Ya no habrá mas penas ni olvidos
las letras en cursiva son conversaciones en el pasado
(los paréntesis son acciones)
Prohibido
Eso es lo que soy... El Prohibido
Desde que nací estaba condenado a estar solo.
He vivido con este pensamiento toda mi vida. Lo único que me impulsaba a sobrevivir cuando me tiraron al abismo era el cumplir con mi venganza, matar a todas las mujeres de hielo.
Cuando era pequeño la perla de mi madre podía calmar el odio en mi, pero no el vació quizás generado por la sensación de desamparo, de abandono. Hn que molestia...
Pero claro, yo no podía exponer mis emociones, el Makai es un lugar muy cruel, la mas pequeña debilidad puede terminar en la muerte. Sabia que yo no le importaba a nadie, decidí vivir como si ya estuviera muerto, todo me daba igual. Construí un muro para protegerme, escondido bajo una mascara de indiferencia.
Mi padrino solo quería que yo robara tesoros, no era mas que una herramienta para ellos. Pero me sirvió el entrenamiento, cada vez me volvía mas fuerte y rápido, que en realidad eso es lo único que importa en el Makai. Si eres fuerte vives, si eres débil mueres.
Me volví tan fuerte que el grupo de ladrones que me adopto empezaron a evitarme, me temían. Los deje, ellos ya no me servían. No se cuanto tiempo estuve solo, cada vez eran mas largos los ratos en que observaba la Hiruiseki, pero no importaba cuanto la mirara, ese vació seguía allí en lo profundo de mi ser, creo que hasta había crecido, no lo se.
Decidí ignorarlo, hacer como si no existirá, y funciono, lo enterré tan hondo en mi que lo olvide. Muchos años recorrí el Makai, eliminando a los demonios que se cruzaban en mi camino, ahora que lo pienso, nunca empecé una pelea, eran ellos los que atacaban primero, quizá para robar mi gema o por el simple gusto de matar, tampoco lo se ni me importa.
Pero en una pelea, perdí mi gema, la única cosa que podía llamar mío. Fui con Shigure, el quiropráctico de mundo del mal, para que me pusiera el Jagan, con la clarividencia de este podría fácilmente encontrar lo que quisiera. La operación fue muy dolorosa, no creo que ningún otro dolor físico pudiera superarlo.
Cuando finalmente deje a Shigure, cuando recupere algo de fuerza, use el Jagan para buscar mi gema, pero por alguna razón, nunca la vi. Después de varios intentos sin resultado la di por perdida. Después creo que sentí nostalgia, y me puse a buscar la Isla Flotante, que encontré fácilmente.
La Villa Glacial no había cambiado en nada, congelada en el tiempo. Mi deseo de venganza se debilito con el tiempo y al verlas, llenas de miedo, ya no me importo, ellas ya estaban muertas.
Me encontré con Rui, la Koorime que fue la mejor amiga de mi madre y la que arrojo. Su estado era igual a las demás. Le pedí que me conducirá con Hina, me llevo a una tumba, me dijo que se suicido poco después de que me tiraran, ella también se arrojo al abismo, y de que tenia una hija, Yukina, hace mucho abandono la villa. Yo ya no tenia nada que hacer allí, cuando me iba ella me reconoció y lloro, nunca supe por que lo hizo.
Entonces fije mis objetivos: encontrar a mi hermana Yukina, asegurarme de que estaba bien. Y encontrar mi Hiruiseki, el único regalo de mi Madre.
Varios años estuve en esa búsqueda, siempre bajo la oscuridad, estando muerto. Los muertos no sienten el dolor pero tampoco la felicidad. Pero eso no es importante.
Mi búsqueda me llevo al Ningenkai, tal vez Yukina se encontrare allí. Escuche el rumor de que un demonio de los alrededores, de nombre Yatsude se había comido una mujer de hielo y que aumento su poder, quise confirmarlo. Me enfrente con todos los youkais que me encontré para que me confesaran el escondite de ese demonio. Pero tanto pelear sin descanso no es bueno.
El ultimo youkai que localicé, estaba conversando con una ningen, el youkai también parecía ningen pero no podía disimular su poder. Lo ataque, la pelea fue bastante pareja, me llevo a un bosque, parecía que quería que nos alejáramos de la ningen. Se sorprendió cuando mencione a Yatsude, pero el esfuerzo fue demasiado para mi, sentí dolor en mi pecho y luego todo se puso oscuro...
Cuando recupere la conciencia sentía que estaba acostado en un lugar blando, me incorpore rápidamente. Aquel youkai me curo, realmente me sorprendió eso, yo en su lugar habría terminado de una vez. El sabia sobre plantas medicinales, y dijo algo de mi Jagan, que vio que no era natural y que de seguro tendría algo que ver con Yukina. Hn, maldito hábito de hablar en sueños.
Me molesto que ese sujeto no dejara de hablar, si no hubiera sido porque me curo lo abría eliminado.
Te haré una advertencia para agradecértelo. Un día tu bondad te matara.
Me podrías decir como te llamas ¿no?
... Hiei
Fue lo que dije antes de saltar por la ventana. Al poco rato estaba saltando a mi lado. Secuestraron a la ningen que lo acompañaba hace rato. Idiota
¿La muchacha? Mira que eres tonto
Bueno ya somos dos
... Te la pasa hablando, no me gustas.
Cuando acabemos con Yatsude hablamos.
Cuando recuerdo esa plática me causa un poco de gracia. Encontramos a Yatsude en una fabrica abandonada, el sujeto era fuerte. Atacando por separado no lograríamos nada. Parece que pensamos lo mismo y atacamos simultáneamente. Así lo derrotamos.
Al final Yatsude nunca se comió ninguna mujer de hielo, tendría que seguir buscando. Acompañe al otro youkai que llevaba a la ningen en su espalda.
No te he preguntado el nombre. Intentare recordarlo.
Soy Kurama.
Kurama. Fue ahí cuando nos conocimos. Ya antes escuche las historias del legendario ladrón Youko Kurama, frió y despiadado, pero a la vez hermoso y deseable, igual que la rosa que usa. Me confundió un poco esa apariencia ningen pero no lo subestime. Me hice su compañero por que no quería que fuera mi enemigo, por lo menos eso creí entonces...
Los años siguieron, mientras mas crecía Kurama mas bello se volvía. Yo seguí con mi búsqueda pero de vez en cuando lo visitaba. Siempre trataba de darme conversación e incluso me hacia pequeñas bromas para hacerme enfadar, creo que porque quería ver alguna reacción de mi parte.
Después nos aliamos con Gooki para robar algunos tesoros de Reikai y nos enfrentamos a Yusuke. Me dolió un poco que Kurama me traicionara por el detective, después de todo yo ya comenzaba a considerarlo un amigo.
Nos encerraron en la misma celda. Como odio estar encerrado. Yo no le dirigía ni siquiera la mirada.
Hiei
(se acerca a Hiei) Hiei ¿qué pasa?
Traidor
¿Eh?... oh es eso
Hn
Vamos no te pongas así, además ¿que tenias pensado hacer con los tesoros?
Eh... pues (Hiei duda)... nada que te importe
(Kurama sonríe) Ves ni siquiera lo sabes
Aun así sigues siendo un traidor
(Kurama toma el mentón de Hiei haciendo que lo mire de frente, ambos están muy próximos entre si) Hace rato hable con Kooenma, y le pedí que no fue tan severo contigo, le dije que no eres una mala persona, y creo que te dará el mismo castigo que a mi
(Hiei esta nervioso, su corazón se acelera) ¿y que... con eso?
Hable en tu favor y te salve de la pena de muerte, dime ¿un traidor haría eso?
(Hiei no puede apartar la mirada a los ojos de Kurama) ...
Eso pensé (Kurama lo suelta y se aleja con una sonrisa)
... baka kitsune... (Hiei trata de tranquilizarse)
En esos momentos no sabia que pensar, no me entendía a mi mismo, hacia mucho que no sentía mis emociones, las tuve tanto tiempo confinadas que ya no sabia como eran.
Kurama tuvo razón, casi me dan la pena de muerte, pero lo cambiaron y ahora tenia que dar servicio comunitario, según ellos tendría que trabajar por algún tiempo.
Desde entonces, mi amistad con Kurama fue aumentando, quizá mas de lo que yo quería. También estaban los otros Yusuke y compañía, también son mis amigos, pero Kurama llegaba mas allá, el fue el primero que mostró interés en mi, preocupación, por un sucio Imiko.
Inconscientemente me preocupaba por ti Kurama, teniendo miedo de que cada pelea que tuvimos te pudieran matar, como en el torneo de Toguro, ese sujeto se aprovecho de ti, a cada golpe que te daban mi furia crecía, casi lo mando todo al infierno. Por suerte intervino Hurameshi, y me sentí mejor cuando dijo que estarías bien. En esos momento no entendía porque casi pierdo el control, quise pensar que no era importante.
Después, en ese medio año con Mukuro, quizá fue por tu ausencia, volví a pensar que ya nada importaba. Si vivía o fallecía que mas daba, ya cumplí con mis objetivos, Yukina esta a salvo y tenia una Hiruseki, solo me quedaba pensar en la forma de morir.
Mukuro me devolvió la vida, que no era lo suficientemente fuerte para buscar la forma de morir me dijo, por orgullo seguí adelante, o tal vez fue algo mas...
Seguí con las peleas en el torneo del mal, pero no me interesaba ganar, intentaba tratar de encontrarme, de ver que sentía, que era lo que quería. Mukuro me aclaro algunas cosas.
Pronto supe lo que me pasaba, el porque de que fueras tan importante. Tonto kitsune siempre te dejas lastimar, que siempre juegas con tus oponentes, mira si te toman por sorpresa. Que no ves que me hieres cada vez que juegas con la muerte.
Si Kurama, me cuesta admitirlo pero te amo, las peleas ya no me importan, por ti es que sigo aquí. Después del torneo fui a verte, con la excusa de que le devolvieras su perla a Yukina, pero me dijiste que no eras de esos, aunque eso fuera broma me dañó, fingí molestarme para que no lo notaras.
Cuando te fuiste a Ningenkai me puse a reflexionar, la razón de que tu broma me lastimara era por que fui consciente de que quizás tu no sientes lo mismo que yo, tal vez ya tienes a alguien especial. No me podía arriesgar, después de todo yo no tengo nada para que te fijes en mi. Me conformaría con tu amistad.
Me entretuve con el trabajo un tiempo, pero ya todo se ha vuelto tranquilo, la tensión en el Makai desapareció, los conflictos ya no son tan graves. Lo que me dio mucho mas tiempo libre, que usaba para visitarte. Te mudaste de casa, a un apartamento en un lugar lleno de ninges que detesto pero lo puedo soportar si es para poder verte.
Ahora vas a una "universidad" como dicen los ninges, tus seguidoras ya no son tantas pero aun tienes, cada vez que una estaba a tu lado sentía la furia en mis venas, supongo que son los tan conocidos celos. Pero nada podía hacer si querías estar con ellas.
Antes solías recibirme amistosamente, con tus sonrisas que tanto me gustaban, pero ya no lo haces, cada ves que te veía estabas ocupado, tenias que estudiar o trabajar, ya no tenias tiempo para mi. Por eso me quedaba en un rincón, quieto mirándote hasta que te ibas a dormir.
Pero lo eche todo a perder, siempre lo hago ¿no?. Estoy maldito, no se me permite ser feliz, nunca. Esa noche estabas enojado, hosco, y yo no se que fue lo que hice pero te pusiste furioso, trate de arreglarlo, pero ya era tarde.
Me fui de allí, en silencio, herido de nuevo, por tus palabras. Pero demonios, yo sabia que esto iba a pasar, ¿entonces por que me duele?. Yo uno de los mas poderosos de los guerreros, el mas diestro con la espada, el maestro de Dragón Negro, y a pesar de eso...
De que me sirve ser tan fuerte si después de todo mi corazón me duele, mi alma sufre, la soledad me consume.
Por que tu me cambiaste, toda mi vida e estado en la oscuridad, oprimido, donde no sentía nada, yo me obligaba a no sentir. Por que todos son malos, todos te quieren utilizar y traicionar. Tenia que estar solo, con ese vació que me carcomía.
Y llegas tu, y cambias eso, el mundo no era gris, que no todos son iguales, me enseñaste que esas cosas como la amistad, el cariño, el amor podían ser reales. Así atravesaste mis muros y robarte lo que yo creía inexistente, mi corazón. Ahora que te fuiste te llevaste parte de el, y yo me quede encerrado sin manera de escapar.
Olvide que a mi no se me permiten esas cosas, no importa cuanto las desee. Ya no importa, por que ahora tu me odias, como todos, pero aun te amo y siempre lo haré, por mostrarme tantas cosas, fuiste tan bueno conmigo. Todo es mi culpa siempre es mi culpa.
Y yo... yo ya no puedo seguir... estoy tan cansado, ya no puedo ni quiero volver a la oscuridad... ahora mi corazón ha vuelto a sentir, ese vació sigue allí... me aterra me desespera. No se puede vivir en un mundo para el que no estas echo. Ya no puedo seguir ya no...
Demonios... es esto lo que en realidad soy?... soy débil... un maldito engendro débil con un alma mas frágil que el cristal.
Y tus palabras la rompieron. El verte a ti, compartir momentos contigo era lo único que me impulsaba a ver el mañana. A nadie le importo en realidad. Nadie notara que no existo, todos tienen su propia vida, yo soy una molestia, todos seguirán adelante y me olvidaran, estoy seguro. Es mejor así Kurama, sigue adelante y se feliz, olvídame.
Soy El Imiko, El Prohibido, toda mi vida estuve condenado a sufrir por el error de haber nacido y ya es hora de que cumpla mi destino...
Miro mi muñeca izquierda mi piel pálida, lentamente acercó mi Katana, esta brillante puedo ver mi reflejo, un rostro marcado por las heridas de la vida. El frió contacto me hace volver a la realidad. Tiemblo un poco pero estoy decidido. La clavo en mi piel, duele pero pronto terminara, haciendo una incisión. Creo que siento como un par de lagrimas salen de mis ojos.
Me quedo apoyado en el árbol, viendo el gris cielo de tormenta, mis fuerzas se van poco a poco irremediablemente, ya no puedo mantener abiertos mis ojos.
Mis últimos instantes de conciencia solo puedo pensar en un nombre.
Kurama...
