Nota preliminar
La canción cuya letra a continuación verán es la de "Violette" de Closterkeller del álbum Violet. Closterkeller es una excelente banda polaca de metal gótico que además de escribir canciones en polaco también escribe canciones en inglés. "Violette" tiene una versión en inglés, pero preferí poner la versión en polaco (qué mala soy) que pueden ver en su página de Internet: www.anja.pl, es cosa de ver la parte en inglés de esta página, pero les digo que la versión en polaco está más completa en cuando a archivos mp3.
Ahora, pasemos a este capítulo del fic.
Tercera rosa
Yami
Apenas los primeros rayos del sol tocaron la ventana del dormitorio de Anzu, ella se levantó e intento arreglarse lo más atractiva posible, como si fuese un encuentro entre ella y Yami. Cuido que Marieta no se diera cuenta de que iba a salir y sólo dejó una nota que decía que iría a resolver unos asuntos pendientes en el conservatorio. Encaminó sus pasos hacia el edificio de la escuela abierta donde esperó unos 30 minutos al castaño, por poco y pensó que él le dio avión pero no tardo mucho para que lo viera.
— Buenos días Srita. Mazaki, estoy listo y preparado. Perdone que haya llegado tarde pero le eché todo un rollo a mis padres para que me dejaran salir, en fin aquí estoy. ¿Por dónde comenzaremos? — comenzó a hablar Jaden.
— Gracias, Jaden. Es bueno que tengas un gran entusiasmo¿te parece si vamos al parque? — dijo admirada Anzu.
— Si, claro. Como digas. — contestó alegremente el castaño.
Omywana zimna woda jak szklo
Ja gladsza co dzien, czysciejsza co noc
Do polowy w kamien, zmieniona w kamien
Wsród strumienia klecze calkiem sama
Placz od scian odbity w luster sali
Echem krysztalowym wraca sie
Gdy klecze posrodku strumienia
Tak blisko jest brzeg
Biale kwiaty w lustrach odbijaja
Chce byc tam gdzie one, blisko i daleko tak
Tak wierne, tak czyste
Jak bardzo chcialabym byc ja
Una vez que llegaron al parque, Anzu le ofreció a Jaden un poco de migas de pan para ofrecérselas a las palomas, él gustoso las tomó y comenzó a llamar las palomas, éstas se pusieron en sus hombros, cabeza y manos. Le pareció muy gracioso y comenzó a reírse por las cosquillas que le producían, después de eso se acercaron a la fuente de ahí.
— ¿Recordaste algo? — preguntó Anzu a Jaden.
— No, pero que las palomas se pararan sobre mí fue divertido. — contestó Jaden muy alegre — Cuando era Yami¿también me pasó lo mismo?
— Exacto, ahora quiero que recuerdes otra cosa. Toma esta piedrita y lánzala contra el agua.
— ¿También eso hacía?
— Algo así, pero gustabas de lanzarlas hacia los lagos, cuando vivías en Polonia.
— ¿Viví en Polonia? Vaya, interesante.
Jaden lanzó todas las piedritas con una fuerza y velocidad precisas que al final se sintió relajado. Anzu le dijo que era tiempo de irse hacia otro lugar, Jaden se sentía muy curioso de saber qué otras cosas hacía en su vida pasada.
Noca cicho pada deszcz
Na kazdym platku jeden grzech
Czarnych kwiatów
Spi woda, slychac szept
Zmieniona w kamien myle sen
Z marzeniami
Ambos chicos entraron al café-bar de Andrés, Anzu sentía que hace mucho que no había entrado a ese lugar, pues nunca había conocido a fondo el trabajo de segundo tiempo de Yami. Vio a Andrés y le dijo a Jaden:
— ¿No recuerdas a ese tipo?
— No. — le contestó él — Bueno, tal vez se me figure al mi tío Takato, pero no me pasa por la mente.
— Él era uno de tus mejores amigos, Andrés. En realidad se llama Andrzej, pero para no complicar las cosas Tristán le comenzó a llamar así, y fue de esa manera que se le quedó el sobrenombre.
— Debe ser buena onda...
— Espérame aquí, iré a hablar con él.
Anzu se dirigió hacia donde estaba Andrés, él al verla le saludó tal y como lo haría con cualquiera:
— Buenos días señorita¿qué se le ofrece?... Anzu... ¡Que gusto volverte a ver! De seguro vienes a recordar a mi mejor pianista. Ya no es lo mismo sin él.
— Tienes razón y una pregunta: Cuando Yami renunció al trabajo¿a quién contrataste en su lugar? — preguntó.
— Primero fue una pianista que se creía la mejor del mundo pero tocaba como si estuviera matando moscas. Renunció y ahora toca por las noche un trío de música de cámara. Los pobres están desempleados y les di una oportunidad. Pero sabes, extraño a Yami, era un buenazo en el piano.
— Andrés yo también lo extraño, pero creo que ha vuelto.
— Pero qué dices muchacha, si claramente lo viste cruzar el portal.
— Deja que te explique¿ves a ese muchacho que está sentado en esa mesa?
— Si, oye se parece un poco a Yami en la mirada... Pero con la diferencia de que él es castaño, no me digas que ha reencarnado en ese chamaco.
— Bueno, en realidad si. Por favor Andrés, permítele tocar el piano, tal vez recuerde algo.
— Anzu, si es la reencarnación de Yami dudo mucho que recuerde algo de su vida anterior. No sé con qué fin pretendes que recuerde, pero creo que es saber si él te amo en su vida pasada, yo te diré algo que he tenido oculto desde hace mucho tiempo... Pero en fin, puede tocar el piano.
Anzu se acercó a la mesa donde estaba Jaden y le pidió que se acercara al piano, él tomó asiento y puso sus manos frente al teclado y lo único que salió de él era una sinfonía de tecleos torpes interpretando la escala musical.
— De niño mi mamá me llevaba a clases de piano, pero por alguna extraña razón no quería tocar. Así que esto fue lo único que aprendí¿en mi otra vida era un virtuoso en el piano? — dijo Jaden.
— Si, lo eras... — contestó nostálgica Anzu.
FlashbackYami había acabado de tocar magistralmente una de la mazurcas de Chopin para Anzu, ella le aplaudió, él la miró tristemente y le dijo:
— Cuánto me hubiera gustado no haber sido faraón y mejor un pianista. No me queda mucho tiempo, si tuviera todo el suficiente, cuánto me gustaría tocar en Varsovia, ante mucha gente y que todos me aplaudieran... ¡Ah! Sueños que se van en la nada.
— Tal vez puede que no sea muy tarde... — le dijo optimísticamente Anzu.
— Por favor, no me des falsas esperanzas. Dentro de unos días ya no seré el mismo, tal vez en lo único que me convertiré es un puñajo de recuerdos para todos. La única cosa que me conforta es que pasaré unos días en Katowice.
— Pero de todos modos, creo que eres un excelente pianista. ¿Puedes tocar otra mazurca?
— Claro. — dijo Yami sonriendo — Esta mazurca que voy a tocar le fascinaba mucho a Marja a pesar de la melodía es muy corta.
Después comenzó a tocar, cuando lo hacía se olvidaba de todo lo que le preocupa y así fue como se sumergió en lo único que le fascinaba hacer por última vez.
— Muy bien¿y eso es todo? — le dijo Andrés a Anzu volviéndola a la realidad del presente.
— Si, es todo. Vámonos Jaden, iremos a otro lugar. — contestó Anzu y se fue por la puerta del negocio junto con Jaden.
Wiec oddaj mi kolory trzy
Czern, biel, fiolet - zimny kolor mojej krwi
Potrzebny mi, bo ani zyc
Modlic nie, nie, nie chce i nie umiem sie
Gdy posrodku strumienia
Tak dlugo juz klecze
I patrze na drzewa, biel kwiatów, ptaki, las
Wiec dodaj mi jeden kolor wiecej do krwi
Jaden se quedó admirado de ver la cantidad de polacos bailando y cantando, y la música era de lo más alegre.
— Tal vez no esté muy acostumbrado a visitar este tipo de lugares, pero me fascina estar aquí. — le dijo a Anzu.
— Muy bien, ya estás recordando. Vamos, ve y canta, eres muy bueno en eso.
El castaño se puso en el centro del círculo donde se bailaba y cantaba, los músicos entendieron que quería cantar y pronto comenzaron a tocar una melodía muy prendida, entonces Jaden comenzó a cantar desafinadamente la canción por demás rara que iba así:
— ¡Qué bonito, qué bonito, qué bonito es mi maizal!
Los polacos presentes se quedaron con cara de what? al escuchar eso, pero les dio risa. Una de las muchachas decidió bailar con Jaden, que se sonrojó ante su invitación. Cuando terminaron y los polacos se estaban retirando del salón donde se reunían, Jaden se despidió de ellos y les agradeció el rato tan ameno que pasó con ellos. Una vez que salieron Jaden le platicó a Anzu:
— Una vez mi mamá me metió en el coro de la escuela primaria donde estudiaba, pero sinceramente el canto tampoco se me dio. Es que esa melodía que tocaban me recordaba mucho a Huckleberry Hound cuando se ponía a cantar.
— No hay problema, es bueno que te la hayas pasado bien. Pero ibas a esas reuniones de polacos y cantabas bien las canciones tradicionales y a la hora de bailar con las muchachas eras bien tímido. Me hiciste pensar en muy buenos momentos. — le contestó Anzu.
— Gracias Srita. Mazaki.
Noca cicho pada deszcz
Na kazdym platku jeden grzech
Czarnych kwiatów
Spi woda, slychac szept
Zmieniona w kamien pije ten
Slodki koktajl snu z marzeniami
Una vez en la biblioteca, Anzu buscó los libros que pudiese con referencia a Polonia, y una vez que los consiguió se sentó en una mesa con Jaden y comenzó a abrirlos. Buscó y buscó hasta que por fin encontró algo y se lo mostró al castaño.
— Mira Jaden, ésta era la ciudad donde vivías: Katowice. — Anzu le decía esto mientras le mostraba las imágenes a Jaden.
— Es muy bonita cuidad, es más sencilla y tranquila que en ésta. — dijo Jaden.
Después le mostró algunas imágenes de varios parques nacionales de Polonia, explicándole que en su vida pasada los solía visitar, que encontraba tranquilidad en las dunas de Słowiński, en las cataratas de Karkonosze, montañas nevadas de Babiogórski, pero sobre todo en un lugar que creyó que recordaría:
— Quiero que conozcas este bosque, es el de Białowieża. Te gustaba mucho ir ahí, después de Katowice era el único lugar donde querías estar, lo considerabas como tu hogar.
Jaden por un momento miró las imágenes, las miraba como si ya hubiese conocido el lugar, pero al ver las fotos de un claro que estaba a la orilla del río Narewka dijo:
— Recuerdo que gustaba de dormir ahí. No sé, estar sumergido en el agua era una sensación que no te puedo describir...
— ¡Por fin recordaste! Yami, has vuelto. — dijo Anzu mientras abrazaba al castaño.
— En parte, le contestó. Qué más vas a mostrarme. — le respondió.
— Yami, se que lo que a continuación te voy a mostrar va a ser muy doloroso para ti. Pero quiero que veas estas fotos de Auschwitz, si te hice recuperar algo de tu memoria tal vez con esto recuerdes más.
Jaden vio las fotos del libro y las letras que hacían referencia del lugar siniestro: las cámaras de gases, los crematorios, las pilas de cadáveres desnudos, las malignas vías del tren que conducían a la entrada, los dormitorios de los prisioneros... Todo eso revivió pasajes oscuros que tenía guardados dentro de sí, que alguna vez los había vivido. Comenzó a atormentarlo en su interior haciendo que llorara e hiciera referencia que no había hecho nada por salvar a Marja, cómo las balas de los alemanes pasaron sobre ella y su familia, el dolor de que el rompecabezas donde habitara anteriormente fuera despedazado cruelmente.
Las personas presentes se quedaron mirando la extraña escena, Anzu sólo le consoló tiernamente:
— Tranquilo, todo ha pasado. Estoy aquí contigo, no te culpes...
Prosze oddaj mi moje kolory krwi
Czern i biel da ostrosc sadu
Fiolet zycie wróci mi
Ja w kobiete
A kamien zmieni sie w chleb
W gesta trawe dam krok
Wyjde na suchy brzeg
Kiedy powróci do mnie mój fiolet
Mój fiolet, mój fiolet, mój kolor
Patrze na czarne drzewa
Kwiatów biel, luster blask
Niezmieniona posrodku strumienia ciagle trwam
Krysztalowa jak On
Uwieziona jak On - mój fiolet
Mój fiolet, mój kolor
— Perdóneme Srita. Mazaki, — dijo Jaden a Anzu mientras se encontraban caminando — no quise ponerla en tal situación ante todos. Lo que pasó fue que al ver esas imágenes mi mente sintió lo que sentí en esa vida pasada hasta tal grado en que volví a ser Yami. Eso fue momentáneo, pero fue raro.
— No te preocupes, hicimos avances. Tal vez recuerdes más una vez que entremos a este lugar. — le dijo a Anzu cuando llegaron al establecimiento de Devlin.
Una vez que entraron, las arenas donde se jugaba el juego de dados del calabozo estaban muy ocupadas. Anzu buscó con la mirada a Douglas Devlin y una vez que lo encontró le pidió hablar a solas con él.
— ¿Crees en serio que el faraón ha vuelto? — preguntó sorprendido Devlin.
— Lo sé, es cosa que lo ayudes a recordar. Si juegas con él, seguramente lo hará y volverá a ser el mismo. — le explicaba Anzu.
— ¿Estás loca? Es verdad que ese muchacho se parece mucho a Yami, pero no es para tanto. Míralo, el pobrecito apenas está teniendo idea de qué esto. Pero si me pides ese favor lo haré, pero no creas que seré bueno con él, jugaré tal y como lo hice con Yami hace tiempo. — le contestó el chico.
Entonces Devlin hizo pasar a Jaden a su arena privada, le explicó un poquito las reglas de su juego. Y así comenzó el inusual duelo, conforme pasaba el tiempo Devlin iba en ventaja con Jaden, pero, por alguna extraña razón, notó que del interior del muchacho al que se estaba enfrentando salía una fuerza conocida una vez. De la nada Jaden comenzó obtener ventaja sobre él, se volvió más astuto e inclusive un poco más sarcástico a la hora de advertirle de su pronta victoria, un escalofrío invadió a Douglas: se dio cuenta que en cierta manera Yami había vuelto y que Anzu no estaba loca.
Con estas confusiones en su mente, él fue derrotado por el castaño. Cuando Jaden bajó de la planta alta de la arena, se sentía mareado y con ganas de vomitar, pero aun así pidió disculpas por lo que le había dicho hacía un rato, que no era su intención hablarle sarcásticamente. Devlin le ofreció amablemente que descansara un poco debido a su mal estado, Jaden le agradeció amablemente la oferta, pues no quería molestarlo otra vez.
El chico de ojos verdes vio cómo Anzu se iba por la puerta principal con el muchacho, jamás olvidaría ese extraño reencuentro con el pasado, aunque veía ese intento de su vieja amiga por conquistar a un amor imposible muy inútil, que a final de cuentas se iría todo abajo.
Noca cicho pada deszcz
Na kazdym platku jeden grzech
Czarnych kwiatów
Spi woda, slychac szept
Zmieniona w kamien myle sen
Z marzeniami
Spi woda, slychac szept
Zmieniona w kamien myle sen
Z marzeniami
Noca cicho pada deszcz
Na kazdym platku jeden grzech
Czarnych kwiatów...
Comenzaba a atardecer, después de mucho andar de un lugar a otro, Anzu y Jaden decidieron tomar asiento en una banquita que daba vista al puerto de la ciudad, como ella vio a su compañero algo cansado le dijo:
— ¿Qué te pareció el paseo?
— Me pareció excelente, aunque necesitaré meses de terapia para saber de nuevo quién soy. — contestó Jaden para después mover la cabeza como si tuviese algo que no quisiera tener.
— ¿Te cuento una historia? — propuso Anzu.
— Si, sirve que me quito este terrible dolor de cabeza.
Ella le contó una historia que reflejaba todo lo que tuvo que pasar Yami antes llegar a las manos de Yugi, y de todo lo que hizo después de que lo conoció y algunas virtudes de él...
— También hice cosas terribles. — dijo Jaden tristemente — Me olvidé del significado por el cual jugaba y casi pierdo a mi mejor amigo, no sabes lo que me dolió haberme dado cuenta de eso. Me siento arrepentido de haber sido tan inmisericorde.
— No te sientas mal, evitaste que ese hombre abusara de mí. — dijo Anzu haciéndole hacer el lado bueno de las cosas.
— Pero lo envié al Reino de las Sombras. — contestó angustiado Jaden — Pudo haber sido de otra manera, comprende, por esas cosas merecería lo peor, no debí de haber reencarnado.
— Jaden, no siempre fuiste malo. Hiciste más cosas buenas que malas, todos te admiraban y te querían. Tenías grandes sueños y pretensiones, deseabas con toda el alma ser pianista y tocar ante mucha gente.
— Srita. Mazaki, al principio la consideré una loca cuando me decías que recordara una vida que ni siquiera conocía, aunque ahora esa vida ya es parte de mí... la estimo mucho, es muy perseverante, se portó buena onda conmigo, al menos tal vez si pueda comprenderme.
Jaden se levantó de donde estaba sentado y al parecer se disponía a ir a su casa, pero le dijo a Anzu:
— ¿Quiere conocer mi casa?
El castaño la guió por un largo camino hasta llegar a su casa, aunque cuando llegaron la vieron por la acera de enfrente.
— Bueno, Srita. Mazaki. Ésta es mi casa, también suya claro. No podemos entrar, sino mis padres me matarían, así que entraré solo, aunque de todos modos tendré una gran regañiza. Gracias por el paseo, Do widzenia (Adiós). Perdón, se me salió.
Anzu vio a Jaden cruzar la calle para tocar la puerta, se alejó lo más pronto posible de ahí. Pero estaba contenta de que al menos Jaden recordara algunas cosas de su vida, más no le importaba lo que le fuera a acontecer una vez entrando a su apartamento.
