Capítulo 21: El Momento Menos Apropiado

Por fin llegó navidad. Toda la familia llevaba puesta el típico regalo anual de la señora weasley. El ambiente estaba muy animado! Justo después de almuerzo, ron sugirió a harry y a ginny, quien últimamente se mantenía un poco callada, ir a visitar a sus vecinos, para desearles una feliz navidad. Harry se sorprendió al principio, pero luego entendió que lo que su amigo quería era ver "qué tal estaban (el primer amor de ginny, para ser precisos)"... ginny al parecer entendió las intenciones de su hermano, porque se rehusó. No obstante, a su mamá, le fascinó la idea y "obligó" a su hija a acompañar a los dos jóvenes.

Tocaron al puerta de la casa vecina. Era una hermosa casa de campo, de color amarillo patito con tejas, con una entrada llena de flores y una terraza muy grande. En el segundo piso, se podían observar varias ventanas y un gran balcón en el centro. El terreno estaba muy bien arreglado, y se veían unos cuantos caballos de diferentes tonos de marrón, galopando a lo lejos.

Una chica de pelo negro largo, ojos oscuros y estatura mediana abrió la puerta. Miró a los tres amigos y frunció el ceño.

-ehhh... hola! Puedo ayudarles en algo?

-hola! – contestó ron de inmediato, con voz de confundido- aquí viven los howards?

-síiii... bueno, se podría decir que sí.. por qué?

-bien, mi nombre es ronald weasley, ella es mi hermana ginny y él es mi amigo, harry potter. Vivimos aquí al lado. Veníamos a desearles una feliz navidad...

-gracias! Pasen...

-disculpa, pero... te conozco?- preguntó ron una vez dentro de la casa- tú no eres helen... ni sylvie... y obviamente no eres joseph!

-no... mi nombre es gabriela. Soy... su hermanastra. Mi papá se casó el año pasado con.. Jacqueline, mi nueva mamá...

-ohhh...- contestó ginny poniéndole más interés a la conversación.

-sí, mi madre murió hace tres años de cáncer y como ya deben saber, el papá de mis nuevos hermanos murió en un accidente de aviación hace cinco años...

-aviación?- preguntó ron confundido

-aviación, ron!- le dijo harry, mirándolo discretamente con cara de "no preguntes!"

-sí... bueno, mis hermanos ya vienen...

-genial!

Mientras esperaban, Gabriela miraba de reojo a harry y de vez en cuando, se ponía muy roja y desviaba la mirada. Ginny, veía esto y le lanzaba unas extrañas ojeadas de odio. Entonces, dos chicas de pelo rubio y largo, la mas alta y castaño oscuro corto y lentes la más pequeña, entraron a la habitación.

-gabriela, vamos a montar a caballo, vienes?- la mayor preguntó, pero al ver a los tres ivisitantes en la sala, se detuvo a mirarlos y posó su mirada especialmente en harry .

-hola!... cómo están? soy helen. Los conozco?

-hola H! No me recuerdas, verdad?- le contestó ron con naturalidad

-Ronnie! Ginn!- la otra chica se acercó a los hermanos Weasley y los saludó con emoción, especialmente a ron. Luego saludó a harry de forma simpática- hace seis años que no nos vemos... no puedo creerlo! Y qué los trae por aquí?

-vienen a visitarnos por navidad... qué tal?- agregó Gabriela sin dejarlos contestar

en ese momento, harry sintió que la cicatriz le ardía. Le quemaba intensamente, sintió que se iba a desmayar. Se tocó la cicatriz

-harry? Que sucede?- le preguntó ron, preocupado. Inmediatamente, la cicatriz dejó de dolerle.

-nada! Ya estoy bien...

-saben?- dijo helen mirando atentamente la cictriz en forma de rayo que tenía el apuesto joven frente a ella en la frente- Joseph está en el patio, por qué no vamos todos afuera? –sugirió acercándose más a harry y tomándole del brazo, sin hacer caso a la mirada asesina de ginny.

Afuera, el clima ya se estaba poniendo frío. Podía ser porque la nieve ya llegaba. Parado junto a una mesa del jardín, se encontraba un chico de cabello café oscuro lacio, alto y delgado. Cuando levantó la mirada pudieron ver que tenía hermosos ojos azules.

-hola ginny. -Saludó inmediatamente con voz dulce, pero seria

-hmhm

-y ron! Y... eh! Hola!

Todos los jóvenes se sentaron alrededor de una gran mesa redonda en el patio. Conversaron por largo tiempo. Helen y gabriela se peleaban por la tención de harry, quien cada vez trataba de separarse más de las chicas que empezaban a agobiarlo. Ron y sylvie reían recordando viejos tiempos, mientras que joseph parecía entretenerse mirando a ginny quien no decía ni pío. Cuando por fin abrió la boca:

-chicos, creo que ya es hora de irnos... además, es navidad y estoy segura de que ustedes también quieren pasar tiempo con sus padres...

-mamá y .. papá fueron a londres a comprar un pavo nuevo, porque federico, quiero decir, papá y yo... quemamos el que preparamos primero...- contestó joseph riendo.

-ehhh... igual debemos irnos!–agregó ginny con desesperación en la voz

-ay! No! No se vayan! Harry, quédate un poco más! – dijeron a dúo las dos nuevas admiradoras del muchacho.

-yo, yo... creo que ginny tiene razón... Muchas gracias por todo, feliz navidad! Nos vemos... pronto...

-ohhh... está bien! Pero vengan a visitarnos más seguido. Harry, a mí, personalmente, me encantaría conocerte mejor!- gabriela le decía a harry mientras helen y ella lo miraba con ojos coquetos. De pronto, un estruendo, como el de un vidrio rompiéndose interrumpió la conversación. Todos se dieron la vuelta y encontraron un montón de trozos de vidrio, en el lugar donde antes se encontraba la puerta que conectaba al jardín con el resto de la casa. Una joven pelirroja azotaba la puerta de la entrada y desaparecía.

Después de disculparse por lo sucedido, los dos amigos salieron de la casa muertos de la vergüenza. El cielo ya empezaba a oscurecerse y hacía más frío. Al llegar a la casa hallaron a ginny sentada en un sofá de la sala.

-cómo te atreves? Destruiste la puerta! Qué clase de comportamiento fue... demonios, ginny, parecías una niña malcriada de cinco años!- le gritaba ron a su hermana, con indignación.

-lárgate ron! Déjame en paz!

-es imposible hablar contigo! No quiero arruinar nuestra cena de navidad, así que no hablaré más contigo sobre el tema.- ron salió furioso de la sala, dejando a harry solo con la chica. Él se sentó junto a ella.

-qué sucedió ginny?

-nada.- respondió de forma seca.

-vamos puedes hablarme de lo que sea...

ginny empezó a llorar silenciosamente. Harry no sabía que hacer. La tomó entre sus brazos.

-no llores...

-no lo entiendes... no puedo...

-qué cosa, ginny?

-no puedo ser... una buena amiga y ser feliz al mismo tiempo... – le respondió entre sollozos.

-de qué hablas?

Ginny levantó el rostro, se secó las lágrimas, miró a harry directamente a los ojos y empezó a acercarse más y más a él. El muchacho de lentes sentía cada vez más cerca de la pelirroja. Se había quedado paralizado. Qué podía hacer! Intentaba hacerse a un lado, o al otro, o al otro, a donde sea, pero no había hacia dónde moverse! Todo iba en cámara lenta y ya sentía el aliento de ginny muy cerca de sus labios, cuando en eso...-toc toc!- se escucharon los pasos del señor weasley que bajaban por las escaleras para abrir la puerta. Ginny se levantó como resorte del sillón y salió de la habitación a la velocidad de la luz.

-salvado por la campana- pensó harry aliviado. Él también se levantó para ver quién era. De lejos pudo escuchar al padre de ron saludando.

-Leopold? Hola! Qué te trae por aquí, digo.. Feliz Navidad!

-feliz navidad a ti también, arthur, aunque no sea tan feliz... te traigo algo que... gracias a Dios encontré a tiempo... hablé con Dumbledore y está de acuerdo conmigo con que debe quedarse aquí...

-con gusto! Lo que sea por Dumbledore...- respondió un poco preocupado por la historia- qué cosa es?

Harry se acercó más y llegó a la puerta, justo a tiempo para ver al profesor Hartright hacerse a un lado para dejar entrar a alguien a la casa. Era una joven cubierta en lágrimas.

-Hermione! Qué sucedió!