Capítulo 19: Una cita con las estrellas

Harry y hermione salieron del baño tomados de la mano, caminando juntos y acaramelados. Se pusieron a conversar acerca de todo el tiempo que habían perdido... con harry inconsciente y todo lo que había pasado, no habían podido pasar tiempo juntos. Harry le prometió a su amada hacer algo para reponer el tiempo perdido. En cuanto llegaron a la sala común, Ron estaba sentado cerca del fuego jugando ajedrez con neville y cuando los vio llegar juntos sonrió débilmente y bajo la mirada por un momento. Los dos chicos se acercaron y saludaron a sus amigos. Ron inmediatamente cambió su expresión por una feliz y les sonrió con ternura.

-tomados de la mano? Me alegro... ya era hora de que siguieran mi consejo...

-qué consejo?- le preguntó harry mientras su novia apoyaba su cabeza en su hombro.

-ahhh! Ya saben, yo siempre dije que eso de estar separados no funcionaba... veo que me hicieron caso.

-síiii! No podíamos vivir separados...- contestó hermione inconscientemente mientras abrazaba a harry y se apoyaba con más cariño en su hombro. Neville les sonrió y le dio una palmada en la espalda a harry susurrándole "suertudo" muy bajito. Ron también trató de sonreir y al hacerlo tuvo éxito.

-me alegro... me alegro...

hermione besó a harry en la mejilla y con una sonrisa y una señal de la mano se despidió de neville y ron. Luego subió rapidamente a su habitación.

Los tres chicos se quedaron juntos y harry observaba a su novia alejarse con una cara un poco atontada. Neville le pasó la mano por delante de los ojos para regresarlo a la realidad. El joven sonrió y se sentó entre sus dos amigos.

-y... ahora qué?

-ahora qué qué? – contestaban ron y harry al unísono a la pregunta del otro chico

-mañana es viernes...

-y?

-las vacaciones empiezan mañana... regresamos a casa el sábado, recuerdan? Qué van a hacer ustedes? Se van a quedar aquí? Se van a tu casa? Hermione va con ustedes?- neville hablaba lentamente, moviendo la cabeza de un lado a otro y lanzándoles risitas obvias...

-ahhhh... ah! Vamos a mi casa, harry y yo!- contestó ron apresurado y neville asintió con la cabeza

-ya es viernes? Tan rápido? Demonios! Qué voy a hacer ahora?

-a que te refieres?

-le prometí a hermione hacer algo juntos para recuperar el tiempo que estuvimos separados... qué voy a hacer en tan poco tiempo?

-poco tiempo? Tienes dos días...bueno, un día y medio...

-eso no es suficiente! Tiene que ser algo lo suficientemente especial para mostrarle a hermione que nada, ni siquiera voldemort nos separará...- neville se estremeció al escuchar ese nombre, pero ron ya no.

-romanticón... jeje...bueno, chicos, me despido... buenas noches... y espero que se te ocurra algo especial, harry!- neville escapó a toda prisa después de la mención del nombre de voldemort.

-ron! Qué le gusta a las chicas?

-yo que se!

-vamos ron! Tienes una hermana... y... una mamá...- esto entristeció un tanto a harry pero no lo demostró- y hermanos mayores... algo debes saber!

-... no molestes harry! A mi no me preguntes! Especialmente si se trata de hermione..

-lo lamento.- agregó harry apresuradamente

-no! No te preocupes. Lo estoy superando! El hecho de que sea hermione no es lo que me incomoda. Sólo que no quiero pensar en eso! Yo no tengo a nadie a quien prepararle cosas románticas y todo lo demás... estuve tan cerca... no importa! El punto es que sé que algo se te ocurrirá... yo también me voy a dormir. Vienes?

-sí, claro!- harry y ron se dirigieron a los dormitorios de los hombres. Harry pasó toda la noche pensando en hermione y en una cita súper romántica y perfectamente hermosa que podía prepararle.

A la mañana siguiente cuando fue a buscar a hermione, la encontró en el gran comedor desayunando junto con.. ginny?

-hooo..ola... cómo están?- inquirió confundido

-bien, gracias!- respondieron las dos juntas muy contentas... o bueno, más o menos contentas, o falsamente contentas, o como sea!

-qué están haciendo... juntas?

-desayunando... y conversando...

-ahhhh...- dijo aun sorprendido harry

-bueno, debo irme. Nos vemos hermione y gracias por todo.- ginny le lanzó a hermione una mirada comprensiva y una sonrisa, pero cuando vio a harry, hizo una extraña mueca que trataba de hacerse pasar por una sonrisa.

-ehhh, qué está pasando? Pensé que tu y ginny estaban peleadas.

-sucede que... conversamos. Mientras estabas en ese sueño extraño, ginny fue a visitarte y ehhh... bueno la obligué a hablarme.

-la obligaste!

-síiii! Le dije que se estaba comportando como una niñita de cinco años y que no iba a permitir que nuestra amistad se fuera por el drenaje por un chico. Que la amistad es más importante...

-sabias palabras...

-no te burles! Me costó mucho retenerla dentro de la enfermería sin que madame pomfrey nos echara por los gritos...

-gritos?

-me amenazó! Y yo la amenacé... bueno, fue una discusión interesante! Lo bueno fue que al final, ella también dijo que me extrañaba... y que no podíamos no hablarnos para siempre. Empezamos a contarnos cosas y decidió que aceptaría lo nuestro, pero que debía comprometerme a encontrarle alguien a ron para que no se sienta solo y lo supere completamente... y de una vez, alguien para ella.

-ohhhhhh! Felicitac..iones...?- comentó aún extrañado

-gracias! Y bien, qué has hecho? Ya empacaste?

-aún no! De hecho, quiero... decirte que... qué te parece si hacemos algo esta noche? No vamos a estar juntos de aquí hasta el seis de enero cuando regresemos. Qué te parece?

-genial! Nos vemos... debo ir a clases... hablamos luego!- besó a harry en los labios, sin importarle todos los murmullos y las miradas que los rodeaban y salió velozmente del salón.

Ese día todo pasó muy rápido y harry no tenía ni la menor idea de qué hacer con hermione. recibió, obligado pero agradecido, algunas sugerencias de parvati y lavender, aunque no le fueron para nada útiles. Lo único que le hicieron ver fue lo exigente que las mujeres podían ser en cuanto a citas. Querían cenas románticas en lugar imposibles en circunstancias imposibles... qué complicadas las mujeres, pensaba

como a las seis de la tarde, después de la practica de quidditch, mientras guardaban las pelotas y el resto de cosas en el armario de deportes, colin les empezó a contar a los del equipo lo que le había pasado en la clase de astronomía del día anterior. La historia, que era, bastante divertida, le dio a harry una idea.

Después de la cena tomó la capa de invisibilidad, el mapa del merodeador y a hermione y la llevó a dar un "paseo por el castillo". Ella se negó al principio, pero después aceptó. Después de unos tres minutos de caminar, una puerta se abrió delante de los dos chicos y llegaron a una hermosa y amplia terraza llena de unos instrumentos parecidos a telescopios. Unos pasos más tarde, descubrieron unos cuantos escalones que llevaban al techo. Subieron. Era un gran techo levemente inclinado de piedra. Habían unas pocas plantas y tierra pero el ambiente era perfecto. Era la torre más alta de todo el castillo, se veía todo el terreno y como el cielo estaba despejado, las estrellas se sentían más cerca que nunca. Harry extendió una manta en el suelo.. bueno, en el techo, y los dos jóvenes se sentaron a contemplar el cielo y la gran luna que parecía una enorme galleta de arroz mordida hasta la mitad. Era extraño que siendo mediados de diciembre el clima aun no era tan frio y todavía no nevaba. El viento era tibio y suave.

-qué hermoso... la noche es perfecta!- comentó hermione poniéndose cómoda.

-como tú... – le repondió harry mirándola fijamente a los ojos y sonrojándose ligeramente

hermione también se puso roja y bajó la mirada; pensó por un segundo que la noche ocultaria el color de su rostro, pero la luna estaba tan grande que iluminaba todo a su alrededor.

-fuiste muy dulce en traerme aquí... no hemos tenido mucho tiempo para estar juntos y... bueno...

-en verdad necesitaba estar cerca de ti, hermione.- la chica lo miró con dulzura. Le encantaba el hecho de que pensaran lo mismo y él pudiera a veces terminar sus oraciones. Sentía que estaban en verdad conectados.

-yo también de ti!

-lamento mucho todo lo que sucedió en años anteriores con cho y todo lo demás... lamento no haberme dado cuenta antes de que eras perfecta para mí... prometo estar siempre junto a ti y protegerte. Si algo te sucede... –suspiró-... tú eres mi mundo, hermione, nunca me dejes...

-nunca te dejaré! Nunca... sabes que siempre estaremos juntos. Incluso cuando no nos encontremos en el mismo lugar.- contestó la muchacha abrazando a harry muy fuerte.

-lo sé.- harry desvío la mirada y luego dijo con voz tímida- no te asustes, pero tengo un mal presentimiento sobre estas vacaciones. Voldemort está en todas partes. Por favor cuídate mucho, de acuerdo?

-no te preocupes por mí...

-sólo... ten cuidado. Bien?-hermione asintió y lo abrazó aún más fuerte

-quisiera que no tuviéramos que separarnos...

-yo también, pero debo ir a casa. Mis papás están preocupados por mí, además, creo que es hora de que aclare mis situación con harriet... después de todo, es mi hermana!- miró a la luna por un momento en silencio. Continuó hablando con tristeza en la voz- en realidad, creo que me he separado demasiado de mi familia. Mi padre piensa que, ya no me conoce. Lo escuché hablando con mi madre un día... Ambos sienten que se están perdiendo gran parte de mi vida... No sé qué hacer para que no se sientan así... ¿sabes? Les escribo todas las semanas, les envío regalos, golosinas, libros de magia para tener de qué hablar cuando estamos juntos... No sé qué más hacer. Este es mi mundo... No puedo cambiarlo... Y no tienes idea de lo incomodo que resulta hablar con mi mamá en casa frente a mi papá... Es horrible! Me hace un montón de preguntas... de chicas...

Harry se rió cuando escuchó esto.

-¿qué tipo de preguntas son esas?

-Por favor! No empieces!

-Vamos dímelo!

-Típicas cosas de, que quién me gusta y otras conversaciones femeninas que prefiero compartir con Ginny, o las chicas... o con cualquiera menos mi madre a quien, antes, le contaba todo!... Además, si les contara quién me gusta... no me dejarían pasar el verano en la Madriguera...

-Por qué no?

-¿en serio estas haciendo esa pregunta?- preguntó hermine haciendo una mueca extraña que harry no pudo descifrar.

-Aaaajaaaa- le contestó Harry como perdido...

-Solo digamos que... no creían que era lo más apropiado para mí...

-¿en qué sentido?- le respondió de nuevo, aún perdido.

-Por favor, Harry, ¿en verdad crees que a mis padres les encanta la idea de que, en lugar de pasar el POCO tiempo que tengo fuera del colegio, con ellos, vaya todas las vacaciones a una casa llena de chicos? Incluyendo al que me gusta, pero que no saben que me gusta, pero que sospechan que me gusta?

-Ehhh... ¿no?

-Por supuesto que no! Ponte en su lugar! Imagínate que tienes una hija de 16 años. Ella es bruja y tú eres muggle. Lo cual es en algunos momentos es incómodo para ambos, ya que cuando tu hija habla de algo tú no entiendes nada y a ella le corresponde explicarte todo. Debe ser frustrante sentirse tan lejano y tan... no parte de su vida... Bueno, el punto es: ¿ Le permitirías pasar casi todo el verano sola en casa de sus dos mejores amigos, que son hombres y de quien sospechas ella está enamorada?... en serio!

-Pero... si sus amigos son caballeros respetuosos y responsables...–Hermione lo miró con seriedad. Harry suspiró- no... la verdad... no.

-te lo dije!

-ah! Cómo sea... no conozco a tus padres, o sea, los he visto, pero no hemos hablado. Sólo ve... y ten mucho cuidado. No salgas a la calle sola sin tu varita. Si ves algo extraño, escríbeme y a Dumbledore. No hables con extraños y...- hermione le puso el dedo índice en los labios para que se calle y lo besó. Cuando se separaron, movió la cabeza con señal de desaprobación.

-harry, dices que no conoces a mi padre, pero te comportas exactamente como él. Tranquilo! Después de vivir seis años de aventuras contigo, he aprendido a defenderme! Especialmente después del año pasado. Recuerda, tengo una mente como esponja, agregó riendo.

La noche pasó a la velocidad de la luz. Pasaron el resto del tiempo mirando al cielo, buscando constelaciones e intentando hacer sus propias figuras con las estrellas, hablando y riendo. Horas y horas más tarde, los dos chicos consultaron sus relojes de pulsera y decidieron que era mejor regresar. Arreglaron todo, se pusieron la capa de invisibilidad y regresaron a la torre de griffindor. La señora gorda, al principio no quiso abrirles la puerta, porque habían interrumpido su sueño, pero después se dio cuenta de los problemas que tendrían los muchachos por estar despiertos a esa hora y los dejó entrar. Los dos enamorados se despidieron y se fueron a dormir.