Dark Janubis no es dueña de Yugioh! Ni de ninguno de sus personajes!
No tengas miedo
Yisho y Mina miraron con algo de gracia al atemorizado Yugi que se cubría la cabeza con sus manos mientras trataba de ocultarse tras una lápida.
-¡¿QUIÉN SE ATREVE A INGRESAR EN ESTE SEPULCRAL TERRITORIO?!-rugió de nuevo la atemorizante voz mientras una sombra parecía emerger del viejo suelo.
El par de guardianes se rieron ante el comentario ignorando por completo las advertencias que eran lanzadas.
-¡YA VERÁN ATREVIDOS MORTALES!-gritó la voz mientras el humo se arremolinaba y se lanzaba contra el par y el aterrorizado joven.
-¡Oh! ¿Quieres calmarte?-dijo Mina poniéndose las manos en la cintura-¡al menos podrías salir de ahí y ver quienes tocan a tu puerta!
-Ella tiene razón, ¡ya bájale, Jack!
De pronto la neblina cesó y el lugar quedo tan tranquilo como lo que era, un cementerio.
-¿Mina...Yisho?-dijo una voz mucho más suave que la anterior. Al desvanecerse la neblina, la imagen de un hombre fue visible. Ese ser aparentaba estar en sus cuarentas, tenía ropa vieja...muy vieja, tenía algo de barba y bigote, y su contextura física estaba lejos de ser abominable, más bien era algo normal, no tan flaco, no tan musculoso.
-¡Exacto! ¿Planeabas intentar asustar a tus viejos amigos?-dijo Mina con rabia fingida.
-¡OH! Mil disculpes señorita Mina, pero usted entenderá que mi trabajo amerita este tipo de acciones-respondió él con una venia cómica.
-Si, eso es cierto. Pero, algo me dice que aquí nuestro amiguito se lo tomó muy en serio-Yisho no pudo evitar comentar al notar que Yugi seguía oculto.
-¿Vienen con alguien?
-Si, es...como decirlo...um...
-Un muerto fresco.
-¡Sí! gracias Yisho, ¡eres tan sensible al respecto!
-De nada.
-Olvídalo-Mina en ese momento volteó hacia donde Yugi se escondía-Hey, Yugi, te aseguro que no hay nada que temer, sal de ahí que quiero presentarte a alguien, ¿sí?
Jack miró hacia la lápida y llego a ver una parte del cabello de Yugi, quien obviamente estaba temblando de miedo.
-Oye, pequeño, no tienes nada que temer-dijo el viejo fantasma con un tono amable-. Vamos niño, piénsalo, ya estas muerto, yo estoy muerto, Mina y Yisho están muertos... ¿precisamente a qué le temerías?
Pensándolo por un segundo Yugi se dio cuenta de que el concepto tenía mucha lógica...pero eso no hacía que la situación se volviese más sencilla. Sin embargo, no planeaba pasarse toda la eternidad oculto tras la lápida de la tumba de alguien, cosa que de por sí, ya era bastante desagradable.
Lleno de todo el valor que su joven alma podía cargar, se puso de pie y luego lentamente dio la vuelta con los ojos cerrados. Con un último esfuerzo abrió sus ojos y... dejó salir un suspiro que ni él sabía que había estado aguantando.
"Definitivamente, estoy agradecido de que no se vea como se oía" se dijo a sí mismo.
-Jajaja, oye niño, ven aquí, ¿no te vas a quedar parado en la lápida de mi tumba o sí?
-¿Ah?-por primera vez Yugi miró la lápida y con la leve luz de la luna leyó el nombre: Jack Barrok, y al notar eso se sintió repentinamente muy apenado-Oh...mil disculpas...-dijo mientras se acercaba a los otros espíritus.
-Oh, no hay problema, ven aquí para verte mejor hijo-dijo el sepulturero.
-Yugi, te presento a Jack Barrok, más conocido como "El SEPULTURERO"-dijo Yisho con un tono tétrico.
Yugi se acercó hasta ellos y miró algo confundido al espíritu que anteriormente aparentó ser tan agresivo.
-No lo sé... tu no pareces un espíritu agresivo, pero hace un momento creí que eras un espíritu maligno-dijo Yugi-¿por qué esta aquí?
-Verás Yugi, Jack es un fantasma como tú...pero para explicártelo te contaré como es que comenzó...-empezó a decir Mina.
-Sí, ella sabe contarlo mejor, mira toma asiento-dijo Yisho sentándose sobre una lápida y mirando a Mina como miraría un niñito a su mamá cuando le van a leer un cuento.
-Mmm...Yisho, no sé que voy a hacer contigo…
-¿Quererme?
-Creo que mejor empiezo la historia...
Hace mucho tiempo, Jack era un trabajador de este cementerio. Su trabajo era el de sepulturero y lo desempeñaba muy bien. Pero un día, su mejor amigo sufrió un accidente, accidente que le provocó la muerte. Como tu supondrás Jack quedó destruido, y más cuando él tuvo que ser quien cavara la tumba de su amigo...
-Eso fue muy triste-comentó Jack.
-Lo lamento-dijo Yugi.
-No te preocupes, yo ya no lo hago.
-Bueno, como iba diciendo...
Esa noche Jack estaba tan angustiado y deprimido que empezó a beber. Bebió y bebió pasada la hora de cerrar el cementerio. Sus compañeros ya se habían retirado. Él era el único en el panteón, y además estaba completamente ebrio. Lleno de pesar, Jack empezó a vagar por todo el cementerio sin rumbo alguno, y sus pasos lo llevaron aquí, hacia este viejo árbol, en esta misma colina. Jack se paró justo al lado del árbol y empezó a gritarle...
-Cosa que no fue muy agradable-dijo Yisho.
-Hey, ¡estaba ebrio!-protesto Jack en su defensa.
-Si me permiten...
Pero, en ese momento, Jack empezó a retroceder y a causa de su ebriedad y de lo empinada de la colina perdió el equilibrio y empezó a rodar colina abajo y para su mala fortuna, sus compañeros habían abierto varios agujeros por la zona para los entierros de los próximos días. El pobre Jack rodó y calló en uno de esos agujeros y ahí se dio un fuerte golpe en la cien con una afilada roca en el fondo... y bueno...
-Nadie estaba en el cementerio esa noche, y yo ni siquiera fui conciente de que había caído debido al alcohol en mi cuerpo...
-Mina continúa...-dijo Yisho haciendo un ademán con la mano.
-Sí...
Cuando esto ocurrió, a unos guardianes como nosotros se les dio la misión de ayudarle. Verás Yugi, Jack nunca fue conciente de que había muerto. Cuando le encontraron él estaba caminando por el cementerio como si nada. Es más, él creía que era hora de iniciar su turno de trabajo y estaba buscando a su jefe para ver su horario.
-Fue muy difícil hacerle entender que estaba muerto-comentó Yisho-. Pero, luego de unas cuantas demostraciones, incluyendo su cuerpo mortal, Jack entendió que ya no estaba vivo...
-El problema era que Jack no debía de morir en ese momento. Además, su muerte fue frustrante y su espíritu estaba furioso, enojado consigo mismo por haberse causado ese accidente. Era obvio que no podía cruzar al otro mundo...pero...
-Pero, al igual que tú, Jack era una buena persona, nunca había deseado mal a nadie y siempre había actuado de forma correcta, no podía permitirse que su alma se volviese un espíritu maligno y se quedara como un fantasma o espectro...por eso...
-Sus guardianes intercedieron por él y nuestros superiores les dieron la razón, dijeron que le darían una oportunidad para ir al otro mundo, pero para ello Jack debería cumplir una misión.
-¿Cuál?-preguntó Yugi que ya no podía mantenerse en silencio.
-Permíteme explicártelo –dijo Jack con una sonrisa- En este mundo hay muchas almas que al igual que la mía, al morir no se dan cuenta de ello. Estas almas usualmente se apegan a su cuerpo mortal y lo siguen creyendo que simplemente están soñando. Si se alejan demasiado pueden sufrir heridas espirituales por la presencia de los vivos. Mi misión era la de recolectar a aquellas almas confundidas y darles a entender lo que les pasaba para luego reunirlas en este lugar, en el cual un guardián del otro mundo, como Mina y Yisho, las vendrían a recoger. Y debía de hacerlo por un periodo de cien años.
-¿Cien años? ¡Eso es mucho!-dijo Yugi impresionado por la cantidad de años.
-No lo creas, ya voy en mi año número ciento cincuenta -dijo con orgullo.
-¿Ciento cincuenta? ¿No eran cien?
-Sí...pero es algo gracioso...-dijo Yisho.
-Verás, lo que ocurre es que cuando Jack hubo cumplido el plazo acordado, nosotros vinimos por él para llevarlo a su merecido descanso, pero cuando le dijimos que ya era hora, él solo nos dijo...
-NO
-Exacto, veo que lo recuerdas Yisho
-¿Como olvidarlo? Si hasta me caí y yo flotaba en ese momento
-¿Dijiste que no? ¿Por qué?-preguntó Yugi volteando hacia el sepulturero.
-Bueno, es que... cuando veía a esas almas caminando tras sus cuerpos, engañándose así mismas en la esperanza de que fuese un sueño y absolutamente perdidas, me sentía muy mal. Pero, cuando les explicaba lo que ocurría y las ayudaba a regresar al camino correcto, y me daban las gracias antes de marcharse con una sonrisa, sólo digamos que era más de lo que estaba dispuesto a dejar ir.
-Jack suplicó que se le permitiera continuar su trabajo-dijo Yisho.
-Lo pidió con tanto fervor que se le ofreció el siguiente contrato "mientras exista el cementerio de Domino se le autoriza al espíritu de Jack Barrok a proteger a las almas que deambulen por é" y así se realizó-dijo Mina muy entusiasmada.
-Vaya...pero, ¿y que hay de todo el espectáculo de espíritu maligno y eso?
-Oh, eso. Verás, el cementerio en determinado momento se volvió el escondite preferido de varios jóvenes que buscaban hacer reuniones de mal gusto. Como eso perturbaba a las almas que esperaban conmigo, además de que el cementerio es un lugar peligroso de noche, se me ocurrió que nada los espantaría más rápido que un buen susto del espíritu del sepulturero fallecido y adivina, ¡funcionó! Jajaja
-Jajaja-rió Yugi, algo nervioso.
-Ya, dejando mi historia de lado, hay algo que me esta inquietando...
-¿Qué es, Jack?-preguntó Yisho.
-Tu-dijo señalando a Yugi-hay algo en ti que se me hace muy familiar... pero no sé que es... ¿alguna vez has estado en el cementerio de noche?
-Nunca, señor-respondió Yugi algo nervioso al notar que Jack se le acercaba.
-Eso es extraño, no suelo despertar hasta el anochecer...pero no puedo quitarme la idea de que te he visto antes...
En ese momento Jack le colocó una mano en el hombro a Yugi. El joven sintió un extraño pero familiar sobresalto dentro de sí y una mirada de pánico apareció momentáneamente en su rostro.
-¡Ah!-dijo Jack al ver su expresión-¡Eres tú!-dijo alejando su mano de él-ahora te recuerdo...pero, pero eso fue hace mucho tiempo...
-¿De qué hablas Jack?-preguntó Mina.
-Creo que ya te había visto...pero fue en una ocasión algo inusual...
(flash back)
Recuerdo bien ese día... fue aproximadamente hace once años. Ese día me había levantado antes del anochecer, cuando el sol apenas se estaba empezando a ocultar. Recuerdo que caminé por el cementerio como era de costumbre topándome con algunos de los vivos que dejaban flores a sus familiares o amigos. Era extraño, el cementerio no parecía tener ningún alma vagante ese día, cosa que no solía ocurrir muy a menudo.
De tanto caminar, me encontré en el ala este del cementerio, ahí vi algo más inusual. Un niño, un niño pequeño estaba ahí. Era extraño que los niños pequeños estuvieran en el cementerio a esas horas. Pronto note que el niñito tenía un traje negro, y que estaba parado cerca de una lápida que yo nunca antes había visto. No tarde mucho en darme cuenta de lo que pasaba. Aparentemente, debió de haberse realizado un entierro, pero debieron de tener ciertos problemas y se atrasó un poco más del periodo establecido por las reglas del panteón.
Me acerque al niño, su cabello me llamó instantáneamente la atención, pero lo hice de lado cuando noté que estaba sujetando una hoja de papel contra su pecho y tenía sus ojos cerrados. Entonces, le vi abrir sus ojos mientras unas lágrimas caían. Miró la tumba y se agacho para dejar la hoja en el suelo.
-Lo hice pada ti, abuelita-dijo el pequeño.
Miré el dibujo de la hoja y descifre que era una mujer sujetando la mano de lo que el niño consideraba un autorretrato y un hombre se paraba a su lado.
-te voy a extañar-dijo el pequeño mientras se limpiaba sus lagrimas de los ojos y se ponía de pie-cuidate muto, ¿sí? Yugi sedá un buen niño... no me olvides...
Al ver al pequeño tan triste sentí algo dentro de mí que no había sentido en mucho tiempo, compasión por los vivos. No había nadie a su lado, solo estaba el pequeño. En los caminos a lo lejos podía ver a la gente de negro que estaban conversando y consolándose, creo que el pequeño se había salido de ahí para hablar en privado con su abuela. Me sentí muy mal. Traté de ver si el espíritu de su abuelita estaba por ahí para decirle que su nieto la extrañaba, pero no la vi, deduje que aquella mujer había muerto a su tiempo y que había partido al otro mundo.
Me sentí súbitamente atraído al pequeño y tuve la necesidad de consolarle. Yo sabía que los vivos no me podían ver, oír ni sentir, no a menos que fuera de noche y de que yo usara mucha energía, pero aun así acerque mi mano hacia él, y sin pensarlo dos veces toque su pequeño hombro. De pronto, algo extraño ocurrió. Su cuerpo se puso tenso, y en un momento súbito, el pequeño volteó y me miró fijamente a los ojos. Yo me sorprendí mucho, su mirada estaba llena de pánico. Empezó a retroceder y alejarse nunca retirando su mirada de mí. Tropezó con una roca y calló de espaldas, pero tan pronto como pudo se puso de pie, empezó a correr aterrado.
-¡ABUELO! ¡ABUELITO! ¡AYUDA!-gritaba mientras lloraba y se alejaba- ¡Hay una sombra OSCURA!-gritó y yo me sorprendí más aun. Él me había visto, pero yo no lo había deseado...era imposible...pero, no pude comprobarlo puesto que nunca más volvía a verle, nunca más apareció a pesar de que me despertaba temprano, jamás le volví a ver...
(fin del flash back)
-Wow…increíble, ustedes ya se conocían...
-¿Entonces fue usted?-preguntó Yugi permitiendo que su angustia se desvaneciera.
-¿Um?-preguntó Jack.
-Recuerdo que el día del funeral de mi abuelita me había alejado de mi abuelo para poder dejarle un dibujo que había hecho para ella, pero que no pude darle cuando estuvo en el hospital. Pude sentir esa sensación como si algo me tocara, algo frío y tenebroso... cuando voltee vi...vi una sombra y unos brillantes ojos oscuros...no pude ver más que la forma de una persona completamente oscura...me asusté tanto, que jamás quise volver a pisar el cementerio pasado el medio día...
-Lo lamento, no era mi intención el espantarte...aunque debo de decir que nunca creí que podrías sentirme ahí...
-Eso es porque él es muy sensible-dijo Yisho-ya que su destino era tan intrincado no es raro que sea susceptible a cosas como espíritus.
-Oigan chicos...sé que esto es muy interesante, pero quisiera saber porque era tan necesario que conociera al Señor Jack.
-Sí, podrían explicarse, sinceramente, ¿no deberían llevarlo al otro lado?
-Bueno, verás Jack, el punto es que necesitamos tu ayuda para algo...
-Bueno Mina, no sé para qué te seré útil...
-Jack, no te va a gustar mucho lo que te tenemos que decir-dijo Yisho.
-¿Así? No creo que haya nada que me pueda molestar tanto, ¿o sí?
-Jack...Yugi, él...
-¿Qué tiene él Mina?
-Jack, él murió a manos del oscuro-fueron las palabras de Yisho antes de que el lugar quedara en silencio, Yugi solo bajo la cabeza y esperó pacientemente la reacción del Sepulturero.
Ooo
R&R
