Todo lo que ya hayan leído en los libros de JK Rowling, es pura y exclusivamente suyo. Todo lo demás, es complemente inventado. Sin fines de lucro.
Para escribir este capitulo, volví a leer los anteriores y noté que hay algo que tal vez no está demasiado claro, así que voy a explicarlo ahora: nadie sabe qué fue lo que realmente pasó entre Ron y Hermione además de ellos mismos, Harry y Ginny. El resto de la familia sólo sabe que se separaron, no el motivo, y ahora piensan que han vuelto a estar juntos, aunque nadie tiene demasiado claro si el bebé es de Ron o no (y nadie lo pregunta porque eso no sería nada delicado¿o si?). Los señores Granger, por su parte, creen que todo ha sido color de rosa desde el principio.
Ahora sí, los dejo leer. Los encuentro al final.
5. Culpable
How often people change, no two remain the same
Why things don't always turn out as you plan
"Things I don't understand", Coldplay
12 de diciembre
"Me han dicho que podremos regresar a casa mañana"
"¿En serio? Ya quería salir de aquí"
"Sí, han dicho que todo parece estar en orden, así que…"
"Mejor así"
"Sí…"
"…"
"Hermione, yo…"
"Déjalo"
"¿No te parece que esto es más importante que cualquier otra cosa en este momento? Hace más de siete años que estamos buscándolo y, por primera vez…"
"Sé eso"
"Entonces deberías entender lo que estoy diciéndote. Tengo que ir"
"Pero…"
"No quiero que hables de eso ahora¿si? Por favor"
"…"
"…"
"Tendremos que hacerlo en algún momento"
"No ahora"
Abrió los ojos y se encontró sola en una habitación muy blanca, inmensa. Tan grande que no podía ver sus límites. Parpadeó algunas veces, tratando de habituarse a la fuerte luz. Se levantó de a poco, hasta que se encontró sentada en la cama. Cerró los ojos un momento y al abrirlos otra vez se encontró con que todo se había vuelto verde. Arbustos y árboles lo invadían todo. Frunció el entrecejo. Aquello le resultaba de lo más extraño y, a la vez, de lo más común. No podía explicárselo. Volvió a cerrar los ojos: tal vez todavía no estaba despierta del todo, o tal vez estaba alucinando. Recordaba haberse despertado en casa, en su casa, y aquel dolor insoportable. Pero todo eso parecía muy lejano ahora, mientras contemplaba pasivamente la oscuridad en que sus párpados sumían a sus ojos. Extrañamente, tenía la sensación de estar en otro mundo, en alguna dimensión paralela. Definitivamente, no podía explicárselo. Abrió los ojos una tercera vez, y ahora todo se había vuelto azul. Muy azul, profundo. Algo blanco, más o menos denso, le cortó la vista cuando pasó por delante de su cabeza. Parecía una nube. ¿Qué significaba todo aquello? Debía de estar dormida, bajo los efectos de los sedantes. Sí, eso debía ser. Todo aquello no tenía sentido alguno. Se llevó las manos a la cabeza, y se masajeó las cien. Cerró los ojos de nuevo, con la esperanza encontrar un paisaje conocido cuando volviera a abrirlos. Se recostó, esperando que eso ayudara. De pronto, escuchó el canto de lo que parecía una bandada de mirlos, muy cerca. El sonido era muy fuerte. Quiso mirar, pero sintió miedo. ¿Con qué se encontraría esta vez? El canto de las aves se acercaba, y ahora podía percibir también el ruido que sus alas provocaban al rozar con el aire. La curiosidad la venció, y abrió los ojos. Todo lo que vio por algunos segundos fue una gran mancha negra y marrón. La bandada de mirlos estaba volando sobre su cabeza, entonces. Se sentó otra vez, y observó que volvía a estar en al ambiente verde. Cerró y abrió los ojos, pero la imagen no cambió. Lo intentó varias veces, pero ahí seguía. Tal vez ese fuera el paisaje real, entonces.
"Bien"
"…"
"Tus padres están fuera, querrán entrar"
"Espera, Ron"
"¿Si?"
"Yo… Gracias"
"…"
"…"
"Volveré en una hora"
ººººº
Las llamas de la chimenea del comedor pasaron en menos de un parpadeo de coloradas intensas a verdes y de un momento a otro, Ron estaba saliendo de ellas.
"¡Tío!" la exclamación de Michael, que estaba terminando su desayuno, no se hizo esperar. Dejó a Ginny con la cuchara llena de manzanas pisadas en la mano y corrió hacia él para luego saltar a sus brazos.
"Hola, pequeño" le saludó él, acariciándole el cabello. "¿Cómo estás?" le preguntó luego.
"Desayunando" respondió la voz de Ginny, que se había acercado a ellos. Tomó a Michael por debajo de los brazos y volvió a sentarle en su silla alta. Le dio un beso en la mejilla a su hermano y luego continuó dándole de comer a su hijo. "Tú¿cómo estás? No traes buena cara". Ron sólo se encogió de hombros y se sentó a un lado de su hermana, observando en silencio. "¿Cómo está ella?" quiso saber luego, sin interrumpirse.
"Mejor" contestó el escuetamente. "¿Harry?"
"En el Ministerio, ya lo sabes. Podría haber tomado sus vacaciones desde la semana pasada, pero ya has visto cómo es" dijo ella con resignación. "Muy bien" soltó, dejando la cuchara en el cuenco de las manzanas y pasándole una servilleta de tela a Michael. Él se limpió la boca con ella, la dejó sobre la mesa y, luego que su madre le bajara de su silla, salió de la habitación en dirección a la sala. Unos segundos después, Ginny y Ron le escucharon abrir el baúl que contenía sus juguetes.
Ginny juntó las cosas de la mesa y se levantó. "Ven" le dijo a Ron, caminando hacia la cocina. Él la siguió y, una vez allí, observó cómo abría el grifo del agua para lavar el cuenco. "¿Qué pasó?" preguntó mientras pasaba la esponja enjabonada por la superficie de la vasija.
"¿Cómo?" preguntó él a su vez.
"No vienes a mi casa a las nueve de la mañana a verme lavar una cazuela" respondió ella, aún dándole la espalda. "Algo ha pasado, o tienes alguna pregunta que crees que puedo responder" agregó luego, cerrando la canilla. Dejó el cuenco en el escurridor y luego se giró hacia él.Se apoyó en la mesada y cruzó los brazos, esperando por sus palabras.
Ron la miró un momento, pretendiendo que no sabía de qué hablaba ella. Pero luego se dio por vencido: "Fue mi culpa".
"¿Lo que le pasó a Hermione?" medio preguntó, medio afirmó ella.
"Yo… Discutimos, y luego yo…" bajó la vista, apenado. "Yo la besé, Gin" soltó al fin, en un susurro,mirando al suelo. No quería ver la expresión en los ojos de su hermana. "Por eso ha sucedido todo esto" pausó unos segundos. "Fue mi culpa" repitió.
"No, no les he dicho ninguna de las dos cosas" confirmó ella, mostrando un gesto impasible, no condescendiente con las sensaciones que esas palabras estaban produciéndole. Le dolían, muchísimo, incluso más que su propia culpa.
"Así que ellos piensan que nosotros vamos a tener un hijo" dedujo Ron, moviendo las manos rápidamente, señalándoles alternativamente. Hermione asintió. "Estás completamente loca".
"No lo estoy, pero si piensas eso no puedo ha…" contestó ella, apacible.
"¿A qué has venido?" interrumpió él, vislumbrando de pronto a dónde iba todo aquello.
Pasaron algunos minutos en completo silencio, interrumpido solo por el vago sonido de los juguetes de Michael al golpear el suelo de la sala. Finalmente, Ginny habló: "¿Porqué me lo dices ahora? Te lo pregunté hace días, y no quisiste contármelo".
"Mañana saldrá de San Mungo, me lo han dicho hace un rato los sanadores" contó Ron, levantando la vista al fin. "Supongo que ahora sí tendré que pensar qué es lo que voy a hacer¿no?" agregó, con una sonrisa tristemente torcida.
"¿A qué te refieres?" preguntó Ginny, sin comprender aquello realmente.
"A que no sé si puedo seguir con esto¿sabes? Me será un tanto difícil pretender que las cosas no han cambiado, o que puedo seguir soportando…." se interrumpió al ver la expresión de Ginny. "¿Qué…?"
"No puedes dejarla ahora, no quieras convencerte de que puedes hacerlo". Ron intentó interrumpirle, pero ella levantó una mano, y siguió hablando: "Y sabes porqué. No quieres hacerlo. Prefieres que vuelva a hacerte daño, prefieres que… prefieres cualquier cosa antes de estar lejos de ella, incluso hacerte cargo de un niño que no es tuyo, tal como seguramente ya has considerado"
"No lo he hecho" negó él.
"A mí no puedes mentirme" replicó simplemente Ginny.
"He hecho algo terrible"
"No me asustes, Hermione…"
"Gin, yo…"
"Vamos, dilo de una vez"
"Yo… yo… estoy..."
"No puedo ayudarte ahora, Ron" continuó ella, al comprobar que él se había quedado sin palabras. "Lo hice cuando aún podía, pero ya no. Supongo que tendrán que arreglar sus problemas solos, por fin".
"¿Mami?" interrumpió la voz de Michael, que asomaba su cabeza por el marco de la puerta inocentemente. "¿Vienes a jugar conmigo?"
"En seguida, precioso" respondió ella, apenas sonriendo. "Ve y espérame en la sala¿si?".
"¿Quieres venir, tío?" le preguntó luego Michael a Ron, que en ese momento pareció recuperar el habla.
"No, debo irme" negó, inclinando la cabeza y mirándole. Al ver su expresión de decepción, agregó: "Pero te prometo que uno de estos días vendré a visitarte y jugaré toda la tarde contigo¿te gustaría eso?".
"¡Sí!" asintió el niño alegremente, sonriendo. Se acercó a él y le abrazó las rodillas, gesto al que Ron respondió acariciándole la cabeza.
"Vamos, hijo. Tu tío tiene cosas que hacer ahora" dijo Ginny, mirando significativamente a su hermano. Michael se separó de Ron entonces y salió corriendo de la cocina, hacia la sala.
"Bueno, yo…" empezó Ron, pero Ginny le interrumpió.
"Promete que harás lo correcto, Ron" pidió, negando suavemente con la cabeza y con algunas lágrimas que había estado conteniendo invadiéndole los ojos. "Promete que no le harás sufrir más, y que no te lo harás a ti mismo tampoco¿si?".
Ron le miró un momento, sin saber qué decir, pero luego de algunos instantes asintió con la cabeza. Ginny sonrió tristemente entonces. Luego, se acercó a él, le dio un corto abrazo y un beso en la mejilla y salió de allí. Unos segundos después, Ron había desaparecido.
ººººº
"No necesitan quedarse todo el tiempo" volvió a repetir Hermione. Sus padres volvieron a insistir en que se quedarían con ella hasta que Ron regresara. "Pero deben de tener cosas que hacer, seguramente" argumentó ella, sin dejarse vencer. Por alguna razón que no podía explicar ni entender, tenía la sensación de que estaría mejor sola que con ellos allí.
"En este momento, lo más importante es estar aquí. Hija, deja de preocuparte ya, no te sentará bien hacer eso" dijo Jane, sin tomar respiro.
Hermione sólo se encogió de hombros, rindiéndose al fin. Volteó la cabeza hacia la ventana, y observó en silencio el cielo tormentoso.
Las estrellas parecían no brillar tanto como antes. Tal vez su fuente se hubiera descompuesto. No, eso no tenía sentido. Se suponía que ellas mismas eran su fuente. ¿Y si ellas se habían descompuesto¿Si estaban muriendo? Eso sí era probable. Se dijo que cuando sucediera, lo sabría. Estallarían.
Finalmente, la lluvia comenzó a caer.
Se sentía cansadísimo. Hacía días que no dormía, pero al parecer los esfuerzos de los tres estaban dando resultados después de todo. Algunas jornadas atrás habían encontrado finalmente algunos indicios que, aparentemente y si tenían suerte, los guiarían en la dirección correcta. Y si no lo hacían, tampoco importaba demasiado. Al final de la semana siguiente se cumplirían los tres meses programados y, a pesar que todavía no hubieran encontrado nada fructífero o la investigación no estuviera terminada aún, un traslador los llevaría de vuelta a casa. Veía ese acontecimiento como una luz al final del túnel, el incentivo que necesitaba para seguir adelante. Por supuesto que quería que la misión fuera exitosa. Después de todo, atrapar a Malfoy era una de las principales razones por las que se había convertido en Auror. Pero, tenía que aceptar, en ese preciso momento no le interesaba nada más que volver a Londres, a su casa, a ella. Nunca se había imaginado que ella le haría tanta falta, que alguna vez llegaría a extrañarle tanto. Pero sí. Le hacía demasiada falta y le extrañaba más que a nada.
Parecía imposible. Cómo de un momento a otro ya no se veía nada, cómo ya nada era claro, cuando tan solo media hora antes, el día parecía espléndido.
Como si una ola gigante le hubiera dado de lleno en el pecho, trastabilló. Una vez, dos veces, hasta que su espalda golpeó la pared contraria. Entonces, sus piernas parecieron perder sus músculos y resbaló hasta caer sentada al suelo, frío. Con un escalofrío, soltó la prueba, que salió volando y se estrelló contra la otra pared. Y allí cayó, justo donde ella podía ver claramente el veredicto: culpable.
Parecía imposible. Cómo de un momento a otro, todo lo que había soñado, todo lo que había construido, todo lo que tenía, ya no estaba. Cuando solo algún tiempo antes todo parecía tan espléndido, tan perfecto. Y cómo, sin embargo, lo que veía extenderse en el futuro también parecía tan espléndido, tan perfecto.
La noche estaba tranquila. El verano había llegado, y el aumento en la temperatura hacia eso evidente. No le molestaba, para nada. Adoraba que las noches fueran tan cálidas y, sobre todo, adoraba salir a dar aquellos fascinantes paseos en el parque. Y los adoraba aún más cuando él aceptaba ir con ella, como esa noche milagrosamente había sucedido. Y todavía los adoraba más cuando él le abrazaba de ese modo y caminaba a su lado, como si nadie más en el mundo existiera. Se sentía como una adolescente indefensa, tan dependiente de él como siempre lo había sido. Por las sensaciones que en ese preciso momento le invadían el cuerpo, parecía que hacía solo algunas semanas que estaban juntos, cuando en realidad la cuenta daba como resultado ocho años. Era ridículo, pero podía asegurar que estaba completa así, que no necesitaba nada más.
"Hermione¿Qué pasa?" escuchó que la voz de su padre le llegaba a los oídos. Volteó la cabeza hacia él y sólo entonces se dio cuenta de que estaba llorando, y ni siquiera sabía porqué.
"Nada" se apresuró a responder, mientras limpiaba las lágrimas que habían caído. "Debo estar algo movilizada aún, no te preocupes" sonrió a Charles, que se había acercado y ahora estaba justo a su lado en la camilla. El hombre no parecía demasiado convencido, así que agregó: "De verdad, no te preocupes".
"Debiste preocuparte mucho, mi niña" interrumpió Jane, acercándose a la cama también. Tomó la mano de Hermione y la sostuvo entre las suyas un momento. "Y ni siquiera sabemos qué fue lo que sucedió, es una pena" continuó. "Pero lo importante es que ahora estarás bien, y también tu bebé. ¿Ya te han dicho que mañana podrás irte?"
"Sí, Ron lo ha hecho" asintió ella vagamente.
En ese momento, la puerta de la habitación se abrió sin hacer ruido y él entró, luciendo algo agitado. Ella contuvo la respiración por un momento, instintivamente.
"¡Muchacho!" exclamó Charles. "Es una suerte que estés de regreso, necesitamos hacer algunas cosas".
"Les dije que si tenían que…" quiso reclamar Hermione, pero Jane volvió a interrumpirle.
"Oh, Hermione, nosotros también te hemos dicho que no te preocupes" repitió, sonriéndole extrañamente. "¿Podrás ayudarnos a salir?" preguntó la mujer a Ron, volteándose hacia él.
"Por supuesto" asintió Ron, hablando por primera vez desde su llegada. Sólo en ese momento Hermione notó cuan cansado lucía y sonaba.
Los señores Granger se despidieron de ella con besos en la frente y la promesa de regresar en la tarde. Hermione dejó salir un largo suspiro apenas la puerta se cerró tras ellos.
ººººº
13 de diciembre
"No estoy inválida, Ginny" reclamó Hermione con exasperación. "Gracias, pero creo que puedo arreglármelas sola ahora¿si?".
"Bien, como quieras" aceptó la pelirroja, mientras le cubría con el cobertor. "Asegúrate de estar bien abrigada, hace mucho frío" recomendó, antes de sentarse en una silla a un lado de la cama.
"Sí, mamá" respondió Hermione. "Hablando de ella¿dónde está?"
"Pues…" vaciló Ginny. Luego de unos segundos, y ante la mirada interrogante de Hermione, volvió a hablar: "Hasta donde sé, ella y tu padre se han ido al Garden".
"¿Cómo?" preguntó Hermione, sorprendida. "¿Porqué harían eso?" cuestionó en una voz algo más alta. Ginny sólo se encogió de hombros. En ese momento, Michael entró en la habitación y saltó al regazo de su madre, para luego deslizarse con suavidad a un lado de su tía en la cama. "Tú no deberías estar en el jardín¿acaso?" quiso saber, haciéndole algunas suaves cosquillas.
"Quería venir a verte" explicó Ginny, observándoles con una pequeña sonrisa. "Te extrañaba".
"Te extrañaba, tía" confirmó Michael. Se incorporó y plantó en la mejilla de Hermione un cariñoso beso. Ella sonrió y devolvió el gesto.
"¿Todo bien aquí?" la cabeza de Harry se asomó a la puerta.
"Sí, bien" asintió Ginny, volteándose hacia él. Le hizo señas y él pasó. Caminó hasta llegar justo tras Ginny y le abrazó los hombros. "¿Cómo te sientes?" le preguntó a Hermione.
Ella tardó algunos segundos en responder. "Mejor, gracias. No deberías estar aquí".
Como toda respuesta, Harry alzó los hombros con un gesto muy parecido al que Ginny había hecho minutos antes. Hermione pensó en que los dos habían estado demasiado tiempo juntos.
En ese momento, justo cuando Harry estaba por agregar algo, Ron entró al cuarto. Traía un bolso de mano, el mismo que habían utilizado en San Mungo y lo dejó a un lado del armario. Sin decir nada, volvió a salir.
"¡Hermione, he vuelto!" exclamó al entrar a la casa. Esperó algunos segundos por una respuesta, pero no llegó. Frunció el entrecejo, y entonces notó que todo estaba muy silencioso, vacío. Qué extraño. Le había avisado a Hermione el día anterior que llegaría a esa hora, ella no podía haber salido justo en ese momento. Debía estar durmiendo, seguramente. Después de todo, era muy temprano aún. Sí, eso debía ser. Ansiosamente, subió las escaleras y abrió con lentitud la puerta de su cuarto. Se sorprendió al ver que la cama estaba hecha, y que Hermione no estaba allí. Miró alrededor con interés, sin comprender nada. Entonces, vio un sobre apoyado en la lámpara, sobre la mesa de luz. Se acercó y lo tomó, leyendo su nombre en el frente. Lo abrió inmediatamente, y dentro encontró una simple nota: Me voy. No puedo explicártelo, pero todo ha terminado. Te amo. La leyó varias veces. ¿Qué significaba todo aquello¿Era algún tipo de broma pesada, acaso? Abrió los armarios, los cajones, revisó el baño. Ninguna de sus cosas estaba.
"Bueno, creo…" empezó Ginny, mirando a Harry. Él asintió levemente y entonces ella volvió a hablar. "Nosotros vamos de salida¿si?" se dirigía a Hermione ahora. "Supongo que querrás descansar un poco, no queremos molestarte" agregó, al ver que la castaña iba a replicar algo. "Vamos, Michael. Saluda a tu tía, vamos a casa".
Michael repitió el gesto de antes y se despidió de Hermione con un beso aún más cariñoso que el anterior. Harry y Ginny hicieron lo mismo y luego los tres salieron de la habitación. Hermione pudo escuchar un momento más tarde una corta conversación en el piso de abajo, y luego el sonido de la puerta de entrada al abrirse y cerrarse después.
Pasaron a la sala, y se sentaron enfrentados en los sillones individuales. Se mantuvieron en silencio unos segundos. "Has sacado las fotografías" comentó ella, mirando alrededor, tratando de que su voz no sonara lo angustiada que se sentía en realidad.
Él no respondió nada a eso. "¿Qué quieres, Hermione?" volvió a hablar bruscamente. A pesar de que había cedido, que le había dejado entrar en su casa otra vez, las cosas entre los dos no habían cambiado en absoluto.
La joven volteó al cabeza hacia él, cohibida. No podía decírselo así, de una sola vez. No era tan sencillo. "Mis padres vienen de visita por unos meses" informó, sin dejar de mirarle, a pesar de que se le estaba haciendo difícil mantener la cabeza en alto.
Ron asintió. "¿Porqué tiene que interesarme?" dijo, cruzándose de brazos y mirándole con interés. No entendía a qué venía eso, y la verdad era que no le interesaba saberlo. Tener a Hermione tan cerca era una de las peores cosas que le habían pasado en los últimos cinco meses. Y eso contando con que le habían sucedido las suficientes cosas malas como para compararlas.
Escuchó los pasos de Ron subiendo la escalera y casi pudo verlo detenerse frente a la puerta del cuarto, que había quedado entreabierta. El silencio era tan profundo ahora que un zumbido comenzó a retumbarle en los oídos. Al fin, Ron entró.
"Vas a cuidarte mucho¿si?"
"Hermione…"
"No, en serio. No es una tonta misión más, los dos lo sabemos. Esto puede ser muy
peligroso"
"No es cierto, no exageres"
"…"
"…"
"Bueno, tal vez lo hago, pero no quiero que te pongas en ningún riesgo, por favor. ¿Y si te pasa algo por jugar a héroe, eh¿Quién se casará conmigo entonces?"
"Espero que nadie"
"Oh, claro"
"…"
"No te rías, no es divertido"
"¿Porqué te preocupas tanto? No es la primera vez que voy en una misión complicada¿qué
hay de nuevo ahora?"
"Pues… no lo sé, pero no estoy muy segura de dejarte ir"
"Ah¿no?"
"No"
"Lamento decirte que no vas a poder detenerme"
"¿No te quedarías si te lo pidiera?"
"…"
"¿Ron¿Lo harías?"
"Hola" saludó ella calladamente, luego de algunos segundos de silencio. Él solo se había quedado parado allí, sin hacer nada.
Ron no respondió inmediatamente: "Hola". Tras otros cuantos segundos, consultó: "¿Te sientes mejor?".
"Sí, mucho, gracias" asintió ella. Buscó qué más decir, pero nada parecía indicado. La situación era muy extraña, tensa. "¿Te han dicho porqué se han ido?" preguntó al final. "Mis padres, quiero decir" aclaró.
Solo entonces Ron pareció reaccionar y caminó dentro de la habitación, hasta llagar a la altura de la silla en la que Ginny había estado sentada minutos antes. Se aferró al respaldo con tanta fuerza que los nudillos se le pusieron blancos. "Yo se los pedí" respondió al fin.
"¿Qué?" repitió Ron quedamente. "¿Que qué?" volvió a repetir, subiendo el tono. Se le quedó mirando con la boca ligeramente abierta por unos segundos, y luego reaccionó de pronto: "¿Así que no solo no les has dicho que nos hemos separado, sino que tampoco les dijiste que su nieto es hijo de un tipo del que ni siquiera sabes el nombre?"
Hermione soltó algo parecido a una pequeña risa. "¿Tú les pediste que se fueran?" reprodujo, como si creyera que había oído mal o que Ron no había dicho lo que quería.
"Sí" confirmó él, impasible.
"Bah, no vamos a encontrarlo y ya estoy cansado" reclamó Ron, intentando que Hermione se detuviera. Hacía horas que estaban caminando, buscando un adorno de navidad para la puerta de su nueva casa, pero ninguno parecía contentar a la chica. Según él, cualquiera estaba bien, si tan sólo era un adorno. Para decir más, él ni siquiera hubiera salido a buscar algo tan inservible con la fuerte nevada que azotaba la ciudad desde la mañana. Pero no había podido decir que no. Sabía que eso solo hubiera ocasionado la más estúpida de las discusiones. Y, si podía evitar eso, mejor. Por lo menos por el momento. Un mes de convivencia no era un buen margen para comenzar a pelear por ese tipo de cosas.
"Vamos, no quedan muchos locales, y estoy segura de que encontraremos uno perfecto en el próximo" alentó Hermione, demasiado entusiasmada como para notar que sus propios pies estaban entumeciéndose. Aquella era una de las primeras cosas que los dos hacían juntos por su nuevo hogar y, a pesar de que coincidía en que era algo totalmente inservible, por algún lugar tenían que empezar.
"Bien, bien" aceptó él, consolándose con certeza de que cuando volvieran a casa, podrían tener una cálida merienda juntos.
Caminaron algunos minutos más, hasta la siguiente vidriera. Hermione no encontró nada lo suficientemente interesante, pero aún así arrastró a Ron dentro del local. Una vez allí, encontraron que estaba lleno de gente que, evidentemente, disfrutaba de buscar cosas inservibles como ellos en ese momento. Hermione se puso a estudiar con detenimiento los estantes, mientras Ron esperaba a un costado barriendo el local con la mirada. Luego de unos minutos, ella le llamó para que viera el hermoso adorno que había encontrado. A Ron le pareció tremendamente cursi y empalagoso (era una corona de hojas verdes, rojas y doradas que tenía un grotesco moño plateado, en el centro de la cual se podía colocar una foto mágica de la familia que habitaba la casa que decoraba, según especificaba el cartel que pendía de uno de los extremos), pero aún así consintió la elección de Hermione, que sonreía ilusionada.
Hermione calló, sin saber qué decir ante esa declaración. "¿Porqué hiciste eso?" preguntó luego, sin entender nada de aquello.
Ron no respondió inmediatamente: "Porque tenemos cosas que arreglar, solos".
"¿Tenemos, nosotros?". Hermione no podía creer todo eso. "Ron, ya habíamos acordado que…"
"Es evidente que he violado ese trato" interrumpió él. Hermione tuvo la certeza de que él tenía planeada cada palabra. "Y me gustaría que propongamos otro si es que vamos a continuar con esto".
Y sin embargo, no lucía para nada real. El color verde de las hojas de los árboles era sobrenatural, demasiado intenso. Incluso el aire se sentía un poco extraño, algo pesado. Eso también era raro; el clima parecía tropical, o algo parecido. No era lógico. Miró alrededor, esperando encontrar una respuesta, o al menos un mínimo indicio que le indicara dónde estaba. De pronto, los mirlos que había visto pasar sobre su cabeza comenzaron a cantar de nuevo, ensordeciéndole. Confundida, se levantó de la camilla (que, notó, se había convertido en un catre campestre) y sintió la tierra cálida bajo sus pies. Caminó sin dirección, sin tener idea de qué estaba haciendo o dónde estaba yendo, pero se sentía más segura así que contemplando todo pasivamente. De nuevo sorpresivamente, el canto de los mirlos se hizo más intenso y, de la nada, allí delante, varios metros alejada de ella, una silueta apareció en el medio de la arboleda. Ella dejó de caminar, más por instinto que por decisión propia. Algo le decía que esperara, que sólo dejara que las cosas sucedieran. La silueta se acercaba y unos segundos más tarde, ella notó que traía algo en los brazos, pequeño. Justo cuando ya no podía soportar la intriga, la silueta se hizo nítida. Era él. Y eso que traía en los brazos, era un bebé. Su bebé.
Hermione volvió a callar, pero esta vez permanentemente. ¿Qué se suponía que tenía que responder a eso? No tenía las facultades, ni la autoridad. Hubiera sido algo totalmente ridículo que se atreviera a decir algo. "¿A qué te refieres?" preguntó entonces, para darle pie a Ron para que dijera todo lo que seguramente había pensado durante todos aquellos días.
Ron soltó un corto suspiro antes de rodear la silla y sentarse en ella. Entrecruzó las manos, y se mantuvo en silencio un momento. "Les pedí que se fueran para que pudiéramos aclarar las cosas" empezó, y pareció que le costaba un poco hablar. "Entre nosotros, quiero decir" aclaró luego. Hermione respondió asintiendo con la cabeza. "Me conoces, y sabes perfectamente cómo me siento respecto a… a lo que sucedió hace algunos meses".
"Sí, lo sé" coincidió ella, más que nada para hacer que aquel momento pasara lo más rápido posible.
"Así que no me siento en la necesidad de explicártelo, aunque tampoco tengo que hacerlo"
"Por supuesto que no" volvió a asentir Hermione, rogando en silencio que aquel terreno peligroso se alejara pronto.
"Tampoco voy a pedirte explicaciones" continuó Ron, ahora mirando a sus manos entrelazadas. "Ya ha pasado el momento en que podría haberlo hecho y ahora ya no me interesa saberlo".
"Ron, yo…"
"No, déjalo" interrumpió él. "Tal vez algún día esté dispuesto a escucharlo, pero no hoy" aseguró, negando levemente con la cabeza. "¿Sabes? Nunca creí que algo como esto nos sucedería a nosotros" confesó, hablando algo más vagamente ahora. Hermione tuvo la clara sensación de que eso no estaba en su libreto. "No realmente" Ron levantó la cabeza y miró a la pared, incapaz de contener aquella sensible verborrea. "Siempre pensé que…"
"Ron, por favor" casi suplicó ella. Él volteó a mirarla y no dijeron nada por algunos segundos. "Yo también lo pensaba, no creas que no" se mordió el labio inferior, conteniéndose.
"No puedo pretender que no me importas" volvió a comenzar él. Parecía haber vuelto a su plan ahora. "Traté de hacértelo creer, de creerlo yo mismo, pero no he podido" hizo una pausa y luego continuó: "No pude convencerme" repitió, como si quisiera escucharlo varias veces para comprenderlo. Hermione le escuchaba con atención. "Sabes que acepté esa loca propuesta hace meses sólo porque me importas más de lo que puedo imaginar, y más de lo que me conviene".
"Puede que ahora ya no lo creas, pero tú también…" esta vez, ella sola se interrumpió. Estaba entrando a un plano demasiado intenso, demasiado doloroso.
"¿Ron?"
"¿Dónde está?"
"¿De qué hablas?"
"Hermione¿dónde está?"
"Espera, Ron, cal…"
"¡Dónde está?"
"¡No lo sé¿Qué es lo que sucede?"
"Se ha ido, Ginny, no está"
"¿Cómo que no está?"
"¡No está¡Se ha llevado sus cosas y ha desaparecido!"
"Eso no es posible"
"¡No está en casa, Gin! Se ha ido…"
Ron se permitió una pequeña sonrisa antes de seguir hablando: "A pesar de que me cuesta demasiado incluso ahora, estaré contigo hasta el final, hasta que tus padres se vayan". Hermione no pudo no sorprenderse: había pensado que, al pedirle a sus padres que se fueran de la casa, Ron estaba dando por terminada la farsa. "Ha sido demasiado tiempo el que hemos compartido, antes de que… bueno, antes de todo esto". Hermione se sentó mejor, sin dejar de escucharle atentamente. "Antes que nada… bueno, fuimos amigos y no pretendo dejar las cosas como te lo dije aquel día" se detuvo a ver a Hermione asentir. Sabía que ella estaba recordando en ese preciso momento todo lo que él le había dicho en julio, cuando le había encontrado. "Quiero quedarme con un buen recuerdo de todos estos años, y sólo podré hacerlo así. De otro modo, nunca podré olvidar todo esto, lo sabes".
"No lo hagas" pidió ella, hablando por fin. "No lo olvides, es parte de lo que nos ha tocado vivir¿o no?" se explicó, viendo la expresión de confusión en los ojos de él.
"No creo que debas pasar por esto sola, y menos ahora" siguió él, volviendo a mirarle intensamente y sin responder nada a la sugerencia de ella. "Después de todo, lo que te ha sucedido ha sido mi culpa" concluyó.
Hermione dejó que aquellas palabras cayeran en su mente. Cuando comprendió lo que él había dicho, un ruido de tristeza y decepción se escapó de su garganta. "Prefiero decirles toda la verdad a mis padres antes de que sigas con esto sólo porque te sientes culpable" declaró luego. "He luchado demasiado conmigo misma como para que hagas eso" una lágrima solitaria se deslizó hasta su barbilla, sin que ella pudiera detenerla. "Me iré cuando mis padres lo hagan, no te preocupes" aseguró, limpiándose la cara e intentando no flaquear. "Entonces tú tendrás tu buen recuerdo y no tendrás que volver a saber de mí, ni de tu culpa".
"Hermione, no…" Ron intentó corregirle, pero ella le detuvo con un gesto de la mano.
"Déjalo, creo que todo está ya claro" cortó. Se mojó los labios, quebrados. "Me gustaría dormir un poco ahora" dijo luego, esperando que él se fuera rápido para que no volviera a verla llorar por su causa. Ron asintió levemente luego de un momento y salió de la habitación con premura.
ººººº
Se que querrán matarme, y yo también quiero hacerlo. Realmente, que esta vez haya pasado todo un mes no tiene justificación, y no busco dársela. Sólo espero dos cosas: que ustedes perdonen una vez más mi impuntualidad, y que hayan disfrutado como nunca este capitulo. No creo estar muy alejada de la realidad cuando digo que es al que mayor empeño le he puesto, y el que (espero) mejor ha quedado. Es sumamente largo (si no es el más largo que he escrito para una historia de capítulos, está bastante cerca de serlo), pero altamente informativo, algo que los anteriores no eran. Estoy muy conforme esta vez con el resultado, y espero que ustedes también. Si es así (y si no, también) me encantaría que me lo comentaran en un review (de esos tan preciosos), al igual que cuáles son las dudas que tienen o qué les gustaría saber yquieren esté incluido en el próximo capitulo (que, aprovecho a informar, es el último de esta historia). Ahora sí, me despido de todos ustedes esperando que se encuentren muy bien y disfrutando de sus vacaciones (creo que todos estamos transitando esta hermosa, aunque demasiado corta en algunoscasos,época del año).
Adío!
