Capítulo 20: Angustia + felicidad vacaciones con los Weasley

Eran las diez de la mañana del sábado 17 de diciembre. El tren para Londres salía en media hora. Los tres amigos cogieron su equipaje y fueron a la entrada del castillo, donde los esperaba un montón de carruajes pequeños tirados por pequeños caballos de color durazno. Eran muy graciosos y parecían hechos de caramelo. Era la primera vez que harry salía por navidad y se tomó unos segundos para admirar las grandes puertas del colegio antes de irse.

Llegaron a la estación de King cross más rápido de lo que se imaginaban. Cuando se bajaron del tren, encontraron una andén lleno de gente que corría de un lado para el otro vestido de alegres colores navideños y ropa ligera, para ser diciembre... Reconocieron a lo lejos, a dos pelirrojos, los señores weasley. Los tres chicos se acercaron a saludar. El padre de ron los abrazó calurosamente a todos, por el contrario, la señora weasley no fue tan emotiva como siempre. Esbozó una rápida y difícil sonrisa para hermione y harry, pero abrazó con mucha fuerza a su hijo, quien rápidamente se zafó de los brazos de sus madre con una mirada de sorpresa. Pocos minutos más tarde, llegó Ginny y todos salieron juntos por la barrera del andén hacia el mundo muggle.

Ese lado estaba lleno de gente que caminaba apresurada llevando maletas grandes o pequeños portafolios. Muchos caminaban mientras hablaban por celular, mientras que otros, también hablaban mientras caminaban, pero.. parecía que le hablaban al aire... parecían locos gritando y viendo a su reloj con desesperación. Todo esto interesó mucho al señor weasley quien inmediatamente empezó una entretenida charla acerca de los "manos libres" para los celulares. De pronto, la conversación se interrumpió cuando harry sintió que una fuerza sobrehumana apretaba la mano con la que sostenía la mano de hermione. Harry le quitó la mano a su novia y la miró con ojos de "auch!"... la muchacha no respondió. Se acercó más al chico y lo abrazó con fuerza. Harry estaba un poco confundido. Lo unico que pudo hacer fue responderle el abrazo con otro de igual fuerza. Cuando se separaron, la joven se empezó a despedir uno, por uno, de todos los weasleys. Luego se acercó a harry de nuevo y le sonrió. Se miraron por largo rato. Para ellos no eran necesarias la palabras. Sabían perfectamente lo que pensaba el otro y eso era: adiós... te voy a extrañar como no tienes idea y... cuídate mucho, por favor!

Hermione y harry se abrazaron de nuevo. Esta vez fue un abrazo muy corto. La joven se alejó y sus dos amigos la siguieron con la mirada. A lo lejos, la muchacha era recibido con abrazos y besos por su padres, quienes cariñosamente se ofrecían a llevar su baul y le preguntaban como estaba. Pero, detrás de la pareja, había alguien más. Una hermosa joven de pelo lacio y largo, castaño claro saludaba a hermione con la mano. Estaba vestida con una falda de jean (o mezclilla o como sea, que le dicen...) que le llegaba hasta arriba de las rodillas. Una blusa blanca que le quedaba perfecta y unas botas caqui hasta debajo de las rodillas. Llevaba un gorro de lana del mismo color de las botas y una bufanda larga con bolsillos que le hacía juego. Además cargaba una pequeña cartera que combinaba con la falda, de donde aparecían unos guantes, que según parecía habían sido metidos al apuro. Se veía muy trendy (esa palabra, maga heads, está dedicada para ti... use tu palabra favorita, que te parece? Jeje!). era muy parecida a hermione, como una hermione unos cuantos años mayor. Era súper guapa... no podían negarlo...

Las hermanas se abrazaron, la mayor con más entusiasmo que la menor. Cuando se separaron y la mayor se dio la vuelta, hermione cerró los puños y los ojos con fuerza. Luego suspiró, como si tratara de encontrar fuerzas en el aire. Soltó su manos y abrió sus ojos, trató de esbozar una sonrisa falsa, la cual, no parecía.. nada falsa y siguió de cerca de su familia. Ambos, ron y harry pudieron notar que hermioneno estaba muy contenta, pero después de ver su nueva sonrisa, concluyeron que, o estaba feliz, o en verdad era buena ocultando sus sentimientos.

llegaron a la madriguera. Como la extrañaba...! pensar que no había pasado mucho tiempo desde que había estado ahí por ultima vez... la unica diferencia, era que hermione había estado con ellos la ultima vez... a ella también la extrañaba... y parecía que algo en su cara lo delataba, por que ron empezó a reirse de su amigo.

-harry... deberías ver la cara que tienes... estás bien?

-ajá!- dijo suspirando.

-ohhhhhh! Suspiros de amor!- le contestó en tono burlón el pelirrojo.

-no... no te burles, ron! Es que... tengo un mal presentimiento y quisiera poder tenerla cerca en caso de que algo...

-nada va a pasar, harry! Deja de torturarte así! Son solo vacaciones, exactamente lo que necesitábamos... son... tres semanas de comida, regalos, cero deberes, diversión y... ya mencioné la comida?

-sí ron... bueno, prometo que intentaré relajarme.

-así se habla... además, piensa en positivo... existen las cartas, sabes? Y tú sabes escribir, como hermione sabe leer... no creo que se derrumbe el mundo si solo no se ven por un tiempo. – el pelirrojo recibió una mirada insegura por parte de su amigo, que significaba "mi mundo sí podría derrumbarse... si algo le sucede...". el muchacho de ojos verdes miró a su amigo, quien parecía haber entendido sus pensamientos...

-por favor! No me digas "ohhh... no puedo vivir sin ella... ahhh... como la amo!" (todo dicho con vocecita dramatica).

-ahhhhhhhhhh...

-oh! Por dios! Qué cursi que eres...

-y no tienes idea de lo cursi que puedo llegar a ser...- le contestó con voz de broma, pero con seguridad- teniendo a hermione cerca, puedo...

-detente amigo! – agregó con una mueca graciosa- no te pongas meloso! Recuerda... estoy tratando de olvidar...la...- lo ultimo dicho con un tono alegre pero con un poco de dificultad.- lo mejor para mí en este momento es... alejarme de todo lo relacionado con el amor... ya sabes...

-claro, ron, lo lamento...

-no problema! Ahora, ven, vamos a almorzar antes de que lleguen los devoradores de mis hermanos y nos dejen solo las migas.- en ese instante una nube de humo apareció en medio de la sala descubriendo a dos pelirrojos altos muy sonrientes.

-hablaban de nosotros?- preguntó george con mucho animo

-ehh... noooooo! –trataron de ocultar los dos amigos.

-sí, george, quién más arrasa con toda la comida de la casa, si no son tu, fred y por supuesto, ronald?- dijo ginny entornando los ojos, mientras se sentaba a la mesa.- y para la próxima, eliminen la nube de humo. Es muy incómoda! Y se ve espantosa!

-ya... bueno, no te pongas tan irritable!- le contestó fred sacándole la lengua como niño pequeño.

Durante todo el almuerzo, la señora weasley miraba a harry de una forma muy extraña. En cambio le dirigía a sus hijos miradas dulces y les respondía siempre de manera muy afectuosa. En la noche, harry y ron se preparaban para dormir. Harry se acercó a ron y le preguntó con tranquilidad.

-sabes por qué tu mamá está tan rara conmigo?

-ni idea...- respondió sin darle importancia la asunto

-es que... en serio está rara conmigo! Me refiero a que... la siento como distante conmigo. Sabes? Siempre ha sido muy emotiva, pero desde que nos vio en el andén, ya no es la misma...

-ehhhh... ahora que lo mencionas, tengo una idea de lo que puede estarle pasando...

-dispáralo... qué cosa?

-bien...- los dos se sentaron en las camas de cada uno y se pusieron cómodos- verás, es que ginny... tiene una relación muy pegada a mamá...le escribe cartas todos los días... y son cartas muy personales, más parece que le está escribiendo a su diario, porque le cuenta todo, absolutamente todo! ya sabes, es muy mimada por ser la única mujer de la familia y lo peor, es la más pequeña... bueno, al grano: ginny pudo haberle contado a mamá lo sucedido contigo y hermione y conmigo, bueno, sabes que todos en mi familia ya sabían lo que sentía por hermione y ahora ella está contigo y todos saben lo que ginny sentía, o siente por ti, y ahora tú estas con hermione... es difícil...- a harry le impresionó la capacidad de su amigo de hablar con tanta franqueza y tan rápido una serie de oraciones tan largas sin siquiera respirar... no podía responder...

-ehhh...? y qué hago?

-nada!

-nada?

-dale tiempo... ten paciencia...

-paciencia?

-sí! Verás, mamá es... complicada! Pero te quiere mucho! Te adora! Dale tiempo para que vea que seguimos siendo amigos y que es posible tanto para ginny como para mí continuar con nuestras vidas, digo, hay muchos peces en el mar... hablando de peces y mar, a ginny le encantaba nuestro vecino cuando era chiquita. Era de mi edad. Lamentablemente, era alérgico al polen o algo por el estilo y sus padres decidieron que lo mejor era enviarlo a un internado en Viena. Sus hermanas aun viven aquí. La una tiene 13 años y la otra 12. la mayor era un poco antipática, pero la segunda era muy tierna y pequeñita y le gustaba perseguir mariposas y siempre se metia a nuestro jardín, hasta que un día un gnomo se le apareció y la asustó... ahhh.. pobrecita, era tan linda... bueno, en qué iba? Ah! Sí! A ginny se le rompió el corazón, pobre tenía sólo diez años... luego entró a hogwarts y te conoció y fuiste su segundo amor, o sea su segundo amor y eso es grande.. bueno, no tan grande porque eras semi-platónico, bueno, solo semiplatónico.. ni semiplatonico, de hecho, eras muy alcanzable! El punto es que el chico regresó el verano que pasó, eramos buenos amigos, pero no lo vimos porque su mamá no le permite visitarnos porque dice que somos extraños, es que ellos son muggles, pero qué más da, son buenas personas. Ahora que lo pienso, deberíamos visitarlos. bueno.. ya me quedé sin aliento y decir tantas palabras tan rápidamente me ha dejado exhausto. Hasta mañana!

Harry se había quedado atónito. Demasiada información en muy poco tiempo. Ya era tarde y se moría de sueño, así que terminó de ponerse el pijama y se metió a la cama. Rapidamente se quedó dormido.

Al día siguiente, cuando harry despertó, se encontró con que Ron no estaba en la habitación. Se dio un baño rápido y se cambió de ropa. El estomago le rugía desesperadamente por comida, por lo que Harry decidió bajar a la cocina. Estaba bajando las escaleras cuando escuchó a Ron, hablando con alguien... le decía que no se preocupara por él, que se encontraba perfectamente y que todo era igual que antes. Harry se sentó en uno de los escalones tratando de descubrir a quién le hablaba su amigo. No pudo oír ni ver nada, porque en cuanto se apoyó al barandal de las escaleras, este se rompió con un ruido terrible, haciendo rodar al muchacho hasta el piso de abajo. Al sentir que se había detenido, abrió los ojos y vio a ron acercarse a él muerto de risa, pero solo. No había nadie más en la habitación.

-estás bien?- le preguntó tratando de aguantarse las carcajadas

-mmmm... sí! No fue nada... perdón por las escaleras...

-no te preocupes mamá las arreglará...

-y... con quien estabas hablando?

-mmm... con...con nadie... – le respondió muy serio el pelirrojo. Harry aun tenía una leve sospecha de que había gato encerrado. No obstante la seguridad de su amigo al responder lo calmó, pero al mismo tiempo, lo inquietó. Sería que estaba escuchando voces? ... no! Imposible!

Ese día, la señora weasley ya no miró a harry tan raro. Incluso, se podría decir que lo trató muy bien... le sonrió varias veces y le ofrecía cosas. Les daba ideas de cosas que podían hacer para distraerse y siempre buscaba ayudarlos en algo... así pasó la primera semana en la casa de los wealseys.

las vacaciones estaban marchando bien. Tenían muchas cosas que hacer. ayudaron a la señora weasley a arreglar la casa de navidad cambiando manteles, cortinas y cojines, todo a rojo y verde, llenaron el árbol de adornos de colores y colgaron las botas con los nombres de todos en la chimenea, incluyendo la de harry, que la señora weasley le había hecho con mucho cariño. El ambiente era muy acogedor y harry se sentía como en casa. Sólo había un pequeño detalle que le molestaba. Los sueños extraños del jardín, que habían tenido hermione y rita skeeter ahora lo atormentaban a él. La única diferencia era que, como no llevaba consigo la caja negra que había recibido meses atrás, al despertar, no encontraba nada más que la oscuridad de la noche.

Los sueños eran muy cortos, pero eran iguales todas las noches. Cada día avanzaban u poco más. Hasta el momento, había soñado con que entraba al jardín, lleno de rosas carmesí, un hombre estaba sentado en una banca de piedra, lo volteaba a ver y le hacía señas con la mano para que se acerque. Lo llevaba hasta un alto muro lleno de enredaderas, donde unas pocas rosas yacían atrapadas tras unas grandes hojas verdes y mojadas (durante el sueño, harry podía sentir que tocaba las flores. El ambiente frío era cada vez más real). Lograba sacar dos. Una era muy pequeña y estaba casi marchita. Solo tenía cuatro tristes petalos, mientras que la otra, ya tenía más forma y color. Pero cuando miraba con más detenimiento a los petalos, algo empezaba a aperecer en ellos. Ahí despertaba. La situación ya empezaba a preocuparlo. Tenía un mal presentimiento y para colmo, hermione ya no respondía sus cartas. Antes, se escribían al menos una nota pequeña todos los días, pero ahora... nada! Quería decirle a Dumbledore, pero había lago que le impedía llenarse de valor y escribirle una carta contándole todo.