Capítulo 4
-Oye Saki, ¿por qué te quedaste con cara de zombi cuando el argentino ese se lanzó? –dijo Jun a su hermana, pues ambos ya estaban listos. –Me parece raro que le hayas dado diez a él.
-¿Acaso te molesta? ¿Estás celoso, her-ma-ni-to?
-No me digas así. Recuerda que soy…
-Cinco minutos mayor que yo. Ya lo sé.
-No me cambies el tema. ¿Por qué le diste un diez al Dugarry ese? ¿Acaso te gusta?
-Es Dugatkin, y lo sabes. Sencillamente le di un diez porque lo hizo bien. Y no me gusta. Es un amigo nada más.
-Pues diera la impresión que dudas de tu fidelidad hacia Genzo.
-Ni siquiera pienses en dudarlo… –dijo Saki, furiosa, agarrando a su encantador hermano gemelo por el cuello de la camiseta (llevaba una de Boca puesta) –Sólo porque tenga amigos no significa que mis sentimientos por Genzo hayan cambiado, Andrés Eduardo Aiza Acevedo
Jun decidió dejar de molestar. Sabía que Saki tenía su temperamento, y cuando ya estaba a punto de cometer un fratricidio solía llamar a sus hermanos por sus nombres completos.
-Oigan… ¿Quién es Andrés? –preguntó una voz detrás de Jun.
-No. Soy yo –dijo Jun, sin voltearse a ver quién era. –Ni modo que me llame Jun porque me llame Junípero.
Iba a decir algo más al voltearse, pero se quedó callado.
Era Matías el que estaba ahí.
-Así que te llamás Andrés. Nada mal el nombre.
-Sí claro…
-Oye, no tenés que ser tan desconfiado. Vos sos hincha de Boca, ¿verdad?
-Lo apoyo, pero justamente juego en el equipo del cual soy hincha furibundo.
-¿Cuál es?
-El Junior de Barranquilla –dijo Saki. –Sin embargo, también nos agrada Boca porque por ahí pasó uno de nuestros ídolos.
-¿Quién?
-Córdoba.
-¡¡¿¿CÓRDOBA! –Matías gritó, haciendo que todos los demás salieran de sus escondrijos, asustados.
-¿Qué pasó? –preguntó Paola, preocupada.
-Nada… Estábamos hablando de nuestros ídolos.
-¿Cómo?
-Es que Córdoba es nuestro ídolo.
-Lo siento, pero para mí el mejor es Abbondanzieri.
-Pero Abbondanzieri no pudo hacer que Boca ganara la Copa Libertadores de América en el 2004. En cambio Córdoba ganó 2 veces, ¿recuerdas? –dijo Jun, mordaz.
-¿Qué?
-No olvides que el campeón del 2004 de la Libertadores fue el Once Caldas de mi país.
-Me temo que es verdad esta vez, Matías –agregó Saki. –Pero sin rencores, ¿eh?
-Lo sé, pero igual no tienen que echármelo en cara –y con eso todos se echaron a reír.
Como ya todos estaban listos, comenzaron a caminar, pero Kazuki se quedó ligeramente rezagado, su cara seria.
-Kazuki, ¿qué te pasa? –preguntó Paola, quedándose atrás a propósito junto con Saki.
-Es que… No, no es nada.
-Kazuki, somos tus amigas. Puedes contar con nosotras cuando lo necesites. ¿Acaso tiene que ver con lo que contó Tsubaki? –preguntó Saki, seria.
-Esto… Sí.
Saki (y quizás Paola también) debía admitir que nunca había visto a Sorimachi tan deprimido. Sin embargo, el muchacho tomó aire y les relató lo que había pasado con Eri.
-A Eri la conocí en la escuela Toho, como ya deben saber, pero la conocí desde que entré a la secundaria. Yo era el mismo chico medio loco que soy, pero ella era muy tímida y era rechazada por casi todos en el colegio. Sin embargo, nos asignaron puestos contiguos y nos volvimos mejores amigos. Tanto así que ella fue asistente del equipo… Y cuando menos nos lo esperamos, nos volvimos novios. Duramos así hasta que teníamos como catorce años, pues por razones que nunca supe ella se fue, o mejor dicho, se vino a Yokohama, y perdí todo contacto con ella.
-Por ello estabas tan amargado cuando llegué a la escuela, ¿verdad?
-Sí y no… Me dolió mucho que Eri se fuera, pero nunca la odié. Conocí otras chicas, pero ninguna pudo llenar el vacío que dejó ella… Incluso me lastimaron y me volví un auténtico resentido, hasta que conocí a Tsubaki.
-Así que el saber que ella se encontró con Tsubaki y que existe la probabilidad que te la encontrarás te tiene así.
-Sí… No sé qué haría.
-Pues pregúntate esto: ¿A quién quieres? ¿A tu novia o tu ex-novia? –dijo Paola, pasando un brazo por los hombros de su mejor amigo.
-Obvio que quiero a Tsubaki, y con toda mi alma, pero igual va a ser algo doloroso el volver a ver a Eri desde hace tanto tiempo…
-Sé lo que se siente –dijo Saki. –Cuando regresé a Japón y vi a Reiji otra vez, sentí como una espina dentro. Creí que nunca podría hablar con él, y ya saben el resultado.
-Sí… Aún son amigos.
-Si Reiji y yo podemos ser amigos, ¿por qué tú y Eri no?
-Na –agregó Ta-kun (iba en el hombro de Saki), moviendo la cabeza afirmativamente.
-Gracias, chicas. Ustedes son unas amigas excepcionales.
-Pues para eso estamos, ¿no?
-Sí.
Al fin llegaron al karaoke, pero estaba repleto. Imai estaba ligeramente preocupado por su hijita, pero entre Naoko y una cáustica respuesta de Jun lo lograron convencer. Por otro lado, Matías y Darío confabulaban algo, hablando en español, pero al final Matías se acercó a Saki, como si nada.
-¿Y qué? ¿Lista para cantar?
-Claro, Matías. ¿Y tú?
-¿Acaso no lo recordás? Yo tengo mi grupo de música.
-Oye, la duda ofende. Claro que lo recuerdo. Pero te advierto: Hay alguien entre nosotros que puede dar una pelea tremenda.
-No te referís a vos, ¿verdad?
-No. Me refiero a mi hermano.
-Ah –Matías tragó saliva. –Como que no le caigo muy bien a tu hermano, ¿no?
-Es un poco desconfiado. Además, como es cinco minutos mayor que yo, entonces cree que tiene que protegerme.
-¿Pero es el único hermano que tenés?
-No… Tenemos un hermano tres años mayor. Se llama Shinji, digo, David.
-Mmm… Aiza Shinji. Me suena el nombre. ¿No es escritor?
-¿Cómo lo sabes?
-Leí Gato de Medianoche.
Sin embargo, llegó Paola a interrumpir y a avisarles que iba a comenzar el karaoke, a lo cual los tres reaccionaron y fueron con ella.
Entretanto, Ken, Kazuki, Darío, Shimano y (¡oh sorpresa!) Furuta estaban conversando en una mesa. Darío, normalmente más seco que un hueso en el desierto, estaba con una sonrisa que no auguraba nada bueno.
-¿Qué te pasa, Darío? –preguntó Ken, asombrado ante el gesto del uruguayo.
-Oye, si yo fuera tú, andaría con cuidado… He oído que por aquí andan varios 'raritos.'
-¿De qué rayos hablas? –dijo Sorimachi, entre sorprendido e indignado.
-Por aquí abundan los 'raritos,' Sorimachi. ¿O acaso el hermano de la colombiana qué es?
-No digas esas estupideces.
-¿Podrían dejar de hablar en español? –dijo Furuta, molesto. –Recuerden que esto es Japón, no Uruguay o Argentina.
-Pues sólo digo que no creo que ese Aiza sea del todo normal.
-¿Acaso estás diciendo que soy 'raro?' –dijo una voz detrás de ellos. Jun estaba ahí con Paola, Matías y Saki. –Pueda que tenga rasgos ambiguos, use cola de caballo y no tenga novia, pero soy un hombre hecho y derecho a mucha honra.
-Darío, ¿cómo puedes siquiera decir esas cosas de mi hermano? –Saki agregó, enojada.
-Sólo decía lo que creía.
-Pues creíste mal –dijo Matías (entre nos, nunca pensé que el argentino pelearía con el uruguayo).
-Mejor discúlpate –dijo Paola finalmente, antes de ir hacia donde estaban los Imai.
Rato más tarde, y después de haberse solucionado el problema de la 'ambigüedad' de Jun, el karaoke dio inicio.
-¿Quiénes van a participar? –preguntó Koike, tratando de hacer una lista. Muchos de los presentes (excepto unos como Darío o Furuta) se inscribieron, incluyendo a Jun.
-Vale. Entonces la primera persona en pasar a la tarima será… Hagámoslo por sorteo. Saki, ¿puedes decirle a tu gato que si corta este papel en tiras sin dañar los nombres?
De inmediato Ta-kun salió a la carga, pues escuchó a Koike, y como un diminuto torbellino negro y peludo cortó el papel en tiras perfectas.
-Gracias, Ta-kun –dijo Saki, rascándole las orejas a su peluda y tiernísima 'pata derecha.'
Se hizo el sorteo, y la primera persona que pasaría a cantar sería Imai. (NOTA: Una vez más voy a poner canciones en español y/o inglés. Podría poner canciones en japonés, pero sólo yo podría entenderlas un poco Oo)
-Bueno… Yo no soy realmente muy bueno para cantar, pero voy a cantar Entre Tú Y Yo (Jive V), dedicado a mi querida Naoko.
Acto seguido tomó el micrófono y comenzó a sonar la pista: Entre tú y yo/ hay algo más/ Que la ilusión de un paraíso azul/ Beso con beso/ fuego con fuego/ A mis deseos los enciendes tú/ Niña y mujer/ lluvia y sol/ Sólo por ti cambié mi soledad/ Mis pensamientos vuelan contigo/ Te has convertido en mi necesidad/ Sólo tú, nadie más/ tiene la llave de mi corazón/ Nunca te vayas/ nunca me dejes/ Todos mis sueños bailan con tu amor/ Vivirás siempre en mí/ Desde la tarde cuando te encontré/ Cada minuto/ mientras exista/ Por siempre te amaré/ Cada lugar, cada canción/ Hasta el silencio sólo habla de ti/ Sobre mi almohada/ digo tu nombre/ Como un tatuaje estás grabada en mí/ Sólo tú, nadie más/ tiene la llave de mi corazón/ Nunca te vayas/ nunca me dejes/ Todos mis sueños bailan con tu amor/ Vivirás siempre en mí/ Desde la tarde cuando te encontré/ Cada minuto/ mientras exista/ Por siempre te amaré/ Donde quiera que vaya/ tu recuerdo va conmigo/ A cada instante que pasa necesito más de ti/ Sólo tú, nadie más/ tiene la llave de mi corazón/ Nunca te vayas/ nunca me dejes/ Todos mis sueños bailan con tu amor/ Vivirás siempre en mí/ Desde la tarde cuando te encontré/ Cada minuto/ mientras exista/ Por siempre te amaré
Al terminar de cantar, Naoko lloraba de emoción. Aunque Imai no era precisamente el mejor cantante del grupo, había participado con sentimiento (ay'hombeeee). Después pasaron Matsuki (quien no lo hizo tan mal al cantar La Costa del Silencio de Mägo de Oz), Shimano (casi todo el mundo creía que se quedarían sordos, pero resultó sorprendente el hecho que cantó Ni Tú Ni Nadie Alaska Y Dinarama), y llegó el turno de Ken.
-Bueno, es por muchos sabido que soy la persona menos romántica del mundo, pero para variar… -y comenzó a sonar la canción.
-Te robas un momento de mi vida/ Haces temblar el suelo con tu son/ Te robas la mirada acariciando con tu cuerpo/ Una canción que vuelve loco el corazón/ Y quizás te pueda conquistar/ Bailando como el mar/ Robando tu calor/ Y quizás me dejes contemplar/ La magia en tu mirar/ El fuego que hay en vos/ Te doy mi vida porque te llevo por dentro/ Acariciándote lento, hablándole al corazón/ Te doy mi aliento para que bailes tu cuerpo/ Dejes que brote por dentro para llenarlo de amor/ Te doy mi vida ya llevo el alma encendida/ Vengo bailando mi cuerpo para que bailes mi son/ Te doy mi cielo y las estrellas te entrego/ Para decir lo que siento para entregarte mi amor con el corazón/ Le robas un instante a cada día/ Haces temblar el suelo con tu son/ Hablándome despacio haces temblar por ti mi cuerpo/ Acariciando como el viento el corazón/ Y quizás te pueda conquistar/ Bailando como el mar/ Robando tu calor/ Y quizás me dejes contemplar/ La magia en tu mirar/ El fuego que hay en vos /Te doy mi vida porque te llevo por dentro/ Acariciándote lento, hablándole al corazón/ Te doy mi aliento para que bailes tu cuerpo/ Dejes que brote por dentro para llenarlo de amor/ Te doy mi vida ya llevo el alma encendida/ Vengo bailando mi cuerpo para que bailes mi son/ Te doy mi cielo y las estrellas te entrego/ Para decir lo que siento para entregarte mi amor con el corazón/ (Aieiyo... Aieiyo...)Te llevaría de aquí hasta el cielo/(Aieiyo... Aieiyo...) Sólo por un pedazo de tu amor/ (Aieiyo...Aieiyo...) Te entregaría yo el mundo entero/ (Aieiyo...Aieiyo...) Sólo por conquistar tu corazón/ Te doy mi vida porque te llevo por dentro/ Acariciándote lento, hablándole al corazón/ Te doy mi aliento para que bailes tu cuerpo/ Dejes que brote por dentro para llenarlo de amor/ Te doy mi vida ya llevo el alma encendida/ Vengo bailando mi cuerpo para que bailes mi son/ Te doy mi cielo y las estrellas te entrego/ Para decir lo que siento para entregarte mi amor con el corazón (Te Doy Mi Vida, de Lucas Arnau papacito ,)
Saki y los demás aplaudieron, mientras Paola se quedaba embobada mirando a Ken, mientras sin querer suspiraba. Sin embargo, Naoko se dio cuenta e intentó sacar a la Wakabayashi de su trance.
-Paola, Paola… Ken ya terminó de cantar.
-Paola, despierta… -Saki también lo intentó, pero no lo logró. Sin embargo…
-Oye Paola, sabemos que eres la novia de Ken-kun y todo eso, pero ya cierra la boca que pareces retrasada mental –dijo Jun, sin poder controlar su ironía.
-¡Más lo serás tú! –y la Wakabayashi le dio tal empujón que lo mandó al piso.
-Lo siento… es que no había manera de despertarte. No lo decía a propósito.
-Difícil saberlo cuando tenemos al Rey del Sarcasmo en frente –dijo Kazuki, muerto de risa. Siguieron pasando a la tarima. Matías se lució cantando Color Esperanza (Diego Torres), y al fin una chica subió al escenario: Saki.
-La encontraron días después/ con las manos blancas de pintar/ su nombre en la pared/ y el tuyo junto a él/ borrado de pensar/ que nunca volverá/ que nunca ha estado allí/ que todas las promesas que hizo/ no eran de verdad/ que nunca volverá/que nunca ha estado allí/ que todas las promesas que hizo/ no eran de verdad/ al verte quiso gritar/ y no pudo más que susurrar/ palabras sin razón/ rompió su corazón/ lamentando pensar/ que nunca volverá/ que nunca ha estado allí/ que todas las promesas que hizo/ no eran de verdad/ que nunca volverá/ que nunca ha estado allí/ que todas las promesas que hizo/ no eran de verdad/ que nunca volverá/ que nunca ha estado allí/ que todas las promesas que hizo/ no eran de verdad/ que nunca volverá/ que nunca ha estado allí/ que todas las promesas que hizo/ no eran de verdad/ que nunca volverá/ que nunca ha estado allí/ que todas las promesas que hizo/ no eran de verdad/ que nunca volverá/ que nunca ha estado allí/ que todas las promesas que hizo/ no eran de verdad (Nunca Volverá de El Sueño de Morfeo)
Todos, incluyendo a los más pintados aplaudieron a rabiar. Desde hacía tiempo sabían que Saki era músico, y que tenía buena voz, pero este cambio en los gustos musicales de ella era sorprendente, pues normalmente ella era baladista.
-¿Desde cuándo cambiaste de gustos musicales? Recuerdo que te encantan las baladas –dijo Paola, sorprendida ante el cambio de su amiga.
-Últimamente me la he pasado escuchando cosas algo más movidas y fuertes que las baladas, aunque me siguen encantando.
-De hecho, si supieras a qué se ha vuelto adicta, te desmayas –agregó Jun.
-¿A qué? –preguntó Shimano, su curiosidad a flor de piel.
-Heavy Metal instrumental y rock –respondió Saki. –No. Miento. Estoy escuchando de todo un poco en realidad.
Paola se quedó mirándola con ojos tan grandes como los de Ta-kun y Shimano se cayó, sorprendido.
-Eso sí que es un giro de ciento ochenta grados –dijo Ken, sonriendo.
-Ni tanto, Ken-kun… es sólo que uno no debe encasillarse en sus gustos.
Siguieron pasando, y le tocó el turno a Jun. Se quedó parado por un minuto, pensando en qué canción cantar, hasta que la inspiración le llegó.
-Te mando flores que recojo en el camino/ yo te las mando entre mis sueños/ porque no puedo hablar contigo/ te mando besos/ en mis canciones/ y por las noches cuando duermes/ se juntan nuestros corazones/ te vuelves a ir/ si de noche hay luna llena/ si siento frío en la mañana/ tu recuerdo me calienta /y tu sonrisa/ cuando despiertas/ mi niña linda yo te juro/ que cada día te veo más cerca/ y entre mis sueños dormido/ trato de hablar contigo/ y sentirte cerca de mí/ quiero tenerte en mis brazos/ poder salir y abrazarte/ y nunca más dejarte ir/ quiero encontrarte en mis sueños/ que me levantes a besos/ ningún lugar está lejos/ para encontrarnos los dos/ déjame darte la mano/ para tenerte a mi lado/ mi niña yo te prometo/ que seré siempre tu amor/ no te vayas por favor…/ Te mando flores que recojo en el camino/ yo te las mando entre mis sueños/ porque no puedo hablar contigo/ y voy preparando/ diez mil palabras/ pa' convencerte que a mi lado/ todo será como soñamos/ y entre mis sueños dormido/ trato de hablar contigo/ y sentirte cerca de mí/ quiero tenerte en mis brazos/ poder salir y abrazarte/ y nunca más dejarte ir/ quiero encontrarte en mis sueños/ que me levantes a besos/ ningún lugar está lejos/ para encontrarnos los dos/ déjame darte la mano/ para tenerte a mi lado/ mi niña yo te prometo/ que seré siempre tu amor/ no te vayas por favor…/ Te mando flores pa' que adornes tu casa/ que las más rojas estén siempre a la entrada/ cada mañana que no les falte agua/ bien tempranito levántate a regarlas/ a cada una puedes ponerle un nombre/ para que atienda siempre tu llamada /Rosita linda puede ser la más gorda /la margarita que se llame Mariana/ Te mando flores pa' que adornes tu casa/ que las más rojas estén siempre a la entrada/ cada mañana que no les falte agua/ bien tempranito levántate a regarlas/ a cada una puedes ponerle un nombre/ para que atienda siempre tu llamada /Rosita linda puede ser la más gorda /la margarita que se llame Mariana/ Te mando flores pa' que adornes tu casa/ que las más rojas estén siempre a la entrada/ cada mañana que no les falte agua/ bien tempranito levántate a regarlas/ a cada una puedes ponerle un nombre/ para que atienda siempre tu llamada /Rosita linda puede ser la más gorda /la margarita que se llame Mariana (Te Mando Flores de Fonseca)
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Je, también olvidé recordar, a los que no leyeron "Cuando Paola conoce a Saki", que posterior a ese fic Saki es la novia de Genzo nn (aunque, pobrecita digo yo XDD)
Efectivamente, Oscar Córdoba fue portero del Boca Juniors, y ahora ese puesto lo ocupa Roberto "Pato" Abbondanzieri (¡y a mi qué, digo yo! ¡viva River! XDD)
Reiji es otro personaje creado por Saki Hashimoto.
