Capítulo 22: Hechos imperdonables
-increíble...
-lo sé...
-pobre hermione! Viste como estaba? Se la veía tan mal...
-lo sé...
-y lo peor de todo, es que el profesor hartright ni siquiera nos dejó escuchar su conversación con papá. No somos unos niños! Tenemos todo el derecho a saber lo que está sucediendo! Es nuestro deber ayudar a nuestra amiga!
-lo sé...
-.. es que.. estaba tan mal... apenas dio un paso y cayó desmayada. Por suerte, estabas ahí para agarrarla a tiempo . Yo lo vi todo desde lejos y... cayó tan lenta y pesadamente... qué crees que le haya pasado?
-lo sé...
-ME ESTAS ESCUCHANDO, HARRY?
-lo sé...
-HARRY!
-lo lamento, lo lamento, era broma. Si te estaba escuchando... el último "lo sé" fue de broma solamente. Intentaba reponerme de todo con un pequeño toque de humor.. pero veo que no funcionó...
los dos amigos se sumergieron nuevamente en el silencio de la ahora muy fria cocina de la Madriguera. Habían visto entrar a Hermione, la habían visto desmayarse y habían visto cómo la llevaba la señora Weasley al cuarto de Ginny con preocupación. Ahora, sentados frente a frente en la mesa, cada uno con una taza de café, esperaban a que el señor Weasley regresara de la confidencial platica que mantenía con el profesor de defensa contra las artes oscuras.
En ese momento, la señora Weasley entró a la habitación. Tenía una notoria expresión de preocupación.
-Cómo está ella, señora Weasley?
-sí, mamá, dinos, qué sucedió?
-Bueno, por el momento necesita descansar. Está muy mal, debido a todos los eventos...
-qué eventos, qué le ocurrió?- lanzó Ron acelerado
-lo lamento, hijo, pero ni yo entiendo bien la situación. Hablen con hermione. Cuando esté mejor, les podrá contar todo, si es que quiere y puede...- decía mientras se servía una gran taza de café y le agregaba toneladas de azúcar.- por ahora, dejenla dormir, dejen que se reponga al susto. Está en el dormitorio de Ginny. Atiéndanla y háganla sentir en casa, bien?
-como siempre...- le respondieron juntos los dos jóvenes.
Oyeron unos pasos y unas voces acercarse.
-gracias Loepold. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance.
-gracias a ti, arthur. Perdón por los inconvenientes.
-nunca serán inconvenientes...- contestó con seguridad. los dos señores entraron en la cocina. El profesor se estaba poniendo de nuevo el abrigo y el sombrero- adiós molly, muchachos-dirigiéndose a ron y a Harry- feliz navidad.
Salió por la puerta de la cocina y pronto oyeron un automóvil alejándose. El señor Weasley les explicó que debía ir al cuartel de la orden a hablar con dumbledore. Que se quedaran a cuidar de hermione. Desapareció rápidamente con un "plop" y dejó a su esposa con los dos muchachos con la boca abierta a punto de pedirle respuestas a sus interrogantes.
Ya eran casi las nueve de la noche. Ron se había quedado dormido en el sillón de la sala, frente al árbol de navidad. Harry subió las escaleras que conducían al dormitorio de la menor de los Weasleys. La verdad, temía que ella estuviera ahí. No la había visto desde el "casi beso" y no quería verla. La situación sería muy incomoda, especialmente con hermione en el estado en el que estaba. Abrió la puerta en silencio. Ahí estaba hermione, sentada en la cama, acurrucada como una bebé asustada, buscando protección en las cobijas. Abrazaba sus piernas y tenía su cabeza sobre sus rodillas. Harry se acercó y se sentó en un sillón azul que había frente a ella. No había ni un rastro de la pelirroja en el cuarto.
-hola- saludó con una sonrisa
la chica movió los labios, pero no emitió ningún sonido.
-cómo sigues?
La respuesta fue la misma que la anterior
-puedo hacer algo por ti?- preguntó con ternura
-no me dejes sola...- dijo muy bajito, asustada.
Harry se acercó y la abrazó.-siempre te protegeré. No te alejaré jamás de mi lado. Nunca, hermione. Sabes que puedes contar conmigo, siempre. – la abrazó con más fuerza.
-tengo miedo...
-qué pasó?
-...- hermione se quedó callada por unos momentos, como si le doliera hablar del tema. Luego suspiró y empezó a hablar en voz baja.- papá quería que salgamos a cenar por navidad, a un restaurante, para ahorrarle el trabajo a mamá. No pudo hacer reservaciones para cenar en ninguna parte, así que dijo que tendríamos que conformarnos con almorzar. Reservó una mesa en un restaurante muy hermoso y muy lujoso... Para variar, me estaba llevando bien con Harriet, quien parecía interesada en caerme bien. Me preguntaba cosas que normalmente no conversábamos y empezamos a caernos bien... estábamos en el restaurante y harriet se levantó un momento para ir al baño. La comida se estaba tardando y papá se acercó a un mesero muy extraño, para preguntarle que pasaba con nuestra comida. El hombre estaba de espaldas y no le respondía. Mamá se paró también para ver que sucedía... Cuando se volteó, me di cuenta que el mesero llevaba una mascara... y del pantalón sacó... una varita...- paró por unos momentos para tomar aire. Tenía los ojos vidriosos y la voz quebradiza- al principio, no lo entendimos, tardé mucho en reaccionar...- lágrimas empezaron a correr por sus mejillas
-qué pasó después?
-todo pasó en cámara lenta... me levanté lo más rápido que pude. Vi a lo lejos a harriet salir del baño...grité justo en el momento en el que el mortífago... –su voz se convirtió en un susurro-... Aveda Kedavra...
harry se había quedado helado al oír todo esto. Los padres de hermione...
-lo lamento... mucho...
-ni siquiera termina la historia... no sé porqué, pero... por suerte... no... no... murieron...- harry la miró extrañado
-qué?
-lo sé... están en coma... no recuerdo nada de lo que pasó luego de eso... cuando desperté, estaba en un hospital muggle. El profesor hartright estaba junto a mí. Me dijo que... mis padres no habían muerto, sino que estaban en coma... él había estado en el mismo restaurante con su familia y sus suegros. Al ver lo sucedido, actuó rápido y... algo hizo... no.. lo recuerdo... lo arrestaron, sabes? Al mortífago... ya está en azkaban. Habían más mortífagos, pero me imagino que la ver el profesor y al ver que no nos sucedió nada, escaparon... bueno, volviendo al tema, entonces, entró harriet a mi habitación. Estaba como loca y cuando vio al profesor, lo bombardeó con preguntas. Él le dijo que era hora de que sepa la verdad. Me pidió que le contara la verdad acerca de.. que soy bruja. Ella lo tomó, relativamente bien, mejor de lo que esperaba. Sólo se sentó y preguntó un poco molesta: "por qué no me lo habían dicho antes". No le contesté. Después se paró y me dijo muy seria: "qué tiene que ver esto con lo que les pasó a mamá y a papá"... ni yo sabía como responderle... el profesor Hartright nos explicó a ambas, que... los mortífagos estaban –hizo una pausa nuevamente y se secó las enormes lágrimas que corrían por sus mejillas- ... estaban ahí por mí...
a harry, se le congeló el corazón. Por qué! Por qué la querían a ella, justo a ella! Y recordó las palabras de Voldemort: "... me interesan, tu amigo el pelirrojo y de tu novia la sabelotodo. Estoy seguro de que les encantaría conocerme más, especialmente a ella. Podría serme muy útil. Me he dado cuenta, a través de los años, de que es, obviamente, más fuerte que Rita Skeeter, pero aún así podría sacarle un poco de información... No sabes cuán impaciente estoy por encontrar a mi buen amigo Sir Robin de Peur, a quien creo no conoces. Haría lo que sea por encontrarlo y estoy seguro de que tu noviecita sería de gran ayuda. Ella lo conoce, aunque no sabe que lo conoce... Eso no es problema... podemos arreglarlo. .."
qué quería Voldemort con ella? En qué le podría servir! Se había prometido protegerla y eso era exactamente lo que iba a hacer. No le importaba dar su vida por la persona a quien más amaba...- y qué sucedió después?
Hermione lloraba desconsoladamente. Abrazaba con más fuerza a harry y se apretaba contra su pecho- harriet... ella se puso histérica. Dijo todas las malas palabras habidas y por haber y empezó a gritar que todo era culpa mía, que debí haber confiado en ella desde antes... que por mí, por mi culpa, mamá y papá estaban al borde de la muerte si no estaban muertos ya... que todo esto quedaría en mi conciencia... salió de la habitación dando un portazo... pensé que era fuerte, harry, pensé que era fuerte... pero me desmoroné... no puedo más...
Harry abrazó a su novia con todas las fuerzas que le quedaban. Cómo podía pensar Hermione que era su culpa? Si había alguien a quien culpar ése era él!... si los padres de hermione morían, quedaría en SU conciencia... las horas pasaron lentamente. Harry tranquilizó a hermione, le acariciaba el cabello y le decía al oído, que todo saldría bien... después de un tiempo, hermione se quedó dormida y él salió de la habitación en silencio. No soportaba el peso que estaba cargando... bajó la escaleras, llegó a la sala y se fijó que Ron ya no estaba en el sofá. Abrió la puerta de la cocina y salió al patio trasero. Pensaba y daba vueltas por la terraza. Se ponía las manos en la cabeza con desesperación y se moría de ganas de gritar...no podía dormir. Permaneció ahí hasta que amaneció... Luego subió a su dormitorio. Trató de descansar. Despertó dos horas más tarde.. se asomó a las ventanas. Y vio que afuera, todo estaba cubierto de nieve, blanca y suavemente perfecta (n/a: nunca he tocado nieve verdadera, porque en mi país no cae nieve, sólo granizo, así, que me daré le gustó de aprovechar al máximo a la hermosa cosa blanca y deliciosamente fría, que siempre disfruto ver en las películas... así que, si mis descripciones no le llegan a los talones a la nieve de verdad, perdón...). bajó a desayunar. Ron, fred, george y ginny, quien se dio la vuelta al ver a harry, ya estaban comiendo.
-buenos días!- saludó alegremente Fred.
-mmm… hola!
-y hermione?- preguntó Ron…
-no lo sé… no la veo desde ayer en la noche…
-está durmiendo- contestó ginny calmada
-y cómo sigue?
-mejor, creo…
-ya sabes que le sucede, harry? . preguntaron George y ron juntos- papá dijo que él SÍ puede contárnoslo, pero que debe respetar los deseos de hermione, que ella debe ser quien nos lo diga.
-ehhh… sí, pues… me lo contó todo…
-yyyy? Puedes transmitirnos tus conocimientos, sabio y misterioso maestro?- inquirió en forma graciosa Fred. George y ron se mostraban impacientes, pero ginny seguía dada la vuelta mirando hacia afuera en silencio.
-creo.. que sí… digo, no me pidió que no les contara, verdad?
-claro! Ahora, habla!
Harry les contó lo que hermione le había dicho a él. Por primera vez en su vida, los gemelos no agregaron ninguna acotación graciosa a la historia…
-tengo una idea para hacerla sentir mejor.
-no, george! No le haremos ninguno de tus juegos tontos ni le daremos caramelos raros, eso no funciona. Te lo digo por experiencia…- dijo ginny, que durante el relato se había cercado a la mesa y se había sentado a escuchar.
-eh! No insultes a mis caramelos ni a mis juegos tontos…
-sí, ginny, en verdad te pueden endulzar el día…- agregó fred en defensa de su hermano…
-lo que sea… ahora déjame hablar pulga (refiriéndose a ginny). Pienso que deberían salir a disfrutar de la nieve!
-ay, por favor! Eso es de niños…- dijo ginny entornando los ojos.
-o sea, discúlpeme, señora Hermanota adolescente viejota de 50 años, que ya no tiene tiempo para juegos de bebés!.. – dijo Ron con voz dramatica y melosa- una gran idea hermano, es divertido y la ayudará a distraerse- decía mientras asentía con la cabeza en señal de aprobación. Acababa de tomar un gran vaso de leche y tenía un bigote blanco sobre el labio superior, a causa de la leche que acababa de tomar
-además, ginny, ni que fueran TAAAN grandes! –empezó George- Mira a Ron. Todavía le queda un bigote blanco cada vez que bebe leche… no se ve lindo el pequeño Ronnie?- todos rieron, menos Ron quien puso cara de "como sea" y se limpió la boca con la manga del saco.
Entonces, vieron a hermione bajar lentamente las gradas. Estaba en pijama, con una gruesa bata de cama de color verde y pantuflas. (n/a: no se cuál es la palabra internacional para pantuflas, espero que me entiendan). Se la veía bien, tranquila y con una pequeña sonrisa.
-hola! Qué tal dormiste?- le preguntó harry
-bien, gracias… buenos días a todos…- todos le devolvieron el saludo un poco nerviosos. No sabían cómo debían actuar exactamente frente a ella y tenían miedo de meter la patota y hablar de más. Hermione se acercó a Harry y le dio un dulce beso en la mejilla. Harry esbozó una cara de felicidad y tranquilidad muy graciosa. Hermione sonrió y se sentó. Fred estaba sentado justo frente a la pareja. Les envió una sonrisa traviesa y dijo negando con la cabeza mientras reía
-ahora que ambos están aquí, mamá los tendrá bieeeen vigilados, pequeños… bieeen vigilados…. Luego miró a sus hermanos, quienes lo observaron confundidos y a harry y hermione, que se sonrojaron y fingieron no prestarle atención
-bah! Olvídenlo!- hizo un gesto con la mano y se llevó a la boca una torre de pan, queso, jamón lechuga y demás, que podría ser llamado sánduche (o sándwich, o empredado, o como sea, jeje)…
-nunca cambiarás…- fue lo último que dijo ginny antes de salir con dirección a su habitación
