Capítulo quince
De ese modo Paola llamó a los del Toho y les preguntó qué iban a hacer ahora, pero se habían encontrado con un serio problema: Matías y Darío estaban peor que una cuba, sobre todo el adusto uruguayo.
-Esto va a estar peor de lo que creía –la Wakabayashi se dijo. –Chicos, no va a haber más planes por hoy, y quizás hasta mañana por la mañana. Con Matías y Darío así va a ser un riesgo.
-Perdónanos por esto, Carlos –Saki dijo a su amigo. –Pero creo que será mejor que nos vayamos a casa a cuidar de estos dos despechados.
-Não preocupe, Natalia. Me chama amanhã e me conta o que aconteceu com Matías e Dario, OK? (Perdón otra vez por el portugués de traductor, pero necesitaba que Carlinho dijera algo así para ser discreto. Nah, por mi 'tá bien nn)
-Muito bem –Saki respondió en portugués, a sabiendas que su amigo intentaba ser discreto.
Así Jun y Shimano cargaron a Matías, quien canturreaba en español, mientras Ken y Kazuki cargaban con Darío, quien estaba más muerto que vivo (en realidad él tomó más que Matías y por eso estaba peor. ¿La razón? Desconocida para mí Oo ¡Pero no para mi! nn)
-Vaya que pesa este condenado –Shimano murmuró, mientras se aguantaba el tufo del argentino.
-Vaya uno a saber por qué tomaron tanto –Kazuki respondió, viéndose preocupado.
Pero Paola sabía alguna de las razones… O al menos la de Darío. Se dirigieron a sus automóviles y colocaron a Matías en el de Kazuki, mientras Darío se ponía tozudo para entrar.
-¡Me voy a pie! –gritó el uruguayo, tratando de zafarse, mientras sus amigos cuidaban que no perdiera el equilibrio
-Deja de ser tan terco y ya vámonos de una vez –le reclamó Koike ceñudo
-¡Dejáme de jo...! –siguió Darío, con los ojos adormilados de tan borracho que estaba
-No se preocupen, yo me iré con Darío en un taxi –dijo Paola, pasando un brazo de su amigo por encima de sus hombros
Mientras, en el interior del automóvil de Kazuki, Matías cantaba divertido XD
-En un bosque de la China, la chinita se perdió, como yo andaba perdido nos encontramos los dos...XDD
-¿Qué está cantando? –inquirió Jun divertido, volteando desde el asiento delantero donde se encontraba
-Creo que una canción del Topo Gigio –respondió su hermana, evitando la risa nnU
-¿Y Darío? –preguntó el gemelo, viendo por la ventana
-Ahí sigue, sin querer subirse a ningún automóvil
-¿Sabes algo? Me gustas mucho –dijo de repente Matías, sobresaltando a Saki
-Eh...¿qué? –se sonrojó la colombiana notando que el muchacho le sonreía
-Pero, y oíme bien cuñado, pero...respeto tu relación con el Minotauro y jamás intentaré nada contigo –añadió Matías con voz de ebrio, levantando solemnemente la mano derecha
-No soy tu cuñado –corrigió Jun de malas pulgas
-Y...eso ya lo sé, sos cuñado de Genzo...
-¿Nos vamos ya? –preguntó Kazuki ocupando el asiento del conductor
-¿Pero y Darío? –inquirió Saki preocupada, viendo al uruguayo parado y abrazando a Paola
-No sé ni me importa, no pienso estar rogándole para irnos –refunfuñó Eirina, encendiendo el automóvil
-¿No te llevas muy bien con él, cierto? –indagó Jun acomodándose en su asiento
-Nah, no sólo yo y nunca lo haremos. Darío nunca nos consideró sus amigos, para él sólo existe Paola –gruñó el muchacho, viendo el espectáculo de afuera, en el que en un arranque de borracho Darío se había puesto a gritarle a todo mundo que a la única que quería era a su amiga Paola, dándole un repentino beso en los labios, que dejó a los colombianos boquiabiertos, pero que no pareció despertar susceptibilidad en nadie más, ni siquiera en Ken- Mejor vámonos...
Kazuki esperó a que Tsubaki subiera y se fue con su tripulación, ignorando las caras de susto de los gemelos Aiza XD
-Darío, vamos o no –refunfuñó Ken cruzado de brazos
-¡No te me acerques! No sé cómo dejé que mi mejor amiga esté contigo...
-Y dale con eso –gruñó Matsuki, subiendo a su coche
-Ya les dije, váyanse, yo me iré en un taxi con Darío –pidió Paola, dedicándole una sonrisa nerviosa a Ken que estaba por perder la paciencia
-Vámonos Ken, igual los veremos en casa de Paola –sugirió Koike, desde el automóvil de Matsuki
Los que quedaban abordaron sus respectivos automóviles y se fueron, con un Ken nada convencido del hecho.
-Entonces a mi sólo me queda deciros hasta pronto –dijo Alejandro, acercándose a ellos
-¿Almorzamos mañana? –interrogó Paola, sosteniendo a Darío que estaba por dormirse
-Seguro que sí guapa –contestó el español sonriendo- Cuídate Darío y deja de hacer espectáculos
-Ya vete Manolo –gruñó Darío somnoliento
El muchacho se despidió de ambos con un beso en la mejilla y abordó un taxi para irse.
-¿Y ahora cómo nos vamos? –le reclamó Paola a Darío- Estás hasta las chanclas y yo apenas puedo sostenerte
-Acompáñame a llamar a casa –pidió Darío, recuperando el porte y poniéndose a caminar
-Mira que eres bueno para fingir y así aprovechar de insultar a los demás –bufó su amiga divertida, tomándolo del brazo
Ambos caminaron hasta una cabina telefónica, donde Darío tomó el teléfono y marcó, quedándose en silencio hasta volver la bocina a su lugar.
-¿Por qué no hablaste? –inquirió Paola curiosa
-No puedo, ¿qué les diría? –se lamentó Darío, cada momento menos ebrio
-Que quieres saber cómo está Esmeralda –sugirió su amiga
-Yo quiero hablar con ella y con nadie más
-¿Quieres que intente yo?
-¿Lo harías?
Como respuesta Paola tomó el teléfono y marcó nuevamente, contestando en español.
-Buenas noch..digo, tardes –saludó mirando su reloj y calculando la diferencia horaria XD- ¿Podría por favor comunicarme con Esmeralda?
-¿Quién habla, perdón? –dijeron al otro lado del teléfono
-Paola, una amiga...
-Un momento...
-Van a buscarla –contó Paola, tapando el teléfono, mientras Darío esperaba ansioso- ¿Aló, Esmeralda?
-Ella habla –contestó la muchacha con voz somnolienta- ¿Quién sos?
-Toma –le dijo Paola a su amigo, pasándole la bocina- Esmeralda está al habla
-E...¿Esmeralda? –preguntó Darío con un tono de voz tan cariñoso que sus amigos jamás oirían, y que sólo Paola tenía el privilegio de escuchar alguna vez
Creyendo que estaba entrometiéndose en algo privado la germano japonesa se alejó unos metros, en lo que Darío terminaba de conversar. Luego de unos 10 minutos, él volvió con ella, totalmente lúcido y con una linda sonrisa que le adornaba el rostro (¿Darío adusto? Nah, sólo cuando le conviene XD)
-¿Y? Qué pasó –interrogó Paola con curiosidad
-Me extraña mucho y me pidió que vaya a Montevideo a verla –contó Darío contento
-¿Entonces irás?
-Arreglaré unos asuntos en Tokyo al regresar y luego me iré –aseguró su amigo mirándola con ternura- Gracias por ayudarme
-Siempre contigo, en las malas y en las peores, no lo olvides –dijo Paola, abrazándolo con cariño
-¿Y las buenas? –bromeó Darío
-En ésas no me necesitas...
Camino al departamento de Paola, el automóvil de Kazuki parecía carro fúnebre XD: Kazuki manejaba callado, Jun seguía sorprendido al igual que su hermana por lo que habían visto, Matías dormía la mona y Tsubaki también estaba que la vencía el sueño.
-¿Y a ustedes qué les pasa? –inquirió Eirina curioso- Han estado muy callados
-Oye Kazuki-kun –se atrevió Jun pensativo- ¿Fue nuestra mera impresión o vimos a Paola y Darío besándose?
-¿Eso? Fue sólo un roce de labios –explicó Kazuki sonriendo divertido- Jaja, no me digan que los preocupó
-Jamás podríamos besar así a ningún amigo nuestro –confesó Saki, reclinándose sobre el asiento de Jun
-Lo cual los diferencia de nosotros –añadió Kazuki tranquilamente- Yo también lo hago a veces y no tiene nada de raro
-¿Tú también acostumbras a besar a tus amigas en la boca? –se horrorizó Jun OO
-No a mis amigas, sólo a Paola –corrigió el otro muchacho despierto
-¿Y Ken? –indagó Saki curiosa
-No, a él no –bromeó el argentino japonés
-Quiero decir que qué piensa él al respecto –arregló la gemela sonriendo por la ocurrencia
-Pues él ya se acostumbró también, porque sabe que no lo hacemos por pasados o libertinos, es una simple e inocente forma de demostrarnos cariño
Los gemelos se miraron, aun confundidos, y prefirieron no volver a comentar sobre el tema. Matías de cuando en cuando se movía un poco en sus sueños y murmuraba una canción del Topo Gigio XDD.
Al llegar descubrieron que Matsuki y el resto habían sido más rápidos.
-Lo que te pasa por adelantarte, te podíamos indicar un atajo y ni te asomaste –dijo Yutaka divertido, saliendo de su coche
-¿Al menos llegué, no? –se defendió Kazuki, bajando de su asiento
-¿Y Darío y Paola? –preguntó Jun, reuniéndose con ellos
-Aun nada, supongo que no tardarán –murmuró Ken preocupado, mirando en ambas direcciones de la calle
-¡Yo puedo solo, gracias! –exclamó Matías, zafándose de Koike y Shimano, mientras se arreglaba la ropa
-¿Qué, ya se te pasó la borrachera? –indagó Furuta seriamente
-¿Cuál borrachera? Nunca estuve borracho, sólo algo tomado –alegó el argentino, tambaleándose XD
-¿Y por qué cuernos tomaste tanto? –reclamó Takashima enojado
-Porque Darío estaba solito y, como buen amigo que soy, no podía dejarlo solo –contesto Matías con cinismo
-Parecías hombre con mal de amores –comentó Shimano burlón
-¿Mal de amores? Nah, todavía no nació la mujer que me haga sufrir...
-Y yo que creí que era Saki –suspiró Koike con ironía, sonrojando a la colombiana
-Saki es mi amiga y la quiero mucho –aseguró el argentino, rodeando a la chica con un brazo y dándole un beso en la frente- Pero nada más
-Él tiene razón –intervino Jun ceñudo, jalando a su hermana- Sólo son amigos
-Entonces la cosa va peor –se burló Kawabe- Porque si aun no nació esa mujer ¡terminarás siendo un asalta cunas! Jajaja
Ante tal ocurrencia, todos se echaron a reír, hasta Jun XD
-Ja, qué chistosito –se indignó Matías con una sonrisa, aun bastante ebrio XD
Momentos después aparecieron Paola y Darío, quienes bajaron de un taxi. A más de uno sorprendió el hecho de ver al uruguayo completamente bien.
-Qué, qué tanto me miran, les gusto o qué –refunfuñó Darío mirándolos ceñudo
-Ay, pues a mi no me eres indiferente –bromeó Shimano fingiendo amaneramiento
-Baboso... –murmuró el uruguayo de pocas pulgas
-¿Qué le diste que está mejor? –inquirió Ken cuando Paola se le acercó
-Una dosis de la medicina que tanto necesitaba –replicó ella con una sonrisa
Ante tal confesión todos sus amigos pusieron cara de espanto (los muy malpensados XD)
-¡No sean cochambrosos! No es lo que se imaginan –aclaró Paola sospechando lo que habían imaginado
-¿Entramos? Está haciendo un poco de frío –pidió Saki, tratando de evadir cualquier pensamiento impuro XD
-Entonces nosotros los dejamos –anunció Matsuki- Ya que llegaron sanos y salvos, nos vamos a dormir
-Ahumm...hasta mañana –se despidió Tsubaki adormilada
-Querrás decir hasta más tarde –corrigió Jun viendo su reloj- Son como las 3 de la mañana
Se despidieron todos contra todos y algunos se fueron, quedando sólo los asignados a la casa de Paola. Al entrar Saki se encontró con que Ta-kun los esperaba dormidito en la alfombra del living, así que levantó a su leal gato y se lo llevó con ella.
Horas más tarde, a modo de cuentagotas, los ocupantes de ambas casas fueron despertando con un poco de malestar debido a la trasnochada, sin embargo sobra decir quiénes estaban más afectados.
-Ayy...no vuelvo a tomar así en mi vida –murmuró Matías quejumbroso, sosteniéndose la cabeza mientras Paola le preparaba café cargado
-Eso dices siempre –recordó Kazuki divertido
-Buenas –saludó Darío escuetamente, saludando a Paola con un beso en la mejilla y sentándose a esperar una taza de café
-¿Y tú por qué estás tan fresco como lechuga? –inquirió Imai curioso, dándole de comer su papilla a Misuki
-Porque yo no soy un debilucho –replicó el uruguayo con altanería
-Tíya... –murmuró Misuki estirando los bracitos cuando vio aparecer a Saki
-Hola pequeña –saludó la colombiana levantando a la bebé
-Se nota que se encariñó contigo –comentó Naoko, partiendo una manzana- Generalmente se comporta huraña con la gente que no conoce
-Pero a mi me quiere más –se enorgulleció Matías sonriéndole a Misuki
-Ni te atrevas a acercarte a mi hija con ese tufo que traes –amenazó Naoko, blandiendo el cuchillo XD
-Eh, cuidadito con esa arma, señora –reclamó el argentino
-Buenos días –saludó Jun con tremendas ojeras
-Casi tardes –notó Tsubaki divertida, sirviéndose un poco de leche
-¿Qué te pasó que tienes esa cara? –inquirió Ken, que acababa de volver de la tienda, ya que Paola se había antojado cereal
-Matías se la pasó cantando "yo quiero ser como mi papá" y no pude dormir –murmuró el colombiano bostezando
-Je, ¿ya se enteraron que eres del club de fans de ese ratón orejón? –se burló Darío
-No es ningún ratón orejón, es el Topo Gigio –defendió Matías haciendo un puchero
-Bueno, bueno, sin peleas –pidió Ken- ¿Alguien más, aparte de la señorita Wakabayashi, quiere cereal?
-Yo sí, gracias –dijo Saki sonriendo
-Dijo "señorita" no "señora Wakabayashi" –se burló Matías, robándole sin querer una sonrisa a Jun
-¡Se refirió a Paola! Y dijo "alguien más", por eso me apunté –refunfuñó la colombiana ruborizada
-Bueno, pero no te enojes... –replicó el argentino extendiendo una palma, que Jun estrechó como si ambos hubieran amanecido con el plan de mortificar a Saki XD
Luego de terminar su café Matías quiso levantar a Misuki, que ya había vuelto a los brazos de su padre, pero Naoko lo amenazó con la mirada. Así que se comió dos plátanos al hilo, y aun con la boca llena, se llevó a la niña a ver caricaturas, murmurando en su huida "ya no huelo mal" XD
--------------------------
El Topo Gigio tiene marca registrada (¡vaya que era tierno ese ratoncito! nn)
Ah...y no se tomen tan a mal las demostraciones amigueras de afecto entre Paola y el resto XDD (suertuda ¬¬)
Misuki Imai también es un personaje de mi creación (chiquito, pero personaje al fin XDD).
