PARA MI, SIEMPRE FUISTE TU
POR CRYSTAL
EPILOGO 2.-
Nota preliminar: el presente epilogo ha sido más que todo, por una solicitud casi unánime de mis lectores y no lo hago con el propósito de ofender o molestar a nadie. Aviso de antemano que habrán escenas no aptas para menores y finalmente, agradezco a mi querida beta Daulaci quien es la autora de la escena lemon presente en el presente Capitulo.
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Parpadeó dos veces antes de darse cuenta que podía ser de día ya. Nunca se despertaba a mitad de la noche: o dormía la noche entera o no lo hacía. Pero aun así, se sentía perezoso de levantarse lo que se volvía un hábito gracias a la vida que llevaba.
Renunció a casi todo por ella. No me malinterpreten, pues seguía siendo bastante rico pero no lo ostentaban con tantas ganas de mostrar el dinero que tenían. Tenían una casa de dos niveles en un vecindario acomodado. Tenían la ayuda de una mucama y cocinera para la casa y dos chóferes. Y además sus hijos estudiaban (al menos la mayor de los dos) en uno de los mejores colegios de la zona y era privado.
Su vida era muy distinta a la que vivió años antes y ahora era más feliz. Escuchó un respirar a su lado y se volteó para descubrir, cuando se posó una sutil sonrisa en su masculino y apuesto rostro, la figura que yacía a su lado apaciblemente dormida.
Para despertarla era todo un reto: tenía uno de los sueños más pesados que había conocido en la historia. Pero era, lo que hacía mas divertido desde que contrajeron matrimonio, el despertarla. Observó aquel rostro apacible, con una sutil sonrisa en su bello perfil, cuya belleza se engrandecía con cada día que pasaba y la madurez les llegaba a ambos. Notó como aquella bata de seda color rosa con encajes sugerentes, caía con gracia en sus delicadas curvas, dándole un aire sensual que ella misma a veces ignoraba que poseía.
Cada día daba gracias a Dios por haberla puesto en su camino, aquel día que la vio entrar en el salón de juntas vistiendo unos simples overoles cortos. La verdad, era que, no pensó encontrar ningún prospecto, menos en Japón, un país que le traía hasta aquel día malos recuerdos.
La amaba tanto que no le haría o pensaba nunca hacerla sufrir... con nada...
Por eso era que, no le diría que la había visto. Suponía y no estaba tan lejos de la verdad, que saber de Asako nuevamente, después de tantos años, afectaría su relación. Más aun, cuando la había visto la semana anterior y habían almorzado juntos. Claro que fue mera coincidencia para ambos. Sakura odiaba los cotilleos y recién casados (cuando los medios se enteraron finalmente que se habían casado) era el rumor malintencionado que Shaoran le era infiel con la modelo.
Sino hubiera sido por la confianza que habían entre ambos, la alta fidelidad de Shaoran todo aquel tiempo y por supuesto el amor que había crecido con los años, Shaoran no dudaba que gracias a las revistas sensacionalistas, habrían existido conflictos que hubieran arruinado su matrimonio años atrás.
Ahora años después, seguían muy unidos. Sakura no trabajaba directamente para Diario Tokio pero si en una revista juvenil que existía en la ciudad y ya estaba haciendo fama incluso en otros países. Sakura estaba muy involucrada en su diseño y contenido por lo que realizaba el trabajo con éxito y así, no tenía que estar en el mismo techo que Shaoran aunque los almuerzos que organizaban juntos siempre terminaban en encuentros inéditos en su despacho.
Viéndola dormir pensó que era lo mejor, contarle de su encuentro con Asako. Acarició los mechones que caían graciosamente sobre su rostro adormecido y los colocó detrás de su oreja. Sonrió cuando se aproximó a ella para besar suavemente sus labios, logrando con ello que la mujer soltase un sutil gemido pero no se despertaba.
Acarició sus brazos desnudos y volvió a besarle los labios. Después una mejilla y fue descendiendo hasta el cuello donde escuchó a la muchacha ya gemir perezosamente y sintió su mano buscar su mejilla.- Buenos días a ti también- logrando que sus ojos se abrieran mostrando las enormes esmeraldas, que le observaban con entusiasmo.
Pero desconocía las dudas que existían en la mujer que hizo su esposa. En verdad, la sombra jamás había desaparecido de Sakura y existía aquella pizca de incertidumbre que nublaba su morada o días a su lado.
-Buenos días amor...- respondió él aproximándose y ya besando sin inhibiciones sus labios los cuales respondía afectuosamente.
-Tienes que buscar otras maneras de despertarme Shaoran... tal vez, un despertador...
Shaoran sonrió mostrando a su esposa su guapa complexión cuando le sacaba una sonrisa. ¡Shaoran tenía incluso el poder de sonsacarla con solo sonreírle! Su corazón latía agitado cada vez que hacía aquello y sus pies se enfriaban rápidamente. -¿Qué tendría de divertido un despertador como esos? – aferrando cerca de su cuerpo la figura de su esposa- Me gusta mas mi método- apretándole contra su torso el cual tenía una pijama china cubriendo su masculino pecho. Besó sus labios sensualmente, robándole un gemido extasiado a los labios de su esposa.
-Sh... Shaoran...- suspiró ella al sentir sus sugerentes toques. Escuchó una risilla traviesa de su esposo.- ¡Shaoran! – exclamó al sentir como subía sus manos por debajo de la bata. - ¡Missy podría entrar...!
-No. Aun es muy temprano y tiene tu habilidad de dormir...- aseguró él con voz ronca, encendiendo con sus toques la figura de su esposa. Besó sus labios mientras sus manos obligaban a Sakura a ceder ante sus pretensiones y comenzó a buscar el pecho desnudo de su esposo al desvestirle mientras, comenzaban ambos a sentir calor.
Un largo rato después, Sakura preparaba su desayuno mientras Shaoran tomaba una ducha. Una sonrisa sutil adornaba su rostro. Mientras su mente viajaba al momento compartido instantes antes en su alcoba, los huevos comenzaron a quemarse.
Estaba irremediablemente enamorada de aquel hombre que le había dado a sus dos hijos. Lo amaba cada día que pasaba y no se arrepentía del matrimonio que llevaban. Cuando el teléfono sonó, Sakura estaba muy pérdida en sus pensamientos y sonreía tontamente mientras las mejillas sonrosadas delataban que había hecho el amor con él para quien supiera, lo que estaba pensando. En el tercer timbrazo, quien contestó fue la mucama que cuando entró a la cocina se dio cuenta del aroma de los huevos quemándose en la estufa.
-¡Señora Sakura¡Los huevos! – gritó alarmada la mucama.
-¡HOEEEEEEEEEEEEEEE!- gritó la mujer poniéndose manos a la obra al tomar la sartén ya calcinada del desayuno y colocándola bajo el grifo para llenarla de agua. Avergonzada por haberse quedado navegando en sus recuerdos, tomó el teléfono mientras la mucama le revelaba que ella prepararía el desayuno para salvar la casa de un nuevo riesgo de incendio. -¿Bueno?
-Sakura: Habla Tamechi- declaró la voz masculina pero bastante amanerada.
-Si ¿qué pasa?
-Sakura: no puedo asistir hoy a la sesión de fotos para las paginas centrales de moda y necesitan a alguien de la revista hoy ¿podrías ir tu?
-'¿Qué¿Acaso bromeas?
-No Sakura: mi hermana acaba de dar a luz y su esposo está de viaje...- declaró el hombre que era muy conocido por sus amaneramientos e inclinaciones.- Necesitan a alguien allá y la sesión de fotos comienza a las nueve...
-¡Eso es en menos de una hora!
-Si lo se. No te lo pediría sino fuera una verdadera emergencia...
Sakura miró el reloj. Cuarenta y cinco minutos para tomar un baño, vestirse, atravesar la ciudad y llegar a la sesión de fotos. En aquel momento vio como Shaoran entraba en la cocina (con una enorme sonrisa en su rostro), haciéndole recordar lo que pasó y tuvo que darle la espalda para anotar lo que le dictaban a través del teléfono.
Shaoran sonrió cuando notó a la mucama haciendo lo que parecía ser el desayuno y un olor a quemado invadía la cocina y parte del comedor. Veía a Sakura tomar notas en una libreta de apuntes y una vez colgó preguntó.- ¿Qué pasa?
-Se me ha quemado el desayuno- suspiró – Es que... – sonrojándose como una cereza- tenía la cabeza en otro lugar...
Shaoran sonrió. Y su esposa, prosiguió a servirle café mientras la mucama terminaba el desayuno de Shaoran.- ¿Qué anotabas?
-Una sesión de fotos para una hora...- declaró ella alarmándose por el tiempo.- Tamechi no puede ir pues, tiene a su hermana dando a luz y su esposo está de viaje...
-Es comprensible.
-Si pero sabe que estamos bajo presión por la edición. Cierra en dos días y tenemos que tener las fotos centrales para entonces.
-¿Irás a reemplazarlo?
-Me temo que si- sonrió ella. –No podré despedirme de los niños...
-Ve tranquila... – declaró Shaoran- Yo los esperaré.
-¿No vas temprano a la oficina?
-Bueno: Debía irme antes de las ocho pero...- mirándole sugestivamente- Avisé a la oficina hace un instante que llegaría tarde...
-¡Oh! – Declaró ella aun con su sonrojado rostro.- Voy a vestirme y me marcho...
Shaoran la vio marcharse. Ciertamente, muchas cosas pasan cuando uno es casado. Incluso pensó alguna vez, cuando Sakura recién iniciaba con la revista que debía estar celoso de Tamechi cuando Sakura solo hablaba de aquel sujeto. Lo ponía nervioso que Sakura admirara tanto a otro hombre.
Entonces conoció al supuesto Tamechi y su presencia (Además de su mirada) en verdad le perturbó. Debió imaginarse que quien trabajara en la sección de modas juveniles, de una revista para adolescentes (chicas), debía de tener más conexión con genes femeninos que masculinos. Más que todo pues le guiñó el ojo e hizo unos comentarios que le sonrojaron a él, más aun a Sakura.
En verdad, era muy dichoso.
Sakura llegó a la dirección indicada apenas a tiempo. Era un famoso estudio fotográfico al cual había tenido el placer de ir en incontables ocasiones ya. Subió portando su portafolio y su cartera, no le fue difícil dar con el estudio. Observó a un grupo de diez adolescentes (todas modelos), ser preparadas mientras, habían dos o mas fotógrafos, maquilladores y sujetos que agarraban las luces.
-¡Mi querida Li!- gritó el fotógrafo saludándole con cortesía. Tenían años conociéndose y siempre había un cumplido para Sakura-¡Ese bello rostro! Madre mía... siempre he dicho que debes engalanar una de tus magnificas portadas...
-Demesi, me honras...- murmuró ella abochornada por sus comentarios. -¿Estamos listos ya?
-Casi. – Admitió el fotógrafo.- Teníamos planeado el estudio B pero ha habido un cambio de planes y he tenido que venir aquí...
-¿Está arrendado?
-Así es.- declaró borrando su sonrisa cosa que aturdió unos segundos a Sakura- Un anuncio que están filmando...- no dando más detalles- ¿Que tal si tomamos algo mientras terminan de instalarlo todo?
Sakura asintió y ambos fueron a la mesa de café.
Mientras dos de las maquilladoras comentaban entre ellas.- Dicen que volvió para este anuncio, nada mas...- mirando a reojo a Sakura – Pero su agente rumora que su almuerzo con Li no tuvo nada de casual.
-¿Acaso me dices que tratará de entrometerse en su matrimonio? – preguntó la otra sorprendida.
-Solo se que, es bastante difícil que tu marido no olvide a su ex¿pero que la engañara en sus propias narices?
-¡Es una desvergonzada! – Declaró la otra- la Señora Sakura es una mujer tan buena y decente...
-Si, no se merece que su marido la esté engañando con su ex.
-Eso supongo. Pero ya sabes como son esos hombres: porque son millonarios pueden tener las mujeres que quieren...
-¿Crees que se han visto todos estos años?
-Eso creo...- admitió la otra.
Guardaron silencio cuando vieron que el estudio terminaba de colocarse en orden. La sesión de fotos pasaba tranquilamente aunque Sakura se daba cuenta que era objeto de miradas indiscretas por algunas personas allí presentes. Se concentró en la sesión y en el café que siempre tenía en sus manos.
Pero en verdad, aquellas miradas la tenían nerviosa. Cuando el director dijo.- ¡Descanso! Tienen dos minutos...
-Gracias a Dios- suspiró ella. Ya no soportando las miradas, declaró.- Voy a salir – dijo al encargado y agregó.- Haré una llamada.
-Muy bien- declaró el hombre viéndole irse e abrir y volver a cerrar la puerta del estudio. Observó el ambiente y comenzó a dar instrucciones de algunos cambios.
Sakura caminó unos instantes hasta encontrar señal en su teléfono móvil. Sintió como una puerta se abría mas adelante y volvía a cerrarse. Vio a un hombre salir detrás de otro y el de atrás declarar- No puedes irte ¡tenemos que terminar la toma!
-Estoy harto de esto- reclamó el otro.- Que sea un modelo infantil famoso, no le da derecho de hablarme como le venga en gana- Sakura poco le importaba aquello y se conformaba en escuchar el teléfono timbrar. Fue entonces cuando escuchó la puerta abrirse una tercera ocasión y unos tacos resonaban en el pasillo -¡No importa lo que digas, no voy a volver a entrar!
-Por favor- declaró la voz femenina- Me disculpo por el. Tiene que entender que es un niño... ha veces son caprichosos...
-¡Me importa un comino! Se que es tu hijo, pero me tiene harto. Asako- helándole el corazón a Sakura ante aquel nombre- ¡Trata de controlarlo para la próxima toma o me largo! – volviendo a entrar. Sakura se volteó y dejó caer la llamada que realizaba a su casa. A pocos metros de ella, había una mujer hermosa, alta, estilizada y quien aun conservaba unas piernas esbeltas y firmes, un mentón altanero y orgulloso. Sus cabellos llegaban a su cintura, cuando Sakura tuvo que cortar los suyos hasta los hombros para que sea más fácil de mantener más con dos niños. Y se notaba que sus pechos pequeños y firmes no daban la intención de que, era una mujer que tenía un hijo. Su maquillaje impecable mientras que Sakura llevaba solo un poco de lápiz labial. Portaba unos pantalones de oficina y una camisa blanca por fuera del pantalón mientras aquella mujer, era la elegancia personificada con aquella falda y blusa. No parecía una mujer de verdad. Mas bien una muñeca de las que las niñas jugaban que tenían imitación de mujeres como ella.
-Asako: por el bien de este anuncio controla a tu hijo...
-Si. Lo siento Daikasame- Sama- se disculpó la mujer. Fue entonces cuando la mirada de ella, fue más allá al pasillo. Justo donde estaba Sakura.
Sakura sintió que el alma se le helaba. La mujer le observaba con notable curiosidad quedándose plantada en el pasillo cuando el que se llamaba Daikasame entraba por la puerta. Parecía estudiarla. Dado a que nunca fueron formalmente presentadas, Sakura pensó que lo mejor era voltearse y volver al estudio. Caminaba con firmeza por el pasillo, pensando una y otra vez en aquella mujer que pertenecía al pasado de Shaoran.
Parecía que los años no pasaban sobre Asako. Se conservaba maravillosamente y no pasaba desapercibida la presencia de la mujer en el último año, en las revistas de renombre y para mujeres adultas de Japón. Parecía increíble después de tantos años, que Sakura, por primera vez se sentía intimidada ante la presencia de otra mujer.
¡Cosa absurda! Habían pasado años de su relación con Shaoran y ahora, Sakura era la madre de sus hijos. ¿Por qué había actuado tan temerosa ante su presencia? No tenía razón de ser. Shaoran y ella ya llevaban años de casados y Asako pertenece ahora a un pasado lejano. Entró sin ser percibida por los allí presentes. Vio a Demesi hablar con una de las modelos juveniles y parecía reprenderla. Cuando Sakura se aproximó, lo que escuchó le heló la sangre- No me importa que solo sean rumores acerca del Señor Li y Asako. No quiero que en la presencia de la Señora Li, suelten esos chismes de patio...
-Es la verdad y casi todos lo saben. Muchos vieron a Asako una semana atrás abordar el coche de Li cuando había terminado la sesión de fotos y de entrevistas para Diario Tokio- sancionó la malcriada adolescente. A sakura aquello la hizo sentirse terriblemente enferma en aquel instante. - ¡Que el sujeto haya engañado a su esposa con Asako no será un secreto por mucho tiempo! – en aquel momento Demesi levantó la mirada para encontrarse con Sakura.
-Sakura- dijo con temor e imploración.
-¿Es eso Cierto, Demesi? – preguntó ella atrayendo con su tono de voz a todas las miradas a su alrededor. El estudio se sumó a un silencio ensordecedor.- ¿Todos piensan que Shaoran me engaña... con Asako?
-Sakura: permíteme... –
-No. - declaró ella haciéndole callar. –Vamos a aclarar un par de cosas- declaró ella enojada para que le escucharan. –Shaoran no me guarda secretos. No es verdad, que él me engaña con Asako o mucho menos que almorzaron juntos… ¡Por favor!. – mirando ahora a la adolescente que estaba avergonzada en ser descubierta- Esto es un absurdo y Shaoran respeta los votos matrimoniales. ¡Son una barda de chismosos todos aquellos que creen lo contrario! – Tomando su cartera siendo seguida por Demesi agregó.- Termina la sesión sin mí...
-Sakura: tienes que estar presente- declaró el aferrándole con firmeza agregó.- Sakura: son solo chismes, rumores...
-Estabas enterado.- declaró sorprendida.
-Su agente ha estado usando eso como material para promocionar a Asako. Todos saben que su profesión está muriendo para ella. Ahora pretende catapultarla con su hijo a quien ha puesto de modelo también y su agente trata de que la mencionen. Es todo... se como usan a las personas en este negocio Sakura. Y conociendo la reputación de tu marido desde que se casó contigo, estoy seguro- tomándole por el mentón – Debes de creerme.
-Tengo... tengo que irme- declaró ella como toda respuesta. Eso no quitaba el hecho que Shaoran había almorzado con Asako. ¡Se lo ocultó! Ahora decían que ella estaba siendo vilmente engañada por su esposo y esa mujer.
¡Era más de lo que podía soportar!
Sakura salió deprisa sin fijarse en nada ni nadie a su alrededor. Escuchaba la voz de Demesi seguirle por le pasillo pero la perdió de vista una vez bajó el elevador. Deseaba un lugar tranquilo para pensar. Los ojos se le nublaban por las lágrimas. Pensó llamar a Shaoran, pero descartó aquella idea inmediatamente. ¡Era el responsable de su sufrimiento!
¿Desde cuando Shaoran, su esposo, se veía con la Modelo¿Semanas, meses... años¡No quería pensar aquello último!
¿Cómo fue capaz de aquello? Sakura había tenido que mentir allí arriba diciendo que sabía todo lo que su marido hacía y con quien se juntaba para no parecer débil y dominada.
Sus mejillas se encendieron cada vez mas al pensar que Shaoran, podía en verdad, engañarla con la modelo. ¡Escondió que se habían reunido! Todos lo sabían excepto ella. Caminó un buen rato olvidándose que estaba lloviznando ya. Vio que, había llegado a lo que parecía el lobby de un hotel. Era muy lujoso y no hesitó al ingresar y pedir una habitación.
El encargado le sirvió lo que solicitaba y Sakura pagó con su tarjeta de crédito. Subió el ascensor con su llave en mano y cuando el elevador se detuvo se sentía que no tenía estomago o piernas. No sentía nada. Solo las tibias lágrimas que recorrían sus mejillas. Cuando llegó a la habitación, no procuró cerrar con la cadena y se echó en la cama. Las cortinas estaban descorridas y se sintió finalmente en sus anchas para llorar con desdicha.
Le hizo el amor a ella aquella mañana con tanta ternura. ¿Acaso aquello ultimo era pretendido también y deseaba hacerle el amor a Asako en vez de a ella?
Recordó con alegría momentos más felices pasados a su lado. Fue una estúpida. Si acaso Shaoran la había engañado. Lo amaba con locura. Amaba a Shaoran. Pensó en los momentos compartidos a su lado lo que le aseguraba que, aquello entre Asako y él, podría no ser cierto.
Entonces pensó "¿Acaso la mirada que ella te lanzó hoy era de altanería? Sabía seguramente que eras tu?"
"No, no lo sabía!"
"Si, lo sabía. Lo sabes... sabes que ella sabía quien eras... era una mirada y luego cuando diste la vuelta se sonrió al pensar que cuando Shaoran no te hace el amor a ti, se lo está haciendo a ella"
-"¡NO! Shaoran no me engaña" pensó histérica no pudiendo contener los gritos. "Tenemos dos hijos. No me engaña... no con ella... no con nadie"
"¿Por qué entonces siempre has tenido esa duda¿Por qué te cuestionas ahora mismo? No has hecho mas que dudar poco después de que se casaran… cuando se marchaba en aquellos viajes… incluso podrías no ser la única en la vida de Shaoran Li"
Veía ya la lluvia caer sobre la ciudad con fragor. Shaoran al otro lado de la ciudad, estaba en aquel momento viendo la lluvia caer con estrépito dando contra el cristal de la oficina cuando el timbre sonó.- ¿Si?
-Disculpe señor... pero lo llaman por su línea privada...
-¿Qué? – preguntó él aturdido. Solo algunas personas sabían de aquella línea privada: Su madre y hermanas en Hong Kong, la Mucama de la casa Li, Fujitaka Kinomoto y Eriol Hiragizawa.
-Si. Dice que encontró el teléfono en la agenda de su esposa...
-¿Qué hace él con la agenda de Sakura? – se extrañó.
-Señor: será mejor que tome la llamada. – Shaoran no hesitó y tomó el teléfono.
-Aquí Li.
-Señor Li: habla Demesi. – Declaró con ímpetu.- Soy el encargado de fotografía de la revista juvenil que su esposa labora...
-Si. – Sintiéndose nervioso - ¿Por qué no es ella quien llama¿Ocurre algo malo con Mi Esposa?
-Señor Li- declaró el hombre con temor.- Sakura salió de aquí bastante alterada y dejó su portafolio.
-Sakura ¿Alterada¿Por qué¿Acaso recibió una llamada de casa o...
-No señor. Si hubiera sido eso, guardo el portafolios hasta que la vea o lo hago llegar a su casa...- agregó.- Sakura se ha enterado de algo aquí...y... temo por ella... me agrada mucho y llevo años conociéndola.
-¿Qué ha pasado? – Preguntó ya temeroso- ¡Dígame por todos los Santos!
Shaoran escuchó la línea sonar pero no le importó. Escuchó alarmándose cada vez más conforme el sujeto le narró los eventos: Sakura salió a toda prisa del estudio fotográfico, el hombre la siguió hasta que la perdió en la calle. Y lo más importante fue de lo que se enteró. Finalmente declaró.- Se por la forma que actuó que ella no estaba enterada de lo sucedido con Asako como quiso dejar entredicho delante de todos..
-Asako y yo no tenemos absolutamente nada- declaró el con los ojos cerrados y con tanta firmeza que no se daba cuenta que tanto apretaba el puño del teléfono. -¿Por qué diablos le dijeron eso a ella?
-Señor: sabe que todo lo concerniente a Asako es material publicitario para causar mas ventas de las revistas... los rumores circulan desde días ya... era cuestión de tiempo que Sakura se enterara. Por supuesto, sabía que no era cierto. Pero no creo que por la actitud de la señora Li, esta me haya creído.
Shaoran agradeció la información y levantando su línea marcó a su casa. Le dijeron que Sakura no había llamado en toda la mañana. Llamó a casa de Tomoyo y a las empresas Daidouji. Le informaron que Tomoyo había salido a una junta de accionistas con su madre. Llamando al móvil de Tomoyo finalmente ella contestó diciéndole que no había sabido nada de Sakura. Shaoran le pidió que guardara silencio a Touya y que hablaría con ella una vez encontrara a Sakura y que no se preocupara. Pero él estaba hecho un manojo de nervios. Llamó a Fujitaka encontrándose con la contestadora.
Tomó una decisión y le asignó a la secretaria que llamara al banco. Estaba lloviendo y conociendo a Sakura, no se dedicaría a andar por ahí en el agua lluvia dado a que un mes antes, estuvo enferma gravemente de la gripa. Que pidiera los estados del día de todas las tarjetas de crédito de él y de Sakura. Salió rápidamente para ir a Tomoeda, a la casa de su padre a cerciorarse que no estaba allá.
Sentía un profundo temor en su corazón. Sakura vagando sola por la ciudad no era un buen presagio y temía por su bienestar. Pensó que tenía en parte la culpa por no haber contado a Sakura de su encuentro con Asako. ¿Por qué demonios había hecho aquello? Siempre había existido confianza entre ambos y no había secretos hasta una semana atrás. ¿Por qué no le dijo de Asako?
Amaba a esa mujer y si algo le pasaba, jamás se lo perdonaría.
Recordó que ella merecía todo de él. Era su esposa. Era el primer hombre en su vida y aquello le llenó de orgullo aquella primera noche de bodas juntos, en donde todas las dudas de que pertenecían juntos, quedaron en el pasado.
Después de despedirse de los invitados Sakura y Shaoran se cambiaron de ropa para dirigirse al aeropuerto, donde subieron a un avión privado pero lo sorprendente era que, no era el avión de negocios de Li, sino otro avión mas sofisticado y no tan frío como el otro. Shaoran no había querido revelarle donde pasarían la luna de miel.
A Sakura no le importó el largo viaje, ya que fue tan placentero que casi olvidó donde se encontraban. La mayor parte del tiempo la tripulación respeto su privacidad al máximo a excepción de un par de ocasiones en que les sirvieron la comida.
El interior del lugar era muy agradable pues aparte de los sillones normales, había una especie de salita con cómodos sillones en los que pasaron la mayor parte del tiempo. Sakura pensó que de no ser por las ventanillas que se extendían a cada lado bien podría haber olvidado que se encontraba volando por los aires.
Platicaron durante horas sin más interrupciones que las que ellos mismo provocaban para besarse y abrazarse, en diferentes ocasiones alguno de ellos recobraba la cordura justo a tiempo para apartarse al recordar donde se encontraban. Mientras Sakura reía nerviosa y sonrojada Shaoran le recordaba que pronto estarían en un lugar apartado y "completamente" solos.
Sakura se intrigaba mucho al escucharlo y volvía a preguntar a donde iban.
-La curiosidad me mata –insistió Sakura haciendo gala de sus mejores armas para convencerlo-. Anda, dime a donde me llevas –pidió acurrucándose contra él.
-Es una sorpresa –le recordó mientras la tomaba de la mano para besarle la palma, donde portaba su sortija de matrimonio-. Ten paciencia –Shaoran sonrió de oreja a oreja antes de volver a besarla.
Una hora más tarde la azafata les avisaba que llegarían pronto a su destino.
Sakura aprovechó para refrescarse antes de aterrizar y Shaoran le sugirió que se cambiara y se pusiera ropa cómoda y fresca.
Al poco rato y siguiendo su consejo Sakura aparecía ante él con un vestido con escote halter, ajustado en la parte de arriba y con falda de vuelo.
Al verla, Shaoran no tardó en deshacerse en halagos y la besó con intensidad. Sakura también expresó su aprobación, Shaoran se veía increíblemente atractivo con unos pantalones de algodón color crema y una camisa blanca.
Una vez que aterrizaron Sakura descubrió que se encontraban en Italia, aunque también notó que habían aterrizado en un aeródromo situado en alguna provincia de ese país. Una vez fuera los esperaba un auto que ocuparon solo ellos dos, sin chofer, sin guardaespaldas les ayudaron para colocarles las maletas en la parte de atrás y despidiéndose de los recién casados, la tripulación abordó el avión y comenzaban a prepararlo para la partida.
Unos minutos más tarde, el auto giró para tomar un camino flanqueado por viñedos y acabó deteniéndose ante una elegante casa rodeada de terrazas y adornadas con flores.
Sakura boquiabierta bajo del auto ayudada por Shaoran, un hombre salió de la casa a darles la bienvenida.
-El señor Laroche y u esposa cuidan la casa –le explicó Shaoran a Sakura al presentarle al hombre.
Mientras Laroche se ocupaba del equipaje, ellos se dirigieron a la casa. Sakura se sintió aturdida por la maravillosa sensación que le producía estar en un sitio tan hermoso con Shaoran, tanto que se sobresaltó al sentir que este la tomaba en brazos para entrar con ella al interior.
La casa era solitaria tenía piscina y desde la colina se disfrutaba de una vista impresionante. El interior no se quedaba atrás. Shaoran la guió de cuarto en cuarto mientras ella observaba fascinada. Era una casa antigua, de colores cálidos con muebles también antiguos que se combinaban con algunos más modernos. Los ventanales hasta el suelo conducían a terrazas de piedra y en una se encontró para sorpresa con un camarero junto a una mesa puesta.
-No se tú, pero yo tengo mucha hambre –explicó Shaoran con naturalidad mientras separaba una silla para que se sentara ella.
Durante la comida Shaoran le contó sobre la historia del lugar y sus alrededores. El porque había decidido comprar el sitio y también confesó que era la primera vez que estaba ahí de visita, solo había ido una vez para conocer la propiedad antes de comprarla. Hacía calor y el cielo era de un azul muy intenso. Solo el canto de los pájaros rompía el idílico silencio.
-¿No habías venido nunca después de eso? – preguntó sorprendida.
Shaoran negó con su cabeza- Debo de admitir que quienes vienen a refugiarse aquí es mi madre… pero eso lo hizo un año atrás para descansar. También han venido mis hermanas cuando tienen vacaciones de la universidad y quieren alejarse de los medios.
Cuando terminaron el sol comenzaba a ponerse cambiando los colores del cielo. Sakura miraba alrededor mientras Shaoran hablaba con el señor Laroche. En el momento que Sakura se acercó a ellos Shaoran le estrechaba la mano al hombre quien al verla hizo una leve inclinación de cabeza y deseó que su estancia ahí fuera placentera.
Volvieron a recorrer algunas habitaciones cuando Sakura escuchó un auto.
-¿Alguien viene?
-Alguien se va –respondió Shaoran mientras la llevaba al pie de las escaleras.
-¿Quién?
-El señor y la señora Laroche y por supuesto el camarero –respondió complacido mirando sus ojos asombrados.
La intensidad de su mirada apenas le permitía respirar sintiendo una punzada de deseo que la mareó, tardó unos segundos en asimilar lo que él le había dicho.
-¿Eso quiere decir que…?
-Que estamos "completamente" solos –terminó él al tiempo que la levantaba en brazos para llevarla escaleras arriba.
Antes de entrar al dormitorio principal y con ella en brazos Shaoran la besó y no se detuvo hasta que estuvieron dentro y cerró la puerta.
Sakura abrió los ojos con expresión soñadora contempló a su marido. Poco después se percató de la hermosa habitación en que se encontraba.
-¿Te gusta? –le preguntó él mientras la ponía de pie.
-Es maravillosa –jadeó emocionada y dejó escapar una risa nerviosa.
El suelo era de madera, había una chimenea de piedra. La cama, con dosel tenía un lujoso edredón de seda. Sakura vio un centro de flores maravilloso que llenaba el lugar con su delicioso aroma, también se fijó en la botella de champán que había en un cubo con hielo sobre una mesa.
Mientras Shaoran abría el champán y servía las copas Sakura paseó por la habitación. Descubrió que tenía un enorme vestidor donde sus cosas ya habían sido cuidadosamente colocadas.
El baño tenía una ducha, suelo de mármol y un jacuzzi impresionante. Sakura se sonrojó al darse cuenta de las imágenes que venían a su mente… agua y jabón mezclándose y dos cuerpos rozándose suavemente…
-Prometedor ¿no crees? –preguntó Shaoran con voz suave detrás de ella, llevaba las dos copas en las manos y la besó sin esperar respuesta, después sin dejar de mirarla le ofreció una copa-. Por nosotros –dijo levantando la suya.
-Por nosotros –susurró Sakura leyendo la promesa que había en sus ojos.
-Ven –dijo Shaoran después de beber su copa tomándola de la mano.
Volvieron a la habitación y Shaoran tomó las dos copas para llevarlas a la mesa. Sakura nerviosa se acercó a la ventana y se tranquilizó admirando el paisaje, el sol estaba ocultándose ya rodeado por un cielo en tonalidades rosadas y azules
A sus espaldas Shaoran la observaba sin aliento. Los últimos rayos del rol delineaban su silueta, bajo la mirada por aquel cuerpo delicado y femenino fijando su atención en la espalda y los hombros desnudos.
Ahora ella era su esposa y también sería su mujer.
Sakura lo sintió llegar detrás de ella y dejó escapar un suspiró al sentir sus manos sobre sus brazos.
-Todo esto es precioso –dijo Sakura.
-No tanto como tú –susurró Shaoran en su oído mientras la abrazaba por la cintura para apretarla contra él.
Aquí empieza el lemon
Sakura dio un respingo cuando en vez de sentir la camisa de Shaoran contra su espalda se encontró con la suavidad de su pecho desnudo.
-Shaoran –suspiró cerrando los ojos acomodándose contra la calidez de su piel. Él la abrazaba con fuerza, Sakura colocó sus brazos sobre los de él y recargó la cabeza sobre su hombro.
Shaoran bajó el rostro para ocultarlo en su cuello, se deleitó aspirando su aroma. Así abrazados, era más consciente de su fragilidad, su calor y un sentido protector se despertó en él con fuerza, pues sabía que tenía entres su brazos lo más preciado, lo más amado.
Sakura cerró los ojos dejándose llevar por las sensaciones, sus labios dejaban suaves besos sobre su hombro desnudo buscando un camino sobre la tela que cubría su cuello, siguió la línea de la barbilla hasta llegar al oído donde le susurró palabras cargadas de amor y promesas.
Notó su aliento en la frente, sus manos grandes descansando sobre su cintura, subiendo y bajando por sus costados, marcando su paso con fuego desde las costillas hasta los muslos.
Sakura sintió que se le secaba la garganta y entreabrió los labios, aspiró el aroma tan masculino de su colonia y sintió un escalofrío. Temblorosa intentó volverse, pero él no la dejó.
Shaoran mordisqueó el lóbulo de la oreja, su aliento y el roce de su piel en la espalda la marearon. No podía tocarlo como ella deseaba, él no le permitía moverse.
Sin previo aviso, sus manos subieron abarcando sus senos, con las palmas abiertas apretó suavemente, Sakura jadeó sintiendo que se quedaba sin aliento, se arqueó contra su pecho y abrió los ojos para encontrarse con los de él que observaban atentamente sus reacciones. Ella levantó una mano para ponerla sobre la de Shaoran y la otra subió hasta enterrarse en su cabello.
Sakura sintió que algo la calentaba por dentro y aceleraba su corazón al mismo ritmo que el de Shaoran pues lo sentía golpear en su espalda. Se pasó la lengua por los labios, buscando las palabras que reflejaran lo que sentía... lo que quería…
Shaoran la miraba con los ojos ardiendo, sus manos seguían acariciando sus senos con suavidad, despertando sensaciones desconocidas, haciéndola desear más. La besó en las mejillas, en la cien, escondió el rostro en su cuello y levantó la vista para volver a mirarla a los ojos.
Sakura no podía soportarlo más ese contacto era insuficiente, sin dejar de mirarlo levantó las manos y desabrochó la parte superior de su vestido detrás de su cuello, dejando caer las dos tiras de tela sobre las manos que se movían sobre sus senos.
-Cariño –murmuró él entre dientes al ver la piel expuesta de su cuello y la suavidad de sus hombros. Hundió la cara en su cuello para besarla con libertad, lamiendo las partes más sensibles, mordisqueando los hombros.
Sakura respiraba con dificultad, sus manos seguían acariciando sus pechos, los pulgares trazaban círculos, pero Shaoran no había apartado la tela del vestido como ella deseaba. Sintió sus labios en la nuca y gimió frustrada, aprovechó un momento en que Shaoran dejó de apretarla para volverse y abrazarlo por el cuello.
Se quedaron quietos un momento, mirándose fijamente, apenas había luz ya. Shaoran tomó aire un par de veces buscando serenarse, recordando que debía ir despacio, tenían toda la noche, toda la vida para amarse.
Sakura lo miraba expectante sintiendo los latidos de ambos corazones, el sonido acelerado de sus respiraciones, por la ventana abierta entraba el dulce canto de los pájaros nocturnos.
Ella levantó las manos y acarició su cara, enredó los delicados dedos entre su cabello, bajó una mano por su cuello y los anchos hombros deleitándose con su fuerza, lo escuchó respirar profundamente.
Él levantó una mano para acariciar sus labios con un dedo e inclinó la cabeza para besarle los parpados, la nariz, las mejillas, rozó sus labios una vez, dos veces, transmitiéndole un calor que la derretía.
Sakura abrió los labios como una invitación y entonces él empezó a besarla apasionadamente. Su boca bebía de la suya, succionando y acariciando, deslizándose a ratos despacio y luego más deprisa.
Ella gemía con placer y aceptó el beso, aprendiendo de él, dejándose llevar y, al mismo tiempo pidiendo más. De alguna manera ella logró deslizar la camisa abierta por sus brazos y lo abrazó con fuerza apretando los pezones erectos contra el torso masculino.
Shaoran percibió cada roce como algo exquisito y dejó de besarla para mirar hacia abajo. Con una especie de gruñido la levantó e inclinó la cabeza para hundirla en el valle de sus senos. Ella se echó hacia atrás arqueándose para levantar los pechos invitadoramente hacia la boca.
-Me vuelves loco –murmuró Shaoran deslizando las manos por sus costados y caderas, y la apretó contra él para que sintiera la evidencia de su propia excitación.
Sakura se restregó contra él sintiendo una punzada de satisfacción al oírlo jadear. Shaoran le apretó las caderas para detenerla y volvieron a besarse mientras él caminaba de espaldas a la cama.
Al llegar a la cama Shaoran terminó de quitarle el vestido, Sakura apenas se dio cuenta de esto, solo consciente de sus labios y de Shaoran que acariciaba su espalda y las caderas, sintiendo la mano por debajo de las braguitas.
Sakura echó la cabeza hacia atrás, buscando aire, apenas tuvo de tiempo de respirar antes de que Shaoran volviera a apoderarse de su boca, sus caricias la encendían de una manera que ella no creyó posible. Sakura dejó escapar un gemido cuando él acarició sus pechos para después apartarse y poco a poco desprenderla de la única prenda que quedaba.
La levantó en brazos para colocarla en el centro de la cama y empezó a quitarse el resto de la ropa. Ella se quedo boquiabierta. Él estaba desnudo… desnudo y tan hermoso que la dejó sin aliento.
Se reunió con ella en la cama y volvió a besarla entonces con suavidad. Nada la había preparado para esa sensación, apretada a su calor, su suavidad y aspereza, la fuerza erótica de su olor, todo él moviéndose contra ella, dejando claro cuánto la deseaba.
-¡Oh Shaoran! –gimió temblorosa-. Esto es tan… tan…
-Lo sé, lo sé –murmuro él contra sus labios-. Tócame Sakura, tócame.
Shaoran se puso de espaldas arrastrándola con él para que ella quedara encima. Obediente después de besarlo, Sakura pasó las manos suavemente por sus hombros, su pecho, delineando los fuertes músculos.
-No sé que hacer –susurró avergonzada.
-Lo que quieras –respondió él sin aliento-. Lo que desees.
Animada por la reacción que provocaba en él, Sakura lo besó y acarició sin reservas, guiándose por los susurros atormentados que él exclamaba. Se atrevió a hacer cosas que jamás imaginó que podría, tocándolo en lugares íntimos para corresponder a todo el placer que él le había proporcionado. Shaoran se deleitaba de sus caricias nerviosas y atrevidas para alguien que sabía de antemano que no había experimentado algo así con ningún hombre. Gemía sin inhibiciones.
-No sabía que ustedes eran tan... sensibles como nosotras- gimió ella avergonzada, tan excitada como él y maravillada de los resultados que captaba en la figura de su ahora esposo.
-No te imaginas cuanto... ven aquí, te deseo – declaró alzando su mano para atraer su boca, aplicando un beso febril e intenso en sus labios.
Él volvió a ponerse encima, sus piernas se enredaron, los besos se intensificaron hasta que casi no podían respirar. Con manos expertas la acariciaba, su boca seguía el camino que iban marcando sus manos, Sakura cerró los ojos, disfrutando del placer increíble que le provocaba, arrancándole gemidos que intensificaba sus atenciones más y más amorosas en su figura. Sakura sentía que se quemaba por dentro. No creía poder soportar más. Suplicaba con su voz que le diera más, aunque no sabía que pedía.
La mano de Shaoran bajó buscando acariciarla de forma más íntima y la encontró húmeda, fijó la mirada en su rostro para disfrutar de su reacción.
El placer era increíble, insoportable. Sakura se mordió los labios intentando contener los gemidos, pero cuando lo sintió explorando dentro de ella, no pudo seguir callada. Shaoran hacía círculos, acariciando la parte más sensible, ella se arqueaba, pidiendo más.
-Eres preciosa –dijo él con voz ronca y siguió acariciándola y besándola hasta que buscó en el cajón de la mesita de noche y se puso un preservativo.- Tan hermosa...
Se colocó encima de ella, entre sus muslos separados. Apoyó los codos en el colchón buscando no aplastarla. Tenía la manos sobre la cama, enredados entre su cabello. Sakura sonrió conmovida por su gesto pensando que no podía amarlo más.
-Despacio –le susurro él con tanto deseo que notó sus jadeos cálidos sobre la mejilla.
Sintió dolor pero él se mostró cuidadoso, la penetró muy despacio, deteniéndose después de empujar un poco más, esperando a que su cuerpo se relajara y lo aceptara. Sakura no pudo evitar que una lágrima resbalara por su mejilla, maravillada al sentirse una con él.
-Te he lastimado –dijo él al notar la humedad en su mejilla-. Lo siento yo...
-No, no –sollozó ella colocando un dedo en sus labios-. Es tan maravilloso, sabía que serías así, tan tierno, tan amable –y levantó la cabeza para besarlo.
Shaoran le devolvió sus besos hasta que gimió en su boca. Él levantó la cabeza sin dejar de acariciarle el pelo.
Permanecieron así un momento, tan quietos, unidos durante segundos infinitos, hasta que el dolor desapareció completamente. Sakura cerró los ojos sintiendo que una ola de placer la envolvía y empezó a moverse debajo de él pidiéndole más.
-Mírame –dijo Shaoran empezando a balancearse muy despacio.
Sakura abrió los ojos, con la vista nublada buscó su mirada.
-Mírame mientras dices mi nombre –dijo él con una mirada apasionada que la hacia sentirse poderosa. La deseaba y la necesitaba.
-Shaoran... Ah, Shaoran.
Sakura dijo su nombre una y otra vez, levantando las caderas, clavó las uñas en su espalda y abrazó su cuerpo con fuerza imitando sus movimientos.
Una sensación intensa los invadió llegando hasta cada centímetro de su piel vibrando de placer. Sakura lo jaló hacia ella por la nuca buscando su boca y Shaoran se tragó sus gritos y siguió moviéndose hasta que explotaron juntos.
Todo pareció disolverse en miles de fragmentos a su alrededor, con la respiración entrecortada, Shaoran descansaba sobre ella, escondiendo el rostro en su cuello. Sakura le acariciaba la espalda y el cabello, acababa de hacer el amor con el hombre que amaba y él se había entregado a ella de la misma manera en que ella se entregó a él.
fin del lemon
-Eres maravillosa, la mujer más hermosa de la tierra –murmuró Shaoran al levantar la cabeza-. Soy muy afortunado por estar aquí contigo.
-Te amo Shaoran –dijo ella sonriendo levemente.
Shaoran se apartó un momento y después la estrecho entre sus brazos, acariciando su espalda tiernamente.
-Yo también te amo.
El teléfono del coche interrumpió sus pensamientos. Eran recuerdos hermosos y que cada vez que se entregaban, llegaban a su mente. Si ahora ella desaparecíasu vida se haría pedazos. – Señor Li – escuchó la voz de su secretaría. – Han hablado del banco. Ha habido un uso de la tarjeta de crédito de su esposa en el Hotel Okaido. En el centro de la ciudad... fue hace unas tres horas ya.
-Si, gracias- declaró con firmeza colgando la llamada. Suerte para él estaban usando el chofer y este conducía con destreza por la ciudad. El solo pensar que Sakura estaba desaparecida y que él, le tocaba conducir, habría causado una desgracia en la calle.
Se pusieron en el hotel en menos de media hora. Aun llovía con fuerza y no se inmutó al presentarse en el escritorio y pidió el número de habitación de su esposa. Un rostro tan conocido como el señor Li no era un extraño pero aun así se percataron que había que ocurrir algo entre el matrimonio para que, Sakura haya pedido una habitación. Li inmediatamente puso sus dudas a descansar cuando agregó.- ¿Acaso no reciben aquí parejas para encuentros románticos a mitad del día? – afirmó poniendo una de sus mejores sonrisas pese a que no tenía ánimos.
El encargado sonrió complacido y declaró con gentileza. – El hotel Okaido agradece su selección señor. Mandaré en un rato un poco de champaña, fresas, cortesía de la administración.
-Gracias.
-No gracias a usted. Su señora esposa, tomó una de nuestras mejores habitaciones...- declaró indicándole a un botones- Lleve al señor a su habitación... suite 856- entregando las llaves.
-Mejor subo yo solo...- guiñando el ojo.- así daré la sorpresa que me vine antes... – el hombre lo aceptó y Shaoran abordó el ascensor.
No tardó mucho en llegar al octavo piso y llegó pronto a la habitación. No dudó en abrir la puerta, despacio y notó que, había un cuerpo en el lecho. Notó sus sollozos desde que entró: estaba tan distraída llorando que, no se dio cuenta que alguien mas estaba en la habitación.
-Sakura- declaró con firmeza. Los sollozos cesaron pero ella no se volteó.
-¿Qué haces aquí¿Cómo me encontraste? – Aquella forma de hablarle le heló la sangre por unos segundos.
-Cosa difícil. Tuve que ponerme en contacto con el banco... ¿Qué rayos haces aquí?
-Lloro mis penas...- declaró con simpleza.
Élse aproximó y temiendo que ella rechazara su presencia se sentó en la cama. No hubo quejas. Tocó el hombro de su esposa echándose a su lado y Sakura sentía su torso pegado de su espalda. Aquello era doloroso y no contuvo el sollozar. Shaoran se apoyó contra su cuello. – Se porqué estás así. Sabes que yo jamás...
-¡No, no se Shaoran!- declaró ella adolorida. - ¡Te reuniste con ella y no me lo dijiste¡Almorzaste con ella y no me lo contaste¡Me mentiste!
-Jamás te mentí. Solo que, no quería que mi encuentro con Asako perjudicara lo que tenemos...
-Lo que tenemos...- declaró con ironía. Suspiró resignada pero no se movió ni lo rechazó. –Todos ellos...- comenzó diciendo.- Hablaban tras mis espaldas... y entonces, ella... ¡Debí imaginármelo¡Debí de saberlo! Pero confié en ti… aunque mi corazón decía lo contrario…
-¿Ella?
-La vi... Shaoran: Es hermosísima. Una mujer muy hermosa... y el solo ver que ella me miró de aquella manera... hizo que me hirviera la sangre. ¿Ella sabe que ustedes se vieron a mis espaldas?
-No.
-¿Te reúnes siempre con ella? – preguntó.
-No.
Shaoran guardó silencio un minuto. Besó el cuello de su esposa pero no de una manera seductora sino más bien para consolarla. – Te juro por nuestros hijos Sakura, que no ha pasado nada entre ella y yo. Después de muchos años, nos hemos encontrado por primera vez. – aferrando su cintura con su mano. – Te amo a ti. Amo lo que tenemos nosotros... jamás arriesgaría eso por ella. Y tú eres diez veces más hermosa que ella.
-.Si como no.- declaró con ironía. – Esa mujer está joven. – Afirmó ella.- Piernas largas, estilizadas, delgada como una vara y...
-Tú vales más que un millón de ellas, Sakura. Jamás la amé como te amé a ti Como te amo a ti. Tienes que creerme- declaró con desesperación. Duraron unos instantes en silencio hasta que fueron interrumpidos por leves toques en la puerta. Sakura se volteó mirando a Shaoran y se quedaron observándose unos instantes en los cuales, la profunda mirada de su marido, hizo que los muros que había construido aquellas horas solas, se derrumbaran con una facilidad inédita. Shaoran caminó a la puerta, y recibió con serenidad el champaña y las fresas. Sakura observó desde el apartado de la habitación que estaba abierto: Eran dos puertas corredizas en madera y vidrio semi transparente. Shaoran firmaba la orden y el mozo se marchaba.
-¿Qué es todo eso?
-Tuve que ingeniármelas para evitar habladurías y comentarios...- habló su marido. – Así que, me inventé que teníamos un encuentro amoroso...
Sakura hizo un puchero declarando.- No estoy de ánimos para encuentros... "amorosos" - Shaoran se quitó su chaqueta dejándola en uno de los sillones. –Hablo en serio Shaoran...- declaró notando su peligrosa mirada en su figura echada en el lecho. Porque percibía como Shaoran le estaba mirando. Inmediatamente al notar que su esposa estaba en verdad, molesta, este dejó caer todos sus encantos.
Al menos por aquel instante.
-Sakura: lo siento- dijo él dejando caer todo tipo de machismo.- Lo siento en verdad...- declaró arrepentido.- Sabía que estaba haciendo mal. Pero me encontré con ella y no pude evitar el almorzar con ella... es todo. Solo almorzamos... y hablamos...
-¿De que? – preguntó ella mostrándose un poco mas abierta. Shaoran se sentó a su lado.
-Mas que todo, de ti – encogiéndose de hombros y mirándole a sus bellos ojos esmeraldas. Estaban rojos de tanto llorar y él se culpaba por haberla hecho sufrir¡Cosa que juró a su cuñado, que jamás pasaría! –Cuando ella rompió el compromiso, había jurado que no amaría a otra... – encogiéndose de hombros y atrayendo a su esposa con sus manos para colocar su rostro contra su pecho. – Entonces, apareciste tu, y toda perspectiva cambió para mi... me enamoré de ti, con locura... y estoy tan enamorado como el primer día...
-¿...Y ella, que te dijo?
-Se alegraba por mí. Dijo que me merecía una mujer que me quisiera en verdad... y que ella me quiso, pero no tanto como yo la quería a ella... Como la quería Sakura. No como te amo a ti... – Aferrando su mentón.- Que eso jamás lo dudes...
-...Yo en un principio, no lo dudé Shaoran... pero es que, - suspirando.- Me desesperó todo... ella allí en el edificio, lo que todos decían de ustedes...
-Siento que hayas sufrido así. – Aferrándole con fuerza – Pero te juro que jamás, jamás te engañaría- Tomando la mano donde ella llevaba su alianza matrimonial.- Respeto nuestros votos... respeto a nuestros hijos y te respeto a ti... – Frunciendo su mirada aclaró mirando a sus ojos.-Pero no es lo mismo que piensas tu… ¿Aun tienes dudas, no es cierto?
-¡Oh Shaoran! – Aferrándose a él, -¡Lo siento tanto pero es que...
-¿Es cierto, Sakura¿Tienes duda de nuestro matrimonio? – ella no respondió y el suspiró derrotado.- No funciona sino somos honestos… - Bajando su mirada- No confías en mi… aun después de tantos años, sigues dudando que nuestro matrimonio es real Sakura… ¿Por qué?
-Porque tal vez no creo en los finales felices.
-Tú no crees en mí. En lo nuestro. —Dijo con gesto cansino.- Si es así que te sientes ¿Qué nos espera en el futuro?
-¡Si creo en ti!
-No no lo haces- poniéndose de pie y con la paciencia ya agotada. Observaba la habitación a su alrededor - ¡Por que si creyeras en mi, no estaríamos en esta situación!
-Es la primera vez…
-Si que te grito… es la primera vez que te grito pero creo que tengo derecho a hacerlo Sakura. Eres mi esposa Sakura. Mi esposa ¡me casé contigo por encima de todas las demás, tenemos dos hijos juntos y a la primera señal sales huyendo de mi lado¿Sabes como demonios he estado en toda la tarde¡Mortificado! Loco por saber donde estabas… si te había pasado algo… que pasaba contigo…
-Shaoran…
-Se acabó Sakura…- declaró y la joven sintió un punzón en su corazón. ¿Eso significaba lo que creía que significaba? – Se acabó.
-Shaoran.
-Sakura: No voy a permitir que las dudas marquen nuestro matrimonio. No dudo de lo nuestro. Te amo. Pero parece que el amor no es reciproco.
-¡Si te amo Shaoran!
-¡Si me amaras no dudarías!
El silencio cayó sobre ambos. Shaoran respiraba conteniendo su furia dentro de si y Sakura escuchaba aquel silencio, observando los ojos oscuros de su esposo y el sonido de la lluvia en el exterior -Te amo Shaoran… te amo. Pero no puedes pensar que esta duda no dejará de existir en mi corazón. Y tú también dudarás…
-¿Dudaré?
-No dudo que para mi, seas el hombre indicado- argumentó la muchacha con un tono de voz serio y respetuoso.- Pero tal vez, no seré la mujer indicada para ti… pero puedo intentarlo…
-Esto no es un contrato del cual puedes negociar como si no fuera nada…
-Es mi culpa Shaoran. Te amo. Lo se con todo mi corazón. Y lamento todo esto…- sollozando- Pero no soportaría que me dejaras…
El hombre relajó su porte. Aun desconfiaba de lo que la mujer le declaraba. La amaba con locura al pasar los años. Pero la verdad, es que la duda, si persistía le inundaría sus alrededores y sus vidas por mucho tiempo más.
¿Cómo demostrarle a la mujer que amaba que todo estaría bien? Tal como creía Sakura, no existían los finales felices. Pero podían conseguir la felicidad del momento. Vivir un momento a la vez.
- Shhhh ya no pienses en eso- declaró firmemente. – Todo está bien. Te aseguro que Asako y yo no tenemos nada... y no te dejaré.
-Debí de creer pero es que...- suspiró.- Lo siento tanto Shaoran.
-Olvídalo- declaró besando sus labios con ternura. – Ahora ¿Qué tal si nos comemos esas fresas y bebemos champaña? –Sonrió con picardía.
-Está bien... estoy hambrienta...-declaró ella tratando de ponerse de pie pero Shaoran le haló y ella cayó sobre él.
-Yo también- aseguró mirándole a los ojos y de ahí a sus labios sonrosados- Pero no de comida...
-Shaoran...- suspiró ella antes de que su esposo se adueñara de sus labios y momentos mas tarde de su cuerpo.
Horas mas tarde, estaban ya en casa. Habían pasado parte del día en el hotel y cuando llegaron juntos y abrazados, se dispusieron a compartir tiempo con sus hijos. Ya había pasado la hora de la cena cuando el timbre de la residencia sonó y una la mucama fue a abrir. Shaoran estaba en la sala leyendo el periódico cuando la mujer regresó y declaró- Disculpen señores: pero la señora Asako les busca.
Shaoran y Sakura intercambiaron miradas antes de decidir recibirla. Cuando Sakura asintió con su rostro, Shaoran dio la orden que se le diera paso; segundos después, observó una mujer menos ostentosa y maquillada como la vio aquella mañana en el estudio. Venía con una bufanda en su cuello, una chaqueta negra y pantalones holgados. Sus cabellos largos estaban amarrados en una coleta.
-Buenas noches...- declaró ella observándoles a ambos.- Lamento haberme presentado así nada mas...- haciendo una reverencia- pero quería entregarle esto personalmente a tu esposa Shaoran...- mostrando el portafolios.
-¡Mi portafolios!
-Lamentablemente me enteré de lo ocurrido esta mañana- afirmó ella terriblemente apenada- No sabe cuanto lo siento... – entregándole el articulo a su dueña. – Se lo pedí a Demesi pero con la condición que vendría a solucionar este percance...
-No hay percance- declaró Shaoran pasando un brazo alrededor de los hombros de su esposa.- Puedes estar tranquila.
-Sin embargo, si me permites, quisiera unas palabras con tu esposa, sino es molestia... a solas. –observando a Sakura.
Sakura asintió unos segundos después. Shaoran besó a su esposa en la mejilla y se disculpó. Dejándoles a solas, Sakura invitó a que se sentara. - ¿Quieres algo de tomar?
-No. No me quedaré mucho. – respondió ella. Se quedó observándole unos instantes y abochornada declaró.- Discúlpame- declaró nerviosa. –Hace años cuando salieron las fotos de ustedes juntos en el Ritz me sorprendí...
-¿Ah si? – preguntó ella abochornada.
-Si. Shaoran tiene un gusto impecable con las mujeres, pero contigo... rebasó los limites...- sorprendiendo a Sakura. –Eres una mujer muy impresionante Sakura. – Sonrojándole sutilmente.- Esta mañana, cuando te vi, te reconocí inmediatamente. Más que todo, porque Shaoran anda con una foto tuya y de sus hijos en su billetera... me las mostró. Además de las fotos en la cámara de su teléfono. Tienen unos niños hermosos...
-Muchas gracias.
Agregó con firmeza-Nuestro encuentro fue mera casualidad. Una semana atrás- afirmó la modelo.
-No tienes porque explicarte...- comenzó diciendo la mujer de ojos verdes.
-Si, si tengo. Es cierto que estoy divorciada... pero jamás arruinaría la vida de dos personas y sus hijos, por conseguir un marido. A pesar de que Shaoran es un gran hombre, jamás martirizaría su vida, como casi hice años atrás. – haciendo una pausa- Shaoran... se ve muy feliz...
Sakura sonrió ampliamente- Muchas gracias...
Asako asintió.- Eres muy hermosa Sakura – afirmó la modelo.- No solo por tu físico. Shaoran me contó lo feliz que es a tu lado y que eres una gran persona. Ahora, notando la calidez de su hogar y la relación de Shaoran contigo, estoy segura que son tal para cual y en verdad, merecen ser felices...
-Muchas gracias.
-Al contrario. Disculpa los inconvenientes que pude haber ocasionado- frunciendo su ceño.- Después de mi encuentro con él, mi publicista pensó que sería buena idea ponerme en el foco de los medios si fingíamos que tenía algo con Shaoran... hoy cuando Demesi me contó lo que provoqué me sentí tan mal que la despedí.
-¿En serio?
-Después de este anuncio, retiraré también a mi hijo de los medios. Creo que finalmente me retiraré de la luz pública. – Poniéndose de pie declaró.- Me marcho en tres días de Japón y volveré a América. Despídeme de Shaoran por mi ¿quieres? – dirigiéndose a la puerta.
Sakura la acompañó a la puerta de la residencia.-Gracias por amar a Shaoran, Sakura. – afirmó ella sonriéndole sutilmente.-Es un gran hombre y merece ser feliz... – sin volverse, se marchó de la casa, saliendo por la puerta.
Sakura sonrió sutilmente. Después de todo, no tenía nada que temer: Shaoran la amaba y viceversa. Caminó lentamente hasta su estudio y lo vio revisando unos documentos. Se quedó mirándole mientras estaba apoyada del rellano de la puerta y él levantó la mirada.
-¿Se marchó?
Sakura asintió.- Vuelve a América en un par de días...
-Ya veo. ¿Tuvieron una charla interesante?
-Bastante. – afirmó ella con simpleza aproximándose a él y sentándose repentinamente en sus piernas. Sabìa que no podría enmendar el daño que le había causado a su relación y que tomaría mucho tiempo para el hombre olvidar lo ocurrido. Cruzó sus brazos por el cuello de su marido – Pienso que, nos saldría bien interesante irnos a Italia por unos días...
Shaoran parpadeó dos veces.- ¿A Italia?
-¿Todavía tienes la casa en el viñedo?
-No me desharía de esa casa ni en un millón de años... –declaró Shaoran mimoso- Después de todo, esa casa tiene muchos recuerdos bonitos para mí- acariciando su espalda.
-Para mi también son muy bonitos. Pensaba que, como se aproximan las vacaciones, podríamos irnos todos, los cuatro a Italia. Missy podría aprender a montar pony.
-¿Y nosotros que?
-Bueno, tengo un lindo negligé tono rosa que alguien me trajo de Francia... – afirmó ella con ligereza. Shaoran tensó su rostro y sus ojos adquirieron una llamarada bastante sugerente.- ¿Podríamos pasárnoslas bien?
-¿Solo bien, Señora Li?
-No- declaró ella- "Mas o menos bien" –aseguró sacándole la lengua traviesamente. Se besaron por un rato, cuando de repente escucharon los lloros de su hijo más pequeño. Sakura corrió al rescate para atenderlo mientras Shaoran le seguía por los pisos superiores. Cuando revisaron al bebé, Sakura declaró.- Pero tendrá que ser después graduación de Missy.
-Claro, no tengo problemas...
-La pasaremos fenomenal en Italia ¿No es así Shaoran?
-Mientras sea contigo, donde sea siempre es fenomenal.- aseguró el sujeto con una sonrisa mientras Sakura cargaba a su hijo con firmeza en sus brazos. Pero Shaoran mientras le observaba atender el hijo de ambos y miraba el rostro de su esposa, se consideraba dichoso. Aunque su sonrisa se borró al pensar en lo ocurrido y lo hablado en el hotel. No todo estaría bien… tal vez su matrimonio no sería tan perfecto como el de Kinomoto o tal vez el de Hiragizawa ¿Acaso existían los matrimonios perfectos? Lo dudaba mucho. Siempre había algo que no lograba ese "Felices para siempre" y tal vez, la duda que siempre existía en su mujer, era aquel granito que le evitaba la perfección en su vida…
No era perfecta… pero era la que había elegido.
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Comentarios de la autora. ¡Finalmente lo que todos estaban esperando y lo que aclaraba algunas dudas dejadas en el aire! Me disculpo de antemano si quedó demasiado subido de tono. Agradezco de antemano a Daulaci, quien es la autora del presente Lemon. Gracias a todas las chicas y chicos que me solicitaron este epilogo incansablemente… jajaja gracias por su perseverancia. Como pueden ver, no todo es "Felices por siempre" y esta historia no es la excepción. Una muy amiga mía me declaró "Que no existe los felices por siempre" tal vez sea cierto y la manera en que el pasado enfrenta a los protagonistas es mas que obvio que las dudas existen… en todos… sean de la vida real o en la fantasía.
Besos y saludos a quienes por primera vez se animaron a dejarme un rr en el pasado epílogo. Me complace presentarles este nuevo epílogo una semana antes de lo anticipado pero mi musa colaboró conmigo con grandes energías y este es el resultado.
Ahora a los comentarios de esta semana.
Mary-Tonks. Gracias por tus comentarios. Y arriba corazones para ti tb. Bueno "Epilogos" son finales que se les aplican a las historias. Supuestamente, para ser epilogo, tiene que ser corto y se le da cierre a una historia en él. Pero me es imposible armar un epilogo corto y mas aun cuando hay tres parejitas centrales. Espero que haya podido satisfacer tu inquietud y espero tus próximos comentarios.
Chouri. Jejeje como pudiste darte cuenta, hoy solo fue S+S quienes se merecían su espacio solos. Espero que te haya agradado aunque no hay gemelitos o ese británico que nos derrite a todas con su pasión. ¡Cuídate mucho y gracias por tu apoyo incondicional! Besos.
Shaery Hiroshi. Como recalqué mas arriba, solo serán tres epílogos y no pienso extenderme más de ahí. ¿Así que tb leíste Princesa del Cerezo? Bueno con respecto a tu duda, para tener una cuenta de FFNET solo tienes que registrarte en la página principal. Solo así te permiten publicar. Lo único problemático de ffnet es que, es en inglés incluso las instrucciones y complica mucho la publicación. Ahora bien, hay grupos en español de MSN y Yahoo que publican fanfics solo con registrarte. Uno de esos grupos es Anime Dreamers of FFNET, un grupo de MSN que es muy amplio. Otro grupo y es donde me involucro directamente es Deuz Amis que es de Yahoo o "LE Grenier Des Trois Amis" que también publicamos Fanfics. Otro grupo de Yahoo es Animepolis e Inuyashama que es un grupo dedicado a ff de inuyasha solamente. Así que puedes ver, tienes muchas opciones de donde escoger. Cualquier otra pregunta, comunícate conmigo a o ¡besos!
HikariKatsuragi. Jejeje tus oraciones fueron respondidas. Como puedes darte cuenta, aquí estoy con una nueva historia. Espero que este nuevo epilogo haya sido de tu agrado. Gracias por tu apoyo con estos epílogos. En verdad, pensaba que se me estaban pasando de picantes. Jijiji. Como pudiste leer solo serán 3 epilogos. Esto último hasta ahora es definitivo ya que trabajo en la reedición de "Dos Vidas" que por cierto ya está el prologo en Grenier y pronto lo cargaré aquí a FFNET –Siempre y cuando el servidor deje de darme tantos problemas al subirlo- ¡cuídate mucho y besos!
Daulaci. Ya sabes todo lo que pienso amiga no me canso de decírtelo. ¡Gracias por ayudarme con este lemon! Se te quiere de gratis… ¡besitos!
Tsuki-Akane. Gracias, gracias y gracias. Gracias por tu apoyo en el Ciruelo Rebelde. La verdad, ese era uno de los proyectos que, estaba más difícil de terminar y espero que haya cubierto las expectativas de todos los miembros de los grupos. Jajaja la duda fue resuelta de mi parte: S+S tienen dos retoños y tal como Shaoran una vez soñó uno de ellos se llama Missy. Lo de Fujitaka y Tomoyo se verá e el próximo epilogo ya que es el final. ¡Gracias por tu apoyo! Un beso de mi parte… chaus.
Kendapassoma. Jajaaja gracias por tu apoyo e igual, me alegra que Ciruelo Rebelde haya sido del agrado de muchos . Bien, respondiendo a tu duda, Dos vidas, o parte de ella, ha estado siendo reeditada y es que la historia se me estaba saliendo de las manos y yéndose por un camino que no era mi intención. Observando esto, la retiré de los servidores y decidí reeditarla cosa que he estado haciendo cuando me queda tiempo libre. Para placer de todos, puedo informarles que los tres primeros capítulos y el prologo ya están listos- El tres le hace falta una revisada mas intensa.- habrán capítulos que, escenas serán borradas y uno que otro personaje será reconstruido como se darán cuenta quienes lean el prologo.- Para quienes se preguntan, Meiling será mas maquiavélica de lo que ya es… aunque con algunos cambios en la trama y su modo de vengarse de sus enemigos ¡Lo siento, pero no pude evitarlo.- Así que quienes quieren leerse el prologo, pueden hacerlo por Grenier. ¡Gracias por hacerme llegar tus dudas y besos para ti!
Sayo. Hola! Vaya, muchas gracias por inspirarte a dejarme un RR Me emociona mucho que, haya sido capaz de animarte a dejarme un comentario. Aunque no llegué a la marca de los 500 si me complace que por lo menos, haya nombres nuevos dejándome algo dicho o escribiéndome al correo. ¡Gracias miles! Espero que esta nueva actualización te haya inspirado a dejarme otro RR jejeje.
IrMiuX espero que este epilogo entonces por tu comentario, haya sido de tu agrado. ¡Saludos y gracias por tus comentarios!
Angie Luthien. Gracias por tu opinión. Espero que este segundo igual te haya gustado y poder leer un nuevo comentario en esta actualización. ¡Cuídate!
Bunny1986. ¡Vivan las vacaciones…! Si solo yo las tuviera jijijiji. Espero que este epilogo te haya gustado. Leí tus expectativas en el RR del pasado epilogo y lamento si este, haya sido un poco triste… o al menos, habrá sido del gusto de muchos. No lo sabré hasta que no me hayan llegar sus comentarios. Solo te dejo un beso de mi parte y espero tu próximo comentario.
Tsumika. Otro nombre nuevo Oo y cuantos besos! Ya viste que tan locos están los protagonistas a estas alturas… y nada… cuídate mucho y nos leemos.
XuKiTa. –Ex chik happy ¿Ehhh… vale preguntar que pasó con tu nombre? Jijiji ya sabré la respuesta pronto… espero que te haya gustado este epilogo. S+S 100 será del agrado de muchos¿Ne? Bueno… besos.
Kmy-Chan. Bueno… agradezco que aquellos que, saben que no soportan los lemon, puedan evitarlos… esa idea fue de mi querida amiga Daulaci San dado que la historia está en una categoría T. claro que, pude haberlo movido a M pero no quise. Ya habrá historias que tendrán indicado esta clasificación y lo aviso de antemano aunque las historias dulces para todos es mi fascinación… pero las escenitas subiditas serán advertidas dentro de la trama, como debe de ser, advirtiendo dichos contenidos. Bueno, no digo nada mas… cuídate.
Sophie. Aun sigo esperando mi correo SNifff TT parece que ese no llegará U.U no eres la única: hay cierta personita por ahí que me debe mi RR y parece que no aparecerá nunca… pero no puedo presionar a quien no quiere ¿Ne? Bueno, espero que te guste este nuevo Epilogo y esperaré con ansias tu correo. Besitos!
Nerak-cibeles. Creo que tus dudas fueron aclaradas aquí ¿NE?
Bueno a todos los demás, agradezco su apoyo y espero verlos en la próxima actualización. Saben que Comentarios, Dudas y tomatazos, podrán expresarlos en mi correo. ¡un beso!
Crys
