Capítulo 13: Revelaciones ¿de quién para quién?

A la mañana siguiente, Harry despertó feliz. Se sentía satisfecho por todo lo sucedido la noche anterior. Estaba aún un poco confundido y mientras más lo pensaba se ponía más y más nervioso. ¡Tenía novia!... ¿tenía novia!¿y era Hermione!qué extraño... nunca se había imaginado algo así... ¿qué debía hacer ahora? ¿qué hacían los novios?... se sentó sobre su cama con lentitud. En ese preciso momento, Neville entró a la habitación y cuando vio a Harry, se le acercó sonriendo.

-¿Harry? Ehhh... ¿sabes? Los botones de la camisa van adelante y las medias no se ponen en las manos...

-¿qué? Ah! Cierto...gracias! estaba pensando en otras cosas...

-me doy cuenta... bueno, mejor te apuras. Las clases comienzan en quince minutos y todavía no desayunas... ¿verdad?

-tienes razón... dame dos minutos... a propósito, ¿que clase nos toca primero?

-defensa contra las artes oscuras.

-claro! Genial! Ya bajo... en dos segundos...- ¿dónde tenía la cabeza? Ni siquiera Voldemort lo ponía así de nervioso y preocupado... Voldemort... eso le recordaba que había algo importante que quería preguntarle a Hermione... ¿qué era? Sin duda era algo importante y no debía posponerlo... la memoria le fallaba en ese momento. Terminó de arreglarse y bajó rápidamente a desayunar.

El comedor estaba casi vacío. No se encontró con Hermione ni con Ron. Comió veloz y se dirigió a su clase. En el camino iba concentrado en acordarse el importante tema. Llegó a la clase justo a tiempo. Entró y se sentó junto a Ron y Hermione. Había bastante ruido pero Ron y Hermione permanecían callados. De repente, todos lo estudiantes hicieron silencio, cuando el profesor se apareció de la nada en el frente del aula.

-Buenos días, jóvenes.

-buenos días, profesor Hartright

Leopold Hartright, el nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras era un hombre de aproximadamente 40 años, tranquilo, educado y con buen sentido del humor. Tenía una voz gruesa y grandes ojos verdes. Había escrito varios libros de las artes oscura y se notaba que sabía mucho. Sus clases eran... soportables; a veces divertidas y los estudiantes estaban complacidos de tener, después de tanto tiempo, un buen profesor con quien... se podría decir, disfrutaban aprender.

-Hoy tendremos una clase practica. Pónganse en parejas. Vamos a practicar los hechizos de protección de las paginas 245, 246 y 247...

Ron automáticamente se dio la vuelta y se unió con Neville, que estaba en el asiento de atrás. Hermione y Harry se miraron y asumieron, como siempre, que harían el ejercicio juntos.

-Profesor, ¿prepararemos la poción de la pagina 246?- preguntó la voz de una chica (no Hermione... ella seguía sin decir mucho)

-Sí! Me temo que esta será hora de pociones... pero debemos hacerla. Es muy fácil. Sólo sigan las instrucciones y cuando terminen, avísenme e iré a ver que tal les quedó... luego hablaremos de sus propiedades. Bueno, ¿qué esperan?.. empiecen!

Harry leyó la receta para la poción. Luego miró a Hermione, quien lo observaba un tanto preocupada.

-te encuentras bien?

-sí seguro, pero tenemos que hablar... tengo algo que decirte...

-lo sé! Yo también debo decirte algo. -Pero no recuerdo que era..., pensó-

-tú primero.

-de acuerdo... no, no. Mejor empieza tú.

-ok... hablé con Ginny esta mañana. Me dijo algunas cosas que... me hicieron sentir un poco... mal. Sentí que te estaba mintiendo...

-oh-oh! Eso no suena bien- pensó Harry para sí mismo.

-¿Recuerdas cuando te dije que no sucedió nada entre Víctor Krum y yo en Italia?... bueno, eso era verdad, pero... bueno, nos hemos estado escribiendo durante todos estos años y seguimos en contacto... porque bueno, ehh.

-Hermione, eso no tiene nada de malo... – le respondió el chico tratando de ocultar esas chispas de celos que empezaban a surgir.

-no! Eso no... escucha, el punto es...

-el punto es...- siguió harry

-el problema es que... se podría decir que...

-se podría decir que...

-...seguimos siendo novios...- continuó la chica en voz muy baja.

-¡¿SIGUEN SIENDO NOVIOS!- exclamó Harry dejando atrás toda su calma. se calló al ver cómo el profesor Hartright se volvía a mirarlo.

-por favor deja de repetir todo lo que digo...

-¿qué deje de repetir todo lo que dices? ¿qué más quieres que te diga?¿ahh?

-lo lamento tanto... es que nunca terminamos y él aún no tiene otra novia y cuando estábamos en Italia me dijo que me extrañaba mucho, significa que seguimos siendo novios, pero no te preocupes, le escribiré para contarle toda la situación. Lo solucionaré, lo prometo! – decía hermione con una expresión de "no es tan grave... no te enojes!"

-¡¿lo prometes!... pero Hermione, ¿cómo pudiste ocultármelo tanto tiempo? Además, ¿por qué habrías de...?- la muchacha lo miró con una mirada seria que decía claramente que se callara. En ese instante, una voz detrás de él empezó a hablar con delicadeza.

-Sr. Potter, srita. Granger, ¿puedo preguntarles cómo va su poción?

-ahhh... bien, profesor.

-magnífico, porque pensé que en lugar de hacerla, estaban muy entretenidos conversando cosas que no tienen ni la menor relación con la clase... – dijo serio, pero con un tono dulce

-disculpe, señor. Ya la terminamos...

-ok, como diga, pero yo creo, que para terminarla necesitan empezar... ¿verdad?- Hermione asintió con seguridad pero un poco preocupada- no me defraude señorita Granger. No me gustaría tener que dañar su récord de calificaciones perfectas.

El maestro se alejó lentamente dejando a los dos en silencio y trabajando en la poción.

-hablaremos de esto más tarde. Y me dirás lo que tenías que decirme...

-bueno...- contestó Harry sin ganas.

-Harry, por favor, olvídalo... lo siento... mucho!

-bueno... como sea...- volvió a decir el muchacho.

Cuando se acabó la clase, Harry se levantó inmediatamente. Salió tan rápido que no permitió que nadie lo siguiera. Al principio sentía los pasos de Hermione detrás de él, pero luego, el sonido se fue desvaneciendo conforme él iba más rápido.

En poco tiempo llegó a las escaleras que llevaban a la sala común de Griffindor. Empezó a subirlas; en ese momento se comenzaron a mover hasta llegar a un pasillo en el piso siguiente, estaba lleno de cuadros. El primero era el de una bruja sentada en columpio en un bello jardín. Harry lo miró con atención como por diez segundos. Inmediatamente después, las escaleras se movieron de nuevo. En ese momento, Harry recordó lo que tenía que decirle a Hermione...

Bajó de nuevo las escaleras y regresó sobre sus pasos a la clase de la que había salido. Cuando llegó, sus compañeros terminaban de salir. Encontró a Hermione en la puerta. La tomó del brazo y le dijo

-Lamento mucho lo de Krum, pero eso no es importante ahora... Además, no debí molestarme por eso. Lo que sucedió con nosotros fue algo que... no pudimos predecir, lo entiendo... En este momento necesito hablar contigo de algo serio.

-Harry, tenemos clase... ¿podemos hablar luego?

-Es importante y lo he estado posponiendo mucho.

-De acuerdo... Podemos... faltar a la clase siguiente...

-En serio! – contestó sorprendido, harry, quien pensaba más bien, en pedir permiso para ir a la enfermería, diciendo que estaba enfermo, o alguna otra cosa, pero no pensó que hermione, voluntariamente quisiera faltar a una clase.

-claro. Si es importante.. además , tenemos historia de la magia. Todo lo que aprendemos en una hora de clases lo puedo recuperar en 15 minutos de lectura ligera... vamos. Se de un lugar perfecto...

-Geeenial!- harry estaba verdaderamente asombrado. Hermione estaba dispuesta a faltar a una clase? Eso no se veía todos los días. En cierta forma, lo hizo sentir feliz. Significaba que a ella le importaba su relación y que era lo suficientemente audaz como para sacarla adelante.

-Harry, vienes?

-Claro!... Vamos...

-Corre!- le respondió la joven con una mirada emocionada.

-Puedo preguntar a dónde vamos?

-No podemos quedarnos dentro del castillo. Peeves nos encontraría y le diría a Filch, y Filch a Mc Gonagall... pero si vamos a los terrenos nadie nos encontrará. Regresaremos justo a tiempo para la clase de Encantamientos...

-Bien pensado!- le tomó la mano, le dio un beso en la mejilla y caminaron hacia afuera. Harry se sentía nervioso... no quería decirle a Hermione lo que tenía que decirle...