Capítulo cinco
Nadie pudo menos que aplaudir de pie, sobre todo Saki, que sabía que su hermano era también un cantante de primera.
-Bien que me lo advertiste, Saki –dijo Matías, guiñándole un ojo a la colombiana. –Tu hermano es todo un artista.
-No. Es futbolista con pasatiempos musicales –respondió la joven, echándose a reír, mientras Jun observaba a ambos, algo desconfiado.
-¿Qué te pasa, Jun-kun? –preguntó Kazuki, quien iba a cantar.
-La verdad me molesta un poco que el argentino sea tan cercano a Saki a sabiendas de que ella es novia de Wakabayashi-kun.
-No tiene nada de malo. Yo soy el mejor amigo de Paola y sabes que Paola es novia de Ken.
-No es lo mismo… Tú y Ken son amigos desde hace rato.
-No te preocupes… Que si Matías intenta propasarse con tu hermana, ella sabrá cómo frenarlo.
-Sí, cómo no.
-Si vieras cómo ella logró deshacerse de Marie Schneider, te quedarías sorprendido, Andrés. Saki es muy fuerte de carácter y lo sabes, así que confía en ella.
-Bueno, vale… Pero ahora apresúrate porque es tu turno, Sorimachi-kun.
Después de chocar las palmas con el gemelo Aiza, Sorimachi se subió a la tarima, ya sabiendo qué canción cantar, pero por alguna razón observó la entrada del karaoke…
…y vio a Eri ahí. Había entrado acompañada de algunas amigas. Cuando sus miradas chocaron no pudieron evitar sentir como una corriente eléctrica erizándoles la piel. La muchacha sonrió y los ojos se le empañaron de lágrimas. Kazuki, por su parte, no pudo evitar esbozar una sonrisa de complacencia, pero al desviar la mirada se encontró con la carita encantada de Tsubaki, aquella con la que siempre se la veía cada vez que su novio cantaba. Entonces su rostro se tornó sombrío: estaba confundido y eso era evidente.
-¡Hey, Eirina! –cuchicheó Paola impaciente- ¡Es tu turno!
-¿Eh? ¡ah, sí! –reaccionó Kazuki, agarrando firmemente el micrófono y fijando la mirada al piso- Pasa la angustia tan cerca de mi/ cuando de aquí te alejas/ sé que el insomnio sigue por aquí esperando que intente dormir/ me he quedado solo y así no planeaba vivir/ me he quedado solo, y sin ti es tan fácil volverse loco/ Estoy tocando fondo, me niego a estar sin ti/ te tengo que recuperar o de una vez dejarte ir/ estoy tocando fondo, me duele hablar de ti/ lo quiero disimular el resto de mi vida.../ Vuelve la angustia a hablarme de ti/ cuando de aquí te alejas/ sé que el insomnio sigue por aquí esperando que intente dormir/ me he quedado solo y así no planeaba vivir/ me he quedado solo, y sin ti es tan fácil volverse loco/ Estoy tocando fondo, me niego a estar sin ti/ te tengo que recuperar o de una vez dejarte ir/ estoy tocando fondo, me duele hablar de ti/ lo quiero disimular el resto de mi vida/ que no me importas más.../ Estoy tocando fondo, me niego a estar sin ti/ te tengo que recuperar o de una vez dejarte ir/ estoy tocando fondo, me duele hablar de ti/ lo quiero disimular el resto de mi vida... (de Kalimba, "Tocando fondo")
Una vez que terminó notó que sus amigos y novia no eran los únicos que aplaudían, ya que Eri también se puso de pie y, mientras de sus ojos se deslizaban abundantes lágrimas, aplaudía con mucho fervor. Kazuki hizo una breve inclinación y volvió a su asiento. Kooda iba entonces a dirigirse para hablar con él, pero se quedó de piedra cuando vio que al llegar Kazuki a su sitio, una muchacha lo abrazaba con cariño y éste la correspondía con una sonrisa.
-No puede ser... –murmuró Eri descorazonada, sentándose nuevamente, sin poder creer lo que sus ojos le mostraban
-¡Lo hiciste bien, Kazuki! –le dijo Tsubaki emocionada
-Es que lo escuchaste con oídos de amor –alegó Shimano irónico- Porque francamente a mi...me gustó sólo un poco
-¡Shimano! –lo regañó el resto a coro
-¡No seas envidioso! –le dijo Koike, dándole un coscorrón
-Es tu turno, Pao –anunció Saki sonriente
-¿Por qué yo? –se indignó su amiga- ¿Por qué no sale Darío? A él se le da bien esto del canto
-Porque no me inscribí –replicó Darío seriamente
-Dedícale algo a "quien tú ya sabes" –bromeó Naoko- Pero que Ken no se entere, jaja
-¿De quién hablas, eh? –inquirió Ken curioso
-No será de Mamoru –ironizó la Wakabayashi, siendo empujada, literalmente, al escenario- Bien, mis amigos me obligaron a cantar, así que si no les gusta ¡se aguantan! Y dice...I'll be your dream, i'll be your wish, i'll be your fantasy/ i'll be your hope, i'll be your love, be everything that you need/ I love you more with every breath, truly, madly, deeply do/ i will be strong, i will be faithful cause I'm counting on a new beginning a reason for living a deeper meaning, yeah/ I wanna stand with you on a mountain/ I wanna bathe with you in the sea/ I wanna lay like this for ever/ until the sky falls down over me/ And when the stars are shinning, brightly in the volvet sky/ I'll make a wish to send to heaven that make you want to cry/ the tears of joy for all the pleasure and the certainty/ that we're surrounded by the comfort and protection of the highest powers in lonely hours/ the tears'll devour you/ I wanna stand with you on a mountain/ I wanna bathe with you in the sea/ I wanna lay like this for ever/ until the sky falls down over me/ Oh, can you see it baby/ Don't have to close your eyes/ it's standing ricght before you/ all that you need will surely come.../ I'll be your dream, i'll be your wish, i'll be your fantasy/ i'll be your hope, i'll be your love, be everything that you need/ I love you more with every breath, truly, madly, deeply do/ I wanna stand with you on a mountain/ I wanna bathe with you in the sea/ I wanna lay like this for ever/ until the sky falls down over me/ I wanna stand with you on a mountain/ I wanna bathe with you in the sea/ I wanna lay like this for ever/ until the sky falls down over me/ uh, uh... (Truly, madly, deeply – Savage Garden).
-¡Bravo! –gritaron Saki y Naoko, que eran las más emocionadas de todos
-¡Lástima que no estaba Izawa para escucharte! –añadió la última, logrando que Ken deseara echarle encima a Kaiser en cuanto lleguen a su casa XD- Así sabría lo mucho que quieres a Ken... –culminó, dirigiéndole una mirada de burla al muchacho, que le sonrió divertido
-¡Muy bien Paola! –la apoyó Jun, cuando todos se hubieron callado, notando que los demás lo miraran extrañados- ¡Qué! Me atrasé un poquito y qué
-Jaja, no te preocupés, estos huachos son así con todos –aclaró Matías divertido
-¿Cuáles todos? –indagó el gemelo curioso
-Todos los que demuestran "demasiado" afecto para con Paola –aclaró Darío, que seguía cruzado de brazos y con cara de aburrimiento
-Pero yo... –iba a excusarse el colombiano, sin embargo las exclamaciones de sus acompañantes no se lo permitieron
-¡Vamos Ken, te toca! –le dijo Shimano, empujándolo
-¡Quién lo toca! –fingió escandalizarse Paola- ¡Aléjense de él o se las verán conmigo! ¡sólo yo puedo tocarlo!
-Jajaja, no me refería a eso –aclaró Tadashi riendo- Es decir que es su turno
-¿Por qué no dejan a otras personas cantar? –se indignó Ken- O no se enteraron que éste karaoke no es de nuestra exclusividad
-Él tiene razón –lo apoyó Furuta, tomando un poco de su margarita
Como ninguno del numeroso grupo se levantó a cantar, alguien más del resto del público se animó y cantó una canción de Megumi Hayashibara. Kazuki se veía demasiado pensativo, cosa que inquietó a Tsubaki, pero no quería indagar al respecto ya que sabía de sobra que a su novio no le gustaba que lo andasen investigando. Después de la intervención del otro espectador, escucharon a unas muchachas detrás de ellos cuchicheando y animando a alguien a que pasara adelante. La chica accedió, muy sonrojada, y caminando hacia el frente con la mirada clavada al piso hasta que al fin llegó hasta el micrófono. Sorimachi quedó con los ojos como platos al descubrir a Eri casi frente a él. Tsubaki también lo notó y se quedó contrariada, ya que había reconocido a Kooda, lo mismo que el resto de sus compañeros que ya la conocían.
-¡Por la marta! –murmuró Shimano sorprendido- Kooda...
-¿Por qué todos se quedaron tan callados de repente? –indagó Saki curiosa
-Ésa es Eri –susurró Paola estupefacta, mirando a su mejor amigo, y comprendiendo lo que debía de sentir en esos instantes
-Oh, oh –murmuró la colombiana apenada- Pobre Sorimachi-kun...
-Eh...buenas noches –comenzó a decir Eri avergonzada, con la mirada fija en un punto de la parte de atrás del lugar- Hoy quiero cantar un tema que me trae muchos recuerdos bonitos...
-Eso no, por favor... -susurró Kazuki suplicante, apretando las manos y mirando el piso sin atreverse a mirar a Eri, menos a Tsubaki
-Sabes que para darte tengo poco/ quisiera fuese el mundo aunque ni modo/ pero puedo llenarte los oídos de todas mis canciones/ no son mucho, las hice a punta de ilusiones/ y si tu corazón no ve mi oferta/ te ruego no veas indiferencia/ paciencia que mi amor es luz de luna, suavecito pero alumbra los rincones donde tienes el alma oscura/ si me quieres dímelo, dímelo/ Si mis palabras dicen poco/ entonces ven pa' demostrarte que no es todo/ metiendo el alma en un ropero/ para ponérmela de gala si te veo/ no tengo que guardarme, la vida empaqué pa' regalarte/ si no vienes a rescatarme, mi corazón pongo en remate/ sabes bien que yo te adoro, recibe esto aunque sea poco...
Eri ya no pudo terminar la canción, las lágrimas la traicionaron y salió del lugar a todo correr, sin atreverse a mirar a Kazuki, quien la miraba con tristeza.
-Oigan, ¿por qué no vamos por unas pizzas? –sugirió Paola incómoda
-¡Unas pizzas estarán bien! –la apoyó Ken entendiendo el dilema
-Oye, ¿qué le paso a ésa chica? –inquirió Jun- Aparentemente todos la conocían
-Ésa es la ex novia de Kazuki –respondió Matías apenado
El grupo de amigos salió del lugar en silencio. Hasta Shimano se veía consternado, pero de todos no se sabía si estaba peor Kazuki o Tsubaki, que a grandes rasgos entendió que a Eri algo le había pasado y que con Eri estaba relacionada la extraña actitud de Kazuki.
-¡Oye, Eirina! –exclamó Paola, abrazando a su amigo y susurrándole, mientras Naoko y Saki le iniciaban conversación a Tsubaki y se la llevaban más adelante- ¿Estás bien?
-No creí encontrarme así a Eri –admitió Kazuki cabizbajo
-Nadie, en realidad...
-Tsubaki se dio cuenta ¿verdad? –inquirió desesperado, mirando de reojo a su novia
-No sé, quizá sospecha algo pero...
-Me siento mal Paola –confesó Kazuki agarrándose la cabeza
-Kazuki, no es tu culpa –trató de animarlo su amiga
-Estoy tan confundido...
-Pues desconfúndete y piensa de a poco lo que vas a hacer, porque si Eri te estuvo buscando, es probable que pese a todo aun trate de volverte a ver...Y sería bueno que le contaras de ella a Tsubaki
Iban a seguir conversando, pero un grito de Koike los hizo reaccionar a todos.
-¡Eres un cerdo Tadashi! –exclamó molesto, persiguiendo a su amigo
-¡Qué tiene de malo, sólo le di una probadita! –se excusó el aludido, corriendo divertido
-Y ahora éstos... –refunfuñó Paola
-Jajaja, Tadashi es un marrano –rió Matsuki
-¿Qué pasó? –indagó Jun, sospechando que no le gustaría saber la respuesta
-Pues que Hideto tenía un chupete en el bolsillo, de unos que le gustan mucho, y comentó "¡qué delicia!", entonces... Shimano le quitó el chupete de la boca, lo probó, lo sacó dijo "tienes razón" y volvió a metérselo en la boca a Koike, jajaja
-¿Eso hizo? –preguntó Jun con cara de asco
-Jaja, no pongas esa cara hermanito –se burló Saki- Sólo es un chupete
Cuando Saki se fijó bien, notó que la misma cara de asco tenían Paola y Jun, lo que le provocó más risa.
-Saki tiene razón –corroboró Matías riendo- Sólo es un chupete...
Luego se dirigieron a comer unas pizzas, tratando de retomar sus actitudes normales, pero a Kazuki no le salió tan bien, ya que estuvo demasiado callado.
-¡Muchachos! –exclamó alguien, con un acento particular
-¡Manolo! –respondió Shimano, poniéndose de pie a abrazar al recién aparecido
-Os dije que mi nombre es Alejandro, no Manolo
-Manolo me gusta más...
-Pero decidme ¿qué estáis haciendo aquí? –preguntó, mientras Darío se paraba a saludarlo con un abrazo
-Tiempo sin verte –comentó Matías, dándole un beso en la mejilla- ¿'ónde jolines has estao?
Jun tenía más cara de interrogación que nunca, si bien ellos por sí solos, me refiero a los del Toho, eran una cajita de sorpresas, más lo sorprendían sus amistades hispanas.
-¡Ale! –saludó Paola abrazándolo con cariño, mientras los no-hispanoparlantes, saludaban a Alejandro con un apretón de manos y saludos en japonés
-Qué casualidad encontrarlos aquí
-Cuida a tu hermano –susurró Naoko fingiendo con una gran sonrisa
-¿Por? –indagó Saki desconfiada
-Porque...
-¡Pero qué veo! –exclamó el español en japonés claro- Nuevos amigos
-Ella es Saki y él es su hermano Jun –presentó Paola- Son colombianos
-¡Santas arepas! –bromeó Manolo- Es un gusto queridos
-Je, el gusto es mío –saludó Saki sonriendo divertida
-Mucho gusto –saludó Jun, más solemne
-Pero qué mono sois –comentó el otro chico encantado- Y no te insulto por si lo pareció, sólo que creo que teneís una carita que mola...
-Fresco, te entendí –respondió el colombiano sonriente, mientras Naoko se golpeaba la frente
-No exageres Imai-chan –dijo Manolo seriamente- No pienso corromper al chico
-No te lo tomes a mal Alejandro –se excusó la chica avergonzada- Pero...
-Por si no lo recuerdas, no me avergüenza lo que soy
-¿Lo que eres? –indagó Saki, más curiosa que nunca antes
-¿Veis a aquél chaval sentado allá? -le dijo el español, señalando una mesa donde una chica y un chico charlaban amenamente
-Sí
-Pues él es mi pareja –contó Manolo simplemente, mirando a la chica con una pureza en los ojos que encantó a Saki
-¿Él?
-Sí, él
-Pues si no me lo decías, ni me lo imaginaba –dijo Saki, tan campante que sorprendió al muchacho
-Pero pese a todo, Manolo es un buen amigo nuestro –contó Ken sonriente, no hablaba bien el español, pero sí lo entendía
-¿Es decir que eres...del otro equipo? –inquirió Jun, tratando de hacerlo más suave
-Así es
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Espero que a nadie moleste la inclusión del personaje de Alejandro (o Manolo, como quede mejor XDD). Es algo que discutimos con Saki, quedando ambas en que ninguna de nosotras tenía aversión por la homosexualidad, y menos cuando se trata de incluir (vez primera para mi) un personaje con esta característica nn.
Por cierto que el personaje de Manolo es de mi creación nn
