Capítulo 5: Lo que hacen los... ¿celos?

-Hermione, ¿qué haces aquí? Ya es tarde. ¿Por qué no estás acostada?

-Necesitaba estar sola un rato, pensar... Ginny no para de hablar y necesitaba un poco de tranquilidad.

-Ehh, está bien. Sólo venía a coger tu regalo, que se me quedó aquí- se dio la vuelta para irse, cuando la joven lo detuvo.

-No te vayas... En serio... me vendría bien.. tener compañía... Además, podrás decirme si te gustó mi regalo... Ábrelo! – Harry cogió el paquete que estaba sobre una mesa y lo abrió. Era como un dado de piedra. Tenía un símbolo diferente grabado en cada una de las caras.

-Supuestamente, es un amuleto para la buena suerte. Le perteneció a un soldado romano que ganó muchas batallas para el Imperio. Pensé que lo podrías llegar a necesitar...tú sabes..

-Es genial, gracias! Me encanta.

-De nada...- Se rieron juntos. El chico, luego, se sentó junto a ella, callado. Recordó algo y después de un minuto no pudo contener sus pensamientos. Empezó a hablar tranquilamente.

-Con que, ¿viste a Krum? ¿cómo sigue?

-Bien...

-¿Lo encontraste por accidente?

-Sí! A qué viene todo este interrogatorio?

-A nada, sólo quiero saber... qué hay entre ustedes..- Harry no podía creer lo que acababa de decir. Hermione lo miraba con sorpresa.

-¿y bien?- volvió a preguntar

-Si te lo digo debes prometerme que no se lo dirás a nadie.

-Entonces sí hay algo...

-Harry, escúchame!...- tomó un respiro y dijo- Fuimos novios. ¿contento?

-¿novios?¿cuándo?

-En cuarto, cuando fue al colegio para el torneo, ¿lo recuerdas?

-Por supuesto que lo recuerdo!

-Fueron sólo unos meses... Me lo pidió el día del baile. Cuando él regresó a Bulgaria, prometimos que no dejaríamos de escribirnos, pero luego, me di cuenta de que no funcionaría...

-¿en serio?- le respondió Harry sarcástico.

-Sí! Era una farsa.. en realidad, él no me quería y yo tampoco lo quería. No pensaba continuar con lo nuestro a menos que en verdad sintiera algo...

-¿Y?...

-Nada.. simplemente nos topamos en el verano. Mi tía tiene una casa en Italia, y sucede que él fue tenía un partido de Quidditch en Roma. Decidió pasear por el país en sus vacaciones... nos encontramos un día y me invitó a tomar un café... la verdad, fue muy vergonzoso, que me invitara frente a mis padres...– Hermione paró, como si estuviera esperando que Harry hiciera algún comentario, pero como no lo hizo, continuó.

-Conversamos... no pasó nada más...

-Genial, te felicito!

-¿sabes qué? No tengo que por qué darte explicaciones. Puedo hacer lo que me plazca... sólo déjame decirte algo, Harry. Eres igual a Ron...- dicho esto se levantó, apagó la luz y subió a ver a Ginny, dejando a Harry pensativo y a oscuras.

-¿Igual que Ron? Eso significaría que... – Harry pensó en voz alta... -¿Celos?¿yo?¿por qué habría de...?- Harry decidió no pensar más en eso. Se levantó, tomo su regalo y caminó hacia su dormitorio... Iban a ser unas duras vacaciones...