I D E N T I D A D – Reclamos
— POR: EROL —
Esta mañana había amanecido realmente fría se decía Hermione entre sueños, con pesar abrió sus ojos para encontrarse con que estaba acostada frente al lago y había pasado ahí la noche entera, seguramente pescaría un fuerte catarro así que se apresuro a levantarse y dirigirse a la torre de Gryffindor para tomar un buen baño que compensaría el frió al que se expuso la noche entera y todo por sus chicos maravilla pensó molesta. La mujer de ojos claros siguió su recorrido mientas se convertía en una linda gatita, corrió un poco hasta alcanzar a Hermione y dedicarle una linda sonrisa gatuna.
—¡Ah!- sin proponérselo la gatita le había asustado- Una gatita- decía recogiéndola mientras acariciaba su suave pelaje, los ojos azules de la gata y los castaños de Hermione se hipnotizaban entre si, cuando la castaña se despego de la gatita una sonrisa maliciosa y desconocida surco el rostro de Hermione. La gatita en cambio sonreía satisfecha.
La mañana siguió avanzando, los alumnos de Hogwarts comenzaban a levantarse molestos de saber que era Lunes. Para muchos esto significaba romper su descanso de fin de semana y volver a levantarse por cinco días temprano, un total fastidio para muchos, para otros simplemente era otro día mas y para unos mas no les importaba en lo más mínimo, la costumbre era eso así que no importaba mucho para Parkinson y Chang significaba venganza y eso discutían en un salón vació.
— Y bien Parkinson, ¿Qué has pensado?
— Hace años que eh querido fastidiarle la vida a Granger así que me sobra más de una idea.
— Esa es la actitud-decía sonriendo Cho— ¿Pero porque?
— ¿Por qué que?
— Un motivo Parkinson dime un motivo para que tu también le quiera fastidiar, se que ustedes los Slytherin y Gryffindor nunca han sido precisamente amigos pero no termino de entender tus razones
— Draco, Draco se ah hecho amigo de esa sangre sucia- dijo viendo la sorpresa de Cho— Hace mucho perdí las esperanzas de que Draco saliera conmigo, el no tiene ojos para nadie con todas es un juego pero cuando le eh ofrecido ser su amiga también me ah rechazado, en cambio, me consta que es amigo de ella y eso no es solo es una ofensa para mi si no para todo Slytherin.
— ¿Solo eso?- bufo la oriental- Parkinson seis años has estado a la caza de Malfoy y ahora te rindes.
— Tu no entiendes Chang, ya me eh cansado, además no solo es Granger también esta Debra ella ah estado con Draco mucho más que las demás es una novia fija, tal vez la primera que a tenido Draco.
— Bien Parkinson ayúdame que yo te ayudare aún con esa pesada llamada Debra.
— Y tú, ¿Cual es tu razón para detestar a Hermione?
— Harry Potter- fue la seca respuesta de Cho.
Ambas salieron del aula con su propósito bien claro, dañar de alguna u otra forma a Hermione no solo físicamente si no también con sus sentimientos, por una parte fastidiar su amistad con Harry, por otra dañar su corazón, ambas estaban seguras que Hermione amaba a Malfoy y la mascara de enemigos solo era una forma de ocultar sus sentimientos.
Hermione se seguía observando en el espejo, absorta en su imagen, sus ojos estaban oscuros y toda ella parecía irradiar solo maldad. La gatita sonreía complacida, ambas salieron del baño de prefectos para toparse en el pasillo con un grupo de Ravenclaw que al ver a la castaña le miraron sorprendidos.
Hermione se había alaciado el cabello formando rulos hasta el final de la espalda su largo cabello provocaba un efecto aún más llamativo, sorprendentemente iba maquillada, llevaba la camisa semiabierta, la corbata floja, su falda había sido doblada por encima de la rodilla, estaba provocativa y parecía feliz por ello, lucía tan bien que dejo impresionados a todos los que cruzaban el camino para llegar al gran comedor, solo unos pocos se aventuraron a un piropo cuando ella entro en el lugar, al verla Ron su cuchara fue a dar al plato de cereal que comía lo que ocasiono que salpicara a un distraído Harry.
— ¡Buenos días!- dijo ella sentándose sin recibir respuesta de sus boquiabiertos acompañantes- He dicho buenos días- dijo de mala gana mientras bebía un jugo de naranja.
— Buenos días- respondieron los chicos mientras Lavander y Parvarti entraban contentas al comedor y se sentaban junto a Hermione cada una a un lado.
—¡Cielos! Lo que te hayas hecho te luce genial Hermi- dijo Lavander.
— Gracias por señalar lo obvio Lavander- sonrió maliciosa Hermione
— Luces pues rara Hermione- dijo Parvarti.
— Ideas tuyas- dijo ella sin alzar la vista en ningún momento de su almuerzo a pesar de los cuchicheos solo la levanto cuando Parkinson se paro frente a ella.
— Granger no has oído que aunque la mona se vista de seda mona se queda.
— Seguro Parkinson- decía alzando la cabeza- te aplica bien- dijo sonriendo mientras muchas mesas explotaban en risa.
— ¡Eres una estupida!
— No Parkinson- decía moviendo el dedo- no me compares contigo que me rebajas-una nueva risa inundo el salón.
— Se cree muy simpática Granger-decía Snape detrás de ella a lo que ella se levanto tomando su jugo el cual accidentalmente se le cayó a Snape, nadie se atrevió a reír y el mundo se congelo cuando la castaña con descaro termino de vaciarle el vaso encima.
— Que torpeza la mía queridísimo profesor, como sea cualquier cosa lo veo en clase.
Todo el mundo permaneció en silencio hasta que Snape volteo a ver a Mcgonagall.
— ¡Ah visto usted a su alumna!
— A todos nos pasan accidentes Severus- decía tranquila aunque por dentro reía igual que muchos.
Los alumnos se agitaron al ver a Hermione salir muy tranquila del comedor, pero al cruzarse con Debra la chica de la noche anterior que estaba con Draco sus ojos volvieron a tener algo de brillo que de inmediato desapareció, se dirigió a su sala común tendría que ir por sus libros después de todo su primera clase era pociones.
Snape entro mas furioso que nuca al aula, Slytherin y Gryffindor de sexto año tendrían clase y seguramente Snape hoy día no tendría compasión, no tardo en irse contra Hermione pero cuando iba a empezar a retarla entro Draco distrayendo su atención.
— Todos a la pagina 1513 ¡Rápido!- grito enojado.
— ¿Qué le paso a Snape?- preguntaba en voz baja Draco a Zabini.
— De lo que te has perdido, esta mañana Granger le a humillado públicamente.
— ¿Hermione?- el rubio empezó a buscarla con la mirada hasta encontrarla dos asientos frente a él, extrañamente ella volteo y al encontrarse con su mirada le hizo una cara de desprecio que lo dejo confundido.
La clase iba con aparente calma, Snape quitaba puntos claro a la caza de los leones mientras esperaba cualquier error de Hermione para fastidiarle el día y si no lo conseguía a esa hora ya sería en otra, su oportunidad se vio cuando Hermione iba a pasar un ingrediente a Neville su eterno compañero en pociones.
— ¡Granger que cree que hace!
— Le paso un ingrediente a mi compañero profesor.
— ¿Y quien le ah dicho a usted que puede hacer eso? Esta tarde estará castigada, la espero a la seis en mi oficina.
— No entiendo sus estupidos castigos, sabe tampoco entiendo que hago en tan estupida clase y olvídese de mi castigo porque no iré, viejo amargado.
Dicho esto y muy soberbiamente tomo sus cosas y salio hecha una furia que solo aumento al ver a una chicas de Ravenclaw entre las que estaba Cho Chang.
— Pero miren nada mas han sacado a Granger de la clase- dijo Cho.
— No te importa- dijo Herms.
— A mi no me vas a contestar así- dijo Cho sacando su varita.
— ¿Es un reto Chang?- decía riendo mientras sacaba su varita a lo que Cho respondió lanzando un hechizo.
— ¡Expelliermus!- grito Hermione haciendo volar a Cho llevándose consigo a Debra que también andaba cerca.
De inmediato Snape salio mas que furibundo de la clase seguido de otros tantos, entre ellos Harry que claro se fue corriendo a recoger a la china, Draco veía extrañado todo ni si quiera su novia le importo, estaba alucinado con la actitud de Hermione, el resto de los alumnos no estaban menos sorprendidos por el actuar de la mejor alumna de la escuela, si bien todos sabían de su rivalidad con Cho no se esperaban que Hermione le contestara mucho menos lanzara un hechizo ya que ella siempre conservaba la calma ante las provocaciones de cualquiera.
— ¡Granger que demonios le pasa!- hablo Snape también sorprendido, eso ya era grave- ¡A la dirección ahora!
Dumbledore reía mientras leía un libro, comía unas ricas gomitas multi sabor, su fiel fénix lo miraba de forma extrañada, aun al ave le asombraba Dumbledore, la atención de los dos se enfoco a la puerta por la que entraba Severus, tras de el estaba la señorita Hermione Granger y a lado una muy molesta McGonagall que iba bien dispuesta a defender a su alumna preferida. Dumbledore sintió miedo.
— Buenos días Severus, Minerva, señorita Granger me da gusto su visita por esta oficina ¿Un dulcecito?- decía mientras Hermione lo tomaba y Dumbledore trataba de leer su mente como hacía con todo el alumnado sin embargo no logro percibir nada más que sombras y se preocupo por ello.
— Lo que sucede es que esta mañana la señorita Granger a parecido por fin revelarse, me tiro jugo encima y ataco a la señorita Chang- acuso Severus.
— Vamos Severus- decía interviniendo la profesora de transformaciones mientras ambos empezaban a discutir y Dumbledore trataba de calmarlos, Hermione por su parte poso su vista en el ave del director, por un momento parecía que las sombras se iban pero el contacto se rompió cuando Severus le grito.
— Granger, ¿Qué tiene que decir en su favor?
— Es cierto, Snape tiene razón como siempre ya sabemos que el es una verdad absoluta ¿Me va a castigar director?
Después de salir del despacho del amable y caritativo director que por alguna razón que solo el conocía no castigo Hermione, ella salio del despacho encontrándose a la linda gatita de la mañana, la tomo en brazos y salio rumbo a su sala común.
Por el camino las miradas iban desde el miedo hasta la extrañeza, al llegar a su sala se encontró a solas con Harry Potter que parecía bastante molesto, la castaña bajo a su pequeña acompañante y espero a que Harry empezara con su cháchara.
— ¡Que demonios te pasa Hermione!
— A mi nada todo bien de salud, ¿Y tu?
— Me refiero a ti, me refiero a lo que le hiciste a Cho- decía muy enojado.
— ¿Cho? A ya la inútil en duelo, no se le da muy bien pelear Harry.
— No te veo afligida, de unos días para acá estas muy rara.
— Me sorprende que sepas que existo.
— No me vengas con tonterías Hermione, en primer lugar tu eres la que se alejo y hasta hiciste amigos con Malfoy y ese Laurie.
— ¿Y eso a donde nos lleva?
— Eres una traidora Hermione Granger.
— ¿Disculpa?
— ¡Lo que oyes!
— Sabes no tienes ningún derecho a gritarme y me largo, ¡Ciego!
— ¡Claro ahora vete, lárgate con Malfoy, ambos son un par de serpientes!- por supuesto Hermione no hizo ningún caso y se dirigió a su pequeña sala mientras Harry seguía lanzando maldiciones cuando Ron llegó.
— ¿Qué paso Harry?
— ¡Hermione se a largado con Malfoy!
— Claro el nuevo amigo- refunfuño el pelirrojo.
— Si porque demonios va con él, ¿Eh?- el moreno no espero a recibir respuesta y continuo diciendo— Ya tengo suficiente con Voldemort y deja de temblar Ron algún día debes decir su nombre, y ahora Hermione se vuelve loca- decía azotándose en un sofá de la sala común- ¿Porque demonios tiene mas amigos si nos tiene a nosotros?
— No lo se- decía Ron mientras se sentaba en otro sofá.
— Porque no solo se aleja de ellos y vuelve a ser la chica que yo conocía.
—Harry la ultima vez que le hablaste ah sido para reclamarle lo de Malfoy y de hecho desde principios de año lo único que hablas con ella es de Cho, Cho esta linda, Cho va para allá, se acerca Cho, Cho es adorable…
— ¡Ya entendí!
— Bueno yo solo decía- se burlo el pelirrojo.
— Ron tiene razón- pensaba Harry- pero la extraño, tal vez exagere.
Hermione llego apresurada a su mini sala común, dijo la contraseña a Madame Catherine y paso para encontrarse con un muy molesto Draco que no pudo dejar de percibir algo extraño en la castaña y no solo era por su nuevo look.
— Tengo que hablar contigo- dijo Draco con el entrecejo fruncido.
— Habla porque últimamente todos me están gritando.
— No me importa que tengas problemas con Chang pero esta mañana no solo has estrellado a Cho contra la pared te has llevado también a Debra.
— Vivirá- decía sin importarle.
— ¡Se ah fracturado la mano!- reclamaba Draco.
— Ay vamos con más gritos, me temo que no podrá acariciarte como la noche anterior ¿No?
— No te importa lo que pase entre nosotros, solo te advierto que Debra me importa más que una amiga como tú.
— ¿Y eso por que, que hace Debra que te tenga así?- pregunto curiosa.
— Es honesta conmigo.
— Eso tiene gracias, yo sabía que era novia de Laurie no tuya.
— Eso termino, a ese tipo te lo puedes quedar creo que harían buena pareja estando los dos encerrados en la biblioteca todo el día.
— Es verdad Laurie no es un chico de mal verse.
— Me alegro que pienses así, a ver si así dejas de entrometerte en los noviazgos de otros.
— Lo tendré en mente Draco, te aseguro que no lo olvidare.
— Me parece bien- decía saliendo el dragón muy molesto por la poca importancia que Hermione le había dado a sus palabras.
Continuara…
Quien habla mal de mí a mis espaldas mi culo lo contempla.
Winston Churchill
