Capítulo trece
Claro, ahora a las chicas les tocó esperar, pues los otros tenían que bañarse y vestirse.
-¿Vieron la cara que pusieron Matías y Carlos cuando Saki entró? –dijo Paola a Naoko y Tsubaki, pues Saki había ido a comprar algo de comida para gatos para Ta-kun.
-Podría haber jurado que a ambos se les caían las babas. Nunca había visto a Saki con el cabello suelto –dijo Naoko. –Eso sí es tener cabello largo.
-No digan esas cosas –dijo Tsubaki, algo incómoda. –Recuerden que Saki es novia del primo de Paola.
-Sé qué es Saki con respecto a mi primo el minotauro. Por eso le digo que se fije en otras personas… Como el amigo de ella, Santana.
-Está como lo recetó el doctor.
-¿Y creen que a él le guste Saki?
-Pues vaya uno a saber –dijo una voz detrás de las chicas, asustándolas. Era Matías, vestido con una camisa blanca con las mangas recogidas, jeans casi negros y mocasines. –Pero diera la impresión de que sí.
-Matías… ¿No te hemos dicho hasta el cansancio que dejes de asustarnos así? –dijo Paola, con una mano sobre el corazón.
-Lo siento… Es que no quería entrometerme.
-Ya lo hiciste –respondió Tsubaki, haciendo un gesto de incomodidad.
-Y… ¿de qué hablaban?
-Bueno, pues hablábamos de las caras que tú y el amigo de Saki tenían cuando ella entró a la sala. Estaban completamente embelesados.
-¿Qué?
-A poco y se les chorreaba la baba –dijo Naoko, riéndose, haciendo que Matías Dugatkin se sonrojara (OO)
-Bueno… No voy a negar que Saki se ve preciosa con ese vestido… Pero ella ya tiene novio. ¿Recuerdan?
-¿Y qué me dices de lo que dijiste esta mañana? –Paola dijo, burlona.
-¿Qué fue lo que dije exactamente?
-Mirá, si Saki no estuviera comprometida, creeme que lo intentaría con ella para no pasar noches tan solitarias.
-¡Pero también dije que no le haría eso a tu primo! –ya Matías estaba molesto.
-¿Qué dijo Matías, y qué dijiste, Paola? Recuerda que nosotras no entendemos el supeingo –dijo Tsubaki. Por cierto, ¿describí cómo estaba vestida? ¿No? Pues Yamaoka Tsubaki tenía un bonito vestido estampado con flores y sandalias haciendo juego.
-Bueno… Lo que dijo esta mañana fue que si Saki no estuviera comprometida, trataría de conquistarla y así no pasaría noches solitarias como las ha vivido hace un tiempo, Tsubaki –dijo Paola, suavizando un poco lo que el argentino había dicho en realidad. –Y él respondió que no le haría eso a mi primo el minotauro.
-¿A quién llamas minotauro? –dijo otra voz… La de Saki.
-¡Ay, Saki! ¿En qué momento llegaste?
-Hace un momento. Fui a comprar comida para Ta-kun. Y dime, ¿quién es el minotauro?
-Pues…
-Pao llamó así a su primo –dijo Matías.
-Boquense hablador… -Paola dijo, esperando un regaño, grito o incluso golpe de su amiga colombiano, pero la recién llegada sólo se limitó a sonreír. -¿Qué? ¿No me vas a reclamar, Saki?
-¿Debería? Sé cómo se tratan Genzo y tú, y esas son cosas de familia.
-Pero si ya eres de la familia…
-No, todavía no. Además, insultarlo es tu manera de quererlo ;) (óyeme… Paola lo quiere en el fondo junto al Titanic )
-Eso es lo que yo llamo comprensión –dijo Naoko, sorprendida.
-¿Y qué les pasará a los otros tontos? –Paola rezongó.
-No quisieras saberlo --U –dijo Matías.
-Pero…
-Hay cosas que es mejor no saber –dijo Saki.
-Esa no es una de las frases de los libros de tu hermano, ¿verdad?
-Sí y no. Sí es de mi hermano, pero no de sus libros.
-¿Jun escribe? –preguntó Tsubaki inocentemente.
-Sólo estrategias de fútbol. Me refería a mi hermano mayor, Shinji, cuyo verdadero nombre es David Alejandro Aiza.
-Ah, ya… nnU.
-¡Vamos, dime qué están haciendo! –reclamó Paola, zarandeando a Matías
-Pues ya todos estaban listos, pero a Koike y Matsuki les entró ganas de jo...robar a Shimano y lo metieron a la ducha con ropa y todo –contó Matías divertido, rascándose tranquilamente un hombro por dentro de la camisa, lo que dejó a la vista un lindo tatuaje que él tenía en el pecho, lástima que era el escudo de Boca XD
-Lindo tatuaje –se le escapó a Saki que no dejaba de mirarlo
-¿Cuál? –indagó Paola curiosa
-El que Matías tiene en el pecho –señaló la colombiana simplemente
Fue entonces que las demás recién ser percataron del detalle.
-¡Vaya Saki! No te conocía esas mañas de andarle viendo el escote a los muchachos –bromeó Paola guiñándole un ojo a su amiga
-¡Eso no es verdad! –se defendió Saki sonrojada
-Dejá de hinchar –pidió Matías algo molesto, cubriéndose el pecho OO
-¿Desde cuándo te enojas por nada? –inquirió Paola sorprendida
-Desde que me andás "censurado" con Saki –respondió el argentino seriamente
-Je, no es para tanto –intervino Saki algo desenfocada
-Para mi lo es, porque yo jamás me metería con la novia de nadie, y menos con la del primo de mi mejor amiga –alegó Matías, dirigiéndose a la cocina
-Y ahora a éste qué bicho le picó –dijo la Wakabayashi algo confundida
Momentos después apareció el resto de la tropa. Koike y Matsuki traían la ropa algo salpicada de agua, pero sonreían contentos; mientras Shimano, se notaba, traía la ropa húmeda.
-Ni modo Tadashi –le dijo Ken- La luz se fue y no hay modo de prender la secadora, agradece que la plancha estaba caliente
-Pobre Tadashi –murmuró Tsubaki conmovida
-¡Dejen esas caras largas, vamos a bailar! –gritó Kazuki como loco
-Ah...los aburridos días de mi amigo le provocaron esto –comentó Paola mientras le daba palmaditas en la cabeza a su mejor amigo
-Sí... –corroboró él, mientras Ken sonreía divertido por el melodrama, y porque habían cosas que Kazuki no admitiría, al menos no en japonés XD
Una vez en la discoteca, a la que no fueron al final Naoko ni Imai porque la niñera les había fallado, los muchachos se desperdigaron y se dedicaron a bailar como locos. Paola y Ken se sentaron en una mesa junto con Saki y Jun, viendo divertirse a los demás.
-Oigan ¿y Matías? –interrogó Saki buscando con la mirada al argentino
-Está en el bar tomando algo con Darío –contó Paola- Siempre que está de malas se va con él a hablar sobre fútbol argentino
-¿Y por qué está de malas? –preguntó Ken curioso
-Porque le hice una broma que no le gustó –respondió su novia suspirando resignada- ¡Yo y mi bocota!
-¡Carlinho! –dijo Jun al notar que su amigo se acercaba seguido por la mirada interesada de muchas mujeres
-Como vai –saludó el moreno jugador, acercándose a compartir mesa con ellos- Creí que no los encontraría entre tanta gente
-Nada es imposible, si lo deseas con el corazón –dijo Saki con una media sonrisa
Al puro estilo sudamericano, Carlos le dio la mano a Jun y Ken, y se acercó a saludar con un beso en la mejilla a Saki y Paola. Pero accidentalmente a esta última, que estaba distraída viendo al molesto Matías y que volteó cuando el brasilero se acercaba a ella, le dio un beso en la comisura de la boca, provocando que ambos se alejaran rápidamente sonrojados.
-Escepticismo –susurró Ken de malas pulgas, mientras Saki y Jun quedaban perplejos
-¿Vamos a bailar? –preguntó Paola nerviosamente, jalando a su novio del brazo
-Vamos... –murmuró él poco convencido
-Dime que fue un accidente –pidió Saki asombrada
-¡Claro que lo fue! Ni modo que intente besar a una chica frente a su novio –se defendió Carlos apenado
-Jeje, ¿qué sentiste? –preguntó Jun divertido, logrando que su hermana lo mire con reproche
-Cómo se te ocurre preguntarle eso... –lo regañó Saki
-Qué esperas que responda –alegó el brasileño enarcando una ceja
-Que te gustó –bromeó el colombiano
-¿Es el humo alegre el que te hace decir esas tonterías, no? –inquirió su hermana escéptica
-Creo que sí –respondió Jun algo mareado
-¿Quieres bailar? –preguntó Carlos a una ceñuda Saki, por lo que ella asintió
Se acercaron a bailar con el resto de la gente. Saki no podía evitar mirar de cuando en cuando a Paola que estaba un poco más allá, y tampoco evitar descubrir que su amigo evitaba como podía mirar en esa misma dirección. De un momento a otro Ken no estaba allí. Paola estaba regresando a su mesa y Saki la perdió de vista porque Carlos le tomó de la mano para ir un poco más allá.
-¿Paola? –preguntó alguien en medio del ruido del lugar
Paola volteó al escuchar su nombre y se quedó de una pieza, sin poder evitar pensar "ay no, más problemas".
-Hola Mamoru –saludó ella con una pequeña sonrisa
-¡Paola! –exclamó Kisugi acercándose- ¡Qué sorpresa!
-Créanme que la sorpresa es para mi –murmuró ella suspirando abatida- ¿Pero qué hacen aquí?
-Salimos a divertirnos un rato –contó Teppei- Mamoru no quería, pero lo convencí dado que tiene que disfrutar sus vacaciones
-¿Estás de vacaciones?
-Recuerda que Ken y yo jugamos en el mismo equipo –indicó Mamoru nada animado
-Ah, claro –a Paola le cayó el veinte que eso era cierto (y es cierto ¿eh? cruel destino...--)
-¿Quieres tomar algo? –le preguntó Kisugi siempre sonriente
-No, gracias –contestó ella, buscando nerviosamente con la mirada a su novio
Una linda muchacha se acercó a ellos y se llevó con ella al rizado muchacho a bailar; de manera que Mamoru y Paola quedaban en incómoda situación.
-¿Y Ken? –preguntó Mamoru como quien no quiere la cosa
-¿Qué dices? ¡no te escucho! –exclamó Paola, ya que la música había aumentado en intensidad
-Dónde está Ken –le dijo más bajo acercándose a hablarle al oído, provocando en ella una sensación eléctrica de la cabeza a los pies
-Fue un rato al baño –contestó Paola encaminándose nuevamente hacia su mesa
-¿Y Ken? –inquirió Jun al ver acercarse a la germano japonesa, mientras se tomaba un jugo de frutas
-Fue al baño –repitió ella, manteniéndose de pie- ¡Ah! Jun él es Mamoru, un amigo de la infancia y amigo de mi primo Genzo; Mamoru, él es Jun Aiza, hermano de Saki ¿la recuerdas?
-¿La colombiana, cierto? La novia de tu primo, obviamente –dijo Mamoru, extendiendo una mano para saludar el otro chico- Mucho gusto
-El gusto es mío –contestó Jun algo extrañado de verlo, presintiendo que no era de buen augurio
-Mamoru Izawa –murmuró Ken detrás de ellos, confirmándole a Jun por la cara que puso que su presentimiento era cierto
-Wakashimazu –devolvió él sin ningún tipo de simpatía en la voz
-Qué casualidad encontrarte por aquí –comentó el portero japonés, rodeando a Paola por la cintura, mientras ella deseaba que la tierra se la tragase
-Casualidad en verdad –dijo Mamoru seriamente- En fin, creo que mejor me voy
-Mejor –puntualizó Ken
-Hasta pronto Jun-kun –se despidió Mamoru- Adiós Paola –dijo luego mirándola profundamente, para luego alejarse
-¿Ése que se acaba de ir no era Izawa-kun? –inquirió Saki algo agitada por el baile, acercándose a descansar un poco
-Otro jugador japonés –añadió Santana tranquilamente- ¿Amigo suyo?
-No... sí... –se contradijeron Ken y Paola al unísono
Ambos se miraron algo molestos, entonces Saki notó que era hora de que la caballería interviniera.
-¿Bailamos Ken? Quiero ver si eres mejor que Genzo –le dijo Saki sonriendo- Pero mira que Genzo lo hace bien (sí claro ¬¬ Opino lo mismo. Es un tronco y eso que tomó clases intensivas para el b-day de la Sakichuu)
-Acepto el reto –devolvió Ken marchándose a bailar con la colombiana, no sin antes dirigirle una mirada extraña a Paola, que recién se percató que nuevamente estaba en otra incómoda situación al quedarse con Jun y Carlos
-Gran grupo de amigos –comentó Carlos de repente
-Ah...sí –murmuró Paola algo cohibida
-Creo conocer a uno de tus amigos de alguna parte
-Tadashi tiene un hermano que vive en Brasil –contó Paola indiferente- Quizá lo conozcas
-¿Cuál es su apellido?
-Shimano
-Ahá, creo que sí se me hace familiar
-Caballeros –dijo Matías apareciendo de pronto- Si me permiten, me llevo a esta linda señorita conmigo
-¿No que estabas enojado? –inquirió Paola escéptica
-Contigo, amorcito, no me dura más que unas horas –bromeó el argentino coquetamente, llevándosela con él
-Quién lo entiende –refunfuñó Jun cruzándose de brazos
-Je, ¿por qué el tonito? –indagó Santana curioso
-Primero coquetea con mi hermana, y ahora con Paola –explicó Jun, tomando luego un largo sorbo de su jugo, dejando el vaso vacío
-¿Ella te gusta? –preguntó Carlos enarcando las cejas
-De qué hablas –farfulló el colombiano extrañado
-No de qué, sino de quién
-Entonces corrijo, ¿de QUIÉN hablas? –puntualizó el gemelo
-No será de tu hermana –bufó Santana poniendo los ojos en blanco
-Si te refieres a Paola, desde ya te digo que no es lo que tú piensas –replicó Jun diplomáticamente
-¿Entonces?
-No sé, ese argentino no me termina de simpatizar del todo
-Pues a mi me parece otra cosa –replicó el brasileño con una pequeña sonrisa divertida
Un tanto más allá, Saki y Ken bailaban una canción bastante movida. Sin embargo, pese a la calidez que contagiaba la música, la colombiana notó que el muchacho estaba distraído.
-¿Preocupado por algo? –quiso saber Saki, acercándose lo más que pudo para que pueda escucharla en medio de tanto ruido
-No, por qué lo dices –negó Ken
-¿Es por Izawa-kun? –lanzó la muchacha
-Izawa es un cretino –dijo el karate keeper entre dientes, dejando de bailar
-¿Qué te enoja tanto?
-¡Que insista con Paola! –exclamó Ken, marchándose, dejando a Saki sorprendida por su reacción
-¿Bailamos? –preguntó alguien antes que Saki pudiera ir tras Ken
-¡Ale! Qué sorpresa
-Mientras estéis aquí me veréis hasta en la sopa –bromeó el español, guiñándole un ojo- Por cierto, estás muy guapa
-Je, gracias –se ruborizó Saki, ya que cualquier cumplido hecha por un hombre le provocaba el mismo efecto
-Te quedas conmigo o vais tras ese monumento japonés –dijo Alejandro, sin dejar de bailar (je, no me critiques por el adjetivazo nn ¿Por qué debería? Nah, sólo lo digo por si acaso XD)
-Creo que mejor me quedo contigo –respondió la colombiana sonriendo entretenida
Lo divertido de bailar con Manolo no era el hecho de apreciar los buenos movimientos que el muchacho tenía, sino el modo en el que las mujeres a su alrededor lo miraban, ya que sin duda alguna llamaba mucho la atención femenina.
-Je, si ellas supieran... –pensó Saki, mirando con atención al español, que a simple vista no parecía tener nada de diferente, además de ser bien parecido
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Minotauro es un apodo de Genzo que ya tiene marca registrada XDD
Si incluí a Mamoru fue porque no aguanté la tentación (está bien bueno o) y porque ya apareció en "Cuando Paola conoce a Saki" (me cae que me paso de ojo alegre XDD)
