentó más tiempo del que tenía planeado. Asuka le sirvieron otra copa de brandy pero ya se sentía graciosa. La doncella le sirvió una taza grande de Té. No tenía para nada calor. Entonces se escuchó la puerta abrirse y cerrarse. Alguien pasaba a toda prisa delante del salón sin fijarse en su ocupante. Asuka levantó su mirada a la puerta y vio pasar alguien rápidamente y no fue difícil reconocerle.
Eriol había pasado rápidamente al estudio de su padre. Abriendo la caja fuerte, se predisponía a salir nuevamente a la calle. Tuvo problemas en la casa de Lord Rubersteín con el testamento de su padre e iba a demostrarle que este testamento no estipulaba lo que él demandaba. Iba a salir nuevamente cuando una figura se interpuso en su salida. Se quedó de piedra. ¿Acaso tenía alucinaciones?
-... Asu ¿Asuka? – sintiendo un cosquilleó en su cuerpo al verle allí delante de él. La muchacha iba cubierta por la manta que le hicieron ponerse aunque llevaba sus ropas debajo.
-Hola- le saludó ella con un ligero rubor en sus mejillas. Sus ojos se iluminaron al verle allí olvidándose del problema que iba a enfrentar.
-¡Eriol!- le llamó una voz desde el pasillo y viendo que se habían encontrado declaró.- Ah. Sofia me había dicho que habías llegado ¿No es una bonita sorpresa?
-¿Cuándo llegó?
-Hace un poco más de una hora- declaró Mirtle – Aun no me dice que hace aquí. Solo preguntó por ti. Tengo que ir a la casa de Marge. Me tiene loca porque su sobrina ha aparecido con un bohemio con quien se casó anoche... lamento irme así.
-Si, no te preocupes- afirmó Eriol mirando a Asuka. –Ve a donde Marge. Me la saludas.
-Si, gracias. Los dejaré solos- declaró despidiéndose en japonés.
Eriol le miró estupefacto y ella se quedó mirándole fijamente. –Pareces no muy feliz de verme- declaró Asuka retirando la manta de su figura. Eriol la observó maravillado.
-Mas bien sorprendido. – declaró firmemente.
-No me tomará mucho tiempo...- declaró sutilmente.- Creo...
-¿Por qué no te muestro primero la casa? – declaró con un gesto. Ella hesitó.- Por favor... ya que estás aquí... – indicándole con una mano.
Asuka se dio un primer paso, pero se sintió terriblemente mareada. – Creo que no...- declaró a punto de caerse. Eriol la atajó con firmeza sintiendo nuevamente un cosquilleo excitante en todo su cuerpo al tocarla. No era el único: la muchacha exhaló profundamente en su rostro al estar tan cerca.
-¿Qué te han dado de tomar¿Brandy?
Ella se encogió de hombros. –Estoy mareada pero no borracha.
-Eso si lo se. Hablas con demasiada coherencia. Pero será mejor que, te llevemos a recostarte...
Eriol la sujetó con firmeza al ascender los escalones ayudando a la joven. No fue muy difícil llegar con ella hasta su habitación. Asuka observó con deleite la hermosa habitación forrada en madera oscura y los enormes ventanales además de la chimenea y los muebles antiguos que decoraban el lugar. Había un enorme librero y un escritorio. Al final estaba la cama con doseles y muchos cojines y almohadones. La depositó con delicadeza en ellos.
-Es muy linda tu habitación- declaró.- Tan diferente a la tuya en Japón. – La mujer no sabía que con aquella declaración, tensó cada nervio del británico al recordar lo qué había ocurrido precisamente en Japón y en su recamara.
-Será mejor que te busque un poco de café... bastante cargado.
-Dijiste que no estaba ebria.
-No lo estás.
-No quiero café. – declaró negándose a aquello. Eriol observaba maravillado su exuberante belleza.
-Te eché de menos- le confesó claramente a la mujer. Esta bajó su mirada y se sintió nerviosa ante su mirada. Era como si esperaba una respuesta de su parte.- ¿No me echaste de menos a mí? – preguntó él.
-Si...- declaró en un susurro.
-¿Tendré que sacarte cada confesión a la mala, Noikaru? – preguntó usando su apellido. Ella le miró el rostro notando sus ojos cierta pizca de confusión e indignación. - ¿A que has venido a Londres?
-¿A que te refieres¿Por qué me llamas por mi apellido?
-Tienes el rostro de un funeral en proceso. – Llevándose las manos a sus bolsillos.- O algo más... ¿Quién te obligó a venir aquí¿Pasa algo?
-¡No, bueno, si... pero...!
-Nadie obliga a nadie a ir o venir. Podemos hacerlo cuando nos place. Pero bien parecería que, viniste a hacer algo que te arrepientes ahora mismo...- declaró con temor. Pero un temor que, el hombre, no dejaba entrever.
¿Acaso ella había ido a Londres a ponerle un fin a ellos? porque rostro de buenas noticias no tenía en absoluto. Aquella situación: su llegada de sorpresa, su exceso con el brandy y por supuesto su nerviosismo delante de él, no ayudaba en nada.
Inevitablemente él se sentía inquieto. ¡Se había enamorado perdidamente de ella! Todos esos días en Londres, tenía la sensación que una parte de su vida, y su corazón estaba en otra parte. Hablar con ella por teléfono se convertía en el bálsamo para darse fuerzas y terminar el día, contando el tiempo que restaba para ir a Japón, y decidir que hacer con el resto de su vida.
Y aquella decisión la involucraba a ella.
Pero ahora, no sabía que hacer.
Y que ella se presentara allí y tuviera cara de pocos amigos, hacía que su rostro se tensara intensamente.
Cuando Asuka levantó su mirada a su rostro notó la rigidez de estos. Malinterpretó su tensión y declaró con nerviosismo.-... Cometí un error...-poniéndose de pie y tratando de avanzar a la puerta- Será mejor que... – intentando de retirarse de allí. ¡El sujeto había despreciado su presencia! Se sentía como un bicho raro allí en aquella lujosa habitación. Como una invasora.
-¿Ahora te marchas?- preguntó molestándose cada vez mas- ¿Por qué no dices a que viniste de una buena vez y dejas de huir? – le desafió con molestia en su tono de voz. Ella tomó el pomo de la puerta, tratando de hacerse de la vista sorda- Ya lo sabía... eres una cobarde...- ella hesitó en abrir. - ¿Cuándo dejarás de huir de una vez por todas?
-¡Ya basta!- le gritó ella y él se contuvo.- ¿Cómo no huir cuando me miras así¿Cuándo me hablas de esa manera¡Basta, basta! Esto no tenía que ser así... ¡Y tú lo haces más difícil! – le gritó. Cuando iba a salir de la habitación la un brazo masculino surge de detrás de ella y vuelve a cerrar la puerta con determinación. - ¡Déjame Salir!
-Oh no- declaró la voz del hombre con tranquilidad pero un acento oscurecido por algo que la mujer no identificaba aun. –Vamos a terminar las cosas de una vez por todas... no me vas a dejar así nada mas... – ella ante aquel tono de voz se volteó a él notando sus ojos un brillo que identificó inmediatamente.
Su respirar se entrecortó al notar como su cuerpo se ponía rígido al aquel hombre posar su mirada incandescente con destellos marinos a su rostro. Sin proponérselo su respirar se agitó y tuvo que auxiliarse de su boca pues entreabrió sus labios, extasiando con aquel gesto al hombre delante de ella.
-..No me... mires... así...
-Cariño: lo último que deseo ahora... es mirarte- declaró con determinación. La tomó sorpresivamente por su cintura como si no pesara nada y se la subió al hombro como un costal.
-¿Qué crees que haces! – preguntó ella. Fue depositada en la mullida cama que era suave y amoldaba su figura a la perfección. Observó con tensión como Eriol se colocaba sobre ella amoldándose perfectamente a su figura. Sus ojos añiles se oscurecieron al ver a su rostro. Asuka sentía como el corazón latía con fuerza en su pecho como si quisiera huir de allí.-
-¿Me temes? – preguntó él con suave voz. Se maravillaba de cómo aquella hermosa mujer coordinaba a la perfección con su alrededor. Puso una de sus piernas entre las de ellas en una pose seductora y sus brazos en ambos lados de su cintura sin tocarla. Su rostro sobre el de ella estudiando su rostro. Vio como los labios de ella y sus ojos temblaban de la tensión que se sentía entre ambos.- No tienes porque tenerme miedo... no es nada que no hayamos hecho antes. – finalmente tocando con su dedo índice los labios de la mujer que estaba bajo él- Solo que esta vez estoy totalmente consciente...
Su respirar se volvió mas agitado. –No... No te tengo miedo- se rindió ella ante su pregunta.- Pero es que...- tragando – no fue a esto que vine...
Eriol sonrió y sus ojos mostraban todo su deseo mientras recorría sus labios con su dedo.- Lo se... pero ya que estás aquí... y me estoy volviendo loco ante la abstinencia que he sufrido de ti y tu interior...- le declaró finalmente rozando sus labios.
--------- Inicio del Lemon-------
Ella lo recibió pues también se había percatado por la forma en que su cuerpo reaccionó ante su contacto, cuando lo había echado de menos. ¡Lo deseaba con locura! Olvidándose por unos momentos de que hacía en Londres, se rindió ante las caricias insinuantes de sus manos y la firmeza con que sus labios recorrían su rostro para invadir nuevamente sus labios pero esta vez, lo invitó mudamente a explorar su boca en un ataque violento y pasional a su interior.
Tomó las gafas de su rostro y él abrió los ojos observándole. – Te ves tan maravilloso con ellas... también sin ellas- le confesó. Cuando tomó nuevamente sus labios, las gafas se deslizaron a un lado del lecho. Una sonrisa burlona se posó en sus labios masculinos mientras ella respondía a su gesto con una sonrisa nerviosa.
Se aferró a él incitándolo sin percatarse. Sus besos despertaban en ella un instinto que la última vez que despertó en ella fue en el departamento del sujeto y compartieron una noche llena de pasión sin inhibiciones.
Y dentro de ella latía el fruto de aquel encuentro.
Se tensó cuando sintió sus manos explorar debajo del suéter tejido, su pecho. Abrió los ojos para encontrar los suyos tan oscuros del deseo que no parecían los mismos marinos del inglés. Sus labios al igual que los de ella, estaban hinchados y se inclinó seductoramente a él cuando lo sintió explorar sus pechos.
-¡Oh no te detengas! – rogó ella sonrojada por sus toques. Aquello maravilló al sujeto.
-No pienso hacerlo- dijo él. Ella le atrajo nuevamente a su cuerpo y dijo él.- Es increíble ver tu deseo por mí...
-Tengo que confesarte algo: - tragando con inquietud y sus mejillas tan arreboladas como el color de su pelo, agregó.- Ni siquiera mi ex esposo me encendía como tú me enciendes - declaró haciendo un sugestivo movimiento en su pelvis y escuchó al sujeto gruñir deslumbrado por aquello. Aunque había rozado contra su rodilla que mantenía entre sus piernas, aquello fue muy excitante.
¡No sabía como era posible que aquella mujer lo incitara de aquel modo tan explosivo para él! Nunca en sus años de experiencia se había cruzado con alguien que le fascinara, le obsesionara, le narcotizara como aquella mujer, sus besos, su corazón y su cuerpo le estimulaban.
-No... Hagas eso... – le suplicó él. – No voy a poder aguantar el hacerte mía ahora...
-¿Y por que no? – suplicó ella moviéndose nuevamente. El sujeto no soportó aquello: hundió sus uñas en las caderas de ella y la atrajo así pero ahora sin su rodilla entre sus piernas, extasiándola al sentir su poderosa virilidad en contra de su pelvis.- Oh...- gimió ella.- Mas... mas...- suplicó.- Por favor, ámame Eriol… ámame… - Repitió un movimiento voraz contra él y él respondía fingiendo el acto y gimiendo por igual. –Quiero sentirte dentro de mí…- susurró en su oído. Aunque estaban vestidos, se sentía demasiado erótico aquella faceta que experimentaban ambos. Pero notó en su cuerpo al igual que el de ella, que no era suficiente.
Acariciaba sus cabellos en su cuello. Tocaba hasta donde podía con sus manos pero se sentía una frustración al tener que hacer aquello. Lo quería todo... lo quería... totalmente...
No era bastante para ambos. El le escuchó y tomó vehemente sus labios y ella entreabrió los mismos dejando que él desahogara toda su frustración pasional en el interior de su boca. No era suficiente para ella y tampoco para él.
-¡No puedo soportarlo! – Declaró gravemente.- ¡Tengo que hacerte mía! – ordenó. Se deshizo rápidamente de su camisa y ella le observaba maravillada mientras hacía movimientos mimosos en el lecho. –Acaríciame Asuka: Déjame sentir tus manos en mí... deja entrever tu cuerpo. Tus hermosas curvas… - solicitó. Ella, Se retiró rápidamente su suéter dejando ver a un maravillado Eriol su torso demostrando inevitablemente lo excitada que se encontraba en aquellos instantes. –Eres tan hermosa… muy hermosa…- declaró con un gruñido. Exploró con sus labios el territorio expuesto, haciendo que la mujer tuviera convulsiones excitantes contra él. Quiso responder, besando su pecho por igual y haciéndolo gemir complacido.
-¿Te ha gustado eso?
-Mucho- admitió él. Ella sonrió notando el poder que podía ejercer en su cuerpo. Era mas emocionante que cuando se entregó a él aquella noche. Volvió a repetir aquellas atenciones, no evitando mordisquear. Cuando sintió como él, comenzó a buscar debajo de la falda y aproximándose a su interior con sus dedos, tocando con lentitud su entrepierna y escuchándole gemir mientras se acercaba mas y mas a su intimidad. Su respiración se agitó y la excitaba en la manera como la buscaba y trataba de complacerla a ella más que a él mismo. Entonces, tomó una decisión. Si él la necesitaba, ella lo necesitaba por igual.
Sintió como ella mientras él se concentraba en su pecho, luchaba contra la hebilla de su cinturón y bajaba este y la prenda al suelo.
Sin pensarlo mucho, Eriol deshizo por debajo de la falda de la mujer, su ropa interior yendo al suelo y la falda se deslizó en un movimiento ágil de su parte al colocar a la mujer de cuclillas sobre él. Cuando sintió como entraba en ella fue una revelación que salió a la luz. Ella gimió al sentirlo entrar pero delicadamente y suavemente, fue acoplándose a él. Respiraban agitados pero ambos se miraban a los ojos. Ella enterró las uñas en sus hombros al sentirlo acoplarse en su interior y respiraba con dificultad.
-Así, amor... así mismo- gruñía él igual de extasiado que ella y antes de tomar sus labios. Su movimiento se volvió mas intenso a medida que exploraban ambos los limites entre la mortalidad y el cielo. Sus movimientos cadera con cadera se volvieron mas agitados y desenfrenados. -¡Mas, Mas! – exigía en contra de su cuerpo y ella le complacía con fuerza pues así ejercía él sobre ella. Sudados ambos se miraban sin perder contacto hasta que ella sintió que tocaba el cielo. Sus gemidos se volvieron los ecos de lo que ambos experimentaban en los brazos del otro. Así, ella sobre él, experimentó el cielo y él la complacía al igual que él sentía como explotaba en su interior.
Lentamente descendieron nuevamente encontrándose ambos en la tierra. Ella aun lo sentía en su interior y apoyó su frente sudada contra el hueco en su cuello. respiraba agitada al igual que él. levantó su mirada y lo observaba en sus ojos: Aquélla ansiedad no había cesado mas que por un momento. No sabía si debía de retirarse de él, así que, decidió esperar.
-------------- fin del Lemon.---------
-...Ha sido...- trató de decir pero fue callada por los labios masculinos que ansiaban aquel contacto intimo desde que la dejó en Japón. Cuando se libró de aquel beso declaró.- Será mejor que... – haciendo ademán de separarse de él. Pero él la detuvo.- Debería de...
-No.- declaró- No... no tienes nada de que avergonzarte- declaró mirándole a los ojos- Somos mas que amantes, y no voy a negarlo nunca... me quiero... quiero...- Asuka le cayó colocando sus dedos sobre sus labios. Era ahora o nunca lo diría.
-Tengo algo que decirte: Estoy... esperando un hijo tuyo.- Eriol abrió los ojos ampliamente. –Entenderé sino quieres dejar tu soltería. Vine porque mi padre insistió que debías de saberlo ahora... en vez de tarde..- sonrojándose- no pretendía que esto pasara entre nosotros.
Eriol aguardó en silencio tratando de asimilar aquélla noticia. Un hijo. En sus sueños, jamás había imaginado aquello: el fruto de aquella pasión latía en su interior. Posó su mano sobre su vientre. – Un bebé...
Ella asintió y volvió a decir.- Es tuyo... – insistió.- No te voy a obligar a responsabilidades paternales con él... pero pensé mucho tiempo atrás que debías saberlo. Pero después me acobardé.
-¿Hace cuanto lo sabes? – realizando caricias mimosas sobre el vientre de ella.
-... Dos días antes de la boda de Sakura con el Señor Li...
-Lo sabías aquel día- ella asintió avergonzada.- ¿Por qué no me lo dijiste?
-Quería una oportunidad – declaró – un momento oportuno...
-Si me hubieras dejado hablar... hace unos momentos... quería proponerte matrimonio- admitió Eriol ocasionando que la mujer le mirara con los ojos como platos.- Quiero casarme contigo...
-No te digo esto...- pero fue callada por los labios masculinos que le besaron.
-Jamás pensaría tal cosa. Mira que me lo mantenías escondido. – analizando unos instantes declaró con preocupación-¿Crees que debemos ...- hablando de que aun estaban unidos íntimamente. - ¿No te hace esto daño?
-Oh no- declaró ella endulzada ante su necesidad de proteger al hijo de ambos. De repente sintió volver aquel deseo a nacer y los ojos oscuros de él se lo indicaron que pasaba por lo mismo- ... Eriol...- murmuró.
-Lo se... lo se...- declaró sintiendo aquel deseo renacer. –Me siento igual.. yo ... te amo...- declaró.
-¿Me amas? – preguntó ella extasiada mientras sentía sus labios explorar su cuello. él asintió con un sonido, pues comenzaba a encender nuevamente la pasión latente en aquellos instantes, prodigando caricias llenas de pasión a su cuerpo. Permanecieron al nuevamente hacerse el amor mutuamente. Una vez, reposando en el lecho, Eriol se puso de pie y fue a la cómoda al otro lado de la recamara. - ¿Qué haces? – le preguntó cubierta por las mantas del lecho y sus cabellos revueltos. Él volvió con una caja pequeña en sus manos y se la extendió a ella.
-Hay que hacer esto formalmente. –viéndole abrir la cajita. Encontró en su interior un anillo de brillantes pequeños que adornaban un rubí en su centro.- ¿Te casas conmigo? – sorprendida separó sus labios pero no salía sonido alguno de ellos. Sus ojos mostraban la sorpresa y perplejidad ante su solicitud y teniendo aquella joya en sus manos.
Ella observó el anillo y a Eriol. Asintió tímidamente. Eriol deslizó la joya en su dedo. Finalmente supo decir. -¡Es muy hermosa! – besando sus labios.- Gracias. – con lagrimas en sus ojos a punto de llorar. Pero una duda le invadió.- ¿Acaso me has propuesto matrimonio para responsabilizarte por tu hijo? Porque si es así, yo...
-No. Jamás haría tal cosa- declaró con firmeza- Iba a Japón la próxima semana a pedirte formalmente que te casaras conmigo.
-¿Con una divorciada? – dudó ella con una ceja alzada.
-Asuka: - tomándole por el rostro- Mi vida no ha sido la de un santo todos estos años. No puedo pedirte las cualidades de una virgen. Tu matrimonio fallido y mi promiscuidad no son obstáculos para nosotros... que nos amamos de verdad...
-No voy a permitir que andes con otras- declaró con un puchero dejando mostrar sus celos. Él se rió.
-¿Para que querer otras cuando contigo lo he conseguido todo y mas? Te amo... te amo a ti... y quisiera que te casaras contigo ¡Pronto! Es mas: deberíamos casarnos aquí.
-¡Aquí! – Declaró sorprendida- Pero no tengo a Sakura aquí o mis amigas... tampoco a mi hermano.
-Pediré a Li el avión de la empresa- le sorprendió.- Volaremos a quienes quieras aquí. – Mostrándole cuanto quería hacerle feliz.- Te aseguro que Shaoran no se molestará...
-No quiero causar tantas molestias.
-Querida: sino me caso contigo pronto, me lanzaré del Big Ben- le amenazó ocasionando su risa. Besó sus labios con pasión y declaró.- Llama a tu padre: explícale que no irás esta noche al hotel pues te quedarás a dormir aquí...
-¡Aquí¿Qué dirá Mirtle o tus hermanas¡Eriol: no puedo quedarme!
-Si es por vergüenza ni la sientas. Esa sortija era de mi madre. Es la conexión que aunque no estamos casados por la Ley si por el legado Hiragizawa. Es una antigüedad- aclaró.- usada por cada una de las Hiragizawas cuando contraen matrimonio hasta que mueren.
-Era de Mirtle. – concluyó ella al pensar en la mujer que era la anterior Señora Hiragizawa.
-Me la entregó cuando le confesé mis intenciones de casarme contigo. Pensó que tu la necesitarías mas que ella. Y tuvo razón.
-Creo que necesito recostarme- declaró ella aturdida ante tanta información que se acumulaba.
-Creo que yo también- dijo él acurrucándole con ternura contra su pecho. –Tenemos muchas diligencias que hacer y poco tiempo para hacerlas. Y tenemos que comprar una casa en Japón. También comenzar a planear la llegada de mi hijo- declaró con orgullo frotando con su mano el vientre de la mujer que yacía a su lado. Asuka colocó su mano sobre la de Eriol y él reafirmó con orgullo.- Nuestro hijo.
Asuka acarició su vientre un instante mientras veía su reflejo en un espejo que existía en el recibidor de la mansión Hiragizawa en Japón. Muchos se sorprendieron de su sorpresivo matrimonio con el millonario Hiragizawa y supo por labios de Sakura que muchas resentían que ella fuera quien lo "atrapara".
-Al soltero inalcanzable jijiji- rió ella con picardía al pensar en su marido.
Eriol lucía siempre su sortija de matrimonio con orgullo y nunca, había dado de que hablar ni tampoco a rumores sobre su vida como matrimonio o que Eriol le engañaba o al menos se sentía atraído por otras mujeres. Había dejado esa vida en el pasado y las mujeres en el Diario, podían lanzársele: pero él caballerosamente las rechazaba.
¿Cómo lo sabía? Porque había una que otra mujer de esas que después le confesaban lo qué habían intentado, disculpándose una y otra vez.
Era el esposo y el padre perfecto.
-¿De que te ríes? – declaró su hermano avanzando por el pasillo. Estaba vestido de etiqueta con una chaqueta gris y pantalones del mismo color, zapatos negros y debajo una camisa azul celeste.
-¡Vaya¡Que bien te ves! Solo pensaba en una historia que me hicieron en estos días- mintió.
-Tú también te ves bien- observando el vestido negro de maternidad, con pedrería y la estola que la mujer llevaba. Iba impecablemente maquillada para la ocasión.
De todas maneras era una cena en honor al padre de Sakura e iban además de personalidades nacionales del ámbito intelectual de la Universidad de Tokio, amigos, colaboradores y familiares. - ¿Dejaste a Shawn en su camita?
-Si. Antes de irme le conté una historia...
-Señora: el coche espera por ustedes- declaró el mayordomo.
-Gracias- declaró con dulzura al hombre-- ¿Vamos? – invitando a su hermano menor a tomar su brazo.
-Vamos. ¡Voy a ser la envidia de todos esos viejos verdes de la universidad! – Haciendo un cumplido a su hermana- ¡Pero que se olviden de invitarte a bailar! Llevo aquí la foto de tu esposo para espantarlos...
-¡Kanji!
-¿Qué? Cuido los intereses de mi cuñado.
-No tienes porque preocuparte ni el tampoco: lo amo mas que mi vida.
-Él lo sabe hermana... y yo lo se.- señalando su estomago ensanchado- He ahí la prueba de el amor lo conquista todo ¿no? – dirigiéndose al vehículo que les esperaba.
"Si"- pensando en Eriol y los momentos compartidos juntos.- "El amor lo conquista todo"
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Tomoyo terminaba de vestirse cuando su esposo apareció por la puerta del vestidor anudándose la corbata. Ella con ternura se aproximó a él ayudándole a atarse la prenda. Se quedó mirando aquélla ternura con que ella profesaba cada uno de los detalles con él.
Observó con deleite como aquel vestido de color violeta acentuaba a la perfección con el matiz de sus ojos.- Listo...
-Te ves hermosa- declaró él observándole con deleite.
-Pues vaya, muchas gracias- sonrió complacida. Continuó prestándole atención a su rostro mientras se maquillaba y notó en el reflejo del espejo como Touya se aproximaba a ella. Tenía el cabello suelto, el cual se deslizaba por su espalda como una cascada oscura sedosa que él adoraba. Retiró los mechones que cubrían su cuello y comenzó a prodigar besos cortos en su cuello.- Touya: Tenemos que irnos—declaró tratando de mantener la compostura ante la situación que su marido estaba provocando. Dio un beso mas profundo en donde sentía el pulso de la mujer en su cuello y ella no evitó el exhalar profundamente.- Touya... – cerrando los ojos.
-¿Qué hice en mi otra vida para ganarme a alguien como tu? – preguntó como un cumplido al aferrar a la mujer por la cintura y besándole con deseo en su cuello. –Tan hermosa... tan perfecta... tan dulce...
-Se nos hace... tarde...- trató de decir ella.
-Que esperen...- declaró deslizando sus manos por las caderas de la mujer. Sus manos subían insinuantes por el estilizado cuerpo. Ella tuvo que despertar ante las atenciones prodigadas por el sujeto, cuando se escucharon los débiles toques en la puerta y se separó de él. El sujeto gruñó molesto. Ella sonrió sacándole la lengua infantilmente y cuando abrió descubrieron al abuelo de sus hijos observándoles.
-Ya es hora de irnos...- declaró. Ante el gesto de molestia de su hijo preguntó.- ¿Ocurre algo malo?
-No pasa nada- respondió Tomoyo por su esposo. –Ya bajamos. – aseguró la joven. Fujitaka les lanzó una última mirada antes de marcharse. Una vez a solas declaró ella- No te preocupes...- abrazándole con ternura- si regresamos temprano, te prometo que te dedicaré toda mi atención...- atrayendo su mirada y él sonrió sutilmente.- Palabra de honor...
-Es solo que he tenido tan poco tiempo para estar contigo...- declaró en un hilo de voz, aproximándose a su rostro.
-Lo se. Lo se...
-Tengo a esos nuevos médicos en entrenamiento y es algo exhausto...
-En especial esas mujeres doctor...- con un brillo divertido en su mirada. – Tendré que ir de vez en cuando a ver al hospital... no quiero que se hayan hecho ideas falsas contigo...
-No les doy ni oportunidad a hacerlas- levantando su mano donde se veía con claridad su alianza dorada. -¿Para que tener a otras cuando solo amo a una? – no soportando el no besarla, rozó sus labios para fundirse en un beso que les quitó la respiración a ambos de su cuerpo.
-Tenemos que irnos Touya...- declaró su esposa convenciéndose a si misma. Si continuaban en aquellos planes no saldrían nunca de su habitación. Tomaba a su esposo de la mano pero este parecía renuente a irse y ella le dijo.- Te prometo algo: Si nos vamos...- pasando sus dedos por la solapa de su chaqueta y subiendo juguetonamente- Volveremos más temprano y tendrás toda mi atención... – sonrojándose.- Lo prometo...
-¿No te dormirás de una vez?
Ella negó con su rostro. Touya sonrió conspiradoramente y declaró a milímetros de sus labios.- ¿Es una promesa Señora Kinomoto?
-Una promesa- cruzando sus dedos en su pecho. El sonrió y besó superficialmente sus labios.
-La noche se hará infinita ante estos planes...- declaró él con seductora mirada que hacía que a su esposa le temblara como mantequilla sus piernas.
Salieron ambos de la alcoba y pasando por la de sus hijos, echaron un vistazo observándoles dormir plácidamente. Al descender encontraron al señor Fujitaka hablando con una chica de unos dieciséis años quien les miró y se sonrojó sutilmente al notar al apuesto doctor Kinomoto.
Aunque sabía que estaba casado, no podía evitar mirarle pues ¡Era guapísimo!
-¿Todo bien Mikki? – preguntó la señora Kinomoto.
-Si, señora. Ya el señor Fujitaka me dio el número donde estarán y cualquier cosa no dudaré llamarles.
-Aquí también está el número de mi teléfono- declaró Tomoyo a su vecina de tres casas mas abajo.- Y nuevamente, gracias.
-No se preocupe. Me conviene el dinero y también el lugar... aquí no hay tres hermanos que no te permitan estudiar para un examen mañana...- rió la jovenzuela con gafas y cabello castaño vistiendo un overol color verde y una blusa blanca. – Váyanse tranquilos...- se despidió.
Touya, Fujitaka y Tomoyo en pocos minutos se encontraban en la avenida desafiando el tráfico. Touya conduciendo declaró.- ¿Creen que es buena idea dejar a nuestros hijos con esa adolescente? Para mi es algo alocada... – Aun inseguro.
-Mikki es una gran chica- declaró Tomoyo segura de su decisión- Además consulté con los señores Tamaichi antes. Ella cuida de sus niñas los fines de semana...
-Conoces a Mikki desde que andaba en pañales Touya- declaró Fujitaka apoyando a Tomoyo.- Le hice un par de preguntas y parece una chica bastante consciente...
Observó a su padre por el espejo retrovisor. Iba bien vestido y se notaba algo nervioso: Era la primera vez que veía a Fujitaka Kinomoto nervioso. Para aligerar el ambiente declaró.- Debes de estar emocionado... con recibir este premio por parte de la comunidad académica...
-Algo así...
Tomoyo le observó de lado y declaró.- Señor Fujitaka ¿Cómo es América del Sur?
-Es hermosísimo Tomoyo. Hay también mucha historia en esas tierras... fui a la selva Amazónica también y compartí con comunidades de indígenas que se aun mantienen intactas después de mas de 500 años desde la conquista. Es una sociedad con alta historia y antecedentes de cultura precolombina sorprendentes.
-¿Y no habían colegas con usted de Japón, me refiero?
-Si. Éramos un equipo de siete colegas...
.-... ¿Y no habían... mujeres colegas? – preguntó ella aventurándose. Touya observó a su esposa de reojo y alzó una ceja. ¿Qué planeaba su querida mujer con aquellas preguntas?
-Si, cuatro eran mujeres...
-¿Solteras?
Hasta Fujitaka comenzaba a inquietarse. - ... Si...
-¿Estará alguna en la actividad?
"¿Tomoyo que planeas?" pensó Touya observándole ahora mas intensamente. Tuvo que dar un fuerte frenazo cuando el semáforo se puso en rojo – Lo siento. Me distraje- declaró Touya.
-Es posible... – murmuró el gentil profesor. Tomoyo sonrió suspicazmente cuando el sujeto se sujetó el nudo de su corbata. "Es lo mismo que Touya hace cuando está nervioso" mirando a su esposo de reojo. No se sorprendió cuando lo observó mirándole a ella.
-Me agradará conocer a esas colegas...- dijo ella con simpleza enderezándose en su asiento. Touya la observó perspicazmente. Tomoyo planeaba algo.
Pero ¿qué?
Tendría que esperar a la actividad para saberlo. ¡Rayos! Ahora la noche se haría mas larga aun para hacerle la pregunta de que estaba planeando.
----------- Fin epilogo uno.
Comentarios de la autora. ¡Hoeeeeeeeee! Mas de 21 días todo gracias a este ordenador que, me ha dado problemas desde la semana pasada. La verdad no se lo que le pasa y después de escribir estos comentarios, llamaré a mi técnico ¡Ese tiene el Cielo ganado por su pronta respuesta y eficiencia ! Bien aquí les presenté el primer epilogo de la historia. Discúlpenme si Salió mas que subido de tono, puro chile – como dicen los mexicanos—esto ultimo tiene la culpa mi cuatacha Daulaci quien me pasa unas novelas románticas líndisimas y mi musa se ha inspirado.
Gracias a todos ustedes por sus comentarios. Llevo 476 RR y contando con mucha suerte llegaré en esta actualización a mi meta de 500 RR
¿Qué les pareció este epilogo¿Les ha gustado? Que así haya sido. Ya vieron como dos de nuestras parejas protagonistas se enteraron de las buenas nuevas… ¿Ya vieron como Eriol se enteró? Jajaja, vaya que esos dos son candela pura… el británico tiene una pasión oculta tras sus formalidades…- Crys suspira ampliamente mientras aparecen corazones por doquier.- Aunque Touya formó parte importante en este primer epilogo… y pronto tendrá su escenario para él solito… así que, espero sus comentarios…
Ahora bien a responder sus inquietudes.
Celina Sosa. ¡Hola! Gracias amiga por tu apoyo incondicional en el transcurso de esta y mis demás historias. ¿Cuántos años llevamos en esto? Jijiji gracias inmensas por tus comentarios, ánimos y buenos deseos… Ya viste que el primer epilogo cubre tu interrogante ¿Cuál fue la reacción de Eriol? Aunque tuviste la ventaja que solo mi beta tuvo – de poseer el capitulo previo a su publicación.- Pudiste ver su reacción y la sorpresa que la pelirroja trajo con ella… un Enorme beso y un abrazo y gracias nuevamente por tus comentarios…
Hikari Katsuragi. Gracias, gracias, gracias ya viste la respuesta del británico y algo mas… ¡Esos dos son explosivos! … hmmm creo que esto ha sido una de las mas grandes dudas en los RR del pasado capitulo 21 de cómo se lo confesaría la mujer a Eriol. Que bien que pudieron todos identificarse con el personaje de la pelirroja. Espero recibir tus comentarios pronto acerca del presente epilogo y hasta una próxima actualización. ¡Besos!
Chouri. ¡Como siempre, muchísimas gracias! Espero que este primer epílogo haya sido de tu agrado y tus comentarios también. Cuídate mucho.
Yelitza. Gracias, gracias, gracias - me entusiasma mucho mas que te haya gustado el capitulo 21. ¡uffff! Si que me tomó trabajo escribir ese capitulo por encima de los epílogos. Un beso y un saludo de mi parte y espero tus comentarios de este epilogo. ¡Chaus!
Yohko B. jajaja creo que te he complacido con el destino de la familia de Eriol. ¡Si que los cuñados se llevan bien¡Besos para ti!
Aiko1993. Espero que te haya gustado el primer epilogo y lamento si el epilogo no se habló de la boda de Daidouji jajaja… bueno, espero que el epilogo del par te satisfaga. Un beso y hablamos…
AMNI123. Aquí está el primer epilogo. ¿Qué te pareció? Espero tus comentarios.
Sara Li. Jaujajajaja no esperes menos de mí. No puedo con los finales crueles o negros… lo mío es rosa… rosa melado: P Espero que sea de tu agrado este epilogo y espero tus comentarios. ¡un beso!
Syaoransakurocks. ¡niñas! Un beso a ambas. De seguro ya están Panamá. snifff espero que puedan seguir en contacto y cuídense mucho. Espero sus comentarios sobre este epilogo y un saludo desde aquí. Gracias por el apoyo incondicional de ambas. Siempre estaré en deuda con ustedes… un abrazo.
Claux. OO! vaya ¿Te gustó tanto el final para dejar RR? Hmmm parece que me subestimo con este capitulo 21. pero nada… cuídate mucho y espero tus comentarios respecto a este epilogo1. ¡besos!
EMMA RIDDLE: Gracias, gracias, gracias, gracias Un beso y un saludo y espero que este epilogo haya sido de tu agrado.
IRMIUX. ¡otro nombre nuevo por aquí¡wow! Parece que ando de suerte Muchas gracias por tus comentarios. Espero que este epilogo te haya gustado para dejarme otro comentario. ¡Saludos!
FENIXGIRL. ¡holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Otro de los nombres que estoy mas que habituada de ver, actualización tras actualización. Espero que este epilogo haya sido de tu agrado… … hmmm en verdad no tenia nada planeado para el matrimonio de Touya y Daidouji pero parece que tendré que complacerles… un saludo y gracias por tu apoyo.
Littleblackrose. Otro nombre nuevo por aquí… ¿O estoy equivocada? Aun así gracias por tus comentarios. ¿Verdad que el británico es un amor¡Quelo uno de esos!
Isis Temptation. ¡HOEEEEEEEEEEEE! –blushes… really blushes.- ´´´ Ni Hao a los tres protagonistas y a mi querida amiga Isis- Chan … ¡Ay pero que verguenza con ustedes cuatro, peleandose por hacerme llegar sus comentarios! Como pudiste ver amiga, ya tenemos uno de los tres epílogos online y creo que no habrá quejas por ahí. Muchas gracias por tan divertido comentario y nos leeremos en la semana ¡Onimayusi:P Creo jijijiji
Sakura Potterhayes. Hola! Gracias por tu apoyo, tus ánimos y tu paciencia. Creo que este primer epilogo será de tu agrado y espero con ansías tus comentarios. Cuídate mucho y nos leeremos. ¡Besos!
Shaery Hiroshi. Doy saltitos contigo en estos momentos… ¡jijiji! Terminé este primer epilogo. Me alegra mucho que, el final del capitulo 21 haya sido de tu agrado. Con relación a tu duda te respondo que si… hay unas historias de CCS donde la pareja es Eriol y Tomoyo Chan pero si quieres suspirar con este par… valga mi humildad te recomiendo "La princesa del Cerezo y el lobo Rebelde" , "Ocurrió en Navidad" y "The story about a Prince and a Courtier" que está en mi profile de FFNET y de mi amiga Daulaci Chan "Lecciones para dos" y "Simplemente ¿Amigos?" ¡Espero que te gusten!
NerakCibeles. Jajaja espero que el desenlace del britanico y la pelirroja haya sido de tu agrado. ¡besos!
Patrytc. No te preocupes por eso de no dejar RR. Yo sufro de vez en cuando de ese problemita de la falta de tiempo. ¡oh¿Asi que te gustaron las dos historias anteriores? Entre nos "Princesa del cerezo" es mi favorita jijijiji… cada autor tiene una historia favorita y creo que esa es la mía. Con relación a Dos Vidas, los primeros 3 capítulos han sido ya corregidos y reeditados. Comenzaré a subirlos inmediatamente termine el último epilogo de esta historia. Te ruego paciencia. La verdad, valga mi humildad, Dos Vidas ha comenzado a tomar una trama un tanto mas intensa, oscura y por supuesto, corta Habían demasiadas escenas entre el medio que no venían al caso y desvariaban la historia… espero que el resultado sea del agrado de todos… un beso y gracias por tus comentarios. ¡Chaus!
Angie. ¿Así que te inspiré para un fic? Espero q me mandes el link de donde se pueda leer. Aun no tengo tiempo pero prometo que me daré una vueltecita y la leeré, aunque no hago compromisos de betado pero leo si me lo propongo- No esperar respuesta muy pronto jjeje es broma. Gracias por tus comentarios y espero que este epilogo haya sido de tu agrado ¡chaus!
Chik-happy. Gracias, gracias y gracias
DArk- Tsubasa… Oo! Interesante… nombre :P ¿Tres Días? OO! PLOP! Y dizque yo era problemática con Mikki Chan cuando me leí en la torre de Tokio completito en una semana ¡WOW! Me honras jijiji solo que, espero que hayas dormido… un enorme abrazo para ti y dulces sueños.
Erica. AMIGA! Cuanto tiempo! Andabas bien perdida… ¿O soy yo? Gracias por tu apoyo incondicional en las últimas historias y espero que este epilogo haya sido de tu agrado. Cuídate mucho y nos leemos.
Finalmente a mi querida amiga Daulaci. De quien he recibido el honor de escribir el lemon correspondiente al siguiente epilogo. Muchisimas gracias por tu apoyo y deseos de marcar la barra de los 500RR Aunque muchas de nosotras no podemos borrar de nuestros recuerdos que llegaste a los 700 en "Junto a TI" y vas por encima de los 80RR en la historia "Simplemente ¿Amigos?" a pesar de ir en el cuarto capitulo. ¡Vaya que tienes una fuerte reputación que mantener! No me gustaría estar en tus zapatos ahora mismo… pero aun así tienes mi apoyo incondicional, hoy, mañana y siempre. ¡besos enormes!
Ya saben que, el segundo epilogo estará por aquí pronto… así que, Comentarios, dudas, Tomatazos… Eriol en paquetería… en serio, no me quejaría si me lo mandasen dentro de un sobre jijijiji y ¡hasta una próxima!
