"Ámame cuando menos lo merezca, por que será cuando mas lo necesite"
La suave brisa de la mañana entra en la habitación, en donde dormía un joven de blanca tez que contrastaba con su cabello, tan negro como el ala de un cuervo. Desde hacia un par de días que se encontraba en su sueño, siendo vigilado por su amigo de cabello rojo como la sangre y ojos verde esmeralda.
Kurama se tomo unos días de descanso en su trabajo alegando que se sentía enfermo. Se pasaba casi todo el día en el hospital, en la habitación de Hiei, esperando, solo esperando...
Ahora mismo se encontraba viendo una revista, sentado al lado de la cama, pero siempre atento a cada movimiento de su compañero dormido.
Sintió que se movía un poco y suspiraba, de seguro pronto se despertaría.
(Hiei pov)
Hmm... que?... en donde...? hmm me siento cansado... en donde estoy?...
Siento que estoy acostado en un lugar suave... lo ultimo que recuerdo es que estaba en el bosque, que iba a morir... entonces en donde estoy?
Abro lentamente mis ojos, parece que estoy en una habitación ningen. Pero como llegue aquí? Es una habitación blanca, algo acogedora, con una ventana ahora abierta, el viento la atravesaba trayendo algo de humedad, el cielo sigue nublado pero ya no esta gris...
-Que bueno que te hayas despertado Hiei.
Me sorprendo, no me di cuenta de que había alguien mas, volteo a ver quien era... Kurama
-Como estas? Te sientas bien?- me pregunta con una sonrisa. No puedo soportar verlo y volteo mi rostro a un lado para que no me viera. Acaso fue el quien me salvo? Pero... por que? acaso... acaso todavía se preocupa por mi...?
-Hiei ¿estas bien? por favor contesta- su tono de voz claramente expresa inquietud, me siento mal... soy un inbecil no merezco que se preocupe por mi.
-s-si- contesto casi en susurro.
(General pov)
-oh de acuerdo- Kurama prefirió no presionarlo.
Había tensión entre ellos, Kurama trataba de ser cuidadoso, Hiei solo contestaba a sus preguntas con si, no, no se, pero su tono de voz ya no era el mismo, "es como si me tuviera miedo" pensó Kurama, que cada vez que lo miraba Hiei apartaba la mirada.
(Kurama pov)
Después de unos días mas, Hiei fue dado de alta. Caminábamos juntos en la calle, Hiei con la mirada baja. Puedo sentir de nuevo esa angustia en el pecho, aunque él estaba caminando a mi lado me parecía que estaba muy lejos, en el fondo de su mente... con sus tormentos su soledad... y yo sin hacer nada.
Le pongo una mano en el hombro, pero el se sobresalta así que quito mi mano. Por unos momentos nos vemos fijamente, ¿qué es lo que veo? Melancolía, sufrimiento, abandono... miedo?. No logro precisar bien porque el volvió su mirada al piso nuevamente.
Abro la boca para decir algo, tengo la mente en blanco así que digo lo primero que se me ocurre. –No queda mucho, pronto llegaremos a casa.
-Si.- Me contesta tímidamente, su carácter a cambiado ahora es mas sumiso, a perdido ese aire de arrogancia y fortaleza. Sus mascaras se quebraron y sus muros se desmoronaron... ya no tiene defensa contra la realidad.
No dijimos absolutamente nada durante el resto del trayecto a mi departamento. Cuando llegamos le dije a Hiei que se recostara en mi cama, aunque se aya recuperado todavía su presencia es débil y su piel sigue pálida. Eso me preocupa, como si su cuerpo intentara expresar las emociones que el reprime dentro de si.
(General pov)
Hiei se acuesta en la cama del kitsune, se puso el pijama que le había dejado, le quedaba un poco grande pero no le importaba.
Se queda viendo la ventana, los últimos días estuvo nublado con algunas pequeñas lloviznas. Kurama entra en la habitación con algo de comida para Hiei.
(Hiei pov)
-Hiei aquí te traje algo de comer- me dice con su suave voz, que en estos días se escucha desanimada.
-No tengo hambre, no la quiero- contesto en voz baja.
-Por favor, no has comido mucho últimamente... –otra vez la preocupación en su voz. El esta preocupado por mi y yo solo le causo mas problemas... de seguro tiene cosas mas importantes para hacer que estar cuidándome...
Sin decir nada tomo el plato que me ofrecía y comienzo a alimentarme. Solo lo hago por Kurama, el siempre es tan amable y yo...
Ya es de noche, no he dicho absolutamente nada desde que Kurama me dio el almuerzo, ahora esta en la otra habitación haciendo algo.
Va a llover. El cielo se ha vuelto negro.
No sientas lastima por el, lánzalo.
Esa voz... de la anciana koorime.
No... por favor no...
Vuelvo a recordar aquel día, tan claramente como si lo estuviera viendo. A Rui, a la anciana, a mi madre... ella esta triste, llorando, suplicando que no me arrojaran...
Me levanto, tratando de alcanzarla... pero choco contra algo, la ilusión desaparece y yo estoy frente a la ventana.
Es verdad, si yo no hubiera nacido tu ahora no estarías muerta y Yukina nunca habría abandonado la isla y probablemente todos estarían mucho mejor, también Kurama...
Lo siento en verdad lo siento... yo nunca quise ser una molestia... yo solo... estoy tan confundido... si desapareciera todo se arreglaría... si todo se arreglaría...
Abro la ventana, un frió viento se a levantado, me paro sobre el marco de la ventana y observo hacia bajo, esta muy alto, desde esta altura basta para...
Me suelto del marco... pero de repente siento que me atrapan y me lanzan de nuevo para adentro del cuarto.
Cuando me incorporo veo que Kurama ha vuelto a cerrar la ventana y me mira enfadado.
(Kurama pov)
Por inari ¡¿qué es lo que esta pasando! Entro a la habitación y me encuentro a Hiei tratando de saltar por la ventana. Por suerte llegue antes de que lo lograra. Cuando termino de cerrarla me volteo a verlo con ese enfado que nace de la preocupación.
-¡¿Qué es lo que pensabas hacer!
- ... – no me contesta, solo baja la cabeza
-¡¿Por qué estas así! ¡¿por qué no me dices nada!
- ...
-¡¿Qué es lo que pasa! Dime!- lo agarro de los hombros, pero empieza a temblar, así que me quedo mirándolo, y lo escucho sollozar, me asombro cuando un par de perlas caen en sus rodillas y ruedan en el suelo.
-Me quiero morir... –me dice suavemente
-Por que?- le pregunto afligido
-Por que estoy cansado de ser una molestia... no importa lo que haga siempre esta mal... todos me odian... yo solo... yo solo quiero que acabe todo...
-Hiei... eso no es...
-ES VERDAD!... yo soy un error! Estoy maldito!... no entiendes lo que es que todos te abandonen que te odien que todo sea tu culpa... ya no puedo seguir...
Su confesión realmente me conmovió, nunca pensé que fuera tan vulnerable. Hiei por favor no digas eso, no es verdad...
No puedo controlarme y me acerco a el, y lo beso para que deje de decir esas cosas. Te paralizas unos momentos y luego tratas de alejarte, pero te lo impido abrazándote firmemente, te resistes un poco pero luego te abandonas a mi y al beso.
Yo también me dejo llevar por la sensación, tus labios tan suaves tan dulces...
Tuve que apartarme para que así los dos pudiéramos respirar, ambos jadeábamos. Hiei mira para un costado.-Yo... no merezco... tu bondad... – me dice en susurro.
Yo pongo una mano en su mejilla y lo obligo a que me vea.-No digas eso, solo déjate llevar.- digo antes de volver a besarlo.
Suavemente lo sujeto de la cintura y con la otra mano acaricio su nuca, para luego pasar a acariciar su espalda, siento que tiembla un poco por el contacto. No hemos dejado de besarnos, solo separándonos breves momentos para tomar aire. Con mi lengua saboreo sus dulces labios pidiendo permiso de entrar, que me es concedido de inmediato, pudiendo ahora saborear su pequeña boca, tan cálida, exquisita, un sabor único.
Siento sus brazos rodear mi cuello, tímidos movimientos, no sabe que hacer mi inocente koorime de fuego. No se cuanto tiempo estuvimos así, sintiéndonos el uno al otro en mutuas caricias, cuando me di cuenta ya estábamos en mi cama, yo sobre el, apoyándome en un brazo para no aplastarlo. Pronto abandono su boca y doy pequeños y suaves besos por la línea de la mandíbula hasta llegar a su cuello.
(Hiei pov)
Jamás me había sentido tan bien en mi vida, tocándome de una manera que nadie hizo. Comenzaste a besar mi cuello y a lamerlo. Yo trataba de contener mis gemidos, llegaste hasta el cuello del pijama y empezaste a desabrocharlo lentamente, acariciando con tus labios cada parte expuesta. Acaricio tu espalda por sobre la tela y cierro mis ojos concentrándome en las sensaciones que me provocabas.
Finalmente me quitaste el pijama y el pantalón, siento que me observas unos momentos y no puedo evitar sonrojarme aun mas de lo que estaba, me estremezco un poco. Te me acercas y me susurras al oído.- Eres hermoso.- Abro sorpresivamente los ojos, nunca nadie me había dicho eso. Quiero decir algo pero vuelves a besarme apasionadamente, así que trato de desabrochar la camisa, en lo que tu me ayudas a terminar de sacártela.
Tus ágiles manos recorren cada parte de mi ser, con expertos y delicados movimientos que solo un gran ladrón como el que eras tu podría dominar.
Besas y acaricias mi pecho y empiezas a bajar, lentamente, de pronto tu lengua roza mi pezón arrancándome un gemido, jugaste con el un rato y luego con el otro.
Sigues bajando hasta mi vientre, dando suaves mordiscos ¿hasta donde piensas llegar? Lo descubro cuando con tu mano rozas mi entrepierna, doy un jadeo, volteo la cabeza a un costado, mi corazón se acelera.
Detienes tus acaricias, estoy por preguntar cuando de pronto siento que me tomas en tu boca. De la impresión abro los ojos.- Ah!... Ku... Kurama!
Puedo sentir como enroscas tu lengua... vas a un ritmo lento... pero lo aumentas un poco sin dejar de... ah!... mover tu lengua... siento que enloquezco... mis gemidos ahora son pequeños gritos de placer... trato de contenerme para poder seguir sintiendo este placer... aahh!... agarro fuertemente las sabanas... ya no puedo mas...
Llego en tu boca... pareces satisfecho, yo trato de recobrar el aliento. Esperas a que me ya calmado un poco, vuelves a abrazarme, acaricias mis costados, besas mi cuello.
-Hiei... mi Hiei... –me dices, yo no puedo hablar, estoy tan abrumado por las sensaciones. Te levantas para poder desvestirte por completo. Puedo ver que estas excitado.-Hiei... yo...-dices dudoso, ya entiendo a lo que te refieres. – Esta bien... solo... hazlo...
Espero unos momentos y de pronto te siento entrar en mi. Trato de ahogar mi lamento de dolor que escapa de mi garganta, sin conseguirlo del todo. Creo que se dio cuenta que me lastimaba porque una vez que estuvo completamente dentro se quedo quieto y volvió a besarme tiernamente, colmándome de gentiles acaricias que me hicieron sentir seguro. Oh Kurama tu siempre eres tan bueno conmigo.
Cuando me hube acostumbrado trate de decírselo pero nada salía de mi boca así que lo mire decidido y el comprendió. Empezó con movimientos lentos, acompasados, que de a poco se hacían mas rápidos y fuertes.
Yo estaba totalmente perdido en el placer. Me aferré a ti, mis manos arañando tu espalda dejándome llevar por el ritmo que me imponías. Mis gemidos se mezclaban con los tuyos, no podía dejar de decir tu nombre.
Cada vez mas rápido... cada vez mas fuerte... llevándome lejos... haciéndome llegar...
-KURAMAAAA!
-HIEIII!
Nos fundimos en el éxtasis de la consumación.
Nuestros cuerpos se quedaron rígidos unos segundos, despues saliste de mi y te dejaste caer a un lado, yo jadeaba y mis ojos estaban húmedos. Comprendí que ahora yo tenia una parte de ti, parte de tu aroma en mi piel, parte de tu gusto en mi boca y parte de tu esencia en mi cuerpo.
Me abrazas y me acercas a ti, apoyo la cabeza en tu pecho. Se siente en paz, el sentirse amado, sentirse querido, ese vació en mi corazón al fin se a llenado, y se siente tan bien.
-Ai shiteru- lo digo porque tenia que expresar mi sentir. Lo único que deseo es estar a tu lado.
Te amo Kurama y siempre lo haré...
(Kurama pov)
Mi pequeño Koorime se a quedado dormido. Te observo, tu rostro tan tranquilo, incluso tienes una sonrisa casi imperceptible. Ya no hay rastro de tristeza o dolor como en las noches anteriores. Eso me alegra, seria capaz de todo por verte feliz.
Te abrazo un poco mas fuerte, te susurro bajito –Ai shiteru mo- aunque se que no lo escucharas, pero que estoy seguro de que lo haz sentido. Solo deseo estar a tu lado.
Mis ojos se cierran
Siempre te amare Hiei...
Afuera, las nubes se despejaban dejando que el resplandor de la luna llena iluminara el camino de los perdidos en las sombras de la noche.
FINBueno, aquí el fin ¬/¬ hasta aca me llego la cabeza, creo que quedo bien pero son ustedes los que deciden eso.
Suggestions: Ojala este te guste, si, Kurama es el único que pude curar el pobre corazón de Hiei, y acabaron juntitos como querías. Nos vemos en la próxima.
Devil Lady Hitokiri: Como lo pediste e aquí la continuación. A mi también me encantan los angost, no puedo evitarlo, me hacen sentir tan... bueno, tu sabes. Hasta otra nos vemos.
Lila-chan: Me alegra mucho que te aya gustado mi fic. Y te digo que no es que algunas personas se cierren a la gente, sino que no han sabido como comportarse o sentirse con los demás, y la gente se va porque no los comprenden, no les tienen paciencia, a veces es así. Y claro que es bueno soñar, sin los sueños que seriamos? Yo tratare de actualizar los mas pronto posible, y tu también trata, que me gustan mucho tus fics. Ahí te ves.
Youko Alukard: aquí esta la continuación, y por cierto disculpa la pregunta pero ¿qué es NTC? n.nUuUu
angelligth23: Tienes razón, supongo que es por eso que me gustan los angost, son tristes pero hermosos a la vez. Y no te preocupes, ahora Hiei se pondrá mejor. Nos vemos.
Hasta otra ocasión.
Ja ne
"Siempre que exista el deseo de vivir cualquier lugar puede ser el paraíso. Mientras uno este vivo siempre hay una oportunidad de ser feliz"
